Mazoku
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LA MALDICION ROJA
─ Yuki que llegas tarde a clase venga levántate de una vez…─ hablo alzando la voz mi madre como de costumbre cada mañana.
No es que estuviera acostumbrado a levantarme temprano pero siempre era lo mismo, y si lo se mi nombre es raro.
Pero es lo que pasa cuando tu madre es una miko japonesa y un padre occidental, el nombre lo eligió mi madre.
De repente se abrió la puerta casi golpeando contra la pared y escuche le sonido de la persiana como se elevaba después de eso note como alguien tiraba de las mantas.
─ Mama!...─ exclame con fuerza al sentir que las mantas caían al suelo dejándome sin nada encima.
─ Que ya es hora…además no voy a ver nada no haya visto…así que venga levántate tu amiga estará aquí en breve…─ comento mi madre haciéndome recordar que ya mismo escucharía como alguien llamaría a la puerta.
─ Vale ya voy…─ dije mientras bostezaba y me rascaba la espalda en eso me levante y fui directamente al baño para lavarme la cara y peinarme.
Al salir de mi habitación note la diferencia de temperatura que hizo que me pusiera los pelos de punta.
Tome le pomo de la puerta y lo gire pero el pestillo estaba echado, golpee varias veces en la puerta.
─ Papa venga que tengo que entrar…─ dije mientras golpeaba la puerta un par de veces en eso escuche como este silababa de manera tranquila.
─ Haberte levantado antes…─ dijo mi padre con total tranquilidad mientras seguía silbando sin ninguna prisa.
A los pocos segundos mi madre salio de mi habitación y me miro con ojos de enfado, normalmente esa mirada me hace helar la sangre.
Por si no lo había dicho mi madre tiene un rostro fino y con unos ojos almendrados que parecen que están mirándote el alma eso si tiene un carácter muy agradable, en su cabeza luce una melena de color negro que le llega hasta la cintura no es muy alta y de complexión media, pero tiene un gran genio cuando hace falta.
─ Aun estas aquí… ¿pero se puede saber que haces…?...─ pregunto mi madre mirándome con enfado mientras permanecía delante de la puerta del baño.
─ Díselo a papa que no sale…─ comente protestando mientras volvía de nuevo a golpear la puerta pero antes siquiera que lo hiciera la puerta se abrió.
Mi padre salio del baño vestido con un traje de color negro y una corbata marrón unos pantalones clásicos y unos zapatos negros.
Mi padre es mas alto que mi madre de complexión fuerte con pelo de color marrón corto y liso con unos ojos marrones y rasgos algo duros en sus sienes luce algunas canas y encima del labio un bigote.
─ Venga entra y date prisa…─ dijo mi padre sonriéndome mientras me pasaba la mano por el pelo despeinándome aun mas.
En eso mi padre se acerco a mi madre y le dio un beso en los labios eso me hizo volver el rostro.
─ Joder!... no lo hagáis delante mía…─ dije exclamando viendo esa situación casi siempre me daba asco.
─ El que… ¿esto…?...─ cuestiono mi padre de nuevo mientras volvía a darle otro beso mas como restregándomelo en mi cara.
En eso sin pensarlo mas entre en el baño y cerré la puerta un escalofrió recorrió mi cuerpo con la temperatura mas baja del lugar; no era muy grande delante había un bidet y un water en una de las paredes un espejo que se abría y debajo de este un lavabo la fondo una mampara de ducha y detrás de esta un pequeño ventanuco, la iluminación era por un fluorescente.
Me acerque al espejo y me quede por unos instantes mirándome, soy un chico de lo mas normal mi pelo es liso de color negro y mis rasgos son algo japoneses sobre todo se nota en mis ojos, tengo una altura media y una complexión media, se podría decir que no destaco de ninguna forma.
Abrí el grifo y me eche el agua en el rostro aquello hizo que me despertara de golpe con la temperatura de la misma.
Después de eso tome el peine y empecé a intentar domar mi pelo quitándole los enredos que se formaban en algunos sitios.
Cuando hube terminado salí de la habitación y me dirigí hacia mi cuarto para vestirme, el olor del desayuno me llegaba desde la cocina pero nada mas poner el pie en el pasillo escuche el timbre.
Enseguida la puerta se abrió aquello me dejo como paralizado esperando que no fuera mi amiga.
─ Vaya…Ángela pasa…Yuki aun esta vistiéndose…─ dijo mi madre aquello hizo que aligerara el paso corriendo pro el pasillo en dirección hacia mi cuarto dándome un golpe en la pierna.
─ Auch!...─ exclame con fuerza por el golpe en la pierna que me hizo cojear momentáneamente hasta mi cuarto.
Empecé a rebuscar en el armario para encontrar algo que ponerme como pude saque un jersey de manga larga y un pantalón vaquero junto con una chaqueta.
Después de tropezarme varias veces y caer en la cama conseguí vestirme y tomando unos libros abandone el cuarto en dirección hacia el baño de nuevo.
─ Yuki tu amiga te esta esperando…─ dijo mi madre metiéndome aun mas prisa de la que ya tenia.
─ Voy solo me queda peinarme…─ dije y enseguida rebusque en los pequeños cajones que había en le mueble debajo del espejo cuando encontré un peine me lo pase varias veces y abandone el baño.
─ Listo veámonos…─ dije mientras me disponía a salir de allí cuanto antes por que sabia que si tardaba mucho mi madre intentaría juntarnos.
─ Toma llévate algo para el almuerzo…─ dijo mi madre dándome una pequeña bolsa con un bocadillo dentro aquello hacia que me sonrojara.
Ángela solamente sonrió un poco tapándose la boca y salimos de la casa, nada mas estar afuera respire aliviado.
─ Son muy simpáticos tus padres y se notan que se preocupan…─ dijo Ángela con cierto tono de cachondeo en su voz.
─ Si, a veces creo que demasiado…de verdad me gustaría que se preocuparan menos…─ dije mientras esperaba en el descansillo del piso esperando el ascensor mientras estábamos allí salieron un par de vecinos.
