Mazoku
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LA HUIDA I
Aquella cosa levanto le brazo y apunto a Nualia enseguida los captores fueron hacia ella y comenzaron a lanzar sus tentáculos al aire para poder cogerla, pero no parecían acertar al menos de momento.
Entre tanto Elizabeth intentaba soltarme de aquellas cadenas que me apresaban pero parecia inútil, por mucho que lo intentara.
─ No podrás soltarla…─ dijo aquel monstruo mientras retomaba de nuevo la guadaña y volvía a llevarla hacia atrás para pillar nuevamente impulso.
Elizabeth no sabia que hacer estaba nerviosa mientras intentaba con todas sus fuerzas forzar aquellas cadenas y miraba como aquel monstruo se disponía de nuevo a lanzarme aquella guadaña.
─ Muere!...─ exclamo aquella cosa mientras hacia el ademán de lanzar su guadaña.
─ Yo no estaría tan segura de eso…─ dijo Viento Negro para cuando la observe estaba al lado de una de las paredes de la montaña y enseguida le dio una coz a las paredes haciendo que temblaran.
Esto hizo que la pared rocosa temblara provocando un estruendo y haciendo que cayeran varias rocas, sobre el captor en ese momento aquellos bultos sanguinolentos cayeron al suelo en un charco de sangre y aquellos cráneos chocando contra el suelo.
─ Tenemos que irnos cuanto antes…No estará ahí por mucho tiempo…─ dijo Viento Negro y como de un suspiro desapareció y de pronto escuche un sonido metálico que destruyo varias cadenas cayendo al suelo.
De improviso volvió a aparecer, le habia propinado una coz a las cadenas destrozándolas en ese momento Nualia descendió jadeando por el cansancio.
─ Gracias…─ agradecí mientras me rozaba las muñecas que tenia aun las marcas de las cadenas.
En ese momento escuche como las rocas que habían caído empezaban a moverse y de ellas salía una mano oscura, aquella cosa estaba liberándose poco a poco.
─ Despues hablaremos es mejor que salgamos de aquí cuanto antes…─ comento Viento Negro mientras avanzábamos hacia uno de los túneles que habia en la montaña.
─ Lo siento…haberte descubierto no era mi intención…─ dijo Nualia antes de entrar en el agujero.
Viento Negro no dijo nada y Nualia entro despues fue Elizabeth que solamente bajo la cabeza y seguidamente lo hice yo cerrado por Viento Negro.
Entramos en el sitio que era algo angosto tenia que apoyar mis manos sobre la roca mientras continuábamos por un camino angosto.
Por suerte mis ojos se acostumbraron rápidamente a la oscuridad que habia podia escuchar los murciélagos en el techo revolotear.
─ ¿Es muy largo...?...─ pregunte mientras seguíamos avanzando por aquel estrecho túnel.
─ Desemboca en una antigua mina…así saldremos al exterior…─ dijo mientras avanzábamos por aquel camino para cuando el camino se abrio bajamos por una rampa hasta llegar a una hondonada le aire olía a humedad y se podia escuchar el goteo de las estalagmitas del techo y el revoloteo de los murciélagos de un lugar a otro mientras ciertas plantas crecían por allí teniendo luz propia, le daban a la caverna un aspecto precioso de color azulado pero hacia algo de frío.
─ Es precioso…─ dije mientras miraba el lugar y me acercaba a una de las plantas que daban luz.
─ VIENTO NEGRO!...─ dijo la voz de nuestro perseguidor resonando en todo el lugar haciendo que el revoloteo de los murciélagos fuera mas nervioso.
─ Tenemos que seguir avanzando…─ comento Viento Negro mientras escuchábamos aquella voz que parecia estar muy cerca.
Continuamos por uno de los túneles y el camino se hizo cada vez mas estrecho hasta que salimos a un precipicio del que entrábamos en fila india y un paso en falso seria muestra perdición.
Podia sentir el aire frío que ascendía por este y la oscuridad insondable de aquel lugar, podia ver el miedo en el rostro de Elizabeth que se aferraba a las paredes de la cueva mientras que Nualia caminaba tranquilamente, por mi parte me aferraba lo que podia a las paredes para no dar un paso en falso y Viento Negro hacia lo mismo puesto que su peso era mayor que el nuestro y le costaba mas andar por aquel lugar.
Continuamos un buen trecho hasta que al fin aquello terminaba en un lugar mas amplio, seguimos hasta toparnos con las viejas vías de las carretillas de los mineros.
─ Estamos cerca de la salida…─ hablo Viento Negro haciéndonos saber que ya no quedaba mucho y eso esperaba puesto que tenia muchísimas ganas de salir de allí.
Avanzamos por el camino de las vías viendo como otros caminos se desviaban hacia otros sitios por suerte Viento Negro sabia la dirección, así estuvimos como unos veinte minutos hasta que por fin sentí la brisa del viento en la cara y pude ver algo de luz al final del túnel.
Aceleramos un poco el paso para cuando salimos del sitio di una gran bocanada de aire respirando u sintiendo de nuevo le calor del sol en mi piel, en eso Viento Negro se puso de espaldas a la entrada de la mina y de una coz hizo que el las rocas cayeran taponando la entrada.
─ Al menos tendremos algo de tiempo…─ dijo Viento Negro dado algunas coces a la pared rocosa y haciendo que cayeran las rocas taponando la salida.
─ ¿Ahora hacia donde…?...─ pregunte mientras miraba por donde habíamos salido estabamos en plena montaña en un antiguo campamento minero.
─ Primero debemos bajar de la montaña no creo que tarde en salir de la mina…─ hablo Viento Negro mientras salíamos de aquel campamento minero se podia ver que habia varias carretas tiradas por el suelo con piedras, algunas herramientas herrumbrosas, el problema es que habíamos perdido todas las provisiones.
Mire por un momento hacia la entrada taponada y ni siquiera lo pensé abandone el lugar siguiendo a Viento Negro, el amino era angosto y bastante empinado, podia sentir el calor que cada vez era mayor y Elizabeth empezaba a jadear poco a poco mientras que Nualia abrio las alas y se dirigió hacia abajo para esperarnos.
El resto del camino Viento Negro no pronuncio ni palabra aun estaba intentando asimilar en mi mente que una criatura como ella existía y mas que fuese una centauro, habia escuchado algo de estas criaturas en la escuela del pueblo donde vivía pero jamás pensé que podría ver una.
─ ¿Cómo es que traicionaste a los demonios…?...─ pregunte para romper un poco el hielo mientras continuábamos bajando de la montaña.
Por unos momentos se hizo el silencio mientras continuábamos el camino cuando gire la cabeza observe a Elizabeth que estaba casi completamente sofocada, en eso me quite el sombrero y se lo puse en la cabeza parecia algo rara pero al menos le cubriría la cabeza.
─ Aquello fue un error, la primera invasión el ejercito empezó a arrasar pueblos a diestro y siniestro no nos conformábamos con cualquier cosa solamente queríamos sangre y mas sangre, quien se ponía delante de nosotros moría…Aquello fue una masacre, despues de unos días cuando estabamos en plena celebración, comiéndonos a nuestras victimas, en una fiesta de sangre…─ comento Viento Negro mientras parecia que aquellas palabras le causaban dolor al contarlo.
─ ¿Comíais humanos…?...─ pregunte con cierta ansia que recorrió la garganta, pude sentir algo de bilis en la boca al pensar en eso.
─ ¿Crees que los demonios comen carne a la parilla y cosas axial…?...Claro que comíamos humanos algunos demonios poseían a los humanos y se comían a su familia y amigos, podia ver los trozos de carne sanguinolentos entre sus dientes, el crujir de los huesos y como la sangre goteaba por sus labios, aquello en esos momento era para mi un banquete…─ contesto Viento Negro mientras recordaba aquellos momentos que parecían tan lejanos, entre tanto podia sentir mi estomago revolverse con fuerza al escucharla.
─ ¿Y que fue lo que te hizo cambiar…?...─ pregunte con cierto miedo al escuchar lo que decía.
─ Un día entramos en un pueblo y comenzamos como siempre a destrozar, matar y no dejar piedra sobre piedra, hasta que escuche los gritos de una mujer, rápidamente fui hacia ella y pude ver a una mujer que estaba de pie con un cuchillo en la mano amenazando a los demonios, aunque detrás de ella estaba su hija…no podia creer que una simple humana nos plantara cara…pude ver en su rostro el miedo y en la pobre niña que estaba aterrorizada…los demonios estaban jugando con ella amenazándola, puesto que esa arma no les haría ningun daño…me quede unos momento mirando la escena, la mujer rogaba a dios que le diera fuerzas…no se lo que me paso en ese momento pero luego dentro de mi cambio de golpe…axial que sin pensármelo acabe con los demonios, la mujer se quedo sorprendida sin saber que hacer pero no bajo el cuchillo…─ dijo Viento Negro relatando la escena parecia que aquello le afectaba puesto que parecia que las palabras temblaban en su boca.
─ La mujer sorprendida no sabia que hacer, mire a mis pies y vi aquellos demonios les habia destrozado el craneo veia sus sesos por el suelo y como al pisarlos soltaban chisguetazos de sangre, aquellas cabezas abiertas incluso los ojos se habían salido de sus orbitas…despues mire a la mujer esta ni siquiera titubeo…le dije que huyera, por unos segundos no sabia que hacer volvi a gritarle que huyera en eso tomo a su hija en brazos mientras esta lloraba y le tapaba la cara para que no viera aquello y aun amenazándome con el cuchillo salio de aquel lugar…despues de aquello…los demonios le dijeron a mi general lo que habia echo y este lanzo a varios demonios para que me mataran…mate algunos en mi camino, pero termine huyendo…me escondí por una temporada y estuve reflexionando sobre lo que habia todo lo que habia echo, hasta que escuche en una caravana que iban a enviar un grupo armado contra los demonios, me presente ante los humanizo ofreciéndoles mi ayuda pero nada mas verme empezaron a atacarme, por suerte pude huir y al fijarme tenían esas armas…despues de aquello pueblo al que iba me atacaban así que decidí aislarme…solamente le dije a Nualia donde estaría…─ contesto Viento Negro explicándome lo que habia pasado al parecer no todos los demonios son malvados como estaba comprobando y algunos tenían corazón, no era todo fuego y azufre como podia en la Biblia y decía el cura en la iglesia en sus sermones.
─ ¿Y los esqueletos que tenias en ese sitio…?...¿Aun comes humanos…?...─ volvi a preguntar varias cosas a la vez de vez en cuando miraba a Elizabeth pero la veía que seguia jadeando por el calor.
Viento Negro se detuvo por unos momentos y comenzó a reírse al haber echo esas preguntas.
─ Esos cuerpos los encontré en cementerios y no ahora como animales, aunque no es lo mismo me calma el hambre pero no es igual…─ respondió Viento Negro mientras seguíamos descendiendo y sin darnos cuenta habíamos llegado al final de la montaña al menos ya estabamos abajo y Nualia nos estaba esperando.
─ Habéis tardado…─ dijo Nualia espiándonos al final de la montaña Viento Negro ni siquiera se digno a decirle nada solamente se le quedo mirando fijamente y Nualia bajo la cabeza.
─ Será mejor que nos sentemos hasta que haga menos calor…Elizabeth no puede continuar…ni yo tampoco…─ hable mientras dejaba a Elizabeth apoyada a la sombra en una roca y por mi parte hacia lo mismo hacia bastante calor y podia sentir como la saliva era incluso espesa en mi boca.
En un momento Viento Negro se acerco donde estaba y comenzó a mirarme seriamente mientras andaba de un lugar a otro parecia algo nerviosa.
─ ¿Ocurre algo…?...─ cuestione algo extrañada al verla de esa forma y que de vez en cuando miraba a mis armas.
─ Me estoy preguntando como es que tienes esas armas y lo de ese llaman…los demonios no hacemos prisioneros…bueno no todos a menos que tengamos una razón…─ respondió Viento Negro en eso que se acerco e inclinándose puso su cara cerca de la mía se quedo mirándome a los ojos fijamente por unos instantes y despues de eso olfateo el aire.
─ No eres una humana normal, hay un demonio dentro de ti…─ dijo moviendo la cabeza como sacudiéndose algo, en eso se alejo unos pasos como si estuviera amenazada.
─ Nualia me has traicionado!...─ exclamo Viento Negro mientras retrocedía unos pasos y se disponía para empezar una pelea.
─ Espera un momento no te he traicionado, ella tiene un demonio dentro si es cierto pero no fue su voluntad…deja al menos que te lo explique…─ hablo Nualia mientras volvía a sacar las alas y se preparaba para salir volando.
─ Muy bien y mas te vale que sea creíble…por que si no es axial terminaras bajo mis cascos…─ amenazo Viento Negro preparándose para lanzarme uno de sus ataques.
No pude mas que tragar saliva y contarle la verdad de todo esperándome que me creyera.
Cuando hube acabado de contarle todo l oque pasaba Viento Negro se quedo por unos momentos pensativa, despues de eso no hizo nada solamente se acerco y de nuevo volvió a olfatearme, despues de aquello giro la cabeza mirando a Nualia y se acerco a ella.
─ Mas te vale que no me traiciones…─ hablo amenazándola y en eso respire aliviada, por suerte durante mi charla el sol habia caído un poco y mi estomago empezaba a rugir lo mismo que el de Elizabeth.
Al levantarme sentí un dolor punzante en el bajo vientre que hizo que me arrodillara, cada vez era mas fuerte parecia que aquella cosa quería salir y reclamaba también su comida.
─ Auch!...─ exclame mientras me apoyaba contra las rocas y aquella cosa empezaba a despertarse cada vez la ropa que tenia se estiraba mas y mas soportando el sexo de aquel demonio que imperaba pro salir.
Mis deseos iban subiendo mas y mas lo mismo que mi temperatura corporal, imágenes en mi mente de sexo y gente siendo devorada inundaban mi mente, debía de sobreponerme.
Elizabeth fue a ayudarme pero Viento Negro se lo impidió, aunque no entendía el por que.
─ Si le pones una mano encima ira por ti…en ese momento no lo hagas…─ comento Viento Negro mientras luchaba en mi mente por encerrar de nuevo a ese demonio en mi interior sabia que tendría que salir en algún momento pero ese no era el lugar ni la ocasión.
Por todos los medios intentaba concentrarme para que aquel monstruo no saliera al menos de momento, pero sabia que cada vez se haría mas fuerte, escuchaba a mi alrededor susurros en un idioma que no entendía.
Como pude me sobrepújese y poco a poco a aquel dolor fue desapareciendo lo mismo que las imágenes y me levante algo mareada en ese instante Viento Negro dejo que Elizabeth me ayudara.
─ Parece que sabes…mucho de este demonio…─ comente jadeando mientras me levantaba despacio y apoyándome en Elizabeth.
─ No es que sepa de ese demonio en particular…conozco a los de su raza en el infierno son comunes…lo mismo que ella…─ hablo Viento Negro mientras miraba a Nualia, esta por su parte al escucharlo se sintió ofendida.
─ Oye!...no es que seamos una plaga…─ exclamo Nualia con cierto tono de enfado en su voz.
─ Lo que me extraña es que usaran a ese demonio en vez de a una de ellas…es extraño…─ comento Viento Negro puesto que Nualia era del otro tipo justo para mi.
─ Prefiero no pensarlo, es mejor que sigamos avanzando no creo que tu captor tarde mucho en encontrarnos y tenemos que llegar a donde esta la otra gema…─ dije mientras me incorporaba y al fin podia mantenerme de pie y el dolor habia desaparecido, mi mente de momento estaba despejada y el calor no era muy intenso, podia escuchar los buitres por el lugar.
Sin pronunciar palabra continuamos por el camino para salir de allí y llegar a aquel sitio donde Viento Negro habia escondido la gema.
Estuvimos caminando por aquel lugar durante algunas horas el sol poco a poco iba poniéndose, escuchamos el rumor de un río, Elizabeth se adelanto hacia donde estaba ese ruido para cuando llegamos la pudimos ver que estaba bebiendo y echándose agua en el rostro para refrescarse.
─ Al menos podremos beber…─ dije mientras me acercaba y empezaba a echarme agua en el cuerpo y a refrescarme un poco del calor que hacia.
Para cuando quisimos darnos cuenta el sol empezaba a ponerse lentamente en el horizonte dejando aquellos tonos anaranjados y comenzaba a escucharse el aullido de los lobos y coyotes.
─ ¿Esta aun muy lejos…?...─ pregunte mientras tomaba algunos tragos de agua mas, y me la echaba por la piel para refrescarme aunque la brisa comenzaba a ser algo fresca.
Viento Negro miro hacia todas partes y despues de orientarse se quedo mirando hacia un lugar.
─ Unos cinco kilómetros en esa dirección…─ comento Viento Negro y transcurridos unos momentos continuamos la caminata, al menos Elizabeth estaba mas a gusto y ahora aquel pelaje que tenia al acercarme a ella podia sentir ese calor que desprendía su cuerpo, en nuestra caminata pude observar que Nualia y Viento Negro no parecían llevarse demasiado bien ni siquiera cruzaron palabras o miradas.
La oscuridad era total en el lugar y las temperaturas habían bajado bastante, sentía escalofríos por todo el cuerpo, por suerte mi vista se acostumbro deprisa y no tenia problemas en poder ver con claridad gracias al demonio.
En cierto momento Viento Negro detuvo su marcha podia ver las luces a lo lejos de un pueblo y otras al otro lado del río.
─ Hasta aquí puedo llegar…axial que mejor que te des prisa…no tenemos mucho tiempo hasta que ese captor no encuentre…─ dijo Viento Negro mientras miraba las luces podia ver en su rostro algo de tristeza, puesto que habia ayudado a los humanos y ahora le pagaban con esto.
─ Escucha al entrar da quince pasos hacia delante y cinco hacia la derecha en ese sitio escondí la gema…no te entretengas te esperaremos aquí…─ hablo Viento Negro mientras me hacia un bosquejo en la arena para indicarme donde estaba.
Solamente asentí y me dirigí hacia el pueblo en ese momento Nualia tomo su aspecto de monja y me acompaño.
─ Tengo hambre...─ dijo Elizabeth antes que me fuera pero no teníamos dinero precisamente.
Avanzamos hacia el poblado y al entrar las personas se quedaron mirándome fijamente aquellas ropas daban demasiado el cante aunque no precisamente para los hombres, podia escuchar el sonido típico del salón y algunas carretas que iban de un lugar a otro, preferi ignorarlos aunque sus miradas se calvaban en mi cuerpo podia sentirlos, sin embargo al ver a Nualia rápidamente giraban la cabeza hacia otro lugar.
Avance los pasos que me habia indicado Viento Negro cuando quise darme cuenta estaba delante de la iglesia, aquello parecia una broma la gema estaba dentro de la iglesia y no sabia como la iba a sacar de allí.
El edificio era bastante grande y la parte de arriba estaba en campanario y en parte alta una cruz coronaba el lugar, nada mas acercarme a su puerta pude notar una sensación desagradable recorrerme el cuerpo, como si algo estuviera revolviéndome el estomago.
Nada mas que di dos o tres pasos hacia la puerta y enseguida me detuve aquella sensación se acelero, empezaba a sentir nauseas que me subían desde el estomago.
Estaba completamente desorientada me dolía el cuerpo y sentía aquella sensación que me estaba diciendo que no entrara.
Retrocedí unos pasos y empezó a desaparecer, me sentí algo mejor pero estaba claro que no podia entrar.
─ No puedo entrar…es imposible…─ dije mientras miraba el edificio, nada mas alzar la vista tuve la sensación de que por unos instantes se hiciera mas grande y amenazador.
─ Tenemos que entrar…y coger la gema…─ dijo Nualia dándome ánimos pero me era imposible, en esto Nualia avanzo unos pasos hacia la iglesia pero casi al momento se detuvo en seco parecia algo mareada.
─ Mierda!, es territorio sagrado…esto se pone complicado…─ dijo Nualia viendo que era imposible entrar en aquel lugar al menos de momento tendríamos que pensar como otra manera de entrar.
Viendo que no haríamos nada allí de momento me gire y mire el pueblo estaba bastante animado, axial que me dirigí hacia el saloon.
En cuanto abrí las puertas la música ceso de inmediato incluso las chicas se me quedaron mirando algunas extrañadas otras con celos, mientras que los hombres podia notar ese brillo de lujuria en sus ojos.
Avance por el sitio que habia mesas esparcidas por el lugar al fondo cuatro hombres jugando a las cartas, al fondo de la habitacion un tipo tocando la pianola al otro lado la barra y un espejo en la pared detrás del camarero varias botellas y algunos tipos en la barra, destral de la barra habia unas escaleras que llegaban al segundo piso en el que habia varias habitaciones.
En ese momento los recuerdos llegaron a mi mente de cuando estaba allí, pero preferi olvidarlos.
Pasados unos momentos de estupefacción el tipo continuo con la música en eso varios hombres dejaron a las chicas con las que estaban y se acercaron rápidamente mientras me ponía en la barra.
─ Vaya mira que tenemos aquí…parece que hace mucho calor…─ dijo uno de ellos, las palabras parecían que se aglutinaban en su boca por salir enseguida note como uno de sus dedos recorría mi pierna subiendo hacia mi trasero.
─ ¿Quieres tener mas calor aun…?...─ pregunte de forma lujuriosa que incluso Nualia se quedo sorprendida.
El tipo asintió varias veces de manera nerviosa y con los ojos abiertos como platos, en eso le puse la pistola en la entrepierna y amartille el arma.
─ Tranquila cariño…No hace falta ponerse axial…¿Cuánto quieres…?...─ pregunto aquel tipo mientras se retiraba y sacaba un rollo de billetes en su mano.
─ Lo siento pero no estoy en venta…solo eh venido para descansar nada mas…─ comente mientras volvía a guardar en arma en su funda.
─ Si quieres podemos descansar juntos…─ dijo otro de los hombres que se me habia acercado, pasándome la mano por el muslo solamente rozándome.
Gire la cabeza y vi un hombre que llevaba un sombrero y ropa de vaquero y en su mano un pequeño fajo de billetes, no se por que se me paso aquello por la mente.
─ Sígueme…─ dije de manera sensual dejando resbalar las letras por mis labios y relamiéndomelos, incluso Nualia se quedo sorprendida.
─ Hija mía no caigas en la tentación!...tienes cosas que hacer…─ exclamo Nualia ajustándose a su papel, con el rostro confuso puesto que no sabia que hacer.
─ Hermana relájese un poco…─ dije mientras hacia que aquel hombre saliese conmigo fuera del saloon y me acompañara hacia un callejon en el que estuviéramos solos.
Aquel lugar no era muy grande, habia un barril y poco mas, aunque tampoco es que oliera muy bien pero en ese momento no me importo en absoluto.
Le empuje contra la pared mientras me mojaba los labios y mi mano empezó a bajar poco a poco por su cuerpo hasta llegar a su entrepierna en ese momento lo que habia dentro de mi despertó de golpe.
Podía notar su respiración agitada, el calor de su piel incluso escuchar el latido de su corazón, aquella me incitaba mucho mas.
Note como mis uñas crecían de sobremanera y en ese momento todo lo vi rojo, se apodero de mi un ansia inhumana de sangre y carne humana.
Mi mano se poso en su boca tapándosela y la otra con un movimiento simple y rápido atravesé su abdomen notando como su rostro excitado cambia radicalmente por dolor y terror, notaba como su sangre salía a chorros mojando mi mano dejándola caliente y gajosa.
─ s.f.!...no te resistas, solo déjate llevar…por el frío abrazo de la muerte…─ dije intentando apagar sus gemidos que intentaba gritar pero no podia hacer nada.
Cuando por fin dejo de patalear podia notar los estertores de l sangre que salía a chorros moví mis dedos en la herida que habia echo separando la carne hasta que llegue a sus intestinos que solamente roce.
Con un poco mas de fuerza entre la mano entera abriendo la herida y despues de eso agarre el intestino y tire con fuerza sacándolo fuera, en cuanto solté a mi victima esta cayo al suelo a plomo.
Al verlo en el suelo con parte de su intestino que salía por aquella herida me arrodille y con mi otra mano metí la mano y tire con fuerza abriendo mas la herida y escuchado el desgarrar de su piel como si fuera música celestial.
Mis manos en su interior se deslizaron notando los órganos de su cuerpo como la sangre bañaba mis manos sintiendo su calor, con la herida abierta introduje mi cara en ella y empecé a devorar sus entrañas sintiendo la textura de su carne y bebiendo su sangre dejándola que me calentara por dentro apagando aquella ansia de sangre.
La Sangre salía pro todas partes manchándome el cuerpo y mis escasas vestimentas, le daba mordiscos a sus huesos escuchando el sonido y mordiscos a su carne que no dejaba de sangrar su cuerpo se convulsionaba a cada embestida que le daba sintiendo su deliciosa y en parte picante carne.
─ ¿Qué has hecho…?...─ pregunto Nualia a mis espaldas, en eso gire la cabeza para verla mientras notaba como goteaba la sangre por mis labios.
Me quede mirándola por unos instantes cuando tome uno de sus brazos y tire con fuerza escuchando como la carne desgarraba y el hueso crujía, arrancándolo con fuerza, y despues tirándolo a sus pies.
Despues de aquello gire la cabeza y continué con mi macabro festín dándole mordiscos una y otra vez a mi victima.
Pasados unos segundos escuche a mi espalda como Nualia comenzaba a masticar lo que le habia dado y en un momento estaba a mi lado participando conmigo.
En un instante nos quedamos mirándonos no se lo que paso pero Nualia apoyo sus labios contra los míos con fuerza y empezó a besarme metiendo su lengua en mi boca y moviéndola con ímpetu enroscándola con la mía, podia notar el sabor de su saliva mezclado con el gusto metálico a sangre aquello era delicioso.
Quería mas de ella mucho mas, estuvimos besándonos unos segundos en aquel momento ya me estorbaba toda la ropa o la poca que tenia los pezones me dolían horrores estaban erectos y en un segundo me lo quite y bajando su cabeza la puse sobre mis pechos y esta abriendo su boca coloco sus labios apretándolo con fuerza podia notar como su lengua se paseaba por este de un lado a otro y que con dulzura apretaba con sus dientes mordiéndolo, aquello me hizo que emitiera un grito apagado de placer.
Así estuvimos unos momentos chupando y mordiendo mi pezón con pasión desmedida mientras mi cuerpo se calentaba y notaba como el sexo de aquel demonio se despertaba y empezaba a crecer en mi entrepierna forzando la escasa ropa que lo aprisionaba.
Notando aquello me era insuficiente así que en un movimiento tome a Nualia en mis brazos y la eleve seguidamente la puse contra la pared mirándome y tomando mi sexo lo encamine hacia la entrada de su sexo notando que ya estaba húmeda y caliente que casi goteaba sus flujos por mi sexo.
Despues de un simple empujo que entrara el glande empecé a introducirlo lentamente en su cuerpo apretado, su rostro empezó a desencajarse del placer y sus gemidos empezaron a incrementarse, mientras yo penetraba el interior de su cuerpo sus carnes se apretaban alrededor de mi sexo con fuerza pero quería llegar hasta la parte mas profunda de su ser.
Cuando al fin note el tope que era la entrada de su útero, pude ver que Nualia estaba como en otro mundo con la lengua fuera de su boca y su rostro des4encajado por el placer baje un momento la mirada y pude ver el gran bulto que se marcaba con fuerza en su cuerpo y que casi llegaba a su abdomen, solamente sonreí.
Sus manos rodearon mi cuerpo y empecé a dar empujones una y otra vez gimiendo con fuerza notando la humedad de su sexo como resbalaba por el mío.
Arremetía con fuerza una y otra vez notaba como su pecho rozaba con el mío e incluso a trabes de la ropa de monja que aun llevaba, aquello era una delicia, con todas mis fuerzas hacia que entrara viendo como aquel bulto se marcaba una y otra vez en su pequeño cuerpo cuando por fin forzando un poco mas note como se abría la entrada del útero y por fin entraba en eso Nualia dio un grito de placer.
Aquello era una delicia que me ponía aun mas caliente, seguia axial por un buen rato taladrando su cuerpo con fuerza y dándole besos en su cuerpo lamiendo la sangre de su cuello y su rostro, era otra presa mas.
Pasado un buen rato en que la pobre Nualia era como una muñeca de trapo en mis manos podia ver sus ojos que estaban en blanco y su lengua fuera de la boca pero su rostro era de placer absoluto, no pude mas que seguir arremetiendo durante un poco mas, incluso note que ya no habia resistencia en eso, las venas de mi sexo se hincharon avisándome la noticia que ya estaba cerca.
Dando unos empujones mas sentí como el semen recorría todo lo largo de mi sexo y con un grito de placer junto con ella notando como las paredes de su sexo me apretaban con fuerza, explote en su interior desbordando su cuerpo.
Su abdomen empezó a crecer de sobremanera poco a poco, parecia que estuviera embarazada llego un momento en que su pequeño cuerpo ya no podia contener mas semen caliente y espeso y notaba como salía a chisguetazos pro su sexo mezclándose con sus flujos y cayendo al suelo dejando charcos.
Di unos cuantos empujones mas, incrustándola en el interior de su cuerpo pero en ningun momento la saque fuera deje que todo el semen que tenia acumulado llenara su interior, incluso pude ver como parte de este salía por su boca a chorros puesto que su interior ya no admitía mas.
Una vez que estuve satisfecha la solté dejándola caer, al bajar la mirada pude ver su sexo que estaba completamente abierto y que de el salía el semen a chorros.
Despues me senté a su lado y estuve unos instantes reposando mientras veía como el sexo descendía poco a poco e iba desapareciendo cuando por fin logre recobrar el conocimiento vi horrorizada la escena dantesca habia sangre y semen pro todo el callejon el pobre hombre estaba descuartizado y solo era reconocible por su rostro el resto de su cuerpo eran amasijos de carne sanguinolentos, no pude mas que levantarme como pude viéndome que estaba cubierta de sangre pro todas partes y no sabia que hacer, aparte estaba Nualia a mi lado que aun descansaba.
No podia creer lo que habia pasado y que yo fuera la causante de todo aquello, observe horrorizada todo lo que habia echo y las ansias de vomitar se apoderaron de mi, no sabia que hacer….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el capitul ode la siguiente temporada esero que os guste y gracias .
Inició el tema
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LA HUIDA II
Me incorpore lentamente mis ojos n ose apartaban de aquella escena dantesca en la que habia sido participe.
En mi garganta aun tenia algo de bilis y tenia un sabor asqueroso como pude zarandee a Nualia para que se despejara un poco.
─ Nualia, despierta…céntrate…─ dije mientras intentaba que se centrase y despejase algo pero tenia le rostro desencajado por el placer.
─ ¿Eh…?...Si ya me centro…─ pregunto intentando saber donde se encontraba se levanto como pudo pero con aquel bulto en el abdomen parecia que estuviera embarazada y eso para una monja era rarísimo y no podia salir a la calle de aquella forma.
─ No podemos salir a la calle…─ comente viendo que mis ropas estaban manchadas de sangre y Nualia tenia le abdomen hinchado y aun goteaba semen por debajo del habito.
─ Tenemos que quitarlo de aquí…─ dijo Nualia tomo los trozos de aquel tipo y los coloco en un barril que habia cerca, aquello me dejo impactada estaba tratando a un ser humano como basura.
─ No puedes hacer eso… no es basura!...─ exclame viendo lo que estaba haciendo mientras el vomito estaba en mi garganta como pude trague.
─ Esto no lo eh empezado yo…así que ayúdame…y toma su dinero…─ dijo Nualia mientras recogía algunas partes y las metía en el barril por mi parte tome el brazo que habia arrancado y lo metí con cierto asco y mucha culpabilidad.
─ Tengo que salir de aquí y respirar aire puro…─ hable mientras el olor metálico de la sangre junto con el del semen se mezclaban en mi nariz produciéndome ansias de vomitar.
