Mazoku
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MUNDO SIN MAGIA
─ ¿Cómo decirlo sin parecer una loca…?...no se puede decir de esa forma…Quiero salir de aquí!.., Nunca pensé que diría esto pero quiero volver a casa…─ exclame con todas mis fuerzas mientas miraba a mi alrededor me encontraba en un pasaje en medio del bosque, el sitio era precioso y el bosque parecía no tener fin mientras avanzaba por este, el cielo casi ni se podía ver las copas de los árboles eran altísimas y apenas entraban los rayos del sol, podía escucharse el cantar de los pájaros cualquiera diría que me había perdido haciendo acampada pero no es así.
Se que mi historia puede ser una locura pero no tiene otro nombre, yo estaba en mi casa viviendo mi vida normal y aburrida de universitaria para cuando quise darme cuenta ya me encontraba en este sitio.
Aun todavía no entiendo como fue al principio pensé que fue una broma pesada pero cada vez queme adentro mas en este bosque mas pienso que se trata de algo real aparte de alguna cosa mas que ha cambiado en mi.
Soy una chica normal y corriente de una estatura media y una complexión normal, mi pelo es de color avellana dorada, mis ojos son de un color verde y con una figura según dicen mis amigos bastante normalita y sin muchas curvas que digamos, aparte también llevo gafas.
Pasaba mi vida de la manera más normal entre la universidad y mi casa no tenia mucho tiempo para ir de fiestas y demás puesto que tampoco me gustaban mucho que digamos.
Hasta cuando un fin de semana cuando habíamos terminado los exámenes mis amigas me invitaron a una salida al campo con otros amigos suyos me costo bastante convencer a mi madre de que me iba a quedar un fin de semana fuera de casa.
─ Toma…llévate esto creo que será lo mas importante…─ dijo mi madre con cierto tono de derrota mientras me daba algo que no quería ni que quisiera que ella me lo diera.
─ Mama!...no pasara nada…solo es una salida de un par de días…─ dije mientras le daba un manotazo a una ristra de preservativos que enseguida metí en la mochila.
─ Cariño tienes veinte años crees que me chupo el dedo…no me importa que tengas re4laciones pero por favor…que no pase lo que no tiene que pasar…─ dijo mi madre diciéndome de forma subrepticia que no le gustaría que me quedase embarazada.
─ Sabes de sobra que no pasara eso…es demasiado pronto para que me quede embarazada…─ dije mientras seguía dando vueltas por la habitación entre el armario y mi cama tomando ropa y mirando para ver que llevarme.
─ Solo te aviso…nada mas…ya sabes lo que nos costo criarte...me quede embarazada de ti demasiado joven…─ volvió a hablar mi madre mientras me lo recordaba una y otra vez.
─ Que me dejes tranquila…me lo has repetido un montón de veces…solo quiero un par de días de descanso después de los exámenes…─ dije con tono de enfado mientras seguía metiendo algunas cosas mas en la mochila.
─ Si cariño ya lose te has esforzado mucho…solo quiero que tengas cuidado…nada mas…si fuera solo de chicas me daría lo mismo pero han invitado algunos chicos y no es plan…─ dijo mi madre con tono tranquilo recordándome lo que le había dicho.
─ Mama te dije que íbamos con chicos para que tuvieras confianza en mí…si no te hubiera dicho que solo éramos chicas y no te habrías ni enterado…─ dije recordándole que quería tener confianza en ella para que supiera lo que pasaba.
─ Vale solo quería avisarte…voy a seguir haciendo el desayuno…─ dijo mi madre saliendo de mi habitación por un momento me quede sentada en la cama viendo un jersey de color verde de lana.
─ Joder…es que a veces llega a quitarte las ganas…─ dije mientras tomaba el jersey y lo metía a presión en la mochila y después tome la ristra de condones y lo metí en uno de los bolsillos.
─ ¿Pero que quiere que haga una orgía…?...─ cuestione mientras miraba la ristra de doce preservativos con cierta incredulidad.
Después de eso me quede mirando algo escrito en el envoltorio que antes no me había dado cuenta que era talla “XXL”.
─ Mucha esperanza tiene en los chicos…─ dije mientras miraba lo que ponía en el envoltorio con cierta cara de incrédula.
Salí de la habitación para ir a cenar y decirle un par de cosas mas a mi madre, nada mas abrir la puerta el olor de la cena llego a mi nariz.
─ Mama…¿en serio XXL…?...¿no crees que tienes demasiadas ilusiones en ellos…?...─ pregunte con cierta ironía mientras iba a tomar la ensalada y dejarla encima de la mesa junto con los cubiertos mientras mi madre dejaba un salteado de verduras junto como una sopa.
─ Hija confío en ti solamente eso que hicieras una buena elección…─ hablo mi madre con esperanza y cierta picardía en la voz.
─ Mama!...eso no es cosa tuya…─ dije con tono de enfado y sorpresa al mismo tiempo pero sabia que en parte tenia razón.
Mi madre solo saco la lengua y me guiño el ojo bromeando con picarda, después de haber puesto la mesa empezamos a cenar al mismo tiempo poníamos la televisión para ver las noticias pero no había nada interesante siempre lo mismo.
La cena paso tranquilamente y seguidamente nos fuimos al sofá para ver una película, mi madre después de un cierto tiempo empezó a dar cabezadas en el sofá hasta que se quedo dormida en ese momento le saque una foto con el móvil.
─ Para que después digas que no te quedas dormida….ya tengo la prueba…─ comete mientras sacaba un par de fotos a mi madre dormida en el sofá.
─ Mama que ya es hora…ve a dormir…─ comente mientras la zarandeaba suavemente, en eso se despertó.
─ ¿Qué hora es…?...─ cuestiono mi madre mientras se restregaba los ojos y se levantaba del sofá.
─ Casi las doce y mañana tengo que levantarme temprano…─ dije al mismo tiempo que la acompañaba al dormitorio.
Después de eso cerré la puerta y fui hacia mi habitación, encendí la luz y me quite la ropa, me puse el pijama de siempre rosa y con conejitos.
Se que resulta algo infantil pero este me lo regalaron mis padres, no llegaba a gustarme pero decidí quedármelo.
Me acosté y apague la luz me quede por unos minutos mirando al techo que aun estaba adornado de estrellas fluorescentes de cuando era pequeña algunas cosas no habían cambiado a pesar de mis años.
Se me fueron cerrando los ojos poco a poco ni siquiera supe lo que soñé solamente se que al poco tiempo sonó el despertador.
─ ¿Pero que narices…?...si me acabo de acostar…─ cuestione mientras miraba el despertador, me había quedado dormida completamente.
─ Genial…─ dije mientras me levantaba y empezaba a rebuscar en el armario para tomar la ropa para vestirme.
Cuando buscaba tome un jersey y unos leggins de color blanco junto con una falda vaquera encima, en los pies unas zapatillas de deporte.
Tome el cepillo y me di unas cuantas cepilladas al pelo y tomando una goma me hice una cola, después de eso abandone la habitación y fui al cuarto de baño.
En este abrí el grifo del lavabo y me eche algo de agua sintiendo el frío de esta en el rostro que hizo que me despejara algo.
Agarre la mochila y fui hacia la habitación de mi madre para decirle que seguramente me estarían esperando.
─ Mama…me voy ya…─ dije mientras la despertaba esta se levanto y se restregó los ojos por le sueño seguidamente me abrazo.
─ Que te lo pases bien y ten cuidado…te quiero…¿Quieres que te prepare algo antes de irte…?...─ pregunto mi madre mientras se ponía la bata de color celeste.
─ No te preocupes seguramente ya vienen para acá y no tardaran mucho en llegar…─ respondí mientras me colocaba bien la mochila.
─ No es molestia cariño…─ comento mi madre mientras se dirigía rápidamente hacia la cocina preferí no decirle nada puesto que una vez que tomaba una decisión no había forma de detenerla.
─ ¿Te has llevado el móvil…?... ¿Lo has cargado…?...─ cuestiono mi madre mientras me hacia un par de sándwiches.
─ Si, no te preocupes…─ respondí mientras se lo mostraba y en el mismo momento le saque la ristra de condones que me había comprado.
─ Muy lista…─ comento mi madre sonriéndome mientras tomaba los bocadillos y me los entregaba envueltos en papel film.
─ Sabia que me lo preguntarías…─ hable volviendo a meter las cosas en la mochila y tomando la comida.
─ Llámame cuando llegues…─ comento mi madre con cierto tono de preocupación a la vez me daba un abrazo.
Por suerte en se momento sonó el móvil deshaciendo ese bonito momento, enseguida mire el móvil.
─ Ya están aquí…nos vemos dentro de dos días…─ comente con cierta alegría mientras me despedía.
Abandone la casa y me dirigí hacia el ascensor del edificio, entre en este y baje para encontrarme con mis amigos.
Al llegar a la entrada pude ver que se trataba de una furgoneta de color blanco, pude notar el frío de la noche aunque ni siquiera había amanecido y no había mucho trafico enseguida mi amiga me saludo junto con los otros dos chicos.
─ ¿Te ha costado mucho convencerla…?...─ pregunto mi amiga mientras me abría la puerta y me sentaba.
─ No pero vamos se temía algo así…─ conteste mientras colocaba la mochila al fondo de la furgoneta que pude ver que había dos tiendas de campaña y las mochilas.
─ ¿Por qué lo dices…?...─ pregunto mi amiga y al momento me acerque a su oído y le conté lo de los condones.
─ Joder con tu madre…─ dijo mi amiga mientras me sonreía de manera sorprendida.
─ ¿Que pasa…?...─ cuestiono uno de mis amigos mientras nos poníamos en marcha.
─ Nada su madre…que se puede decir que es previsora y tiene unas aspiraciones bastante grandes…─ respondió entre risas mientras le daba un golpe en el brazo y le intentaba tapar la boca.
Así entre bromas y risas avanzamos por la carretera pasados unos segundos ambas nos quedamos dormidas mientras que nuestro amigo conducía.
Después de unas horas me desperté y aun seguíamos en la carretera, me estire un poco para despejarme mientras que mi amiga hacia lo mismo.
─ ¿No hemos llegado aun…?...─ pregunte medio adormilada mientras miraba por la ventanilla, ya habíamos salido de la ciudad y solamente veíamos campo.
Ya había amanecido y podía verse un poco mas de tráfico nunca pensé que seria tan lejos.
─ Ya queda poco…─ dijo mi amigo mientras tomaba una salida de la autopista y tiraba hacia un bosque que se veía a lo lejos.
Después de un par de horas más que pase mirando el móvil y mi amiga hacia lo mismo llegábamos a un aparcamiento de caravanas.
Había varias y la gente iba de un lugar a otro, se podía ver que comenzaba el bosque, en cuanto aparcamos salimos de la furgoneta.
─ Llegamos…─ hablo el chico mientas aparcaba y detenía el motor de la furgoneta.
Al salir pude notar el calor que había aumentado un poco mientras miraba a lo lejos las montañas y el bosque que parecía extenderse sin fin.
Se podía ver a las personas yendo de un lugar a otro mientras entraban en un camino dentro del bosque.
─ ¿Sabrás por donde ir no…?...─ pregunte mientras miraba como sacaban las mochilas y nos la entregaban.
─ Si no te preocupes…solo que uso apartaremos un poco del camino normal…he encontrado un sitio precioso donde estaremos tranquilos…─ dijo uno de los chicos mientras tomaba una tienda de campaña y otra se la pasaba al compañero.
─ Espero que no terminemos perdidos…─ dije con cierto temor que terminaremos perdidos en el bosque, por que viendo como era.
─ Tranquila no pasara nada…─ comento mi amiga intentando tranquilizarme, aunque esas palabras no me hacían sentir mas segura.
─ No te preocupes no nos separaremos mucho del camino esta solo un poco apartado…─ hablo el chico con seguridad en su tono mientras mi novio me tomaba de la mano y empezábamos a caminar por el amino viendo el bosque.
El sitio era increíble podía escucharse los pájaros y la luz apenas podía entrar solo ciertos tímidos rayos del sol atravesaban la espesura, el aire tenia un olor especial, aparte podían verse algunas personas caminando y algunas tiendas de campaña por ciertos lugares.
Estuvimos andando como una mediador antes de encontrar el lugar que decía, nos adentramos bastante en el bosque para cundo me di cuenta ni siquiera veía el camino.
─ Espero que sepas volver…─ dije mientras seguía caminando hasta que llegue a un claro en el que había un lago, el sitio era perfecto.
─ Woow…es increíble… ¿Cómo lo descubriste…?...─ pregunto mi amiga mientras avanzaba hacia el lago y se quedaba a la orilla.
Entre tanto soltaba la tienda de mochila me sentaba, descansando había sido una buena caminata no por el tiempo si no por donde nos habíamos metido.
─ Bueno…en una excursión me separe del grupo y termine aquí…─ respondió nuestro amigo sin darle mucha importancia.
─ No seria mejor…se nos pusiéramos a montar las tiendas…─ dije mientras empezaba a rebuscar en la mochila y comenzaba a armar la tienda, el estomago empezaba a gruñirme ya tenia algo de hambre.
─ Yo de momento voy a tomarme un baño…─ comento mi amiga mientras empezaba a quitarse la ropa no pude mas que coger una toalla e ir corriendo a ponérsela encima.
─ Se puede saber que haces…monta primero la tienda y métete dentro…─ dije mientras le ponía la mochila aunque los chicos no dejaban de mirarla de reojo al mismo tiempo que los miraba cabreada.
─ Deja ya de preocuparte…tengo el bikini debajo…quiero darme un chapuzón…─ comento mi amiga mientras miraba que llevaba un bikini de color rojo algo que podría decir que era como una talla mas pequeña, los pechos se le marcaban bastante al igual que la parte de abajo que se le ajustaba a sus caderas.
Después de eso le quite la toalla y enseguida mi amiga empezó a estirarse como si estuviera disfrutando como la estaban mirando.
─ Despertad…que se os cae la baba…─ comente mientras la miraba de reojo por mi parte siempre había tenido algo de envidia, puesto que por decirlo de alguna forma se había desarrollado mucho mas que yo.
─ Eh…venga…las tiendas…─ dije mientras le lanzaba la toalla y estos salían de su asombro.
─ Sabes que yo también voy a darme un chapuzón…─ hablo el chico mientras empezaba a desnudarse, supuse para mi que también llevaba un bañador debajo pero cuando observe que solo llevaba la ropa interior y encima empezó a quitársela, solo me di la vuelta.
─ ¿No llevas bañador…?...─ pregunte con cierto tono de sorpresa mientras veía como se lo quitaba todo sin ningún pudor.
─ No creo que haga falta…─ dijo el chico mientras soltaba la ropa interior y la lanzaba a un montón y este salía corriendo hacia el lago a abrazar a su novia.
─ Que…nos damos un chapuzón también…─ dijo mi novio mientras me miraba con cara de lujuria parecía incluso que le brillaban los ojos.
─ será mejor que terminemos la tienda…─ dije mientras volvía a seguir montando la tienda, sin embargo mi novio no hizo mas que abrazarme por la espalda.
─ Venga podemos divertirnos y rato…además tu madre te ha puesto una buena ristra de preservativos podemos aprovecharlos…─ dijo mi amigo con tono de lujuria mientras me daba algunos besos en el cuello.
─ Ósea estas cansado de la caminata…pero para esto no estas cansado…vaya, vaya…─ dije mientras me daba la vuelta y le daba un pisotón en el pie para que me soltara.
─ Auch!...oye… ¿se puede saber que te pasa…?...─ pregunto mi novio mientras retrocedía un par de pasos.
─ Mira si quieres ir a darte un chapuzón hazlo…tu mismo…solamente te digo que prefiero montar la tienda…ya tendré tiempo para eso…─ dije con ciertos celos en mi voz mientras escuchaba como los dos estaban chapoteando y tirándose agua.
─ Vale…de acuerdo…─ comento con desanimo y enseguida se puso a ayudarme, podía sentir el calor que poco a poco iba aumentando, las gotas de sudor ya empezaban a resbalarme por la frente.
Después de unos quince minutos al fin tenia la tienda montada, no hice mas que entrar y dejarme caer en el interior para descansar algo, al mismo tiempo lo hacia mi novio.
─ ¿Nos daños ahora el chapuzón…?...─ pregunto mi novio, parecía que el valentón lo tenia mucho mas fuerte.
─ ¿Sabes una cosa…?...─ cuestione mientras giraba la cabeza y le miraba con cierta lujuria en mi mirada y una sonrisa picarona, enseguida observe como mi novio me sonreía.
─ ¿Qué…?...─ cuestiono mi novio con ansia en su tono, parecía que se pensaba que podría suceder algo.
Empecé a pasar el dedo por su pecho lentamente sin prisas bajándolo mientas que este acercaba sus labios a los míos lentamente, podía sentir el calor de su piel y como de reojo un bulto se podía ver en su pantalón.
─ Seria mejor que hicieras la tienda de campaña de tu amigo…─ dije mientras le hacia que saliera de la tienda y enseguida mi amiga irrumpió.
─ El agua esta buenísima…vente a darte un chapuzón…─ dijo mi amiga mientras entraba para secarse y podía ver como mi novio salía un poco cabreado de mi tienda.
─ Joder!...─ exclamo mi novio mientras salía de mi tienda refunfuñando y con mal humor.
─ ¿Pero que le has hecho…?...─ pregunto mi amiga mientras tomaba una toalla y empezaba a secarse cabello después de eso rebusco en su mochila para buscar ropa interior seca.
─ Sigues comprando esas cosas…de verdad no se como puedes ponértelas…─ dije mientras esta se quitaba el bikini no pude mas que por un momento quedándome mirando su cuerpo, mi mente empezó a jugar con sus curvas y sus pechos pero por suerte pude reaccionar a tiempo.
─ Deberías de comprarte algunas un poco provocativas…al menos para la batalla…si ya sabes a lo que me refiero…─ mientras esta se colocaba la ropa interior y el sujetador dándose la vuelta para que se lo abrochara.
Después de eso tomo un jersey que dejaba los hombros al aire junto con unos pantalones vaqueros de color azul algo desgastados y con varias aberturas en estos.
─ Bueno ya veré si las compro…─ dije mientras rebuscaba en la bolsa y por una sorpresa pude encontrar un par de ropa interior de encaje de color rojo.
─ Vaya y eso son preciosas…─ dijo mi amiga mientras las miraba y sentía su tacto eran nuevas y yo no las había comprado enseguida pensé que había sido mi madre que me las había metido en la mochila sin que me enterara.
─ Parece que tu madre va por todas…sabes me gusta…─ dijo mi amiga mientras pasaba las manos por el tejido y los encajes, enseguida las puso delante suya como si me las estuviera probando mentalmente.
─ Pues te quedarían bastante bien…─ dijo mi amiga mientras, me acordaba de mi madre.
En ese momento sin decir nada entro mi novio y se quedo mirando la ropa interior y a mi imaginándose lo mismo.
─ Sabes creo que su madre te tiene en gran estima... Ja…ja…ja…─ comento mi amiga mientras le daba un manotazo y me subían los colores al rostro mi amigo se quedo como sorprendido.
─ Oye!...de esta recuerda…¿Se puede saber que miras…?...─ pregunte con tono de enfado mientras mi amiga se reía de la situación.
─ Nada no te preocupes…─ dijo mi novio mientras sacaba la cabeza de la tienda rápidamente.
─ Lo bueno se hace esperar…seguro que esta noche se las podrás quitar!...─ exclamo mi amiga mientras tomaba la toalla y empezaba a golpearle e iniciábamos una pelea que esta seguía riéndose.
Después de unos segundos de esa broma salimos de la tienda de campaña, al menos los chicos habían echo una fogata y montado la tienda.
Mi amiga decidió darse otro chapuzón mientras por mi parte decidí descansar un poco sentada sobre unos troncos que había por allí.
─ ¿No vas a darte un chapuzón…?...─ pregunto mi amigo mientras sacaba algo de comer, el sol ya estaba en lo alto y el estomago gruñía.
─ Prefiero comer algo…estoy muerto de hambre…─ dijo mi novio mientras sacaba algo de comida de la mochila.
Por mi parte saque un par de bocadillos de la mochila y empecé a comérmelos tranquilamente mientras veía como mi amiga chapoteaba en el agua junto con su novio.
─ Es un buen descubrimiento este sitio…─ dije mientras le daba unos mordiscos al bocadillo después de eso mire hacia mi amiga que ya estaba abrazada a su novio dándose besos.
─ No será capaz…─ dije con tono de duda mientras podía ver que mi amiga abrazaba a su novio y se besaban de manera apasionada.
─ Bueno si fuera eso solo…según el eso seria lo más flojo que haría… dijo mi amigo cosa que me sorprendió bastante.
Después de unos besos salieron del agua riéndose y haciéndose carantoñas, en ese momento se me acerco mi amiga mientras el chico entraba en la otra tienda de campaña.
─ Te voy a tomar la mitad de los condones…─ dijo mi amiga mientras entraba en nuestra tienda y después de unos segundos salía con los condones en la mano.
Seguidamente a los pocos segundos solo se escuchaban gemidos que provenían de la tienda eso hizo que incluso me diera algo de calor, que me subía por la espalda incluso llegue a notarlo en el rostro.
Mi novio parecía que estaba a tentó a los gemidos provenientes de la tienda, después de eso me miro con picardía y sonriéndome.
─ ¿Les acompañamos…?...─ pregunto mi amigo con tono de picardía en la voz mientras me guiñaba un ojo.
─ Lo siento…pero de momento no tengo ganas…será mejor que le digas a tu amigo que limpiéis la tienda después de eso…─ dije mientras escuchaba como gemía como una loca, siempre me había dicho que gritaba bastante.
No pude mas que entrar en la tienda y empezar a ordenar las cosas, esperando a que terminara lo que estaba haciendo.
Después de unos minutos bastante largos los gemidos cesaron y pude ver como entraba mi amiga con los pelos como una loca pero con una sonrisa de oreja a oreja devolviéndome tres condones de una ristra de seis.
─ ¿Qué pasa se ha cansado…?... ¿O lo has agotado…?...─ pregunte mientras esta tomaba un peine y se arreglaba algo el cabello.
─ Bueno no esta mal…voy a darme otro chapuzón…─ respondió mi amiga aunque de un tiempo a esta parte le estaba viendo una vena de ninfomana.
─ ¿No crees que te estas pasando con el pobre chaval…?...estará hecho polvo…─ volví a preguntar con tono de tristeza pensando en como habrá quedado el chico eso si estaría feliz.
─ No ha estado mal…pero quiero mas… ¿Me prestarías al tuyo…?...─ cuestiono con tono de picardía mientras me guiñaba un ojo, aunque sabia que era una broma pero no sabia exactamente si lo decía en serio.
─ Oye!...ni de broma y lo sabes…mejor date el chapuzón a ver si se te pasa el valentón que llevas encima…─ respondí mientras le daba un toallazo en el trasero y esta salía de la tienda en dirección hacia el lago.
Por la ventana de la tienda de campaña pude ver a su amigo que salía cansado de la tienda y se sentaba en el tronco y hablaba con su amigo.
─ Lo ha dejado baldado y solamente…hemos llegado…el pobre la que le espera…─ dije mientras me tumbaba un poco y poco a poco casi sin pensarlo me fui quedando dormida poco a poco.
─ Hmmmm…─ exprese con cierto placer mientras notaba como algo se paseaba por mi cuello pensé que seria mi novio y enseguida y sin abrir los ojos me gire y le di un abrazo.
Pero al abrir los ojos pude ver que era mi novia que estaba sonriéndome con cierta lujuria en su rostro.
─ No pensaba que te gustaría…si quieres seguimos…─ dijo mi amiga mientras me guiñaba un ojo y me daba un beso al juntarse sus labios fue como un escalofrió que me recorría el cuerpo junto con el calor que se acumulaba, por suerte no abrí la boca pero se que notaba su lengua que intentaba entrar en mi boca.
─ ¿Pero que haces…?...Joder! suéltame…─ pregunte con tono de enfado mientras me soltaba del abrazo de mi amiga y me pasaba la mano pro los labios.
─ Pues parecía que te gustaba… ¿No quieres otro besito…?...─ comento mi amiga con cierto tono de broma y lujuria mezclado, haciéndome morritos para darme otro beso.
─ Estas desatada…anda y ve con tu novio…─ dije mientras veía como mi amiga se carcajeaba por la broma que me había echo.
Viendo lo que había pasado abandone la tienda de campaña nada mas salir me pude dar cuenta que ya era el atardecer, no pensé siquiera el tiempo que había dormido solo sabia que tenia bastante sueño, al mirar al lago me quede sorprendida por la combinación de colores anaranjados y azules del atardecer, el trinar de los pájaros fue cambiando por el de los búhos se podía ver algún que otro murcielaguillo por el sitio.
─ Parece que has dormido a gusto…─ comento mi novio mientras les veía asando unas nubes.
Mi amiga salio riéndose aun por lo que había echo y se sentó junto a su novio después de eso la mire con cierto enfado y me senté junto al mío y me puse a asar algunas nubes también.
─ Parece que no le gusto la broma…eso si abrazabas con mucho cariño…Ja, ja, ja, ja…─ hablo mi amiga mientras se seguía riendo recordando lo que había pasado.
─ ¿Pero que ha pasado en la tienda…?...─ cuestiono mi amigo mientras me miraba como me pasaba la mano por los labios intentando quitarme el sabor del pintalabios que tenia e intentar olvidar también el recuerdo de lo que había pasado.
─ Nada, solo que es muy cariñosa…creo que esta noche tendrás suerte… Ja, ja, ja, ja…─ respondió mi amiga mientras volvía a hacerme morritos de nuevo para darme otro beso.
─ Yo que tu la controlaría un poco…se esta desatando…─ dije mientras le daba una advertencia a su novio, mi amiga enseguida le dio un beso de tornillo podía incluso escuchar como mi amigo casi se ahogaba por el beso.
─ No te preocupes…por mi puede descontrolarse ya seré yo quien la controle…─ hablo mi amigo y seguidamente le volvió a dar un beso mientras parecían que querían meterse mano.
─ Mejor vamos a la tienda…─ dijo mi amiga mientras se levantaba y tomaba de la mano a su novio y rápidamente entraban en la tienda y a los pocos segundos empezaron de nuevo a escucharse gemidos, mientras que la tienda de campaña se movía de un lugar a otro.
─ Que yo duermo ahí!...─ exclamo mi novio mientras veíamos y escuchábamos lo que estaría pasando en la tienda.
Mi amigo giro su cabeza y me miro con ojitos de cordero degollado como queriéndome decir algo.
─ ¿Puedo dormir esta noche en tu tienda…?...Por favor…─ pregunto mi novio con un tono de voz de cordero degollado.
En eso mire la tienda que estarían un buen rato y entendía perfectamente que después de eso no tendría ganas de entrar en la suya…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aquí dejo una nueva novela espero que guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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TRANSPORTADA Y TRANSFORMADA
─ Creo que será lo mejor…de mientras me voy a dar una vuelta…a ver si acaban…─ dije mientras me tomaba el malvavisco y me levantaba.
─ Ten cuidado que ya mismo oscurecerá…─ dijo mi novio mientras comía y esperaba a que terminaran.
Empecé a adentrarme un poco en el bosque pero sin alejarme mucho, aunque lo que antes era una maravilla ahora es como si se hubiera transformado parecía incluso amenazante, se escuchaban las aves nocturnas junto con algunos crujidos de los árboles, sentía la brisa nocturna en la piel que me erizaba la piel, la temperatura había bajado bastante.
─ Joder hace bastante frío…─ dije mientras caminaba un poco mas para adentrarme, antes era una belleza de bosque ahora incluso parecía amenazarme.
Note como si alguien estuviera observándome enseguida pensé que seria mi novio que me había seguido para acompañarme.
─ ¿Juan estas ahí…?...No es momento para bromas…─ comente mientras escuchaba como si alguien estuviera acercándoseme, podía ver como los arbustos se movían.
─ Juan déjate de bromas…─ dije mientras miraba hacia todas partes, aunque poco a poco casi ni podía ver bien puesto que la noche ya la tenia encima y los rayos lunares apenas entraban.
─ Genial!...─ exclame y empecé a caminar rápidamente hacia el campamento, solo esperaba que fuese el y que después me dijera que había sido una broma.
Cuando por fin llegue al campamento me di cuenta que Juan ni siquiera se había movido del sitio y que seguía comiendo algo junto con una botella de cerveza a su lado.
─ Dime que has sido tu quien estaba en el bosque…─ dije con cierto miedo en la voz mientras me sentaba al fuego para calentarme algo.
─ ¿Qué dices…?... Ni siquiera me he movido estoy esperando que acaben y al menos poner algo en el suelo para poder dormir…─ dijo Juan mientras se tomaba un trago de una cerveza.
─ Vaya así que habéis traído bebidas…pásame una...a ver si me relajo un poco…─ dije mientras Juan me pasaba una cerveza en eso se quedo un poco extrañado por lo que había dicho.
─ ¿Hay alguien en el bosque…?...─ cuestiono Juan mientras se tomaba otro trago en un momento parece ser que mi amiga había cesado su maratón sexual, no se escuchaba ningún gemido ni la tienda se movía.
─ No se me parecía que me estuvieran observando o que me estuvieran siguiendo incluso podía ver como los arbustos de mi alrededor se movían…parece ser que han terminado…─ dije mientras tomaba un trago de la cerveza y en ese momento salían mi amiga y su novio de la tienda.
─ Woow…vamos a darnos un chapuzón…─ dijo mi amiga tomando de la mano a su novio y arrastrándolo casi hacia le lago podía ver la cara de cansancio en su rostro.
─ será mejor que airee un poco al tienda…─ dijo Juan mientras entraba en la tienda y abría un pequeño techo que tenia la tienda de campaña.
Mientras seguía tomando algunos tragos de la botella pero a pesar de todo podía notar como si esa persona o animal o lo que fuese me hubiera seguido hacia donde estaba.
Escuche un sonido entre los arbustos cerca de donde estábamos, me levante con algo de nerviosismo mientras retrocedía un par de pasos y me quedaba mirando hacia los arbustos.
─ ¿Quién esta ahí…?...Sal de donde estés…─ dije con cierto miedo en la voz mientras retrocedía un par de pasos acercándome mas al fuego.
Después de unos segundos en que podía ver el movimiento de los arbustos y como aprecia moverse de un sitio a otro, Juan salio de la tienda de campaña y se me quedo mirando confuso.
─ ¿Qué pasa…?...─ cuestiono Juan mientras se me acercaba para ver que pasaba, mientras me veía mirar hacia los arbustos.
─ Es lo que me había perseguido en el bosque como te dije antes, parece que me ha seguido hasta aquí…─ respondí mientras veía como los arbustos se movían pero quien estuviera ahí no se mostraba.
─ Espera un momento…─ comento Juan mientras entraba en la tienda y salía rápidamente de nuevo con una linterna en su mano.
Enseguida apunto con la misma hacia los arbustos viendo como se movían rápidamente, no sabia que es lo que era o quien me había seguido.
─ Sal de ahí!…─ exclamo Juan mientras apuntaba hacia los arbustos viendo como se movían.