─ Buenos días…─ dijo un hombre de forma seca mientras esperábamos el ascensor.
Una vez que llego entramos rápidamente y bajamos al llegar, la limpiadora estaba fregando el suelo, bajamos la escalera y salimos del edificio.
Hacia algo de frió y la brisa de la mañana era bastante fresca se podía ver el trafico aumentando a cada momento mientras que algunas mujeres llevaban a sus hijos a la guardería.
Andamos hacia la parada del autobús por un momento me quede mirando a Ángela nunca me había fijado en ella hasta ahora.
Su pelo era algo rizado de color rubio sus rasgos suaves, los ojos de color verde apagado, su cuerpo tenia unas bonitas curvas y al parecer se había desarrollado bastante por unos segundos me quede mirando a su pecho.
Pero enseguida moví la cabeza varias veces intentando despejarme, nunca antes me había pasado siempre tome como una amiga y nada más.
─ ¿Hiciste los deberes de mates…?...─ pregunto Ángela con tono tierno como siempre lo hacia para que se los prestara.
─ Si, ¿otra vez no lo has hecho…?...─ pregunte mientras dejaba de mirarla de inmediato solo esperaba que no me hubiera pillado.
─ Es que tenia muchas cosas que hacer…por favor préstamelos…─ dijo rogándomelo con tono tierno para hacerme caer como siempre y terminara dándoselos.
─ Así no vas a aprender…toma…─ respondí mientras rebuscaba entre los libros y encontraba la libreta.
Esta solamente me sonrió mientras caminábamos hacia la parada del autobús, una vez allí mientras esperábamos saco su libreta y empezó a copiar los resultados.
─ Me vuelves a salvar…─ dijo agradeciéndomelo con una sonrisa, estuvimos unos minutos esperando el autobús hasta que llego.
Una vez allí subimos y nos sentamos al fondo, entre tanto Ángela seguía copiando los ejercicios.
Me quede mirando por la ventanilla como siempre hacia viendo el mundo y quedándome por unos momentos pensativo de lo cotidiana que era mi vida.
Pasaron como un cuarto de hora para llegar al instituto en cuanto el autobús paro note una mano en mi hombro que me hizo salir de mis pensamientos.
─ Gracias me has vuelto a salvar…─ comento Ángela con una sonrisa en su rostro eso hizo que sintiera una calida sensación en el corazón siempre me alegraba.
Al bajar pude ver que ya había varios alumnos por el lugar y el sitio estaba abierto era un edificio de dos plantas de color blanco con varias ventanas, estaba rodeado por una valla de cemento y una verja en la parte de arriba y al frente cerraba con dos puertas grandes.
El lugar siempre me había dado algo de miedo cuando lo miraba desde fuera aunque no entendía el por que.
En cuanto entre mis amigos me saludaron y se acercaron rápidamente, mientras que Ángela saludo a una de sus amigas.
─ Ya era hora… ¿Qué tal el fin de semana…?...─ pregunto uno de ellos mientras me pasaba el brazo por detrás de la cabeza.
─ Pues como siempre aburrido…no me habéis llamado tampoco cabrones…─ dije de manera despectiva pero bromeando.
─ Mi madre no me dejo salir…se entero que había exámenes…─ dijo uno de ellos mientras por unos segundos me quede mirando a Ángela.
─ ¿Por qué no se lo dices de una vez…?...─ pregunto uno de ellos haciéndome que mirara hacia otro lugar.
─ Eso es imposible…la considero como una hermana…nos conocemos desde pequeños…─ dije mientras dejaba de mirarla e intentaba centrarme en otra cosa.
─ Mira antes me lo hubiera creído…pero los ojos ahora mismo se te van y lo se incluso los míos también lo hacen a veces…─ dijo uno de ellos bromeando mientras le propinaba un golpe en el estomago bromeando como siempre.
Mientras hacíamos el loco durante unos momentos sonó la sirena diciéndonos que teníamos que entrar en eso mis amigos seguíamos haciendo el tonto hasta que se acerco Ángela.
─ Vamos que ya es hora y tienes que dejarme, los otros deberes…─ dijo Ángela con tono dulce haciendo que paramos de inmediato mientras me arreglaba el pelo un poco y la ropa.
─ Ya nos vemos después…─ dijo uno de ellos y enseguida empezamos a caminar hacia el instituto.
Al girar la cabeza uno de ellos me incito para que me declarara pero no hice más que callarle.
Sin pensarlo entre en el instituto abriendo las puertas de metal y entrando en el edificio al frente estaba secretaria con dos mujeres y enfrente unas puertas de metal que daban hacia el patio y zona de deporte a mi derecha e izquierda había varios pasillos para llegar a las diferentes clases y en las paredes taquillas.
Ande unos metros tranquilamente y enseguida empecé a notar como la gente empezaba a quedárseme mirando extrañada eso me extraño de inmediato pensé que tenia la cremallera del pantalón abierta.
─ Yuki una cosa… ¿Quién eres tu…?...─ pregunto Ángela extrañada mientras me miraba como si no me conociera.
─ ¿Como que quien soy…?...Ángela no empieces con las bromas…que es muy temprano…─ dije mientras le miraba como si me estuviera gastando una broma pero de reojo pude ver mis manos que tenia la piel un color rojo mate.
─ ¿Pero quien eres…?...─ cuestiono Ángela mientras miraba hacia todas partes buscando algo aquello hizo que me mirara las manos que eran de color rojo y las uñas de color negro.
─ ¿Pero que narices…?...Ángela soy yo te lo prometo…─ dije mientras me miraba las manos extrañaba aun así notaba como las chicas me miraban pero sentía un ambiente diferente.
─ No se quien eres…o lo que eres…─ dijo Ángela y enseguida salio corriendo pro uno de los pasillos.
En un momento todo se disloco mire hacia abajo y para mi sorpresa encontré que tenia pechos, aquello hizo que mi mente empezara a dar vueltas no entendía lo que estaba pasando además tenia que salir de allí cuanto antes, las miradas de los alumnos no dejaban de clavárseme.