─ No puedes salir mírate, tus ropas están llenas de sangre…toma su dinero…─ dijo mientras terminaba de meter lo ultimo en el barril, y me daba aquel pequeño fajo de billetes.
Lo tome con las manos temblorosas y llenas de sangre como pude y pensando en otra cosa pero aun no6tando el sabor de la sangre por mi garganta.
─ Es mejor que se lo digas a Viento Negro…─ dije mientras guardaba como podia el dinero debajo del sombrero para que no se perdiera.
─ No creo que le interese lo que hemos echo aquí…aunque no creas tengo ganas de mas…ha sido maravilloso…─ comento Nualia de forma sensual mientras me ponía la mano en los hombros y notaba su aliento detrás de la oreja, haciéndome que tuviera un escalofrió por todo el cuerpo.
─ No es eso!... me refiero a que la gema esta en la iglesia y que nos costara sacarla de allí…─ exclame mientras intentaba que se despejara por completo y se centrara en lo que estabamos haciendo.
─ Vale tranquila ahora voy, pero antes necesito descansar un poco…─ dijo Nualia mientras me señalaba a su abdomen que aun permanecia hinchado.
En ese momento mire hacia todas partes cuando mis ojos se detuvieron en una ventana que estaba semi abierta del saloon y de la que podia entrar escalando un poco.
─ Ayúdame tengo que llegar a esa ventana…─ dije mientras me apoyaba en las maderas para poder subir, enseguida Nualia se acerco y me ayudo para que llegara.
Una vez cerca de la ventana me cole por suerte no habia nadie, pero pude escuchar el jaleo que habia en la parte de bajo como todas las noches de saloon.
La habitacion no era muy grande cerca de la ventana habia una cama con sabanas de color rojo al fondo un pequeño armario y junto a este una mesita con una jarra y una palangana por suerte en el centro de la habitacion habia una palangana y era justo lo que necesitaba para limpiarme un poco.
Tome una silla y la acerque al pomo poniéndola para que nadie entrara despues de eso eche agua en la palangana y me metí con ropa y todo, estaba helada pero mejor que nada era, me di toda la prisa que pude para no estar mucho tiempo ya que podia entrar cualquier chica de un momento a otro con un cliente.
Creo que no tarde mucho para cuando termine salí por le mismo sitio que habia entrado, al menos estaba algo mas limpia pero en cuanto baje al suelo del callejon note aquel olor que enseguida salir de aquel sitio para poder respirar bien.
Me quede unos minutos fuera dando grandes bocanadas de aire por suerte era algo tarde y no habia mucha gente por la calle, por unos momentos me quede mirando la iglesia que me parecia amenazante.
Cuando me hube tranquilizado entre de nuevo en el saloon esta vez no se hizo el silencio al entrar así que me dirigí hacia la barra pero despues de eso aun los hombres se me que quedaron mirando podia notar sus miradas clavarse y el desprecio de las mujeres.
─ Oye!...¿y nuestro amigo…?...─ pregunto uno de los hombres que antes me habia propuesto tener sexo con el.
─ Se ha marchado ahora lo que necesito ahora es descansar un poco…ha sido muy agotador…─ respondí con una excusa normal esperando que me dejaran en paz pero en eso se echaron a reír.
Al menos de momento se lo habia tragado el barman me dio la llave de una de las habitaciones.
Subí las escaleras y al abrir la puerta la habitacion era muy parecida a la que habia estado, y sin pensármelo dos veces me deje caer en la cama estaba agotada y atormentada por lo que habia pasado en el callejon.
Intente dormir lo que pude dejando de lado los pensamientos y los recuerdos de lo que habia pasado antes, aunque habia jaleo en el saloon es lo que menos me importaba puesto que ya estaba acostumbrada a eso, cerré los ojos e intente dejarme llevar por el sueño.
No pude dormir bien de vez en cuando me despertaba mirando al techo de la habitacion y escuchando el alboroto que habia aun en el saloon esperaba solo que se hiciera de DIA y poder salir.
Intentaba pensar como entrar en la iglesia y poder coger la gema, estaba segura que Alan no tardaría mucho en saber donde se encontraba la gema.
Volvi a cerrar los ojos nuevamente para poder descansar esta vez si me quede dormida hasta que escuche los gritos de alguien que estaba en la calle.
Abrí los parpados de inmediato y restregándomelos un poco me acerqué a la ventana que daba al callejon y pude ver como unos hombres de acercaban al callejon aquello me puso la piel de gallina tenia que salir cuanto antes.
Baje las escaleras rápidamente para abandonar el saloon para cuando estuve fuera pude ver que el sheriff se acercaba junto con el párroco.
Intente no pensar en eso y continué mi caminar pero un hombre alzo la voz acusándome, en eso me gire.
─ Ella estuvo con el…fue la ultima…─ dijo un hombre y enseguida el sheriff se me quedo mirando, no pude mas que tragar saliva.
─ Señorita si hace el favor…─ dijo el Sheriff con una voz grave invitándome a que me acercara.
─ El demonio esta entre nosotros!, ella lleva el demonio consigo y no se detendrá ante nada…Debemos quemarla devolverla a su reino demoníaco…─ exclamo el párroco mientras me señalaba aquello no se por que pero me produjo una sensación extraña, era como si lo supiera, su mirada era fija e inquisitiva.
─ Pater por favor no empecemos…señorita, ¿fue la ultima en ver a este hombre…?...─ pregunto el Sheriff con tono de acusación esperando mi respuesta.
Uno de los hombres se acerco al barril y nada mas mirarlo aparto la cabeza y comenzó a vomitar en el callejon, empecé a dudar no sabia que decirle puesto que era verdad.
─ Si yo fui la ultima que lo vi, pero despues de eso seguia vivo…─ comente intentando aparentar calma pero la verdad es que no podia dejar de temblar.
─ El pueblo esta maldito, debemos de rezar y quemar al demonio antes que vuelva a actuar…demonio yo te maldigo con el fuego eterno…─ hablo el párroco y al final me mostró la Biblia en ese momento sentí una extraña sensación en el estomago el demonio estaba empezando a revolverse, pero no podia hacer nada puesto que se darían cuenta solamente me lleve la mano al estomago y presione con fuerza.
─ Señorita la detengo por el presunto asesinato de este hombre, el juez vendrá en dos días, de mientras estará en la cárcel…y padre por favor es mejor que se calle y no alborote a la gente…─ dijo el sheriff haciendo que por unos momentos el párroco se callara, el sheriff me tomo de las muñecas y me condujo a la cárcel.
En el camino la gente se me quedaba mirando extrañada y confusa, pero no pronunciaron ninguna palabra.
Por fuera le edificio apenas era muy grande era solo un edificio de adobe que tenia unas rejas en la pared y una puerta, afuera habia unos bancos de madera.
Al entrar pude ver que tena un olor extraño al fondo habia una pequeña cárcel que estaba vacía y al otro lado una mesa y una silla detrás de este una ventana en el otro lado habia un estante para las armas.
─ Escúcheme yo no le he hecho nada, estaba vivo para cuando lo deje, debe de creerme…─ hable intentando convencerlo pero no habia forma, de un empujón suave me hizo entrar en la celda y cerro la puerta.
─ Yo no soy quien para juzgarla solo hago cumplir la ley, sus amigos dijeron que fue la ultima en verlo salir con el y que despues regreso sola…solo me atengo a los testigos nada mas…el juez vendrá en dos días así que es mejor que descanse un poco…─ dijo el sheriff mientras me señalaba el simple montón de paja para que descansara.
─ Esta cometiendo un error…─ hable intentando hacerle entender que no debía de estar allí, pero no podia decirle el porque sin mediar palabra el sheriff salio del edificio.
Estuve dando vueltas por la cárcel como un gato enjaulado sin saber que hacer, miraba por la ventana para ver que es lo que pasaba pero nada.
─ Escuchadme hermanos y hermanas, el demonio ha venido a nuestro pueblo para corrompernos con sus tentaciones y destruir el pueblo, debemos de quemarlo y devolverlo a donde pertenece, ese buen hombre ha sido su primera victima y estoy seguro que no será la ultima…vuestra almas están en peligro, ¿queréis ser salvados…?...─ pregunto el sacerdote al final de su sermón, aquello hizo que se me pusiera la piel de gallina y sintiera un escalofrió por la espalda.
─ SI!...sálvanos…─ dijeron casi al unísono todas las personas que se habían congregado a su alrededor.
─ Escuche Pater, es mejor que os disgreguéis cuanto antes, no quisiera tener que detenerte por escándalo…─ dijo el sheriff amenazándole con al cárcel en ese momento este que qu4edo callado sin pronunciar palabra.
─ Esta noche Dios hará justicia…─ hablo el sacerdote enarbolando la Biblia y enardeciendo aun mas a la gente que estaba escuchándolo.
─ Por su bien es mejor que esta noche Dios y usted duerman…─ dijo el sheriff mientras se tocaba las pistolas amenazándole.
Aquella conversación me daba mala espina sobre todo cuando el párroco volvió a mirarme nuevamente aquello solamente hizo que tragara saliva y apretara los barrotes con fuerza.
Cuando la gente se disgregó sabia que aquella noche iba a ser movida, despues de eso el sheriff volvió a entrar en la oficina, pero esta vez parecia que le acompañaba Nualia.
─ Tienes visita, solo espero que no sea como el Pater…─ dijo el sheriff mientras dejaba el arma en su sitio y este se sentaba en la silla apoyando los pies en la mesa.
─ Vaya parece que no pierdes el tiempo…hija MIA ¿pero que has hecho…?...─ pregunto Nualia metiéndose en el papel que tenia.
─ No he hecho nada hermana, usted lo sabe…espero que haya podido enviarle mi mensaje a mi amiga…─ dije pensando que al menos se lo hubiera dicho.
─ Si, lo sabe y se ha extrañado pero que no tenemos mucho tiempo…─ hablo Nualia intentando hacer que el sheriff pensara que era de otra cosa.
Di un golpe a los barrotes y empecé a pasear algo nerviosa, no sabia que hacer tenia que salir cuanto antes y el sheriff no estaba de muy buen humor precisamente
─ Hermana seria mejor que calmara al sacerdote por que esta noche creo que habrá movida…─ dijo el sheriff mientras tomaba las armas y empezaba a comprobarlas.
─ ¿Movida…?...─ cuestiono Nualia extrañada girando la cabeza mientras el sheriff cargaba las armas.
─ Si, su compañero el Pater no esta muy deacuerdo en que su amiga sea humana y esta noche creo que vendrán por ella para quemarla viva…─ contesto el sheriff y en eso se le puso el rostro en blanco a Nualia.
Tenia que salir antes de la noche pero estaba segura que el sheriff no me dejaría, puesto que se estaba pertrechando para el combate de esa noche.
─ Hermana dígaselo a mi amiga lo que ocurre…─ comente pensando que seria lo mejor puesto que me tenían que sacar cuanto antes.
─ Hermana se termino la hora de visitas…─ dijo el sheriff en eso la acompaño hasta la puerta despidiéndose de ella y quedándose unos segundos mientras miraba el ambiente, habia un completo silencio.
En eso uno de los ayudantes entro y tomando un rifle en sus manos empezó a mirarlo.
─ Chico será mejor que te prepares esta noche creo que tendremos movida…─ comento el sheriff mientras miraba el pueblo en silencio.
El silencio en el pueblo era completo, tanto el sheriff como sus ayudantes parecían nerviosos mientras recargaban sus armas.
Pasee por la celda dando vueltas de un lugar a otro sin saber que hacer tenia que salir, pero poco a poco el tiempo se iba acabando y la noche se acercaba.
Pasados unos minutos escuche como las campanas de la iglesia sonaban varias veces, el sheriff parecia saber que pasaría algo.
Despues de aquello empezó a escucharse un rumor que poco a poco se convirtió en ajetreo para cuando quise darme cuenta la gente empezaba a acumularse delante de la prisión junto con el sacerdote.
La gente llevaba antorchas y algunos horcas estaban dispuestos a matarme, no pude mas que tragar saliva y ponerme aun mas nerviosa.
─ Buenas noches Pater…¿desea algo…?...─ pregunto el sheriff mientras amartillaba el arma.
─ Danos la demonio, Dios hará justicia con él…─ contesto el sacerdote mientras la gente permanecia en silencio.
─ Pater, es mejor que vuelva a su casa junto con los demás…aquí no hacen nada…además si es culpable el juez lo decidirá…─ hablo el sheriff sin intención de abandonar su puesto.
Mientras no sabia que hacer, puesto que si ellos entraban yo terminaría en una hoguera o en algo peor.
─ Los hombres no pueden hacer justicia sobre los demonios, Dios si…─ dijo el sacerdote agitando las masas que enseguida empezaron a gritar enarbolando las antorchas.
En ese momento se escucho un disparo y se hizo el silencio, aquello fue sorpresivo ni siquiera me lo esperaba.
─ Pater es mejor que no agite las aguas, si no terminara junto con ella…─ hablo con rudeza el sheriff a la vez que se preparaba para l oque pudiera pasar.
─ Cree que Dios tiene miedo de sus patéticas armas, esta es una lucha entre ese demonio y él, y nadie debe interponerse…─ dijo el sacerdote y en ese momento la turba empezó a agitarse y pude ver como el sheriff y sus ayudantes entraban en el edificio parapetándose.
─ Al parecer no le caes muy bien…esta noche va a ser larga…─ dijo el sheriff mientras ponía la mesa contra la puerta, esta enseguida empezó a temblar con fuerza.
─ Dénos al demonio sheriff y todo esto acabara…─ dijo el Pater nuevamente mientras la puerta parecia que iba a desvencijarse.
Retrocedí unos pasos en la cárcel hasta la pared del fondo estaba convencida que si entraba terminaría muerta.
Auqneu lo que mas me extrañaba es que Nualia aun no hubiera regresado, todo estaba empeorando y de manera muy rápida.
Los gritos cada vez eran mas fuerte y en unos segundos la puerta literalmente cayo al suelo, el sheriff volvió a disparar esta vez acertando en uno de ellos.
─ Se lo advierto Pater, no quiero matar a nadie pero si entra aquí le aseguro que no dudare en hacerlo…─ volvió a advertir el sheriff mientras recargaba el arma nuevamente.
─ Hijos míos todo sacrificio es poco con tal de salvar vuestras almas del demonio…adelante!...─ exclamo el sacerdote dando la orden, para que todo entrara en eso varias personas entraron y el sheriff empezó a disparar contra ellos poco a poco la gente caía al suelo, el olor metálico de la sangre y la pólvora se acumulaba en el ambiente escuchaba los gritos de las personas sus cuerpos se acumulaban en el suelo y los demás los pisaban para llegar hasta el sheriff y sus ayudantes comenzando a forcejear con ellos hasta que le quitaron las armas.
─ Sacad al demonio de la jaula y se hará justicia…─ hablo el sacerdote a la vez que la gente le quitaba las llaves y abrían la celda.
En eso me arrincone y empecé a dar golpes pero no servían de nada en seguida fui retenida.
─ Estáis cometiendo un error…yo no soy el demonio…─ dije intentando convencerlos pero sabia que era inútil el sacerdote los tenia enardecidos por completo y solo le escuchaban a él.
─ El único error es que te dejásemos libre, ya has causado bastante daño y ninguna alma mas caerá bajo tu pie…─ dijo el sacerdote y enseguida arrastrándome me sacaron de la cárcel.
Como pude intente resistirme pero era inútil, no podia hacer nada en cuanto me sacaron me llevaron directamente a la iglesia.
Cada vez que me acercaba empezaba a notar como el demonio que tenia dentro empezaba a revolverse, empecé a sentir nauseas y el cuerpo comenzaba a dolerme con fuerza.
─ No sabéis lo que estáis haciendo soltadme!...─ exclame con fuerza mientras era arrastrada hacia la iglesia cuando ya estaba cerca de la entrada mi interior estaba revuelto, el demonio no quería estar cerca de aquel lugar.
─ Veis hay esta el demonio…ese es su rostro, pero no desfallezcáis hermanos pronto volverá al infierno…─ hablo el párroco abriendo las puertas, nada mas escuchar el sonido mi cuerpo convulsiono de golpe, intente resistirme todo lo que podia pero a cada movimiento era una tortura.
Fui arrastrada al interior y detrás de mi cerraron las puertas aquel sitio era algo grande habia bancos para sentarse a todo lo largo unos ventanales simples y al fondo una cruz grande de madera.
Cada vez que me acercaba mas a la cruz notaba como el demonio se volvía mas violento y con un simple movimiento logre zafarme de los que me arrastraban en eso note como las uñas me crecían de sobremanera necesitaba salir de allí cuanto antes.
─ HAY ESTA EL DEMONIO, NO DEBEMOS DESFALLECER, REZAD HERMANOS CON DEVOCION…LA FE ES NUESTRA ARMA CONTRA SUS TENTACIONES!!...─ alzo la voz el párroco haciendo que retumbara en toda la iglesia mientras lso rezos empezaban a escucharse por todos lados parecían meterse en mi cabeza clavarse como clavos ardiendo el dolor iba creciendo cada vez mas.
─ Crees que tu no tienes pecados patético sacerdote…─ dije con voz grave, sin saber por que aquellas palabras habían salido de mi boca.
─ No nos harás caer con tus tentaciones demonio…─ habló el párroco y al instante lanzo sobre mi agua bendita, la sentí como si fuera fuego en mi rostro, del que empezaba a salir humo, enseguida caí al suelo de rodillas mientras notaba ese dolor atroz que cruzaba mi rostro, y gritaba con todas mis fuerzas.
Rápidamente note como de nuevo volvieron a sujetarme y como las uñas volvieron a su tamaño normal, me alzaron y me pusieron en la cruz mientras me ataban los brazos y los piernas.
─ Rezad con fuerza hermanos y hermanas para que le demonio sea expulsado…─ dijo el párroco alzando la voz y la gente rezo, como pude logre mantener la consciencia pero aquellas oraciones comenzaron a dolerme.
Poda sentir dolor físico como aquel demonio intentaba separarse de mi cuerpo antiguas heridas en mi abdomen comenzaron a salir podia sentir la sangre caliente resbalar por mi abdomen.
─ Te dije que llegaría mi hora, pero es irónico que sea en una iglesia…─ dijo una voz estremecedora y macabra, que podia escuchar en mi mente, mientras mi cuerpo se retorcía de dolor.
Los músculos empezaron a retorcerse con un sonido que nunca olvidaría mis huesos parecían que quisieran salir de mi cuerpo, para cuando me di cuenta podia ver un par de bazos de cloro rojizo acabados en garras. intento salir de mis costados y que atravesaron con fuerza mi abdomen, desgarrando la carne y dejando al aire las tripas.
La sangre salía a borbotones salpicándolo todo aquel olor me dejo casi inconsciente no sabia por que aun no me desmayaba.
─ No te desmayaras. quiero que sientas todo el dolor…─ dijo aquella voz en mi mente mientras sus manos entraban en mis entrañas y empezaban a revolverlas con fuerza haciéndome gritar con todo de lo que era capaz.
El dolor era insoportable, mi mente no podia mas y mi cuerpo estaba sangrando por todas partes estaba casi desmayada podia escuchar las oraciones de la gente que pareciera como si me estuvieran dando latigazos.
Enseguida note como si mi cabeza se dividiera en dos y de ella saliera otra, el demonio estaba separándose de mi cuerpo y todo el dolor y las heridas que tenia volvían de nuevo, en cuanto hubiera salido al instante moriría, baje la cabeza y pude ver que estaba bañada en mi propia sangre y que mis intestinos colgaban de mi abdomen, podia sentir el latir de mi corazón que estaba acelerado pero poco a poco iba apagándose.
─ AAAAAAHHHH!!!...─ grite con todas mis fuerzas al borde del desmayo pero no caía, mi cuerpo estaba sufriendo dolores indescriptibles.
Estando al limite de mi resistencia escuche varis disparos y en ese momento caí al suelo, no tenia ni idea de lo que habia pasado pensé que habían sido Nualia o Viento Negro pero sabia que no podían entrar en la iglesia.
El silencio se hizo en el lugar de inmediato los rezos fueron interrumpidos pero el demonio quería seguir saliendo.
Me retorcía de dolor en el suelo aquellas manos estaban desgarrándome la carne, notaba como sus garras se incrustaban en mi piel y como la sangre salía a chisguetazos prácticamente estaba bañada en mi sangre.
Mientras intente moverme arrastrándome para salir de allí me tope con el sacerdote que estaba delante mía.
─ No saldrás viva de aquí demonio…yo seré la mano ejecutora de dios…─ dijo el sacerdote a la vez que elevaba la cabeza y lo veía borrosamente como me apuntaba con un arma.
Si todo tenia que acabar esperaba que fuese rápido y enseguida escuche un disparo, pensé que al fin habia muerto pero no era así, seguia estando viva quien cayo fue le sacerdote delante mía.
La gente gritaba asustada al ver lo que habia pasado, como pude seguí arrastrándome hacia la puerta ante el asombro y miedo de la gente del lugar, no sabia a quien darle las gracias por aquello.
─ No escaparas demonio!...─ exclamo una persona, escuchando como la gente se iba alterando y sabia que al final no saldría viva.
En ese momento volvi a escuchar de nuevo un disparo y de nuevo volvió el silencio, cuando ya estaba a punto de llegar a la puerta note como uno de los brazos que habia salido se incrusto en el suelo impidiéndome abandonar el lugar.
Tiraba de mi para impedirme salir de aquel lugar, enseguida note como el dolor de cabeza se hacia cada vez mas intenso como la cabeza del demonio salía de la mía, mis gritos se endurecieron mucho mas el dolor era indescriptible apenas tenia fuerza para moverme.
La gente gritaba horrorizada y podia escuchar como corrían lejos de donde estaba, no sabia ni lo que estaba pasando para cuando quería darme cuenta note como el suelo empezó a temblar con fuerza y que se resquebrajaba.
Y en un momento la puerta cayo al suelo destrozada, intenta alzar la mirada pero no me era posible, estaba completamente dolorida enseguida note como unas manos me elevaban de suelo y me conducían hacia fuera.
Los gritos de la gente se podían escuchar dentro de la iglesia, casi ni sabia lo que habia pasado solo notaba como alguien me estaba llevando.
─ Pronto llegara mi momento…y podré ser libre…─ escuche en mi mente aquellas palabras y sabia con certeza que no podría retenerlo eternamente.
Notaba como las heridas iban cerrándose de nuevo y como aquellas manos e incluso la cabeza se iban fusionando de nuevo en mi cuerpo y poco a poco recobraba la concentración.
Para cuando abrí los ojos, me di cuenta que estaba en los brazos de Viento Negro y que estaba siendo transportada la otro lado del río.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Viento Negro mientras me dejaba en el suelo, enseguida se acerco Nualia y Elizabeth para ver como estaba, pude sentir el aire fresco de la noche y los sonidos de los animales junto con el rumor del agua.
Mire mi cuerpo y donde se suponía que tenia las heridas pero no habia rastro alguno, ni de los brazos ni de aquella cabeza, me habia recuperado completamente.
─ Si estoy algo mejor pero tenemos que volver…a por la gema…─ hable y me levante rápidamente aquello hizo que me tambaleara y que casi cayera al suelo.
─ ¿Estas loca…?...No podemos regresar…es mejor dejarla…─ pregunto Viento Negro al ver como me encontraba y sabiendo que no podríamos entrar en la iglesia.
─ Tenemos que recuperar esa gema!...─ conteste alzando la voz al mismo tiempo que me encaminaba hacia el pueblo, no podia dejar que la gema estuviera allí ya habíamos perdido una de ellas.
─ Es una locura pero como tu quieras…─ hablo Viento Negro que no parecia muy dispuesta a volver al pueblo.
─ Pero no podemos entrar en ese lugar…¿cómo piensas coger la gema…?...─ preguntó Elizabeth que hasta le momento habia estado callada.
─ No lo se ya se me ocurrirá algo…─ dije pensando que lo mismo se me pasaría algo por la mente cuando estuviera allí.
─ Excelente un magnifico plan…pero no pienso ir os esperare aquí…─ dijo Nualia con cierta duda en su tono.
─ ¿Y tu Elizabeth vienes…?...─ pregunte viendo que parecia algo dudosa, aunque solamente asintió y se acerco.
─ Muy bien subid…─ dijo Viento Negro ofreciéndose para llevarnos, aquello me sorprendió bastante, pero seria mucho mas rápido.
En cuanto me subí pude notar que le cuerpo de Viento Negro estaba caliente mucho mas de lo que pensaba, pero era un calor que me recorría le cuerpo de una manera muy agradable podría decir que casi maternal.
Enseguida empezamos a galopar y comprendí al instante lo de Viento Negro su velocidad era increible y en unos pocos segundos estabamos en las afueras del pueblo a unos pocos metros.
Enseguida sentí de nuevo ese temblor y recordé que aquello me era familiar lo que paso en el otro pueblo.
─ No puede ser otra vez...tenemos que darnos prisa el pueblo será destruido…─ dije pensando que el pueblo seria destruido por un sifón de almas nuevamente.
─ ¿Pero como piensas entrar en la iglesia…?...─ pregunto Elizabeth con curiosidad puesto que me era imposible, volvería a sentir de nuevo al demonio revolverse en mi interior e intentar escapar.
─ Tendré que entrar rápido y salir lo antes posible…─ conteste pensando que era la única forma pero tampoco sabia donde se encontraba la gema.
─ ¿Pero sabes donde esta…?...─ pregunto Elizabeth mientras estaba atenta a lo que ocurría en el pueblo.
─ No, y por eso debo de darme prisa…─ respondí pensando que aquello seria horrible, pero no me quedaba otra si quería recuperarla.
De pronto lso gritos se intensificaron, aquello era mala señal y no pensé que fuera por lso temblores aquello me daba mala espina.
─ VIENTO NEGRO!!!...─ grito con fuerza la voz del ejecutor que nos estaba persiguiendo.
Enseguida pude ver como unos hombres empezaron a dispararle con sus armas, pero las balas solo parecieron enfurecerle mas aun con un simple movimiento envolvió a esos hombres con una niebla oscura dentro de la cual sol ose escuchaban gritos de agonía junto con el romper de huesos en un momento pude ver una explosión de sangre y vísceras por todas partes, y como despues aquellas nieblas oscuras desaparecían, aquello no iba a ser fácil pero tenia que encontrar la gema…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
623
3.553 ATC
LA HUIDA III
─ Yo le enfrentare no se cuanto tiempo podré hacerlo…así que date prisa…─ comento Viento Negro dándome algo de tiempo, aunque sabia que aquello seria volver a enfrentarme a mi demonio nuevamente.
Viento Negro Salio corriendo directa a enfrentarse al ejecutor pero este se detuvo un instante delante de la iglesia suponía que estaba sintiendo lo mismo que yo de aquel lugar sagrado y que dentro habia una gema pero sencillamente hizo un ademán con la mano y prosiguió su camino.
El pueblo temblaba con mas violencia y el suelo empezaba a resquebrajarse cada vez mas sabia que no tardaría mucho en que todo fuera engullido.
Empecé a correr en la otra dirección con Elizabeth detrás mi mirando hacia todos lados y con el rostro algo temeroso.
Me quede cerca de la iglesia notando aquella sensación asquerosa y sentía como de nuevo el demonio quería volver a salir, sabia que habia sido una tonta por volver.
Gire la cabeza y pude ver a Elizabeth que parecia no tener nada de fuerza, es como si le hubiera arrancado la energía de golpe.
─ Será mejor que te quedes aquí fuera…no creo que tarde mucho…─ dije pensando que seria mejor que no entrara, solo esperaba encontrarla rápidamente y no tardar mucho.
─ Pero, podríamos encontrarlo mas rápido…─ dijo con cierto tono de desanimo si era yo y estaba notando aquello sabia que para ella seria pero puesto que era un demonio completo.
─ Aquí estoy esto es entre tu y yo deja a las personas de este lugar tranquilas, no tienen nada que ver…─ dijo Viento Negro desde una posición mas adelantada dándome aquel tiempo que me habia dicho.
─ Siempre tan estoica…estas personas son tan culpables como tu por sus pecados…─ dijo el ejecutor mientras colocaba la guadaña preparándose para su lucha a la vez que abría sus alas de niebla, aunque lo que mas me extrañaba es que no le acompañaran aquellas cosas.
─ Escucha no se si el demonio volverá a salir o lo que pueda pasar aya dentro no quiero hacerte daño así que es mejor que te quedes fuera, vigila por si alguien entra…─ dije mientras le daba algo que hacer a Elizabeth no quería dejarla como si fuera una inútil.
Me di toda la prisa que podia al para entrar en la iglesia habia sangre por todo el suelo, probablemente la mía, el cuerpo del sacerdote estaba ti5rado en el suelo con aquel disparo en la cabeza que aun no sabia quien habia sido mi salvador, mi cuerpo empezó a reaccionar de manera violenta sentía como en el abdomen empezaba a revolverse el demonio, no quería estar allí, aunque yo tampoco.
Avance unos pasos mirando hacia todas partes entre los bancos, en los rincones, en el pulpito pero no parecia estar por ninguna parte.
Cuando estaba en plena búsqueda volvi asentir aquel temblor, y en eso me agarre a donde puede para conservar el equilibrio despues de que hubo pasado seguí buscado estando cada vez mas dolorida lo que mas me extraño fue que cuando me acercaba aquella cruz de madera, el dolor se hacia mayor.
En cuanto me acerque a la cruz escuche como el crujir de huesos detrás mía, aquello me dejo congelada en el sitio.
─ DEMONIO!!!...─ grito una voz muy familiar al girar la cabeza pude ver horrorizada como el párroco estaba de pie mirando al suelo.
─ No es posible…─ dije completamente aterrorizada, habia resucitado o lo habían resucitado.
─ Dios me ha resucitado para que sea tu ejecutor…─ dijo el párroco que enseguida elevo la cabeza podia ver que tenia los ojos completamente abiertos y con una sonrisa que enseñaba todos los dientes, tenia el agujero del disparo en la cabeza debía de haber muerto me decía mentalmente.
─ Mas bien el diablo…─ dije pensando que aquello era imposible estaba en territorio sagrado y si a mí me pasaba esto, él no debería de haber resucitado.
El sacerdote empezó a caminar en mi dirección de manera tambaleante y de manera caótica de un lugar a otro parecia que no podia controlar sus miembros pero a pesar de todo mantenía el equilibrio.
─ Seré yo quien te devuelva de nuevo la infierno…─ dije desenfundando el arma mientras con mi otra mano la colocaba en el abdomen debido al dolor.
Siguió caminando con aquel andar tambaleante en mi dirección como pude apunte de nuevo y apreté el gatillo pero en cuanto lo hice note le retroceso del arma y pude ver que dio un paso hacia otro lado esquivando la bala aquello era imposible.
─ ¿Pero como…?...─ cuestione de manera retórica puesto que no sabia lo que había pasado si habia sido suerte o que en verdad lo habia esquivado, volvi a apretar el gatillo varias veces mas, todo lo que daba de si el cargador para comprobar si le acertaba algún disparo.
Pero con unos extraños movimientos esquivo todas las balas, volvi a apretar el gatillo y no tenia munición debía de volver a cargar pero me fije que el sacerdote giro la mitad de su cuerpo todo lo que pudo mientras escuchaba el crujir de huesos y el estirar de tendones.
Busque en el cinturón para volver a recargar el arma todo lo rápido que pudiese, pero en eso como si fuera un tiránicas el párroco lanzo la Biblia con todas sus fuerzas.
Instintivamente me agache y enseguida escuche como la parte de atrás de la cruz se rompía cayéndome las astillas de esta encima, no podia creer lo que habia pasado si me hubiera acertado estaría muerta.
Nerviosamente cargue le arma viendo como el sacerdote se acercaba dando tumbos de un lugar a otro de forma caótica, cuando ya tenia el arma cargada cerré el tambor pero en ese momento ya lo tenia encima, este abrio la boca de forma imposible habia dos filas de dientes puntiagudos, se lanzo de un salto cayéndome encima por suerte pude poner un brazo debajo de su cuello para impedir que me mordiera.