En un momento dado le tome de la mano a Juan esperando que no fuera alguien que me hubiera seguido y estuviera acechándonos, podía sentir un escalofrío que me recorría la espalda.
Pero en un momento dado pude ver que algo salía de los arbustos enseguida Juan apunto con al linterna hacia el lugar que había abandonado los arbustos y pudimos ver con alivio que se trataba de una ardilla que se nos quedo mirando por unos instantes y enseguida se dirigió de nuevo hacia los árboles.
─ Una ardilla…─ dijo Juan con cierto alivio en su voz mientras por mi parte respire profundamente con alivio.
─ Joder con el puto bicho…ahí tienes a tu acosador…─ comento Juan con cierto tono de risa en su voz mientras me volvía a sentar junto al fuego relajándome un poco.
La noche era bastante tranquila, el fuego crepitaba en la hoguera mientras que me relajaba después del susto que me había llevado con el bicho.
Por un momento me quede mirando las estrellas mientras que mi novio me agarraba la mano.
A los pocos minutos salio mi amiga del agua junto con su novio agarrando la mano de su novio y enseguida se sentaron junto al fuego para secarse.
─ ¿Qué te ocurre…?...Pareces algo nerviosa…─ cuestiono mi amiga mientras hacia manitas después del chapuzón en el lago.
─ No se…no notas algo extraño el bosque…─ dije mientras miraba el bosque y parecía como si estuviera amenazándonos de cierta forma extraña.
Mi amiga miro hacia los árboles por unos segundos y enseguida me miro a mí sonriéndome como si estuviera bromeando de alguna forma.
─ Son imaginaciones tuyas…no te preocupes este sitio es muy tranquilo…─ dijo mi amiga mientras giraba la cabeza y le daba un beso a su novio.
─ No…de eso nada…dejad las carantoñas que después tengo que dormir en ese sitio y acabo de ventilarlo…ahora nos vamos para las tiendas correspondientes…─ dijo Juan mientras se levantaba y se dirigía hacia su tienda.
─ Deberías de encargarte de tu novio…Ja, ja, ja…─ comento mi amiga riéndose mientras veía el enfado que tenia mi novio.
─ Un poco complicado te has llevado casi todos los condones…además ya veras lo que dirá mi madre…pensara que habré sido yo…─ comente mientras me estiraba un poco estaba algo cansada pero no dejaba de mirar hacia el bosque de reojo.
─ Venga…no tengo sueño…podemos contar historias de miedo…─ hablo mi amiga animándome para que me quedara un poco mas pero ya era algo tarde.
─ Ya he tenido bastante terror por hoy…además estoy cansada por el viaje…─ comente mientras me dirigía hacia la tienda y me metía dentro.
No hice más que tumbarme y poco a poco me fui quedando dormida mientras esperaba a mi amiga a que entrara, pero estaba segura que se quedaría por un rato mas afuera.
El sueño me fue venciendo poco a poco, me sentía extrañamente mas cansada de lo normal, el sueño que tenía era bastante pesado y no podía mantenerme despierta.
La noche fue tranquila, extrañamente no escuche ni un solo sonido ni los típicos de los bosques.
Empecé a abrir los ojos cuando note los rayos del sol que me daban en la cara por unos momentos me puse la mano delante del rostro pensé que había sido mi amiga que había abierto la ventana de la tienda para que entrara la luz.
─ Cierra la ventana…es muy temprano…─ dije mientras me giraba pero enseguida note que no estaba en la tienda y estaba en el suelo.
─ No me jodas… ¿que broma me habéis hecho…?...─ pregunte mientras abría los ojos lentamente me estiraba un poco, cuando lo abrí me di cuenta que no estaba ni las tiendas ni el fuego ni nada del campamento me parecía algo extraño y si era una broma era de muy mal gusto.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte con cierto asombro y miedo en mi voz mientras me levantaba rápidamente y me ponía a mirar hacia todos lados pensé que era una broma de mal gusto que me habían echo y estaban escondidos en algún lugar, aunque ni siquiera estaba el lago.
El sitio donde me encontraba era un espacio en una arboleda había árboles por todos lados pero ni vista del lago era como si me hubieran trasladado a otro lugar.
Pero nada mas moverme un poco sentí algo extraño en mi cuerpo era como si fuera mas fuerte mire miss manos extrañamente y note algo que tenia ente las piernas.
Con cierto miedo pensando que era otra cosa o algo raro que me habían colocado en los pantalones.
Pero al mirar me lleve una sorpresa pude ver que tenia un sexo masculino que parecía bastante largo.
─ ¿Pero que coño…?...─ cuestione con miedo mientras metía la mano en el pantalón y pasaba los dedos por el sexo notando que no era una broma que era parte de mi cuerpo, enseguida note su calor y las venas que eran reales incluso como se movió un poco.
─ No, no puede ser esto es increíble…─ dije con cierto miedo mientras me caía al suelo de culo con cierto miedo en mi cuerpo, aquello era imposible y esto ya no era una broma.
─ Tengo que hacer algo… ¿pero que…?...─ aquello cada vez me parecía mas raro así que decidí salir de aquel sitio lo mas pronto posible el bosque había cambiado completamente y no encontraba nada familiar para orientarme.
El aire parecía mas fresco podía escuchar los animales y ver algunos animales, algunos troncos estaban tirados por el suelo y había bastante vegetación en el lugar, incluso el aire era más fresco.
─ Hola!...─ exclame alzando la voz un poco mientras seguía avanzando poco a poco hasta que empecé a escuchar un río.
─ Bien!...─ exclame con fuerza mientras me dirigía hacia donde escuchaba el sonido de la corriente del río.
Para cuando llegue pude ver que era un río, el agua estaba completamente cristalina, al fin podía ver el sol, en el fondo del agua había bastantes peces extraños que no conocía, pensé que si subía la corriente encontraría algún sitio y un teléfono para llamar a los guardabosques y poder salir de allí.
Así que empecé a caminar teniendo el río a mi izquierda, estuve caminando varias horas hasta que pude ver un puente hechote piedra que era bastante antiguo.
Así que avance hacia el mismo notando el calor del día que cada vez avanzaba mas y el estomago empezaba a gruñirme por el hambre.
─ Te juro que esta me la pagáis…─ dije con tono de enfado aquella broma era demasiado pesada.
Cruce el puente y seguí el camino en un momento dado este de bifurcaba, aunque no tenia ni idea de donde estaba aunque tampoco podía ver ningún cartel que me indicara donde estaba.
─ Genial…ahora por donde…─ dije mientras me quedaba pensando hacia que camino tirar en eso escuche como las ruedas de un carro al girarme pude ver un hombre con ropajes que eran de la edad media en un carromato tirado por un caballo y este estaba lleno de paja.
─ Perdón…disculpe!...¿podría ayudarme…?...─ pregunte mientras movía los brazos por un momento el hombre me miro extrañado y en vez de detenerse azuzo al caballo para que acelerara el paso.
─ Estupendo…─ dije con desanimo puesto que no entendía como me había mirado, así que no podía quedarme quieta y tenia que4 seguir adelante para encontrar algún sitio con teléfono y llamar.
Así que tome uno de los caminos y empecé a avanzar por un buen rato hasta que llegue a la entrada de una granja que parecía estar abandonada, la entrada era unos postes con el nombre en una tabla pero aunque apenas podía leerse.
Mientras avanzaba hacia este pude ver que había un tronco con un hacha clavada que estaba algo oxidada a la derecha de la casa había un establo con unos caballos que estaban libres y varias gallinas por el lugar, la casa estaba bastante vieja y algo destartalada pero al menos podía pedir ayuda esperando que viviera alguien pero me extrañaba que viviera alguien en ese lugar.
Golpee la puerta un par de veces viendo que esta estaba bastante vieja incluso tenia algunos agujeros.
─ Hola perdón…─ dije mientras abría la puerta del sitio lentamente el lugar estaba casi destrozado a mi derecha había una cama hecha de manera muy simple a su derecha una chimenea que estaba apagada con una olla colgando, delante de esta había una alfombra y una mecedora, al otro lado una pequeña cocina y un fogón, aquel sitio era muy simple pero no había pistas ninguna de que hubiera un teléfono.
Pude ver colgando algunos ajos y en algunas cestas había algo de fruta cosa que aproveche para comer algo.
Mientras comía una de las manzanas pude ver que aquel sitio no parecía ser del mismo estilo que eran las casas de socorro de los guardabosques, algo me decía que era mucho más antigua.
─ ¿Aun existe esto…?...─ pregunte mientras miraba el colchón que tenia paja debajo, aquello me resulto demasiado extraño.
Una vez que hube terminado de comer la fruta pensé que seria mejor salir del bosque y encontrar algo de civilización para pedir ayuda.
En cuanto abandone la choza pude ver como el cielo empezaba a oscurecerse con nubarrones oscuros podía olerse el ozono en el lugar, algo me decía que enseguida habría una tormenta.
─ Como salga…estoy segura que me pillara la tormenta…─ dije mientras veía como casi en segundos el cielo se oscurecía y rápidamente la luz de un relámpago inundo el lugar desvaneciéndose en segundos después de eso se escucho el sonido del trueno.
A los pocos segundos empezó a llover con fuerza, no tuve más remedio que quedarme dentro.
empecé a notar que la temperatura bajaba algunos grados y empezaba a hacer frío, se podía escuchar como el agua repiqueteaba en la madera, no pude mas que sentarme en la silla y esperar a que escampara para poder salir.
No pude más que revisar la cabaña pero nada parecía raro solo que era como de otro tiempo, como si fuera de la edad media, aquello me pareció excesivo para que fuese una broma.
─ Muy bien chicos…ya nos hemos divertido bastante…Maria sal ya!...─ exclame mientras paseaba por la cabaña aunque tampoco es que hubiera mucho lugar donde esconderse.
Solo había silencio salvo los relámpagos que parecían abrir el cielo con su luz y el sonido de la lluvia.
Esta broma parecía que se les había ido de las manos, lo que me parecía mas extraño era lo que tenia entre las piernas aquello era imposible que me lo hubieran puesto ellos.
Toque ese sexo con la mano note su calor las venas que lo atravesaban, el tacto de su piel incluso pude sentir como se movía algo, como pude tire del mismo un poco pero sentí dolor estaba como pegado a mi piel o que hubiera crecido de alguna forma extraña.
─ Esto es rarísimo…no puede ser es imposible…─ no se por que pero me acerque la mano al rostro y por un segundo olfatee la esencia que desprendía incluso me quede mirándolo con ganas de lamerme la mano.
─ Para detente…que narices estas pensando…esto no puede ser real…─ dije mientras me limpiaba la mano contra le pantalón y me sentaba en la silla esperando a que terminara de llover, nunca había echado mas de menos el móvil.
Aunque tampoco creo que funcionara si de verdad hubiera sido transportada a algún sitio.
Mientras esperaba me quede mirando la lluvia que me producía una sensación calmante, nunca me había fijado en eso, estuve absorta por un tiempo hasta que observe como una pequeña luz empezaba a revolotear por la casa, seguramente habría entrado por la chimenea.
─ Vaya una luciérnaga…─ comente mientras veía como revoloteaba, por un momento me quede extrañada como aprecia revolotear de forma errática hasta que se poso encima de la mesa.
Me acerque a esta y me quede mirándola con atención viendo como la luz empezaba a brillar cada vez menos, pero para mi sorpresa en vez de encontrarme con un insecto, me pareció ver como si fuera una mujer diminuta con una pequeñas antenas saliendo de su cabeza y unas pequeñas alas en su espalda.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunte mientras veía con un poco mas de detalle que era una mujer y que no estaba soñando.
Mire por todos lados para ver si encontraba algún vaso para poder atraparla y poder verla, encontré uno y me acerque a esta mientras veía como intentaba levantar el vuelo pero parecía que le era imposible.
Cuando estuve cerca de encarcelarla en el vaso esta revoloteo acercándoseme, aquello me resulto extraño no pude mas que retroceder unos pasos por miedo.
En un momento se poso en una parte del pantalón donde me había pasado la mano para limpiarme4 el olor que me había dejado el sexo que tenia.
Pude comprobar que esta empezó como a brillar un poco más como si se estuviera recargando de energía de alguna forma.
─ ¿Pero que coño…?...─ cuestione mientras veía como cuando iba a acercar la mano esta emprendió el vuelo mucho mas rápido y vivaz que antes.
La pequeña luz se me puso delante y me quede mirándola fijamente por unos instantes me pareció incluso que me saludaba moviendo la mano y enseguida salio por la chimenea.
─ Esto es de locos…no puede ser…seguro que me han drogado de alguna forma, con setas alucinógenas seguro y todo esto es un sueño…seguramente…ya se seguro que si me hago daño me despertare…─ comente mientras pensaba que era lo mas lógico puesto que ese tipo de cosas no existía, tendría que tener unas palabras con mis amigos por lo que habían echo.
Por unos segundos mire por todos lados para buscar algo para hacerme daño pero que no fuera excesivo.
Después de unos segundos me mire el sexo que tenía si fuera real de verdad sentiría el dolor de un pellizco simple y me despertaría.
Moví el pantalón un poco y acerque la mano sentí la piel el calor que despre4ndia pero todo supuse que estaba en mi mente que era una ilusión por algo que me habían dado.
─ Auch!...ay!,,,ay!...La madre que me parió…─ exclame mientras sentía el dolor que me había provocado aquello no podía ser real me abofetee un poco para comprobarlo pero todo era real.
─ No, es imposible que sea real…esto es imposible…─ dije mientras sentía el dolor en el sexo, después del pellizco que me había dado.
Mientras estaba con eso ni siquiera me di cuenta que había dejado de llover podía olfatear los olores del bosque después de la tormenta, el cielo poco a poco se iba aclarando, al menos ya podía salir de allí.
─ Vale tengo que salir de aquí, antes de que anochezca…─ dije mientras me preparaba para salir del bosque de alguna forma, tendría que haber una salida, no podía ser eterno.
En cuanto me acerque para salir del calor escuche como los árboles parecían crujir y la entrada por donde había encontrado la cabaña había desaparecido.
─ No, esto no puede ser…─ dije mientras intentaba descubrir el camino pero este había desaparecido por completo era como si los árboles hubieran rodeado a la cabaña de alguna forma.
Escuchaba el crujir de los árboles como se movían lentamente pero no había ningún viento que hiciese eso.
El miedo empezó a invadirme mientras daba vueltas alrededor de la cabaña intentando encontrar el puñetero camino pero no estaba por ninguna parte.
─ Muy bien no te pongas nerviosa…respira hondo…─ hable mientras respiraba profundamente intentando pensar como salir de aquel sitio podría meterme entre los árboles para salir pero si el bosque había cambiado cosa que dudaba no saldría de ese lugar.
Me moví rápidamente hacia un hueco que me pareció por el que podría pasar pero enseguida estos parecieron moverse de alguna manera.
Enseguida empecé a escuchar susurros que parecían provenir de todas partes como un eco muy bajo.
─ Fuera de aquí…muere….no podemos dejarla viva…─ dijo una voz baja aquello no hizo mas que el estomago me diera un vuelco y que sintiera un escalofrío que me recorriera la espalda.
─ Haber no soy quien seguramente estáis pensando…─ comente mientras seguía escuchando susurros y esas voces que me amenazaban.
─ ¿Pero a quien le estoy diciendo esto…?...─ cuestione mientras miraba hacia todas partes en un momento pensé que estaría mas segura dentrote la cabaña.
Así que empecé a retroceder lentamente hacia la entrada con la esperanza de entrar, pero cuando ya estaba a escasos centímetros de esta, se cerró de inmediato dejándome fuera.
Empuje un par de veces la puerta pero esta estaba bloqueada completamente, notaba como los árboles parecían moverse, los crujidos se intensificaban incluidos los susurros que cada vez eran mas amenazantes pero no sabia de donde venían.
El miedo me empezaba a paralizar no sabía de donde provenían los susurros incluso me parecía que los árboles se acercaban cada vez mas, enseguida note como algo se movía por el suelo.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte mientras notaba como el suelo temblaba ligeramente, en un momento de este salio una rama gruesa y de color marrón llena de púas acercándose rápidamente hacia donde estaba.
Me quede por unos segundos mirando como aquella cosa aparecía del suelo en dirección hacia donde estaba a escasos centímetros me aparte tirándome al suelo escuchando como esa rama destrozaba la puerta en mil pedazos.
─ Joder!...─ exclame viendo como había quedado la puerta cuando mire hacia atrás, la rama parecía que la había destrozado por completo.
Después de eso el suelo empezó a temblar nuevamente viendo como varias raíces salían de debajo del suelo alzando la casa un par de metros.
─ Coño!...─ exclame con fuerza viendo lo que había pasado, no sabía donde meterme, los animales habían desaparecido.
More por todas partes para ver por donde podía escapar, me levante todo lo rápido que pude para intentar escapar por alguna abertura de entre los árboles.
En un momento el viento empezó a soplar con cierta fuerza levantando las hojas y el polvo del suelo.
Sentí de nuevo como el suelo empezaba a temblar de nuevo, no sabia donde meterme por ningún lado.
─ La espina de fuego debe morir…este bosque será tu tumba por haber matado su magia…─ dijo una voz que aprecia provenir de entre las copas de los árboles pero no veía a ninguna persona, aunque empecé a pensar que no era una persona.
─ Yo no soy de esa espina de fuego…te estas confundiendo…─ comente con temblor en la voz y tono de miedo mientras veía como unas púas salían de la tierra donde estaba.
Estas se acercaban rápida y peligrosamente hacia donde estaba, como pude empecé a correr hacia uno de los árboles mientras estas salían del suelo intentando empalarme.
Cuando estuve cerca del árbol me moví hacia un lado tirándome por el suelo, las espinas atravesaron el árbol por completo.
─ Dios!...─ exclame pensando si me hubiera atravesado, estaría muerta, el viento entre los árboles se intensifico, haciéndome que me tapara los ojos.
─ Mierda!...─ exclame mientras me tapaba los ojos intentando ver si había otro ataque, en eso sentí algo que me golpeaba en el estomago lanzándome hacia los árboles y chocando contra ellos.
─ UGH!...─ note el golpe contra mi estomago que le lanzo contra el árbol después de eso la raíz se enrollo en el árbol apresándome con fuerza.
En ese momento el viento ceso y la rama empezó a apretar con fuerza, sentía como algunos huesos crujían.
─ Suel…tame!...─ exclame de forma entrecortada notando como las raíces apretaban cada vez mas haciéndome sacar el aire de los pulmones.
Empecé a intentar moverme como podía para soltarme, no podía dejar morir en este lugar.
En un momento note como las raíces cedían y después de unos segundos se rompieron haciéndolas saltar en un montón de trozos.
─ Wooow…esto es increíble…─ dije viendo la nueva fuerza que tenia, ni siquiera podía creérmelo.
En eso unas raíces nuevamente salieron del suelo apresándome la muñeca y empezando a tirar con fuerza para inmovilizarme.
Tire de esta con fuerza para soltarme pero esta vez parecía tener mas fuerza que antes, después otra me apreso el tobillo para que no me moviera.
─ Suéltame!...yo no soy de esa espina de fuego que hablas… ¿Quién eres…?...─ pregunte mientras intentaba quitarme la raíz que me apresaba el brazo que parecía tirar hacia abajo.
Después de lo que había dicho otra raíz tiro del otro brazo dejándome inmovilizada por completo, de nuevo otra raíz me ato la cintura con varias raíces en el suelo para que impidiera moverme.
─ Ahora morirás por tus afrentas y muertes contra este bosque…─ dijo esa voz con tono de rabia e ira mientras sentía como las raíces tiraban de mí con fuerza por suerte con la nueva fortaleza que tenia podía aguantar el tirón pero entonces púas empezaron a salir del suelo en mi dirección.
─ Te estas equivocando…por favor no quiero morir…─ dije mientras veía como esas espinas se acercaban cada vez mas rápidas hacia donde estaba.
Me moví como podía para soltarme de mis ataduras pero no había forma eran demasiadas fuertes para poder soltarme.
No pude más que girar la cabeza y cerrar los ojos esperando que todo fuera rápido y aceptar esto.
En eso note como el suelo dejo de temblar abrí un ojo y empecé a mirar hacia todos lados cuando me di cuenta pude ver aquella pequeña luz que se había recuperado delante de mi rostro.
Empecé a escuchar como unos sonidos como si esa cosa estuviera comunicándose en cierta forma extraña con quien me estaba hablando.
─ ¿De verdad…?...─ pregunto la voz esta vez con un tono mas amable, mientras que la pequeña luz se movía de un lugar a otro rápidamente y emitía sonidos graciosos, aquello me parecía extraño.
Enseguida las raíces empezaron a soltarme, cuando estuve suelta me quede mirando a la pequeña luz que seguía moviéndose y emitiendo sonidos extraños.
En un momento la luz bajo hacia mi entrepierna moviéndose alrededor de lo que me había salido.
─ Eeeehhh! oye estate quieta…─ dije intentando apartar a la pequeña luz de donde estaba revoloteando.
Después de hacerlo aquella cosa no dejaba de moverse cerca de mi entrepierna no podía hacer nada para detenerla se movía demasiado rápida, pero escuche como al tierra se movía y empezaba algo que energía del suelo.
Cuando de la tierra salio una flor de color roja con pétalos gigantes de color rojo que empezaron a abrirse lentamente.
Del centro salio una mujer su piel era de color marrón su cabello parecían raíces revueltas su rostro era bastante joven, seguí bajando la mirada hasta sus pechos que no eran muy grandes hasta llegar a sus caderas que estaban muy bien definidas lo mismo que sus muslos, aunque no distinguía muy bien lo que se marcaba en la entre pierna, por su cuerpo parecía haber ramas que se fusionaban con este de manera perfecta como si fuera una especie de árbol tallado.
Esta se acerco lentamente andando hacia donde estaba de forma muy provocativa, cuando llego a mi altura no pude mas que retroceder un par de pasos con algo de miedo.
─ ¿Quién eres o que eres…?...─ pregunte con cierto miedo en la voz mientras esa cosa estuvo a mi altura, enseguida note olor a pino que llego a mi nariz.
Esta no pronuncio ni una palabra mientras me daba la vuelta mirándome fijamente, aunque no distinguía muy bien, puesto que sus ojos eran completamente tallados de color marrón suave….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aquí dejo el siguiente capitulo espero que os guste y gracias .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
GUARDIANA DEL BOSQUE
─ Eso me gustaría saber, según mi amiga no debería de matarte…dame una buena razón…─ dijo la criatura mientras se ponía delante mía después de eso acerco su rostro y me olfateo dando una gran aspiración.
─ Bueno no soy de esa espina de fuego…ni vengo a hacer daño a nadie, solo quiero salir de aquí…aunque tampoco se como he llegado…─ dije con tono de miedo mientras esta me miraba fijamente aunque no sabia en que estaba pensando puesto que ni siquiera podía ver sus pupilas.
─ No pareces que seas de la espina de fuego nunca te había visto antes…─ dijo la criatura mientras me miraba fijamente o eso pensé y empezaba a bajar la vista hacia donde estaba mi sexo recreándose en el resto de mi cuerpo.
─ ¿Quiénes son esos de la espina de fuego que dices…?...─ pregunte mientras veía que parecía no perderme ojo, hasta que la pequeña luz se acerco a su oído y empezó a moverse nerviosamente arriba y abajo mientras emitía sonidos muy graciosos.
─ Son un grupo que están destruyendo el bosque…no lo oyes esta sufriendo…─ comento la criatura mientras giraba la cabeza hacia el bosque, me quede por un momento intentando escuchar algo pero solo oía el viento entre las ramas de los árboles.
─ ¿Quién eres…?...─ pregunte por lo menos para saber que es lo que era, lo único que sabia de ella es que era la guardiana del bosque.
─ ¿De donde tu vienes no hay de mi raza…?...soy una driade, un espíritu guardián del bosque…─ contesto mientras levantaba los brazos hacia el bosque, en mis días en el instituto había leído sobre ellas en la mitología pero nunca pensé que me encontraría con una de ellas.
─ Bueno como ves…no quiero hacerle daño al bosque lo único que quiero es irme y salir de aquí… ¿podrías abrir el bosque para que pueda irme…?...─ dije mientras sonreía de manera nerviosa y retrocedía unos pasos.
─ Solamente quiero saber…si lo que dice mi amiga es verdad…─ dijo la driade mientras se me acercaba en un momento apareció una raíz del suelo sin hacer el menos ruido mientras tapaba la salida.
─ ¿Esa esfera de luz…?... ¿es una persona…?...─ pregunte extrañada mientras esa pequeña esfera de luz se me acercaba muy difícilmente pude ver la figura humana de una mujer diminuta con unas alas en la espalda y unas pequeñas antenas en su frente aunque no podía ver muy bien el rostro.
─ Son hadas…─ dijo la driade mientras se me acercaba no podía ver ningún sitio por donde escapar así que me quede quieta esperando para ver que es lo que hacia o a lo que se refería.
En un momento se puso a mi altura y se me quedo mirando fijamente, entonces pude notar como su mano a pesar de ser de madera podía sentir su calor mientras ponía un dedo en medio de mis pechos y empezaba a bajar lentamente.
─ Oye espera un momento… ¿que haces…?...─ pregunte mientas intentaba moverme para que dejara de tocarme.
─ No te preocupes no pienso hacerte daño…solo quiero saber de donde proviene ese poder que ha hecho rejuvenecer a mi pequeña amiga…─ dijo mientras bajaba el dedo para cuando llego a mi sexo empezó a pasar la mano suavemente acariciándomelo aquello hizo que un espasmo eléctrico me recorriera la espalda mientras sentía como el calor empezaba a inundarme, casi sin esperarlo solté un gemido que enseguida me tape con una mano la boca.
─ Aaaaahhhh…─ suspire con placer mientras notaba como ese sexo extraño en mi cuerpo empezaba a notar como se ponía mas dura y las venas empezaban a pulsar con cierta fuerza.
En ese momento no sabia que es lo que hacer frente a las nuevas sensaciones que sentía mi cuerpo casi instintivamente le tome de la mano y se la retire mientras jadeaba de manera nerviosa.
─ ¿Qué ocurre no te gusta…?... ¿Lo estoy haciendo mal…?...─ pregunto un par de veces mientras intentaba recuperarme un poco pero ese calor parecía no separarse de mi cuerpo por un momento a mi mente vinieron varias imágenes que nunca antes me habían venido y menos de esa forma.
─ No es eso…es que esto es nuevo para mi…además este no es mi sexo original…ha aparecido de repente y no se lo que pueda pasar…─ respondí mientras recuperaba el aliento y dejaba de jadear.
─ Bueno soy una ninfa de los bosques…no me importa le sexo que tengas…─ hablo la driade mientras bajo un poco su mano hacia mi sexo que no podía detener un momento no se si me fallo la fuerza o mi cuerpo quería hacerlo.
Cuando su mano volvió a tocar mi sexo mi cuerpo parecía quererlo que lo hiciera, sentí como la mano subía y bajaba lentamente haciendo que mi sexo creciera e incluso los leggins me molestaban.
Después de unos instantes de estar acariciándome el sexo mientras suspiraba cada vez con mas fuerza mientas el calor subía en mi cuerpo junto con el deseo mis pezones notaba como se ponían duros como piedras doliéndome solamente con el roce con la tela.
─ Por favor…detente…─ dije mientras intentaba apartar su mano de mi sexo y poder calmarme de nuevo pero parecía que las fuerzas me fallaban y mi mente decidía otra cosa, a cada latido de mi corazón el calor me recorría el cuerpo, mientras miraba a la triade y esta me sonreía de manera lujuriosa.
En un momento cuando por fin se detuvo, no pude dejar de pensar en lo que pasaría pensé que se había detenido, mientras me recuperaba y las piernas me temblaban.
─ Que tierna eres…─ dijo la driade mientras se me acercaba nuevamente cuando ya estaba a mi lado me miro fijamente y empezó a bajar lentamente para cuando estuvo en cuclillas tomo mis leggins y los bajo de un solo tirón.
En ese momento no pude más que intentar subirlos pero enseguida la driade me tomo las manos y se quedo mirando con cierta confusión y lujuria mientras notaba el aliento de ella sobre ese nuevo sexo que comenzaba a palpitar y a subir.
Las venas del mismo palpitaban con fuerza cuando por fin estaba completamente erecto me quede completamente sorprendida, el calor me inundaba el cuerpo.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte con cierto nerviosismo mientras la driade acercaba los labios al glande y le dio un pequeño beso en ese momento solté un gemido de forma imprevista.
─ Increíble…se puede sentir el mana acumulado…─ comento la driade mientras le daba pequeños besos una y otra vez después de eso empezó a pasárselo por la cara dándose pequeños golpecitos en los mofletes.
─ Por favor…detente…─ hable mientras podía sentir su piel contra la de mi sexo aquello era un sensación nueva y excitante, aunque en verdad no quería que se detuviese.
Soltó una mano de mis muñecas y la coloco en el sexo apretándolo con fuerza mientras la movía lentamente arriba y abajo.
Mis gemidos empezaban a salir esta vez con más frecuencia, mientras que todo mi cuerpo me estaba pidiendo que continuara aunque mi cerebro aun continuaba poniendo excusas.
Pero en un momento se lo metió en la boca note la humedad y el calor de su cuerpo mientras su lengua se movía de un lugar a otro enseguida comenzó a mover la cabeza ritmicamente mientras mis gemidos inundaban el lugar podía ver como me miraba con ojos de lujuria y deseo.
En un momento pase mi mano por su cabello que parecía algo áspero tenia la consistencia de raíces pero en ese momento no me importaba en absoluto.
Mis gemidos aumentaban mas mientras los gemidos ahogados de la driade eran mas intensos podía notar el fondo de la boca como casi rozaba la garganta y como la lengua empezaba a aumentar el ritmo y casi me envolvía mi sexo.
─ Dios!...─ exclame mientras la driade me soltaba la otra muñeca y empezaba a incrustarse mi sexo hasta el fondo de su garganta el color me ennovia t su lengua jugueteaba enroscándose.
─ Muy…si eso es lo que quieres…─ comente de forma seria mientras tomaba su cabeza y empezaba a mover mis caderas con fuerza, mi cuerpo chocaba contra sus labios una y otra vez incluso podía ver un bulto en su garganta, los gemidos ahogados de la driade se escuchaban con intensidad.
Acelere mis movimientos mientras pegaba con fuerza en su rostro mientras mis gemidos se escapaban de mi garganta chillando con fuerza, aquel placer no lo había conocido nunca y mi cuerpo reaccionaba instintivamente al mismo mientras movía mis caderas introduciendo mi sexo hasta el fondo de su garganta una y otra vez viendo como el bulto aparecía en la misma.
Cuando ya no podía aguantar mas note una riada de calor que me inundaba el sexo mientras notaba como se hacia un poco mas grande cuando en uno de las embestidas que acometí una riada de calor salio del sexo apreté mi cuerpo contra su cabeza hasta lo mas que pude mientras podía ver el sexo como abultaba en su garganta.
El semen empezaba a salir del mismo sin control mientras gemía con fuerza casi gritando podía ver de reojo como su garganta subía y bajaba y al mismo tiempo su abdomen empezaba a aumentar con fuerza, no sabia ni el tiempo que estuve eyaculando en su estomago.