─ ¿Pero que demonios esta pasando…?...─ pregunte con miedo en mi voz mientras me tocaba la cara la notaba de forma diferente incluso el pelo me había crecido era completamente distinto.
Pude ver de reojo como todos los alumnos sacaban los móviles y empezaban a grabar, no podía hacer otra cosa que salir corriendo de allí.
Corrí por los pasillos podía ver a la gente sorprendida al verme y muchos de ellos asustados hasta que encontré un cuarto de baño y entre el sitio estaba vacío tenia azulejos hasta la mitad de color oscuro, enfrente había varios lavabos con un espejo encima de ellos, el la pared contraria varios cubículos.
Me puse delante del espejo para comprobar en lo que me había convertido al verme un escalofrió recorrió mi espalda no pude mas que ponerme la mano en la boca para no gritar del miedo.
Había cambiado pro completo era una mujer de cabello negro y liso me llegaba hasta los hombros, mis ojos eran de color negro completamente salvo la pupila que era de un color rojo intenso, mi piel también era del mismo color pero mas mate.
La boca me la notaba extraña al abrirla pude ver que los colmillos habían crecido un poco mas.
Baje las manos y enseguida pude tocar los pechos que tenia aquello hizo que me diera una sensación extraña que recorrió mi cuerpo era entre dolor y placer.
Pero enseguida vino a mi mente mi sexo si había cambiado o no, mire hacia abajo y pude ver un bulto mas grande en los pantalones que antes tenia aquello la verdad era una sorpresa, al menos algo había cambiado para bien.
Pero no podía quedarme en pesar eso tenia que saber como volver a mi cuerpo de nuevo, aunque tampoco entendía por que había cambiado.
Por unos segundos me quede mirándome intentando pensar que res lo que había pasado pero no daba con la solución era un cambio muy drástico.
Escuche la puerta como se abría y mire hacia todos lados entre rápidamente en uno de los cubículos y cerré el pestillo.
─ ¿Has visto esa persona…? , era rarísima….─ dijo una chica con cierto tono de broma, seguramente me habría visto.
─ Lo que no entiendo es como ha entrado sin que nos diéramos cuenta…─ dijo otra con miedo en su voz mientras seguían charlando sobre lo que me había pasado.
Transcurrió unos segundos y salieron del baño, mire por debajo de la puerta para ver si me encontraba solo.
─ ¿Pero que demonios me esta pasando…?... ¿Pero que…?...─ pregunte un par de veces antes de notar que incluso mi voz había cambiado, era un poco mas suave en mi entonación.
─ Genial, tengo que salir de aquí cuanto antes…─ dije pensando que tenía que resolver esto cuanto antes y recuperar mi vida.
Me espere donde estaba hasta que escuche de nuevo la sirena anunciando que tenían que entrar en clase, mientras seguía escuchando el murmullo de los alumnos fuera cuando hubo silencio total salí de donde estaba.
Entre abrí la puerta y empecé a mirar hacia los lados para comprobar que no había nadie, los pasillos estaban desiertos así que empecé a andar hacia mi taquilla para dejar los libros.
Por suerte entre las horas no había nadie en los pasillos pero no me podía fiar puesto que de vez en cuando algún profesor de guardia daba alguna vuelta.
Llegue a mi taquilla evitando las ventanas de las puertas agachándome, abrí la taquilla y deje los libros.
Empecé a avanzar hasta que llegue a la entrada mire desde un pasillo pero las puertas estaban cerradas y no las abrirían hasta que fuese la hora del recreo.
─ Mierda!...─ exclame pensando que no podía salir por donde había entrado, revise en mis bolsillos encontrando el carné que la foto que tenia no era como yo ahora mismo.
Pensé en salir por el recreo escalando la puerta metálica, espere que no hubiera ninguna clase haciendo gimnasia.
Avance hacia las puertas metálicas mirando hacia todas partes por suerte no había nadie en la secretaria, así que las abrí entrando en el recreo, la sensación de temperatura hizo que me dieran escalofríos.
La mañana era fría y el sol estaba empezando a calentar el lugar, al menos no había ninguna clase.
El problema era si desde las clases me veía alguien saltar la puerta, me acerque a esta y me mire hacia arriba tenia que dar un buen salto para llegar arriba.
─ Eh tu!...¿quien eres…?...─ pregunto una voz que provenía de detrás, enseguida gire la cabeza y pude ver a uno de los profesores de guardia.
No dije nada solo volví a girar la cabeza y flexione las rodillas para darme un impulso, esperando llegar arriba.
Me impulse y no se lo que sucedió exactamente pero parecía mas ligero de lo normal incluso pase por encima sin llegar a tocar la puerta.
Al caer al suelo me quede sorprendido sin saber que es lo que ocurría, ahora tenia que ir a casa cuanto antes.
Pero al salir de allí, nadie me miraba aquello me pareció raro, me mire las manos y eran normales como siempre.
La gente me miro algo extrañada pero al menos había cambiado y era yo mismo, no entendía lo que estaba pasando.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunte mientras me veía las manos y miraba mi pecho todo había cambiado de nuevo, aquello era una locura.
─ Tengo que volver a casa…─ dije con miedo pensando que en cualquier momento me volvería a convertir de nuevo en esa mujer.
Ande rápidamente hacia la parada del autobús mientras que poco a poco el sol ya iba calentando la ciudad el murmullo de la gente al pasar y el del tráfico era cada vez mayor.
Para cuando llegue a la parada del autobús volví a mirarme las manos y eran normales, me toque el cabello varias veces incluso me mire en el cristal de la parada y mi cara había vuelto.
─ ¿Pero que me esta pasando…?...─ pregunte retóricamente mientras pensaba en lo que había pasado aquello era imposible.
Espere unos minutos hasta que el autobús llego enseguida me puse en la parte de atrás para poder seguir pensando en lo que había pasado.
Mire como siempre por la ventanilla absorto de lo que me rodeaba hasta que llegue a la parada, baje rápidamente y ande unas calles hasta llegar al piso donde vivía.