Aunque el párroco lo intento varias veces dando mordiscos e intentando acertarme, el dolor de mi abdomen se hacia cada vez mas intenso y las fuerzas me iban abandonando.
─ No…─ dije mientras intentaba detener sus ataque, me esforzaba por apuntarle en la cabeza pero no habia forma me temblaba la mano.
En un momento dado no pude mas y el arma se me escapo de la mano no podia detenerlo por mas tiempo me era imposible su fuerza era tremenda y el dolor muy intenso.
Despues la cabeza de forcejear por unos segundos el párroco logro acertar con un mordisco en el brazo sentí como sus dientes se clavaban en mi carne como si fueran cientos de agujas y la sangre salía.
le puse la mano en la cabeza intentando hacer que soltara pero se había enganchado completamente y cada vez apretaba mas sui le dejaba por unos segundos terminaría arrancándome el brazo de cuajo.
Forcejee para quitármelo de encima pero era imposible se habia aferrado con los dientes, en ese momento escuche una rotura detrás de mi y rápidamente vi a Elizabeth como se lanzaba por el párroco dando garrazos que acertaron en el rostro de este enseguida abrio su presa soltando mi brazo y retrocediendo unos brazos mientras gritaba por el dolor.
─ No deberías de haber entrado…─ dije mientras me incorporaba poniéndome la mano en el abdomen por le dolor no podia aguantarlo mas.
─ Me duele!...─ exclamo Elizabeth mientras caía al suelo poniendo sus rodillas junto al pecho.
─ Tengo que sacarte de aquí cuanto antes…─ dije mientras me levantaba como podia sintiendo como el suelo temblaba cada vez mas sabia que aquello no aguantaría mucho, pero el dolor que tenia era aun peor.
─ No pienses que hemos acabado…─ dijo una voz detrás de mi, era imposible que hubiera resistido aquellos garrazos, le habría destrozado la cabeza a cualquiera.
La tome en brazos y como pude tambaleándome por el dolor ignorando al sacerdote intente sacar a Elizabeth por el sitio que habia entrado.
─ Quiero…ayudarte…─ hablo Elizabeth de forma entrecortada por el dolor, sabia que quería ayudarme pero no podia dejarla morir.
Pero en cuanto hube dejado el cuerpo de Elizabeth fuera para que se recuperar sentí como el sacerdote se lanzo encima mía clavándome los dientes en la espalda.
─ AAAAAAHHHH!!!...─ grite con todas mis fuerzas sintiendo los dientes como se clavaban mas y mas en mi espalda, la sangre me resbalaba por la espalda caliente y espesa y el olor metálico de esta se mezclaba con el ambiente.
Como pude me moví hacia atrás todo lo que pude hasta que note una pared haciéndole chocar contra ella, lo hice varias veces mientras escuchaba como aquella cosa emitía gemidos de dolor.
Pero aun así no se soltaba no habia forma y las fuerzas empezaban a fallarme y el dolor se hacia insoportable en eso sentí como un calor recorriéndome todo el cuerpo, el demonio estaba tomando el control y no podia hacer nada estaba cansada mental y físicamente.
Cuento note como mis huesos crujían, mis músculos se retorcían, y poco a poco caía al suelo, los colmillos del párroco no me soltaban, pero ya ni siquiera sentía el dolor.
─ PATETICO DEMONIO!!!...─ dije con una voz grave que parecia salir del mismísimo infierno en eso eleve las manos y tome la cabeza del párroco con mis dedos empecé a apretar sus ojos con fuerza.
Podia palpar la suave textura de sus globos oculares que empecé a apretar sin compasión notando como se hundían mis dedos en su cráneo.
Seguí apretando notando como destruya sus ojos atravesándolos, como la sangre y los buidos oculares manchaban mis dedos y este comenzaba a gritar de forma desesperada.
Cuando por fin sentí como su presa aflojaba y caía al suelo, me di la vuelta y pude ver como este se llevaba las manos a los ojos debido al dolor.
─ AAAAAAAAHHHHH!!!...¿No te salvaras de las llamas del infierno aunque me hayas dejado ciego, puedo sentirte…─ hablo el párroco mientras olfateaba el aire para ver donde me encontraba.
─ No hace falta que me sientas, te diré donde estoy…─ dije sin pensarlo prácticamente no era yo quien hablaba me acerque al párroco y levante el brazo dejando que las uñas crecieran en ese momento apunte a su cabeza y con un simple movimiento atravesé su rostro de un lado a otro dejando un agujero mientras sentía los huesos, la sangre recorrerme el brazo, en ese momento el cuerpo del sacerdote se desplomo y de un tirón saque el brazo cayendo al suelo, cuando lo mire solo había un agujero en su rostro, su cabeza era un amasijo sanguinolento.
─ Y ahora es hora de deshacerse ti…─ dije mientras volvía a sentir aquel dolor atroz que parecia que me estuvieran partiendo por la mitad, sabia que el demonio quería liberarse de su atadura.
Caí al suelo de rodillas notando como sus brazos se separaban de los míos y como en mi abdomen volvían aquellas heridas nuevamente no sabia cuanto podría aguantar aquello, si era mi hora que así fuera, pero no moriría sin luchar.
Mientras me debatía intentando hacer que ese demonio no saliera de mi cuerpo, observé como Viento Negro entraba volando por la entrada de la iglesia, destrozando la puerta y los bancos y cayendo al suelo.
─ ah!...¿te encuentras bien…?...─ pregunte mientras veía que Viento Negro tenia rasguños y pequeñas heridas por todo el cuerpo, pero rápidamente se puso en pie.
─ Esta siendo mas difícil de lo que pensé…¿tienes la gema…?...─ pregunto a la vez que se levantaba mientras me miraba.
─ Ah!, no la he encontrado aun…─ respondí dolorida viendo como una mano empezaba a separarse de la mía.
Por uno segundos pude ver como el ejecutor se quedaba en la puerta como si estuviera esperando algo.
─ ¿Qué le pasa…?...¿Por que no entra…?...─ pregunte de forma entrecortada por el dolor mientras intentaba hacer lo imposible para seguir manteniéndolo donde estaba.
─ Es un lugar sagrado y de momento no puede entrar estamos seguras, es mejor que salgas yo me encargare de buscarlo…─ dijo Viento Negro mientras me tomaba en sus brazos nuevamente pero me resultaba raro que a ella no el afectara de la misma forma.
─ No podréis escapar!...─ exclamo el ejecutor antes siquiera de que Viento Negro anduviese unos pasos.
Cuando este giro la cabeza pude ver en su rostro la sorpresa y enseguida se agacho, escuche como algo silbaba por encima de nosotras y un sonido sordo de que algo se clavase, despues de eso al girar la cabeza pude ver extrañas formaciones rocosas de color negro intenso que bloqueaban la salida.
─ Parece que no podremos salir sin pelear…─ dijo Viento Negro que enseguida me volvió a dejar en el suelo pude ver en su rostro que estaba sufriendo por estar en la iglesia.
Este Nada mas dejarme en el suelo acelero de forma imprevista casi se podia decir que desapareció delante de mi.
Pero en ese instante el suelo volvió a temblar resquebrajando la iglesia por la mitad podia escuchar el crujir de la madera y como las cristaleras reventaban.
Entonces aparecía de nuevo Viento Negro aun lado de la grieta mientras que el ejecutor estaba al otro.
─ Parece que esta vez yo tengo la ventaja…─ dijo el Ejecutor enarbolando la guadaña y preparándose para un ataque.
Viento Negro corrió hacia mi dirección y en un suspiro estaba encima mía por el rabillo del ojo pude ver como el ejecutor lanzaba la guadaña y que esta se dividía en varias.
No podia dejar que Viento Negro muriese pero no podia moverse el dolor me estaba dejando sin fuerzas, pero en esos momentos escuche unos disparos que chocaron contra las guadañas que nos habían lanzado haciéndolas desviarse.
─ Tu no deberías de estar aquí...─ dijo el Ejecutor con cierto tono de enfado, mientras se giraba.
Aunque no podia ver con claridad quien habia sido, nos habia dado una segunda oportunidad.
Viento Negro giro la cabeza y en un suspiro desapareció de mi vista y apareció al otro lado propinándole una coz al Ejecutor que este choco contra la pared seguidamente irguiéndose sobre sus patas traseras se dejo caer sobre le cuerpo del Ejecutor, este emitió un grito de dolor de manera desgarradora.
─ Date prisa no creo que pueda mantenerlo así mucho tiempo…─ Hablo Viento Negro dándome algo de tiempo para buscar la dichosa gema.
Empecé a buscar rápidamente con el dolor en el cuerpo azotándome a cada momento, mientras miraba por le suelo de pronto un nuevo temblor sacudió el pueblo haciendo que la grieta que habia en la mitad de la iglesia se ampliara mas y que la cruz se rompiera dejando caer la gema al suelo.
─ Aquí esta!...─ exclame viendo que la habia encontrado, alargue la mano para cogerla pero el suelo tembló de nuevo provocando nuevas fisuras en el suelo y haciendo que la gema se moviese hacia una de ellas.
La gema se encajo en una fisura que no parecia muy estable, me acerque arrastrándome como pude poco a poco.
─ No pierdas el tiempo!!...─ exclamo Viento Negro notando como el Ejecutor se empezaba a recuperar.
─ ¿Qué crees que…estoy haciendo…?...─ pregunte de forma irónica
y entrecortada mientras acercaba la mano a la gema que estaba temblando, por los temblores.
─ AAAARRRRGGGHHH!!!...─ exclamo el Ejecutor y transformándose en Niebla volvió a rehacerse nuevamente moviendo su mano hizo que una nueva guadaña se formase en sus manos.
─ Mierda!...─ exclamo Viento Negro que retrocedió unos pasos hasta el borde de la fisura.
Cuando ya la tenia a mi alcance nuevamente el suelo tembló provocando que las nuevas fisuras se agrandaran y la gema cayera por una de ellas.
─ NOOO!!!...─ grite con todas mis fuerzas al ver que la gema caía por esa grieta, me acerque rápidamente para comprobarlo y por suerte esta se habia quedado encajada mas abajo, metí el brazo para poder alcanzarla pero solo la rozaba con los dedos no podia cogerla.
─ MUERE!!!...─ grito el Ejecutor con fuerza mientras enarbolaba la guadaña, asegurándose de dar el golpe final.
Viento Negro no sabia hacia donde ir ni que hacer estaba acorralada y no espacio suficiente para moverse.
Gire la cabeza y viendo la situación puse mi mano en el arma y sacándola de su funda comprobé que solo tenia una oportunidad.
─ Toma!...─ hable alto y enseguida le lance el arma esperando que pudiera cogerla.
Viento negro giro la cabeza y viendo el arma la tomo en su mano, a la vez que el Ejecutor bajo la guadaña para propinar su golpe, mientras que aquello me parecia que ocurría a cámara lenta, por suerte logro esquivar ese ataque por escasos centímetros aunque logro rozarle el cuerpo, despues de eso Viento Negro apretó el gatillo varias veces, acertando en el cuerpo del Ejecutor que este empezó a emitir luz de las heridas de un color rojizo intenso y despues de eso reventó en pedazos.
─ Ha estado cerca…pero no podemos perder tiempo toma la gema…─ dijo Viento negro retrocediendo unos pasos y tomando carrera desapareció y volvió a parecer a mi lado en ese momento el suelo volvió a temblar esta vez hizo que la grieta se agrandara mucho mas haciendo que cayera hacia un vacío negro del cual se escuchaban gritos de dolor y agonía como si estuvieran torturándolos.
─ NOOOO!!!...─ grite con todas mis fuerzas viendo como la gema se perdía en el vacío, pero en eso note una ráfaga de viento que pasaba por delante de nosotras.
Me quede en silencio sin saber que hacer, el cuerpo me seguia doliendo pero ya no era para tanto era como si lo sagrado de aquel sitio hubiera cesado.
Pasados unos segundos vi ascender algo de aquella grieta que volaba hacia donde estabamos.
─ Parece que siempre tengo que ayudaros…─ comento Nualia con la gema en la mano, no pude mas que sonreír y suspirar aliviadamente.
─ Despues se lo agradecerás tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ comento Viento Negro que tomando mi mano me subió rápidamente a su grupa.
─ Espera tenemos que recoger a Elizabeth, la deje afuera…─ dije recordando que la habia dejado apartada del lugar esperando que estuviera mejor.
Avanzamos unos metros hacia donde la habíamos dejado al llegar no estaba pensé que se había recuperado y se habia ido hacia el lugar en que se habían quedado.
Por unos instantes mire hacia atrás viendo como el pueblo prácticamente se hundía bajo el suelo lo mismo que sucedió con el otro, escuchando los gritos estremecedores que provenían de ese gran agujero en el suelo.
─ Es mejor que no lo pienses…─ hablo Viento Negro y en un momento empezó a cabalgar hacia donde estaban antes de entrar en el pueblo.
─ ¿Crees que se habrán salvado…?...─ pregunte mientras seguia mirando todo lo que habia echo el sifón de almas.
─ No lo se…esperemos que si…─ respondió Viento Negro mientras continuábamos el camino, atravesamos el riachuelo hasta llegar a donde estaban.
─ Quería agradecerte lo que has hecho antes…aunque no soy muy de dar las gracias…─ comento Viento Negro que enseguida me devolvió el arma.
─ Vaya parece que yo no he hecho nada…─ replico Nualia muy indignada por que parecia que la estabamos ignorando.
─ Muchas gracias, sin ti la gema hubiera desaparecido…─ le agradecía Nualia por lo que había echo y con un movimiento me dio la gema, al tomarla parecia que pulsara en mis manos y desprendiera un calor extraño, sus brillos eran increíbles, parecia como si me hipnotizara.
─ Será mejor que yo la guarde…─ comento Viento Negro tomando la gema y en ese instante fue como si despertara de golpe.
─ Si, será mejor…─ hable como si acabara de salir de un ensañamiento y me despertara de golpe, parecia que la gema hubiera tomado el control momentáneamente y solamente eso existiera.
─ ¿Te encuentras bien…?...estas algo pálida…─ pregunto Nualia mientras volaba a nuestro lado.
─ Es la gema provoca fascinación en los humanos, si la tienes por mucho tiempo terminarías consumida, sin beber, ni comer, ni nada solo contemplando la gema… ─ comento Viento Negro explicando el efecto que tenia la gema en los humanos y era mejor que ella la llevara.
La noche poco a poco iba dando lugar al día podia verse los primeros rayos del sol, se presentaba caluroso, enseguida mis tripas comenzaron a rugir pero esta vez respire aliviada era hambre.
─ Parece que hay hambre…─ dijo Viento Negro mientras atravesábamos el riachuelo que pude ver que habia algunos peces.
─ Despues volveremos a ver si puedo pescar algo…─ dije bajando la cabeza y viendo que habia varios peces en el riachuelo, al llegar a donde estaban, empecé a mirar por todos lados buscando a Elizabeth pero no la veía por ninguna parte.
─ ELIZABETH!...─ grite con fuerza haciéndole saber que éramos nosotras pero solamente escuche de vuelta el eco.
No parecia estar por ningun lado cosa que me extraño bastante anduve unos cuantos metros a la redonda pero no la encontraba, empezaba a preocuparme.
─ ¿Donde se habrá metido esa gata tonta…?...─ pregunto de manera retórica Nualia mientras miraba por todos lados lo mismo que Viento Negro.
─ ¿Sabes donde esta la siguiente gema…?...─ pregunto Viento Negro mientras seguíamos buscando a Elizabeth que parecia haberse esfumado.
─ No tengo idea…─ respondí con tono de preocupación por Elizabeth.
─ Acércate un momento, según dicen que si se tiene una gema esta desvelara la siguiente…─ comento Viento Negro en eso se acerco a donde estaba y tomo la gema en sus manos.
─ ¿Cómo…?...─ pregunte con curiosidad puesto que hasta ahora habia recibido ordenes de la shaman.
Viento Negro se acerco y puso la gema en mis manos junto con las suyas, apretando la gema.
─ Ahora cierra los ojos y relájate…─ dijo Viento Negro con voz calmada y tranquila, hice l oque dije y por unos segundos no ocurrió nada pero enseguida fue como si mi mente se trasladara rápidamente por el terreno.
Atravesó algunas montañas y un rió, hasta llegar a una ciudad el cartel de su entrada ponía "Bannack Town", pude ver que habia muchas personas en ese sitio, aunque aquello n ose detuvo hasta que encontró a una prostituta en el saloon, era una chica alta de pelo rizado con tirabuzones de color rojizo, su rostro era suave y sin arrugas que lo marcasen aquello me daba a entender que era joven, los ojos eran de color marrón intenso sus pechos eran bastante grandes y generosos, su figura te daba ganas de caer en la tentación, y sus ojos invitaban a la lujuria de un color marrón intenso casi rojizos.
─ No entiendo…¿Qué tiene que ver esa mujer con la gema…?...─ pregunte algo extrañada por que de momento todas las gemas eso solamente joyas.
─ La gema esta en su interior, a veces ocurre eso…si la quieres tendrás que matarla…─ dijo Viento Negro aquello me hizo recordar lo que paso en mi pueblo y no quería que le pasase a nadie mas.
Solté la gema de inmediato con miedo en el cuerpo incluso me temblaban las manos, no podia hacer lo mismo que paso en mi pueblo y menos aun con una prostituta, seria como un sacrificio lo mismo que me hicieron.
─ Tiene que haber otra forma…Esto es una locura no pienso hacerle eso a esa chica lo mismo que casi me hicieron, mejor dicho lograron hacerme…─ comente recordando esa mala experiencia y lo que había sucedido y no pensaba hacérselo pensaba que tenia que haber alguna forma u otro sistema para poder tomar la gema.
Empecé a darle vueltas a todo lo que podia hacer pero no se me ocurría nada salvo eso abrirle el cuerpo y tomar la gema.
─ ¿La buscabais…?...─ pregunto una voz que me resultaba ya familiar para cuando gire la cabeza pude ver a Elizabeth estaba atada con un rosario tanto en brazos como el piernas y estaba de rodillas con un el mismo revolver que tenia apuntándole a la cabeza.
─ Suéltala…─ dije con gravedad en mi voz mientras veía que la pobre parecia estar sufriendo al llevar aquello.
─ Si la quieres pásame la gema…Por que esta vez no pienso fallar…─ Hablo Alan mientras amartillaba el revolver y lo ponía al lado de la sien, sabia que si apretaba el gatillo esta vez no terminaría bien la cosa para Elizabeth.
Viento Negro pareció que se dio la vuelta y levanto una pata pero enseguida este apuso mas cerca el canon del arma.
─ Dile a tu compañera que ni se le ocurra hacer lo que esta pensando, se de lo que es capaz y no pienso arriesgarme…─ dije Alan previniéndose de Viento Negro puesto que parecia saber que podia hacer.
─ Dime una cosa…¿Por qué me salvaste dos veces en la iglesia…?...¿Y como es que te conocía ese ejecutor…?...─ pregunte puesto que lo que había echo me extraño muchísimo, podia haberme dejado morir y haberse ahorrado todo esto.
─ ¿Quién te dice que fui yo…?,¿crees que no tengo mejores cosas que hacer que salvarte la vida…?...Me han contratado para una misión eso es todo…─ contesto Alan con preguntas que aun se formaron mas dudas en mi mente, puesto que si no había sido el, no tenia ni idea quien me habia salvado.
─ ¿Sabes lo que son capaces de hacer si juntas todas las gemas…?...será un nuevo Apocalipsis y ahora no habrá nadie para que los detengan…─ hablo Viento Negro con rudeza podia verse en su rostro que le venían recuerdos de la ultima vez que paso.
─ Me da lo mismo lo que pase, solo lánzame la gema cerca y tu amiga será libre…No tengo mucho tiempo, ni ella tampoco…─ dijo Alan con tono mas rudo al parecer solo quería completar su misión y nada mas.
Cuando estaba a punto de lanzarle la gema, una sombra descendió de manera rápida hacia él y en un parpadeo fue envuelto en una cubierta negra.
Aquello me dejo sin habla no sabia l oque habia pasado pero cuando pude ver bien me di cuenta que era Nualia que le habia cubierto con las alas encerrándole.
Viento Negro en un suspiro fue hacia donde se encontraba Elizabeth y la tomo en brazos despues de eso la dejo a nuestro lado.
─ Maldita seas…─ dijo Alan intentando forcejear entre las alas para poder escapar de ellas.
─ No te dejare escapar tan fácilmente…─ dijo Nualia mientras se resistía a abrir las alas para dejarle escapar.
Mientras ambos forcejeaban en su lucha de pronto empecé a oler como si algo se estuviera quemando.
─ AAAAHHHH!!!...─ grito con fuerza Nualia deshaciendo enseguida lo que había echo con las alas y liberando a Alan.
Nualia dio un salto y cayo a nuestro lado podia verse una quemadura en el ala por suerte no habia disparado pero aquello me extrañaba.
Cuando mire hacia Alan pude ver un artefacto de metal en sus puño que rodeaba sus dedos tenia grabada una cruz de color negro.
Enseguida desenfunde el arma preparándome para dispararle y el hizo lo mismo aquello parecia que era tablas.
Nos quedamos pro unos instantes mirándonos a los ojos sintiendo el aire fresco de la mañana en nuestra piel escuchando los animales, todo se hacia mucho mas presente.
─ Será mejor que te largues esta vez la gema es nuestra…─ dije sin moverme ni un solo centímetro y preparada para disparar aunque no quería hacerlo.
─ Muy bien esta vez vosotras ganáis…nos veremos…─ dijo Alan mientras retrocedía sin dejar de apuntarme cuando se oculto detrás de unas rocas respire aliviada y solté el revolver con las manos temblorosas.
─ Dios aun me tiemblan las manos y tengo el corazón a mil…¿Qué tal estas Nualia…?...─ pregunte viendo como la herida poco a poco iba sanándose, aquello me dejo sorprendida.
Pero preferi no preguntar y acercarme a Elizabeth que parecia estar sufriendo muchísimo, puse mis manos encima del rosario y enseguida parecieron que me ardieran.
─ No puedo quitárselo…─ dije mientras me miraba las manos que me habían salido heridas por el calor.
Viento Negro se acerco y poniendo sus manos sobre le rosario enseguida tiro de este e hizo que las cuencas volaran prácticamente hacia todos lados.
─ Woow!...─ exclame viendo como eso volvía a repetirlo otra vez mientras que su rostro no representaba ningun dolor.
Me acerque a Elizabeth para ver como estaba podia ver que tenia marcas en sus manos y pies por aquel rosario que la habia apresado.
Nos acercamos al riachuelo para refrescar sus heridas lo mismo que Viento Negro que se dio agua en las heridas que podia ver en sus manos, aunque no representara en su rostro, al parecer era muy orgullosa…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui teneis el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
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Mazoku
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3.553 ATC
DIRECCION AL INFIERNO I
─ Lo siento…─ dijo Elizabeth mientras se refrescaba las manos y los pies en tono bajo casi susurrándolo.
Solamente la mire y sonreí negando con la cabeza haciéndole saber que no se preocupara por eso.
─ Voy a ver si puedo pescar algo…empiezo a tener hambre…─ dije mientras notaba como ya estaban mucho mejor las heridas que me habia provocado el rosario al parecer Alan estaba preparado aunque me extrañaba lo que me habia dicho puesto que el no era quien me habia salvado, aquella duda rondaba mi mente intentando averiguar quien era.
─ Nualia…¿tienes hambre…?...─ pregunte viéndola que estaba algo recostada a la sombra.
─ Despues de lo del callejon…la verdad es que no tengo mucha hambre…─ respondió Nualia mientras se pasaba la mano por le abdomen que aun estaba algo hinchado, aquello hizo nada mas que bajar la cabeza con los colores subidos a las mejillas preferi no recordar aquello.
Mientras me acercaba al riachuelo pude ver como Viento Negro se acercaba a un árbol para tomar una rama y empezó a afilar la punta y Elizabeth se colocaba en el agua inmóvil mientras miraba los peces.
Así que pensé en hacer lo mismo, a lo mejor podia pescar alguno, me coloque en el agua inmóvil pero el sonido que provenía de el pueblo de aquel sifón de almas no me dejaba concentrarme de vez en cuando miraba en dirección al pueblo y me quedaba paralizada, escuchando los lamentos.
─ Eh…Despierta…─ hablo Viento Negro mientras me zarandeaba un poco, aquello me hizo salir de mi estado.
─ No se lo que me pasa, sigo escuchando los gritos y lamentos que provienen del pueblo…─ dije mientras miraba todavía algo confundida aun.
─ Los humanos no pueden escucharlos, esos gemidos y lamentos atraen a los demonios menores diciéndoles que es un punto decisivo…─ explicó Viento Negro mientras miraba a los peces y daba algún lanzazo ensartando a alguno.
─ Pero…un punto decisivo…¿para que…?...─ pregunte extrañada por lo que habia explicado cosa que aun no entendía.
─ Antes de nuestra llegada a nuestro mundo esos sifones de almas nos decían que puntos debíamos de conquistar, pero esta vez los están usando para destruir...eran como faros…─ dijo explicándome de la primera entrada que tuvo en nuestro mundo.
Preferi no pensarlo peor aquellos susurros y lamentos no me dejaban que me concentrara incluso el demonio de mi interior estaba algo revuelto.
Para cuando quise darme cuenta pude ver a Elizabeth que tenia varios peces en sus brazos y otro que sostenía en la boca de la que esbozaba una sonrisa.
Para cuando mire a Viento Negro también tenia varios peces en la improvisada lanza que habia echo.
Intente coger alguno al menos pero no pude hacer nada aquello me era casi imposible, estuve un buen rato sintiendo el agua fría y que poco a poco casi me congelaba los pies.
Pensando que no podría coger a ninguno, preferi no seguir intentándolo y quedándome en ridículo, aunque me extrañaba puesto que Elizabeth siendo de la raza que era pudiera pescar de esa forma.
─ Mirare a ver si puedo hacer algo de fuego…para cocinarlos…─ dije mientras veía como Viento Negro reunió algunas pedirás y de un pisotón en el suelo salieron chispas que prendieron las ramas.
Viéndome sobrepasada decidí solamente ensartar los peces y dejarlos junto al fuego mientras mis pies entraban en calor.
En aquel punto me sentía a gusto como si nada de esto hubiera pasado, cerré los ojos y me deje llevar hacia mis viejos recuerdos.
Mientras estaba en mis ensoñaciones podia oler el pescado que poco a poco se iba haciendo. aquel delicioso olor me llegaba de forma muy sutil.
Cuando abrí los ojos pude ver que Elizabeth ya tenia dos pescados en las manos y otro al que estaba dándole mordiscos, al verme sencillamente sonrió y me ofreció uno.
En ese momento me pareció todo perfecto, no quería que cambiase pero sabia que despues de esto volvería todo de nuevo.
Disfrutamos de un buen desayuno y despues de aquello tomamos agua y nos dirigimos hacia donde habia visto aquella gema dejando atrás otro pueblo destrozado y que no sabría que es lo que pasaría mas adelante.
Viento Negro me invito junto a Elizabeth a subir a su grupa, el sol ya empezaba a subir poco a poco lo mismo que la temperatura, se podia escuchar el sonido de los buitres y notar la brisa algo caliente.
Atravesamos rápidamente un valle que estaba completamente desértico podia verse algunos esqueletos de animales mientras que Nualia nos seguia volando y mirando que podia haber mas adelante.
Para cuando quisimos darnos cuenta habíamos recorrido la mitad del camino peor aun nos quedaban por atravesar algunas montañas, a lo lejos pudimos ver algunas vacas que estaba pastando libremente cosa que me extraño bastante.
─ ¿Vacas libres…?...que extraño...─ pregunte extrañada al verlas que no habia nadie con ellas ni tenían ninguna marca para identificarlas.
Proseguimos el camino hasta que nos encontramos algunos animales mas que estaban en libertad como gallinas y alguna que otra oveja.
Mientras continuamos Nualia aterrizo delante e nosotras con algo de cansancio.
─ Solo he visto…una granja mas adelante pero parece que esta vacía…─ hablo Nualia con algo de cansancio en la voz.
Avanzamos unos cuantos metros mas hasta que vimos una pequeña casa y unas cuantas vayas rotas alrededor, mas delante de esta un pequeño huerto de maíz, y a su lado un edificio casi destruido que pretendía ser un establo.
El edificio principal tenia varios agujeros en la estructura pero aun así estaba entero, nos bajamos de la grupa de Viento Negro y comenzamos a investigar el lugar.
─ Definitivamente los animales son de aquí…HOLA!...─ hable en voz alta haciendo saber que estabamos allí pero nadie respondió.
Nualia empezó a investigar las vallas se quedo por unos segundos estudiándolas, mientras pasaba la mano por encima de estas.
Por mi parte me acerque al edificio y golpee en la puerta varias veces peor nadie respondió.
─ ¿Qué raro…?...─ pregunto Viento Negro y al momento se dirigió hacia el establo para comprobar si encontraba algo.
Abrí la puerta lentamente escuchando el crujido de las bisagras el ambiente era bastante denso y un olor a podrido me llego a la nariz como una ráfaga.
─ ¿Qué es lo que huele así…?...─ pregunto Elizabeth teniéndose que tapar la nariz, lo mismo que por mi parte, aquello era insoportable.
La estancia no era muy grande, a la derecha habia una cama a los pies de esta una cuna que estaba destrozada, cerca de esta una mesa y dos sillas con partes de las mismas destrozadas, la chimenea estaba apagada y encima de las brasas apagadas colgaba una olla.
Al fondo habia unas escaleras, subí lentamente apoyando mi mano sobre la barandilla, para cuando llegue arriba solo habia una cama que estaba desgarrada y un armario abierto y con las puertas desvencijadas.
─ No hay nadie…─ dije mientras seguia repasando el lugar pero no encontraba a nadie, aquello cada vez me resultaba mas extraño.
Baje las escaleras lentamente mirando por todas partes pero todo parecia extraño y desolador.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ dijo Nualia entrando rápidamente en el edificio.
─ ¿Qué es lo que pasa…?...a que viene tanta prisa podíamos quedarnos un poco para descansar…─ dije pensando que seria una buena idea descansar algo aparte de la peste que había en la casa.
─ Las marcas de la valla y la casa son de desgarradores sangrientos, y creo que volverán esta noche…─ dijo Nualia con algo de miedo en la voz, aquello no me decía mucho.
─ ¿Desgarradores sangrientos…?...─ pregunte con cierto temor y curiosidad al escuchar ese nombre.
─ Son una plaga en el infierno aya donde van lo destrozan todo y por lo visto han atacado esta granja…─ dijo Nualia explicándose un poco y la verdad no me sonaba nada bien, cuando avance hacia la puerta note que algo estaba hueco bajo mis pies y que antes no me había dado cuenta.
Baje la mirada y pude ver casi escondida una trampilla, me acerque a esta y busque la rendija para poder abrirlo.
Al encontrarla esta sonó de manera ruidosa, las bisagras estaban muy oxidadas, nada mas hacerlo note como el olor a podrido se intensificaba.
─ Qué peste!...─ exclame al notar el intenso olor que provenía del sótano, baje las escaleras y mi vista se fue acomodando rápidamente.
A cada paso que daba los peldaños crujían, para cuando llegue abajo mire por la estancia el lugar no era tampoco muy grande, en las paredes habia varias herramientas de labranza junto con un pequeño carro, en el suelo pude ver un montón de carne pensé que seria algún animal muerto.
Pero para cuando me acerque mas para inspeccionarlo me pude dar cuenta que eran dos personas sus cuerpos estaban destrozados literalmente a garrazos podían verse las heridas abiertas por todo el cuerpo, incluso los órganos internos estaban a plena vista, las moscas revoloteaban a su alrededor, sus rostros daban la impresión de haber sufrido muchísimo y el miedo estaba en ellos, aquella visión hizo que retrocediera unos pasos y me llevara la mano a la boca, por el suelo había un gran charco de un liquido negruzco que era sangre.