Después de un par de minutos o eso supuse solté su cabeza y casi prácticamente caí al suelo de espaldas, mi sexo salio de su boca soltando un chorro de semen y que manaba de mi sexo casi borboteando mientras esta podía ver sus mofletes hinchados.
La mi re y en un momento empezó a tragarlo como si fuera la bebida mas deliciosa su abdomen estaba hinchado como si estuviera embarazada.
─ Es delicioso…mmmm…─ hablo la driade mentiras se relamía los labios y el semen que había en ellos.
No sabia ni lo que me había pasado fue un momento extraño que ni siquiera me conocía.
─ Lo siento…no se lo que me ha pasado…me ha entrado algo extraño…son nuevas sensaciones…─ comente de forma entrecortada mientras intentaba levantar viendo de reojo a la driade que empezaban a salir de unas pequeñas flores por su cuerpo y parecía incluso que su madera comenzaba a tomar otro color un poco mas humano.
─ Ahora llega el plato principal…─ comento la driade con lujuria en su voz mientras se levantaba y se dirigía hacia donde estaba, por mi parte casi no podía moverme por le éxtasis en el que me encontraba mientras mi sexo no dejaba de borbotear semen.
En un par de pasos se puso a mi altura se quedo de pie, puso una de sus manos en sus pechos apretándolo con fuerza mientras que con la otra la bajo hasta su sexo y lo abrió mientras de este goteaba flujo cayendo sobre mi sexo.
Enseguida note el calor del mismo haciendo que incluso me excitara mas, aunque mi cuerpo estaba agotado.
En un momento empezó a descender y pude notar como mi sexo empezaba a introducirse en el suyo ese calor era maravilloso junto con la humedad que había, mis gemidos empezaron a salir de mi garganta junto con la de la driade que se mezclaban en el lugar.
Poco a poco se introducía más y mas notaba su interior apretado mientras que su abdomen se movía embotado en el semen que había introducido.
Cuando ya se había introducido la mitad del cuerpo note el fondo de su sexo esta solamente sonrió de forma lujuriosa y en un ultimo empujón se introdujo por completo note como incluso una resistencia que cedió casi de inmediato podía sentir el calor de su cuerpo, el de sus flujos y el de mi propio semen que me invadía mientras el grito de la driade pareció incluso estremecer el mismo lugar, haciendo que los árboles se moviesen.
En ese momento solamente se lanzo sobre mi y puso sus labios sobre los míos, pude ver como su cuerpo empezaba a transformarse poco a poco en el de una mujer hermosa y como aquellas pequeñas luces se arremolinaban donde estábamos.
─ Quiero mas!…dame mas!…─ exclamo la driade mientras veía como unas raíces esta vez de color verde incluso mas frescas salían del suelo y me tomaban las manos y otra me ataban el cuerpo al suyo para que no me escapara, empezó a moverse lentamente mientras podía sentir su abdomen contra mi cuerpo, sus pechos contra los míos y el roce de sus pezones que hacia que se me erizara la piel.
Comenzó a moverse lentamente subiendo y bajando introduciendo mi sexo hasta el fondo del suyo mientras que los gemidos inundaban el lugar mezclándose con el ruido del bosque y el viento que empezaba a levantarse aunque en ese momento poco me importaba mi mente estaba sobre excitada y no dejaba de sentir el mayor placer de mi vida.
Ya solamente éramos ella y yo en un momento pro toda la eternidad, su cuerpo siguió moviéndose cada vez con mas fuerza mientras su abdomen rebotaba con fuerza, pude ver casi de reojo como esas pequeñas flores comenzaban a abrirse y las luces se movían cada vez con mas intensidad a nuestro alrededor.
Sus movimientos eran cada vez mas agresivos de su sexo salía cada vez más flujo y semen que tenía dentro sentía el calor de su cuerpo y el de nuestros flujos mezclados sobre mis muslos.
Llego un momento en que sus raíces apretaron con fuerza mi cuerpo y sus brazos me rodearon apretando mi espalda y uniendo su cuerpo con el mío, mi sexo pareció de nuevo ensancharse un poco y de nuevo aquella riada de calor lo recorrió de nuevo haciéndome gritar con fuerza mientras que la sensación del suyo que apretaba con fuerza, el semen empezó de nuevo a brotar en un río de calor sin control alguno.
Nuestros gritos se mezclaron mientras los árboles se movían de un lugar a otro y esas pequeñas luces no se detenían.
El semen broto y aquello aprecia que su sexo lo absorbiera haciendo que sus flores crecieran y se abrieran su piel tomo un color completamente normal, sus ojos se tornaron de un color verde intenso y su pelo rojo parecía que se moviera solo.
Caí al suelo completamente cansada mientras que la driade estaba floreciendo de alguna forma extraña, era su despertar.
Las flores empezaron a soltar polen mientras que las pequeñas luces bailaban alrededor de ella emitiendo sonidos como si fueran una canción.
─ Esto ha sido…maravilloso…─ comento la driade estirándose un poco su cuerpo había tomado un tono mas humano mientras me miraba de forma tierna, se tumbo un poco y comenzó a besarme en los labios de forma juguetona.
─ Ha sido…increíble…es la primera vez que siento esto…─ dije de forma entrecortada mientras intentaba recuperarme aun sentía como mi sexo seguía latiendo dentro de ella con cierta fuerza y soltando semen.
Su abdomen empezó a descender lentamente absorbiendo el semen que había en ella mientras poco a poco empezaba a despejarme.
Me sentía más a gusto que nunca y muy tranquila y relajada mientras veía como las pequeñas luces no hacían más que girar alrededor de la driade.
─ ¿Que les sucede…?...─ pregunte con curiosidad mientras la driade se levantaba de encima mía y el sexo salía de su cuerpo, fue como una sensación eléctrica que me recorrió el cuerpo.
─ Cuando las driades florecen…las hadas revolotean alrededor…es como una comunión con el propio bosque…─ dijo la driade mientras veía como las hadas no dejaban de moverse incluso algunas se acercaban a donde estaba mientras veía como se posaban encima del sexo provocándome cosquillas.
─ Vaya…me producen cosquillas…─ dije mientras veía como aquellas luces pequeñas seguían emitiendo sonidos raros y estas se posaban encima de mi sexo y algunas revoloteaban con mas fuerza.
─ La que me encontré estaba cansada y casi muerta…es increíble que se recuperen de esa forma…─ dije mientras veía el espectáculo de luces y la driade que se estiraba todo lo que podía su cuerpo había recuperado un aspecto humano, su cabello era de color rojo intenso, sus ojos verdes brillantes y sus pechos eran bastante grandes junto con sus curvas que parecían provocarme de nuevo, tanto de sujetador como de parte baja tenia unas hojas que los cubrían por sus brazos había flores colocadas al azar y su olor era dulce y agradable.
─ Que cambio…─ comente mientras la veía con los ojos abiertos su cuerpo parecía que brillaba por si mismo.
─ No tenia mana…parece que a ti te sobra…es raro ya que todo el mana esta siendo drenado del bosque…─ comento la driade mientras veía como los árboles empezaban a moverse dejando aparecer de nuevo el camino que habían ocultado.
─ ¿Mana…?... ¿Que es eso…?...─ cuestione mientras me arreglaba un poco aunque las luces no dejaban de darme vueltas, estaban como emocionadas.
─ Es la energía mágica…que envuelve este mundo…y tiene todos sus seres…¿No hay de donde tu vienes…?...─ respondió la driade aunque me parecía mas bien a una película de fantasía, pero cada vez estaba mas convencida de que no estaba en mi mundo.
─ No, pero te aseguro que no querrías vivir de donde vengo…creo que es mucho peor de donde soy…─ dije mientras terminaba de acomodarme la ropa y poder meter de nuevo el sexo extraño que ya pensé que tendría que acostumbrarme y esperar que al salir de ese sitio desapareciera tal como había aparecido.
─ Si me dejas puedo saber como es tu mundo…─ comento la driade mientras se acercaba a adonde estaba y me colocaba las manos en cada lado de mi cabeza.
Me quede sorprendida mientras cerraba sus ojos y comenzaba a concentrarse enseguida pude ver que su rostro cambiaba a miedo.
─ Esto es una atrocidad…lo que hacéis con la naturaleza…es un mundo terrible…─ dijo la driade mientras estaba concentrada en ese momento le coloque mis manos sobre las suyas esperando que sirviera de algo.
Y pasados unos segundos pude ver como su rostro cambiaba sonriendo ligeramente, como si estuviera viendo algo divertido.
─ Aunque también…tenéis vuestro lado bueno…─ volvió a comentar la driade mientras seguía investigando en mi mente, aunque no sabía lo que estaba viendo.
Después de eso separo las manos de mi cabeza y abrió los ojos que me miraban con cierta mezcla de extrañeza y confusión después de haber visto en mi mente.
─ La verdad es que sois una raza interesante y tu mundo es terrible y a la vez…amable y tierno…─ comento la driade con una sonrisa en su rostro enseguida las luces escaparon del lugar.
─ ¿Qué les pasa…?...parecen asustadas…─ pregunte mientras veía como esta vez se ponían delante del rostro de la driade y empezaban a moverse de manera nerviosa y agitadas.
─ No puede ser como lo han descubierto…─ dijo la driade con un tono lleno de ira mientras miraba hacia el bosque que este se abría para dejarle paso.
─ Han descubierto a la Hama Driade…─ dijo la driade mientras avanzaba hacia el interior del bosque rápidamente.
─ Espera un momento…yo voy contigo no pienso quedarme aquí…─ dije mientras le agarraba un brazo esta de inmediato giro la cabeza y me miro de forma seria incluso sentí un escalofrío de miedo recorrerme la espalda.
─ podrías morir…es la espina de fuego…─ hablo la driade de ese grupo o lo que fuese que me había dicho antes.
─ No pienso dejarte…ahora mismo eres la única persona que conozco…aparte eres la uncía que puede sacarme de aquí…─ comente mientras tragaba saliva pero no me quedaba otra para salir de aquel lugar.
La driade se me quedo mirando extrañada y enseguida hizo que esa flor de donde había salido apareciera de nuevo y empezó a envolvernos cerrando sus pétalos.
─ Dios!...─ exclame mientras veía como esa flor cerraba sus pétalos sobre nosotras, después de terminar parecía que empezara a moverse rápidamente.
─ Woow!…esto es increíble…─ exclame nuevamente mientras sentía la velocidad aunque no podía ver nada, pero la driade sabia hacia donde íbamos.
En unos pocos segundos la flor se detuvo y empezó a abrirse lentamente y enseguida pude notar un calor intenso que nos envolvía.
Para cuando pude ver me di cuenta que había fuego por el lugar y unos cuantos soldados armados con espadas y escudos y otros con antorchas en su escudos pude ver que tenían un dibujo de una rama con una espina roja.
El fuego estaba quemando el lugar las criaturas estaban huyendo del sitio mientras que había algunas triades en el suelo que intentaban moverse pero estaban agotadas, su cuerpo eran de madera y sus cabellos eran raíces tal y como me encontré a ella, mientras que permanecían al lado de un gran árbol protegiéndolo.
─ Apartaos de ese árbol!...─ exclamo la driade mientras salía de la flor y en esta volvía a la tierra enseguida los soldados se giraron mirándola y los que tenían antorcha fueron hacia ella.
─ Que la naturaleza se haga cargo de vosotros…─ dijo la driade mientras salían raíces del suelo sujetándolos y de nuevo esas púas, pero enseguida los soldados que tenían espada se acercaron y las cortaron mientras que los que tenían antorchas las quemaban.
La driade no hacia más que sacar raíces para atacar a los soldados pero no podía hacer nada.
─ Muy bien vosotros lo habéis querido…─ dijo la driade mientras se concentraba en eso uno de los soldados lanzo la antorcha impactando sobre el cuerpo de ella haciendo que retrocediera unos pasos tocándose la quemadura.
─ Malditos…─ dijo la driade mientras retrocedían unos pasos pero haciendo unos ademanes con la mano hizo que una flor de color púrpura apareciera delante de ella, esta era bastante grande e incluso amenazante.
Enseguida escuche un grito de dolor que resonó en el sitio y un crujir de huesos junto con unos chorros de sangre que saltaban hacia todos lados.
─ ¿Pero que coño…es eso…?...─ pregunte con cierto miedo en la voz mientras veía como restos de sangre caían al suelo formando charcos, mientras seguían los huesos crujiendo.
Después de eso escuche un sonido como un chirrido mientras que lo que teníamos delante empezaba a arder.
─ MALDITOS SEAIS!...─ grito la driade mientras me movía del lugar para ver que es lo que estaba pasando, mire de reojo mientras que la driade pasaba de un árbol a otro para atacar por otro lugar.
Para cuando pude ver lo que había pasado, pude contemplar una planta carnívora gigante podía incluso ver sus dientes parecía que estaba viva y dentro la boca de la misma caía sangre incluso podía ver un brazo salir de la misma.
─ Esto es increíble…─ hable mientras veía el horrible espectáculo y la planta empezaba a arder con fuerza con el cuerpo del soldado dentro.
De reojo pude ver como la driade aparecía desde el suelo por otro lado, los soldados se giraron uno de ellos se acerco hacia donde estaba y otro con la antorcha hacia la driade manteniendo el escudo delante suya.
─ Un momento…no soy una driade…no soy como ellas…─ dije mientras retrocedía un par de pasos el soldado lanzo un ataque, por suerte pude esquivarlo agachándome.
La driade puso las manos delante mientras que de estas salían unas flores que se abrían rápidamente.
El soldado volvió a lanzase de nuevo blandiendo la espada para intentar matarme, mientras que de las manos de la driade salieron unas tentáculos llenos de espinas, el soldado de la antorcha la movió de un lugar a otro mientras se defendía.
Mientras retrocedía evitando los ataques del soldado caí al suelo, en ese momento me veía que ya estaba muerta.
El otro soldado ataco a los tentáculos que se le acercaban pero estos reaccionaron moviéndose hacia sus pies enredándolos en sus pies mientras estos subían su cuerpo rápidamente clavándose las púas en sus cuerpos.
En ese momento que me encontraba en el suelo, el soldado elevo su espada por encima del mismo, me moví del sitio haciendo que él fallara.
Me incorpore rápidamente y le tome de la mano apretando su muñeca con fuerza mientras escuchaba como crujía sus huesos y este soltaba su arma.
Este comenzó a arrodillarse lentamente por la fuerza que estaba ejerciendo en su muñeca, pero en un descuido me golpeo con el escudo en la rodilla haciéndome que le soltara.
Con el dolor en la misma solté su mano haciendo que este huyera rápidamente, mientras miraba como los tentáculos de la driade envolvían al hombre clavándole las púas en su cuerpo, escuchándole gritar con fuerza.
Los tentáculos apretaban con fuerza su cuerpo mientras sus huesos crujían y sus tendones se estiraban, el grito lleno el lugar mientras podía ver el rostro de la driade como había cambiado, era un poco mas afilado y esos ojos verdes brillantes se habían tornado rojos.
Siguió apretando por unos segundos mas, pero su pobre victima ya estaba muerta solo salía sangre de entre sus tentáculos.
─ Ya esta muerto…déjalo…─ dije mientras me acercaba a ella y la intentaba convencer de que ya no hacia falta que siguiera.
Para cuando lo soltó pude ver que su pobre victima era un amasijo de carne y armadura que estaba completamente deformada.
No pude más que mirar hacia otro lado y vomitar, el pobre hombre era irreconocible, su cuerpo estaba completamente deformado y aplastado.
Del suelo salieron unas raíces que rápidamente lo metieron bajo tierra para absorberlo mientras me recuperaba del vomito.
─ Mira lo que han hecho…los humanos son una plaga…no saben nada mas que destruir…la madre naturaleza le ofrece sus dones y ellos solamente destruyen y destruyen…─ comento la driade mientras se acercaba al gran árbol y pasaba la mano por su corteza, con algo de esfuerzo pude ver un rostro femenino que parecía que se formaba en su corteza.
─ Gracias hija mía…─ dijo una voz agradable mientras veía como del suelo aparecían raíces introduciendo a las demás en el suelo.
─ ¿Que pasara con ellas…?...─ pregunte mientras la mirada de ese rostro se fijo en mi mirándome de forma desconfiada.
─ ¿Quién es ella…?...─ cuestiono con un romo mas serio mientras podía ver como unas raíces llenas de púas se me acercaban lentamente amenazando mi vida.
─ Majestad no debéis preocuparos…esta mujer tiene un don especial me ha regenerado por completo…la magia recorre mi cuerpo…─ dijo la driade mientras ponía una de sus manos en el rostro del árbol y podía ver como algo de color blanco pasaba de esta al árbol que cerro los ojos pude ver como del mismo empezaban a crecer unas flores grandes como mi mano de pétalos de color blanco.
─ Majestad…yo no formo parte de ellos…os lo aseguro…he venido a este mundo por error…─ dije con cierto miedo viendo como las raíces se me acercaban y empezaban a rodearme con la intención de matarme.
─ Es cierto majestad esta humana…me ayudo cuando no tenia energía…─ dijo la driade y enseguida las raíces se detuvieron a escasos centímetros de mi cuerpo.
─ ¿Una humana ayudando a la naturaleza…?...─ pregunto el árbol mientras retiraba las raíces, al mismo tiempo la driade se apartaba unos centímetros del mismo y se arrodillaba.
─ Proviene de otro mundo majestad…─ respondió la driade mientras el rostro me miraba fijamente, el silencio se hizo en el lugar solo se escuchaban los pájaros que se acercaban a las ramas del árbol.
─ ¿Podría haceros una pregunta…?...bueno son varias por decirlo de alguna forma… ¿Dónde estoy…?... ¿Y quienes son esos soldados…?...─ pregunte varias veces mientras esperaba una respuesta.
─ Te encuentras en Anuba…y esos soldados son parte de un grupo conocido por la púa ardiente…se dedican a conseguir toda la magia dejando muertes y desolación a su paso…acércate un momento…─ dijo el árbol con tono amable, me acerque cerca del mismo mientras la driade se levantaba y se retiraba unos cuantos centímetros del mismo.
─ ¿Pero lo harán por algo…?...─ cuestione con curiosidad mientras me ponía a la altura del rostro.
─ Su hechicero…quiere absorber la magia…los humanos y su avaricia…─ respondió el árbol mientras estando a su altura pude oler una suave fragancia que provenía del mismo.
Escuche un crujir de ramas y pude ver como un hueco se formaba en su superficie, cosa que me extraño bastante.
─ Introduce tu brazo en el hueco…─ dijo el árbol con tono tranquilizador mientras por mi parte dudaba, pero seria una tontería que me matase podría haberlo echo en cualquier momento.
La driade me animaba a hacerlo, mientras dudaba en seguir adelante con eso, no sabía lo que podría pasar.
─ No te preocupes…no voy a hacerte daño…solo quiero conocerte…─ dijo el árbol con tono tranquilizador en ese momento acerque el brazo de manera tímida y empecé a meterlo en el hueco pude notar el calor suave que había en su interior y era muy suave.
En ese momento el hueco apretó mi brazo de manera suave y pude sentir como algo recorrió todo mi cuerpo como si fuera una energía que me conectara al gran árbol y yo al mismo.
Fue como un trance que me dejara sin sentido por unos segundos varias imágenes aparecían en mi mente viendo a esos soldados que atacaban este bosque una y otra vez intentando destruirlo, mientras podía sentir como el árbol escudriñaba mi mente para ver de donde venia.
En un momento note un gran dolor que atenazo mi brazo grite con todas mis fuerzas mientras intentaba sacarlo pero me era imposible, no sabia si eso había sido una trampa…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aquí dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias .
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Mazoku
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3.573 ATC
SALIDA DEL BOSQUE
El dolor desapareció casi por completo cuando pude sacar el brazo, esa parte del bosque había cambiado de repente, estaba mas verde incluso el fuego que había desaparecido de pronto empecé a sentir como un pequeño temblor bajo mis pies mientras veía como esas pequeñas criaturas revoloteaban portadas partes.
─ ¿Qué esta pasando…?...─ pregunte con cierto tono de miedo y confusión en la voz mientras pude ver como salían varias flores de pétalos rojos del suelo y estas empezaban a abrir los pétalos de estas empezaron a salir las triades que habían muerto, mientras que al mismo tiempo aparecían raíces que envolvían los cuerpos de los soldados y eran tragados en la tierra.
─ Esto es increíble…─ dije mientras veía lo que estaba pasando me puse la mano por el brazo mientras notaba como un tatuaje en relieve en la piel de una hoja.
─ ¿Pero que es esto…?...─ cuestione mientras me pasaba la mano por la especie retatuaje.
─ Es la señal de las triades…por habernos ayudado y nosotras corresponderemos a la ayuda…─ respondí le rostro del árbol y después empezó a desvanecerse lentamente hasta convertirse de nuevo en una corteza.
─ Joder…─ hable mientras veía lo que estaba pasando en un momento el lugar estaba completamente tranquilo, solo se escuchaban los cantos de los pájaros y como los rayos del sol entraban en los huecos de las copas de los arboles, escuche como me regían las tripas por el hambre.
La driade se acerco a una de las ramas de la “Hama Driade” y tocando una de las flores esta se convirtió en una fruta de color rojo bastante grande.
─ Aquí tienes…─ dijo la driade mientras me pasaba la fruta que no reconocía, empecé a darle mordiscos esta era muy refrescante y dulce.
Termine de tomármela y me pase la mano por los labios, por un momento la driade se me quedo mirando junto con las demás que parecían bastante interesadas, sus cuerpos habían cambiado por completo eran unas mujeres muy voluptuosas y atractivas por un momento notaba como mi sexo empezaba a moverse lentamente.
─ Tengo que salir del bosque… ¿Sabes por donde…?...─ cuestione con cierta excitación en el cuerpo, notaba como el calor empezaba a invadirme el cuerpo y los deseos empezaban a crecer.
─ No te gustaría quedarte un poco más…─ comento la driade de forma lujuriosa mientras podía ver como las driadas se acercaban moviéndose de forma provocativa, el ambiente estaba un poco más cargado, podía sentir un aroma dulzor inundando el ambiente.
─ Muy bien será mejor que salgamos…pero es un desperdicio de tiempo…─ comento la driade mientras me tomaba de la mano y se pasaba la lengua por los labios mojándoselos con lujuria.
Empezamos a caminar mientras salíamos del lugar, por suerte no termine muerta, pero aun estaba pensando quienes eran esos soldados.
─ ¿Por qué os querían quemaros esos soldados…?...─ pregunte mientras continuábamos avanzando por el bosque.
─ Esos mercenarios fueron enviados para acabar con este bosque…varias veces los hemos repelido…─ respondió la driade con tono de enfado, al mismo tiempo que parecía apretarme mas la mano.
─ ¿Habéis intentado…negociar con su líder…?...─ cuestione nuevamente en ese momento la driade se detuvo de inmediato.
─ Su líder es un hechicero…corrompido que ha intentado muchas veces capturarnos y destruirnos…piensa que nosotras somos las responsables de absorber la magia de este lugar…─ respondió la driade mientras miraba hacia el suelo con rabia en su voz y al mismo tiempo apretaba sus puños.
─ Pero solo por eso…es raro que envié esos mercenarios…para destruir ese claro en el bosque…─ curiosee un poco mas pero me temía que estaba metiendo demasiado el dedo en la herida.
Ese hechicero descubrió donde una de nuestras “Hama Driade”, descansaba y empezó a hacer investigaciones sobre este lugar, según el descubrió que nosotras éramos las responsables de estar matando este bosque, en sus investigaciones decidió que debía salvar el bosque eliminándonos.
─ Hasta ahí de acuerdo…pero has hablado de una corrupción…─ comente escuchando con atención lo que me estaba comentando.
Ataco varias veces incluso llega a secuestras varias de nosotras para sus experimentos pero viendo que no conseguía nada, intento entrar el mismo en el bosque y eliminarnos pero volvimos a rechazarlo en eso acabo con su magia, viendo que no podía hacer mas hizo una invocación con un ente antiguo y este le otorgó el poder que lo estaba buscando pero me temo que esta volviendo a agotársele.
─ Al menos gracias a ti hemos podido rechazarlos de nuevo pero…estoy segura de que volverá y al fina terminará consiguiendo lo que quiere…─ dijo la driade mientras podía notar su enfado y odio hacia ese hechicero.
─ Tengo una idea podrías ayudarnos para combatir a ese hechicero…─ comento la driade mientras se daba la vuelta y me miraba fijamente mientras podía ver como lagrimas empezaban a salir de sus preciosos ojos.
─ No de eso nada…yo no tengo nada que ver con vosotras…solo quiero salir de aquí y volver a mi mundo…─ hable pensando que me había metido en una guerra que no conocía y que no quería meterme.
Seguimos caminando un buen rato hasta que por fin salimos del bosque aun camino, enseguida pude ver un paisaje de colinas, dándome el sol en el rostro, todo parecía normal si no me hubiera pasado lo de las triades diría que estaría en mi mundo.
─ Una pregunta… ¿Por qué no atacáis a ese hechicero…?... ¿Podéis cambiar de bosque…?...─ pregunte con curiosidad, pensando en algunas posibilidades para que pudieran vivir en paz.
─ No es tan simple…y las triades nacemos de un árbol y nos quedamos con el hasta que muere, si nuestro árbol es talado morimos…─ respondió la driade explicándome la situación.
─ ¿Dónde esta el hechicero…?...─ pregunte por curiosidad mas que nada, pensando que no debería de ir por donde estuviera.
─ Su torre esta erigida, cerca del siguiente pueblo…siguiendo el camino…─ respondió la driade mientras miraba el paisaje que seguramente había visto tantas veces.
─ ¿Y nadie del pueblo hace nada…?...─ pregunte extrañada puesto que deberían de saber lo que estaba pasando.
─ Ese pueblo esta dominado por completo por ese hechicero…─ respondió la driade con resentimiento en su voz, mientras apretaba el puño.
─ Bueno será mejor que me vaya…tengo que encontrar la salida de este mundo…tengo ganas de regresar al mío y de que esta cosa desaparezca…─ hable mientras miraba de reojo al sexo que por lo menos de momento sigue en calma, aunque tenia cierta inquietud.
─ ¿Podría acompañarte…?...─ cuestiono la driade con cierto tono de lujuria en su voz mientras miraba a mi sexo abriendo los ojos como platos.
─ Me vendría bien la compañía…y también una guía pero no creo que la gente te vea muy bien tal como vas vestida…a menos que en este mundo haya otras reglas de vestimenta…─ respondí mientras miraba el pequeño bikini que tenia y las plantas que surcaban su cuerpo.
─ ¿Reglas de vestimenta…?...─ pregunto extrañada la driade mientras me miraba con cierta confusión.
─ Como me explicaría… ¿La gente va desnuda…o se ponen ropa…?...─ cuestione mientras miraba el cuerpo que enseguida mi sexo empezaba a notar que empezaba a moverse dando pequeñas sacudidas.
La driade se acerco un poco mientras se ponía delante de mí y me abrazaba rodeándome el cuello y me miraba con lujuria.
─ Los humanos suelen usar ropa…─ dijo de forma cariñosa mientras se acercaba lentamente sus labios a los míos y al primer roce sentí su calor, haciendo que mi cuerpo empezara a estremecerse mientras olía una fragancia dulzona y refrescante al mismo tiempo.
─ Vale…de acuerdo es mejor…que empecemos a caminar…─ dije con cierto nerviosismo en la voz mientras me deshacía del abrazo sabiendo que aquello terminaría de nuevo en lo que había pasado.
En un momento pude ver como su cuerpo empezó a cambiar las ramas desaparecieron casi por completo dejando como unos tatuajes mientras que encima de su piel se formaba una túnica de color marrón pálido.
─ ¿Mejor así…?...─ pregunto la driade mientras se daba una vuelta mostrándome lo que había cambiado.
Solamente asentí sorprendida por lo que había visto, aunque aquello era muy simple por lo menos no mostraba su cuerpo.
─ Aunque el problema creo que será tuyo…─ hablo la driade mientras miraba mi ropa, aunque aun no sabia siquiera como vestían pero viendo a esos soldados me suponía como era, según había visto en algunos libros de historia.
─ Podrías cambiarme la ropa…─ comente habiendo visto lo que había echo, esta se ponía delante mía y se empezó a concentrar pero no parecía pasar nada.
─ Que extraño normalmente puedo hacerlo… ¿Qué tipo de tela es esa…?...─ cuestiono la driade mientras se acercaba y empezaba a tocarla revisándola.
─ Pues no lo se…─ hable pensando que no era tela natural y que al parecer solo afectaba a la ropa echa de ese material.
─ Es mejor que continuemos…ya veré lo que hago con la ropa mas adelante…─ dije pensando que tenia que salir del bosque y llegar a algún lugar donde pudieran decirme como llegar a mi mundo.
Caminemos hasta llegar al camino el sitio era fresco y agradable, el aire era muy diferente a mi mundo incluso la naturaleza aprecia crecer con mas fuerza.
Mientras caminábamos por el camino pude ver como la driade miraba hacia todas partes con curiosidad, parecía que no había salido de su mundo durante toda su vida y ahora exploraba lo que había fuera del bosque.
Seguimos caminando durante unas horas al menos había una brisa fresca que invitaba a seguir caminando, después de eso empecé a escuchar el sonido de unos cascos.
Al girarme pude observar que era un carro de paja y un hombre que lo conducía, este no era muy diferente de los de mi mundo.
Por lo menos las personas no eran diferentes, me puse a hacerle señas para que se detuviera.
Pero en vez de eso acelero su paso por poco término atropellada, apartándome de su camino a tiempo.
La driade se quedo mirando el carro y sencillamente movió la mano haciendo que del suelo salieran unas raíces que enredaron una de las ruedas del carro, este se quedo parado en seco mientras que el pobre campesino miro de reojo como me acercaba este azoto un poco mas al animal para que siguiera pero no había forma de que se moviera.
─ Disculpe… ¿Podría llevarnos al siguiente pueblo…?...─ pregunte con tono de amabilidad mientras veía cierto miedo y recelo en su mirada.
No dejaba de apartar la vista de mis ropas o de mi cuerpo, no estaba segura pero pude ver que paso la mirada varias veces por el bulto que tenia en los leggins.
Después de eso hice unos chasquidos con los dedos para que levantara la vista en eso se quedo mirándome extrañado y confuso.
─ Si… ¿Qué son esas ropas…?...─ pregunto con curiosidad mientras seguía mirando aunque de vez en cuando miraba a la driade que permanecía en silencio.
─ Soy de otro lugar… ¿por favor podría llevarnos…?...─ volví a preguntar viendo que se perdía mientras me miraba extrañado me hacia sentir que estuviera desnuda y mas con los leggins que llevaba.
─ Si claro…suban…─ dijo el campesino mientras nos invitaba a subir al carro, me senté delante mientras que la driade subió donde estaba la mercancía.
Pero antes el campesino reviso las ruedas la driade con un simple movimiento de manos hizo que las raíces desaparecieran mientras que el pobre hombre miraba que era lo que le había detenido pero no encontraba nada.