Entre rápidamente por la puerta y tome el ascensor hasta llegar a casa, saque la llave y entre.
─ ¿Quién es…?...─ pregunto mi madre puesto que nadie venia a esa hora pero al salir de la cocina se quedo sorprendida la verme.
─ Yuki…¿Qué haces aquí…?...¿No deberías de estar en clase…?...No me digas que te han expulsado…¿Qué has hecho…?...─ pregunto mi madre una y otra vez con tono acusatorio y con mirada de enfado en ese momento no supe que decir solamente trague saliva.
─ No he hecho nada…no me han expulsado…solo que me ha pasado una cosa rarísima…me he transformado en otra persona o demonio no lo se…─ dije con tono de miedo mientras me derrumbaba y casi empezaba a llorar por lo que me había pasado.
─ ¿Pero que estas diciendo…?...Eso es imposible…─ ¡hablo mi madre con desconfianza para ella seguramente pensaba que había echo algo y me habían expulsado del instituto.
─ No estoy bromeando ha sido rarísimo…─ comente y enseguida las lagrimas afloraron en mis mejillas en eso pude ver a mi madre con cara de preocupación que se acercaba.
─ A ver que te ha pasado…─ hablo mi madre con desconfianza pensando que seria una excusa como las que alguna vez había dicho.
Andamos hacia el sofá y una vez sentados mi madre me miro de forma seria y atenta a lo que decía.
─ Todo era normal pero cuando entre en el instituto me había convertido en una chica de piel de color rojo…los ojos eran negros menos el iris que era rojo completamente…─ dije mientras le detallaba lo que había pasado una vez hube terminado mi madre se me quedo mirando pensativa por unos segundos.
─ La verdad como excusa…te lo has pensado bien…ya puedes ir volviendo al instituto antes de que los profesores me llamen y se entere tu padre…─ dijo mi madre sin creer en nada de lo que le había dicho.
─ Pero si es verdad…─ dije confirmando lo que había dicho puesto que nada me lo había inventado se que era algo imposible de creer.
─ Mira que me has dicho excusas para no ir al instituto pero la verdad esta se lleva la palma…anda y vuelve de nuevo… ¿o quieres que me enfade…?...─ pregunto mi madre de forma amenazadora, a veces la había visto enfadada y la verdad me daba miedo.
─ Joder!...─ exclame quejándome mientras me levantaba del sofá y me dirigía hacia la puerta.
─ Yuki esa boca!...─ exclamo mi madre replicándome lo que había dicho pero enseguida me vino a la mente para traerle una prueba de lo que me había pasado hasta el momento no se me había ocurrido.
─ Muy bien te voy a traer una prueba de que es verdad…─ comente pensando en hacerme una foto con el móvil para que comprobara que era verdad o mejor un video.
Salí de la casa dispuesto a traerle pruebas a mi madre, tome el ascensor y abandone el edificio en dirección al instituto nuevamente.
Al salir el sol ya pegaba con algo de fuerza la hora del recreo se acercaba y al menos tendría una oportunidad para hablar con Ángela.
Llegue a la parada y tome el autobús en dirección hacia el instituto, me senté donde siempre absorto en los pensamientos de que por que me estaba pasando eso.
Tarde unos minutos en llegar al instituto, baje como siempre en la parada y me dirigí hacia la entrada las puertas exteriores estaban abiertas y casi al momento sonó la sirena dando la salida.
Me quede en la puerta con algo de miedo pensando que podría volver a pasarme así que espere a Ángela.
Los alumnos empezaban a salir para desayunar empecé a mirar por todas partes para ver si veía a Ángela por alguna parte.
Después de quedarme unos minutos viendo por todas partes pude ver a Ángela con sus amigas que salían para desayunar.
─ Ángela tengo que hablar contigo…─ dije mientras sus amigas se quedaban extrañadas mirándome.
En ese momento me mire las manos al ver sus miradas pero de momento no había cambiado solamente suspire aliviado.
─ No sabes lo que he visto esta mañana…ha sido rarísimo…han subido los videos a Internet…a propósito... ¿Dónde te habías metido…?...─ dijo mientras Ángela me mostraba un video en su móvil, por unos momentos me quede mirándome en que me había transformado y la verdad me resulto extraño.
─ Ángela tengo que hablar contigo…por favor…─ dije casi rogándoselo mientras le miraba fijamente esta se me quedo extrañada.
─ Vale de acuerdo…después nos vemos…─ comento Ángela despidiéndose de sus amigas.
En eso empezó a nadar hacia el instituto pero en cuanto llegue a la puerta me detuve en seco pensando que terminaría de nuevo transformándome en eso.
─ ¿Qué pasa…?...Siempre hemos hablado en el patio…─ cuestiono Ángela mientras me miraba confusa puesto que no me atrevía a entrar.
─ Es mejor que vayamos a otro sitio…te tengo que explicar varias cosas…─ dije con cierto miedo a que me tomara por loco o terminara con nuestra amistad de alguna forma.
─ Muy bien vamos al parque…─ dijo Ángela con tono de intriga mientras cruzábamos la carretera y llegábamos al parque.
A veces los alumnos iban al parque durante le recreo algunos para estudiar otros para relajarse, pero el sitio era bastante grande así que podíamos ir a cualquier parte.
El parque era muy grande con una fuente central y varios bancos desperdigados, se podía notar el cambio de temperatura con las sombras que proyectaban los árboles.
Después de caminar un rato encontramos un banco libre me senté y no sabia por donde empezar a decirle lo que me había pasado y si era una buena idea.
Ángela empezó a darle mordiscos a un bocadillo mientras me miraba extrañada y atenta a lo que tenía que decirle.
─ Bueno me vas a decir que es lo que querías decirme…─ dijo Ángela con impaciencia mientras seguía comiendo el bocadillo.
La verdad es que quería decirle lo que me había pasado pero era como si las palabras no quisieran salir de mi garganta.
─ Bueno pues veras es que…─ dije de forma entrecortada mientras intentaba encontrar las palabras para poder explicárselo.