─ Vámonos de este lugar ya!...─ exclame mientras salía de aquél sitio a toda prisa, al verme el miedo en mi rostro Elizabeth se extraño.
Abandonamos el lugar rápidamente pero nada mas salir por la puerta, escuchamos algo que se movía por el maizal de un lugar a otro de forma rápida, o eso o eran varios.
Elizabeth empezó a olfatear el ambiente y enseguida saco las garras y se puso en actitud ofensiva.
Al ver que Nualia hacia lo mismo no pude mas que sacar las armas sin saber que hacer y esperarme lo peor, Viento Negro se acerco y no parecia que estuviera muy tranquila.
─ Nos están rodeando…será mejor que entremos…─ dijo Viento Negro mientras miraba como se movían las plantas de maíz de manera extraña.
─ Podríamos salir a tu grupa y Nualia podia salir volando…─ dije poniendo una escapatoria, aparte no pensaba que fueran tan peligrosos.
─ No es por la velocidad ni, por que tenga alas…la cosa es que podrían cogerme con rapidez y a ella lanzarle su saliva al acertarse se vuelve tan dura como el hueso, ya me he enfrentado a estas cosas antes en el infierno y no quiero volver a hacerlo…pero no queda otra, mi velocidad no sirve son casi tan rápidos como yo…─ dijo Viento Negro explicando la situación y su enfrentamiento con aquellas cosas.
─ Decían que eras las mas rápida del infierno…¿Acaso no es verdad…?...─ pregunto Nualia con cierta inquina hacia Viento Negro esta enseguida giro la cabeza y la miro seriamente con ganas de matarla.
Soy la mas rápida, solo que estas cosas están acostumbradas a la rapidez…─ respondió con cierta rabia en su voz mientras se acercaba a Nualia.
En esos momento se escucharon mas cerca los movimientos parecían que estuvieran dispuestos a atacarnos pero aun no se movían no entendía el por que.
─ Entremos…rápido…─ dijo Viento Negro apresurándonos, en cuanto estuvimos dentro buscamos las ventanas para tener visión de esas cosas.
─ ¿Pero por que no atacan…?...─ pregunte con nerviosismo en la voz mientras miraba los maizales moverse, de pronto hubo una especie de gorgoteo extraño que provenían de estos.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunte escuchando aquel extraño sonido, que hacia que me diera escalofríos.
─ Es su forma de comunicarse entre ellos…─ respondió Viento Negro mientras miraba por una de las ventanas.
Aquella situación se hacia cada vez mas insoportable, pero no podíamos salir de la casa y de momento seguíamos vivas.
Mientras estabamos pendientes de lo que pudiera ocurrir escuchamos algo que provenía de la chimenea se desprendiese arenisca.
En cuanto me gire escuchamos como algo caía a plomo de esta haciendo una gran humareda.
Escuche una especie de gorgoteos, para cuando se aplaco algo el humo escuche como si algo impactara en la pared y el grito de Elizabeth.
─ ¿Qué es lo que pasa…?...─ pregunte mientras apartaba el humo de mi rostro e intentaba respirar algo.
De nuevo volvi a escuchar un grito pero esta vez fue el de Nualia para cuando pude ver lo que era retrocedí unos pasos con algo de miedo….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que les guste y muchas gracias a todos .
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Mazoku
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DIRECCION AL INFIERNO II
Pude ver una criatura que parecia un perro descarnado podia ver los músculos de su cuerpo puesto que no tenia piel eran de un color rosa fuerte sus ojos eran de color blanco no tenían pupila alguna y de su boca salían dos colmillos grandes, al final de sus patas tenia grandes garras de color negro intenso.
Mire rápidamente hacia todas partes intentando averiguar que habia pasado con Elizabeth y Nualia para cuando pude encontrarlas vi que estaban atrapadas en la pared cubiertas casi por completo por una sustancia de color blanco que parecia hueso.
Saque de manera rauda el arma pero si disparaba tenia que apuntar con cuidado puesto que podría acertar a una de ellas y seria peor.
Aquella criatura empezó a gorgotear como queriendo saber quien habia mas en la casa, Viento Negro me hizo una señal de que me quedara quieta y no me moviese.
Aquel monstruo se movió lentamente hacia donde habia atrapado a sus presas, esta se acerco y empezó a olfatearlas.
─ Suéltame maldita bestia!...─ dijo Nualia mientras este acercaba el hocico y abría la boca llena de dientes a Nualia.
Viento Negro intento hacerme unas señales para que disparara, en una dirección, aunque no estaba muy segura de eso.
Viento Negro aceleró de golpe haciendo que varias cosas se movieran en la casa, el monstruo enseguida se dio la vuelta y en un movimiento raudo se aparto de donde estaba evitando el ataque de Viento Negro pero esta no iba a atacarle, el golpe lo propino a la sustancia ósea que enseguida empezó a resquebrajarse.
─ Ahora!...─ exclamo Viento negro mientras se preparaba para acelerar de nuevo.
El bicho gorgoteo de inmediato y escupió de nuevo pero esta vez a las patas de Viento Negro dejándole en el sitio.
Apreté varias veces el gatillo notando el retroceso en la mano y oliendo la pólvora, el bicho de inmediato dio un pequeño salto hacia su otra dirección colocándose delante de Nualia y haciéndome fallar.
─ No puedo moverme…─ hablo Viento Negro intentando moverse pero le era imposible aquella sustancia se habia solidificado en cuestión de segundos impidiéndole moverse.
Aquella criatura empezó a mirarme fijamente o eso parecia, gruñéndome y gorgoteando, preparándose para lo que pudiera pasar.
─ Mátalo de una vez!...─ exclamo Nualia que parecia estar sobrepasada por aquella situación.
Moví el brazo lentamente apuntando con cuidado para no acertar a Elizabeth, esta estaba aterrorizada podia ver el miedo en sus ojos, por que un fallo significaría que podría acertarle y acabar con su vida.
─ Bicho aquí…─ hablo Viento Negro mientras hacia ruido para que le prestara atención.
─ ¿Qué estas haciendo…?...─ pregunto con algo de miedo en su voz Nualia, parecia que estaba tramando algo.
El monstruo giro la cabeza de inmediato gorgoteando y gruñendo, y de un movimiento salto en dirección hacia Viento Negro.
Enseguida Nualia abrio las alas e intento moverse del lugar pero este reboto contra una pared y cambio su movimiento hacia Nualia.
Aunque por muy rápido que fuese el monstruo cayo encima de ella haciendo que se estrellara contra el suelo y empezando a gruñirle.
No tenia línea de disparo puesto que podia acertar a Nualia, la mano me temblaba y notaba el sudor resbalarme por el rostro.
─ Sacádmelo de encima!...─ dijo Nualia mientras intentaba moverse pero le resultaba imposible el monstruo habia caído sobre sus alas y la tenia aprisionada.
Viento Negro tomo al bicho por le cuelo con sus manos y empezó a forcejear con este, la criatura comenzó a moverse enfurecida mientras le gruñía e intentaba morderla como podia dando mordiscos al aire.
─ ¿Preparada…?...─ pregunto Viento Negro mientras forcejeaba con la criatura que intentaba liberarse de aquello.
En un movimiento único lanzo al monstruo por los aires este gruñía y gorgoteaba intentando saber hacia donde iba.
Apunte con cuidado en ese momento lo notaba todo el calor de mi piel, el sudor resbalándome por la misma, los sonidos que emitía la criatura, incluso el temblor de mi mano.
Apreté el gatillo vaciando el cargador con las pocas balas que quedaban y varias de estas acertaron en su cuerpo para cuando cayo emitió un sonido gutural extraño que retumbo en el lugar y empezó a convulsionar mientras que aquellas heridas hacian que su cuerpo enseguida se prendiera fuego.
No pude mas que taparme los oidos por aquel grito, pero enseguida despues de este, los demás que estaban fuera empezaron a gritar de la misma forma.
Aquello me pareció mas bien una llamada de auxilio en vez de dolor, me quede mirando como aquella cosa ardía con un fuego de color azul verdoso.
─ Abre la puerta…─ hablo Viento Negro sin pensárselo dos veces con una mirada de asco en su rostro y de una coz lo envió fuera.
En cuanto hizo eso se empezaron a escuchar gorgoteos por todo el maizal y como se movían las plantas.
─ Parece que hay bastantes…─ dije al escuchar todo el ruido que provenía del maizal y que al parecer no podríamos salir de allí al menos de momento.
─ Tenemos que poner algo en las ventanas y tapad la chimenea…─ ordeno Viento Negro intentando prepararnos lo mejor posible para la noche que teníamos que pasar aunque aun quedaba bastante tiempo para que anocheciera.
─ Tenemos que salir de aquí…─ comento Nualia con algo de miedo en su voz mientras ponía una mesa en una ventana.
─ ¿Crees que podrás escapar…?...adelante...ya sabes lo que hacen cuando capturan una presa, si quieres acabar como los que están en el sótano tu misma…─ dijo Viento Negro ofreciéndole para que saliera aunque Nualia lo rechazo y siguió con lo que estaba haciendo.
Mientras buscábamos tablones y madera para poder poner en las ventanas pude ver a Elizabeth que estaba un poco asustada mientras miraba permanecia sentada mirando su gema.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunte al verla que estaba temblando algo y no dejaba de mirar la gema.
─ No, tengo miedo…─ dijo Elizabeth con cierto temblor en su voz mientras continuaba mirando su gema.
─ No te preocupes te prometo, que saldremos de esta…─ dije haciéndole una promesa que no sabia si podia cumplir.
Cuando hablaba poco a poco se iba haciendo la oscuridad en la casa por las barricadas en las ventanas.
─ No prometas lo que no puedas cumplir…─ dijo Viento Negro cuando termino de poner la ultima madera en la ventana.
Despues de eso añadió una silla a la chimenea y la prendió de una coz contra la piedras de las mismas.
─ Así no podrán entrar por ese sitio…¿Cuántas balas te quedan de esa pistola…?...─ pregunto Viento Negro acercándose a una ventana y mirando por las pequeñas rendijas para estar pendiente de lo que pudiera pasar.
Enseguida tome el arma de su funda y abrí el tambor y lo vacié sobre la mano al parecer no me quedaba ninguna bala, así que solamente negué con la cabeza haciéndole saber que no había ninguna.
─ Genial es mejor que busquemos munición por la casa lo mismo encontramos algo…─ dijo Viento Negro mientras empezaba a rebuscar entre los cajones y demás enseres del sitio para encontrar unas balas.
─ ¿No necesita balas especiales…?...─ pregunte algo confusa puesto que pensaba que eran las balas las que tenían ese poder de destruir demonios.
─ Las balas son normales, no tienen ningun poder…lo que le da el poder al arma es la empuñadura de color rojo…─ respondió Viento Negro mientras seguia rebuscando pero sin encontrar nada.
Me quede extrañada mirando la empuñadura con ese color rojo intenso, no lo habría supuesto pensé que era toda el arma.
─ ¿Qué hay abajo…?...─ cuestiono Viento Negro colocándose delante de la trampilla y mirándola.
─ Están los cuerpos de la familia que han matado y algunos aperos de labranza…─ respondí recordando de inmediato como habían quedado los cuerpos que había encontrado.
─ Es mejor que cojamos los aperos de labranza, al menos tendremos algo para defendernos…─ hablo Viento Negro mientras se dirigia hacia las ventanas para comprobar si aquello resistiría.
─ No aguanto mas estas encerrada…─ dijo Nualia que había estado callada todo ese tiempo y de improviso salio corriendo hacia la puerta, apenas la habría abierto Viento Negro desapareció y se puso a su lado varias agujas en forma de hueso se clavaron en la puerta, al mismo tiempo que Viento Negro tiraba de Nualia hacia dentro y cerrando la puerta de nuevo.
─ ¿Es que quieres morir…?...Ya sabes lo que son esas criaturas en el infierno aquí son mas que eso…No pienso volver a salvar tu culo de nuevo…─ dijo Viento Negro con tono de enfado mientras miraba a Nualia con ojos de enfado.
─ No soporto estar encerrada y menos con esos bichos afuera…─ dijo Nualia con miedo en el cuerpo mientras paseaba por la habitacion de manera nerviosa.
─ Solo nos queda esperar, iré abajo a traer los aperos para al menos tener unas armas…─ dije viendo que la situación estaba tensa, abrí la trampilla y baje de nuevo los peldaños y nada mas llegar abajo note el olor a podrido y escuche el zumbido de las moscas, tuve de nuevo que mirar aquellos cuerpos sanguinolentos que estaban en el sitio, me tape la boca para no vomitar y haciendo de tripas corazón tome lo que pude y los subí arriba.
En cuanto llegue arriba deje los aperos de labranza en el suelo y Viento Negro cerro la puerta.
─ Al menos tendremos algo para defendernos…tomad cada una uno y preparaos…─ ordeno Viento Negro pero pensé que no le harían nada.
Nualia lo tomo con las manos temblorosas lo mismo que Elizabeth, al parecer le temían mucho a esas criaturas no pensé nunca que un demonio pudiera tenerle miedo a otro.
─ No creía que un demonio le tuviera miedo a otro, pensé que no os asustaba nada…─ dije lo que había pensado puesto que los demonios nos lo habían puesto como lso seres de pura maldad.
─ Mira la mitad de lo que dicen de los demonios es mentira y depende de la clase del demonio, precisamente estos son una de las cosas que evitamos…─ dijo Viento Negro explicándome algo nuevo que no sabia.
─ ¿Por qué le teméis a estos demonios…?...─ pregunte con interés puesto que aquello me estaba interesando.
─ Son una raza feroz y muy agresiva aparte de reproducirse con facilidad…siempre evitamos sus zonas, cualquiera que entre esta invadiendo su territorio debe de ser eliminado…es mejor dejarlos en paz…aparte devoran cualquier cosa…─ hablo Viento Negro explicándome un poco mas de esa raza en concreto.
El tiempo fue pasando poco a poco parecia incluso que se había detenido pero pudimos ver como el sol iba poniéndose, el poco que entraba de pronto se hizo la oscuridad y el silencio de la noche fue roto por aquellos gorgoteos y sonidos extraños provenientes del huerto.
Apreté con fuerza el arma esperando que no tuviéramos que luchar y que se fueran pero lo veía muy complicado puesto que esta era su guaridas y habíamos entrado y estaba segura que no nos dejarían salir al menos vivas.
─ Preparaos…─ comento Viento Negro y al momento se escucharon unos arañazos que provenían del otro lado de la pared ahora mismo solo nos separaban unos cuantos centímetros de ellos.
─ ¿A que están esperando…?...─ pregunte con nerviosismo en mi voz mientras miraba hacia donde escuchaba un sonido.
De pronto se escucharon sonidos en el techo seguramente estaban mirando si podían entrar por el mismo lugar pero los volvi a escuchar andar hacia el otro lado.
Estaba con la piel de gallina esperando que entraran cosa que me extrañaba que no lo hubieran echo ya.
─ Algo ocurre no es normal que estén esperando tanto tiempo…─ dijo Viento Negro extrañada mirando pro los resquicios de la ventana.
─ Vamos a morir…─ dijo Nualia con miedo en su voz mientras miraba hacia todos lados, el encerramiento le estaba afectando poco a poco.
Al haber dicho eso Elizabeth se acurruco aun mas poniendo sus piernas en su pecho y mirando su gema con la mirada perdida.
─ Por lo visto estamos solas…espero que no te vengas abajo…─ dijo Viento Negro preparándose para lo que pudiera pasar.
Apreté con fuerza el apero mientras le negaba con la cabeza haciéndole saber que lucharía.
Los sonidos se escuchaban por todos los lados de la casa incluso por el piso de arriba y el techo pero al parecer n ose atrevían a entrar.
─ Aquí pasa algo raro…siempre atacan rápidamente y esta vez parece que están dándole vueltas a la casa como si nos acecharan…─ dijo Viento Negro sin dejar de mirar por la ventana, entre tanto cada vez estaba mas nerviosa apretando con fuerza el instrumento de labranza y preparada, mire a Elizabeth y parecia que estuviera completamente aterrorizada al contrario de Nualia que quería salir cuanto antes, la tensión en ese momento era enorme, pero Viento Negro parecia que no se inmutara o lo disimulara muy bien.
Estuvimos durante unos minutos pendientes de l oque pudiera pasar los sonidos nos hacian saber por donde andaban, en ese momento vi como Viento Negro retrocedió unos pasos.
─ CUIDADO!!!...─ grito Viento Negro apartándose rápidamente de la ventana que teníamos con la barricada esta enseguida estallo en pedazos, al entrar una de esas criaturas que cayo al suelo y empezó a gruñir con fuerza y a gorgotear intentando levantarse como podia.
Viento Negro rápidamente se acerco a esta y se elevo sobre sus cuartos traseros y cayo con todo el peso de su cuerpo en cabeza aplastando su carneo y reventando su cabeza, escuche ese sonido asqueroso de cómo sus huesos se aplastaban y la sangre se esparcía por todo el suelo junto con su cerebro, aquello no hizo mas que revolverme mas el estomago.
Habían abierto un agujero en la casa y sabia que no tardarían en entrar por todas partes, estaba pendiente mirando hacia todas partes el sonido de aquellos monstruos se intensifico mucho mas, parecia que habia cientos.
─ No aguanto mas!...─ exclamo Nualia con tono de desesperación en ese momento corrió hacia la abertura que habia dejado la criatura, nada mas salir abrio las alas y de un salto se elevo.
─ NO!, NUALIA!...─ grite con todas mis fuerzas viendo que se escapaba de aquello y nos dejaba solas.
─ Espero no volver a verla…si no terminara muerta…─ dijo Viento Negro con odio en su voz mientras se preparaba para atacar de nuevo.
En ese momento Elizabeth no sabia que hacer estaba aterrorizada en un rincón con el apero en sus manos mientras temblaban.
En ese momento escuche como a mi espalda reventaban la madera por todos lados, me cubrí como pude mientras caía al suelo me di la vuelta, levantando la pala en ese momento la criatura se empalo ella sola, pude ver como pataleaba y gruñía incluso daba algunos mordiscos intentando acertarme, pude notar su sangre caliente y pegajosa caerme en el cuerpo mientras pude ver que de la herida salían sus entrañas fuera.
─ Joder!...─ exclame mientras apartaba la pala y la tiraba hacia un lado con el monstruo muerto puse mi pie encima y empecé a tirar intentando sacar la herramienta de su cuerpo, el olor de aquellas criaturas era espantoso y cada vez mas fuerte.
Mientras hacia aquello escuchamos como de la parte de arriba se escuchaban el romper de cristales y los gruñidos de al menos un par de ellos.
Mire hacia todas partes y no teníamos defensa alguna al parecer esas criaturas las habían enviado como carne de canon para abrir nuestras defensas.
─ Prepárate…─ dijo Viento Negro apartándose del agujero que habia en la pared y miraba al techo y a la escalera.
Escuchamos sonidos provenientes del techo que se movían de un lugar a otro pero en vez de bajar por las escaleras escuchamos como la parte de arriba reventara y cayeran del mismo.
Me aparte del sitio empujada por le impulso hasta que pude recuperar el equilibrio, habia dos de ellos delante de nosotras que empezaron a gruñir y a gorgotear.
Viento Negro intento acelerar de golpe en eso uno de ellos giro la cabeza y vomito aquella sustancia blanca y antes siquiera de dar su impulso se endureció en sus patas dejándola sin su velocidad.
Puse la pala delante de los bichos amenazándoles con ella y moviéndola de un sitio a otro para que no se acercaran pero aquellos bichos no tenían ningun miedo.
Una de las criaturas empezó a acercarse lentamente gorgoteando y gruñendo, no pude mas que retroceder unos pasos hasta que note la pared que me impedía seguir retrocediendo, mire de reojo a Elizabeth que no sabia que hacer y tenia los ojos cerrados, no podia culparla por eso.
Seguí dando palazos al aire intentando defenderme, mire rápidamente a Viento Negro que intentaba moverse como podia pero le resultaba imposible tenia las patas completamente pegadas al suelo y la criatura, daba pequeños saltitos de un lugar a otro mientras le gruñía intentando encontrar algún hueco para poder atacarle.
No sabia que hacer, estaba segura que la criatura en cualquier momento, me atacaría desarmándome.
─ La chimenea!...─ exclame viendo que estaba cerca de ella Viento Negro giro la cabeza y miro la chimenea y enseguida entendió.
La criatura salto sobre la pared y rebotando salto sobre mi en eso me tire al suelo y le lance la pala a Viento Negro.
Esta alargo el brazo y la tomo en el aire, despues de eso se agacho metiendo la pala en la chimenea y lanzando el tronco con fuego que enseguida acertó a la criatura que tenia a su lado prendiéndola en fuego, esta empezó a chillar con fuerza.
Enseguida dio unos palazos a la sustancia que tenia en sus patas deshaciéndose de ella, mientras la criatura se puso encima mía.
Gruño con fuerza enseñándome su boca llena de colmillos afiladísimos, pensé que seria mi fin no pude mas cerrar los ojos.
Acerco su cara y abrio lo que pudo su boca para darme un mordisco, tenia la piel de gallina y sentía como todo mi cuerpo se estremecía pensando que era mi fin.
Pero en ese instante escuche como aquella criatura soltaba un grito desgarrador y sentía algo caliente en mi cuerpo, para cuando abrí los ojos pude ver que en el cuello le atravesaban unos pinchos de hierro.
Para cuando el bicho cayo me lo quite de encima como mejor pude, para cuando mire me di cuenta que Elizabeth habia sacado fuerzas de flaqueza con el rostro aterrorizado y resoplando con fuerza, era increible que hubiera podido hacer aquello.
El bicho que estaba en llamas empezó a saltar de un sitio a otro mientras soltaba alaridos de dolor, en eso Viento Negro se dio la vuelta y le dio una coz echándole fura de la casa mientras este ardía y terminaba en el suelo chillando.
─ Tenemos que subir, rápido…─ hablo Viento Negro suponiendo que la parte de arriba estaríamos mas seguras.
Corp. hacia la escalera y gire momentáneamente la cabeza pude ver varios de esas cosas que se acercaban a la casa rodeándola.
Despues de eso escuche varios silbidos que atravesaban el aire, no sabia lo que era.
─ Agáchate!...─ exclamo Viento Negro en eso sentí como varias de esas cosas óseas se clavaban en la pared de enfrente esta vez eran como púas.
No pude mas que agradecérselo, tome la mano de Elizabeth y tire de ella hacia la escalera.
Subimos la escalera rápidamente para cuando llegamos arriba pudimos ver que lso cristales estaban rotos era por donde habían entrado.
Viento Negro se pudo a un lado mirando por la ventana para ver la situación y por su rostro ya sabia que no era muy buena.
─ Esto es extraño siempre atacan en jauría todos a la vez, pero esta vez parecen mas organizados como si alguien estuviera ordenándoselo…aunque eso es imposible a menos que…no es posible…─ dijo Viento Negro que parecia hacer memoria de las costumbres de esos bichos y de repente pude ver que su rostro hbia cambiado de golpe a sorpresa.
─ ¿Qué es imposible…?...─ pregunte con cierto miedo en la voz, aunque no conocía nada sobre estos demonios.
─ Se dicen leyendas que hay demonios que son conocidos cono Domadores de la Oscuridad", que son capaces de domar a estos demonios y dirigirlos como quieran…─ contesto Viento Negro mientras miraba por la ventana.
Entre tanto podíamos escuchar como os sonidos y gorgoteos se acumulaban en el piso de abajo.
─ Pues si son como dices, debe de haber alguien dirigiéndolos…─ conteste mientras me preparaba en la entrada de la escalera para golpear al primero que entrase.
Podíamos escuchar los movimientos de esas bestias que estaban abajo moviéndose de un lugar a otro mientras gruñían, el miedo se apoderaba poco a poco de mi mientras que Elizabeth permanecia en un rincón temblando y manchada de sangre de la que acababa de matar.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…si es así no tardaran en matarnos…─ hablo Viento Negro con cierto miedo en su voz la parecer el Domador de la Oscuridad le ponía mas nerviosa que las propias bestias.
No sabia que hacer puesto que esos monstruos seguían abajo y dando vueltas sin llegar a subir por la escalera, la tensión podia palparse y el corazón parecia que iba a salírseme del pecho.
De pronto entre tanto gorgoteo se escucho un restallar de un látigo desde la oscuridad y todo se torno silencio.
─ Al parecer, eran ciertas las leyendas…─ dije mientras que todo el sitio parecia una tumba no se escuchaba nada salvo algún que otro grillo.
─ Viento Negro…me han pagado mucho para devolverte la infierno, te doy una oportunidad o sales por tu cuenta o saldrás a pedazos…─ dijo una voz ronca y que parecia salir del mismo infierno, nada mas decir eso la piel se me puso de gallina.
─ ¿Quién te manda…?...─ pregunto Viento Negro mirando por el resquicio de la ventana.
─ Eso es l oque menos te importa…es mejor que salgas…─ contesto la misma voz y de pronto se hizo el silencio.
Podia observar que Viento Negro tenia el ceño fruncido se podia ver que no sabia que hacer, aunque saliéramos tendríamos que esquivar a todas esas bestias.
─ Si quieres vete no creo que te haga nada…─ dijo Viento Negro intentando salvar mi vida para que no me hicieran daño.
─ No pienso dejarte sola…─ hable mientras me mantenía alerta a lo que pudiera subir por la escalera.
─ Si quieres mi piel ven por ella!...─ exclamó viento Negro retando al Domador de la Oscuridad, en ese momento volvió a escucharse un restallar de látigo y de nuevo los gorgoteos volvieron a sucederse.
De inmediato escuche los pasos de varias bestias que subían por la escalera gruñendo, Viento Negro se aparto de la ventana y se quedo quieta atrayéndolos.
─ Venid a por mi…─ dijo Viento Negro retando a los bichos mientras se elevaba con las patas traseras , en ese momento pudimos oír como esas bestias escupían atrapando sus patas traseras para que no se moviera.
Los pasos se escuchaban cada vez mas cerca y en cuanto el cuerpo de Viento Negro cayo al piso me dio la orden que atacara.
─ Ahora!...─ ordeno Viento Negro dándome la señal de que atacara, salí de mi escondite y con la pala por encima de mi cabeza caí encima de uno propinándole un golpe en el cuello su cabeza cayo rodando, en un segundo solté la pala hacia Viento Negro que esta cogió de inmediato y con un impulso la lanzo hacia el segundo que acertó abriéndole el cuello, las bestia empezaba a soltar chorros de sangre podia ver la traquea y los músculos que aun se movían de forma aleatoria y su cuerpo daba los últimos pasos y caía al suelo el otro escuche unos gorgoteos agónicos y el sonido de romper los huesos de la cabeza, me acerque a este y de un tirón saque la pala de su cabeza mientras la sangre manchaba su cabeza y caía muerto.
─ No creo que aguantemos mucho tiempo…─ hable al acercarme a Viento Negro y golpeo esa sustancia para romperla.
─ Tenemos que arriesgarnos…No creo que signa subiendo de dos en dos…a probándonos…─ dijo Viento Negro sabiendo la estrategia que estaba haciendo.
Mientras hablábamos escuchamos como el cristal de la ventana se rompía en ,mil pedazos y una de esas bestias caía sobre le lomo de Viento Negro.
Retrocedí unos pasos mientras Viento Negro empezaba a moverse de un lugar a otro y la bestia clavaba las garras en su lomo podia ver la sangre que caía de su espalda.
─ Quítate de encima!...─ exclamaba Viento Negro mientras se movía en todas direcciones intentando sacarse de encima aquella bestia.
Entre tanto no sabia que hacer y en la parte de abajo empezaban a escucharse como aquellas bestias empezaban a entrar y esta vez no eran solamente dos parecían muchos mas.
─ Sal de encima!...─ exclamo nuevamente Viento Negro mientras se seguia moviendo de un lugar a otro el suelo empezaba a temblar.
─ Estate quieta!...─ exclamé mientras me acercaba como podia hasta ella, el suelo crujía a cada movimiento de Viento Negro, puse atrás la pala e intentando apuntar bien le golpe espere el momento oportuno.
En un movimiento de Viento Negro lance mi ataque y por suerte acerté en el bicho que lance contra una de las paredes estrellándolo.
Viento Negro se acerco a este y se elevo sobre sus patas traseras cayendo con todo su peso sobre el cuerpo del monstruo que prácticamente soltó un chorro de sangre por su boca emitiendo un gruñido de dolor, mientras escuchaba el crujir de huesos y el retorcer de músculos y tendones.
─ Malditas bestias…─ hablo Viento Negro mientras se recuperaba poco a poco de aquel ataque las heridas que tenían eran grandes y estaban abiertas, la sangre salían de ellas.
─ ¿Ten encuentras bien…?...─ pregunte mientras miraba como esas heridas sangraban bastante.
─ No te preocupes tenemos…que salir de aquí cuanto antes…─ dijo de forma entrecortada Viento Negro mientras intentaba mantenerse en pie, le empezaban a faltar las fuerzas.
De pronto escuchamos como en el techo empezaban a caer trozos de madera y en un momento se hizo varios agujeros y en ese momento entraron varias criaturas dispuestas a despedazarnos.
─ Sube tenemos que salir de aquí…─ dijo Viento Negro auqneu no sabia que es lo que pensaría hacer puesto que estaba muy débil despues del ataque de esa bestia.
Aunque no teníamos ninguna oportunidad de salir de allí me acerque a Elizabeth y le tendí la mano para sacarla.
Esta enseguida se aferro y de un salto nos subimos a la espalda de Viento Negro que emitió un ligero sonido de dolor.
─ Agarraos!...─ exclamo Viento Negro mientras se posicionaba para saltar por la ventana aquello era una locura.
─ No podrás hacerlo estas herida…además no cabemos por ahí…─ comente viendo el tamaño de la ventana y el tamaño de Viento Negro.
Sin pensarlo dos veces Viento Negro acelero de golpe pude sentir le aire en mi mejilla y la fuerza con que Elizabeth se aferraba a mi y en un momento los trozos de madera del marco de la ventana saltaron en todas direcciones y al segundo estabamos en el suelo, nada mas aterrizar pude notar como Viento Negro se tambaleaba de un lugar a otro debido a la perdida de sangre, podia notarla en mis piernas caliente y pegajosa.
Desmote junto con Elizabeth y enseguida escuchamos gorgoteos por todos lados al rodearnos mientras que Viento Negro se tambaleaba y luchaba por mantenerse en pie…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui os dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
623
3.553 ATC
GEMA VIVIENTE I
─ Un mal movimiento Viento Negro…de esta no escaparas…─ dijo una voz proveniente de la oscuridad, en cuanto mis ojos se adaptaron pude ver como aquellas cosas no estaban rodeando poco a poco no teníamos escapatoria, tenia una sensación espantosa, podia notar el aire fresco de la noche, el sudor que me recorría le cuerpo mientras que Viento Negro intentaba mantenerse de pie las heridas de su lomo eran bastante profundas puesto que tenia las piernas manchadas de su sangre.
─ No me…atraparas viva…─ dijo de manera entrecortada Viento Negro mientras intentaba seguir de pie, en su voz se notaba que estaba perdiendo bastante sangre, sus ojos estaban casi semi cerrados.
─ Me da lo mismo que vivas o mueras me pagaran igual…─ dijo aquella voz enseguida escuche unos pasos que venían hacia nosotras.
Cuando por fin pude ver quien era parecia una persona normal tenia un sombrero de vaquero aunque no podia ver su rostro, en su cuerpo llevaba un poncho de color crema apagado y algo viejo, pero de una de sus manos pude ver un látigo pero no era normal estaba echo de hueso y al moverlo podia escucharlo el repiqueteo entre ellos, pero lo que mas me sorprendió fue cuando elevo el sombrero pude ver aquella boca cosida con hilo de color rojo y unos ojos negros como la noche, aquello me dio un escalofrió por la espalda.