─ Que raro…─ comento el hombre mientras revisaba las ruedas después de un momento subió al carromato y dio un pequeño movimiento de las riendas y el caballo empezó a moverse.
─ ¿Esta muy lejos el pueblo…?...o a donde usted vaya…─ cuestione esperando que no estuviera muy lejos.
─ Todavía nos queda un buen trecho…¿De donde viene…?...por que esas ropas no las había visto nunca…─ cuestiono el campesino mientras continuábamos el camino, pensé que seria muy largo y mas explicándole de donde venia.
─ De un sitio muy lejano…─ respondí de forma breve puesto que si le contaba de donde provenía para él seria un shock.
─ Y de donde viene… ¿dejan a las chicas ir desnudas…?...─ cuestiono el campesino mientras podía verle mirar de reojo a mis pechos y a mi entre pierna cosa que no entendía….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias .
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RELIGION DEMONIACA
─ Aquí no puedo decir nada…os espero en la iglesia…─ dijo la Hakutaku mientras se perdía entre el genio en eso me gire de nuevo para ver que hacían lo mismo con la otra chica intente ir hacia donde la estaban quemando pero enseguida la driade me puso la mano en el hombro negando.
─ No podemos hacer nada…─ susurro la driade mientras negaba con la cabeza empezamos a salir del gentío pero no podía dejar de ver como la otro chica le pasaba lo mismo, mientras que el párroco movía las manos haciendo la cruz.
Comenzamos a caminar hacia la iglesia por suerte pudimos ver el campanario, el edificio era bastante grande la parte delantera tenia varias columnas de color blanco sin embargo la base de estas tenían talladas mujeres desnudas, en la parte de arriba había varias esculturas mas de gárgolas que parecían que estuvieran mirándonos de manera amenazadora.
Nos acercamos a las grandes puertas, entramos en el lugar enseguida notamos el cambio de temperatura el lugar estaba lleno de bancos para rezar al fondo había un pulpito blanco sin embargo al fondo en vez de haber la típica cruz que había en mi mundo había una gran cabeza de un demonio con rostro amenazadora, aquello me dejo algo sorprendida al ver lo que estaban adorando.
En el lugar había varias ancianas que estaban rezando el sitio parecía completamente desierto salvo por esas personas.
─ Será mejor que nos sentemos…─ comente mientras nos acercábamos a unos bancos y nos sentamos esperando a la Hakutaku.
Por unos momentos me quede mirando al decoración parecía tener una combinación extraña entre la santidad y lo demoníaco que no entendía.
Entre las columnas había imágenes de guerreros con alas en sus espaldas esculpidas en una piedra gris oscura mientras que sus espadas eran reales junto con sus escudos.
─ Esto es extraño…que iglesia mas extraña…─ comente mientras miraba hacia todos lados en ese momento casi sin darme cuenta al girar la cabeza había una monja que parecía una especie de gigante.
─ Dios!...¿Quien es usted…?...─ pregunte mientras miraba a una mujer alta y corpulenta me sacaba una cuarta mas de lo que yo media, sus ojos eran de color marrón apagado en contraste con su piel mientras que los labios estaban maquillados con un rojo fuerte, los rasgos eran redondeados y suaves, la piel tenia un color dorado parecía que se hubiera bronceado, los músculos se marcaban en su cuerpo seguí bajando la mirada has que me fije en sus pechos que eran grandes y voluminosos sus pezones, sin embargo cuando mire mas abajo aquello si me lleve una sorpresa bastante grande vestía un biquini diminuto en el que encerraba un gran sexo que parecía querer salir de esa pequeña prisión en la base del mismo había un anillo dorado cornado por una pequeña gema en forma de corazón de color rosada con un brillo suave.
Sus ropajes eran bastante escasos para ser una monja que en mi mundo siempre iban muy tapadas, en su cabeza portaba una cofia como siempre de color blanco y negro que parecía ser de látex, en sus pezones había solo unos redondos del mismo material que se pegaban a sus pechos sus manos portaban unos pequeños guantes, mientras que en sus piernas había unas botas de tacón de aguja negras que le llegaban a un poco mas del muslo que era su segunda piel y atada a una había una pequeña bolsa.
─ Perdonad por el susto y que el señor os bendiga…soy la hermana Alma… ¿Qué os aflige…?...─ pregunto Alma con voz suave casi sedosa de reojo pude ver que la driade no apartaba la mirada de la mujer o mejor dicho de su sexo.
─ Oye…se puede saber a donde miras…es una monja…─ comente mientras le daba un pequeño golpe en su hombro pasa hacerle sacar de su estado.
─ Lo siento solo estaba imaginando lo que pasaría si lo hiciese con las dos…mmmm…seria una gozada…─ comento la driade en su línea puesto que era una ninfa del bosque.
─ Genial…nos ha enviado una Hakutaku para hablar con ella…─ dije sin embargo mirando a sus pechos que eran bastante grande mas incluso que los míos, casi no podía apartar la vista era como si me atrajesen de forma casi hipnótica.
─ Esa criatura…es una gran amiga…hasta que llegue podéis contarme vuestros pecados…─ dijo Alma mientras me miraba con esos ojos grandes que parecía que me perdía en ellos sin embargo la momento me fije en su sexo que intentaba salir de esa pequeña prisión de tela, en un momento mi mirada se dijo en su trasero casi sin darme cuenta me quede un par de segundos hasta que recupere de nuevo el sentido.
Enseguida note como un aroma dulzor que provenía de la driade, enseguida pensé que era ella que estaba soltado su afrodisíaco.
─ Oye…cálmate un poco…─ dije mientras giraba la cabeza para que dejara de soltar el afrodisíaco aunque no podía negar que tenia bastante ganas al ver su cuerpo mi mente jugaba con ella de manera salvaje.
─ Lo siento…ha sido instintivo…─ hablo la driade mientras volvía a bajar la cabeza y a respirar profundamente para calmarse.
─ Lo siento pero soy atea…─ comente de manera casi susurrante enseguida la monja abrió los ojos de par en par mientras me ponía una de sus manos en la boca para que me callara.
─ Aquí es mejor que no digas eso o terminaras como las chicas de la plaza…─ comento Alma con cierto miedo aunque no entendía lo que estaba pasando.
─ ¿Pero por que…?...no entiendo…todo el mundo debería de ser libre para escoger lo que quiera…─ comente mientras ella me apartaba la mano de la boca, esta sin embargo solo hizo que se arrodillar en el banco.
─ No se de donde vengas…pero en esta ciudad no se puede ser ateo…el párroco obliga a creer en nuestro dios…─ hablo Alma mientras cerraba los ojos y unía sus manos como si estuviera adorándolo.
─ Pero eso es increíble…todo el mundo debería de elegir a quien o a que creer…─ comente pensando que eso era una crueldad sin embargo Alma me puso la mano en la boca para que no lo dijera en voz alta puesto que enseguida se giraron un par de personas.
─ Es mejor que no habléis en voz alta…─ me reprendió Alma indicándome que las personas podían escucharme.
Mientras estábamos discutiendo y casi sin darme cuenta note como alguien se sentaba a nuestro lado era la Hakutaku de antes.
─ Hermana Alma me alegra saber que ha conocido a mis amigas…─ comento la Hakutaku mientras nos sonreía de una forma extraña.
─ Eso de amigos teníamos que hablarlo…podías haber ayudado a esas mujeres para que no las quemaran y hacerle lo que le hicieron…─ dije con tono de enfado en voz baja recriminándole lo que le habían hecho a esas pobre mujeres.
─ Es mejor…que no me acuses si no conoces toda la historia…─ dijo Hakutaku haciéndome que me callara, aunque por mucho que me dijera no le veía excusa para lo que había hecho.
─ Si no hubiera hecho eso…hubiera matado a mis niños…─ comento la Hakutaku mientras bajaba la cabeza con vergüenza.
─ ¿Tus niños…?...─ pregunte con extrañeza al saber que era madre y tenia varios niños, nunca lo hubiera imaginado por su aspecto.
─ Si, mis niños no soy su madre, si no su profesora los considero como si fueran míos están en un orfanato…aunque parezca que este pueblo lo dirige el rey, el párroco que lo lleva con mano de hierro, cualquiera que tenga un poco de magia los acusa de brujas y me obliga a que lo revele en publico y las ejecuta…─ respondió la Hakutaku contándome el resto de la historia con una mezcla de resentimiento y rabia al no poder hacer nada.
─ Decídselo al rey, estoy segura que hará algo…─ hable pensando que seguramente el rey al saber lo que pasaba en su pueblo.
─ El rey permanece absorto a lo que pasa en su pueblo el párroco lo tiene engañado…es el quien dirige la espina ardiente…─ comento la Hakutaku explicándome que el rey no se enteraba de nada.
─ También podíais hacer una rebelión en contra del párroco…no creo que haya soldados suficientes para poder deteneros…─ comente pensando que seria una opción para terminar con la tiranía del párroco.
─ El párroco tiene ojos y oídos en todas partes…─ dijo Alma mientras parecía que siguiera rezando mientras que la ninfa no le perdía ojo.
El tiempo fue pasando aunque de reojo miraba como las personas que allí había de vez en cuando miraba hacia donde estábamos.
─ Será mejor que hablemos en otra parte os espero en el “Encaje negro”…esta cerca de aquí…─ comento la Hakutaku con un tono de desconfianza al mismo tiempo que miraba hacia las personas que había en la iglesia.
─ ¿El “Encaje negro…?...─ pregunte extrañada pero no llegue a terminar la frase la Hakutaku ya se había levantado y se había marchado.
─ ¿Pero donde esta…?...─ cuestione mientras miraba como salía de la iglesia rápidamente.
─ Os puedo guiar a ese lugar…─ dijo Alma levantándose y mirándonos de una forma que pareciera que estuviera amenazándome.
─ Muy bien vamos…─ dije con cierto miedo mientras caminábamos hacia la salida, en ese momento aparecieron una pareja de soldados alma bajo la cabeza con las manos en forma de orar.
─ Que nuestro señor os proteja…─ hablo Alma caminando hacia la salida en esto los soldados bajaron la cabeza.
Al salir de la iglesia note el aire fresco y el sonido del gentío, caminamos por las calles mezclándonos entre la gente que parecía que no dejaban de mirar a Alma aunque no me extrañaba, sin embargo la driade no se apartaba de ella.
La presencia de Alma parecía infundir respeto en todas las personas con quien se encontraba, podía ver como bajaban las cabezas por donde pasaba.
─ Parece que te respetan mucho…─ comente mientras veía a la gente que ni siquiera se atrevían a hablarle.
─ A mi me encanta…─ dijo la driade mientras seguíamos caminando por las calles que parecían cambiar casi radicalmente, nos habíamos metido en callejones con gente que no eran precisamente muy honrada había personas que llevaban capuchas y al vernos algunos se ocultaban en las sombras.
Los callejones despedían un olor asqueroso incluso había pequeños ríos de cierto liquido que las recorrían, incluso el sol parecía que temía entrar en estos sitios.
Al llegar pude ver que era un edificio de dos plantas de color rojo aquello me sonaba bastante para cuando observe el cartel de madera y con la imagen de una mujer me di cuenta que era un prostíbulo.
─ ¿Aquí es…?...Increíble… ¿y como conoces este lugar…?...─ pregunte con cierta intriga en mi tono, las monjas de mi mundo nunca pisarían un lugar como este.
─ Todo siervo de nuestro señor debe saber los lugares del pecado para poder ayudar a estas pobres almas condenadas…a los placeres de la carne…─ respondió Alma mientras se acercaba a la puerta y daba unos golpes enseguida esta se abrió.
Con ciertos reticencias entre en este al hacerlo pude oler un aroma a tabaco que flotaba en el ambiente que se me hacia familiar había mesas y sillas dispuestas por todas partes al fondo una barra de en la que había una mujer bastante voluptuosa entre las mesas había chicas que servían bebidas y comidas a los que estaban sentados, a mi derecha había una chimenea de piedra dando el contraste con todo el lugar ya que este era de madera al mismo tiempo detrás de la barra una escalera daba acceso al segundo piso.
─ Vaya que sorpresa si es Alma… ¿Qué te trae por aquí…?...─ pregunto una chica no mas alta que yo aunque lo que mas me sorprendió fue el color de u piel que era verde y un par de pequeños colmillos que le sobresalían de la boca.
─ Hemos venido a hablar con Hakutaku…─ respondió Alma con serenidad sin apartar ojo de la chica, mientas que la driade parecía sorprendida mirando hacia todas partes.
─ Esto es un paraíso…podríamos subir a pasar un buen rato…─ comento la driade con voz sedosa y picarona mientras ponía una de sus manos en mi muslo, eso hizo que una ráfaga de calor me recorriera el cuerpo.
─ Céntrate un poco…querías venir para vengarte de lo que le habían hecho a tus hermanas y por lo de tu bosque…─ comente haciéndole recordar a por lo que había venido por que parecía que la mente se le había ido a otro lugar al ver a las chicas.
─ Lo siento…es mi naturaleza…es verdad tengo que centrarme…─ hablo la driade con firmeza en su voz mientras movía la cabeza un poco para despejarse.
─ Aun no ha llegado podéis sentaros y comer algo…invita la casa…─ dijo la mujer inventándonos a que nos sentáramos para esperarla.
─ Gracias…─ hablo Alma mientras seguíamos a la mujer por un momento mi mirada se fijo en el trasero de ella, casi no podía apartar la mira su movimiento era hipnótico ese balanceo excitante incluso podía sentir como mi sexo empezaba a molestarme en el pantalón.
─ Creo que quien debería centrarse deberías de ser tu…─ comento la driade mientras me ponía un dedo en el sexo aquello hizo que casi gimiera de placer.
─ Lo siento…si será mejor que nos sentemos…dios es que esto molesta…─ dije mientras caminaba algo incomoda por el sexo que parecía lidiar con la tela que lo aprisionaba incluso podía sentir en la piel de mis piernas el palpitar de las venas que pulsaban con fuerza.
─ Eres nueva por aquí…nunca te había visto antes…si quieres pasar un buen rato puedes escoger a una de las chicas…─ comento la mujer mientras nos hacia que nos sentáramos en una de las mesas apartadas de la puerta.
─ No gracias…no hace falta…─ comente con algo de esfuerzo mientras me colocaba el sexo para que no estorbara al sentarme aunque me era algo complicado sin embargo a diferencia de mi Alma se sentó tranquilamente y sin ninguna incomodidad.
─ ¿Tardara mucho en venir…?...─ pregunte de manera nerviosa mientras me sonrojaba la ver de reojo mientras veía a las chicas caminar por el lugar.
─ No te preocupes…no tardara mucho además estas en buena compañía…Seguro que tenéis algo de hambre…─ dijo la camarera mientras al limpiar se apoyaba un poco sobre la mesa, Alma permanecía impasible con las manos en forma de orar, aunque cuando mi mirada de soslayo se paseo por los pechos de la mujer viendo lo generosos que eran y el canalillo que me mostraba.
─ Si algo…pero no tengo dinero…─ hable mientras carraspeaba aclarándome la voz y mirando hacia otra parte.
─ No te preocupes…cariño invita la casa…─ hablo la chica mientras me miraba con cierta picardía en eso se enderezo un poco y se fue hacia la cocina.
─ Señor líbranos del deseo…─ comento Alma con voz solemne mientras que algunas personas giraban la cabeza con cierta confusión.
Aunque no era para menos, puesto que nunca había visto una monja así y menos en un lugar como este aunque tenia cierto encanto.
Mientras miraba por el lugar disfrutando de lo que ofrecía, la driade no dejaba de perder ojo a cada chica que pasaba cerca nuestra incluso pude ver alguna que otra que subía por las escaleras con un cliente.
A los pocos momentos apareció de nuevo la chica sirviéndonos en unos platos una especie de líquido marrón con patatas que flotaban en el mismo y unos trozos de carne.
─ Ahora traigo las bebidas…─ dijo mientras daba un golpe de cadera al mismo tiempo que me guiñaba.
─ Parece que has ligado…─ comento la driade mientras veía de reojo al mismo tiempo me lanzaba un beso.
Aunque la verdad no podía apartar la vista de su cuerpo que me estaba tentando mi mente no hacia mas que sacar imágenes.
El sexo no dejaba de dar pequeños golpecitos notándola como al mismo tiempo empezaba a crecer en el pantalón y me costaba más quedarme sentada.
No podía mas que volver a colocármela de nuevo varias chicas en ese instante giraron la cabeza de inmediato no pude mas que dejar de tocármela e intentar poner la mente en blanco.
─ Es mejor que me calme un poco…─ dije metiendo al cabeza en los cuencos que nos había traído después de unos segundos volvió de nuevo para traernos unas jarras de lo que supuse que era cerveza.
─ Aquí tienes cariño…─ comento la chica mientras colocaba las cervezas encima de la mesa inclinándose un poco dejándome ver esos pechos abundantes y golosos.
─ Gra…gracias…─ dije al mismo tiempo que tragaba saliva en ese momento apoyo una de sus manos sobre la mía y tomándomela por la muñeca, no supe que hacer al momento me la coloco en una de sus nalgas con un buen golpe.
─ Pero que…─ dije con nerviosismo mientras notaba su piel a través de la tela que era bastante ligera.
─ No te preocupes cielo…si tienes una urgencia…puedo arreglarlo…─ comento la chica mientras por mi parte no sabia que hacer solamente agarre con un poco mas de fuerza.
─ No…hace falta muchas gracias…─ dije mientras el calor recorría mi cuerpo incluso notaba como los pezones comenzaban a ponerse erectos mientras me relamía inconscientemente los labios.
─ además serias una buena incorporación a mis chicas…─ comento la mujer ofreciéndome un puesto entre ellas.
─ Agradezco el ofrecimiento…pero no creo que me viniera bien…─ comente mientras le señalaba a mi sexo que seguramente seria un inconveniente.
─ Dalia podrías venir…─ comento la chica al mismo tiempo que no dejaba que retirase la mano de su trasero que hacia incluso que diera pequeños círculos masajeándoselo.
Casi al instante llego una mujer bastante alta con una gran corpulencia su piel era de color verde apagado cosa que me sorprendía bastante sus rasgos eran fuertes y marcados, los ojos eran grandes de color rojo y lo que mas destacaba eran los colmillos que salían de su boca su cabello liso y negro que le llegaba hasta la cintura, en su cuerpo portaba corsé apretado que marcaba mas sus grandes pechos y en su cintura un cinturón que parecía provenir de una armadura, para cuando mire hacia debajo de manera accidentada por decirlo de alguna forma pude ver un biquini de color marrón apagado en el que se marcaba algo que parecía bastante grande y eso que parecía estar en calma.
─ Adelante Dalia…─ dijo la mujer en ese momento Dalia bajo las manos hasta le biquini y lo bajo de un solo movimiento dejando al aire algo que era casi tan grande como mi brazo y con un grosor que era como mi pierna y eso era estando en reposo.
─ Dios!...es mejor que te tapes…─ dije mientras intentaba mirar hacia otra parte, mientras podía ver como la monja casi ni se inmutaba mientras que la driade acercaba su rostro a parecía que estuviera olfateándola, por un omento pude ver como sacaba la lengua y pasaba la lengua a todo lo largo haciendo que esta empezara a hincharse notándose las venas.
─ ¿Quieres tocarla…?...─ pregunto la mujer con lujuria en su voz mientas miraba hacia arriba viendo como esa prostituta ni siquiera se inmutaba su rostro parecía estar congelado.
─ No te preocupes la primera vez es gratis…cariño…─ dijo la mujer mientras me miraba con unos ojos llenos de deseo en eso momento la driade tomo mi mano y la movió encima del sexo de color verde apetecible, deseable.
En ese momento no podía ni siquiera moverme me molestaba por completo mi sexo que no dejaba de dar pequeños golpes poniéndose erecto sin embargo no hice mas que apretar las piernas sintiendo como quería salir de su prisión.
─ Suéltame la mano…─ dije casi de manera amenazante a la driade en ese momento solamente me sonrió un momento y la soltó haciendo que esta cayera sobre el sexo de la chica.
En ese instante note el calor de esa lanza de carne en mi mano sintiendo su calor que casi me abrasaba pero era al mismo tiempo era muy apetecible, como las venas palpitaban notándolas en mi piel y como poco a poco comenzaba a crecer algo mas, la rugosidad de su piel y como se estiraba para ponerse erecta incluso me pareció ver que crecía aun mas de tamaño.
─ Lo siento…no era mi intención…─ comenté con cierto miedo retirando la mano de inmediato.
─ Maria ya estas como siempre…─ dijo una voz que me resultaba familiar en seguida Maria soltó mi mano de su trasero y volvía de nuevo al mismo tiempo que Dalia volvía a colocarse el biquini y a volver a lo que estaba haciendo cosa que me extraño que pudiera moverse con eso entre las piernas incluso a mi me costaba contenerlo.
─ Bueno por poco…os dejo tranquilas…si necesitas algo ya sabes…─ comento Maria soltándome la mano en eso no pude mas que quedarme por un momento como si la sintiera vacía mi mente quería de nuevo volver a apretarlo.
Intente vaciar mi mente y calmarme para hacer que mi sexo bajara y se calmara mientras que respiraba de manera dificultosa.
─ Joder!...necesito refrescarme…─ comente y enseguida tome la jarra de cerveza y casi me la bebo de un trago sintiendo el frío que me calmaba un poco mas.
─ ¿Estas mas ya tranquila…?...─ pregunto la driade mientras parecía que estuviera algo decepcionada pensando en lo que podría haber pasado.
─ También me podrías haber ayudado…─ dije con cierto enfado mientras que la driade solamente se reía poniendo la mano delante de su boca.
─ Te he ayudado además tu cuerpo no dejaba de decir que quería estar con ella…podía sentir tus feromonas… recuerda soy en parte planta…─ comento la driade recordándome que de eso sabia lo que decía y no podía engañarla.
─ Puede ser que fuera así…pero es necesario a veces el autocontrol…─ comente mientras sentía como el sexo empezaba a volver a la normalidad y me permitía abrir un poco las piernas y sentarme en mejor postura.
─ Menudo lugar…¿estas no creo que sean tus niñas…?...─ pregunte mientras de reojo miraba como se alejaba Maria viendo la redondez de su rasero y como se movía que parecía hipnótica y sensual.
─ Ellas son solo unas conocidas, los niños que yo digo viven en un orfanato a las afueras de esta ciudad…─ respondió la Hakutaku mientras me explicaba que el lugar donde ella iba a ayudarlos estaba en las afueras.
─ Entonces para que nos has traído aquí…de que quieres hablarnos, los niños que dices parecen estar a salvo…─ dije pensando que todo estaba bien y los niños del orfanato están a salvo.
─ quería pediros algo un poco…delicado…─ dijo la Hakutaku mientras bajaba la cabeza parecía que lo que quería era algo arriesgado.
─ Suelta ya lo que quieres…─ dije intentando hacer que soltara lo que quería decirnos aunque no se si pera arriesgado o vergonzoso.
─ Me gustaría que mataseis al párroco…es necesario…yo no puedo hacerlo…─ susurro la Hakutaku haciendo que abriera los ojos de par en par por lo que había dicho me sorprendía que nadie se girara para decirme nada
─ Eso es una barbarie…no puedo hacerlo, además quien te dice que Alma no se lo diría, es una monja de su parroquia…─ dije sorprendiéndome y mirando a Alma que me extrañaba que no abandonara el asiento y volviera al templo a contárselo.
─ Alma no le contara nada…además es mejor eliminarlo a que tenga que acusar a dos personas cada semana para satisfacer al párroco…─ comento la Hakutaku mientras que le sonreía a Alma esta permanecía impertérrita con las manos juntas como si estuviera rezando.
Pero enseguida mire hacia donde se suponía que estar la driade aunque no la veía por ningún lado pero sin embargo al mover una pierna note que había algo debajo de la mesa.
─ Un segundo…─ comente levantando la mano y enseguida baje debajo de la mesa para ver que estaba la driade mirando el sexo que Alma esta se encontraba a escasos centímetros de su sexo.
─ Oye deberías de sentarte…vamos es solo una sugerencia...contrólate un poco…─ dije viendo que la driade no dejaba de mirar su sexo con ansias.
─ Eres una aguafiestas…─ protesto la driade mientras hinchaba los mofletes y enseguida salio de debajo de la mesa por unos segundos me quede mirando su sexo que parecía una anaconda, lo que aun no entendía es como no se salía de esa diminuta tela.
Cuando salí de debajo de la mesa intente de nuevo controlarme, puesto que mi mente estaba descontrolada.
─ ¿Y que tiene que ver eso con tus niños…están en las afueras de la ciudad…?...─ cuestione con intriga puesto que los niños estaban a salvo en donde estaban.
─ Algunas personas de esta ciudad han adoptado a niños y tarde o temprano les tocara a sus familias pasar por mi…y no tendré mas remedio que decírselo…─ respondió pensando que podría decirles que no eran brujas.
─ El sacerdote sabe donde esta el orfanato y si no digo lo que el quiere enviara a los soldados a terminar con el lugar…─ comento la Hakutaku mientras bajaba la cabeza incluso me pareció ver sus ojos llorosos.
─ Mira esto se esta yendo de madre…no puedo matar a nadie…─ comente pensando que todo era una locura, podría contratar a cualquiera de la ciudad.
─ Escucha, podrías contratar a cualquiera de esta ciudad para hacer eso…¿Por qué yo…?...─ cuestione pensando que cualquiera que entrara en la ciudad podría hacerlo y seguramente en estos barrios podría contratarlo fácilmente.
─ Tu no eres de este mundo…y el párroco aun no te ha visto ni te conoce…lo puedes hacer fácilmente…además podría decirle que eres una bruja…se nota que tienes gran cantidad de mana…─ comento la Hakutaku amenazándome aunque era verdad tenia razón, aunque también podría largarme del pueblo.
─ Escucha podría irme de este pueblo…y no hacerlo…─ dije puesto que no quería acabar con nadie para.
─ Es cierto pero…a cambio te puedo decir como volver a tu mundo…─ hablo la Hakutaku dándole la vuelta a todo lo que había dicho, aquella oferta me resultaba bastante interesante.
─ Suponiendo que aceptara…que no digo que lo hiciera, ¿Cómo puedo confiar en que sabes como salir de este mundo…?...─ pregunte con cierta desconfianza cosa que me parecía extraña que lo supiera pero si sabia que no era de este lugar.
─ Se bastantes cosas y se de sobra que quieres volver a tu mundo…─ comento la Hakutaku ofreciéndome algo que no podía rechazar.
─ Muy bien me has convencido… ¿Cómo quieres que lo hagamos…?...─ pregunte ya que no tenia ninguna salida mas que ella.
─ Esta noche deberíamos de tener una oportunidad para poder hacerlo…el párroco estará realizando un ritual en el templo y no habrá nadie…─ comento la Hakutaku con seguridad aunque todavía no sabíamos pro donde entrar.
─ Vale perfecto… ¿pero como entramos…?...por que lo mas seguro es que tendrá las puertas cerradas…─ cuestione puesto que las puertas estarían cerradas y no habría forma de llegar hasta le párroco.
─ Alma las dejara abiertas…es a la única persona que se le permite entrar…─ respondió la Hakutaku y enseguida mi mirada se poso en Alma que seguía de la misma forma.
─ Estas arriesgado demasiado a una sola persona…y mas confiando que no diga nada…─ comente puesto que era parte de la parroquia y podría avisar al sacerdote.
─ Como te he dicho no dirá nada…era una niña del orfanato, antes era muy alegre y comunicadora…pero el sacerdote le hizo algo y termino así…por suerte pude conservar su mente…aunque destruyo su personalidad…─ comento la Hakutaku mientras miraba a Alma que esta seguía estando en la misma pose parecía un robot.
─ Bueno parece que no tengo otra salida…es mejor que salgamos y esperemos hasta la noche…─ comenté pensando que no tenia dinero para alquilar una habitación.
─ No es necesario mis amigas os dejaran una habitación…─ dijo la Hakutaku en eso la chica de antes me guiño un ojo.
─ No se yo que será peor quedarme o salir…─ comente pensando que la mujer ya me había echado el ojo encima.
Enseguida la Hakutaku movió la mano para que se acercara la mujer que esta lo hizo contoneándose lujuriosamente.
─ ¿Podrías dejarle tres habitaciones hasta la noche…?...─ cuestiono la Hakutaku y enseguida la mujer me miro de arriba abajo haciéndome sentir algo extraña que no pude mas que cruzar las piernas esperando que no se levantara de nuevo.
─ Claro cariño no hay problema…os acompaño…─ respondió la mujer con cierta esperanza en su tono de que pudiera pasar algo.
La mujer camino entre las ala hasta llegar a la escalera que pude ver que había varias chicas en la barandilla que no nos apartaban ojo.
─ Aunque lo siento solo tengo dos disponibles las demás es para los clientes…─ comento la mujer de manera lujuriosa mientras me volvía a guiñar un ojo, aunque no sin pensar que lo había hecho a propósito.
─ Gracias…─ agradecí lo que estaba haciendo y enseguida la driade tomo la otra habitación mientras que Alma y yo nos metimos en otra.
La habitación era simple y no tenia mucho salvo una cama bastamente hecha con un colchón de paja y una manta encima una mesita de noche y una ventana que daba a la calle el suelo crujía a cada paso al otro lado de la habitación una silla que enseguida Alma se sentó, por mi parte me asome por la ventana un momento para ver el nuevo mundo que representaba ante mi.
Después de eso me deje caer sobre la cama para descansar algo, poco a poco sin saberlo se me fueron cerrando los ojos los parpados me pesaban por el cansancio, no se i el tiempo que estuve dormida salvo que cuando abrí los ojos pude ver a Alma que estaba delante de mi apretándome la boca para que no pudiera cerrarla y con su sexo pegado a mi cara, no entendía lo que estaba pasando…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
ASESINATO DE UN SACERDOTE
─ ¿Qué haces…?...─ pregunte como pude articulando las palabras como mejor salían, puesto que tenia los carrillos del rostro apretados con fuerza mientras miraba el sexo que rozaba mi rostro.
─ Perdóname…─ dijo la monja y de inmediato puso su sexo en mi boca que introdujo de golpe en mi boca enseguida note el sabor salado y el olor que inundaba mi cabeza que me dejaba la mente en blanco.
─ Mmmm…─ intente hablar con toda mi boca llena de su sexo incluso me constaba mover la lengua por un instante se quedo quieta y enseguida pude ver el placer en su rostro empezaba a gemir muy levemente.
Intente retirarme como pude pero su mano se aferro a mi cabello y empezó moverla hacia ella viendo como me metía esa lanza de carne en mi boca y cada vez estaba mas cerca de su abdomen, llegado a un momento sentí como llego a mi garganta note arcadas pero siguió introduciéndola notando un bulto en la garganta.
Como pude aplique la fuerza que tenia pero me resulto imposible parecía que retemblaban los brazos la saliva salía de mi boca en pequeños chorros como si estuviera babeando.