─ A ver si no vas a decir nada…vuelvo con mis amigas…─ dijo Ángela levantándose pero en ese momento le tome por la ropa y me quede mirándola con ojos casi llorosos.
─ La chica esa que han filmado soy yo…no se lo que ha pasado pero al entrar me transforme en eso…─ dije casi de manera abrupta y rápida en eso pro unos instantes se me quedo mirándome Ángela con cara de confusión.
─ ¿Me estas vacilando…?...Yuki eso es imposible…─ pregunto Ángela con desconfianza pero algo sin embargo le hacia quedarse.
─ No estoy de broma…te lo prometo…al entrar en el instituto me convertí en esa chica…por que crees que no me has visto en todo el primer periodo de clases…he tenido que ir a casa...mi madre tampoco me cree…pero quiero mostrárselo sacando un video entrando de nuevo en instituto…─ dije con toda la sinceridad de la que era capaz mientras miraba fijamente a Ángela que aun estaba desconfiada.
─ Muy bien te voy a ayudar pero como sea una broma…me las vas a pagar…─ dijo Ángela de manera amenazante.
Así que estuvimos todo lo que duro el recreo sentados en el banco hasta que volvió a sonar la sirena dando la señal de volver a las clases.
─ Esperemos a que todos entren…─ dije esperando mientras los alumnos entraban en unos minutos casi todos habían entrado.
─ Espero por tu bien que no sea una broma…─ dijo Ángela mientras sacaba el móvil dispuesta a sacar la prueba.
Avanzamos por la entrada en dirección hacia las puertas metálicas, el miedo empezaba a invadirme lentamente.
Podía sentir el temblor de mis manos y como un escalofrió recorría mi espalda, Ángela entro la primera y puso el móvil para grabar en que me convertía.
Avance con miedo incluso las piernas me temblaban cuando entre pude ver la cara de Ángela que es como si se descompusiera y cayéndosele el móvil en el suelo.
─ ¿Ha pasado…?...─ cuestione mirándome las manos y mientras escuchaba mi voz sabia que había pasado.
─ Pero que coño… ¿Cómo has…?...─ pregunto una y otra vez ante su sorpresa en eso no pude mas que mirar hacia todos lados y tomar a Ángela tapándose la boca y saliendo del instituto….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aquí dejo el inicio de una nueva novela espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
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SIN PRUEBAS
Enseguida retrocedí saliendo del edificio puesto que en pocos momentos cerrarían las puertas.
Ángela aun no salía de su asombro así que tuve que tomarla del brazo y tirar de ella para sacarla.
─ Esto es increíble…así que eras tú…─ dijo Ángela mientras seguía mirando la pantalla absorta sin despejar los ojos de la pantalla.
─ Al menos ya tengo pruebas…─ dije pensando que podría enseñárselo a mi madre, tenia que ir a casa.
─ ¿Me puedes acompañar a casa…?...─ pregunte pensando que tenia que mostrarle lo que Ángela había grabado para demostrárselo a mi madre.
─ Claro…vamos…─ comento Ángela mientras seguía mirando la pantalla sin saber que decir después de un rato apago el móvil y lo guardo en el bolsillo.
Empezamos a andar rápidamente pasando el parque para llegar a la parada del autobús y esperar a que viniera, en cuanto llegamos Ángela se sentó mientras por mi parte empezaba a dar vueltas nervioso de un lugar a otro.
─ ¿Te duele o algo…?...─ pregunto Ángela viendo que no podía quedarme quieto y seguía moviéndome.
─ No, ni siquiera lo siento…─ dije al detenerme y mirándome las manos que estaban normales.
─ ¿Por qué te conviertes…?...─ siguió cuestionando Ángela intentando averiguar por que me pasaba eso pero no tenia ninguna respuesta para eso.
Antes siquiera de que le contestara por suerte el autobús llego, entramos y nos pusimos en la última fila como de costumbre pero esta vez no era lo de siempre, al menos podía enseñárselo a mi madre.
Me quede mirando por la ventana como siempre hacia, entre tanto podía sentir la mirada de Ángela en mi cogote.
─ Ángela por favor deja de mirarme me siento como si estuviera siendo como si fuera un bicho raro…─ dije para intentar hacer que dejara de mirarme aunque no podía evitar que todavía estuviera en shock.
─ Es que no puedo creérmelo que te conviertas en eso…es algo sorprendente…─ comento Ángela y enseguida miró hacia otro lado en eso me sentí algo mas aliviado.
Después de esas palabras se hizo el silencio para le resto del trayecto que esta vez duro algo mas debido a la afluencia de trafico debido a la hora de la mañana que era.
Una vez llegamos andamos unas cuantas calles hasta llegar al edificio, esta vez iba mas seguro entramos al edificio y subimos hasta casa y abrí la puerta mi madre saco la cabeza desde la entrada de la cocina extrañada.
─ ¿Yuki…?... ¿Ángela…?... ¿Se puede saber que hacéis aquí…?...─ pregunto mi madre extrañada mientras salía de la cocina secándose las manos.
─ Tengo las pruebas que me te decía…de lo que me ha pasado…─ dije mientras Ángela se acercaba con el móvil.
Enseguida lo encendió y para mostrárselo pero en vez de poner le video solo se podían ver interferencias como si el video estuviera corrupto.
─ Que raro antes se veía bien…─ dijo Ángela mientras tomaba de nuevo el móvil y empezaba a mirar que es lo que le pasaba.
─ ¿No me habías dicho que lo habías grabado…?...─ pregunte con algo de desesperación en la voz mientras miraba a mi madre de reojo que parecía que estaba enfadada.
─ Si, pero parece que esta corrupto…una cosa los demás del instituto lo subieron a Internet…estoy segura que allí podrá verlo…─ hablo Ángela y enseguida empezó a trastear en el móvil hasta que entro en la pagina que lo habían subido.
─ Si, aquí esta…─ dijo Ángela y enseguida volvió a mostrárselo pero de nuevo solo se veían interferencias y las voces estaban entrecortadas, aquello me dejo en blanco sin saber que decir.