─ TU!, maldito seas…incendiasteis el pueblo donde vivia y a todas esas personas inocentes…─ dije mientras me venian a la mente lo que habia pasado donde vivia y que fueron ellos quienes lo hicieron, intente hacer un ademan de lanzarme a por él pero en eso aquellos monstruos se pusieron mas cerca de nosotras gruñendo.
─ Yo que tu me quedaba quietecita…mis amigos tienen muchas ganas de devoraros…─ dijo el tipo mientras movia el latigo haciendo repiquetear los huesos.
En ese momento no sabia que hacer estaba paralizada y con el corazón lleno de odio por lo que hicieron en donde vivía y a mi pero no podia moverme.
Sin pensármelo saque le arma y le apunte con la mano temblorosa, ni siquiera habia pensado que el tambor estaba descargado pero esperaba que no se diera cuenta tampoco.
─ Vaya así que la geta tiene garras…─ dijo el tipo sin ni siquiera inmutarse, solamente retrocedió unos pasos arrastrando el látigo en ese momento note que me arrebataron la pistola una de esas criaturas se abalanzo tomándola entre sus dientes y dejándola al lado de su amo, enseguida este se agacho y la examino.
─ ¿Con esto querías amenazarme…?...Ja, ja, ja, ja…─ pregunto de manera retórica y enseguida se carcajeo a la vez que tiraba el arma detrás de si.
─ Yo nunca dejo una presa sin capturar…y si además tengo a la que están buscando mejor que mejor y tu gatita serás mi mascota…─ dijo de manera aterradora mientras movió el látigo dando un chasquido.
En ese momento Elizabeth cayo al suelo aterrorizada y temblando mientras que Viento Negro luchaba por su vida y enseguida sus piernas flaquearon haciéndole caer al suelo y cerrando los ojos la perdida de sangre era grande y no podia mantenerse mas en pie.
─ Eres un monstruo!...Maldito seas!...─ exclame con toda la rabia de la que era capaz mientras me acercaba a Viento Negro para ver como se encontraba al menos aun seguia viva y seguidamente hasta Elizabeth pero antes siquiera que pudiera estar cerca de ella escuche de nuevo aquel látigo que volvía a restallar en el aire y se enroscaba en el cuello de Elizabeth que fue arrastrada hacia aquel tipo.
─ De ahora en adelante harás lo que yo te diga…sin embargo tu no mereces la pena…así que serás comida para mis amigos…─ dijo de nuevo aquel tipo moviendo el látigo suavemente de nuevo y alargando la mano tomo a Elizabeth del pelo y la arrastro mientras esta pataleaba por su vida.
En eso las criaturas se abalanzaron sobre mi note le peso de estas y sus garras como arañaban mi piel estaba completamente asustada no sabia que hacer, sabia que en cuestión de segundos estaría muerta y despedazada.
Enseguida note como los colmillos de una de ellas se clavo en mi carne atravesándome el brazo y notando como la sangre salía de este caliente dando la diferencia con el ambiente, el dolor se hizo intenso notaba como esa bestia forcejeaba tirando del mismo para arrancármelo, mientras escuchaba la risa de aquel tipo a mi espalda, mientras seguia consciente pude ver a Viento Negro y como aquellas cosas se le acercaban lentamente para darse un festín.
Aunque no supe lo que paso note como si algo dentro de mi se inflamara con fuerza, un calor que recorrió todo mi cuerpo, una extraña sensación en mi corazón.
Rápidamente sentí como mis músculos se endurecían y llegue a no sentir nada de aquellos dientes, aunque los monstruos intentaron desgarrar mi carne les era imposible, con un impulso me levante haciendo que esas criaturas volaran hacia todas partes.
─ ¿Con quien crees que estas tratando…?...Este cuerpo es mío!...─ exclamé elevando la voz, aunque parecia que no era la mía, si no mucho mas grave y profunda.
─ ¿Pero que coño…?...─ pregunto el tipo al girarse y ver a sus mascotas por le suelo mientras chillaban por el impacto y enseguida se quedo mirándome sorprendido, no tardo ni un segundo en restallar el látigo de nuevo para que aquellas bestias volvieran a atacarme.
Tres de ellas se abalanzaron sobre mi con una mano sostuve a una de ellas por el cuello mientras esta se retorcía intentado liberarse otra por su parte hizo lo mismo pero enseguida la tome del cuello nuevamente otra salto hacia mi pero moviendo el pie de una patada termino a varios metros de distancia chillando por el dolor.
Con un movimiento simple de manos retorcí el cuello de las criaturas escuchando el sonido desgarrador que provocaban.
Despues de eso las demás se pusieron en defensa dejando el cuerpo de Viento Negro y centrando su atención sobre mi.
─ ¿Crees que tus monstruos te salvaran la vida…?...─ pregunte mientras avanzaba hacia el.
Sin pronunciar palabra inmediatamente volvió a restallar el látigo y las criaturas obedecieron, se lanzaron varias de ellas a morderme los tobillos impidiendo que me moviera, mientras que otra se lanzo sobre mi espalda clavando sus garras en mi espalda aunque no sintiera el dolor podia sentir como penetraban en mi espalda y se aferraban.
Mientras me debatía para seguir moviéndome agarre como pude la cabeza de la que tenia a mi espalda y empecé a tirar con fuerza pero parecia imposible que la pudiera quitar de encima.
─ Ja, ja, ja…algunos mas grandes que tu han caído ante mis criaturas…─ dijo con cierta ironía mientras me debatía como sacarme de encima aquel monstruo.
Seguí tirando todo lo fuerte que pude hasta que empecé a escuchar como la criatura comenzó a chillar con fuerza mientras escuchaba como sus tendones y músculos se desgarraban.
Despues de unos segundos tire con todas mis fuerzas dando un grito y viendo como la cabeza de aquel ser la arrancaba de cuajo junto con la columna vertebral, podia notar su sangre salpicándome en toda la espalda y los chisguetazos de su cuello, en eso el cuerpo cayo al plomo desprendiéndose de mi espalda, solamente me quede mirando la cabeza que habia arrancado sin vida y chorreando sangre mientras su columna se cimbreaba ligeramente, me la acerque y le di un lameteen al liquido que emanaba del cuello despues de eso la lance lejos.
Pude ver por un momento el miedo en la rostro del Domador de la Oscuridad que retrocedía unos pasos.
─ ¿Pero como es posible…?...─ pregunto de nuevo el Domador de la Oscuridad retrocediendo unos pasos y dando nuevamente otro latigazo.
─ Suelta a Elizabeth y lárgate o no saldrás vivo…─ dije mientras intentaba caminar aunque me era imposible en eso cerré el puño y propine un puñetazo contra otra bestia atravesándole el cráneo, podia sentir los huesos y la masa caliente y blanda del cerebro mientras la sangre mojaba mi mano, de un solo tirón la arroje hacia otro lado.
De nuevo me incline y tome del cuello a la otra bestia que me impedía mover el pie, empezó a gruñirme y a moverse pero con un movimiento rápido coloque las manos en sus mandibulas y empecé tirar con fuerza hacia arriba y abajo hasta que escuche el crujido de su quijada, despues la lance hacia otro lado y me encamine de nuevo hacia mi oponente.
─ ATACAD!...─ grito con todas sus fuerzas en ese momento pude ver que entre el maizal salían bestias por todas partes eran muchísimas sabia que no acabaría bien todo aquello y por mucho que pudiera destrozarlas sabia que terminaría muerta.
Mire hacia todas partes y todas comenzaron a gruñir y gorgotear al unísono despues de aquello se lanzaron para morderme y desgarrarme podia sentir las garras arañando con fuerza mi piel mientras que otras me mordían y tiraban de mis miembros con fuerza, intentaba moverme como pida pero era imposible me tenían casi inmovilizada.
Aquellas bestias no cesarían en acabar conmigo, por muy fuerte que tuviera la piel y que fuera, aquellas bestias eran demasiadas y sabia que tarde o temprano terminaría muerta, me debatí todo lo que pude para liberarme de aquel mar de colmillos y garras pero era imposible.
Por mucho que me moviera e intentara defenderme, eran demasiadas casi me resultaba imposible respirar, podia sentir sus garras clavarse lo mismo que sus colmillos, pensé que eso era mi fin.
─ Moriréis todos…─ dijo el Domador de la Oscuridad con una risa siniestra en su rostro.
─ ¿Te olvidaste de mi…?...─ pregunto una voz que me resultaba familiar y pensé que habría escapado.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto el Domador de la oscuridad mirando hacia todas direcciones.
Despues de eso mientras me debatía en como salir de aquel ataque, pude escuchar una aleteo y como algo descendía al suelo.
─ Eres mío!…─ dijo Nualia y entre lo que pude observar había aterrizado detrás del Domador de la Oscuridad y tomando sus brazos mientras apoyaba la rodilla en su espalda empezó a tirar con fuerza.
─ ¿Pero que estas haciendo…?...Suéltame!...─ exclamo el Domador de la oscuridad mientras intentaba zafarse de cómo lo tenia apresado Nualia.
Nualia solamente grito con fuerza tirando de los brazos todo lo que pudo, el Domador empezó a chillar al unísono ambos gritos se mezclaron ahogando los alaridos de las bestias que seguían mordiéndome con fuerza.
En unos segundos escuche como el desgarrar de los huesos y músculos juntos con los tendones, quedándose con ambos brazos en sus manos.
El Domador empezó a tambalearse de un sitio a otro con trozos de carne colgando y soltando sangre por todas partes.
Podia ver los huesos de donde habían sido arrancados mientras este se tambaleaba gritando por el dolor.
Dando unos pasos el cuerpo del Domador de la Oscuridad cayo al suelo mientras que Nualia tomo uno de los brazos y dio un mordisco arrancado su carne y empezando masticarla con fruición, podia ver su rostro que parecia mas afilado y agresivo, incluso sus ojos eran de un color rojo sangre intenso.
─ Es lo que te mereces!...─ exclamo Nualia mientras arrojaba los brazos a lo lejos en cuanto el látigo cayo al suelo, las bestias se detuvieron en seco y se quedaron observando como si supieran que algo habia pasado.
Al instante dejaron de morderme y como centellas abandonaron el lugar entre los maizales, como pude me levante.
─ ¿Creía que nos habías dejado…?...─ pregunte mientras me levantaba y me acercaba a Elizabeth para ver como se encontraba este solamente asintió haciéndome saber que se encontraba bien pero aun estaba atemorizada seguidamente fui para ver si Viento Negro estaba viva.
Pase las manos pro sus heridas que eran bastante profundas y despues la coloque en su nariz notando que aun respiraba.
─ Al menos aun sigue viva…ayudadme a entrarla en la casa…─ dije mientras notaba como la fuerza que tenia enseguida desapareció, entre las tres aun nos costaba esfuerzo meterla dentro.
Como pudimos una vez dentro fui rápidamente al piso de arriba y desgarre unos trapos haciendo unas improvisadas vendas para poder hacer algo con aquellas heridas.
─ No podia soportar estar encerrada, todo se me venia encima era un agobio…¿y a ella que le ocurre…?...─ preguntó Nualia mirando a Elizabeth que aun estaba algo en shock y no se movía del rincón.
─ No lo se ahora le preguntare pero es mejor dejarla que se tranquilice un poco…─ respondí mientras empezaba a vendar el cuerpo de Viento Negro que resultaba bastante difícil pasar la venda por debajo del cuerpo.
─ ¿Donde aprendiste a hacer vendajes…?...─ pregunto Nualia ayudándome a levantar un poco el cuerpo de Viento Negro, solamente esperaba que esos vendajes sirvieran para que no se infectaran las heridas.
─ Tuve que aprender a la fuerza en un saloon se pueden producir muchas heridas y mas de una vez tuve que ayudar al barman…─ dije mientras terminaba de aplicar el vendaje a viento Negro y viendo que no podia hacer mas me acerque poco a poco hacia donde estaba Elizabeth.
Podia sentir que todavía estaba atemorizada y temblaba mientras miraba aquella pequeña gema verde entre sus dedos temblorosos, aquella experiencia habia sido traumática para ella.
─ Elizabeth…¿estas bien…?...─ pregunte mientras acercaba la mano muy lentamente a su hombro en cuanto la puse encima esta me miro con los ojos muy abiertos y enseguida se echo a mis brazos abrazándome con fuerza mientras se deshacía en lagrimas.
Estuve un buen rato hasta que Elizabeth se habia calmado, entonces me quede sentada a su lado aun era de noche y estaba muy cansada, mientras que Nualia se sentó en el suelo para descansar.
─ ¿Estas mejor…?...─ pregunte mientras veía que Elizabeth estaba mas calmada y ya no temblaba tanto, solamente asintió confirmándomelo.
─ ¿Por que tienes tanto miedo…?...─ pregunte esperando que me explicara el motivo puesto que aquello era demasiado.
─ En nuestro mundo esas criaturas son nuestros enemigos naturales…además han atacado varias veces nuestro territorio y muchas de nosotras han muerto entre sus fauces y garras, me he sentido paralizada y aterrorizada…lo siento…─ dijo Elizabeth recordando un episodio amargo de su vida y era normal que estuviera así.
Estuve un rato mas abrazándola y consolándola hasta que poco a poco se fue quedando dormida, el sueño poco a poco me iba venciendo mire de nuevo a Viento Negro y parecia que estaba bien, lo mismo que Nualia que se habia quedado dormida.
El resto de la noche paso tranquila ni siquiera me di cuenta, para cuando me desperté el sol ya estaba entrando por todos loa agujeros que habia en la casa.
Note la luz y la brisa fresca de la mañana, abrí los ojos lentamente poniendo las manos enfrente de ellos y abriéndolos poco a poco, el estomago empezó a rugirme, me separe de Elizabeth dejando que durmiera un poco mas.
Salí de la casa, viendo el maizal y como el sol empezaba a salir lentamente, mientras que Nualia hizo lo mismo estirándose y abriendo las alas.
─ Son impresionantes…¿cómo te curaste tan rápido…?...─ pregunte sorprendida viendo las alas en todo su esplendor, mientras que Nualia se estiraba un poco
─ El sexo me da energía…y la uso para ciertos propósitos a menos que se nos atraviese el corazón o se nos corte la cabeza las demás heridas desaparecerán rápidamente, y lo que hicimos en el callejon me dio bastante energía…─ respondió Nualia mientras se le subían los colores a las mejillas.
─ Es mejor que busquemos algo para limpiarnos la sangre…¿crees que volverán…?...─ cuestione interesada, puesto que sabia que no aguantaríamos otra noche igual.
─ No creo que vuelvan…─ respondió Nualia mientras miraba a los maizales que estaban en completa calma.
Mire por los alrededores de la granja hasta que encontramos un pequeño abrevadero y una manivela para el agua.
Moví la manivela y el agua empezó a salir estuve un buen rato echándome agua encima para quitarme la sangre pegada y restos de aquellas criaturas, aquello era una delicia me sentía mejor que nunca.
Por unos instantes pude ver a Nualia que se me quedaba mirando mientras me echaba agua parecia como si estuviera hipnotizada podia verla como repasaba cada curva de mi cuerpo muy interesada.
─ ¿Tengo alguna herida…?...─ cuestione inatentando hacerla salir de ese estado, en cuanto escucho la pregunta continuo echándose agua.
─ Me parecia que tenias una herida…─ respondió Nualia tímidamente mientras proseguía con lo que estaba haciendo.
Despues de un rato de echarnos agua encima pensé que necesitaba cambiar de ropa y esperaba que hubiera algo en la casa.
Al entrar pude ver a Elizabeth que estaba estirándose lo mismo que un gato parecia mucho mas tranquila, sin embargo Viento Negro aun estaba dormida, esperaba que no le pasara nada, así que le puse la mano debajo de la nariz y note que aun respiraba.
─ Mirad a ver si encontráis algo de comer…buscare algo de ropa…─ dije subiendo al piso de arriba.
Nada mas llegar me quede mirando el agujero que habia en la pared por donde salimos, me quede recordando lo que habia pasado pero enseguida me centre en lo que estaba buscando.
Rebusque entre el armario para encontrar algo para ponerme pero encontré algún vestido y la ropa del marido, así que sin pensármelo dos veces me puse los pantalones de color marrón apagado y una camisa blanca y una chaqueta del mismo color que los pantalones.
Viendo que no habia nada mas, revise el tambor del revolver viendo que no habia ninguna bala tenia que comprar algunas y no teníamos dinero que digamos.
Nada mas bajar tanto Elizabeth como Nualia se me quedaron mirando extrañadas y explotaron a reír al unísono.
─ Es lo único que he podido encontrar…no le veo la gracia…─ dije mientras me miraba y la verdad estaba ridícula pero no había otra cosa.
─ Estas ridícula de verdad…─ dijo Nualia poniéndose las manos en la boca para no reírse mas fuerte.
─ Estáis haciendo…demasiado ruido…me duele todo el cuerpo…─ dijo de manera entrecortada Viento Negro mientras intentaba ponerse de pie.
─ ¿Te encuentras bien…?...Seria mejor que descanses un poco mas…─ dije pensando en que no tendría muchas fuerzas despues de aquellas heridas.
─ Me duele algo la espalda…y la cabeza me da vueltas…Por lo que parece seguimos vivas…─ hablo viento Negro mientras se tambaleaba algo al levantarse pero pudo mantenerse de pie.
─ Si logramos ahuyentarlos…─ comente intentando de manera corta tampoco quería explayarme en lo que habia pasado.
Viento Negro estuvo un momento adecuando su vista a la luz que entraba por el agujero de la casa.
─ TU!, nos traicionaste…vas a morir…─ exclamo Viento Negro y en un abrir y cerrar de ojos tenia agarrada a Nualia por el cuello e intentaba estrangularla.
─ Suéltala…que la sueltes, ella fue quien mato la Domador de la Oscuridad…nos salvo a todas…─ dije mientras agarraba los brazos de Viento Negro para que la soltara, podia ver a Nualia patalear y que no podia hablar.
Viento Negro se quedo por unos instantes mirándola fijamente viendo como se debatía por su vida.
Despues de eso la bajo lentamente y la soltó esta retrocedió unos pasos y comenzó a toser con fuerza.
─ ¿Ella nos salvo…?...─ pregunto Viento Negro extrañada por lo que le habia dicho.
─ Si, pedazo de mostrenco, solamente huí por que no soporto los espacios cerrados, me pone de los nervios…las succubus no soportamos que nos encierren somos espíritus libres…─ respondió Nualia mientras se pasaba las manos por la garganta, Viento Negro se quedo mirándola y no dijo ni una palabra solamente retrocedió y se tumbo de nuevo.
─ Será mejor que busquemos algo de comer…empiezo a tener hambre y las demás buscad todo lo que nos haga falta para le camino…saldremos de noche…─ dije intentando calmar el ambiente que habia, puesto que era demasiado tenso.
Me dirigí hacia afuera de la casa y me acerque lentamente a los maizales pero nada mas estar a escasos metros un escalofrío recorrió mi cuerpo me quede como paralizada y observando como se movía por el viento que habia.
De improviso algunos de ellos comenzaron a moverse, cosa que me dejo en alerta, pensaba que era de ellos que se había quedado rezagado, para cundo quise darme cuenta pude ver que se trataba de un conejo.
Respire aliviada y rápidamente lo tome y seguí rebuscando entre el gallinero y demás para ver que encontraba pero pensé que al menos que matásemos una vaca no tendríamos mucha carne.
Volvi de nuevo a la casa y puse algunos huevos y unas mazorcas en la mesa junto con el conejo que habia cazado, era lo único que había encontrado.
─ Con esto no hay bastante tenemos que matar algún animal de la granja…─ dije pensando que seria la única forma de conseguir algo para le camino puesto que aun nos quedaba un trecho y de momento Viento Negro no podia correr a su velocidad.
─ Iré a cazar alguno…─ comento Elizabeth mientras se levantaba, podia verse que aun estaba algo afectada pero intentaba hacer por recuperarse.
─ ¿Estas segura…?...No debes de esforzarte…─ pregunte recapacitando que era mejor que descansara algo mas.
─ No te preocupes estaré bien…además así me despejo algo…─ dijo Elizabeth simplemente sonriéndome y saliendo por el agujero de la pared.
─ Ve, con ella…─ dijo Viento Negro que hasta de momento habia estado en silencio.
─ ¿Por qué…?...no quiero ir…─ pregunto Nualia quejándose por lo que le habia dicho Viento Negro, pero esta solamente se le quedo mirando de manera seria y casi amenazante eso hizo que Nualia se levantara y saliera rápidamente a acompañar a Elizabeth.
─ ¿Estas mejor…?...─ pregunte mientras veía que poco a poco se ponía de pie sin tambalearse y recuperaba las fuerzas.
─ Muchas gracias…nunca pensé que un humano me ayudara…has hecho buenos vendajes…─ hablo Viento Negro mientras miraba por la ventana para comprobar si Nualia estaba ayudando a Elizabeth.
─ No tienes por que agradecérmelo…además que remedio tuve que aprender a la fuerza, en el saloon casi siempre habia alguna que otra pelea y las chicas ayudábamos al barman y algunos otros…─ dije repasando mentalmente lo que pasaba en el saloon y sonriendo entre tanto.
Despues de un rato hablando con Viento Negro me sentía mucho mas cómoda con ella no entendía por que los humanos la despreciaban, pero parte de su aspecto era normal que diese miedo.
─ Lo siento haberte involucrado en esto…─ hablo Viento Negro con cierto pesar en su voz.
─ No te preocupes por eso, cada uno soportamos lo nuestro de alguna forma u otra…pero, ¿por qué te quieren atrapar…?...─ pregunte con cierta curiosidad puesto que seguramente deberíamos esperar mas cazarrecompensas del infierno.
─ En el infierno es un crimen capital ayudar a los humanos y al parecer ese fue mi error…lo que quieren hacer es llevarme de vuelta al infierno y volver a convertirme…─ respondió Viento Negro con cierto ligero miedo en su voz mientras me explicaba aquello.
─ ¿Volver a convertirte…?...¿que es eso…?...─ pregunte con mucha curiosidad puesto que no entendía a lo que se refería y menos siendo cosas del infierno.
─ Bueno una vez que me atrapen y me lleven al infierno seria victima de torturas hasta que mi mente cambiara radicalmente a la que quieren ellos…─ respondió Viento Negro de manera escueta como queriendo resumir, nada mas escucharlo un escalofrío recorrió mi espalda, nunca pensé que hicieran eso.
─ Me es raro siempre pensé que erais malvados todos los demonios así me educaron cuando iba a la iglesia junto con mi madre y que vuestro poder era infinito…─ comente mientras pensaba en todas las veces que habia ido a la iglesia y el párroco me habia dicho siempre lo mismo.
─ Créeme muchas cosas de ese libro están equivocadas y muchas otras se han modificado…si de verdad lo escribieran todo mucha gente cambiaria su forma de pensar…como ves no todos los demonios somos malvados, pero somos directos nos guiamos por nuestra naturaleza y no nos camuflamos bajo una mascara como los humanos con vuestra sociedad…─ hablo Viento Negro de forma muy directa y explicita, nunca pensé que se hubieran omitido cosas en la Biblia.
─ ¿A que mascara te refieres…?... ─ pregunte con extrañeza en lo que había dicho puesto que me estaba dejando perpleja.
─ Muchos humanos os escondéis tras una mascara de bondad y luego os la quitáis haciendo daño…los demonios vamos directos no nos escondemos debajo de ninguna mascara…─ replico Viento Negro con tono de enfado aquello se estaba convirtiendo en una discusión.
─ Bueno si, pero también poséis cuerpo no os mostráis directamente…─ volvi a replicar haciéndole ver lo que hacian la manera de esconderse.
─ Dime una cosa…¿aceptarías a un demonio en tu vida viéndole directamente…?...─ pregunto Viento Negro de manera seca y directa.
─ Bueno vosotros sois demonios y os he aceptado incluso te he ayudado…─ respondí defendiéndome de la acusación que me habia lanzado.
─ Nosotros tenemos una apariencia mas o menos normal…pero hay muchos otros como esos Desgarradores de la Oscuridad que no resultan muy agradables…y hay otros que le echo de verlos provoca locura en los humanos y eso provoca odio…─ comento Viento Negro y en parte la entendía puesto que ciertas apariencias pueden resultar muy dañinas.
Despues de aquello nos quedamos calladas esperando a que regresaran Elizabeth y Nualia de su cacería improvisada.
─ Ha costado un poco pero he traído algo…─ dijo Elizabeth entrando mientras sostenía en sus manos dos gallinas que aun estaban vivas y moviéndose.
─ Si, ha sido divertidísimo…─ dijo Elizabeth de manera irónica mientras se la veía que estaba manchada de tierra y polvo con una gallina en las manos.
─ ¿Bueno que hacemos ahora…?...─ pregunte viendo las gallinas que aun estaban vivas y moviéndose en las manos de ambas.
Viento Negro se acerco y tomo una de ellas y poniendo su mano en la cabeza de esta, mi corazón dio un vuelco no estaría pensando en hacer lo que creía.
De un solo tirón arranco su cuello, escuche aquel sonido asqueroso que por muchas veces que lo oyera seguia poniéndome la piel de gallina, arrojando la cabeza de la gallina hacia un lugar y el cuerpo hacia otro este comenzó a moverse de manera macabra durante unos segundos dejando todo perdido de sangre hasta que al fin cayo al suelo.
─ JODER!...avisa cuando vayas a hacer eso…─ exclamé al ver semejante espectáculo sangriento.
─ Voy a hacerlo otras dos veces mas…─ hablo Viento Negro de manera sarcástica mientras tomaba otro de los pollos y volvía a hacer lo mismo no pude mas que apartar la mirada mientras pasaba lo mismo.
─ Sabes me resulta increible pensé que a estas alturas te habías acostumbrado…desmembrad personas y demonios y ves esto y miras hacia otro lado…es increible…─ comento Nualia al ver que apartaba la mirada para no ver el cuerpo de la gallina moverse sin cabeza.
─ Cuando hago eso no estoy en mi misma…y aun no me acostumbro a esto…ni siquiera me gustaba verlo cuando lo hacian mis padres…aun recuerdo la primera vez que lo vi salí corriendo a vomitar…─ dije recordando lo que pasaba cuando mis padres hacian lo mismo no me acostumbraba ni lo haría nunca.
En uno de estos momentos en cuanto la gallina empezó a moverse sin cabeza, Elizabeth se quedo mirándola con curiosidad incluso pareció jugar con ella hasta que esta cayo al suelo, entonces se me quedo mirando extrañada y con los colores subidos.
─ No te preocupes…─ dije mientras me ponía una mano en la boca y sonreía ligeramente al menos me habia echo pasar el mal trago.
─ El instinto es lo que mas tira siempre seréis gatos…─ dijo de manera cruel refiriéndose a lo que habia echo y aunque no estaba deacuerdo con su comentario era cierto el instinto es lo que mas te impulsa.
─ Repite eso murciélago deforme…─ comento Elizabeth defendiéndose de la acusación mientras sus garras crecían dispuesta a pelearse.
─ ¿Qué me has llamado gato roñoso…?...─ pregunto Elizabeth con crueldad mientras desplegaba las alas preparada para le combate.
─ Vosotras dos, si vais a pelearos hacedlo fuera…─ dijo Viento Negro mientras veía como lso ánimos se iban caldeando.
─ Dejadlo ya!...─ exclame intentando acabar aquello pero parecían que no iban a terminarlo.
─ No te metas si quieren solucionarlo así…─ dijo Viento Negro impidiéndome meterme entre ambas.
Despues de eso salieron afuera y se dispusieron a redimir sus rencillas, al parecer estaba dispuestas a terminar aquello y que solo una saliera viva….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
623
3.553 ATC
GEMA VIVIENTE II
No podia permitir que eso sucediera, pero Viento Negro no me dejaría actuar, solo esperaba que ninguna terminara muerta.
─ Ya que lo quieres así, no saldrás viva…─ dijo Nualia y abriendo las alas de golpe se elevo aprovechándose de aquello puesto que así Elizabeth no podría alcanzarla.
Elizabeth permaneció atenta a lo que pudiera hacer y como un relámpago Nualia se lanzo por ella en picado, Elizabeth se aparto con un movimiento rápido hacia un lado.
En eso Nualia alargo un poco mas las uñas haciéndola mas peligrosa, aun mientras Elizabeth no dejaba de estar atenta.
De nuevo Nualia volvió a lanzarse contra ella pero en eso Elizabeth miro hacia la casa y corrió hacia ella tomando impulso y saltando contra la pared y nuevamente contra Nualia, aterrizando sobre su espalda en eso le propino un garrazo que hizo que se desestabilizara y cayera al suelo, mientras que Elizabeth dado otra voltereta aterrizo sin dificultad.
─ Yo que tu…no volvería a volar…─ dijo Elizabeth con ironía haciéndole saber que no le serviría de nada.
─ Me las pagaras!...─ exclamo Nualia dando un golpe en el suelo con rabia, no le habia sentado muy bien que le hiciera aquello.
Nualia se lanzo por esta y enseguida Elizabeth enlazaron las manos y empezaron a forcejear, ninguna se daría por vencida.
En eso aprovechándose de su cola la enrosco en el tobillo de Elizabeth haciéndola caer al suelo y tomando ventaja.
─ No me vencerás haciendo trampas…─ hablo Elizabeth con rabia en su voz mientras que encogiendo sus piernas las cruzo en el cuello de Nualia con fuerza, esta intento desembarazarse como pudo pero no tenia forma, así que con un gran esfuerzo empezó a levantarse como pudo.
Entre tanto Elizabeth soltó las manos y con un impulso cayo la suelo lanzándola a varios metros.
─ Parad de una vez!...─ exclame intentando hacer que se detuvieran pero no me oyeron o no quisieron hacerlo.
Mientras rodaba por el suelo Elizabeth se lanzo por ella corriendo lo mismo que un gato hasta estar a su altura y lanzarse de nuevo, se puso encima de esta dispuesta a matarla de una vez por todas, pero Nualia reacciono a tiempo deteniendo sus manos y volviendo a enlazarlas, mientras estaban así de nuevo Nualia volvió a usar su cola aforrándose al cuello de Elizabeth.
─ Muere!...─ exclamo Nualia mientras apretaba su cola contra el cuello de Elizabeth dispuesta a estrangularla.
Podia ver como Elizabeth se debatía quedándole cada vez menos oxigeno en sus pulmones y sus fuerzas iban flaqueando.
A eso Nualia aprovecho la oportunidad de morderle la cola y Elizabeth grito con fuerza y de un movimiento se deshizo de ella.
Ni siquiera se cruzaron palabras, las miradas lo decían todo ninguna estaba dispuesta a terminar aquello hasta que la otra muriese.
Esta vez fue Nualia la que inicio el combate lanzándose contra Elizabeth esta retrocedió, no entendía lo que iba a hacer, para cuando llego a la casa apoyo sus pies en la pared y dando unos pasos salto pro encima de Nualia a su espalda y propinándole un garrazo haciendo que la sangre empezara a manar de la herida y cayera a la arena.
Sin pensárselo dos veces se lanzo a por esta y con un movimiento rápido puso su brazo alrededor del cuello y su otra mano en la espalda que empezaba a clavar las uñas sobre la herida que le habia echo.
Nualia empezó a gritar y sus rasgos comenzaron a cambiar delante de mis ojos tornándose mucho mas afilados y siniestros mientras que sus ojos perdían la pupila y de un color rojo intenso.
Nuevamente usando la cola intento enroscarla en el cuello de Elizabeth para volver a estrangularla pero esta vez al parecer reacciono a tiempo.
─ Esta vez no te servirá…─ dijo Nualia dejando de presionar sobre la herida y sosteniendo la cola de Nualia con fuerza mientras apretaba el cuello de esta.
Nualia se debatía intentando liberarse de la presa viendo que no podia engañarla esta vez con la cola.