Enseguida cuando note que estaba pegado mi rostro en su abdomen esta empezó a moverme la cabeza hacia atrás y adelante notaba como entraba esta vez con mas facilidad sus venas palpitaban con fuerza notaba cada pliegue de su piel y como mí saliva se mezclaba con su liquido preseminal no podía hacer nada estaba mareada por la esencia que ese sexo despedía se me metía en la cabeza y casi me dejaba paralizada era solamente un muñeco en sus manos escuchaba como Alma gemía casi susurrando.
Mis pezones empezaban a ponerse erectos casi me dolían con la vestimenta que tenia e incluso podía sentir como si sexo empezaba a ponerse duro luchando con el pantalón.
─ Mmmm…no…puedo…respirar…─ comente intentando pronunciar algunas palabras para poder indicárselo pero era casi imposible su sexo entraba y salía de mi boca cada vez con mas fuerza notando como su abdomen chocaba una y otra vez con mi boca ese sabor salado que inundaba mi boca, esas venas palpitar en mi boca, había sentido eso con mi novio pero jamás de esta manera tan intensa.
Mi cuerpo llegado un momento clamaba por tenerla dentro de mi, poco a poco no deseaba otra cosa, en un momento deje de resistirme.
El sexo de Alma entraba y salía de mi boca ya casi no me llegaba el aire a los pulmones y a cada movimiento intentaba tomar el aire que podía, su movimiento se aceleraba lo mismo que sus gemidos que parecían inunda r la habitación y se mezclaban con otros de otra habitación.
El rostro de Alma cambio de inmediato viendo como se mordía los labios con fuerza enseguida note como su sexo parecía ponerse mas grande y que me llenaba la boca por completo mi lengua luchaba por salir para dejar mas espacio y en un momento con fuerza puso su abdomen junto a mi rostro y una explosión desamen inundo mi garganta note como las venas palpitaban con fuerza mientras mi estomago empezaba a llenarse, aquello no parecía acabar nunca y no me dejaba respirar intente separarme lo que pude para poder respirar pero alma de nuevo volvió a empujar mi cabeza hasta su cuerpo podía sentir el calor de su cuerpo en mi rostro y escuchar los gemidos de Alma.
Mientras mi abdomen se llenaba de semen y crecía por momentos parecía que estuviera embarazada en un momento Alma dejo de apretar y pude separar mi boca de su sexo y caer en la cama mientras seguía tragando algo viendo de reojo como el sexo de Alma seguía goteando semen dejando algunos charcos en el suelo.
─ Dios! Casi término ahogándome cof, cof, cof…─ empecé a toser mientras notaba el sabor del semen en la garganta y salía un poco por la boca.
─ Lo siento…era necesario…para le ritual de esta noche…─ comento Alma mientras volvía sus manos a la posición de orar por un momento me quede sorprendida mientras intentaba levantarme de la cama pero el peso del semen que hinchaba mi abdomen era excesivo y no sabia como librarme de eso.
─ ¿Esto era parte del ritual…?...─ pregunte mientras intentaba dejar de toser, cuando me recupere un poco me levante pero andaba mareada.
─ Era necesario vaciar la maldad de mi cuerpo…para ir pura al ritual…lo siento tengo que ir al templo…─ comento casi de forma solemne mientras introducía de nuevo su sexo en ese trozo de tela que casi aprecia salirse por los lados, después de eso abandono la habitación dejándome sorprendida no entendía lo que había pasado aun estaba en shock.
─ Pero como…me voy a mover ahora…─ dije mientras miraba mi abdomen hinchado que se bamboleaba mientras caminaba parecía que había engordado varios kilos en un segundo.
Cuando intente llegar a la puerta, alguien la abrió con fuerza haciéndome caer de espaldas viendo como entraba la dríade en la habitación que por un momento se quedo mirándome fijamente con cara de sorpresa.
─ ¿Pero que te ha pasado…?...─ pregunto la dríade mientras se acercaba hacia donde estaba u derraba la puerta detrás de si.
─ Alma que he tenido que tragar…por decirlo así…pero ayúdame para que me levante…─ respondí mientras me intentaba mover pero enseguida la dríade se puso de rodillas acercándose a mi abdomen en un momento empezó a pasar su mano por el mismo acariciándomelo.
─ ¿Se puede saber que haces…?...─ pregunte extrañada mientras hacia eso parecía que estuviera completamente feliz.
El rostro de la dríade cambio de golpe enseguida pude ver la lujuria en este y empezó a subir lentamente hasta que su rostro se puso delante del mío a escasos centímetros y sin mediar palabra me beso con fuerza metiendo su lengua en mi boca moviendo su lengua juntándola con la mía que inconscientemente empezó a bailar con la suya saboreando su saliva mientras que nuestros labios parecían que estuvieran fusionados unos con otros mientras gemíamos.
Cuando separe los labios di una bocanada de aire para recuperar el oxigeno quedándome algo confundida por lo que había pasado.
─ Mmmm…sabe diferente pero delicioso…─ comento la dríade mientras se relamía los labios y enseguida volvió de nuevo para darme otro beso.
Enseguida le coloque la mano en la boca para frenarla esta se quedó mirándome extrañada y así se quedo unos segundos.
─ Mejor nos vamos…si eso después ahora mismo me encuentro algo rara…─ dije mientras me levantaba como podía, la dríade me ayudo sentía el estomago pesado, y me costaba moverme a cada paso se me movía el abdomen podía escuchar como el semen se movía de un lugar a otro.
Nada mas atravesar la puerta pude ver que las chicas de allí se me quedaron mirando algunas reempezaron a reír de forma apagada colocándose la mano delante de la boca, otras solamente se relamieron los labios.
─ Esto es increíble espero que se me pase rápido…por que así no hay forma de hacer nada…─ comente al bajar las escaleras mientras que me apoyaba en el pasamanos y me ayudaba la dríade.
A duras penas llegue4 a uno de las mesas se podía escuchar a un trovador que tocaba canciones con una bandurria mientras que las chicas paseaban por el lugar algunas ligando con clientes y otras sirviendo las bebidas el ambiente era mucho mas agradable que por la mañana.
Al sentarme la chica de antes se me acerco sonriéndome de forma traviesa mientras acercaba unas jarras.
─ No creo que necesites que te traiga…nada de comer… ¿verdad…?...─ pregunto la chica mientras me miraba con cierta atracción.
─ Si ha sido Alma…es raro que sigas consciente normalmente suele continuar durante toda la noche…algunas veces viene aquí y sube con una chica a una de las habitaciones…las chicas la tienen en estima…─ comento la tabernera mientras volvía a la barra para preparar algunas cosas.
─ Esto ya es increíble…─ comente sorprendida por lo que me había dicho la chica seguidamente cuando hubo preparado algunas cosas se acerco de nuevo a nuestra mesa.
─ ¿Pero no es monja…?...es una religiosa se supone que hacen votos de castidad…─ dije pensando en los sacerdotes de mi mundo que se suponía que hacían esos votos.
─ Nuestra religión es algo mas permisiva…por decirlo de esa forma o eso creo…además como siempre digo mientras paguen y no hagan daño a las chicas me da lo mismo quien sea…el placer es el placer…─ comento la tabernera mientras me sonreía y posaba su mano encima de la mía.
La verdad en ese momento no sabia que hacer si mover la mano o dejarla en donde estaba aquello me hacía sentir entre sorprendida y confusa al mismo tiempo.
Por suerte una mesa la llamo para que le sirviera unas bebidas enseguida esta se levanto y fue hacia la barra.
─ Genial…─ dije mientras miraba mi abdomen que poco a poco iba descendiendo por suerte me sentía algo mas ligera pero aun me costaba moverme.
A los pocos segundos pude ver que la puerta se abrió las miradas se dirigieron hacia esta y al abrirse entro la Hakutaku enseguida continuaron con lo que estaban haciendo.
Pude ver algunos clientes que se apartaron un poco más y otros salieron del lugar, podía verse que le tenían bastante miedo.
─ Vaya…parece que te has divertido algo…mientras estabas descansando…espero que estés mejor…─ dijo la Hakutaku mientras miraba mi abdomen haciéndose toda clase de ideas aunque no se equivocaba.
─ Mejor dejemos el tema aparte… ¿Dónde esta Alma…?...─ pregunte mientras intentaba cambiar de tema para saber como era el plan.
─ Alma se encuentra en el templo…ha dejado la puerta de atrás abierta…─ dijo la Hakutaku en voz baja, al menos teníamos un lugar para entrar pero las dudas saltaban a mi mente como iba a ser el resto.
─ Vale tenemos un sitio para entrar…pero quien te dice que no se lo contara al sacerdote…además me resulta raro que necesitemos a tres personas para hacerlo…incluso creo que solamente Alma por como es de grande podría hacerlo ella sola…─ dije pensando en el tamaño que tenia el sacerdote que incluso se veía pequeño a su lado.
─ Alma no le contara nada de eso no tengo problemas…además las apariencias engañan esa persona no es un sacerdote normal…las apariencias engañan, un día que estaba con el, le roce con la varita y enseguida descubrí que era otra cosa…─ comento la Hakutaku explicándome toda la situación pero cuando me dijo que era otra cosa rápidamente trague saliva.
─ ¿Qué otra cosa…?...─ pregunte extrañada puesto que no me podía imaginar que es lo que pudiera ser.
─ Es un demonio…aunque no pude ver bien quien era su dueño…lo único que se que el mana que absorbe es transportado a otro lugar con este ritual…es como una copa que se llena y tiene que vaciarse…─ respondió la Hakutaku explicándome que lo que íbamos a hacer era algo peligroso.
─ ¿Cuántos guardias están vigilando…?...─ cuestione intentando pensar lo que tendríamos que hacer y a que nos enfrentábamos.
─ No hay guardias…solamente estará Alma y el sacerdote…es sencillo…─ hablo la Hakutaku intentando animarme pero aquello me resultaba bastante peligroso.
─ Me parece demasiado fácil y si no necesita guardias…es que será bastante difícil…─ comente pensando que si no necesitaba guardias no iba a ser muy fácil.
─ Es mejor que salgamos ya…vamos…espero que puedas moverte…─ comento la Hakutaku mientras se levantaba de la mesa al momento hizo lo mismo la dríade ofreciéndome su mano para que pudiera levantarme, solamente la mire con mirada amenazadora mientras la tomaba.
─ Te lo digo en serio…ojala hubiera sido yo la que estuviera en tu lugar…─ dijo la dríade con cierto recochineo en su voz mientras no dejaba de mirar de reojo a mi abdomen que al menos estaba algo mas bajo, al menos mis pisadas eran mas seguras y rápidas pero aun me sentía algo pesada.
Salimos de la taberna y enseguida note la diferencia de la temperatura, el frío de la noche nos envolvió y la piel se me puso de gallina pude ver varias personas encapuchadas que pasaban pro el sitio ocultándose en las sombras mientras que la luna tímidamente iluminaba el lugar podía escucharse caballos que se movían por las calles colindantes pensé que serian los guardias de la ciudad haciendo las patrullas.
Al salir de los callejones no había mucha gente solamente algunos guardias que logramos evitar la luna lo iluminaba todo, la plaza estaba iluminada con braseros que ardían con fuerza iluminando el lugar.
Al llegar al templo mire hacia arriba con cierto miedo el edificio parecía que me estuviera amenazando en cierta forma, nos movimos por una calle hacia la parte de atrás.
Enseguida la Hakutaku nos llevo hacia la puerta trasera al empujarla esta se abrió fácilmente.
─ Bueno al menos Alma ha cumplido su palabra…─ dije mientras la Hakutaku entraba en el lugar como pude atravesé la puerta y pude ver un pequeño lugar que se podría comparar con un despacho de mi tiempo.
La habitación era grande podía ver varias librerías en las paredes, en una de ellas había una chimenea que estaba encendía las luces que emitía se combinaban con nuestras sombras haciendo que incluso estuvieran vivas, una mesa cerca de una ventana y detrás de esta una silla.
Nos acercamos hacia la otra puerta y la Hakutaku la abrió enseguida pude escuchar unas palabras que me resultaban extrañas y después de eso otra voz que no me parecía la de Alma.
─ ¿No decías que estaría solo…?...─ pregunte con desconfianza al escuchar la voz que le respondía en el mismo lenguaje.
─ No hay nadie con el…hace lo mismo encada ritual…─ susurro la Hakutaku mientras desde la posición que estábamos avanzábamos poco a poco para ver que es lo que estaba sucediendo.
Al encontrar un lugar donde mirar pudimos ver a Alma que estaba de rodillas en uno de los bancos, pareciera que estuviera rezando mientras que el sacerdote estaba haciendo movimientos extraños con las manos delante de un cáliz.
─ Muy bien dime que hacemos ahora…─ comente al mismo tiempo que veía con sorpresa y algo de estupefacción como la boca de la estatua que había en el altar se abría mientras que la energía que había en el cáliz pasaba directamente a esta.
─ Eso es solo un traspaso de energía…somos tres junto con una dríade deberíamos de poder con el…─ hablo la Hakutaku poniendo nuestra superioridad numérica pro delante y pensando que la dríade podría hacer algo.
─ Toma…esto te puede servir…─ comento la Hakutaku entregándome una daga, al notar el peso del arma un escalofrío recorrió mi cuerpo, jamás había tomado un arma en mis manos.
─ ¿Quieres que le clave esto…?...─ pregunte mientras miraba la daga con cierta sorpresa y después al sacerdote.
─ Bueno es mejor que empecemos…pienso vengarme de lo que les ha hecho a mis hermanas…─ comento con odio la dríade mientras avanzaba hacia donde estaba el sacerdote que seguía con el ritual.
─ ¿Pero a donde vas…?...─ cuestione a la dríade que había salido del escondite de manera rápida y feroz dispuesta a vengar a lo que le había pasado en el bosque.
─ Muere!...─ exclamo la dríade mientras movía la mano abriéndola delante del sacerdote en eso el suelo empezó a resquebrajarse delante de ella saliendo varias raíces que enseguida se rompieron en formándose lanzas que fueron arrojadas contra el sacerdote.
Sin moverse del sitio cuando las lanzas estaban a escasos centímetros de este se quedaron paralizadas en el aire.
Una vez que hubo terminado de hacer el ritual la boca de la estatua se cerró mientras que el sacerdote se giraba con una mirada casi diabólica en su rostro y enseguida esas lanzas cayeron al suelo.
─ Que casualidad…me alegra que hayáis venido…sobre todo tu la nueva en este mundo…podéis salir de donde os escondéis…─ dijo el sacerdote con tono amenazador mientras miraba hacia nuestra dirección.
─ ¿Entonces sabias donde estábamos…?...─ pregunte mientras salía de donde estaba con cierta sorpresa, puesto que según la Hakutaku esto seria fácil y rápido y no sabia que vendríamos.
─ Me di cuenta que algo extraño pasaba en el bosque…por eso envié unas tropas para ver que es lo que pasaba…por desgracia nos encontramos con la Hama Dríade…pero fue lo mejor que paso…al menos descubrí algo que me estaba molestando…estas asquerosas ramas vivientes…─ dijo el sacerdote mientras apuntaba con su mano hacia la dríade en eso esta intento moverse pero estaba paralizada en un momento la elevo del suelo y la estrelló contra el techo seguidamente la tiro contra el suelo.
Al momento escuche los gritos de esta por el golpe mientras veía como su cuerpo impactaba con fuerza dejando grietas en el suelo.
─ Maldito seas!...─ exclame con fuerza lanzándome con la daga en ristre pero siquiera antes de llegar cerca de este me quede paralizada en el sitio, no podía moverme ni un centímetro era como si algo me estuviera deteniendo.
─ ¿Pero que demonios…?... ¿Que esta pasando…?...─ pregunte extrañada mientras miraba de reojo como se movía la Hakutaku hacia la altura del sacerdote mientras miraba al suelo con vergüenza.
─ ¿Has sido tu…?...pero todo este plan lo planeaste tu…─ dije con sorpresa mientras la Hakutaku no decía nada permanecía en silencio.
─ ¿Crees que me traicionaría…?...Nada mas llegar a la ciudad enseguida me di cuenta…sabia que no podía acercarme a ti ni enviarte a que te detuvieran podrías haber escapado…así que hice que ella se te acercara diciendo que tenia un plan para asesinarme…y de ah i todo paso según lo previsto… aunque después de esto también acabare con ese orfanato…─ comento el sacerdote en ese momento la Hakutaku retrocedió unos pasos con estupor y miedo en su rostro.
─ Dijiste que los dejarías en paz mientras te ayudaba…─ hablo la Hakutaku con tono de miedo y odio hacia la traición del sacerdote.
─ Crees que me hacías falta…o que dejaría vivos a todos esos niños que son una gran fuente de mana…pero ahora tengo lo que estaba buscando también…a ella, una fuente de mana inacabable…─ comento el sacerdote explicando lo que pasaría pero en ese momento la Hakutaku tomo la varita en ristre y se lanzo pro el sacerdote para matarle.
Podía ver el odio en el rostro de la Hakutaku y en ese momento el sacerdote se giro moviendo la mano y paralizándola en el sitio.
─ Eres un cabrón…me has estado utilizando todo este tiempo para descubrir a las personas que tenían magia…─ comento la Hakutaku mientras intentaba moverse para terminar lo que había empezado.
─ Para ser tan lista eres demasiado crédula…─ comento el sacerdote mientras se acercaba a la Hakutaku en eso levanto la mano rozándole el rostro con suavidad.
─ Déjala en paz cabrón!…─ exclame con odio mientras intentaba moverme peo por mucha fuerza que hiciera no había forma estaba completamente paralizada.
─ Para ti tengo otros planes…─ hablo el sacerdote mientras me movía hacia donde el caminaba hacia el altar, en ese momento me tumbo en este mientras veía como la boca de la estatua volvía a abrirse.
─ Suéltame!...─ exclame nuevamente con rabia y odio en mi voz< mientras veía como Alma no hacia nada solamente estaba en lamisca posición rezando.
─ Alma ayúdame…─ dije mientras veía como el sacerdote empezaba a mover las manos de cierta forma extraña y de repente la energía que tenia empezaba a desaparecer incluso el bulto de mi abdomen empezó a deshacerse.
─ Ja, ja, ja…─ rió el sacerdote de forma diabólica mientras veía como sus ojos cambiaban a un color rojo intenso, mientras los míos se iban cerrando lentamente, la energía abandonaba mi cuerpo.
─ Soco…rro…por favor…─ dije mientras notaba como mi cuerpo empezaba a perder energía sin embargo en vez de envejecer sentí un dolor que me atravesaba el cuerpo.
─ AAAAHHHH!!!...─ grite con todas mis fuerzas notando como si me estuvieran despedazando con un cuchillo al rojo.
─ No le pidas ayuda a ella …no hará nada…su personalidad esta destruida…solo me obedecerá a mi…─ dijo el sacerdote mientras continuaba con lo que estaba haciendo pero cuando hubieron pasados unos segundos que para mi fueron horas me lleve una sorpresa que no me esperaba.
─ Tu! no puede ser…─ comento el sacerdote en eso mi mirada se poso en una mano roja con uñas largas negras que sujetaba el brazo del sacerdote.
En un momento este salio volando hacia atrás mientras que mi parálisis terminaba pero enseguida mis ojos se posaron en una criatura que no había visto nunca.
Era una mujer alta con complexión fuerte aunque con rasgos marcados en su cabeza lucían dos cuernos grandes hacia atrás de color negro al igual que su pelo que era liso y le llegaba hasta sus hombros, los ojos eran de un color rojo apagado sus labios eran carnosos y apetecibles mientras seguía bajando la mirada contemple que tenia unos grandes pechos casi tan grandes como los de Alma sin embargo en este caso ella estaba completamente desnuda para mi sorpresa su sexo era el de un hombre que casi le llegaba hasta la rodilla sus piernas terminaban en unas pezuñas de color negro como la noche y en el final de su espalda una cola terminada en flecha.
─ Lo siento de verdad…no era mi intención hacerte esto…te pido disculpas…─ dijo la criatura con cierto nerviosismo mientras se colocaba la cola delante del rostro parecía nerviosa y bastante tímida, pero al mirar hacia donde se encontraba Alma no había nadie enseguida relacione que ella era Alma.
─ ¿Alma…eres tu…?...─ pregunte con cierta sorpresa al ver en lo que se había trasformado mientras que esta tenia la cola delante de su cara tapando parte de su rostro mientras miraba hacia otra parte.
─ Si, bueno no…es un lío…es bastante complicado…y largo de explicar…─ comento Alma con tono nervioso mientras podía verse incluso el color rojizo en su rostro pese al mismo color en toda su piel.
─ Que cosa mas rara… ¿Pero entonces estas poseída…o no?...─ pregunte extrañada al mismo tiempo que intentaba estirarme un poco por la parálisis que había recibido.
─ Bueno se puede llamar una posesión, o no yo soy Alma y ella es yo…es que es complicado de explicar…─ comento Alma al mismo tiempo mientras se aferraba la cola con fuerza intentando ocultarse detrás de ella aunque mi mirada iba cada cierto tiempo a su sexo que casi aprecia irreal.
─ Tengo que ver como esta la dríade…─ comente andando hacia la dríade para ver como estaba después del golpe que había recibido pero al mismo tiempo apareció la Hakutaku a mi lado.
Mi mirada no podía ser mas fría y amenazante pero enseguida se poso en la dríade mientras le daba la vuelta zarandeándola un poco para que despertara.
─ Así que al final si lo tenias todo planeado…eres despreciable…─ dije mientras comprobaba que estuviera viva por suerte una respiraba.
─ Lo siento…no pude hacer otra cosa…si no era yo quien terminaría en esa hoguera…tampoco sabia que conocía el orfanato…─ comento la Hakutaku mientras se acercaba al mismo tiempo Alma.
─ ¿Se…encuentra…bien…?...─ pregunto con cierta timidez Alma mirando desde cierta distancia.
─ A propósito tengo que…preguntarte algo sobre Alma…o sobre ese demonio…─ comente mientras miraba de reojo a Alma que miraba acercándose poco a poco.
─ Es la única forma que tenia para poder preservar la personalidad de Alma…y hacer creer al sacerdote que la había destruido…─ hablo la Hakutaku exponiendo que no tenia otra forma de poder proteger a Alma aunque no la entendía.
─ La única forma era…introducir su personalidad en otro lugar y no había otro sitio salvo en un demonio…aunque no supe que seria ese…─ hablo la Hakutaku explicándome que no había otra forma de salvar la personalidad de Alma.
─ Dios!…─ exclame con cierto cansancio en la voz viendo lo que tenía alrededor mientras que Alma se acercaba a nuestra altura para ver que es lo que estaba pasando.
─ Perdón una cosa… ¿que haga eso el sacerdote es normal…?...─ pregunto Alma mientras señalaba de manera vergonzosa hacia el cuerpo del sacerdote que empezaba a levantarse, su cuerpo flotaba en el aire para levantarse de nuevo.
─ Vaya…me lo habías ocultado…ya tengo otro motivo para destruirte…─ comento el sacerdote al descender al suelo lentamente preparado para seguir el combate.
No sabia que hacer estaba en shock pensando que hubiera podido soportar el golpe que le había dado Alma.
─ Muy bien… ¿y ahora que hacemos…?...─ pregunte pensando en que teníamos que acabar con el y que no seria muy fácil.
─ Es mío…─ dijo la dríade sorprendiéndome mientras la veía abrir los ojos y estos brillar de color verde intenso casi relucían solamente toco el suelo y pude notar como este empezó a temblar en eso varias raíces salían violentamente del suelo destruyéndolo alrededor del sacerdote que en un instante fue envuelto por estas seguidamente empezaron a apretar con fuerza mientras que otra lo atravesaban de un extremo a otro.
La sangre empezó a caer a chorros en el suelo dejando un gran charco pero había algo que no me cuadraba.
─ Listo…ya esta…muere!...─ exclamo la dríade mientras se levantaba de manera dificultosa y ayudada por mi.
─ Hay algo que no cuadra…─ comente viendo el gran charco de sangre y que ninguna persona normal hubiera podido sobrevivir a eso.
─ Nadie podría sobrevivir a eso…─ comento la dríade mientras se incorporaba completamente y miraba a ese amasijo de raíces que habían rodeado el cuerpo del sacerdote como si fuera un ataúd viviente.
─ Se que nadie podría sobrevivir…aunque lo mas extraño es que no se ha escuchado ni un grito, ni siquiera un crujir de huesos como escuche con los soldados del bosque, que hicisteis lo mismo…─ hable recordando el sonido asqueroso y los gritos que daban los soldados para convertirse en un amasijo de carne y huesos.
─ Si, tiene razón…─ dijo la Hakutaku mientas se acercaba a la esfera de raíces poco a poco cuando estaba casi a escasos centímetros acerco la varita para tocarla pero antes siquiera que pudiera hacerlo esta empezó a latir lentamente cada vez con mas fuerza.
─ Es imposible sigue vivo…─ comento la dríade con miedo en su rostro mientras las pulsaciones de las raíces aumentaban en frecuencia.
─ No me digas… ¿Cómo lo sabes...?...─ pregunte de manera irónica viendo como la esfera no dejaba de latir parecía un corazón sin embargo se podía escuchar como las raíces crujían y rápidamente empezaron a romperse.
─ Largaos intentare retenerlo…─ dijo la dríade valientemente mientras levantaba ambas manos y apuntaba con la palma abierta hacia la esfera que no dejaba de pulsar y rompía raíces mientras que otras ocupaban su lugar intentando fortificar la esfera.
─ No creo que puedas conseguirlo tu sola…es mejor que salgamos todos de aquí…─ comente viendo que de un momento a otro esa esfera terminaría reventando de un momento a otro así que tome a la dríade por la cintura y empecé a arrastrarla lentamente mientras esta no dejaba de apuntar hacia la esfera.
Al llegar a la parte de atrás del templo enseguida note como algo no nos dejaba pasar, con un cierto brillo de color rojo pude ver varios símbolos extraños flotando en el aire y algo que tapaba nuestra huida.
─ ¿Qué coño es esto…?...─ pregunte con tono de enfado mientras golpeaba esa especie de barrera que ni se inmutaba.
En ese momento la esfera exploto dejando trozos de raíces pro todas partes y varios bancos fueron lanzados a unos metros hacia otros lados chocando contra las paredes del edificio rompiéndose al mismo tiempo.
─ Mierda!...─ exclame con rabia viendo como el sacerdote descendía al suelo suavemente y enseguida nos miraba con furia y odio en la mirada casi podía ver como el brillaban los ojos.
─ Es una salvaguarda de sangre y hasta que no acabemos con el…no saldremos de aquí…─ comento la Hakutaku mientras avanzaba unos pasos hacia el sacerdote este solamente le sonrió de forma demoníaca mientras que pude ver un brillo rojo en sus ojos.
─ ¿Estas loca…?...si ha sobrevivido a eso…no creo que lo que le hagas pueda servir de algo…tenemos que pensar que hacer…─ comente intentando hacer que entrara en razón pero esta aprecia decidida preparándose para atacar al sacerdote.
─ Es mi deber…después de haberos traído a esta trampa…además si muero mis pobres chicos terminaran de la misma forma…ya estoy harta de estar bajo sus ordenes…muchas muertes innecesarias pesan sobre mi…u esto será una forma de limpiar mi alma…─ comento la Hakutaku con valor aunque sabia que no saldría viva de su enfrentamiento y no podíamos permitir eso, teníamos que ayudarla de alguna forma.
─ Tenemos que ayudarla…─ comente mientas me levantaba y me ponía a su lado a cierta distancia preparada para lo que pudiera pasar al mismo tiempo hizo lo mismo la dríade mientras que Alma se movía a nuestro lado a escasos pasos manteniendo su cola delante de su rostro de manera vergonzosa.
─ No es vuestra lucha es cosa mía…─ dijo la Hakutaku y al mismo tiempo movió la varita haciendo aparecer esferas luminosas cerca de nosotros que enseguida se lanzaron hacia el sacerdote.
─ Qué ternura... ¿Crees que podréis salir vivas de aquí…?...Conocerás lo que es el verdadero poder…─ dijo mientras las esferas chocaban contra su cuerpo pero ni siquiera llego a inmutarse.
Casi al mismo momento este comenzó a mover las manos y a pronunciar algo extraño, empezó a formarse en su alrededor una oscuridad que poco a poco se fueron transformando en púas de color negro como la noche.
─ MORID!...─ exclamo con todas sus fuerzas mientras arrojo esas púas hacia nosotras, con rapidez pensé que había llegado nuestra hora….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aquí dejo el capitulo pondré los otros mas adelante y perdón por el fallo y muchas gracias por advertirme, espero que os guste .
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Mazoku
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ASESINATO DE UN SACERDOTE II
Cuando veía que nuestro final se acercaba de manera inexorable de inmediato un muro de piedra se formo delante nuestras protegiéndonos de los proyectiles.
El muro se tambaleo un poco al chocar contra los proyectiles aun así varias pues llegaron a atravesarlo unos centímetros y uno de ellos se quedo a escasa distancia de mi rostro.
Nuevamente varios mas volvieron a impactar podían ver a la Hakutaku que estaba intentando soportar los impactos de los proyectiles pero por el esfuerzo no tardaría mucho en caer,
─ Rápido escondeos!...─ exclamo mientras los proyectiles seguían sacudiendo el muro y haciendo caer varios trozos al suelo.
Como pude me moví hacia una de las estatuas para esconderme haciendo que las demás hicieran lo mismo entre los bancos la ultima en moverse fue la Hakutaku dejando el muro durante unos segundos mientras después de la ultima andanada caía al suelo destrozado.
─ Vaya queréis jugar al escondite…muy bien que así sea…─ hablo el sacerdote mientras se movía lentamente andando hacia delante desde mi posición podía ver que estaba cerca de donde se habían escondido las demás.
Intente mover la cabeza para indicarles que estaba muy cerca y que tenían que moverse pero para Alma seria un problema debido a su tamaño.
Viendo que me quedaba sin opciones y que el sacerdote estaba casi a su lado sacando valor de donde no lo tenía puesto que jamás me había enfrentado a una cosa así, solo lo había leído en libros de fantasía.
─ Eh tu!...aquí estoy…─ exclame mientras salía de mi escondite para que se olvidara de las demás y darles una oportunidad.
─ Tu muerte será lenta y muy dolorosa me recreare en tus gritos…─ comento el sacerdote mientras movía su mano hacia delante y veía pequeños símbolos rojos que flotaban a su alrededor.
─ Muere asesino!...─ exclamo la driade mientras que movía sus manos hacia arriba del suelo rápidamente salían unas raíces que ataban tanto sus muñecas como sus pies.
─ Antes no pudiste hacer nada…¿Crees que esto me detendrá…?...─ cuestiono el sacerdote mientras movía sus brazos para intentar soltarse pero parecía que estaba bien atado.
─ Esta vez no escaparas…─ respondió la driade mientras que hizo salir otra raíz y esta en vez de atarle le atravesó el pecho, el sacerdote emitió un grito que retumbo en el lugar por el eco.
La raíz salió de su pecho con el corazón clavado mientras que este daba sus últimos latidos.
─ Espero que todo haya acabado…─ hablo la driade con cierto cansancio en su voz mientras veía el cuerpo del sacerdote y su corazón clavado en una raíz en su rostro parecía ver la alegría de haber cumplido su venganza.