─ Se puede saber que le pasa a tu móvil…─ dije mientras veía que el enfado de mi madre subía por momentos como si fuera una olla a presión.
─ A mi móvil no le pasa nada…los demás videos se ven perfectamente, es solo que parece que este en particular esta corrupto o se ha corrompido de alguna forma…─ dijo Ángela sin saber que es lo que había pasado y seguía trasteando con el móvil.
─ Ángela…no te habrá arrastrado Yuki para hacerme una broma… ¿verdad…?...─ pregunto mi madre con una tono de enfado que reconocí al instante lo que hizo que me apartara unos pasos de ella.
─ No, señora se lo juro…─ dijo Ángela con tono de nerviosismo al ver que no aparecía nada por ningún lado.
─ Espero por tu bien Yuki que no sea una broma…ya puedes ir volviendo al colegio y tu lo mismo Ángela…─ dijo mi madre con tono serio mientras me miraba malhumorada pensando que seria una broma.
─ Tengo una idea, podría venir y mirarlo por ti misma…─ hable desesperado viendo que era la única forma que pudiera verlo y comprobarlo.
─ Yuki ahora mismo no puedo tengo que hacerla comida, para tu padre…─ comento mi madre dando una excusa aunque era la verdad.
─ Mama te aseguro que es verdad…por favor…─ dije casi rogándoselo mirándole con ojos de cachorro.
─ Muy bien iré con vosotros…pero como sea una broma…─ dijo mí madre con cara amenazante mientras entraba de nuevo a la cocina para quitarse el delantal, enseguida salio tomo el bolso.
Salimos los tres de la casa y tomamos el ascensor seguidamente el ascensor y anduvimos hacia la parada del autobús, el día ya estaba bastante avanzado y el estomago empezaba a rugir.
─ ¿Yuki has comido el bocadillo…?...─ pregunto mi madre mientras estaba sentada en esperando el autobús.
─ No he podido ni siquiera…─ dije pensando en todo lo que había pasado y ni siquiera se me había ocurrido comer algo.
Llego el autobús y Ángela y yo nos pusimos como siempre al final y mi madre se sentó la principio.
El trayecto duro unos cuantos minutos hasta que llegamos al parque y bajamos por suerte llegamos para cuando era el ultimo periodo y las puertas estaban abiertas en un segundo descanso.
─ Esperemos a que no haya nadie…─ dije mientras nos sentábamos en el parque esperando a que terminara el descanso que solía durar unos quince minutos.
Aunque Ángela y mi madre se sentaron yo estaba nervioso dando vueltas de un lugar a otro.
─ Yuki…siéntate de una vez…te vuelvo a decir como esto sea una broma…es mejor que te lo pienses…lo que no entiendo es como ha podido arrastrarte a ti Ángela…─ dijo mi madre mientras me miraba como daba vueltas de un lugar a otro y seguidamente miraba a Ángela que esta enseguida bajo la cabeza.
─ Señora le prometo que no es una broma…había grabado el video pero no se lo que ha pasado que se corrompido y el que estaba en Internet también…─ dijo mientras lo reproducía de nuevo pero aun así solo se veían interferencias.
─ ¿Estas segura que no es tu móvil…?...─ volví a preguntar con nerviosismo, pensando que talvez le había dado algún golpe.
─ Y que casualidad que solo ha sido esos videos, los que no se pueden ver…por que los demás se ven perfectamente…el móvil esta bien…─ hablo Ángela casi protestando mientras seguía buscando algún problema.
─ Vale de acuerdo…─ hable evitando una pelea por que parecía que ya estaba crispada.
En cuanto mire como los alumnos empezaban a entrar y dejaban mas despejada la entrada, Ángela y mi madre se levantaron para ir al edificio.
Andamos hacia la entrada pero en cuanto estuvimos en las puertas metálicas me quede como paralizado, me temblaba el cuerpo y sentía como un hormigueo en el estomago.
─ Yuki, venga entra…─ dijo Ángela mientras mantenía el móvil para grabar de nuevo la transformación.
─ Yuki… ¿a que estas esperando…?...entra ya!...─ exclamo mi madre haciéndome salir de mi estado de miedo.
Avance unos pasos con miedo hacia la entrada y cerré los ojos entre por las puertas dobles y abrí un ojo con miedo y me mire las manos esperando que hubiera pasado.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte con asombro mientras miraba mis manos que estaban normales y no había pasado nada.
─ Pero si…le aseguro que se transformaba…─ comento Ángela con estupor mientras miraba a mi madre que estaba enfadada.
─ Esto es imposible…pero si antes me había pasado…─ hable con miedo mientras veía que todo estaba normal y que no tenía la piel roja siquiera.
─ Yuki tu y yo tenemos que hablar y Ángela creo que tu madre tendrá que hablar contigo por haberte saltado las clases…ya nos vemos en casa…─ dijo mi madre con tono de enfado mientras salía del edificio rápidamente.
─ ¿Pero que ha pasado…?...─ pregunte extrañada mirándome las manos y el pecho todo estaba igual no había ningún cambio.
─ Dios mis padres me matan…─ dijo Ángela guardando el móvil y saliendo corriendo hacia las taquillas parta tomar sus libros.
─ ¿Pero que haces…?...─ pregunte extrañado viendo como Ángela tomaba los libros de la taquilla.
─ Al menos terminar las clases…que me quedan…después a la salida nos vemos…─ dijo Ángela con prisa y en cuanto hubo tomado lo que necesitaba salio corriendo hacia la clase.
─ Genial…─ hable con cierto enfado y estupor viendo que seguía estando normal, no me quedaba otra más que tomar los libros y entrar en clase.
Fui hacia la taquilla y tome los libros para terminar las clases que me quedaban, avance por los pasillos hasta que llegue a la puerta y toque varias veces puesto que la clase ya estaba avanzada.
Pero al entrar pude ver como todos los alumnos se me quedaban mirando extrañados, sus miradas parecían clavárseme.
─ ¿Y usted es…?...─ pregunto con cierto miedo el profesor mientras algunos alumnos sacaban el móvil para hacerme fotos y videos.