Nualia le propino varios codazos en el abdomen haciendo que Elizabeth la soltara y comenzara a toser con fuerza.
Momento que aprovecho para tomarla del pelo y propinarle un golpe en el rostro haciéndola que cayera al suelo.
En esto alargo las garras y empezó a lanzar garrazos clavándolas en el suelo mientras que Elizabeth giraba para que no le acertara a cada golpe podia ver un agujero en el suelo un solo garrazo y acabaría con su vida.
Aunque la suerte no el duro mucho a Elizabeth puesto que choco contra una roca momento que provecho Nualia para volver a atacar por suerte Elizabeth pudo moverse un poco pero sus garras acertaron en el hombro atravesándoselo de parte a parte.
Escuche el grito desgarrador de Elizabeth mientras Nualia la elevaba en el aire sostenida solamente por sus garras que la atravesaban, la sangre salía de la herida abierta manchando su pelaje y cayendo al suelo.
Nualia elevo su otra mano alargando las uñas y colocándoselas a la altura del cuello amenazándola con matarla.
─ MUERE!...─ grito Nualia de forma tétrica echando hacia atrás la mano y preparándose para dar el golpe final mientras Elizabeth gritaba por el dolor podia verse en su rostro el sufrimiento por el que estaba pasando.
Por unos segundos no sabia que hacer, aquel combate estaba decidido y Elizabeth terminaría muriendo.
─ BASTA!...─ grite viendo que aquello no llegaba a ninguna parte, Viento Negro no pronuncio ni una palabra solamente retrocedió metiéndose en la casa.
─ Es nuestra pelea no te metas…ella lo quiso así!...─ exclamo Nualia con las uñas a escasos centímetros de su cuello tanto que con un solo movimiento podría cortárselo.
─ Se que os odiáis…pero esto no os servirá de nada…incluso os habéis ayudado antes…esto no va a arreglar nada…─ hable esperando que se arreglara la pelea que tenían entre ellas, por unos segundos que prácticamente se me hicieron horas se quedo Nualia mirando el rostro de sufrimiento de Elizabeth mientras se debatía con el dolor.
Despues de eso de un solo movimiento retiró las garras haciéndola caer al suelo, Elizabeth se coloco la mano en el hombro por la herida que no dejaba de sangrar.
Rápidamente entré en la casa y tome las pocas vendas que quedaban y se las coloque en el hombro al menos esta dejo de gritar.
─ Maldita sea!...─ exclamó Elizabeth quejándose por lo que habia pasado, aunque no lo entendía, por lo menos seguia viva.
En cuanto acabe de vendarla esta se levanto y se fue hacia un lugar para estar sola por unos momentos viendo aquello quería hablar con Nualia para saber por que hizo aquello.
─ ¿Se puede saber que te ocurre…?...No se te ocurra volver a pelearte de nuevo…─ pregunte de manera amenazante en eso Nualia se me quedo mirando con cara de enfado.
─ Escucha estoy harta de esa gata siempre metiéndose donde no debe…no debería de estar aquí…─ respondió Nualia quejándose por meterme entre su pelea, al parecer esta batalla que tenían entre ellas no acabaría nunca.
─ Pues déjala en paz…y no se te ocurra meterte con ella de nuevo…─ hable advirtiéndole que no volviera a pelearse.
─ ¿Serás tu quien me lo impida…?...─ pregunto de manera agresiva mirándome directamente a los ojos, preferi no decir ninguna palabra y me dirigí hacia donde estaba Elizabeth para ver como estaba.
Salí de la casa y me fui hacia donde la habia visto andar pero no estaba por ninguna parte parecia que se habia largado para estar sola.
Me quede unos minutos esperándola y mirando hacia todas partes pero no la encontraba por ningun lado, así que regrese a la casa para comer un poco el estomago estaba rugiéndome con fuerza.
Para cuando llegue a la casa Viento Negro estaba arrancándole los intestinos y demás a las gallinas, y tiraba las tripas y sus entrañas hacia fuera, podia ver aquellos órganos que aun estaban frescos gotear sangre y mezclándose con la arena, aquel olor asqueroso se metió en mi nariz de golpe haciéndome dar unas arcadas y mirando hacia otro lado.
─ Es increible hace un rato despedazabas a esos bichos sin miramientos y ahora te dan ganas de vomitar esto…interesante…─ dijo Viento Negro arrancando de nuevo los órganos del pollo y lanzándolos afuera.
─ En ese momento no soy yo…y esto me da asco siempre lo ha hecho…─ dije poniéndome la mano en la boca sintiendo las arcadas y el sabor a bilis que subía por mi garganta pero sin llegar a vomitar.
Una vez hubieron terminado pusieron los pollos al fuego para que se hicieran aquel olor me hizo recordar cuando comíamos en casa, me quede ensimismada mirando como se hacia la carne.
Aunque se hizo el silencio de golpe, ni siquiera nos hablamos permanecimos esperando a que la carne se hiciera.
Despues de eso tome varios trozos de carne y empecé a comer con fruición aquello me sentó de maravilla y elevo mi animo, enseguida salí afuera esperando encontrar a Elizabeth y darle algo de comer seguramente tendría hambre.
Avance hacia los maizales pensando que estaría entre ellos escondida y pude ver con cierto asco las cabezas y los trozos de aquellas bestias que se supone que había destrozado junto con los brazos de aquel demonio que estaban tirados en el suelo entre todos aquellos pedazos de carne sanguinolentos y entrañas tiradas por el suelo pude observar algunos coyotes que estaban devorándolos pero al verme solamente me gruñeron y siguieron con lo que estaban haciendo, auqneu lso cuervos también se estaban dando su festín.
Aquella visión hizo que dejara de comer de inmediato, el olor que desprendía aquello me dejo como atontada por unos segundos no pude mas que retroceder unos pasos e intentar no vomitar con aquello.
Me dirigí hacia el establo para poder comer tranquila al menos no vería todo aquello, al llegar era un lugar tranquilo lleno de balas de paja y un abrevadero para los animales, habia una escalera que llevaba al piso de arriba.
Pensé que seria le mejor lugar para estar tranquila al menos hasta que llegara la noche, subí por las escaleras y para mi sorpresa me encontré a Elizabeth que estaba acurrucada viendo su pequeña gema pude escuchar que estaba sollozando.
Me acerque lentamente parecia que no me hubiera escuchado cuando estuve a su altura le puse la mano en el hombro esta enseguida se giro preparada para darme un garrazo.
─ Tranquila soy yo…te he traído algo de comer, pensé que tendrías hambre…─ hable ofreciéndole varios trozos del pollo para que comiera algo, enseguida las tripas de Elizabeth empezaron a rugir y esta rápidamente comenzó a comer con ganas.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunte mientras comía podia ver en sus ojos que habia estado llorando.
En cuanto hubo terminado de comer se volvió a dar la vuelta pendiente de aquella gema y pude escucharla como sollozaba.
─ Quiero volver a casa…aquí solo soy un estorbo nada mas… puedo ni siquiera ganarle un combate a ella…en mi pueblo hubiera sido mi muerte…─ comento Elizabeth y la verdad aquello me parecia una barbaridad.
─ Escucha voy a hacer todo lo que pueda para que vuelvas a casa te lo eh prometido…y no eres un estorbo me has salvado la vida para mi eso es mucho…así que no te preocupes…─ dije recordándole que hace poco me salvo la vida cuando estuve con esas cosas.
Despues de eso le coloque la mano sobre su cabeza sintiendo el pelaje suave y calido y empecé a acariciársela por unos segundos me pareció incluso escuchar un ronroneo muy ligero que enseguida se apago.
─ ¿Vienes…?...ya mismo anochecerá y partiremos…─ dije pensando que tendríamos que buscar todo lo que nos pudiera servir para llegar a la ciudad.
─ Me quedare un poco mas…quiero estar sola…─ hablo Elizabeth mientras bajaba las escaleras, me pareció lo mejor esperaba que se hubiera calmado por completo.
Al llegar a la casa pude ver a Nualia que estaba tumbada en el sofá descansando despues de haber comido y durmiendo algo, mientras que Viento Negro estaba rebuscando a ver si encontraba alguna cosa que fuera útil para nuestro camino.
─ ¿Encuentras algo…?...─ cuestione mientras la veía revolver entre la cosas que había por allí pero no hallaba nada que fuera muy útil.
─ Tendrás que subir arriba para ver si hay algo en los cajones y los armarios…Nualia ve abajo a ver si encuentras algo…─ dijo Viento Negro despertando a Nualia que a malas ganas se levanto y abriendo la trampilla descendió al sótano.
─ Iré arriba…─ hable de manera escueta y subí hacia el piso superior a buscar de nuevo entre todo l oque podia encontrar.
Revise a fondo los cajones y los armarios pero no había mucha cosa que fuera útil ni siquiera algunas balas para el revolver, puesto que estaba segura que me harían falta, pero por mucho que buscase no las encontraba por ninguna parte.
Me daba algo de miedo bajar al sótano puesto que lo que había no me hacia mucha gracia, pero tenia que bajar para buscar si algo se me habia pasado, así que haciendo de tripas corazón abrí la trampilla y baje lentamente, el ambiente era asqueroso, el olor a descomposición llenaba el ambiente y la ligera luz que atravesaba los tablones lo hacian aun mas tétrico si pudiese ser.
Nada mas bajar alas escaleras pude ver los cuerpos de los que habitaban la casa, que aun chorreaban sangre, preferi no fijarme en aquello y empecé a buscar encontrando una cantimplora que nos haría bastante falta.
En cuanto la hube cogido y empecé a subir las escaleras, escuche algo extraño como si se hubieran movido con bastante miedo en el cuerpo gire la cabeza esperando que no fuera lo que estaba pensando.
Pero nada mas girar la cabeza pude ver como uno de los cuerpos empezaba a arrastrarse lentamente fuera de los cadáveres, aquello hizo que retrocediese lo que pude hasta notar la pared en mi espalda.
Mientras veía aquel macabro espectáculo preferi salir corriendo hacia arriba y salir cuanto antes pero nada mas que di unos cuantos pasos para salir de aquel sitio, la trampilla se cerro con fuerza.
─ Abrid la trampilla!...Rápido!...─ exclame golpeando la trampilla con fuerza viendo lo que se me venia encima.
Escuche sonidos asquerosos de algo que se arrastraba por el suelo podia escuchar el gotear de sangre junto con el movimiento de los músculos y huesos.
Mientras cerraba los ojos con fuerza deseando que lo que fuese desapareciese, el sonido desapareció, me quede durante unos segundos así, al abrirlos pude ver el rostro deformado por las heridas que aun goteaban sangre, la carne destrozada incluso había heridas que llegaban al hueso, parte de la cabeza la tenia destrozada podia verle el cerebro.
─ Joder!...─ exclame sin saber que hacer viendo aquella monstruosidad que tenia en frente de mi rostro a escasos centímetros.
─ AAAAAHHHHH!!!...─ grito con fuerza aquella cosa y enseguida note el aliento helado que salía de su boca.
─ No se abre…─ hablo Viento Negro y los ruidos de la trampilla de cómo estaban intentando moverla para abrirla.
─ Tira mas fuerte…─ dijo Nualia mientras se escuchaban los esfuerzos que estaban haciendo.
─ Las gemas...rápido…no debes de perder tiempo…SORATH!...─ grito con fuerza aquella cosa, hasta que se desplomo delante de mi.
De pronto la trampilla se abrí y salí rápidamente sin perder tiempo, estaba aterrorizada.
─ ¿Por qué no abríais la trampilla…?...─ pregunte con cierto tono de miedo en mi voz mientras salía de aquel lugar todo lo rápido que podia.
─ ¿Te ocurre algo…?...estas pálida…─ pregunto Elizabeth mientras me ayudaba a levantarme, por unos segundos me quede mirando a la trampilla sin poder apartar la vista.
─ Ey…¿estas bien…?...─ pregunto Nualia viéndome directamente al rostro mientras me zarandeaba para que saliera de aquel estado.
─ Asustada mas bien, una de esas cosas se ha levantado y me ha dicho que me de prisa con las gemas y un nombre…Soreth o Siroth algo por el estilo…─ dije con miedo en la voz mientras me retiraba un par de pasos de la trampilla.
─ ¿No seria Sorath…?...─ pregunto Viento Negro con temor en su voz al parecer aquel nombre hizo que tanto Elizabeth como Nualia cambiaran sus rostros de golpe.
─ Si ese!...¿Ocurre algo…?...─ cuestione al escucharlo de nuevo, ese nombre no parecia muy amistoso para ellas
Por unos instantes se hizo el silencio en la casa, ninguna de ellas parecia que se atreviera a decir nada respecto al nombre.
─ Ese demonio precisamente es uno de los mas agresivos, durante las grandes guerras en el infierno fue uno de los generales me acuerdo que muchísimos demonios cayeron bajo su liderazgo, fue uno de los peores le importaba poco quien muriera solamente quería ganar…cuando entramos en este mundo por suerte lo sustituyeron por otro general, si no hubiera acabado peor…─ dijo Viento Negro recordando las grandes guerras.
─ ¿Grandes guerras en le infierno…?...Pensaba que no luchabais entre vosotros…─ cuestione como siempre haciéndome la idea de que todos los demonios estaban unidos entre si.
─ No creas lo que has leído en el infierno no es que estemos muy unidos hay partidarios del gran señor Belcebú y otros que pretenden derrocarlo...que yo recuerde he estado en tres grandes guerras…el problema es que siempre que se inicia una batalla este mundo sufre…como estas viendo…─ dijo Viento Negro abriéndome los ojos ante los demonios y sus luchas.
─ Entonces esos pueblos que han caído toda esa gente muerta…¿es causa de vuestras guerras…?...─ cuestione con incredulidad recordando aquellos pueblos que habían caído.
─ ¿Crees que esas estructuras son solo decorativas…?...Son símbolos de poder y faros en su guerra por donde tienen que aparecer o reunirse…─ explico Viento Negro haciéndome saber que había una guerra en el infierno y nosotros lo estabamos pagando.
─ A ver si lo entiendo vosotros hacéis una guerra y quien sufrimos somos nosotros…¿Os pensáis que somos marionetas…?...─ pregunte con indignación la saber aquello, puesto que debido a sus guerras nosotros moríamos.
─ Por que piensas que deje su ejercito, no soportaba mas aquello, pero ya era demasiado tarde llevaba sobre mi espalda la muerte de muchas personas…y no podia soportar que hubiese mas…─ dijo Viento Negro con resignación en su voz puesto que la parecer todo lo que tenia que soportar nunca pensé encontrar un demonio que tuviera conciencia.
Preferi no pronunciar ninguna palabra, aunque mire a Nualia y a Elizabeth estas solamente tenían las cabezas bajadas aunque sabia que ellas no tenían que ver en esto.
─ Las susucubs no participamos en sus luchas, lo nuestro no es atacar en masa ni matar a las personas…y no creo que ella tampoco haga eso…─ dijo Nualia defendiéndose, pensando que le atacaría con acusaciones, pero solo mirando a Elizabeth que aun estaba algo afectada al parecer por ese nombre sabia que ella no tenia la culpa las guerras siempre meten a gente inocente en el punto de mira.
Sin pronunciar palabra me senté en el suelo pensando en lo que me habia dicho y esperando a que llegar la noche para salir.
El resto del tiempo fue en silencio ni siquiera nos dirigíamos la palabra o nos mirábamos cada una estaba intentando descansar.
Poco a poco el día fue pasando hasta que vimos como los últimos rayos de sol se escondían y despues de eso me levante salimos de la casa y fui hacia el grifo para poner algo de agua en la cantimplora.
Una vez que la hube llenado me quede mirando la cielo estrellado y viendo que la luna estaba llena podia sentir el aire frío y escuchar el sonido de los animales.
Viento Negro me invito a subir a su grupa y Elizabeth hizo lo mismo, en ese momento empezamos a dirigirnos hacia el pueblo donde se encontraba la gema viviente para ver que podíamos hacer.
Sentí enseguida le pelaje de Elizabeth sobre mi espalda sus pechos aplastándose y como se agarraba con fuerza a mi cintura, el frío que sentía enseguida paso y comenzamos el camino hacia ese destino.
Viento Negro arranco con fuerza pero rápidamente descendió el ritmo al parecer las heridas le estaban jugando una mala pasada y podia ver en su rostro le dolor.
─ ¿Te encuentras bien…?...¿Puedes continuar…?...─ pregunte viendo que el ritmo de su galope habia descendido y su rostro reflejaba el dolor.
─ No te preocupes puedo llegar…─ dijo con orgullo en su voz y sabia perfectamente que llegaría aunque no en el estado.
De nuevo volvió a acelerar nuevamente pude sentir esa sensación recorrerme el cuerpo, al menos llegaríamos rápidamente a Bannak Town.
En nuestro viaje nos llego el día y poco a poco comenzaba a amanecer, podia sentir mi estomago como se revolvía por el hambre.
Viento Negro paro y descendimos de su grupa estabamos cerca del pueblo podia ver un camino que seguramente llegaría a nuestro destino.
Buscamos un buen lugar para acampar y buscar alguna cosa para comer, le pase la cantimplora a Elizabeth que comenzó a beber lo mismo que las demás, el viaje habia sido largo y habia bastante sed.
─ Al menos tenemos un poco de carne seca…─ dije mientras rebuscaba un poco y las pasaba entre ellas, eso calmaría algo el hambre pero no por mucho tiempo.
─ ¿Qué tienes pensado hacer con la chica…?...─ pregunto Elizabeth mientras le daba un mordisco a la carne en eso pude ver que tenia los colmillos algo grandes y afilados.
─ No lo se, es como si hiciera lo que me hicieron esos tipos…no tengo idea…─ respondí dando un mordisco a la carne y pensando pero sabia que tendría que matarla para sacarle la gema.
─ Pues tendrás que decidirte…una vez la tengas delante no habrá vuelta atrás…─ hablo Viento Negro con tono de enfado mientras terminaba de comer.
─ Lose no hace faltas que me metas mas presión…─ dije pensando que aquello tenia que pensarlo pero tampoco tenia mucho tiempo.
Pero en el tiempo que estabamos comiendo escuchamos el trotar de un animal para cuando miramos hacia le camino vimos un caballo que arrastraba a un hombre, este parecia bastante mal herido.
─ ¿Pero que…?...Es mejor que vaya al pueblo para ver que pasa…─ pregunte viendo el espectáculo, no sabía lo que estaba pasando pero seguro que no era nada bueno.
Sin decir palabra me dirigí hacia el camino polvoriento en dirección la pueblo junto con Nualia para ver que es lo que pasaba y por que se dirigia ese caballo hacia allí.
El ambiente era seco y el sol apretaba con fuerza y el viento no es que hiciera mucho de alivio puesto que era caliente y en el cielo no se veía ninguna nube.
Avanzamos por el camino aproximadamente por media hora para cuando llegamos pudimos ver al caballo que estaba en la entrada del pueblo y rodeado de personas junto con el sheriff.
─ A ver dejen espacio…─ dijo el Sheriff mientras revisaba que es lo que habia pasado, el jinete estaba muerto en su rostro podia verse que tenia abrasiones y arañazos su rostro estaba desfigurado pro completo.
En sus manos habia rasguños y la camisa estaba completamente empapada en sangre para cuando el sheriff se la quito pudimos ver la palabra "Gema".
Para cuando mire a las personas puede ver a las mujeres con cara de miedo y que empezaban a cuchichear entre ellas mientras los hombres no parecían salir de su asombro.
─ ¿A que gema se refiere…?...─ pregunto uno de los hombres mientras el sheriff revisaba en las alforjas y sacaba unos cuantos collares con diamantes y piedras preciosas.
─ No lo se pero estas no lo son…─ dijo el sheriff mientras volvía a dejar los collares y anillos en la alforja.
Despues de eso descolgaron la jinete del caballo y lo llevaron a la tienda de los ataúdes, despues de eso tomaron al caballo y se lo llevaron.
Mientras avanzábamos hacia el saloon me quede pensando en lo que habia pasado puesto que pocas personas sabíamos de la gema y que tenia que ser Alan pero no pensé que llegara hasta tal punto.
─ ¿En que piensas…?...Te noto como si estuvieras muy distraída…─ cuestiono Nualia mientras caminábamos hacia el saloon para ver si encontrábamos a esa chica.
─ No entiendo como Alan es posible que hubiera llegado a esto…no creo que sea capaz…debe de haber alguien que quiere mas la gema y lo sabe…─ respondí mientras le daba vueltas pensándolo.
Casi sin saberlo habíamos llegado al saloon, pude escuchar el ruido típico que habia y que ya estaba acostumbrada, al elevar la cabeza pude ver que estaba en frente de la lavandería cruce la calle, el ambiente que habia era bastante extraño incluso parecia que fuera de miedo.
Avanzamos hacia le saloon y abrimos las típicas puertas, no se podría decir que fuera nada del otro mundo al fondo la gramola, varias mesas y sillas desperdigadas por el lugar y al otro lado una barra con un espejo detrás y varias botellas, podia olerse a tabaco y alcohol por el ambiente aquello me hizo traer recuerdos a la mente cosas que ya eran imposibles que volviera a hacer.
─ ¿Qué te sirvo…?...─ pregunto el barman nada mas verme que me acercaba a la barra.
─ De momento información…¿Qué es lo que pasa con el jinete que ha venido…?...─ pregunte esperando que al menos me respondiera puesto que sabia que si le preguntaba al sheriff no me diría nada.
─ Al parecer alguien amenazo al alcalde del pueblo pidiéndole una gema que estaba en este pueblo y el plazo termina mañana…─ respondió el barman mientras limpiaba un vaso.
Despues de eso escuchamos unos pasos que bajaban la escalera al girar la cabeza pude ver a la chica que habia parecido en la gema.
─ Parece que te has despertado temprano Rita…─ comento el barman mientras miraba a la chica que bajaba las escaleras.
Por un momento mi mente viajo al tiempo en que trabajaba en un saloon y me quede sin decir nada me recordó a mi amiga.
─ No podia dormir con tanto alboroto…no ha servido de nada, ¿no?...─ pregunto Rita mientras descendía la escalera y sus ojos se posaban en mi, por un instante Nualia se quedo mirándola mientras se relamía los labios, no pude mas que darle un codazo para que disimulara un poco.
─ Auch!...¿que pasa…?...─ pregunto Nualia mientras se llevaba la mano la costado por el codazo.
─ Disimula un poco…─ hable mientras miraba de nuevo a la chica, aquellas curvas y esos pechos hacian que mi mente por un segundo pensara en otra cosa incluso el demonio de mi interior se revolvió notando que ella tenia la gema.
─ Una monja en el saloon…¿Qué se le ha perdido hermana…?...─ pregunto la chica mientras se acercaba a la barra y el barman le servia un vaso de whisky.
Esta se lo tomo de un trago haciendo que brillara el maquillaje de sus labios que eran de color rojo.
Moví la cabeza varias veces para salir de aquel estado era como si me atrajera hacia ella, pensé enseguida que se trataba de la gema y de lo que había dicho Viento Negro.
Intente pensar en otra cosa, dirigir mis pensamientos en otra dirección intentando resistirme al influjo de la gema.
─ Solamente la acompaño…estoy de paso en dirección al convento…─ dijo Nualia sacando una excusa, aunque no sabia si habia un convento en las cercanías.
─ Bueno entonces no creo que tarden mucho a medio día de camino esta en dirección este…─ hablo Rita mientras se acercaba a donde estabamos y empezó a mirarme de arriba abajo.
Por un instante me perdí en sus ojos y en sus formas imaginándome de todo, el demonio de mi interior no paraba de revolverse y esas dulces imágenes fueron reemplazadas con la muerte de esta y cubierta de sangre mientras yo metía la mano en el interior de su pecho y la sacaba cubierta de sangre caliente y pegajosa con la gema en mi mano.
Aquello me hizo salir de mi entonación y con un movimiento rápido tome de la mano a Nualia y salí corriendo del lugar, no quería que aquella visión se hiciera realidad….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
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Mazoku
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GEMA VIVIENTE III
─ ¿Qué haces…?...─ pregunto Nualia extrañada por la rápida salida que habíamos echo, pero nada mas verme obtuvo la respuesta.
─ Esto no me gusta, se esta revolviendo cada vez que me acerco y el influjo de la gema es muy fuerte, no puedo hacerlo…─ conteste mientras empezaba a jadear, aquellas imágenes desaparecieron por completo en un instante.
─ Pues tienes que decidirte…no creo que Viento Negro tampoco este muy dispuesta para que hayamos venido hasta aquí y no hacer nada…─ comento Nualia y no le faltaba razón pero no podia hacer lo mismo que me hicieron.
─ Volvamos…tengo que pensarlo…─ hable esperando que el caminar hacia donde estaban las demás me surgiera algo.
Pero nada mas andar unos pasos me di cuenta que Alan pasaba a nuestro lado me quede sorprendida parecia que no se había dado cuenta que pasaba a nuestro lado.
─ Es él…─ dije mirando como pasaba a nuestro lado y entraba en el saloon sabia que iba también detrás de ella.
Enseguida me di la vuelta y me encamine de nuevo hacia el saloon para hablar con el, dejando sola a Nualia que parecia no saber que hacer.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto Nualia un tanto confusa por la vuelta que habia dado de improviso sin saber que estaba pasando.
Entre en el saloon de nuevo y pude ver a Alan que estaba en la barra tomándose unos tragos tan tranquilo.
─ Vaya mira quien tenemos aquí…─ dije mientras me acercaba a la barra aunque aquellas palabras hizo que el barman solamente se pusiera algo nervioso pensando que se podría organizar una pelea.
─ Te sentaba mejor la otra ropa…póngale un vaso a mi amiga…─ comento Alan mientras tomaba otro trago, entre tanto el barman con las manos temblorosas me sirvió un trago de whisky, mire de reojo para ver donde se encontraba Rita pero al parecer habia subido a las habitaciones superiores.
─ Se por lo que has venido y esta vez no la conseguirás…debería de matarte por lo que le hiciste a mi amiga…─ dije con tono de enfado mientras tragaba el whisky de un solo trago, aunque su sabor amargo no llegue ni siquiera a notarlo puesto que ya estaba acostumbrada.
─ No sabéis donde os estáis metiendo…y tampoco entiendo por que la shaman te salvo…─ hablo Alan mientras tomaba el trago y jugaba con el vaso pidiendo otro mas.
─ Eso es lo que menos me cabe en la cabeza…¿sabes lo que estas haciendo…?...¿imaginas lo que hizo la shaman para que siguiera viva…?...¿y que sabes de la shaman…?...─ pregunte varias veces quería respuestas y era el único que podia dármelas.
─ Tranquila…si se lo que te hizo y te dio un don para que pudieras recuperar esas gemas, se lo que estoy haciendo y no te importa por que lo estoy haciendo…─ respondió con tono serio mientras bajaba el ala de su sombrero y volvía a servirse otro trago mas.
─ Si sabes lo que puede pasar…es mejor que lo dejes…esa shaman solo quiere volver a hacer lo que se hizo antes…─ comente haciéndole saber que lo que quería era volver a invocar a los demonios.
─ Si es eso lo que quieres, ¿por que le estas haciendo el trabajo…?...─ cuestiono Alan mirándome fijamente sin parpadear.
Por un momento no supe que decir en verdad le estaba haciendo el trabajo pero lo único que quería es salvar a mi madre.
─ Al principio no sabia que es lo que pasaba pero ahora tengo otros planes…y no pienso dejar que mates a esa chica para conseguir la gema…─ comente tomando el vaso que le habían servido y tomándomelo.
─ No me vais a detener ni tu y tu circo de amigas deformes…diles que esta vez vengo preparado…─ dijo Alan en tono serio mientras llevaba la mano a la pistola.
─ Como se te ocurra solamente tocarlas…─ dije sin llegar a acabar la frase, en ese momento Alan salio del saloon y por unos instantes me quede allí mirando el vaso de whisky.
─ ¿Le sirvo otro…?...─ pregunto el barman temblándole la botella en la mano, sin mediar palabra salí del saloon.
─ Tenemos que proteger a la chica…─ dije pensando que era la única forma de que Alan no obtuviera la gema.
─ Resultas algo confusa, ¿como vas a proteger al a chica si ambos queréis matarla para obtener la gema…?...─ pregunto Nualia confusa por lo que habia dicho y la verdad yo tampoco estaba segura de lo que iba a hacer.
─ Primero debemos de protegerla despues ya veremos que hacemos para sacar la gema de su cuerpo…─ dije mientras salíamos del pueblo y volvíamos hacia donde estaban las demás.
Al caminar pudimos ver como el enterrador estaba subiendo un ataúd a una carreta para llevar el cuerpo del vaquero que había venido muerto en eso pensé que tendría algunas balas en su cinturón y me podrían ser útiles.
─ ¿Perdone podría acompañarle al cementerio…?...─ pregunte educadamente al enterrador viendo que ponía el ataúd en el carreta y al parecer no le costaba mucho esfuerzo.
─ No hay ningun problema…─ respondió el hombre de manera educada su piel era pálida y sus ojos marrones estaba vestido con unas ropas de color negro y un sombrero de copa despues de eso metió una pala en la carreta y partimos aunque Nualia no parecia estar muy tranquila ante su presencia.
Por un momento me quede mirando a Nualia que parecia no perder de vista la enterrador, algo que me extrañaba puesto que no parecia nada del otro mundo salvo que su piel era muy blanca.
El silencio se hizo durante le camino, sentía le calor y el polvo del camino, el trayecto duro como cerca de quince minutos hasta que llegamos a un lugar bastante grande rodeado por una valla metálica negra en cada lado de la puerta habia pilares y encima de estos ángeles de piedra llenos de enredaderas, podia escucharse a los cuervos por aquel lugar.
En cuanto llegamos bajamos de la carreta y el enterrador fue hacia la parte de atrás para tomar el ataúd, aparentemente parecia mucho mas fuerte de lo normal, no necesito ni pido ayuda en ningun momento.
Atravesamos la puerta y lo llevamos hacia una tumba que ya estaba echa, el tipo solamente tomo una cuerda y lo hizo bajar lentamente en cuando toco el suelo Nualia le tomo la mano y se le quedo mirando por unos segundos fijamente.
─ ¿Necesita algo hermana…?...─ pregunto el enterrador mientras miraba a los ojos directamente, no parecia perder la calma.
Sin mediar palabra Nualia lo empujo con fuerza haciendo que cayera al suelo y soltara la pala, esta rápidamente la tomo y se la puso en el cuello.
─ Nualia!...¿que estas haciendo…?...─ exclame preguntándoselo mientras veía que pareciera que fuera a matarlo de un momento a otro.
─ Tu no eres humano, descúbrete…─ exclamo Nualia amenazándole con dar un golpe para cortarle la cabeza.
─ Hermana, se esta equivocando soy humano…─ dijo con tono de miedo mientras Nualia seguia amenazándolo, no pensé siquiera que llegar a cumplir lo que habia dicho.
─ Nualia, detente no se lo que te ocurre pero es humano…─ hable intentando hacer que entrara en razón pero no parecia que ella desistiera de lo que estaba haciendo.
Se quedo por unos momentos amenazándolo pero despues bajo la pala, pensé que todo habia pasado pero en un movimiento rápido alzo la misma y la bajo dándole en la rodilla con fuerza rompiéndole la pierna.
─ AAAAAHHHHH!!!...─ grito con fuerza el enterrador haciendo que los cuervos elevaran el vuelo, no sabia que hacer solamente trague saliva y me quede paralizada por unos momentos.
─ ¿Pero te has vuelto loca o que te pasa…?...─ pregunte de manera nerviosa mientras iba para ayudar al enterrador, podia ver la pierna que estaba en una forma extraña mientras el enterrador gritaba con fuerza por el dolor.
Intenté ayudarle pero Nualia me puso la pala delante para que no me acercara, el enterrador parecia sufrir con aquello y no era para menos.