Todo parecía que estaba bien pero algo me estaba diciendo que no era así cuando me fije en la estatua me di cuenta que la boca de esta seguía permaneciendo abierta.
─ Algo no va bien…─ comente mientras miraba hacia todas partes era una sensación extraña que nunca había sentido antes.
─ Esta muerto…─ comento la driade mientras se acercaba al cuerpo del sacerdote pero antes de que pudiera siquiera tocarle el rostro, se escucho una carcajada malévola casi demoníaca.
Este elevo la cabeza pude ver una sonrisa maníaca de oreja a oreja con una fila de dientes afilados como los de los animales mientras que sus ojos eran de un color negro intenso,
─ Ahora si que me habéis enfadado…─ comento el sacerdote y con un par de tirones rompió las raíces que le apresaban su cuerpo empezó a cambiar, se podía escuchar el crujir de huesos y el estirar de tendones, sus brazos se alargaron hasta las rodillas y sus manos acababan en garras con uñas negras y filadas mientras que parecían arder con un brillo rojizo al mismo tiempo al piel de s u rostro empezó a pegarse a su calavera dándole un aspecto demoníaco.
De manera rauda puso una mano en el cuello de la driade y parecía que la estuviera estrangulando.
─ Suéltala!...─ exclame mientras veía que esta parecía ahogarse viendo como pataleaba, en eso saque valor de donde pude y recordando que tenia cierta fuerza le propine un puñetazo pero al chocar mi mano contra su rostro este giro la cabeza por un momento y después me miro con esos ojos que proyectaban un vacío que quería absorber mi alma.
Soltó a la driade mientras que esta retrocedía unos pasos mirándose las manos con un rostro entre confusión y miedo.
─ NO!...Socorro apagad el fuego!...─ grito la driade mientras veía como se daba manotazos a sus brazos que parecían que estaban en llamas pero no era así.
─ ¿Qué le has hecho…?...─ pregunte mientras soportaba el dolor en el puño por el puñetazo que le había dado.
─ Aaaahhh…Esta viviendo sus peores pesadillas…─ hablo el sacerdote mientras de su boca salía humo y me miraba fijamente.
Me quede por unos momentos perdía en esos ojos que mi mente enseguida empezó a pasar imágenes de mis peores pesadillas aquello me pareció que duro horas.
Fue una tortura viendo como mis seres queridos morían de las formas mas horribles mientras me miraban acusándome de que yo era la culpable de ello.
Las imágenes eran horribles y el dolor que se me producía me atenazaba haciéndome caer de rodillas.
─ Solos quedas tu pequeña traidora…─ hablo el sacerdote mientras lo veía acercarse a la Hakutaku esta solamente retrocedía.
─ No dejare que mates a mis niños…─ dijo la Hakutaku mientras empezaba a mover la varita en ese momento con un simple manotazo haciendo que la varita saltase de su mano.
No podía hacer nada mi cuerpo estaba casi paralizado por las imágenes de horror en mi mente, solamente podía ver como el sacerdote se acercaba a la Hakutaku y le colocaba la mano sobre su cabeza.
─ Suéltame monstruo!...─ dijo la Hakutaku mientras podía ver como su rostro cambiaba y empezaba a ver como el rostro se le demacraba mientras podía ver como esas esferas blancas salían de su cabeza mientras que el sacerdote parecía fortalecerse.
─ De…jala…en paz…─ dije mientras soportaba el dolor que tenia en la mente y la sucesión de imágenes horribles.
─ No te saldrás con la tuya…─ dijo Alma en eso instante pude ver de reojo como Alma abrazaba al sacerdote rodeándole con los brazos y elevándole en el aire.
Alma apretaba con fuerza al sacerdote elevándole en aire mientras este intentaba soltarse.
En ese momento el dolor empezaba a cesar mientras podía ver como Alma luchaba con el sacerdote, la driade empezó a calmarse mientras se recuperaba lentamente lo mismo que la Hakutaku.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ pregunto la driade mientras se levantaba mirándose los brazos, la piel de la Hakutaku se recuperaba lentamente, mientras que esas imágenes horribles desaparecían.
─ Me olvidaba de ti…Suéltame!...─ exclamo el sacerdote mientras forcejeaba con Alma que intentaba no soltarle.
─ Mantenlo ahí por unos segundos…─ comento la Hakutaku mientras tomaba la varita y empezaba a recitar un conjuro, varios símbolos relucían alrededor de ella.
En ese momento la cabeza del sacerdote giro completamente las vértebras del cuello crujieron de sobremanera produciendo un sonido horrible mientras que Alma se quedo como paralizada al ver eso.
─ ¿Pero como…?...─ cuestione con cierto miedo en la voz al ver ese espectáculo dantesco que estaba viendo.
─ AAAAAHHHH!...─ exclamo el sacerdote mientras el sacerdote abría la boca de par en par mientras vomitaba fuego en pleno rostro de Alma.
El fuego cubrió el rostro de Alma mientras me quedaba estupefacta viendo el horrible espectáculo.
Alma forcejeo mientras el fuego cubría su rostro pero sabia de sobra que no podría aguantar aunque también era un demonio.
En unos segundos Alma soltó al sacerdote mientras esta retrocedía unos pasos, unas raíces cataron los pies del sacerdote para que no se moviera.
─ Se acabo el juego…─ sentencio el sacerdote mientras volvía a girar la cabeza y miraba a la driade en ese momento volvió de nuevo a sentir el fuego que parecía quemarle pero esta vez las raíces no cedieron su presa apretando sus pies.
─ Tienes razón se acabo tu juego…─ comento la Hakutaku mientas las energías que se iban acumulando en su varita empezaban a formar un arco de energía que enseguida se disparo de esta.
La energía impacto sobre le sacerdote que puso sus manos delante para defenderse mientras podía ver como al Hakutaku se esforzaba todo lo que podía para mantener la concentración del hechizo.
─ No os servirá de nada…─ hablo el sacerdote mientras sostenía el arco de energía dorada que parecía no poder impactar de pleno sobre el.
Enseguida me vino a la mente solamente atacarle de nuevo así que cerré el puño notando como los huesos me crujían y cierto dolor me recorrió los dedos por el golpe anterior.
Me lance a por el para darle un puñetazo pero e3nseguida el sacerdote paro mi golpe bloqueando mi puño con su mano mientras que con al otra seguía aguantando el arco de energía.
─ Alma ahora!…─ exclame con todas las fuerzas que podía mientras el sacerdote apretaba mi puño y notaba como los huesos crujían.
Alma parecía dudar en atacar al sacerdote parecía que estaba asustada después de l oque le había pasado.
─ Alma por…favor…─ comente mientras el sacerdote apretaba con fuerza mi puño y hacia que me pusiera de rodillas, el rostro de la Hakutaku parecía que no podría resistir durante mucho tiempo y la driade estaba encerrada en un mundo de horrores.
─ Alma…tu puedes…─ hable mientras aguantaba el dolor que no podría resistir por mucho tiempo mientras la mano cedía poco a poco.
─ No eres nada…siempre has sido una muñeca en mis manos…─ comento el sacerdote con una voz que parecía proceder del mismo infierno.
Alma estaba dudando mientras tenia agarrada la cola delante de ella, pero sin ella no podíamos hacer nada podía verle la duda y la confusión.
─ Alma…tu puedes hacerlo no eres una muñeca…yo creo en ti…─ dije mientras intentaba que me soltara el puño pero no había forma los huesos seguían crujiendo y aguantaba a duras penas.
En un momento Alma se lanzo a por el sacerdote corriendo a toda velocidad u al llegar a su altura le lanzo un puñetazo haciendo que soltara tanto el arco de energía como mi mano haciendo que este le atravesara cortándole por la mitad.
En ese momento este cayo al suelo partido en dos mientras que soltaba chorros de sangre dejando charcos, me aleje unos pasos sujetándome la mano pro el dolor parecía que casi ni podía moverla mientras que la Hakutaku caía al suelo por el esfuerzo y la driade comenzaba a recuperarse y dejar de gritar.
─ Al fin…─ dije mientras respiraba un poco aliviada y el dolor de mi mano cedía poco a poco.
Alma se acerco y me ayudo a levantarme se me quedo por un momento mirándome a los ojos con los ojos mirando hacia otro lado y poniendo la cola por delante por la vergüenza.
─ ¿De verdad que confías en mi…?...Nadie me había dicho eso antes…─ comento Alma mientras miraba hacia otra parte con las mejillas enrojecidas mas aun que tenia su piel.
─ Claro…que confió…─ respondí mientras me ayudaba a levantarme e intentaba abrir y cerrar la mano mientras crujía por suerte no había sido excesivo y solamente me dolía algo.
─ Espero que todo se haya terminado…─ dije mientras me acercaba a la Hakutaku y le ofrecía la mano para levantarse mientras Alma ayudaba a la driade.
─ Eso espe… ¿pero que…?...─ pregunto sin llegar a terminar la frase con ojos de miedo mientras miraba hacia donde se suponía que tenia que estar el cuerpo cortado del sacerdote.
No pude más que tragar saliva y darme un escalofrío que me recorría la espalda me gire por un momento y pude ver que el cuerpo no estaba.
─ Es imposible…lo hemos cortado por la mitad…─ dije mientras me acercaba al charco de sangre.
─ ¿Ha acabado ya…?...─ cuestiono la driade mientras se acercaba de nuevo al menos estaba recuperada, aunque aun tenia algo de ansiedad en su rostro.
─ No puede…─ hablo Alma sin llegar a terminar la frase esta se silencio de inmediato al girarme pude ver una especie de cuchilla blanca que parecía ser hueso que le atravesaba el corazón a Alma.
Pude verle en sus ojos el miedo y como esta puso sus manos en el hueso que la había atravesado mientras que la vida se escapaba de su cuerpo….
FIN DEL CAPITULO 4
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ASESINATO DE UN SACERDOTE III
─ NOOOO!!!...─ grite con todas mis fuerzas al ver como el cuerpo de Alma caía al suelo en un charco de sangre.
Aquello me dejo confundida por unos instantes sin poder creerme lo que había pasado, el odio me recorrió el cuerpo e inundo mi corazón mire hacia un banco de la iglesia y llena de rabia lo tome casi sin enterarme de su peso.
─ MUERE!!...─ grite con todas mis fuerzas mientras atacaba con el banco al sacerdote este empezó a recibir los golpes unos tras otro mientras que en los impactos este se destrozaba en astillas en el ultimo golpe envié al sacerdote a varios metros mientras chocaba con los demás bancos del lugar.
Me acerque a Alma mientras me arrodillaba a su lado manchándome de sangre las manos y aun con el nerviosismo en el cuerpo mientras veía sus ojos cristalinos mirando hacia el vacío.
─ No puede ser…despierta…─ hable mientras le colocaba las manos sobre el pecho notando aun la sangre caliente y pegajosa que seguía brotando de su pecho.
Los bancos salieron volando hacia todas partes mientras el sacerdote se levantaba del golpe.
─ Ahora os toca a vosotros…─ comento el sacerdote mientras se nos acercaba de forma amenazadora.
─ Desaparece!...─ exclamo la driade mientras movía las manos en eso comenzó a temblar el suelo notaba como algo se movía, en ese momento apareció debajo de los pies del sacerdote una planta grande de color púrpura con unos dientes puntiagudos que en un momento lo engullo.
─ Puedo curarla…pero necesito tiempo…─ comento la Hakutaku mientras se acercaba y empezaba a mover la varita en el pecho de Alma surgió un circulo de color blanco lleno de émbolos extraños mientras veía como la herida empezaba a cerrarse lentamente.
Pero en ese momento escuche unos gritos que procedían de la planta al girar la cabeza pude verla en llamas como esta ardía y caía al suelo en una especie de pasta negra.
─ Esto no bastara para detenerme…─ hablo el sacerdote mientras avanzaba hacia donde estábamos.
─ Dejádmelo a mi…─ comente con tono de rabia mientras me preparaba de nuevo para combatir a esa monstruosidad.
Mire hacia todas partes y de nuevo me lance para tomar otro banco pero en un santiamén el sacerdote se lanzo hacia donde estaba mientras levantaba el banco pude ver de reojo como las armas de hueso estaban a escasos centímetros de mi cuerpo.
Pero antes siquiera que pude reaccionar pude ver que una barrera de ramas se ponía delante de mi haciendo que el sacerdote se detuviera de inmediato.
─ Necesito mas tiempo…─ dijo la Hakutaku mientras se cerraba la herida de Alma mire como sus ojos empezaban a recobrar su vida.
─ Húndete en tus peores pesadillas…y que la oscuridad te envuelva…─ comento el sacerdote en ese momento escuche los gritos de la driade que resonaban en la iglesia.
─ Déjala en paz…─ dije detrás de la barrera de raíces, intente atravesarla pero era imposible.
Escuchaba sus gritos pero no podía hacer nada intente romper las ramas pero por mucha fuerza que tenia era imposible.
─ ¿Por qué no se rompe…?...─ pregunte mientras intentaba atravesar las ramas que tenia delante protegiéndonos del sacerdote, aunque solamente escuchaba los gritos de la driade no podía hacer nada.
Mire hacia donde estaba la Hakutaku la herida ya estaba casi cerrada mientras Alma empezaba a toser empezaba a mover su cuerpo.
En un momento las raíces empezaron a tornarse marrón apagado y estas cayeron al suelo putrefactas.
Entonces pude ver que la driade estaba en el suelo en un charco verde y que no se movía mientras que uno de los huesos tenía un líquido verde que goteaba de este.
─ Ahora es tu turno…─ comento el sacerdote mientras me apuntaba con la mano en ese momento mi mente volvió a llenarse imágenes espantosas en mi mente de mis seres queridos siendo torturados de las peores formas posibles mientras que podía sentir su dolor en mi cuerpo.
─ AAAAAHHHH!!!...─ grite mientras me llevaba las manos a la cabeza por el dolor que sentía en todo mi cuerpo.
El sacerdote seguía acercándose aunque no podía hacer nada por el dolor que atenazaba mi mente y mi cuerpo.
Pero mientras sufría con las imágenes en mi mente solamente note una brisa de aire que note delante mía en un momento de reojo pude ver como Alma relanzaba contra el sacerdote propinándole un golpe que le hizo volar unos metros por el lugar hasta que se estrello contra una columna.
Al momento las imágenes cesaron en mi mente y note como el dolor desaparecía lentamente de mi mente, al momento me sentí liberada y al alzar la mirada pude ver a Alma que estaba de pie.
─ Ayudare a la driade distraedlo…─ dijo la Hakutaku mientras corría hacia la driade para curarla.
─ Alma… ¿estas bien…?...─ pregunte mientras esta me miraba con esos ojos llenos de vergüenza y con la cola delante de su rostro.
─ Si, gracias a ella…─ dijo Alma con cierta vergüenza mientras me miraba con los colores subidos al rostro mientras se tapaba el rostro.
Entretanto Alma me ayudaba a levantarme la Hakutaku empezaba a hacer lo mismo con la driade aunque no parecía estar muy herida, cuando nos acercamos hacia donde estaba escuche como los bancos se movían y el sacerdote aparecía como si no le hubiera pasado nada.
─ ¿Cómo os habéis atrevido…?...Moriréis!!...─ exclamo el sacerdote mientras se lanzaba rápidamente hacia donde estábamos en eso Alma se lanzo hacia él, ambos chocaron entrelazando los dedos en ese momento sentí como el templo temblaba completamente incluso cayeron algunos cascotes del techo.
El suelo en ese momento se vino abajo dejando un cráter por la fuerza que ejercían uno contra el otro.
─ Dios!…debería ayudarla…─ dije mientras el templo seguía temblando en ese momento volvió a hacerlo el suelo volvió a hundirse nuevamente.
─ Quédate aquí necesito…que me protejas…─ comento la Hakutaku mientras continuaba con su hechizo.
No sabía que hacer pero incluso la fuerza que estaban ejerciendo ambos se notaba desde donde estaba.
El sacerdote en un momento abrió la boca y empezó a soltar un chorro de llamas que impactaron directamente sobre le cuerpo de Alma.
Incluso desde donde estaba podía sentirse el calor del fuego, aunque no parecía que Alma se moviese del lugar.
─ Alma!...─ exclame preocupado por lo que pudiera pasarle puesto que todo el chorro de llamas estaba bañando su cuerpo.
─ No te preocupes…el fuego no puede hacerle nada…─ dijo la Hakutaku mientras veía como Alma resistía el fuego que salía por la boca del sacerdote.
Alma en un momento hizo un esfuerzo mientras podía notarse el temblor en el suelo levantando al sacerdote y lanzándolo por los aires en cuanto cayo esta propino un golpe arrojándole contra una de las columnas haciendo que esta se rompiera.
Los temblores se detuvieron por un momento mientras veía el cuerpo de Alma que parecía estar completamente indemne.
Por un momento todo pareció en silencio, me acerque hacia donde estaba Alma ambas nos miramos extrañadas.
─ Que raro…─ hable mientras nos acercábamos hacia donde había caído la columna pero al llegar no encontramos el cuerpo del sacerdote.
─ ¿Dónde esta…?...─ pregunte mientras miraba el sitio en que había caído pero no había nadie.
Por un segundo el sitio estaba en completo silencio miramos hacia todas partes pero no veíamos nada.
En un momento mire hacia el techo pero no encontraba nada aunque una sensación rara sacudió mi cuerpo cuando mire hacia donde estaba la Hakutaku sanando a la driade que aprecia que se estaba recuperando.
─ CUIDADO!!...─ grite con todas mis fuerzas mientras corría hacia donde estaban ambas, mientras miraba hacia todas partes.
Alma me seguía a toda prisa, en ese momento escuche unos sonidos provenientes del techo, pude ver al sacerdote moviéndose por rapidez hacia ellas.
La Hakutaku me miro sonriendo por un momento mientras la driade se levantaba con cierta confusión mirando hacia todas partes, enseguida pude ver el rostro de miedo de ambas.
El sacerdote cayo desde el techo, la Hakutaku solamente se quedo mirando con el terror en sus ojos.
En el momento la driade movió las manos haciendo que varias raíces cayeron del suelo protegiendo de la caída del sacerdote.
Enseguida las raíces se tambalearon por el impacto, enseguida las ramas empezaron a incendiarse, ambas salieron de donde estaban por un momento respire aliviada.
─ Se terminaron los juegos…─ dijo el sacerdote esta vez con una voz que parecía salir del mismo corazón del infierno.
El sacerdote cayo al suelo mientras que las raíces se quemaban en ese momento levanto los brazos y un círculo alrededor de este empezó a formarse con símbolos extraños.
─ Cuidado!...─ exclamo la Hakutaku mientras se preparaba para algo, nos acercamos corriendo todo lo que pudimos pero en cuanto casi estábamos a su altura chocamos contra una especie de barrera y fuimos despedidas hacia atrás.
Mientras estábamos en el suelo pude ver como los símbolos del circulo empezaban a relumbrar con fuerza de un color rojo intenso incluso podía sentir cierto calor que desprendían.
Unas neblinas con la imagen de rostros de miedo empezaron a aparecer lanzándose contra la Hakutaku, al mismo tiempo podía escuchar como los lamentos inundaban el lugar.
─ ¿Pero que coño es eso…?...─ pregunte mientras veía esas neblinas que se dirigían hacia donde estaba la Hakutaku esta solamente movió la varita que tenia en la mano y las mas sencillamente impactaron sobre una especie de domo de energía de color azulado que podía verse con cada impacto.
─ Tenemos que hacer algo…─ dije viendo que no podíamos acercarnos hacia donde estaba el sacerdote por un momento Alma se lanzo de nuevo contra el mismo pero enseguida fue rechazada por lo que le protegía lanzándola hacia atrás.
─ Moriréis todas!...─ exclamo el sacerdote en ese momento la estatua volvió a abrir la boca parecía que de esta empezaban también a salir esos vapores, los lamentos inundaron el iglesia incluso tapándome los oídos podía escucharlos en mi mente.
Enseguida pude ver como de la cabeza del sacerdote empezaban a aparecerle unos cuernos parecidos a los del rostro de piedra del templo.
─ Puedo abrir un hueco en su defensa…pero no aguantare mucho…─ hablo la Hakutaku mientras resistía los impactos de los cientos de esos vapores que empezaban a agrietar la barrera que tenia puesta.
─ Yo…lo haré…me enfrentare a él…─ comento Alma con cierta vergüenza en su tono, aunque no la veía muy convencida.
─ ¿Estas segura…?...─ cuestione con cierta reticencia a que lo hiciera no parecía muy convencida.
Alma solamente asintió mientras intentaba hacer que no se viera su rostro con la cola, parecía tan inocente a pesar de su aspecto enorme.
La Hakutaku solamente volvió a mover la varita por unos momentos pude ver como la energía que rodeaba al sacerdote parpadeaba en eso Alma se lanzo hacia este, enseguida ambos chocaron las manos pero esta vez ambos huesos atravesaron las manos de Alma.
─ AAAAHHHH!!!...─ grito con fuerza alma mientras esos huesos atravesaban sus manos, un escalofrío me recorrió el cuerpo aun así aquellos vapores no parecían ceder.
─ Alma!...─ exclame con fuerza mientras veía como la pobre intentaba resistirse y apretaba los puños del sacerdote que podía escucharse el crujir de huesos pero aun así parecía no ceder.
─ ¿Crees que podrá hacerlo…?...─ pregunte mientras me acercaba a la Hakutaku para ayudarla en ese momento note algo extraño.
─ Mejor deberías de preocuparte por ti…─ hablo la Hakutaku con una voz extraña mientras alzaba la cabeza y me miraba con unos ojos negros que parecían absorber el alma.
─ Escucha puedes resistirse…piensa en tus niños…─ dije mientras retrocedía unos pasos y veía como la Hakutaku empezaba a mover la varita en cada movimiento podía ver un trazo de un color negro que se movía de un sitio a otro preparándose para un hechizo.
─ No puede ser…─ hable viendo que no sabia que es lo que hacer mientras escuchaba los gruñidos de Alma que seguían sus manos empaladas en esos huesos.
La Hakutaku no tardo en realizar su hechizo pero cuando menos me lo esperaba pude ver una raíz saliendo de la pared apresando su mano y haciendo que la varita cayese de su mano.
─ Maldito monstruo suéltame…─ maldijo la Hakutaku mientras intentaba liberarse pero la driade movió sus manos para sacar otra raíz de la pared para apresar su otra mano.
Me acerque a la varita para tomarla pude sentir una escalofrío recorriéndome el cuerpo al tomarla en mis manos me pareció al verla que era como una pequeña daga.
Aquellas neblinas seguían saliendo y tanto los susurros como los lamentos empezaban a ser cada vez mas fuertes, mire hacia Alma y sabia que no aguantaría mucho mas, sus piernas empezaban a flaquear.
Sin embargo me percate que no tenia ninguna barrera a su alrededor así que aproveche y me lance contra este y con todas mis fuerzas le clave la varita en el pecho note como el huso crujía bajo la presión y el grito del hechicero mientras que Alma retrocedía unos pasos soltándose de los huesos que atravesaban sus manos y cayendo al suelo de rodillas.
El sacerdote retrocedió unos pasos mientras miraba la varita que tenia clavada en el pecho al mismo tiempo esas cosas que salían del circulo dejaron de salir y al momento desaparecieron.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunto la Hakutaku mientras veía que el sacerdote tomaba la varita y empezaba a intentar sacársela.
─ Rápido liberadme!...─ exclamo la Hakutaku intentando moverse de sus ataduras y enseguida la driade movió sus manos mientras las raíces desaparecían por el mismo lugar que habían entrado.
─ AAAHHH!!!...─ grito con todas sus fuerzas el sacerdote mientras sacaba un trozo de la varita que tenia incrustada en su pacho y retrocedía un par de pasos.
─ De eso nada…─ hable mientras me lanzaba y volvía a clavar la varita escuchando como algo crujía dentro de su cuerpo y podía ver los ojos del sacerdote que enseguida aprecian que se había metido en mi mente y empezaban las imágenes nuevamente de mis seres queridos siendo torturados, podía sentir su dolor en mi cuerpo y en mi mente, era como si me estuvieran quemando.
─ Si vais a…hacer algo…hacedlo ahora!...─ exclame mientras sostenía la varita en su pecho intente resistirme a las horribles imágenes que tenia en la mente.
─ Aguanta un poco mas…─ hablo la Hakutaku sus palabras me parecían lejanas pero no pude mas que aguantar lo necesario mientras que el sacerdote ponía una de sus manos en mi cuello podía sentir como me presionaba con fuerza intentando estrangularme por un momento perdí las fuerzas y solté la varita mi mente se iba perdiendo y empezaba a sentir que empezaba a ser controlada.
─ Rápido no aguantare…mucho!...─ exclame con todas las fuerzas sintiendo como me perdía y no podía hacer nada era como si cayera en un pozo oscuro y profundo siendo una caída eterna.
Gire la cabeza y pude ver como la Hakutaku estaba haciendo unos movimientos con sus manos, en estas se podían ver símbolos extraños que flotaban de color blanco brillante, mi mano empezó a soltar la varita mientras la mano del sacerdote me aflojaba el cuello sabiendo que ya no era yo misma.
Me levante y avance un par de pasos hacia la Hakutaku con la intención de matarla no tenia otra cosa en mi mente, intente resistirme salir de ese pozo oscuro pero mi cuerpo no me hacia caso.
Cuando apenas estaba a escasos metros de esta note como algo me ataba la pierna y no me dejaba avanzar mire al suelo y pude ver que era una raíz que detenía mi avance pero con un simple movimiento pude romper la raíz pero la driade siguió intentando parar mi avance mientras que la Hakutaku no dejaba de mover las manos.
─ ¿Cuanto tiempo necesitas mas…?...─ pregunto la driade con cierto miedo en su voz mientras seguía andando hacia ellas.
En un momento note como las raíces escalaban mi cuerpo moviéndose y atrapando todo mi cuerpo apretándolo con fuerza por un momento no podía moverme ni hacer nada pero empecé a concentrar mi fuerza mientras intentaba liberarme.
─ Es demasiado…fuerte…no podré detenerla por mucho tiempo…─ comento la driade mientras podía ver la cara de esfuerzo mientras que las raíces iban rompiéndose una por una.
Podía sentir como empezaba a liberarme y en un momento las raíces reventaron saliendo despedidas por todas partes rompiéndose en mil pedazos.
Avance un poco mas y al momento la driade se puso delante mía no me fue muy difícil solamente moví la mano y le apreté el cuello con fuerza levantándola un par de centímetros en el aire.
Podía sentir como su vida se escapaba de su cuerpo y se retorcía con fuerza para intentar liberarse de mi apretón, escuchaba como sus huesos crujían bajo mi presión y lo sentía con cierto placer viendo como moría.
Sin esperarme lo sentí como si me atropellara un tren por la espalda haciéndome caer al suelo y al girar la cabeza pude ver a Alma que la tenia encima, note su cuerpo que desprendía un calor agradable incluso la presión de sus pechos contra mi espalda junto con su sexo.
─ Vaya la pequeña monja…─ dije mientras intente moverme como podía para quitarme de encima a Alma pero resultaba mas fuerte de lo que pensaba.
─ No aguantare mucho…más…─ comento Alma mientras que la driade empezaba a sacar raíces del suelo enredándonos a ambas para que no me moviera del sitio.
Aquello empezaba a ser más difícil de lo que había pensado, me moví lo que pude con todas mis fuerzas escuchando como las raíces se rompían y empecé a levantarme apoyando las manos en el suelo, sentía que tenía mucha mas fuerza que lo que hubiera pensado.
─ Rápido!...─ exclamo la driade apresurando a la Hakutaku que seguía realizando el hechizo, parecía que este era mas largo de lo que había pensado.
En un movimiento seco moví todo mi cuerpo liberándome del resto de las raíces y haciendo que Alma cayera al suelo y me dejara libre.
─ Ahora!...─ exclamo la Hakutaku moviendo su mano finalmente enseguida sentí algo extraño como si empezara a tomar el control de nuevo y hubiera encontrado la forma de salir de ese pozo y empezara a subir de nuevo para controlar mi cuerpo.
─ Pero que…─ dije mientras notaba como mi mente se calmaba de esas imágenes y empezaba a recuperar el control de mi cuerpo mientras el sacerdote empezaba a gritar con fuerza escuchaba como pequeñas explosiones que provenían detrás de mi.
─ ¿Estas bien…?...─ pregunto Alma mientras me miraba con cierto rubor en las mejillas.
─ Si, estoy bien…─ respondí y Alma se quito de encima mía de inmediato entonces pude ver como de donde estaba la varita empezaron a saltar descargas de luz mientras el sacerdote gritaba con todas sus fuerzas pude ver unas fracturas en su cuerpo que brillaban con luz blanca y que partían de la varita era como si su cuerpo estuviera fragmentándose.
Los gritos del sacerdote no cesaron mientras que se movía de forma errática intentando sacar la varita de su cuerpo en un momento cayo al suelo al mismo tiempo las grietas se esparcían por su cuerpo a cada rayo de luz que salía de la varita.
─ Yo solo soy un simple peón…no seguiréis vivas por mucho tiempo…─ dijo el sacerdote mientras las ráfagas de luz seguían saliendo de la varita y su cuerpo fragmentándose en un momento el sacerdote se silencio y pude ver el vacío en sus ojos, cuando las grietas terminaron de cubrir todo su cuerpo este se deshizo en pequeños trozos que cayeron al suelo como si fueran pequeños cristales.
Cuando por fin todo había terminado note como si el ambiente del templo se volviera mas ligero incluso parecía sentirse una pequeña brisa fría que lo recorría.
─ Espero que todo haya acabado…─ comente mientras veía como se deshacía el sacerdote y en su lugar quedaba una pequeña gema de color negro intenso.
Me acerque al pequeño cristal oscuro que resaltaba entre tanto cristal brillante, lo tome en mis manos notando que desprendía cierto calor suave y relumbraba con cierta luz oscura.
─ Que raro…─ dije mientras veía como el cristal parecía girar suavemente en mi mano a unos escasos centímetros sobre ella.
─ Un diamante negro…es de los valles flotantes…─ dijo la Hakutaku mientras tomaba la varita entre los cristales que había dejado el sacerdote.
En ese momento note como el sitio empezaba a temblar ligeramente mientras empezaban los cascotes a caer al suelo, el sitio empezaba a desmoronarse, se podía notar el temblor en el suelo.
─ Será mejor que salgamos de aquí…─ comento la Hakutaku mientras veíamos como las columnas caían al suelo y el sitio se derrumbaba.
Abandonamos el lugar por el mismo sitio que habíamos entrado mientras ya fuera veíamos como el templo caía al suelo dejando en su lugar escombros y una nube de polvo.
─ Bueno la pesadilla ha terminado…─ comente mientras veía los escombros del lugar y como empezaban a encenderse las ventanas de las casas que estaban cerca del sitio.
Desde un lugar seguro en un callejón entre las sombras empezamos a ver como los guardias se acercaban a ver que había pasado, no tardamos mucho en irnos en dirección hacia la taberna para pasar lo que quedaba de noche.
Al llegar el sitio estaba vacío al parecer la gente que había habían salido al escuchar el estruendo del templo.