─ Soy Yuki…lo que pasa que he tenido que ausentarme…─ dije con cierta reticencia mientras veía como los compañeros no dejaban de hacerme fotos aunque lo que mas me extrañaba es que algunas de las chicas me sonreían de manera casi cariñosa y otras me guiñaban el ojo.
─ Dudo que sea Yuki…haga el favor de salir de mi clase… ─ dijo el profesor con cierto miedo mientras parecía que ni siquiera se atrevía a moverse.
Enseguida me vino a la mente que me había trasformado y tenia miedo incluso de mirarme la mano, la fui subiendo lentamente para cuando la pude ver era de color rojo con las uñas negras.
─ Mierda!...─ exclame esta vez pero con la voz cambiada soltando los libros y salía corriendo hacia uno de los baños mas cercanos.
Escuche como los alumnos salían de la clase y el profesor pedía orden para que volvieran a entrar.
Entre en el cuarto de baño que tenia mas cerca y rápidamente empecé a mirar por debajo de los cubículos para comprobar si había alguien aun respiraba con dificultad puesto que tenia el corazón en la garganta.
Me mire en los espejos y no pude mas que sorprenderme de nuevo había cambiado pero por que precisamente ahora, no llegaba a entenderlo.
Di unas vueltas de un lugar a otro del lugar tire de mi piel para comprobar que no estaba soñando pero todo era real.
Enseguida escuche unos pasos fuera del baño, entre rápidamente en uno de los cubículos y subí los pies para que pensaran que no había nadie.
La puerta se abrió por unos segundos, me quede paralizado sin hacer ruido pensando que me estarían buscando.
─ Aquí no hay nadie…─ dijo un hombre seguramente algún profesor que había llamado.
─ Te juro que lo he visto…te lo pueden decir los alumnos incluso le han estado tomando fotos…─ dijo el profesor reclamándole al otro, por suerte sabia que las fotografías y videos terminaban corrompiéndose, al menos era un alivio.
─ Tengo que salir de aquí cuanto antes…─ hable en voz baja puesto que no podía quedarme allí, aunque tampoco podía esperar las dos horas que me quedaban hasta que dieran la salida.
Por unos cuantos segundos me quede donde estaba esperando ya que seguramente habría algunos profesores por los alrededores buscándome.
Podía escuchar pasos de personas por fuera; no sabia que hacer solo esperar a que terminaran de buscar y salir y escapar como la otra vez saltando por encima de la puerta.
Me quede unos minutos con el nerviosismo mirándome las manos sin saber que hacer para evitar lo que me estaba pasando, respire profundamente para intentar calmarme.
Cuando hubo pasado un buen rato deje de escuchar las pisadas por suerte nadie había entrado.
Baje del water y abrí la puerta del cubículo muy despacio para ver si había alguien por los alrededores, parecía que se habían cansado de buscarme.
─ Menos mal…─ dije respirando de manera aliviada mientras miraba para ambas partes y no había nadie pero pude ver que de pronto una de las chicas andaba por el pasillo e iba en dirección hacia donde estaba.
Enseguida cerré la puerta y volví a uno de los cubículos para volver a encerrarme, esperando que no entrara.
Pero a los pocos segundos escuche como la puerta se abría y el nerviosismo y el miedo volvían a invadirme podía escuchar como se movía por el cuarto de baño.
Seguidamente empezó a tocar puerta por puerta para abrirla, aquello hizo que tragara saliva con miedo.
─ Mierda, mierda…─ repetí varias veces susurrando mientras escuchaba como las puertas las abría, hasta que llego a la mía.
Al tocarla este no se abrió y por unos momentos no sabia que hacer era como estuviera paralizado.
─ ¿Estas ahí…?...No te preocupes no hay nadie…puedes abrir la puerta…─ dijo la chica con tono de calma aunque eso me extraño bastante, por unos segundos permanecí en silencio sin saber que decir.
─ No te preocupes…no me das miedo…puedes abrir la puerta…─ hablo la chica con tono muy calmado, aunque no estaba seguro que hacer seguí en silencio esperando que se fuera o cansara.
Seguidamente escuche como la puerta de al lado se abría y respire aliviado por un momento pero mi tranquilidad no duro mucho para cuando pude ver como la chica aparecía por arriba.
─ Hola…─ dijo la chica sonriéndome casi alegremente mientras me quede mirándola con miedo.
─ Hola…por favor no grites…─ dije pensando que terminaría gritando y saliendo corriendo.
─ Tranquila no pienso gritar…puedes abrir la puerta…─ hablo la chica con una sonrisa en el rostro que incluso me hacía sospechar que tuviera tanta tranquilidad puesto que mi aspecto era extraño.
Lentamente abrí la puerta sacando la cabeza y enseguida la de al lado se abrió y la chica me miro de forma cariñosa en su rostro sonriéndome incluso podría decir que con complicidad.
─ ¿No tienes miedo…?...─ pregunte con tono entre confusión y miedo al verla como me sonreía con total tranquilidad.
─ ¿Por qué debería de tenerte miedo…?...─ cuestiono la chica con un tono que me resulto confuso era casi lujurioso mientras que sus ojos parecía incluso que brillaban.
─ Tengo la piel roja mis ojos son negros, también mis uñas…─ empecé a enumerar todas las cosas que no eran normales.
Pero a los pocos segundos esta abrió la puerta de manera agresiva casi empujándome hasta le fondo del cubículo.
Sin casi poder reaccionar la chica se me lanzo encima y juntando sus labios con los míos empezó a besarme metiendo su lengua en mi boca moviéndola de un lado a otro mientras gemía de forma ahogada aquello me dejo en blanco sin saber que hacer, aunque su mano de improviso bajo hasta mi sexo y empezó a agarrarlo con fuerza mientras lo masajeaba, podía sentir su presión fuerte pero muy agradable que hacia que la temperatura que me subía con rapidez.
─ ¿Pero que…?...─ no llegue siquiera a pronunciar una palabra puesto que su lengua seguía moviéndose en mi boca juntándose con la mía en una danza lujuriosa y húmeda.