─ No te acerques…te aseguro que es un demonio…lo llevo sintiendo desde que nos subimos a la carreta…─ dijo mientras no le perdía de vista al enterrador que se habia cogido la rodilla y seguia quejándose por le dolor.
─ Por favor…señorita ayúdeme…─ hablo el enterrador de manera entrecortada mientras sufría por lo que le había echo Nualia.
Intente acercarme para ayudarle, no entendía lo que Nualia estaba diciendo ese era un hombre normal.
─ Ni se te ocurra acercarte…escucha o te revelas ahora mismo o te prometo que te romperé algo que no puedas regenerar…tu eliges…─ dijo Nualia mientras amenazaba elevando la pala por encima de su cabeza dispuesta a darle otro golpe.
Aun así el enterrador seguia asustado, podia ver en su rostro el miedo por lo que pudiera pasarle.
─ Nualia te estas equivocando…─ dije intentando calmarla pero esta no tenia intención de detenerse.
En ese momento Nualia soltó el golpe que se dirigia hacia su cabeza pro un instante vi todo aquello en cámara lenta me lance a salvar al pobre hombre pero cuando estaba a escasos pasos este hablo y Nualia detuvo su ataque a escasos centímetros de su cabeza.
─ Vale de acuerdo tu ganas hermana…si de verdad eres eso aunque lo dudo…lo mismo que tu amiga…aunque sobre ella tengo ciertas dudas…─ dijo el enterrador y en eso su pierna empezó a crujir de manera asquerosa volviendo a su forma normal.
─ Lo sabia…¿eres un excavador de entrañas…?...─ pregunto Nualia nada mas pronunciar aquello se me hizo raro incluso sentí asco por lo que habia dicho.
─ ¿Un que…?...─ pregunte de forma confusa por lo que habia dicho, me sonaba algo extraño.
─ Un excavador de entrañas…son demonios que recogen los cadáveres y los usan para casi todo aprovechan todo del cuerpo humano incluso para hacerse recambios para miembros perdidos…─ comento Nualia explicándome lo que hacian y me dejo de piedra sabiendo que para ellos éramos como el cerdo.
─ No me confundas con esas bestias…soy un carroñero acaparador…¿y tu eres…?...por que una monja no eso esta claro…─ dijo el enterrador mientras se levantaba y se limpiaba el polvo del suelo del traje y volvía a tomar su sombrero de copa.
En ese momento escuche como el cuerpo del enterrador crujía de manera asquerosa mientras crecía unos pocos centímetros y su piel se volvía mas blanca, sus ojos crecieron y se tornaron completamente negros, mientras que su rostro avanzó unos cuantos centímetros y su boca se ensancho mostrando una fila de colmillos, a la vez que sus manos se alargaron creciéndole las uñas y cambiando a color azabache.
Despues de eso pude ver a Nualia que desplegó las alas todo lo grandes que eran dándose a conocer.
─ Vaya una succubus, hacia tiempo que no veía a una de las tuyas…¿y tu eres…?...─ pregunto el enterrador mientras me señalaba con uno de sus dedos desgarbados y aquella uña que parecia brillar al sol.
─ Esto…─ dije dudando puesto que no podia mostrarle nada pero antes de que pudiera decir nada este se acerco y empezó a olisquearme.
─ Es bastante complicada por decirlo así…─ dijo Nualia intentando explicarle lo que era por unos segundos el enterrador siguió olisqueándome.
─ He olido a muchos demonios y ella no es un demonio en el sentido estricto la verdad es que siento algo muy extraño dentro de ella…yo que tu tendría cuidado…¿Y a que habéis venido…?...No será por la gema…─ dijo el enterrador volviendo a coger la pala.
─ ¿Sabes lo de la gema…?...─ pregunte extrañada puesto que ninguna le habíamos dicho nada sobre ella.
─ Cualquier demonio algo sensible notara la gema…y también a ese cazador de demonios que anda rondándola…─ dijo el enterrador mientras soltaba algo de tierra sobre le ataúd.
─ ¿Qué sabes de ese tipo…?...─ pregunte con interés sobre lo que habia dicho puesto que parecia haberlo sentido.
─ Yo que vosotras no me acercaría…huele de forma extraña y peligrosa…─ dijo el enterrador mientras seguia echando tierra encima del ataúd, ni siquiera me fije en lo que estaba haciendo, ni a lo que habia venido.
─ ¿Peligroso en que sentido…?...─ pregunte mas interesada por lo que habia dicho, aunque a el no parecia importarle.
─ No parece que sea humano en el sentido estricto de la palabra aunque intenta ocultarlo todo l oque puede, hay algo mas dentro de el, aparte de mucha ira y rabia contenida…─ dijo el enterrador mientras seguia con lo suyo.
Aunque aquellas palabras me hicieron que me pusiera a pensar que podría estar queriendo de verdad y si era cierto que la shaman lo habia contratado.
─ Me parece que no tendrás lo que querías…─ dijo Nualia mientras me hacia ver que el tipo que estaba muerto y tenia las balas que necesitaba estaba ya cubierto casi todo de tierra.
─ Mierda!...podrías desenterrarlo…es que necesito las balas…─ dije de manera dulce intentando hacer que el demonio me ayudara….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
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PROTECCION O MUERTE I
El enterrador se me quedo mirando extrañado por lo que habia dicho, puesto que tendría que volver a hacerlo.
─ Coloca las manos debajo de las mías…─ dijo el enterrador que enseguida junto la suyas, las coloque debajo en forma de cuenco aunque no entendía aquello.
Este enseguida empezó a frotarlas por un instante y de estas comenzaron a salir balas, aquello era increible no sabia que hacer salvo cogerlas todas.
─ ¿Por qué nos ayudas…?...que sepa nunca hacéis un favor sin obtener nada a cambio…─ pregunto Nualia con tono de sospecha al parecer conocía a esta raza de demonios.
─ Esta corre de mi cuenta…─ respondió el enterrador con una amplia sonrisa en su rostro que aquello hizo sospechar a Nualia aunque no dijo nada mas.
─ Gracias por las balas…─ hable mientras las recogía y cargaba de nuevo el arma.
Al menos era un asunto menos que tenia que preocuparme, lo mas difícil venia ahora no sabia que hacer.
─ Es mejor que volvamos…Alan podría matar a la chica en cualquier momento…─ dijo Nualia con preocupación, no parecia estar muy contenta al pronunciar su nombre y menos por lo que le habia dicho el demonio.
─ No te preocupes el mejor momento será por la noche…así que aun tenemos algo de tiempo…─ dije mientras guardaba de nuevo el arma al menos estaba preparada pero aun dudaba en que hacer puesto que seria lo mismo que me hicieron a mi y no quería que nadie mas muriese.
Mientras el demonio terminaba de enterrar el ataúd y poner la pala en el carro, despues de aquello volvió a su forma humana, nada mas que puse un pie para marcharnos note como un dolor en el bajo vientre notaba como el sexo de aquel demonio que tenia en mi interior empezaba a crecer poco a poco y su lujuria iba metiéndose en mi mente.
─ No, ahora no…arg!...─ exclame mientras me llevaba la mano al bajo vientre y me encorvaba por el dolor, podia sentir como mi estomago se revolvía y las imágenes se sucedían en mi mente mientras su sexo se marcaba mas y mas en el pantalón.
─ Vaya parece que le demonio tiene hambre…─ dijo de manera casi sonriendo entre dientes mientras no me apartaba la vista.
─ No, te dejare salir…yo decido cuando!...─ exclamé con fuerza intentando hacer que lo entendiera en algún sentido.
Nualia me ayudo para que subiera a la carreta y en enterrador tomo las riendas y nos encaminamos hacia el pueblo de nuevo.
La carreta inicio su caminar de vuelta mientras en la parte de atrás me retorcía de dolor no podia soportarlo aquello era indescriptible el bajo vientre me dolía horrores, el cuerpo pareciera que la carne se estibara separando de mi cuerpo y en la mente solo tenia imágenes de sexo junto con escenas de sangre era una tortura tanto mental como física y esta vez era mas fuerte que las anteriores.
Mientras estaba tumbada sufriendo por aquello Nualia puso mi cabeza en su regazo y empezó a acariciarme la cabeza, el dolor parecia que se hubiera calmado un poco al menos podia respirar tranquilamente.
Por un momento estuvimos en silencio mientras notaba la mano calida y suave de Nualia que me acariciaba el pelo.
─ ¿Estas mejor…?...─ pregunto Nualia con tono tranquilizador mientras le dolor iba desapareciendo lo mismo que le bulto de la entrepierna.
─ Si, muchas gracias…─ respondí agradeciéndoselo de momento parecia que estuviera mas calmado.
De mientras podia notar el traqueteo de la carreta y de los baches de l camino, mire la cielo y poco a poco parecían que empezaban a llegar nubes de tormenta.
Poco antes de que llegaras al pueblo me senté en la parte delantera de la carreta, al menos el calor habia cesado un poco y se podia notar un viento frío, podia sentir que una tormenta se acercaba.
Al llegar la gente pareció mirarnos de forma extraña, enseguida pude escuchar como uno de esos vendedores estaba en el pueblo vendiendo una botella de "curalotodo", habia varias personas a su alrededor.
Solamente sonreí al verlo puesto que me hacian gracia ya los conocía de antes cuando era pequeña y alguien así llegaba al pueblo mi madre se acercaba a ellos para escucharlos, aunque nunca compraba nada.
─ ¿Ocurre algo…?...─ cuestiono Nualia viéndome sonreír por lo visto le resultaba extraño.
─ Nada son recuerdos de niña que han venido a mi mente al ver el vendedor…─ dije mientras veía la gente acumularse alrededor de su carro mientras este les contaba los milagros de una pócima que podia hacer milagros.
─ Sabes uno de ellos vino al convento una vez y las hermanas compraron lo que vendían que al fina solo era aceite de serpiente con algo de whiskey, mas de una termino borracha, la verdad que fue una buena noche…─ dijo Nualia relamiéndose los labios mientras me contaba aquel recuerdo.
─ Si eso decía mi madre…─ asentí mientras le enterrador bajaba del carro y nos despedía quitándose el sombrero.
Nos despedimos de este y pensé que seria buena idea ir hacia donde estaba Viento Negro e Isabel para ver como se encontraban.
Salimos del pueblo en dirección hacia donde se encontraban las demás, mire al cielo y note que se acercaba una tormenta, el viento empezaba a ser algo mas fresco y el sol se ocultaba entre las nubes por un momento me quede mirando la cielo.
Tenia una sensación extraña y no era por le demonio que antes intento revolverse puesto que tenia hambre, era algo mas y sobre todo l oque me habia dicho aquel demonio sobre Alan.
Para cuando llegamos pude ver a Viento Negro que estaba descansando e Isabel estaba tumbada en la sombra.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ pregunto Viento Negro con tono serio al ver que nos acercábamos.
─ Al parecer Alan se encuentra también en el pueblo y va tras ella, no se lo que debo hacer…pero si quiere a la chica no me queda otra nada mas que defenderla…despues ya veré lo que hago con lo de la gema…─ dije mientras pensaba que tenia que hacer algo con ella pero no el que.
─ Parece que os habéis encontrado con otro demonio…─ dijo Viento Negro mientras se levantaba y se estiraba un poco.
─ Si uno que vive en el pueblo como enterrador nos ha ayudado con las balas…Lo mejor es esperar a la noche e iré al saloon…me tendréis que acompañar…─ dije pensando que al menos en eso habia tenido suerte.
─ ¿Qué…?¿...estas segura…?...─ pregunto Isabel que hasta le momento no habia dicho nada levantándose de donde estaba.
─ No queda otra si tengo que salir corriendo del saloon es mejor que estéis cerca y no nos dispersemos…Arggg!...─ hable exclamando con un quejido de dolor el demonio estaba de nuevo haciendo de las suyas, sabia que tenia hambre y no iba a quedarse sin comer.
El estomago se me retorcí, podia notar como los músculos parecían vibrar en mi cuerpo y el esqueleto quería salirse del mismo, mi mente estaba inundada de pensamientos lujurioso mientras notaba un gran dolor en mi bajo vientre sintiendo como su sexo empezaba a crecer con fuerza marcándose en el pantalón.
─ ¿Pero que…?...─ cuestiono Isabel con tono de miedo mientras se acercaba algo pero Viento Negro se lo impidió sus palabras me resultaba como si las estuviera escuchando muy lejos, el sudor inundaba mi cuerpo junto con el dolor que no parecia detenerse me era imposible casi mantenerme consciente y seguir aguantando aquellas oleadas de dolor que no parecían detenerse, esta vez eran mas fuerte que nunca.
En un momento dado me desmaye no se ni el tiempo que estuve en ese estado solo se que cuando empecé a recuperarme sentía una sensación de calor muy placentera que recorría mi cuerpo.
Para cuando me di cuenta y abrí los ojos pude ver a Isabel que estaba chupando mi sexo que habia crecido todo lo que podia sentirlo pulsar las venas que lo recorrían al ritmo del corazón que lo tenia acelerado, no pude mas que sonreír de manera casi diabólica.
─ Vaya al fin te has despertado…espero que este un poco mas tranquila…─ dijo de forma lujuriosa mientras se relamía los labios, al girar un poco la cabeza observe que Viento Negro estaba tumbada apartada de donde me encontraba.
Baje la cabeza cuando pude ver como Isabel se esforzaba todo lo que podia intentando meter todo el sexo en su boca hasta la base pero parecia que le era imposible, notaba el calor junto a la saliva que resbalaba por el mismo.
─ No lo…haces bien…─ dije de manera entrecortado sintiendo el calor y viendo como su pequeña boca engullía solo la mitad del sexo llenándolo de saliva mientras intentaba respirar con algo de dificultad podia sentir su lengua intentando dejar espacio llenándomela de saliva y el fondo de su garganta, el interior era caliente y húmedo.
Puse la mano encima de su cabeza y de un empujón la incruste todo lo profundo que pude hasta que note su boca en mi abdomen podia ver como Isabel pataleaba por intentar liberarse de aquella presa así estuve unos segundos podia ver el bulto que se habia originado en su garganta y como la saliva salía a borbotones mojando todo el sexo con fuerza, pasado unos segundos la deje que subiera la cabeza pero no la solté de inmediato empecé a subirla y a bajarla con fuerza una y otra vez notando como se deslizaba por su boca y movía la lengua de un lugar a otro para dejar espacio.
Escuchaba sus gritos ahogadlos y como luchaba por respirar, pero aun así no me detuve por unos segundos mire a Isabel que permanecia a un lado y que poco a poco comenzaba a bajar sus manos a su entrepierna.
─ Crees que me he olvidado de ti…─ dije con una sonrisa de lujuria en mis labios y relamiéndome los labios, mientras seguia moviendo la cabeza de Isabel que pataleaba por respirar así que moví el dedo indicándole que viniera.
Esta sin pensárselo dos veces avanzo hacia mi y se coloco delante mía, en ese momento desplegó las alas y pude observar su sexo delante de mi que palpitaba y del que emanaban flujos que mojaban toda su entrepierna que ya estaba empapada no pude mas que abrir la boca y esta acomodo su cuerpo a mi boca para que solamente tuviera que sacar la lengua.
Pero en ese momento al abrir la note como la lengua no era la mía era mucho mas larga, de un solo movimiento encontró la entrada de su sexo y se metió en su interior revolviéndose por dentro, enseguida pude escuchar los gemidos de Nualia y como retorcía su cuerpo por el placer sus manos enseguida fueron a sus pechos que empezó a masajear y apretar con fuerza mientras que con lso dedos presionaba sus pezones que ya estaban duros como rocas y de un color rosado precioso.
Viendo como gemía que parecia que le fuera le alma en ello enseguida moví mi otra mano y moviéndola hacia su trasero empecé a masajeárselo y cuando estaba en ello le di un pequeño azote haciéndola gritar por unos momentos despues de eso empecé a buscar con mis dedos la entrada de su sexo cuando la encontré note como los flujos de estos chorreaban del mismo mojando mis dedos en un momento metí dos dedos sintiendo el calor de su interior que se pegaba a mi piel y como sus gemidos se aceleraban.
─ Mas, quiero mas…─ hablo de forma entrecortada mientras jadeaba pidiendo que introdujera mas dedos en su interior.
Y sin pensármelo dos veces de dos que tenia introduje otros dos mas podia sentir como su sexo parecia que engullera mi mano a su interior mientras que sus paredes apretaban para que no se escapara, los flujos salían al exterior cayendo al suelo y mojándome la mano.
Seguí por unos segundos lamiendo su sexo y con lso dedos en su interior al mismo tiempo, escuchando lso gritos ahogados de Isabel y los gemidos de Nualia que cada vez eran mas fuerte, pasados unos instantes note como algo se abría desde mi interior una riada caliente que iba a explotar en la garganta de Isabel con toda la fuerza de la que era capaz, mientras que Isabel bajo su manos tomando las mías y haciendo que acelerara el movimiento mientras mi lengua luchaba en su interior al mismo tiempo.
En un momento dado todo el semen acumulado salio a presión, solté un gemido que mas bien pareció un gruñido, la pobre Isabel hizo lo que pudo mientras veía como intentaba tragar todo lo que salía pero le resultaba imposible casi no podia respirar puesto que le taponaba toda la garganta así que todo iba a parar a su estomago que poco a poco comenzó a llenarse dejando un buen bulto en su abdomen cada vez mas grande.
Nualia apretó con fuerza mi mano contra se sexo que en un movimiento rápido entro toda dentro de esta pude notar como los flujos se desbordaban de este salpicando sus piernas y cayendo al suelo mientras esta soltaba un grito que inundo el valle por completo de placer, note como mi mano se empapaba con sus flujos por completo estaba caliente y pegajosa pero aun así estuvo unos segundos con ella dentro con el cuerpo convulsionándose con fuerza, podia sentir como su sexo aprisionaba mi mano para que no pudiera sacarla.
Cuando por fin retire la mano de la cabeza de Isabel esta retrocedió unos pasos y enseguida cayo al suelo mientras el semen salía por su boca y se bamboleaba por el peso que tenia en su estomago y por el tiempo que habia estado en esa postura.
Mientras que por mi parte no pude mas que estremecerme intente gritar pero no podia todo el placer lo sentí en silencio mientras que mi sexo aun palpitaba con fuerza mientras seguia saliendo semen.
Cuando por fin Nualia se habia calmado un poco esta cayo al suelo aun con mi mano en su interior que saque con total facilidad prácticamente resbalaba fuera de su cuerpo junto con la lengua.
Esta cayo de espaldas mientras jadeaba intentando recuperar el aliento, pero algo me decía en mi interior que esto no había echo mas que empezar pude ver a Viento Negro que parecia absorta a lo que habia pasado.
Mire a mi lado y pude ve como Isabel caía al suelo por el peso de su abdomen intentando recuperar el aliento, puesto que no había tenido mucho oxigeno mientras estaba con el sexo en su boca.
En ese instante un relámpago restallo en el cielo iluminando la zona por un momento y seguidamente el trueno lo siguió poco a poco comenzaron a caer gotas, la tormenta la teníamos encima pero no pensaba detenerme quería seguir.
Nualia pareció que me leyó la mente y quiso hacer algo, se dirigió hacia Isabel que aun estaba recuperando el aliento y la tomo de la mano esta extrañada tomo la suya, la llevo hacia una roca y la apoyo contra ella y seguidamente Nualia se puso encima ofreciéndome sus sexos aquello fue una tentación mucho mayor de lo que era capaz de soportar.
Me levante y me dirigí hacia ellas viendo como los relámpagos restallaban en el cielo partiéndolo por la mitad y el sonido de los truenos rompiéndolos en pedazos, notaba el aire frío dando en mi piel pero ni me importaba tenia le cuerpo casi en llamas por el calor que desprendía, podia sentir el agua recorrerme por el cuerpo lentamente mojándolo mas aun de lo que ya lo tenia, los muslos estaban empapados aunque no sabia si era por la lluvia o por los flujos de mi otro sexo.
Cuando estaba a su altura podia sentir el corazón latiendo como loco a toda velocidad sus palpitaciones incluso la podia sentir en mi cabeza de lo fuerte que eran, tome mi sexo y empecé a restregarlo por el sexo de Isabel mientras escuchaba como esta gemía cada vez que lo frotaba por su clítoris que parecia hinchadísimo.
Podia contemplar el sexo y el trasero de Nualia que estaba invitándome a que prosiguiera.
Puse mi mano en las caderas de Isabel y mientras con la otra dirigia mi sexo hacia el suyo cuando encontré la entrada sentí todo el calor y la humedad que desprendía y el pequeño gemido que soltó, de un solo impulso la introduje sintiendo como sus paredes se abrían ante la fuerza de mi sexo hasta el fondo de ella podia ver como el bulto de su estomago se movió un poco ya estaba demasiada hinchada pero aun así proseguí.
─ Yo también quiero…─ dijo de manera lujuriosa como solo ella podia decirlo puesto que esas palabras eran como la miel.
Así que con mi otra mano empecé de nuevo a introducir un dedo en su sexo escuchando como gemía empecé a acelerar el movimiento mientras que notaba que era muy fácil así que decidí meter la mano entera y empezar a agitarla dentro de ella esta inicio que comenzara a gemir con fuerza mientras sus flujos salían de ella mojando mi mano y el cuerpo de Isabel que estaba de bajo que no paraba de respirar con mucha dificultad.
Empecé a moverme primero lentamente mientras seguia moviendo mi mano sintiendo el calor del interior del sexo de Nualia, mis caderas enseguida empezaron a acelerar el movimiento mientras que seguia entrando y sacando mi mano podia sentir como el semen que habia introducido anteriormente en Isabel se bamboleaba con fuerza a cada arremetida, junto con los flujos de esta que no paraban de dar chisguetazos saliendo afuera ante la presión de mi sexo en un momento dado nuestros gemidos se acompasaron junto con los de la tormenta me parecia incluso que la lluvia que caía era caliente.
Seguí empujando con fuerza hasta que note que mi sexo llego al tope del cuerpo de Isabel esta emitió un gemido que mas bien pareció un maullido, apreté con toda la fuerza de que era capaz hasta que sentí como la entrada de su útero se abría y decidí dar el empujón final, en ese momento Isabel parecia como un muñeco se dejo llevar poniendo su cara contra la roca sacando la lengua fuera y los ojos casi en blanco mientras seguia empujando una y otra vez cada vez con mas fuerza.
A la vez que seguia con esto ni siquiera me entere lo que pasaba detrás de mi para cuando quise darme cuenta escuche algo que parecia provenir de arriba nuestra.
Para cuando alce la vista pude ver los cascos de Viento Negro aquello era increible no pensaba que hiciera lo que tenia en mente.
─ Si dale!...─ exclamo con fuerza Nualia ordenándolo que lo hiciera aquello se puede decir que hizo que despertara mi mente temiendo por lo que pudiera pasar.
Pero ni siquiera me dio tiempo a decir nada puesto que enseguida note el sexo de esta en mi entrepierna buscando la entrada de mi sexo, dando varios empujones sin éxito notaba como su sexo punteaba en mi entrepierna notando su calor y su dureza que hizo que me calentara mas, la lujuria prácticamente me hizo perder el miedo.
Varias veces estuvo así hasta que por fin acertó de golpe y empezó a empujar con fuerza al principio notaba como el dolor se acumulaba en mi abdomen y en mi espalda parecia que no fuera a entrar de ninguna manera.
─ No va a entrar…─ dije pensando que aquello era demasiado y no seria posible pero Viento Negro no se daba por vencida y estaba dispuesta a que entrara.
Esta siguió empujando con fuerza el dolor iba en aumento y en esto solté un grito que parecia que ahogara los truenos que se sucedían, despues de eso sentí como aquella barra de carne caliente y dura me atravesaba por completo hasta llegar a lo mas profundo de mi cuerpo al principio fue una oleada de dolor que se incrusto en mi espalda y encima notaba como dentro de mi se hacia incluso algo mas grande pensé por un momento que iba a partirme en dos.
Una vez que ya estaba dentro pensé que empezaría a moverse pero mas lejos de mi imaginación comenzó a dar pequeños empujones intentando entrar en mi útero podia ver el bulto en mi abdomen que se movía una y otra vez con mas fuerza cuando por fin logro entrar comprendí al instante la sensación que estaba pasando Isabel.
Seguidamente empezó a moverse con ritmo en ese momento no era yo quien dirigia aquello si no Viento Negro.
Sus movimientos eran cada vez mas violentos lo mismo que los míos con Isabel que no podia dejar de babear y poner esa cara desencajada por el placer, nada mas sentía que era prisionera de su sexo que no dejaba de marcarse en mi vientre entraba y salía ahora con la mayor facilidad del mundo incluso la entrada de mi útero estaba abierta de par en par y no presentaba ningun problema.
El agua nos impactaba con fuerza, el viento era helado y la tormenta proseguía pero aquellas inclemencias ni siquiera nos importaba.
Mi mano se movía con fuerza dentro del sexo de Nualia y esta no paraba de gemir por su parte Isabel ni siquiera podia gemir sencillamente era una muñeca ante mi sexo y por mi parte era una sensación indescriptible entre dolor y placer que se mezclaban en un ciclo rapidísimo, mi sexo intentaba cerrarse pero era imposible por el tamaño de Viento Negro.
Pasados unos momentos sentí como algo caliente se abría paso en mi sexo hasta que por fin con un gemido que inundo el lugar solté el semen en Isabel esta por su parte solamente bajo la cabeza dejándose llevar mientras que Nualia se retorcía de placer podia sentir todo su placer empaparme la mano mientras que este salía a chorros mojándome el rostro y chillando como una loca, pensé que todo habia acabado pero no fue así, mire le estomago de Isabel que empezaba a crecer de sobre manera mientras que esta parecia que estuviera inconsciente incluso pude verla que parte del mismo salía por su boca estaba completamente llena.
Sus gemidos inundaron el lugar junto con lso míos sus sexos se convulsionaban con fuerza ante tal placer pero mas lejos de mi imaginación lo que pensaba hacer Viento Negro.
De un empujo hacia atrás cuando estaba en mi útero hizo que me saliera de Isabel pude ver como su sexo soltaba chorros de semen a lo loco y caía al suelo lo mismo que Nualia encima suya y sus cuerpos se convulsionaban con fuerza.
Viento Negro retrocedió unos pasos estaba completamente empalada en su sexo y no sabia que es lo que iba a hacer intente moverme pero era imposible podia sentir como su sexo palpitaba en mi interior haciéndome saber que estaba a punto.
En ese momento se elevo sobre sus patas traseras e hizo que todo su sexo se clavara en mi interior incluso llegue sentir nauseas aquello fue bestial note enseguida como todo su semen caliente y muy espeso se incrustaba en el interior de mi útero inundándome llenándome el vientre cada vez mas y mas parecia que no se detendría nunca, esta dio un grito desafiando a la tormenta.
─ AAAAAHHHH!!!...─ grito Viento Negro con fuerza a la par que un trueno que parecia ahogar su sonido.
En cuanto bajo su cuerpo notaba mi abdomen que pesaba de sobremanera mientras que Viento Negro seguia soltando semen en mi interior mi estomago empezó a arder podia sentir aquel calor abrasador como si fuera fuego, mis ojos casi se pusieron en blanco saque la lengua aquello fue devastador.
Por suerte mi cuerpo resbalo de su sexo dejándome caer al suelo mientras que mi cuerpo convulsionaba soltando chorros de semen fuera de este, estaba casi semi inconsciente no se ni siquiera como seguia teniendo los ojos abiertos.
En un instante todo se hizo negro habia perdido la consciencia por completo pero podia sentir mi cuerpo palpitar.
Para cuando desperté mire habia arriba y estabamos debajo de unas rocas aun seguia lloviendo puesto que oía el agua chocar contra las rocas y un trueno retumbando.
Estaba apoyada en sobre Viento Negro que permanecia tumbada esperando a que me despertase, me pase la mano por el abdomen y lo tenia bastante hinchado.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Viento Negro con tono serio mientras me miraba fijamente.
─ Si pero aun estoy algo mareada y me siento bastante pesada…─ respondí mientras intentaba ponerme de pie cosa que me costo bastante puesto que el bamboleo del abdomen no ayudaba mucho podia sentir todo aquel semen dentro de mi de un lado a otro aparte que mis piernas temblaban.
─ ¿Os encontráis bien…?...─ cuestione con algo de miedo al ver que no había escuchado ni una sola palabra de Isabel ni Nualia pero que aun permanecían tumbadas, podia ver el bulto del estomago de Isabel era bastante grande podría decirse que incluso mayor que el mío.
─ Ha sido increible!...tendré energía para una semana al menos…─ exclamo Nualia mientras se la podia ver feliz incluso su piel parecia mucho mas tersa y suave, mientras que Isabel parecia que estuviera dormida.
─ ¿Cuánto he dormido…?...─ pregunte pensando que tenia el sentido del tiempo completamente perdido.
─ Pues diría que unas cuatro horas…─ contesto Viento Negro con total calma mientras miraba la cielo que estaba completamente cubierto podia verse aun el resplandor de los relámpagos y el restallar de los truenos.
─ Tenemos que volver al pueblo lo antes posible estoy segura que Alan ira por la chica…─ hable pensando que era ahora o nunca y habíamos perdido un tiempo precioso.
─ Ahora mismo tal como estas…creo que te resultara un poco difícil…además que vas a hacer matarla o protegerla de ese cazador de demonios…aun no lo has decidido…─ dijo Nualia refiriéndose al vientre que me hacia bastante difícil moverme.
─ No lo se tengo que pensarlo además me vais a ayudar…Nualia tu e Isabel iréis a la parte de ataras del saloon junto con Viento Negro y me esperareis allí…por si tenemos que salir rápidamente…─ al menos tendríamos algo para escapar por si se ponía la cosa difícil.
─ No creo que a la gente le guste la idea vernos precisamente…al menos a ellas…sin ofender…─ dijo Nualia mientras miraba con temor a Viento Negro por si decía algo, aunque esta no menciono ni una palabra.
─ Con esta lluvia no habrá nadie por las calles así que daos prisa…yo iré con Viento Negro despues de eso os iréis atrás a esperar mi señal…─ dije intentando hacer un plan de escape por si teníamos que salir a toda prisa.
En cuanto termine de hablar Viento Negro se levanto, no se si fue la situación o por cualquier otro motivo pero esta vez la observe como mas majestuosa, mas imponente que nunca.
─ Despiértala y dirigíos allí…─ hablo Viento Negro aceptando el plan al menos podríamos llevarlo acabo, aunque el rostro de esta no parecia ser de mucha confianza.
─ Eh tu despierta!, tenemos cosas que hacer…despierta!...─ dijo Nualia mientras la zarandeaba suavemente, Isabel reacciono al segundo zarandeo y se estiro como lo hacen los gatos aunque para ponerse de pie tuvo que apoyarse contra las rocas las piernas le temblaban y el semen aun resbalaba por sus piernas.
─ ¿Eh que…?...¿a donde vamos…?...─ pregunto Isabel completamente desorientada y mareada mientras se ponía como podia de pie.
Viendo aquello me sentía culpable por lo que habia pasado puesto que no era mi intención si no la del demonio que llevaba dentro aunque eso era mejor que tener que despedazar a alguien y terminar comiéndomelo.
En cuanto salimos de allí pude sentir el agua fría golpearme en la cara el viento que me dejaba helada y mas aun por la velocidad que llevaba.
─ Lo siento…no se lo que me paso…─ hablo Viento Negro disculpándose por lo ocurrido.
─ No tienes por que pedir perdón, son cosas que ocurren nada mas…─ dije mientras me abrazaba a esta y avanzábamos hasta llegar al pueblo.
Este parecia estar desierto el suelo era una barrizal, al bajar del caballo me dirigí hacia el saloon y le dije donde debía de ponerse.
Seguidamente entre en el mismo podia escuchar la típica música y la gente hablando y divirtiéndose.