Las chicas estaban sentadas en las mesas otras en la barra mientras nos miraban con cierta mirada sospechosa.
─ Vaya he escuchado un estruendo… ¿No sabréis que habrá pasado no?...─ dijo la tabernera mientras se acercaba con unas bebidas que pus sobre la mesa inclinándose en ese momento mis ojos actuaron por si mismos viendo el canalillo de sus generosos pechos.
Sin embargo pude ver de reojo como la mayoría de las chicas se fijaron en Alma o mejor dicho en el demonio en que se había convertido mientras esta solamente esta ponía la cola por delante tapándose el rostro.
─ ¿Quién es vuestra amiga…?...parece que esta muy bien dotada… ¿si quiere pasar un buen rato…?...─ pregunto la tabernera mientras los ojos se le iban detrás de ella, mientras que alma solamente no sabia donde meterse con los colores subidos al rostro.
─ Es Alma…solamente que aparece ella cuando se siente amenazada…─ respondió la Hakutaku mientras tomaba una de las jarras y empezaba a tomársela.
─ Vaya pues si que ha cambiado…─ comento la Tabernera mientras se relamía los labios y Alma no sabia donde meterse.
─ ¿Tienes una habitación libre…?...─ cuestione mientras tomaba una de las jarras y echaba un trago, aunque no te un sabor dulzor y muy agradable.
─ Si claro al parecer han salido todos… para ver que es lo que pasaba en el templo…─ aunque no creo que tarden en volver.
En cuanto termine de beber note un calor bastante agradable que me subía por el cuerpo, al llegar a la habitación sencillamente me desplome en la cama cuando estaba a punto de cerrar los ojos Alma se puso a mi lado.
─ Espera… ¿podrías pedir una habitación para ti sola…?...─ cuestione mientras intentaba incorporarme ya estaba un poco apretada por el cuerpo de Alma que era bastante grande para que las dos cupiéramos en la cama.
Solamente le mire a los ojos esos grandes que aprecia que me estaban diciendo que tenia miedo de estar sola, así que solamente me apiade de ella al menos por una noche solo esperaba que no pasara nada cuando nos despertáramos.
Mientras estaba tumbada pude escuchar el gentío tanto de caballos como de personas que seguramente estarían mirando lo que había pasado en el templo.
De momento el cuerpo me dolía horrores por la lucha que habíamos tenido solo esperaba que mañana estuviera mejor.
Cuando estaba quedándome dormida sentí como el cuerpo de alma despedía cierto calor muy agradable y el brazo me lo pasaba por encima abrazándome mientras que la cola se enroscaba en mi pierna parecía que de esa forma se sentía más segura, al girar la cabeza pude ver como se quedaba dormida casi de inmediato.
Sin casi poder moverme cerré los ojos esperando que el resto de la noche pasara rápido, al menos dormí plácidamente aunque un poco apretada.
El resto de la noche paso casi de inmediato cuando abrí los ojos empecé a notar cierta presión en la parte de abajo al mirar pude ver que el sexo estaba intentando ponerse erecto presionando contra le pantalón, aunque no veía a Alma pero al girar la cabeza pude ver que estaba en la silla con las manos juntas se había vuelto a transformar nuevamente.
─ ¿Estas bien…?...─ cuestione mientras intentaba recolocarme el sexo y pensar en otra cosa para que bajara de su estado.
Alma solamente asintió aunque no parecía tener ninguna herida en su cuerpo aunque no sabía si le pasaba algo puesto que solamente tenía un rostro solemne como siempre.
─ Muy bien vamos para abajo…─ hable mientras por un momento mire por la ventana pude escuchar a la gente que iba de un lugar a otro y como el sol entraba por la ventana suavemente, pensé que todo había sido un sueño pero no parecía que fuese.
Al moverme sentí como el cuerpo me dolía horrores cada músculo de mi cuerpo estaba dolorido por lo que había pasado la noche anterior.
─ Dios!... como duele...─ dije mientras me levantaba y miraba el rostro inmutable de Alma que permanecía sentada con las manos juntas como si estuviera rezando.
Por un momento me quede mirándola no sabia si me caía mejor ella o su otra parte sin pensarlo mucho me levante con esfuerzo y abandone la habitación en cuanto salí pude notar un ambiente extrañamente solitario solo había un par de personas por suerte no había ningún guardia.
Baje por las escaleras viendo como algunas chicas miraban a Alma con cierto miedo aunque supieran que se transformaba en el otro demonio no parecían ni esbozar una sonrisa, al mirar hacia las mesas pude ver que la driade ya estaba sentada esperándome pero no veía a la Hakutaku por ningún lado.
─ ¿Dónde esta la Hakutaku…?...─ pregunte mientras me sentaba en la mesa y alma hacia lo mismo.
─ Ni idea la verdad…aunque me siento mucho mejor…después de lo que paso anoche…─ dijo la driade con una sonrisa en su rostro de oreja a oreja que no podía contener era como si hubiera cumplido su venganza.
─ Han venido unos guardias a por ella…para que les ayude en lo que había pasado anoche interrogando a la gente…─ comento la tabernera enseguida mientras nos ponía unos platos en la mesa con alguna fruta para desayunar.
─ Por suerte los guardias no suelen acercarse mucho por aquí…así que no tenéis por que preocuparos…─ dijo una de las chicas mientras estaba tomando una pieza de fruta.
─ Espero que no diga nada…─ dije casi entre dientes pero al mirar hacia donde estaba la driade esta parecía haber desaparecido y enseguida comprendí donde estaba, moví la pierna y la note de inmediato.
─ Auch!...oye ten más cuidado…─ protesto la driade mientras salía de debajo de la mesa y volvía a sentarse.
─ ¿Es que no puedes quedarte quieta por un momento…?...─ cuestione mientras veía como la driade hinchaba los mofletes y me sacaba la lengua en señal de protesta.
─ Es mi naturaleza…─ contesto la driade con tono de enfado mientras empezaba a mover un dedo encima de la mesa haciendo dibujos.
─ Esperemos a que vuelva…─ dije mientras empezaba a desayunar la fruta que tenia delante, en ese instante Alma se levanto y avanzo hacia la puerta.
─ ¿A dónde vas…?...─ pregunte con cierta sensación de confusión viendo que iba a salir del lugar.
─ Si no me ven allí…sospecharan…─ respondió Alma con serenidad pero sin embargo su calma me producía nerviosismo puesto que podría decir todo lo que había pasado….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que esta vez este bien muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
CAMINO A LOS VALLES FLOTANTES
En ese momento me quede pensativa sobre la Hakutaku pensando que al final podría traicionarnos después del asesinato del sacerdote.
Así que rápidamente abandone la taberna en dirección hacia el templo que estaba destruido, mientras avanzaba el sol iluminaba la calle por donde pasaba, podían escucharse los pájaros y algunas palomas por el sitio.
Cuando salí del callejón pude ver que al gente que se arremolinaba alrededor del templo junto a estos en la plaza había unos soldados y la Hakutaku que estaba pasando la varota mientras que los guardias pasaban a los ciudadanos para que ella los tocase con la varita mientras que Alma estaba a su lado impertérrita.
─ El templo ha sido destruido…y estoy seguro que algunos de vosotros ha sido…será mejor que salgáis…─ dijo un soldado que iba montado a caballo mientras que la Hakutaku continuaba tocando con la varita a cada ciudadano.
Enseguida la Hakutaku giro la cabeza y solamente la movió ligeramente indicándolo que me saliera del lugar.
─ Vámonos…─ dije mientras me movía entre el gentío rápidamente intentando que no nos vieran al salir de allí avance hacia la taberna nuevamente tenia que esconderme por un tiempo.
─ Deberíamos de salir del pueblo…─ comento la driade mientras caminábamos pero no tenia ni idea hacia donde ir.
─ No tengo provisiones…y no se hacia donde ir…─ comento mientras seguíamos moviéndonos hacia la taberna, metí la mano en el bolsillo y note el pequeño diamante que había encontrado en el cuerpo del sacerdote.
─ A los valles flotantes…─ dije recordando las palabras que me había dicho la Hakutaku.
─ Es un largo viaje…─ comento la driade mientras caminábamos al llegar a la taberna entramos por un momento varias personas se me quedaron mirando en silencio pero enseguida continuaron con lo que estaban haciendo.
Nos sentamos en una mesa lo más apartadas de la puerta mientras miraba el pequeño diamante.
─ Es un poco complicado…no tenemos provisiones ni armas ni nada…─ dije mientras ponía el diamante en la mesa y empezaba a juguetear con él.
─ Podríamos pasarnos por las tiendas y comprar algunas cosas…─ comento la driade mientras miraba hacia las chicas que pasaban por el sitio.
─ Eso seria un error…enseguida llamarían a los guardias…y germinaríais en prisión…─ comento la tabernera mientras se apoyaba en la mesa, la driade enseguida miro hacia el trasero de la tabernera esta giro la cabeza hacia ella y leguito el ojo.
─ Mmmm…─ dijo la driade relamiéndose los labios mirando hacia el trasero de la tabernera esta parecía que le gustaba.
─ Por favor céntrate…─ comente intentando hacer que la driade se centrara y dejara los pensamientos sobre el sexo.
─ Eres una aguafiestas…es mi naturaleza no puedo evitarla…─ comento la driade al mismo tiempo relamiéndose los labios.
─ ¿Entonces que propones…?...─ cuestione mientras tomaba el diamante en la mano cerrándola con algo de fuerza.
─ Bueno tengo algo…podríamos negociar por ese diamante…puesto que si lo descubren en tu mano te harán varias preguntas…─ respondió la tabernera con cara sospechosa mientras miraba mi mano con interés.
─ ¿Es eso una amenaza…?...─ cuestione mientras miraba a los ojos de la tabernera fijamente.
─ No para nada es solo una advertencia…ese diamante no se ve muy a menudo por estos sitios…solo digo que si quieres podría ayudarte…─ respondió la tabernera mientras volvía de nuevo a la barra.
─ ¿Tu que opinas…?...─ pregunte a la driade mientras esta no parecía perder ojo de las chicas de la taberna.
─ Deberíamos aceptar su oferta…no tenemos otra además queremos salir del pueblo ¿no…?...─ cuestiono la driade aunque aprecia que estaba distraída, entendía que estaba pendiente de todo lo que pasaba.
Mientras pensaba en lo que podíamos hacer enseguida me di cuenta que estábamos entre la espada y la pared y no podíamos rechazar su oferta.
En ese momento la puerta de la taberna se abrió y apareció la Hakutaku junto con Alma ambas se sentaron enseguida en la mesa.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…dentro de poco vendrán los guardias…me he adelantado para preveniros…─ comento la Hakutaku mientras podíamos ver la cara de cansancio al parecer había acelerado el paso.
─ Estupendo… ¿confías en ella…?...─ pregunte pensando en la traición que nos había echo la Hakutaku.
─ En el pasado me ha sacado de varios líos…además ya no tengo motivo para volver a traicionarte…─ respondió la Hakutaku sabiendo perfectamente que la pregunta iba por las dos tanto por la tabernera como por ella.
─ Muy bien…─ comente mientras resoplaba viendo que no quedaba otra, así que me acerque a la barra y le puse el diamante delante de ella, esta solamente me sonrió y rápidamente lo tomo poniéndolo entre sus pechos.
─ Seguidme…─ dijo la tabernera con tono lujurioso y guiñándome un ojo mientras caminaba hacia la barra.
Continuamos caminando hacia la cocina allí esta levanto una compuerta en el suelo y empezó a bajar.
Nos quedamos arriba mirando a ver que hacíamos enseguida pude ver una luz que subía era la tabernera con una farol en la mano.
Enseguida la seguimos bajando por los peldaños que a cada paso crujían, la luz del farol apenas iluminaba la escalera cuando por fin llegamos abajo esta prendió una antorcha que ilumino el lugar.
El sitio no era muy grande había soportes distribuidos al azar sosteniendo el techo mientras que podía ver cajas acumuladas apoyadas en la pared, aunque me llegaba un olor a humedad.
─ Hay tenéis…podéis escoger lo que queráis…─ dijo la tabernera mientras me acercaba a ver que es lo que contenían las cajas.
─ ¿De donde han salido estas armas…?...─ pregunte extrañada mientras revisaba las armas que había en los cajones al tomar una en la mano pude sopesarla, eran bastante pesadas puesto que nunca había tomado ninguna.
─ En ese lado tenéis víveres…─ dijo mientras me indicaba hacia otras cajas en eso me fui hacia esas pude ver carne seca, frutos secos y otras tantas cosas para los viajes largos.
─ Las armas son de clientes…que de una forma u otra han terminado aquí…─ hablo de forma dudosa e intrigante, preferí no pensarlo mientras revisaba los cajones entre tanto pude ver un par de mochilas que estaban en el suelo.
─ Es mejor que te equipes bien…el camino es largo…─ comento la tabernera mientras tomaba algunos víveres y los colocaba en la mochila al mismo tiempo Alma hacia lo mismo con la otra mochila.
─ ¿Alma que haces…?...─ pregunte mientras veía como tomaba ciertas raciones y las colocaba en la mochila después de eso la puso a su espalda y se me quedo mirando de una forma seria y solemne.
─ Voy a ir contigo…aquí no hago nada…─ respondió Alma mientras salía del sótano sin decir nada mas.
─ Pero…─ hable sin terminar la frase extrañada por la forma en que me la había dicho después de meter varios víveres, observe de reojo un puño americano.
Sin pensarlo mucho lo tome y lo metí en la mochila, después de eso abandone el lugar al llegar arriba pude ver a Alma que estaba esperándome.
─ ¿Estas segura que quieres venir…?...Podrían sospechar de ti…─ cuestione poniendo una duda razonable, pensando que los guardias o el mismo rey podría sospechar.
─ No te preocupes haré que se olviden de ella…─ respondió la Hakutaku mientras me mostraba la varita y la movía de un sitio a otro mientras esta dentelleaba con brillos.
─ Muy bien yo también os acompaño…─ comento la driade mientras me sonreía de forma traviesa y bajaba la mirada de forma fugaz y se relamía los labios.
─ Tu…ya te has vengado… ¿para que quieres venir…?...─ pregunte con intriga al ver la actitud que tenia la driade.
─ Solo quiero ver mundo…después de lo que ha pasado…no podría quedarme en ese bosque…─ respondió la driade de una forma alegre y algo traviesa, aunque me suponía que salía entre líneas que es por lo que venia.
─ Genial… ¿y tu quieres venir…?...─ pregunte nuevamente mirando hacia la Hakutaku ya que se apuntaban las otras.
─ Lo siento yo me tengo que quedar por mis niños…pero estoy segura que no te aburrirás con ellas…─ respondió la Hakutaku mientras se tapaba la boca con cierta risita.
─ Ya de eso estoy segura…─ hable mientras miraba hacia Alma y después a la driade que parecía no apartar la vista del sexo de Alma que no entendía como podía contener la poca tela que lo soportaba.
─ Muy bien… ¿en que dirección esta…?...─ pregunte esperando que no fueran muy difíciles de encontrar aunque no entendía eso de los valles flotantes.
─ tenéis que ir hacia le noroeste…y atravesar el desfiladero del dolor…─ comento la Hakutaku con un tono algo misterioso, aunque en cuanto comento el desfiladero me hizo asustarme un poco.
─ ¿El desfiladero del dolor…?...─ pregunte con tono de miedo mientras intentaba asimilar lo que había escuchado.
─ No te preocupes por el nombre…es que el viento que pasa por ese desfiladero…parece que es como si fueran gritos de personas torturadas nada mas…─ respondió la Hakutaku mientras sonreía calmando mis dudas.
─ Nos vemos…─ hable y enseguida abandonamos la taberna, atravesando el callejón entre miradas indiscretas al salir afuera pude ver que había un revuelo de gente yendo de un lugar a otro los guardias dando su ronda y algunos carros llenos de mercancías parecía que era día de mercado.
El sol empezaba a dar con cierta fuerza mientras notaba una brisa fresca, en cuanto salimos del lugar empezamos nuestro caminar hacia los valles flotantes.
─ Muy bien… ¿A cuanto esta el desfiladero ese…?...─ cuestione mientras caminábamos por el camino hacia las montañas que veíamos al fondo.
─ Hay un buen trecho…debemos de pasar primero por un bosque…─ respondió la driade mientras seguíamos caminando pese al calor podía ver que la driade parecía muy contenta y Alma seguía sin decir nada.
─ No eres muy habladora por lo que parece… ¿de que conoces a la Hakutaku…?...─ pregunte a Alma para intentar hablar de algo puesto que el silencio me hacia estar incomoda.
─ Fue hace tiempo, me recogió de la calle…mis padres me abandonaron de pequeña en el bosque y caminando encontré ese pueblo y me senté en el templo…ella paso por allí y se apiado de mi llevándome hacia el orfanato…fueron unos buenos años hasta que el sacerdote se acerco a este y le pidió que escogiera un niño o niña que le hacia falta para ser su ayudante y ella me escogió sin saber que era para un ritual que pretendía invocar un demonio…─ respondió Alma sin dejar de mostrar ningún sentimiento, aquello me extrañaba bastante no entendía el por que de que la escogiera a ella.
─ Esa misma noche el sacerdote me sentó en el altar y empezó el ritual con miedo en el cuerpo pude ver como la boca de esa estatua se abría y empezaban a salir de la misma lamentos y gritos no sabia que hacer, al mismo tiempo apareció una llama encima mía y enseguida se introdujo en mi cuerpo después de eso no recuerdo nada solo un dolor intenso que recorría mi cuerpo…─ continuo Alma con su historia con cierto tono de enfado muy sutil en su tono.
─ Entonces ese es el demonio que apareció en la iglesia…─ comente pensando en el demonio en que se había transformado Alma.
Alma solamente asintió podía ver que incluso la driade parecía interesada en su historia puesto que estaba atenta.
─ ¿Tu la conoces…?...─ pregunte pensando que quizá esta se comunicaba con alma de alguna forma.
Alma solamente asintió confirmando mis sospechas aunque no entendía como lo hacían para poder comunicarse.
─ ¿Os comunicáis de alguna forma…?...─ cuestione nuevamente con curiosidad puesto que no entendía el sistema que utilizaban.
─ A veces escucho su voz, sobre todo cuando estoy en peligro y me pide que la deje que se manifieste para ayudarme…─ respondió Alma con cierta tranquilidad al parecer parecía que no era maligno.
─ Vaya que interesante, es la primera vez que oigo que un demonio no es malévola…Al menos tiene una buena razón…─ comento la driade con cierta picardía aunque sabia a que se debía eso de la razón que se estaba refiriendo.
Mientras caminábamos tranquilamente notando al brisa fresca y el calor empezaba a apretar con cierta fuerza, junto con el trinar de los pájaros continuamos por un camino de vez en cuando se podía ver alguna persona montada en un carro, el pobre hombre se nos quedaba mirando extrañada sobre todo a Alma.
─ Hace un día estupendo…─ comento la driade mientras caminábamos por el camino poco a poco el sol empezaba a haber nubes calmando el calor.
Aunque no sabía que decir puesto que Alma no mencionaba ni una palabra y seguía con las manos juntas como si estuviera rezando, mientras que la driade no dejaba de ir de un sitio a otro mirando todo lo que se encontraba.
Podía verse en su cuerpo como se abrían unas pequeñas flores en sus brazos y las ramas que recorrían su cuerpo estaban con un verde fuerte.
Cuando habíamos caminado unas horas, el paisaje empezó a transformarse y casi sin darnos cuenta habíamos entrado en un bosque las copas de los árboles eran bastantes altas había vegetación por todo el lugar y un ligero olor a pino inundaba le ambiente podían verse pequeños animales por todas partes y algunos árboles tirados al suelo, al menos la temperatura había bajado varios grados.
─ Menos mal hacia bastante calor…─ dije mientras seguíamos entrando en el bosque aunque no sabia pro donde íbamos solamente seguía a la driade.
─ Que extraño…─ hablo la driade mientras continuábamos caminando por el lugar, al mismo tiempo que la driade se acercaba a los árboles y parecía que estuvieran escuchándolos.
─ ¿Que sucede…?...─ pregunte mientras la veía lo que estaba haciendo puesto que había cambiado su rostro parecía estar preocupada.
La driade solamente iba de un lugar a otro mientras se acercaba a los árboles y ponía su mano en ellos.
─ Las driades de este bosque no quieren intrusos en sus dominios…quieren que nos vayamos…─ respondió la driade con cara de preocupación y tono algo temeroso mientras continuábamos adentrándonos.
La luz apenas entraba entre las copas podíamos escuchar como los árboles crujían incluso me parecía que alguno se estaba moviendo con los crujidos que se escuchaban, el ambiente se había transformado de tranquilo a amenazador, mire hacia todos lados como si alguien nos estuviera observando.
─ Nos están observando…─ hablo Alma con tono solemne mientras continuábamos, sin embargo me sentía amenazada desde todos lados.
Seguimos avanzando durante un tiempo hasta que empezamos a notar una brisa helada que aprecia rodearnos mientras que se formaba una ligera niebla por el suelo.
─ Joder que frío…─ comente mientras continuábamos aunque sabia que esa niebla no era natural y provenía de algún sitio.
─ Son las driades de este bosque…no nos quieren aquí…─ comento la driade mientras andaba de forma muy precavida parecía incluso que le daba miedo continuar.
─ será mejor que acampemos cuanto antes…─ dije mientras continuábamos un poco mas hasta que encontramos una torre que estaba derruida y llena de ramas y moho por toda su superficie.
─ Al menos tendremos algo de cobijo…─ dije con cierta reticencia mientras miraba la construcción que aprecia que se caería de un momento a otro.
Nos acercamos a esta y nos sentamos en algunas piedras del lugar mientras comíamos algo para descansar y recuperar fuerzas, al mismo tiempo miraba hacia las copas de los árboles que se escuchaban el crujir de los árboles.
Al comer miraba de vez en cuando la torre, aquella construcción me parecía extraña para estar en ese lugar me parecía que no era su sitio.
La construcción era una torre nada más, alta de tres pisos, parte de esta estaba destrozada y podía verse el interior y una escalera de piedra que estaba semi-derruida que subía a los pisos.
En un momento me pareció que la temperatura había bajado varios grados, incluso me pareció que se había echo de noche casi al instante.
─ ¿Pero como es posible…?...─ cuestione mientras miraba hacia las copas de los árboles en un momento no se podía ver nada, incluso el mas débil rayo de sol no entraba, y los alegres cantar de los pájaros cesaron casi de inmediato cambiándose por el ulular de los búhos.
─ Voy a hacer algo de fuego…─ dije con cierto temor mientras rebuscaba en la mochila algo que pudiera prender.
─ Tengo…miedo…─ dijo Alma con tono de miedo en su voz cosa que me extraño puesto que no había dicho una palabra en todo el trayecto al levantar la cabeza pude ver el demonio de Alma.
─ Es increíble que un demonio tenga miedo…─ dije con sorpresa en el tono de mi voz mientras encontraba un pedernal para poder hacer algo de fuego.
Empecé a chocarlo para que soltara algo de chispas en cuanto tuve llama y alce la mirada pude ver que había varios ojos mirándonos a cierta distancia parecían brillar con la luz del fuego.
Retrocedí unos pasos preparándome para la batalla pensando que podría ser algunos lobos que se estaban preparando para atacarnos.
─ No os mováis…─ hablo la driade mientras miraba hacia los ojos que estaban observándonos.
─ ¿Qué son lobos…?...─ pregunte con cierto miedo puesto que si atacaban podríamos terminar muertas.
Entretanto Alma se ponía detrás de mí con la cola delante de su rostro, aquello me parecía increíble que un demonio tuviera miedo de algo, siempre se nos habían planteado como espíritus malignos sin miedo a nada.
─ No son las triades del lugar…nos están observando…además estamos rodeadas…─ contesto la driade con cierto miedo en su voz sin dejar de mirar hacia todas partes.
Incluso cuando eleve la mirada hacia los árboles pude ver esos ojos brillantes que se movía entre las ramas sin hacer ningún ruido.
─ Ahora vengo…tengo que presentarme ante la Hama Driade de este lugar…no salgáis de este sitio…y permaneced cerca del fuego…─ comento la driade con tono serio aunque me parecía raro ya que no la había visto seria hasta ahora.
─ ¿Tardaras mucho…?...─ cuestione intentando averiguar cuanto tardaría o si no volvería.
─ No creo que tarde mucho…─ respondió la driade con seguridad mientras se adentraba en el bosque y la oscuridad.
En un momento todos los ojos que nos estaban observando desaparecieron pero aun sentía como si alguien o algo nos estuvieran observando.
Sin pensarlo mucho me senté con cierta preocupación por ella esperando que volviera, Alma hizo lo mismo mientras tomaba algo de carne seca y empezaba a comer.
─ ¿Qué crees…que le pasara…?...─ cuestiono Alma mientras seguía comiendo, por mi parte no hacia mas que mirar hacia la oscuridad esperando el regreso de ella.
─ No lo se solo espero que vuelva…─ dije mientras le daba unos bocados a unas frutas después de eso atice un poco el fuego para que ardiera un poco mas, mientras Alma se tumbaba para dormir algo.
Aunque estaba cansada no conseguía dormirme esperando a la driade que parecía que se tardaba en volver.
Mientras estaba pensando en como regresar a mi mundo y abandonar el lugar solo esperaba poder hacerlo lo mas pronto posible y volver como si amigos, los pensamientos se sucedían en recuerdos absorta en ellos pero al elevar la mirada me quede sorprendida mientras observaba el sexo de Alma que estaba completamente erecto en eso note como el mío empezaba a dar pequeños golpecitos en el pantalón haciendo que me sintiera algo incomoda.
Como pude me di la vuelta intentando disimular puesto que mi sexo empezaba a agrandarse en el pantalón y ya empezaba a resultar algo incomodo.
─ Mierda... ¿pero ahora por que…?...─ me pregunte en voz baja mientras intentaba dejar los pensamientos en blanco pero enseguida note como Alma se ponía detrás de mi notando sus pechos sobre mi espalda junto su sexo que parecía que me llegaba a la mitad de la espalda su calor me hacia estremecer y cada vez el sexo me costaba mas mantenerlo dentro del pantalón incluso era algo doloroso.
─ ¿Ocurre algo…?...─ pregunto Alma mientras notaba como la cola se enroscaba en mi pierna y empezaba a notar escalofríos mientras los pezones empezaban a ponerse erectos incluso el simple roce me hacia estremecer.
─ No nada… ¿por que lo dices…?...─ respondí con cierto nerviosismo en mi voz mientras notaba como la cola seguía subiendo por mi pierna,
─ Es como si no quisieras…mirarme…─ comento Alma pasando sus manos delante mía rozando mi sexo con suavidad que ya lo sentía palpitar las venas y el calor que se pegaba a mis piernas, mientras que mi cuerpo reaccionaba por si solo por un momento pude ver pequeñas esferas de luz que empezaban a moverse como si danzaran junto a las llamas.
─ Alma…tranquila…─ hable intentando hacer que se calmara un poco pero en vez de hacerlo sus manos empezaron a moverse por encima del pantalón haciendo que mi sexo se pusiese duro mientras que su otra mano de un movimiento brusco bajo el pantalón en ese momento fue como si mi mente se pusiera en blanco mientras que empezaba a gemir en tono bajo.
─ Alma…esto es algo…raro…─ comente con tono entrecortado mientras notaba como su mano empezaba a moverse por mi sexo subiendo y bajando la mano mientras gemía el calor me subía por el cuerpo junto con el de las llamas de la hoguera.
Las venas no dejaban de palpitar y la piel subía y bajaba por mi sexo mientras que la presión de la mano de alma resultaba demasiado placentera.
En un momento cuando mas perdida estaba en el placer soltando gemidos que hacia que el eco resonara en el lugar.
En un momento note como la lengua de Alma se paseaba por mi cuello haciendo que me diera una descarga de electricidad que recorrió mi cuerpo mientras seguía dándome pequeños besos note en mi espalda la dureza de sus pezones que casi me arañaban mientras que la cola se me aferraba al muslo con cierta fuerza mis gemidos empezaron a acelerarse notando como mi sexo que hacia mas grande.
Pero en el momento que casi llegaba al clímax Alma retiro su mano y eso hizo que me sorprendiera con la cola me levanto una pierna.
En un momento note como su sexo se colocaba en la entrada de mi trasero aquello hizo que me estremeciera abriendo los ojos de par en par, gire la cabeza mirando a Alma con los ojos brillando sin apenas darme tiempo a pronunciar una palabra Alma puso sus labios sobre los míos e introdujo su lengua que empezó a moverse como si fuera una serpiente mientras se enroscaba en la mía pude saborear su saliva y ella la mía y sin casi notarlo.
Notaba que casi me dejaba sin oxígeno mientras me parecía que su lengua me entraba hasta la garganta en un momento saco parte de su lengua y empecé a chuparla mientras que ella movía su cabeza ligeramente.
─ Mmmm…─ gemí mientras que escuchaba a Alma hacer lo mismo y en un movimiento rápido note como su sexo entraba de golpe incluso llegue a notarla en el estomago donde me pase la mano notando el bulto prominente mientras me sentía incapaz de moverme sintiendo como me invadía mi interior.
─ Aaaaahhh!!!...─ emití un grito aunque no se por que fue si era por placer o dolor, jamás lo había echo de esa forma.
Mi trasero intento contraerse de alguna forma haciendo que Alma gimiera también mientras tanto empezó a mover sus caderas lentamente en un principio notando como entraba y salía de mi interior notando como ese bulto no dejaba de mostrarse.
Poco a poco empecé a disfrutarlo nuestros gemidos llenaron el bosque junto a los sonidos de la noche mi calentura subía por momentos mientras ella no dejaba de golpear con cierta fuerza y poco a poco empezaba mi trasero a relajarse y entraba y salía con mayor facilidad.
Sus pechos rozaban mi espalda era como sentir una piedra que me arañaba la espalda mientras gemía note como Alma puso unos dedos en mi boca y casi por instinto empecé a chuparle los dedos con fruición, sexo no dejaba de entrar y salir mientras que mi trasero parecía aceptarlo como si lo hubiera echo toda mi vida de esa forma.
Golpeaba con fuerza en mi interior parecía incluso que me llegaba a la puerta del estomago la presión era fuerte pero deliciosa una mezcla de placer y dolor.
En un momento dado su ímpetu y fuerza era brutal los golpes en cada movimiento parecía que me fuera a partir por la mitad el bulto no dejaba de entrar y salir de mi cuerpo mientras que la saliva salía de mi boca chupando sus dedos y bajaba por mi cuello.
Saco los dedos de mi boca y me agarro el cuello con cierta fuerza notaba como si fuera a estrangularme en ese momento Alma dio el ultimo golpe notando como su sexo se volvía un poco mas grande y nuestros gemidos parecieron compenetrarse mientras que ella derramaba todo su semen en mi interior por un momento noté como si fuera una riada que parecía no tener fin, mi estomago empezó a hincharse de sobremanera incluso perdí la noción del tiempo no se ni cuanto llego a introducir en mi cuerpo solo se que empezaba a derramar semen afuera notándolo en mis piernas como se deslizaba.