Al mover las pequeñas puertas y entrar la gente se me quedo mirando extrañada por unos momentos se hizo el silencio avance unos pasos por el suelo de madera que estaba manchado de barro, podia sentir sus miradas clavarse en mi abdomen que estaba algo hinchado y en mis ropas que estaban empapadas.
Mire hacia todas partes intentando ver si se encontraba Rita, por suerte estaba con otros clientes bebiendo.
Para cuando me acerque a la barra y pedí un whiskey todo volvió a la normalidad aunque lso vaqueros se me quedaban mirando extrañados por suerte no tenis puesto el otro atuendo hubiera sido pero al menos este disimulaba algo el abultado abdomen que tenia.
No perdía de vista a Rita ni a la entrada no quería que nada me pillase desprevenida pero tampoco sabia que hacer tenia que matarla para sacar aquella gema de su interior y si no lo hacia no podría continuar.
En ese momento de nuevo se hizo el silencio para cuando mire hacia la entrada pude ver a Alan que habia llegado directamente se dirigió a la barra y pidió otro vaso de lo mismo que estaba tomando.
─ Vaya mira que tenemos aquí…¿has venido a protegerla o a matarla…?...─ preguntó Alan mientras empezaba a juguetear con su vaso y la música volvía a escucharse lo mismo que las conversaciones.
─ De momento a protegerla de ti…despues ya veré que es lo que hago…─ hable sentenciosamente haciéndole saber que no le dejaría que terminara con su vida.
─ Muy bien pues que comience el juego…─ dijo Alan iniciando aquello al terminar de tomar su bebida y pagar ambas.
Se dirijo hacia donde estaba Rita y empezó a hablarle en el oído esta comenzó a esbozar una sonrisa, en ese momento recordé cuantas veces me habían echo y habia echo lo mismo, despues de aquello subió por las escaleras mientras me miraba de manera seria.
─ Mierda!...─ exclamé sin saber que hacer tenia que pensar rápido y sin darle muchas vueltas acelere el paso sin que nadie se diera cuenta hacia la habitacion que habían subido sabia que no tenia mucho tiempo.
Ni siquiera llame a la puerta para cuando entre pude ver que Alan estaba sentado en la cama y Rita comenzaba a desnudarse.
Rita por un instante se me quedo mirando extrañada aunque Alan ni siquiera parecia que le hubiera importunado puesto que estaba muy tranquilo sabia perfectamente que subiría.
─ No! de eso nada si queréis los dos…esto te llevara un extra…─ exclamo Rita pensando que todo aquello era parte de lo que iba a pasar.
─ No creo que haga falta que te desnudes…─ dijo Alan y en un movimiento raudo tomo el arma y le apunto a Rita.
Aunque no me quede atrás desenfunde todo lo rápido que pude y le apunte directamente a él.
─ ¿Qué estas haciendo…?...Los dos buscamos lo mismo…─ cuestiono Alan mientras mantenía el revolver apuntándole a Rita que estaba asustada y con el vestido delante suya para cubrirse.
─ No buscamos lo mismo y lo sabes…y como se te ocurra apretar el gatillo créeme que no saldrás vivo de aquí…─ hable mientras movía el percutor hacia atrás amenazándole.
Así estuvimos un rato mirándonos fijamente la tensión era increible cualquiera podría apretar el gatillo…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
623
3.553 ATC
PROTECCION O MUERTE II
Sin previo aviso escuche como abajo ocurría algo la música habia cesado y se escucharon unas voces y despues un disparo.
─ ¿Son tus amigos…?...─ pregunte sin dejarle de apuntar, aunque no parecia que eso lo esperara.
─ Yo trabajo solo…─ fue lo único que dijo despues de eso, se volvió a escuchar un disparo y unos gritos, aquello parecia volver a repetirse lo que habia pasado en el saloon donde trabajaba.
No sabia que hacer si la dejaba sola o terminaría en las manos de Alan o en la de esos tipos y ninguna opción era buena.
─ ¿Qué es lo que queréis…?...─ cuestiono Rita con tono de miedo mientras se echaba hacia atrás hasta llegar a una de las paredes.
Despues de los gritos se escucharon unas voces me parecieron que seria el sheriff y estuvieron un rato hablando hasta que despues de eso volvieron a disparar y los gritos y disparos se sucedieron.
─ Sube por la chica!...─ exclamo uno de los tipos mientras seguían escuchándose disparos y gritos.
Escuchamos como los pasos se dirigían hacia la parte de arriba al menos teníamos algo de tiempo hasta que encontrase nuestra habitacion.
─ Si no son tus amigos…¿quiénes son…?...─ pregunte extrañada puesto que no tenia ni idea de quienes eran.
─ No tengo idea…pero no creo que sean humanos…los he visto en otros pueblos pero no se quedaban mucho, lo único que se es que estaban amenazando al sheriff con la gema pero el idiota creía que se trataba de collares y anillos y al parecer se han cansado de eso…─ me explico Alan sin perder de vista de lo que hacia mientras que la pobre de Rita no hacia mas que llorar.
Escuchamos como aquel tipo abría las puertas y disparaban unas cuantas veces para asegurarse de que nadie quedara vivo.
Los pasos cada vez estaban mas cerca para cuando quise darme cuenta escuche como la puerta se abría e instintivamente me gire y dispare varias veces a la puerta sentí el retroceso del arma y el olor a pólvora mezclándose con el perfume que había en la habitacion.
Escuche unos gritos y la puerta se abrio dejándome ver como aquel tipo era devorado por las llamas gritando de agonía podia ver partes de su cuerpo que poco a poco se volvían negras carbonizadas y despues de eso se transformaban en cenizas lo ultimo fue la cabeza que cayo al suelo un cráneo negro.
─ No saldrás vivo!...─ exclamo uno de ellos y empezó a disparar contra la habitacion por suerte ningun disparo acertó solamente impactaban en la madera haciendo saltar astillas.
─ Tenemos que salir de aquí…Hay un monasterio cerca de aquí te espero allí…si quieres seguir con vida ven conmigo…─ dije mientras enfundaba el arma y le tendía una mano para que me siguiera, Alan viendo aquello decidió enfundar el arma.
Rita estaba aterrorizada por aquello pero sabia que no tenia mucho tiempo así que me ofreció la mano deforma temblorosa enseguida la tome y salimos por la ventana nada mas hacerlo escuche como detrás de nosotros empezaron a disparar sin pensarlo dos veces saltamos al suelo nada mas llegar la pobre Rita se asusto nuevamente al ver a Viento Negro que pareció lanzarle una mirada de muerte.
Rita retrocedió unos pasos mientras que por mi parte subí rápidamente a la grupa, no tardaron mucho hasta que se escucharon disparos en la habitacion.
─ Venga date prisa…no tenemos tiempo…─ dije ofreciéndole la mano pero no parecia muy dispuesta a subir a Viento Negro.
Sin enterarme escuche los disparos de Alan hacia la habitacion eso hizo que Rita se asustara y subirá rápido a lomos de Viento Negro.
─ Tenemos que ir al convento…agarrate…─ dije y como una exhalación dejamos atrás el sitio podia sentir el aire y el agua golpearme la cara mientras sentía a Rita abrazarse con fuerza a mi cintura.
En un momento estuvimos en las puertas del convento aquel sitio parecia mas bien un castillo que un convento, golpee varias veces las puertas de madera, en ese momento se abrio un hueco en la puerta del que pude ver a una monja.
─ Hermana necesitamos cobijo…¿podría ayudarnos…?...─ pregunte educadamente mientras que la monja parecia algo asustada.
─ Lo siento pero no puedo hacer nada…─ respondió la monja y enseguida cerro el ventanuco, no dio tiempo ni a que siguiéramos con la conversación.
Mire al cielo y comprobé que la tormenta la teníamos encima y Rita estaba a punto de desmayarse.
─ Estoy harta…─ dijo Viento Negro y cuando se la vuelta soltó una coz a las puertas estas aguantaron el impacto pero al segundo golpe se abrieron de par en par.
─ No tenemos dinero…dios santo bendito un demonio…─ dijo la monja mientras se santiguaba.
En cuanto entramos pudimos ver varias casas que estaban pegadas unas a otras a nuestra derecha y un pequeño huerto y establo y al fondo la iglesia que parecia incluso mas tétrica de noche.
En el centro de aquel sitio estaba dominado por la estatua de piedra de un ángel con una espada en la mano, al momento llego Nualia descendiendo junto con Isabel.
Aquella imagen dejo ala hermana completamente congelada por el miedo haciéndola retroceder y poniéndose a rezar.
─ Padre nuestro que estas en los cielos…Vade retro Satanás!...─ dijo la monja rezando mientras tomaba la cruz que tenia al cuello entre las manos.
Me acerque a esta y la intente que me mirara al zarandearla un poco esperando que saliera de aquel estado.
─ Siempre pasa lo mismo…─ dijo Nualia mientras veía como rezaba la monja.
─ ¿Sois demonios…?...─ pregunto Rita con algo de miedo mientras retrocedía unos pasos.
─ ¿A ti que te parece…?...─ pregunto Nualia mientras extendía las alas todo lo que podia aquello hizo que Rita se asustase mucho mas.
─ Hermana escúcheme!...no hemos venido a hacerle daño es mejor que vaya a la iglesia y entre con todas las demás…deprisa…─ dije pensando que reaccionaria pero en un momento se me quedo mirando con lso ojos muy abiertos y pudo reaccionar sin pensárselo dos veces salio corriendo hacia la puerta de la capilla.
Pude ver como las celdas de las monjas se empezaban a encender y a levantarse para ver que es lo que pasaba.
─ Nualia deja de asustarla y prepárate…─ dije viendo Nualia parecia divertirse con lo que estaba haciendo.
Revise el revolver y las balas que tenia pensando que tenía que apuntar cuidadosamente y no fallar.
Pasado unos segundos las hermanas pude verlas que salían de las celdas cuchicheando y hablando entre ellas mientras se santiguaban una y otra vez, al rato escuche como golpeaban en las puertas pensé que seria Alan que habia llegado.
Me acerque y deslice el ventanuco y era Alan, abrí la puerta y lo deje entrar nada mas desmonto del caballo y lo llevo la establo.
─ No creo que escondiéndonos aquí estemos seguros…─ dijo Alan mientras desenfundaba y sacaba un rosario y con un movimiento lo enrollo en su mano.
─ ¿Qué es eso…?...¿un rosario…?...─ pregunte extrañada al verlo enrollado en su mano parecia que se disponía a combatir cuerpo a cuerpo.
─ Es un rosario que esta echo con las monedas de plata de Judas…Cuando se te acaben las balas, esto no falla…─ dijo Alan mientras cerraba la mano con fuerza nada mas verlo me hizo sentir un escalofrió y como el demonio de mi interior se revolvía.
Pude ver tanto a Viento Negro como a Nualia e Isabel que se alejaban de este unos pasos al parecer aquello era muy efectivo.
─ ¿Se puede saber de donde has sacado eso…?…no creo que te lo hayas encontrado…─ pregunto Viento Negro manteniéndose a cierta distancia de Alan que parecia que no le tenia mucho aprecio.
─ Tengo mis contactos, además me ha salvado la vida mas de una vez…─ dijo Alan dándole mas misterio al objeto.
─ Dadnos a la chica y os dejaremos vivos...─ dijo una voz fuera del convento aquello ya habia empezado.
─ Largaos ahora y podréis seguir vivos…─ hablo Alan amenazándolos, pensé que éramos mas que ellos y no tendrían mucha oportunidad.
No dijeron nada solo empecé a escuchar murmullos con el sonido de la lluvia era bastante difícil entenderlos, para cuando quise darme cuenta pude ver como en la madera de las puertas se empezaba a formar unos símbolos que no entendía enseguida mire a Alan como si le preguntara que era aquello.
─ Prepárate esto va a estar movido…─ dijo Alan mientras veía como amartillaba el arma esperando que pasara algo.
Aunque no entendía el que aquellos símbolos seguían formándose en la puerta parecia que los estuvieran escribiendo a fuego desde dentro incluso podia notar el olor a quemado.
En cuanto hubieron terminado no pareció que nada pasara, pero enseguida pude ver como Nualia y Viento Negro empezaban a llevarse las manos a la cabeza parecia que aquel símbolo les hacia daño.
─ ¿Pero que pasa…?...─ cuestione extrañada al ver aquel comportamiento parecia que el dolor era bastante fuerte por unos momentos sentí en mi estomago como si algo quisiera salir de mi interior.
─ Son demonios soldado hace que los demonios que tengan cerca suya entren en un estado de batalla…pero es imposible ese ritual es complicadísimo de hacer…─ respondió Alan mirando hacia todas partes mientras estaba mirando que es l oque pasaba escuche el grito de uno de los que estaban detrás de la puerta.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunte nuevamente con el miedo en mis palabras mientras que aquel dolor empezaba a cumularse en mi cabeza, podia escuchar los gritos de agonía de Viento Negro y Nualia pero la parecer a Isabel no le afectaba y estaba algo asustada mirando hacia todas partes con el pelo erizado y las garras sacadas.
─ Tienen que sacrificar a alguien para que el ritual funcione…─ respondió nuevamente Alan y despues de aquello pude ver como algo lanzaban detrás de las puertas que cayo justo delante de nosotros era la cabeza de uno de ellos.
Pude ver el corte que tenia era completamente recto y como la sangre aun saltaba de su cuello mezclándose con el barro y el agua que caía, los ojos estaban vidriosos y el rostro no estaba asustado si no mas bien feliz aquello era completamente bizarro.
─ Que narices!...─ exclame al ver aquello y retroceder unos pasos al ver la cabeza cortada delante mía, podia escuchar el murmullo de las monjas detrás de nosotros que provenían de la iglesia enseguida los gritos fueron apagados por las campanadas.
La tensión era insoportable no sabia que hacer ni hacia donde apuntar pensaba que seria mas fácil pero no fue así.
Pasaron unos segundos que me resultaron horas para cuando escuche un sonido como si varias cosas salieran de la tierra.
Gire la cabeza y pude ver como eran cadenas sus eslabones eran de un color negro intenso incluso parecían salir humo de ellas, a los pies de la estatua habia un circulo lleno de símbolos extraños de color rojo intenso que parecia palpitar con fuerza incluso podia sentirlo en mi cabeza.
Varias de estas cadenas apresaron a la estatua con fuerza y empezaron a apretar con fuerza pude ver como la estatua se agrietaba poco a poco ante la presión de las cadenas.
─ Aléjate!...─ exclamo Alan advirtiéndome que algo iba a pasar instintivamente me arroje al suelo y en cuanto lo hice la estatua reventó en mil pedazos.
Cuando aparte mis manos de la cabeza pude ver un agujero en el lugar de la estatua del que parecia emanar mucho calor de este salieron varias sombras de color negro de las que se podían escuchar como susurros y gritos provenientes de las mismas.
Una vez que hubieron dado una vuelta a nuestro alrededor salieron disparadas hacia el convento al llegar las campanadas cesaron e inmediatamente empezaron a escucharse gritos.
─ Tenemos que ayudarlas…─ dije levantándome todo lo deprisa que podia en eso Alan se puso delante mía impidiéndome que fuera.
─ ¿Pero que haces…?...están en peligro…Apártate!...─ exclame mientras alzaba la pistola y le apuntaba con esta Alan pareció que ni siquiera se inmuto solamente bajo el ala de su sombrero.
─ Escucha por un momento ellas están perdidas…ya no puedes hacer nada, ahora lo que debemos hacer es protegerla a ella…los demonios han acabado con las monjas…y lo mas seguro es que salgan ahora e intenten hacer lo mismo con nosotros, es mejor que te prepares…─ dijo Alan aquellas palabras me parecían incluso que fueran tristes en algún sentido mientras escuchaba los gritos de las pobre monjas, al rato cesaron por completo y se hizo el silencio solo se escuchaba la lluvia como caía y los truenos, parcialmente los relámpagos iluminaban el lugar haciendo que todo aquello pareciera mas tétrico mientras que Viento Negro y Nualia aun estaba con aquel dolor de cabeza que parecia no abandonarlas.
Estuvimos unos segundos esperando que pasara algo pero todo estaba en calma, pude ver a Alan como llevaba a Rita al establo para que se escondiese.
El silencio proseguía solamente se escuchaba la lluvia caer contra las superficies y en los charcos del suelo, el silencio era roto por algún trueno y la oscuridad por el relámpago, mientras que Viento Negro y Nualia parecían intentar soportar el dolor que tenían en sus cabezas.
Aquello era insoportable la tensión podia cortarse con un cuchillo hasta que sin previo aviso la puerta del convento reventó de golpe en mil pedazos no pude mas que cubrirme el rostro por si algo llegara hasta donde estaba.
Los pedazos cayeron todos al suelo, por suerte ninguno llego a darlos en es momento tanto Nualia como viento Negro se giraron de inmediato con la rabia y la ira en sus rostros.
De allí salieron cuatro figuras humano idees altas, desgarbadas de color rojo en su rostro no se podia distinguir ninguna facción ni siquiera tenían ojos no boca visible, su piel era de color rojo fuego sus extremidades eran largas llegando hasta las rodillas acabadas en manos con unas largas uñas de color negro, se podia ver que se marcaban los huesos en su cuerpo.
Me quede por unos instantes no sabia que hacer pero enseguida gracias al demonio de mi interior que se revolvió, note como el dolor me hacia salir de aquel estado, apunte preparándome para disparar pero antes de que lo pudiera hacer de aquel rostro se abrio una boca grande llena de colmillos que emito un grito ensordecedor dando el inicio a la batalla.
Sin pensárselo dos veces Nualia se elevo en el aire dispuesta a atacar desde las alturas mientras que Viento Negro prácticamente desapareció para propinarle un golpe, mientras que uno de ellos se quedo enfrente mía esperando que hiciera algo, apreté el gatillo varias veces pero aquel monstruo se movió de manera rauda saltando de un lugar a otro mientras esquivaba los disparos.
Mire de reojo a Alan que este se quedo apuntando con cuidado e hizo un disparo hacia otro lado el monstruo enseguida se movió hacia otro lado.
Dispare otras veces siguiendo el recorrido del bicho que no paraba de moverse mientras que Alan disparaba muy cuidadosamente hacia los puntos que creía que saltaría aquella cosa.
─ No desperdicies munición, intenta calcular hacia donde van a ir no en donde están…─ dijo Alan mientras disparaba de manera muy precisa y se aferraba aquel rosario.
Nualia bajo de golpe para darle un garrazo a uno de aquellas cosas esta de un salto y rebotando contra las paredes del establo se puso encima de ella dando varios garrazos pude escuchar los gritos de Nualia que impacto contra el suelo.
El demonio elevo su garra dispuesta a matarla para cuando apunte hacia el, pude ver a Isabel que se lanzo a por el monstruo.
De una carrera y seguidamente un salto llego hacia donde estaba se dispuso en pleno aire a dar un garrazo pero el monstruo rápidamente se movió hacia atrás esquivándolo.
─ ¿Puedes levantarte…?...─ pregunto Isabel mientras le ofrecia la mano para que se levantase esta se quedo por unos instantes mirándola y seguidamente la acepto ambas se pusieron espalda contra espalda preparadas para la batalla.
De pronto Viento Negro apareció de la nada propinado una coz a su adversario pero este solamente dio un salto hacia atrás y apoyándose nuevamente salto hacia ella dando varios garrazos esta sin embargo volvió a acelerar de nuevo y desaparecer, el monstruo empezó a gruñir moviendo la cabeza hacia todos lados de nuevo volviendo a reaparecer esta soltó una coz que no llego a acertar el demonio de un salto se puso encima de Viento Negro propinándole varios garrazos acertando en su espalda y haciendo que cayera a plomo al suelo, al parecer las heridas se habían abierto.
─ VIENTO NEGRO!!!...─ grite con todas mis fuerzas mientras apunte hacia el bicho y sin pensarlo dispare varias veces esperando acertarle al monstruo pero este sencillamente se movió saltando para evitar las balas.
Esta intentó levantarse como podia pero aquello era demasiado, podia ver la sangre rodar por su lomo y caer al suelo mezclándose con la lluvia y el barro.
─ ¿Estas bien…?...─ pregunte preocupada mientras miraba hacia todas partes pero no lo veía por ningun sitio.
─ Apártate de mi vista…─ dijo viento Negro mientras que de un manotazo me empujo hacia atrás, podia ver en su rostro el odio y la rabia.
No entendía lo que le pasaba intento levantarse como pudo pero no podia hacerlo debido al dolor y a la sangre que estaba perdiendo.
Gire la cabeza para ver como estaban Nualia e Isabel al parecer estaban mirando hacia todas partes preparadas, pero de la nada salto sobre ellas el demonio alargando ambas manos dando garrazos y arañando sus espaldas.
Ambas cayeron al suelo se miraron una a la otra con cara de rabie e ira y enseguida se lanzaron una contra otra, chocaron las manos e iniciaron un duelo de fuerza ignorando a sus atacantes.
─ ¿Pero que...?...Isabel, Nualia dejadlo…─ dije viendo que todo se nos desmoronaba, estaban combatiendo entre ellas.
─ Tienes que matarlos, estos demonios propagan una especie de sensación de enfrentamiento entre los enemigos y no cejaran hasta que acaben matándose…solo puedes matarlos, para quitarlo…─ dijo Alan explicándome lo que hacian esos demonios y que solo su muerte provocaría el cese de aquellas sensaciones.
No podia soportar ver a Viento Negro esforzarse de sobremanera, perdiendo mucha sangre, mientras que Nualia e Isabel estaban enfrentadas entre ellas.
Mire al suelo mientras respiraba con fuerza podia escucharlo todo sentirlo todo, la respiración de aquellas cosas estaban a nuestro alrededor.
─ REACCIONA!!!...─ grito Alan mientras se veía poco a poco desbordado por aquellas cosas que no dejaban de acercarse mas y mas cercándole.
─ AAAAAHHH!!!...─ grite con todas mis fuerzas enfrentando incluso a la misma tormenta, sentí como la rabia se apoderaba de mi por completo, mis músculos se retorcían y endurecían ala vez que mi piel se tornaba de un corlo negruzco, mis uñas crecían tornándose negras, como poco a poco iba abandonando mi cuerpo y dejando sitio al demonio que llevaba en mi interior, era una sensación de dejarse llevar y ver las cosas desde atrás.
Aquellos monstruos se olvidaron lo que estaban haciendo y todos se fijaron en mi rápidamente se lanzaron para atacarme.
Uno de ellos se lanzo para propinarme unos garrazos note como sus uñas se clavaban en mi torso haciéndose añicos viendo aquello rápidamente tome sus brazos y puse un pie en su pecho haciendo presión, estaba atrapado y se movía furiosamente para liberarse pero no dejaría que se escapara, apreté con fuerza mi rodilla en su pecho tirando y escuchando como la carne se desgarraba y los huesos crujían mientras que el demonio ahogaba los truenos con sus chillidos, la sangre caliente y pegajosa haciendo el constaste con la lluvia fría, con un tiro final le arranque los brazo este con un grito agónico cayo retorciéndose de dolor, los tire al suelo y me quede mirándolo por unos segundos, alce la pierna y le propine un golpe hundiéndole el pie en el cráneo pude escuchar deforma satisfactoria como crujían los huesos y su cerebro se esparcía por el suelo combinándose con el barro, pude ver aquel amasijo de carne hueso y cerebro no pude mas que relamerme de gusto mientras disfrutaba aquello todo lo que podia cada momento e instante.
El siguiente salto sobre mi espalda, elevo su cuerpo y me mordió en el cuello, pude sentir los dientes afilados como cuchillas clavarse en mi carne pero no sentía el dolor.
Aquella bestia se aferro a mi cuello con dureza no pude mas que mover la mano y atrapar su cabeza y empezar a tirar de ella mientras que esta permanecia fija con el mordisco, mientras que las otras dos se abalanzaron a mis piernas mordiendo con fuerza.
Tire con fuerza todo lo que pude escuchando como la carne de desgarraba la sangre saltaba a chorros por todo mi cuerpo incluso pude decir que me excito por un momento.
Cuando por fin hube arrancado la cabeza de su sitio la retorcí varias veces escuchando como crujían los huesos y seguidamente el cuerpo del demonio cayo a plomo al suelo, tire de este puesto que su boca aun permanecia cerrada sobre mi cuello arrancándolo.
En ese momento no tuve que hacer nada en un instante pude ver una garra que atravesaba el cráneo de una de las criaturas y unas uñas que atravesaban el otro haciéndoles caer al suelo.
En ese momento salí de mi estado mareada y muy débil para cuando me di cuenta era Isabel y Nualia que habia salido de su estado enseguida me acorde de Viento Negro que aun luchaba por levantarse.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Isabel ayudándome a levantarme puesto que las piernas me estaban temblando y cias no podia aguantarme en pie.
─ ¿Viento Negro esta bien…?...─ pregunte mientras giraba la cabeza lo podia ver en el suelo sangrando.
Me acerque como pude a este y empecé a romper mis ropas intentando hacer que la sangre cesara, las heridas eran muy graves.
─ Despierta por favor…─ suplique mientras intentaba detener la hemorragia aunque aun estaba algo mareada.
Pude ver que las espaldas tanto de Nualia como de Isabel estaban igualmente ensangrentadas.
─ ¿Estáis bien…?...─ pregunte mientras veía aquellas heridas parecia que parte del ala de Nualia estaba destrozada y la espalda de Isabel con heridas profundas.
Tanto Isabel como Nualia ambas asintieron al parecer eran mas de lo que parecia, en cuanto hube terminado de poner algún vendaje para detener la hemorragia, mire hacia todas partes pero no veía a Alan.
Me levante algo mareada pero podia caminar me acerque al establo donde habia dejado a Rita, pero al parecer no estaba.
─ Mierda!...─ exclame pensando que se la habia llevado para tomar la gema, y el único que sitio que podia estar era la iglesia, pero no entendía el por que.
Avance todo lo rápido que pude hacia esta para cuando entre pude ver que Rita estaba atada y amordazada en el suelo y Alan estaba sacando una cruz de plata que al instante salio una hoja de la misma.
─ Detente!...desátala…no le hagas daño…─ hable de manera entrecortada mientras avanzaba a paso apoyándome entre los bancos.
─ Escucha si no lo hago yo lo harás tu…así que es lo mismo…─ dijo Alan enarbolando la daga por encima de este y dispuesto a acabar con al vida de Rita.
Enseguida llego a mi nariz un olor metálico asqueroso, pero preferi no mirar de donde provenía, a cada paso notaba como habia liquido en el suelo preferi no mirar.
─ Tiene que haber otra forma para que podamos sacar la gema y dejarla viva…─ comente mientras avanzaba y respiraba de forma dificultosa, pero poco a poco iba recuperando el aliento.
─ No hay otra forma…es la única y lo sabes…─ hablo Alan dispuesto a terminar con aquello de todas formas.
Para cuando estuve casi a su altura note que algo me impedía moverme no podia avanzar mas note como un latigazo de electricidad en el ambiente.
─ ¿Qué es esto…?...─ cuestione extrañada pasando mi mano por el área mientras notaba chispazos de electricidad a mi contacto.
─ Esta vez no voy a dejar que interferías, en un sello contra demonios…además, ¿crees que si no hubiera otra forma no la haría…?...Tampoco me gusta matar a la gente inocente, pero no hay otra manera…─ dijo Alan haciéndome saber que tampoco quería hacer aquello que le estaban obligando.
─ Dime que pretendes con todo esto…¿Qué te ha prometido…?...─ pregunte esperando entender que era lo que le habia prometido la Shaman para que hiciera esto.
─ Crees que lo hago por algo que me ha prometido…que se las estoy consiguiendo a ella…esa bruja no tiene nada que ver…─ respondió Alan con enfado en su voz aunque aquella contestación me hizo dudar, aquí habia otras fuerzas que estaban en el juego y no sabia quienes eran.
Alan de nuevo enarbolo la daga por encima de la cabeza dispuesto a matarla y tomar la gema de su cuerpo, podia ver el rostro de Rita que estaba aterrorizada las lagrimas en sus ojos y aquellas manchas negras de maquillaje en su rostro, gemía de forma apagada por la mordaza en su boca.
─ NOOOO!!!...¿entonces por que toda esta lucha?... podías haberla matado allí podías haberme matado y haber tomado la gema…─ pregunte nuevamente intentando alargar el momento para que no la matara.
─ Te sorprenderá saberlo pero esta gema, no podia sacarla en el saloon, estuve investigando y era necesario sacarla en una iglesia…y para cuando me dijiste que habia un convento cerca todo eso facilito mi plan, sin embargo esos idiotas tuvieron que intervenir…─ respondió Alan con tono de ira en su voz, le habia ayudado a cumplir lo que estaba planeando.
Despues de haberme respondido volvió de nuevo a lo que estaba haciendo intente nuevamente meter la mano en aquella área pero era imposible a cada movimiento el daño era mayor y sentía un dolor insoportable.
─ No te esfuerces es inútil…─ hablo Alan siendo lo único y volviendo a por Rita preparándose para matarla.
Antes de hacerlo se arrodillo enfrente de ella y empezó a murmurar algo en latín, reconocía ese idioma puesto que nuestro párroco hablaba a veces de esa forma y mi madre me habia dicho que es lo que era.
Pero antes siquiera de que pudiera terminar escuche un disparo no pude mas que taparme la cabeza y esconderme pero le disparo habia acertado en Alan que cayo al suelo, no pude decir que no me alegrara de eso.
─ Aun sigo vivo…¿Os habéis olvidado de mi…?...─ pregunto una voz proveniente desde el otro lado del convento.
Pensé en esconderme y pude ver el confesionario así que pensé en ocultarme y ver lo que estaba pasando.
Escuche unos pasos por la iglesia que se iban acercando hacia Rita y Alan pero que enseguida se detuvieron, desde mi posición pude ver una figura humanoide que tenia un sombrero vaquero de color marrón apagado y una poncho encima de su ropa de color amarillo, que le cubría la mitad del cuerpo.
─ Sal donde quieras que estés…se que estas en alguna parte…así tendré dos premios por el precio de uno…─ dijo mientras miraba hacia todas partes me escondí todo lo que pude en el confesionario intentando no hacer ruido.
Escuchaba los pasos de aquel tipo que empezaron a moverse por la iglesia de un lugar a otro, parecia que estaba buscándome, de pronto empezó a disparar unos cuantos tiros.
─ Muy bien tu eliges o sales donde estés o la mato a ella…─ dijo aquel tipo mientras escuchaba el clic del arma amartillándose.
─ Vale de acuerdo estoy aquí…─ dije mientras salía de donde estaba, el tipo hizo el ademán de que levantara las manos y así hice.
─ Tanto lío por alguien como tu, es increible…aunque si el estupido del sheriff hubiera echo lo que le habíamos dicho todo esto nos hubiéramos ahorrado…acércate…─ hablo el tipo moviendo la pistola para que me acercara.
─ Parece ser que la Shaman no se cansa de enviar a idiotas como tu…─ hable intentando hacer que perdiera los nervios.
─ Cállate y quita la sal…─ dijo el tipo mientras de un empujón me tiraba al suelo enseguida pude ver que había un rastro de sal haciendo un circulo en el suelo, aquello era lo que estaba haciendo de barrera.
Moví la mano por encima de esta pero nada mas hacerlo note el latigazo de electricidad que me dio el dolor se acumulo en mi mano dejándomela casi paralizada no pude mas que chillar.
─ Vaya así que el bastando estaba preparado…─ hablo el tipo mientras veía que me tomaba la mano con heridas en la misma mientras que poco a poco iban desapareciendo.
─ Muy bien si eso es lo que quieres…─ hablo el tipo mientras sacaba un cuchillo de la bota y extendía la mano enseguida se hizo un corte en la palma y empezó a pronunciar unas palabras extrañas, de la herida broto un liquido negro y espeso que nada mas caer comenzó a tornar la sal en una sustancia extraña
En cuanto hubo terminado aquello me apunto con el arma amartillándola y apuntándome a la cabeza pensé que era mi fin….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
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