Su sexo no dejaba de contraerse con fuerza mientras que mi estomago subía un poco mas, caí al suelo mientras que los ojos se me cerraban casi de manera instantánea disfrutando de ese momento.
Después de unos minutos que me parecieron horas Alma saco su sexo de mi interior dejando un buen hueco del que resbalaba semen como si fuera una fuente solamente intente abrir los ojos mirando hacia atrás viendo como salía a chorros mientras mi estomago bajaba de volumen un poco, pase mis dedos por el trasero notando una gran dilatación notando como intentaba que volviera a su tamaño original pero eso iba a costar un poco de tiempo.
─ Perdona ha sido…involuntario…mi cuerpo reacciono por si solo…─ hablo Alma mientras yo estaba en el limite de la consciencia solamente pude darle un beso suave en sus labios esta sencillamente se sonrojo mientras me abrazaba y ponía su cola encima de mí.
Poco a poco me empecé a quedar dormida aunque notaba cierto dolor en el trasero que aun notaba que estaba más abierto de lo normal.
No se ni el tiempo que paso solamente que fue el mejor sueño que había tenido en mi vida y al abrir los ojos observe a la driade estaba delante mía mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.
─ Vaya tengo que salir y me pierdo lo mejor…no es justo…─ protesto la driade hinchando los carrillos mientras me pasaba una mano por el estomago que aun estaba algo hinchado.
─ ¿Eh…?... No digas tonterías… ¿Qué ha pasado…?...─ pregunte intentando quitarle hierro a lo que había pasado mientras que la driade no dejaba de acariciarme el vientre.
Al girar la cabeza pude ver que Alma seguía estando en su estado demoníaco tranquilamente dormida mire hacia el cielo viendo que no parecía que hubiese amanecido incluso me sentía mas observada que antes, sentía el aire fresco que había incluso algo mas que cuando llegamos, la oscuridad parecía estar viva a nuestro alrededor, una sensación de miedo me envolvía mientras que la driade parecía estar completamente tranquila y no dejaba de acariciarme el estomago.
─ Para de una vez… ¿me puedes decir que ha pasado…?...─ cuestione con cierto tono de enfado en eso la driade no hizo mas que fijar sus ojos en mi con cierto miedo.
─ Debemos de salir cuanto antes de aquí o no saldremos nunca…─ respondió la driade con miedo y nada mas acabar de hacerlo escuche como los árboles parecían crujir con fuerza incluso me pareció observar que parecían algunos le crecían púas.
─ Alma despierta…venga arriba…─ dije mientras la zarandeaba y ahora comprendía porque no había cambiado se sentía amenazada pero no lo sabia.
─ ¿Si…?...Ups!...lo siento no era mi intención…─ comento Alma mientras interponía su cola delante de su rostro enrojecido por la vergüenza.
─ No te preocupes por eso ahora…tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ hable mientras empezaba a recoger las cosas y apagando el fuego en ese momento escuche como los árboles crujían con fuerza notando como había cierto temblor en el suelo haciéndome creer que estaban moviéndose….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aquí dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
CAMINO A LOS VALLES FLOTANTES II
Me sentía amenazada, notando como si incluso los árboles quisieran matarnos en algún retorcido sentido.
Empezamos a recoger todo lo que habíamos dejado y después de eso apagar el fuego, rápidamente salimos del lugar corriendo hacia la supuesta salida, aunque ni siquiera se veía el camino solamente seguíamos a la driade que llevaba el paso acelerado, pero a medida que caminábamos miraba hacia atrás viendo y escuchando susurros que parecía que algo estaba cerca.
─ Seguid hacia delante…no miréis atrás…─ comento la driade mientras continuaba moviéndose rápidamente, su caminar era rápido y seguro hacia la supuesta salida pero a cada paso parecía que el bosque era mas denso incluso nos costaba movernos.
Los susurros eran cada vez mas fuertes llenando el lugar incluso notaba como si estuviera a nuestro lado.
─ Continuad…no podemos detenernos…─ hablo la driade mientras continuaba a paso acelerado ya empezaba a notar el cansancio y parecía que no íbamos hacia ningún lugar como si estuviéramos dando vueltas en circulo.
─ ¿Seguro que sabes hacia donde vamos…?...me parece que ya hemos pasado por ese árbol varias veces…─ pregunte con el cansancio en el cuerpo aunque los susurros cesaron y solamente escuchaba un siseo insistente.
─ Hay algo detrás de nosotras…─ hablo Alma con tono de cansancio mientras continuábamos la carrera, ya empezaba a notarse el cansancio.
Después de haber avanzado durante un buen rato ya no podía mas notaba el cansancio en las piernas y casi no me llegaba la respiración.
─ No puedo mas…estoy hecha polvo…─ dije mientras me detenía y bajaba el torso para poder respirar un poco, Alma por su parte hizo lo mismo apoyándose en un árbol, mientras el siseo lo sentía como si estuviera muy cerca incluso los árboles crujían con mas fuerza.
─ No podemos detenernos…la salida esta cerca…─ dijo la driade con seguridad en su tono mientras intentaba hacer que continuáramos corriendo.
─ Mira…creo que te han engañado…creo que hemos pasado…varias veces por el mismo árbol…─ dije con tono de cansado mientras me recuperaba del cansancio, Alma hacia lo mismo apoyada en un árbol.
Aunque por mi parte me costaba más moverme tenia un bulto en el abdomen después de lo de Alma.
─ ¿Cómo lo sabes…?...Es imposible me dijeron por donde era la salida…prometiendo nuestra seguridad…─ pregunto la driade con incertidumbre en su voz mientras miraba y revisaba los árboles.
─ Mientras avanzábamos…hice una señal en un árbol…y lo hemos pasado ya tres veces…─ dije recuperándome de la caminata que habíamos realizado y ese siseo no paraba de escucharse parecía que nos estuviera rodeando.
─ Me han engañado… ¿pero por que…?...─ pregunto la driade mientras empezaba a pensar que es lo que había sucedido.
─ No lo se…pero ese siseo me esta poniendo nerviosa…─ dije mientras miraba hacia todos lados cada vez parecía estar mas cerca incluso los árboles crujían de manera extraña y notaba un ligero temblor en el suelo.
─ ¿Qué es eso que se ha movido…?...─ pregunto Alma señalando hacia un lugar pero por desgracia no podía ver nada.
─ ¿Qué has visto…?...─ pregunte con cierto miedo en la voz mientras miraba hacia la dirección que había señalado Alma, pero no veía nada solamente oscuridad pero seguía sintiendo el ligero temblor.
─ Vamos…no podemos detenernos mucho, si es lo que creo estamos en peligro…─ dijo la driade mientras miraba hacia donde había señalado Alma con el rostro congelado en el miedo y los ojos abiertos por completo.
─ Muy bien vamos…─ hable con cierto esfuerzo levantándome con el cansancio aun acumulado por el peso que llevaba encima.
Seguimos avanzando hacia un lugar que ni siquiera me imaginaba hacia donde era, pero en un momento puse la mano sobre un árbol y note algo pegajoso que empezó a escurrir por la mano.
Pensé que era sabia del árbol y nada mas pero al verlo me quede sin saber que decir en vez de eso era sangre.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte de manera retórica mientras me miraba la mano y la sangre que estaba deslizándose por la misma.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunto la driade mientras se detenía por un momento y recuperaba el aliento.
─ Es sangre…─ dije con miedo en la voz mientras miraba hacia arriba del árbol en eso pude ver un torso que estaba clavado en una de las ramas con una armadura puesta de una espina ardiente, las otras partes de su cuerpo estaban en diferentes ramas de las que goteaban sangre.
─ Dios!...─ exclame nuevamente mientras miraba hacia todos los árboles en varios de los mismos había trozos de los cuerpos de muchos guardias que permanecían clavados en las ramas pero lo mas extraño es que no había ninguna cabeza por ningún lado.
─ Pero que…─ no sabia que decir con el miedo que tenia en el cuerpo mientras revisaba las ramas y ese espectáculo dantesco por un momento cuando avance pude ver el hueco en un árbol algo que metálico que brillaba.
Me acerque al mismo pero cuando estuve mas cerca pude ver horrorizada que se trataba de un casco de los soldados y en este varios mas eran las cabezas arrancadas de los cuerpos que habían en las ramas podía ver esos ojos vidriosos y con el miedo en sus rostros.
─ Dios!...Bluargggg…─ dije sin llegar a terminar la frase y notando como una riada de bilis se me acumulaba en la garganta y enseguida empecé a vomitar.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunto la driade y en cuanto se acerco pude ver el terror en sus ojos mientras enseguida miro hacia arriba en los árboles.
─ árboles de…sangre…─ comento Alma mientras miraba hacia todos los árboles en ese momento me fije que los árboles donde estaban clavados los cuerpos eran de un color rojizo y que por la corteza salían pequeños ríos de sangre resbalando por la corteza.
─ ¿árboles de sangre…que es eso…?...─ cuestione mientras veía horrorizada lo que estaba mirando enseguida note un olor intenso y putrefacto que provenía del lugar, mire por todas partes intentando encontrar una salida pero no veía ninguna era como si los árboles se hubieran movido de su sitio tapándonos la salida.
─ Estos árboles han crecido con…la sangre de sus victimas…─ respondió la driade aunque el problema no son los árboles en si no lo que los ha matado.
Un siseo lleno el lugar estábamos rodeados no sabia que es lo que nos esperaba pero estábamos atentas a lo que pudiera salir.
De repente note como el suelo temblaba por debajo de mis pies que cada vez era mas intenso en un momento note como el terreno se agrietaba y con un impulso salte hacia un lado.
Una criatura serpentina apareció de debajo de mis pies extendiendo una especie de aletas laterales y sonando como una serpiente su aspecto era serpentino pero mucho mas grande y de un color verde apagado encima de su cuerpo tenia unas pequeñas espinas de color rojo intenso.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunte con miedo mientras me retiraba unos pasos viendo como esa cosa salía de debajo de la tierra mientras abría la boca y enseñaba los colmillos siseando con fuerza.
─ Una sierpe!...─ exclamo la driade mientras se retiraba unos pasos con miedo al igual que hacia Alma pero no teníamos salida solo enfrentarnos a la criatura.
─ ¿Como quieres que nos enfrentemos a esa cosa…?...─ cuestione con miedo mientras veía como la criatura se elevaba con su cuerpo escamoso y nos miraba a cada una como si estuviera escogiendo a su victima.
─ Ni idea pero no podemos hacer otra cosa…─ respondió la driade mientras miraba hacia todas partes buscando una salida pero no había forma de encontrarla.
El miedo me tenia medio paralizada mirando a los ojos de la sierpe mientras esta parecía que me estuviera hipnotizando, intenté moverme pero tenia las extremidades paralizadas por el miedo.
Como el relámpago esa criatura se lanzo sobre mí con sus fauces abiertas de par en par, pensé que era mi final a manos de esa criatura.
En el último momento cuando ya pensaba que estaba muerta note como alguien me empujaba como si fuera un camión desbocado tirándome al suelo y recorriendo unos metros hasta chocar contra un árbol.
Al abrir los ojos observe que era Alma que la tenia encima y me había salvado la vida, mientras que la Sierpe se erguía nuevamente mirándonos.
─ Gracias…─ agradecí mientras veía una sonrisa tímida en su rostro pero enseguida se rompió ese momento por el siseo de nuevo de la criatura.
─ Espero que esto sirva…─ hablo la driade mientras levantaba los brazos y varias flores se abrían en su piel enseguida unas raíces llenas de espinas salieron del suelo sujetando a la sierpe e inmovilizándola.
Esta intento moverse de alguna forma para liberarse pero las raíces de momento aguantaban, de momento estábamos a salvo.
─ Tenemos que encontrar la salida…─ dije con tono de miedo mientras me levantaba y empezaba a mirar por todas partes pero no encontraba la forma de salir.
─ Apártate…─ hablo Alma u enseguida se acerco a uno de los árboles abrazándolo con fuerza mientras empezaba a tirar para intentar arrancarlo, pensé que eso era imposible.
Pero enseguida pude ver como sus músculos se tensaban con fuerza y al mismo tiempo mi cuerpo empezó a tener ciertas imaginaciones calenturientas dándome una pequeña descarga de energía.
─ rápido…no creo que aguante mucho mas…─ comento la driade mientras podía ver su cara de esfuerzo mientras que la sierpe intentaba liberarse en un movimiento una de las raíces se rompió.
─ No puedo arrancarlo…─ dijo Alma mientras tiraba con todas sus fuerzas no pude mas que acercarme a ella y abrazando al árbol empecé a tirar con ella enseguida note como al sangre resbalaba por mi cuerpo estaba incluso caliente y pegajosa.
─ Que asco!...─ exclame mientras notaba como mi ropa se tornaba pegajosa, en un momento note como empezaba a ceder y notaba como lo sacábamos de su lugar.
─ No puedo mas…─ comento la driade con esfuerzo en su tono mientas la sierpe empezaba a romper las ataduras, en un vistazo rápido pude ver como las flores de su cuerpo se cerraban era como si la magia de su cuerpo se acabara tornándose su piel de color marrón apagado y cayendo al suelo.
La criatura esta vez rugió con fuerza mientras se irguió mucho más mirándonos desde su posición y abriendo su boca llena de colmillos y mostrando su lengua bifida.
De repente se hizo el silencio en el lugar y la sierpe cerro los ojos, para mi sorpresa pude ver como la sangre empezaba a moverse hacia el cuerpo de la sierpe como si la estuviera absorbiendo mientras que veía como los árboles empezaban a secarse rápidamente.
─ ¿Pero que…?...─ cuestione con miedo viendo como su cuerpo antes de color verde lo observe tornarse rojo sangre y su aspecto se tornaba mucho mas feroz las pequeñas púas que surcaban su espalda se tornaron mucho mas grandes mientras que su aspecto se torno mucho mas serpentino.
Mientras tirábamos al fin logramos sacar el árbol de su lugar este estaba completamente seco y hacia cambiado a un color gris pétreo.
Muy bien!...─ exclame mientras Alma soltaba el tronco y con mí recién fuerza que tenia solamente me acerque unos pasos notando el peso de lo que estaba sujetando.
La sierpe miro hacia la driade que permanecía en el suelo inconsciente y abrió la boca siseando y se lanzo a por ella para devorarla.
─ Eh tu bicho aquí!...─ exclame con fuerza y en ese momento la sierpe se dio la vuelta mirándome con odio en sus ojos.
En un movimiento rápido la criatura se lanzo sobre mi pero blandiendo el árbol que estaba sujetando le propine un golpe con fuerza rompiendo parte de mi improvisada arma en el rostro haciéndole que retrocediera por un momento como si estuviera mareada.
─ Rápido ocúpate de ella!…─ volví a exclamar con fuerza y enseguida Alma corrió hacia la driade para ayudarla y alejarla todo lo que pudo de la criatura.
La sierpe movió la cabeza un par de veces intentando despejarse y nuevamente me miro y volvió a sisear con fuerza en un instante se enrosco sobre si misma aquello no entendía que es lo que iba a hacer pero de improviso las púas de su lomo fueron expulsadas de su cuerpo hacia todas partes.
No pude más que protegerme con el árbol notando el impacto con fuerza de varias púas en el mismo.
Pero lo peor fue el grito de escuche de Alma al mirar, ella tenia una de las púas clavada en su espalda y el resto del lugar estaba repleto clavadas en todas partes.
─ Alma!...─ exclame mientras me intentaba acercar a la misma perola driade volvió a erguirse como un relámpago siseándome y mirándome con odio, rápidamente volvió a lanzarse de nuevo con fuerza y rabia.
Nuevamente volví a golpear su rostro un par de veces mas destrozando el tronco reduciéndolo a astillas con cada golpe que le propinaba.
La sierpe parecía atontada moviendo la cabeza varias veces pero los golpes habían sido bastante fuertes.
Corrí hacia donde estaba Alma por el lugar lleno de púas que había soltado la sierpe, al llegar pude observar que por suerte la mayoría de los proyectiles habían caído en mi zona.
─ Aguanta…─ hable mientas tomaba la púa y empezaba a tirar de ella con todas las fuerzas que tenia parecía que estaba clavada profundamente en su espalda.
─ AAAAHHH!!!...─ grito Alma con fuerza mientras tiraba de lo que tenia clavado esperando tener el tiempo suficiente mientras la sierpe estaba mareada.
Después de unos segundos pude sacar la púa de la espalda con gran dolor mientras esta respiraba con dificultad recuperándose.
En eso la sierpe se despejo irguiéndose y girando mientras nos volvía a mirar, solo tenia la púa en mi mano para defenderme.
Empecé a moverme lentamente hacia uno de los laterales alejándome de donde estaba Alma, sien embargo la sierpe miro hacia donde estaban ellas, Alma parecía que estuviera bastante débil pero aun aguantaba protegiendo a la driade.
─ Eh tu!...─ exclame moviéndome haciendo señas para que cambiara de objetivo, la sierpe estaba dudando mientras me miraba a mi y a Alma siseando.
Después de unos segundos de indecisión la sierpe se fijo en mí mientras empezaba a sisear y abrir la boca.
Esta se irguió sobre su cuerpo parecía que era mas enorme de lo que había pensado mientras me miraba sin perder ojo no sabia donde esconderme pero al menos estaba alejándola de Alma.
Manteniendo la púa en alto para defenderme mientras seguía moviéndome por la orilla de los árboles esperando el ataque de la criatura.
La criatura como un relámpago se lanzo hacia donde estaba con toda la fuerza de la que era capaz, no pude más que rodar por el suelo hacia un lugar mientras esta chocaba contra los árboles.
Aunque sabía de sobra que no podía mantenerla ocupada todo el tiempo de alguna forma u otra terminaría golpeándome o peor aun tragándome de un bocado.
─ Mierda…¿Qué hago…?...─ pregunte mientras miraba hacia todas partes intentando encontrar algo queme pudiera ayudar al menos para dejarla inconsciente o al menos darme el tiempo suficiente para poder elaborar un plan.
De nuevo la sierpe se lanzo hacia donde estaba siseando con fuerza mientras volvía a lanzarme al suelo rodando para esquivarla pero cada vez era más rápida.
Mire a Alma que aun parecía estar débil por sacarle la púa mientras estaba protegiendo a la driade de momento no podía pedirle ayuda.
─ ¿Pero como…?...─ cuestione nuevamente mientras la veía abrir la boca y al mismo tiempo me movía manteniéndome en movimiento, pero esta no me perdía de vista.
Sin darme cuenta el cuerpo de la sierpe logro tomarme de la pierna enredándomela y levantándome como si fuera una pluma.
Esta se enrosco rápidamente sobre mi cuerpo y empezó a apretar con fuerza mientras siseaba, empecé a perder las fuerzas mientras notaba como poco a poco me faltaba el aire de los pulmones por suerte tenia los brazos fuera.
Los huesos empezaron a crujir mientras empezaba a gritar por el dolor que cada vez era más fuerte, intente aguantar pero su fuerza era brutal y no cejaba en su presión.
─ AAAAHHH!!!...─ grite con fuerza mientras el dolor se acumulaba en todo el cuerpo y los huesos estaban al límite para romperse por mucha fuerza que tuviera.
Pero cuando estaba a punto de perder la consciencia y los ojos se me cerraban y daba el último aliento note como esta aflojaba por unos momentos pero aun permanecía enroscada.
Mire hacia su cabeza y pude ver que esta la movía de un lugar a otro aunque no podía ver que estaba pasando parecía que estaba intentando quitarse algo que tuviera encima.
─ Pero…─ hable sin llegar a terminar la frase mientras recuperaba el aliento en mis pulmones pude ver como Alma estaba encima de su cabeza intentando hacer que me soltara.
Escuchaba al bicho como rugía, siseaba se movía de un lugar a otra mientras que Alma hacia lo que podía aforrándose a las aletas del monstruo.
─ Rápido…clávale la púa…─ hablo Alma mientras se mantenía en la cabeza con equilibrio pero no aguantaría mucho, tome la púa con ambas manos y apreté con fuerza mientras el bicho seguía luchando contra ella y moviendo la cabeza.
─ Muere monstruo…─ dije mientras me lanzaba a por este con la púa en ristre y al llegar a su cuerpo clave la púa todo lo fuerte que pude en el primer intento ni siquiera atravesó su piel solamente reboto.
Volví a intentarlo un par de veces mas pero parecía que su piel era impenetrable todo ataque que le propinaba no la atravesaba.
En un movimiento la sierpe logro quitarse de encima a Alma lanzándola contra los árboles enseguida esta se fue a por ella.
─ De eso nada…─ comente sacando valor de donde podía y corrí hacia la sierpe en un momento salte sobre su cuerpo y de manera ágil aunque sentía como me dolían los músculos después del abrazo que me hizo no podía detenerme.
Al llegar cerca de su cabeza di un salto y me puse encima esta parecía que había notado mi presencia y enseguida empezó a moverse bruscamente de un lugar a otro para tirarme.
Como pude me mantuve en esta pero no aguantaría mucho, pude verde reojo que Alma estaba tirada en el suelo inconsciente tenia que terminar esto lo mas pronto posible.
Así que en uno de sus movimientos salte todo lo que pude y sin casi apuntar me lance con la púa hacia abajo, en mi caída pude clavársela en el ojo, escuche un gruñido lastimero que inundo el lugar mientras la sierpe se movía de un lugar a otro.
Me agarre a esta y me deslice por su cuerpo esperando que eso sirviera para que se largara.
Mire hacia todas partes viendo que aun tenia mas púas de la criatura para poder atacarla pero sabia que el mismo truco no funcionaria otra vez.
La criatura se giro con el ojo destrozado por completo por la púa que estaba clavada mientras me miraba con furia y odio.
Esta volvió a lazarse hacia donde estaba con rapidez, no sabia que es lo que iba a hacer era una criatura cabreada y herida y todo animal así es peligroso.
─ Muy bien ven a por mi…─ comente mientras miraba hacia todas partes intentando ver cual era la púa mas cercana para lanzarme por ella y esperando poder esquivar a la sierpe.
Esta se irguió y rápidamente volvió a lanzarse, gire por el suelo nuevamente para poder esquivarla mientras aterrizaba cerca de varias púas y tomando una la extraje del suelo y me preparaba para volver a atacar.
─ Muy bien monstruo…esto es entre tu y yo…─ comente mientras jadeaba con fuerza notando el dolor en mi cuerpo a cada movimiento era un suplicio por la constricción.
Nuevamente la criatura volvió a lanzarse mientras esquivaba no podía hacer mucho tenia que tomarla por sorpresa pero no parecía perderme de vista, pero cuando mire hacia donde se suponía que estaba, no había nada solamente un agujero en el suelo.
─ Genial…─ comente mientras intentaba notar algún temblor en el suelo pero no sentía nada, eso me parecía imposible siendo una bestia tan grande.
─ Vale…¿Dónde estas…?...─ cuestione mientras intentaba notar algún temblor y me movía lentamente hacia donde estaba la driade en un momento note como algo hacia crujir los árboles ligeramente.
Escuchando eso puse mis manos sobre uno de los árboles notando como temblaba, cerré los ojos intentando percibir todo lo que había a mi alrededor como siempre hacia cuando tenia clases de meditación.
Cuando por fin note como las vibraciones del suelo eran mas fuertes me aparte rápidamente de donde estaba y la sierpe salio del suelo haciendo que varios árboles cayeran al suelo.
En cuanto gire la cabeza la sierpe se había metido de nuevo bajo tierra, en completo silencio.
Me quede quieta y cerrando los ojos notando el viento del lugar que me rozaba la piel y el silencio del lugar no se escuchaba ningún animal, era como si estuviera en un cementerio.
Aquel momento se hacia eterno, estaba esperando notar algo que me indicara donde se encontraba.
El suelo empezó a temblar ligeramente en donde estaba me prepare tomando el árbol con fuerza sintiendo su peso en mis brazos.
Cuando ya note como la criatura estaba debajo mía me aparte dando un salto, seguidamente la criatura salio de su escondite alzando su cuerpo todo lo que podía siseando con fuerza.
Abrí los ojos y me lance por ella blandiendo la púa, la criatura giro la cabeza rápidamente y volvió a lanzarse contra mi, me aparte rápidamente corrí hacia el cuerpo de la criatura y dando un salto caí en el cuerpo de la criatura rápidamente empecé a subir por el cuerpo mientras que esta empezó a moverse de un lugar a otro para intentar quitarme de encima.
Con esfuerzo me aferre a su cuerpo para no caerme mientras esta se movía de forma furiosa, con todas mis fuerzas seguía subiendo por su cuerpo hasta estar encima de su cabeza en eso alce la púa en el aire para clavársela en el otro ojo.
Cuando estaba a punto de descender la púa y terminar con aquello pude ver de reojo una flor que ya conocía que salía en el lugar que nos encontrábamos.
─ Detente!...─ ordeno una voz proveniente de dentro de esa flor que poco a poco empezó a abrir los pétalos, la sierpe enseguida se acerco a la flor e hizo un circulo a su alrededor con su cuerpo.
Me prepare por si tenia que volver de nuevo a atacar a lo que saliera de esa flor, entre tanto pude ver a varias driades que aparecían entre los árboles eran muy parecidas a la que venia con nosotras sin embargo las ramas que surcaban su cuerpo eran de color rojo sangre al igual que las pequeñas flores de su piel.
En cuanto se abrió la flor pude ver una mujer bastante alta con un cuerpo muy bien formado donde destacaban sus pechos que eran bastante grandes su rostro con rasgos suaves, los ojos marrones mientras que el color de su piel era de color verde esmeralda y las ramas que surcaban su cuerpo rojas mientras que las pequeñas flores tanto de su pelo como de su piel moradas suave.
Empezó a acercarse hacia donde estaba mi mirada se poso en sus pechos y en su figura lo único que utilizaba de ropa eran unas hojas grandes, en cuanto salio de la flor una capa parecida a la hierba se forma de manera inmediata.
Su caminar era tranquilo y sensual al llegar a donde estaba la sierpe acaricio su cabeza esta solamente empezó a gruir de manera suave parecía que fuese un gato a su lado.
─ ¿Qué es lo que quieres…?...─ pregunte mientras agarraba con fuerza la púa preparada para atacar en cualquier momento entretanto las demás driades se acercaron a Alma y a la driade.
Las driades se arrodillaron en donde estaban y pusieron sus manos encima de sus cuerpos mientras podía ver como de ellas salina unas pequeñas esferas de luz.
─ Os dije que os fuerais de mi bosque…lo único por lo que he detenido la pelea es por que no quiero que mates a mi mascota…no quiero a los agentes de la púa ardiente…─ dijo la Hama Driade o eso pensé que seria eso me hizo pensar que lo que había hablado la driade no la había convencido.
─ No somos agentes de la púa ardiente…he llegado a este mundo hace poco y ya me han acusado de pertenecer a esos soldados…lo único que quiero es llegar a los Valles flotantes…─ dije defendiéndome de las acusaciones mientras veía como se acercaba donde estaba tranquilamente.
─ Ella hablo con usted para dejarnos pasar nada mas…─ dije esperando que pudiera convencerla mientras no podía apartar la mirada de ella aunque no llegue a terminar la frase.
─ SILENCIO!...─ grito con fuerza mientras que su rostro por un momento muy pequeño pude ver como cambiaba a una forma terrorífica que hizo que me diera un escalofrió que me recorriera el cuerpo, retrocedí un par de pasos por el miedo.
Se continuo acercando hasta estar a mi altura al tenerla delante comprobé que era mas alta que yo mientras que sus pechos los tenia a escasos centímetros de mi rostro.
Levanto las manos y las coloco a ambos lados de mi cabeza y cerro los ojos, en cuanto hizo eso abrí los ojos de par en par mientras que las imágenes de todo lo que había echo pasaba por mi mente tanto la lucha que había tenido con el sacerdote como mi llegada y como había conocido a Alma y a la driade.
Pasaron unos segundos o unos minutos no se exactamente cuanto fue pero en cuanto aparto las manos fue como si mi mente fuera libre de nuevo y pudiera mover mi cuerpo nuevamente.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ pregunte con tonote confusión mientras me recuperaba de lo que me había echo sin embargo sus ojos parecieron brillar con lujuria mirándome fijamente.
─ Vaya…eso no me lo esperaba…─ dijo la Hama Driade mientras retrocedía un par de pasos y veía como las flores moradas empezaban a abrirse de4spidiendo unas partículas brillantes que podía reconocer eran el afrodisíaco que expulsaba ella.
─ ¿Pero que hace…?...─ pregunte mientras la Hama driade posaba una de sus manos encima de cabello y empezaba a acariciármelo suavemente mientras notaba como el claro de mi cuerpo aumentaba poco a poco, una sensación ya familiar se apodero de mi sexo que comenzaba a ponerse erecto poco a poco ya me molestaba incluso la ropa que llevaba encima mientras que los pezones ya duros como piedras me rozaban con la ropa haciéndome un poco de daño que me era muy agradable, las fuerzas empezaron a fallarme soltando la púa que tenia en la mano.
─ Ven a mi criatura…─ dijo la Hama Driade con voz melosa y sensual mientras se relamía los labios haciéndolos brillar ligeramente mientras con un poco de fuerza hacia que me arrodillara delante de ella dejando su sexo a escasos centímetros de mi cara mientras que un olor suave y meloso me envolvía.
─ No…no…¿Qué me pasa…?...me están fallando las fuerzas…─ comente mientras su mano me acercaba a su sexo lentamente, podía escuchar unos gemidos suaves que hacia que mi cuerpo se excitase mas.
─ Espera…¿que estoy haciendo…?...─ cuestione y enseguida me aparte un poco retirándome rápidamente dando unos pasos hacia atrás aquello solo hizo que la Hama Driade se acercara lentamente mientras que esas partículas parecían como si me siguieran en un momento no pude mantener en equilibrio y tropecé cayéndome de espaldas.
Mis fuerzas me habían abandonado, incluso en mis piernas era imposible que pudiera moverme era como si estuviera paralizado.
Mis ojos vieron como la Hama Driade se acercaba tranquilamente mientras ponía una mano en su pecho y empezaba a pellizcar el pezón mientras gemía, entretanto mi sexo empezaba a apretar con fuerza notaba el claro de mi cuerpo como ya incluso empezaba a sudar, las palpitaciones y las venas que se hacían mas gruesas.
Mis manos actuaron pro si solas bajando el pantalón lo suficiente para liberar al sexo de su prisión notando como estaba erecto por completo era como una roca caliente que desprendía calor por si solo mientras hacia pequeños movimientos como si reaccionara a la proximidad de ella.
─ No…detente…por favor…─ hable de forma entrecortada mientras esta paseo al lado de mi cuerpo mirándome con lujuria en sus ojos y mirando hacia mi sexo que parecía que estaba sorprendida y deseosa.
Cuando llego a mi cabeza se quedo por unos segundos mirándome y relamiendo sus labios.
En un momento empezó a descender lentamente mientras veía como su sexo se acercaba a mi cara.
En un instante lo tenia en mi boca podía notar su sabor y como sus flujos salían de este, casi por instinto saque la lengua y empecé a lamerlo con intensidad como si en ello me fuera la vida….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste y gracias .
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