Y tal como había empezado se detuvo y se agacho poniéndome las manos en el pantalón desabrochándome el botón.
─ No, para, esto no esta bien…¿pero que demonios te esta pasando…?...─ pregunte con algo de miedo mi mente estaba en blanco sin saber que hacer mientras que ella me guiñaba un ojo y empezaba a desabrocharse la blusa mostrándome el sujetador de color blanco y con algunos encajes encima de las copas.
─ ¿No te gusto…?...─ pregunto la chica de forma lujuriosa mientras que sus manos iban a la parte de atrás del sujetador para desabrocharlo.
─ Joder!...─ exclame viendo lo que estaba haciendo que enseguida cerré la puerta detrás de mi mientras notaba como mi corazón latía con fuerza y mi respiración estaba alterada.
Escuche como la chica golpeaba en la puerta una y otra vez intentando abrirla, no podía más que salir corriendo y encontrar otro sitio para esconderme o salir de allí cuanto antes.
No pude ni siquiera mirar si había alguien fuera sencillamente salí corriendo hacia el recreo para intentar de nuevo saltar por encima de la puerta.
─ ¿Pero que demonios esta pasando…?...─ pregunte mientras corría hacia el patio por suerte no llegue a encontrarme con nadie, baje las escaleras y abrí las puertas metálicas para ir al almacén de gimnasia y quedarme allí por unos minutos tranquilizándome.
Abrí la puerta metálica y entre escondiéndome entre lo que había allí, por el lugar había varios conos, balones medicinales incluso un potro el sitio era bastante estrecho y no había iluminación alguna.
─ ¿Pero que esta pasando…?...cálmate, cálmate…─ respeta una y otra vez mientras mi corazón se calmaba poco a poco y mi sexo empezaba notar como bajaba.
Abrí la puerta mirando pro los alrededores esperando que no hubiera nadie, por suerte aun quedaba algo para que terminara el periodo y diesen la salida.
Abandone el lugar temeroso esperando no encontrarme con otra loca, avance hacia el lugar que antes había usado para salir.
Una vez estuve delante di un salto como la otra vez para abandonar el lugar pero esta vez parecía que no podía hacerlo ni siquiera llegaba a la mitad de las puertas era como si algo me estuviera reteniendo en el sitio.
Acerque la mano al candado y nada mas posarla encima de la cadena note como una especie de calambrazo que sacudió mi mano.
─ Joder!...─ exclame al sentir el latigazo de dolor aunque me quede extrañado sin saber que decir.
─ Genial…esto es genial…y ahora como salgo…─ dije pensando que tenia que encontrar una solución puesto que no podía salir con el resto de los alumnos.
─ Ángela claro…─ dije pensando que podría ayudarme a salir del instituto, saque le móvil y empecé a enviarle un mensaje.
Mientras tecleaba escuche como un profesor entraba en el recinto para realizar la clase de gimnasia en ese momento no sabia donde esconderme solo estaba el almacén de gimnasia esperando que no entraran a tomar nada.
Corrí hacia este nada mas llegar me oculte en un rincón detrás del potro mientras seguía tecleando enviándole un mensaje.
En eso escuche como el profesor daba algunas indicaciones para que empezaran a correr por el lugar mientras que por mi parte esperaba el mensaje de Ángela miraba por la puerta que tenia entre abierta esperando que no entraran a tomar algo.
Lo que me extraño es que cada vez que las chicas pasaban cerca del almacén miraban hacia este de manera fija.
─ Genial esto es estupendo…─ dije mientras cerraba la puerta y volvía a mi escondite esperando el mensaje de Ángela.
No sabia que hacer Deusto que cada vez que las chicas pasaban cerca del almacén de gimnasia se quedaban mirando.
Una de ellas se acerco a este y abrió la puerta me escondí mas acurrucándome detrás del potro de gimnasia esperando que no me viera.
Podía escuchar como andaba hacia donde estaba de reojo pude ver que tomo unos conos y enseguida salio del mismo pero antes estuvo en la puerta unos segundos como si estuviera buscando algo mas.
─ Venga date prisa…no tenemos todo el día…─ dijo al profesor alzando la voz dándole prisa.
─ Uf…─ respire aliviado mientras miraba la pantalla del móvil esperando el mensaje de Ángela.
La vibración del móvil hizo que me asustara pero lo tome con fuerza y mire la pantalla con intención.
─ Iré a por ti…en cuanto acaben las clases…espérame ahí…─ ley en la pantalla del móvil con atención.
─ Genial…esto es estupendo…─ dije susurrando mientras seguía escuchando a la gente correr en la pista.
El profesor daba ordenes para hacer los ejercicios, de mientras no pude mas que revisar el móvil y hacerme algunas fotos para sacar pruebas pero todas salían corruptas aquello era sorprendente.
Pero mientras estaba haciendo eso de repente las voces tanto del profesor como de los alumnos se acallaron de improviso.
Aquello me hizo que me extrañara, me acerque lentamente hacia la puerta metálica todo estaba en silencio completamente.
Saque la cabeza y empecé a mirar hacia todas partes ni el profesor ni los alumnos estaban en la pista el edificio estaba iluminado pero el cielo estaba completamente oscuras como si fuera de noche.
─ Pero que coño…─ dije mientras salía de mi escondite lentamente y miraba la hora en el móvil, eran las dos de la tarde debería de ser de día.
Empecé a avanzar hacia la puerta metálica grande para saltar por encima como hice antes esperando salir de allí.
─ Venga no me falles…─ dije preparándome para el salto mientras flexionaba las piernas di un salto y esta vez pude saltar hasta que choqué con algo haciéndome caer de golpe.
Note como chocaba contra el suelo y me quede mirando al cielo pude ver como un resplandor rojo cubría el lugar como si fuera una cúpula protectora.
─ ¿Pero que demonios es esto…?...─ cuestione mientras miraba como el impacto se expandía por la cúpula desapareciendo en ondas, en eso mire el móvil para poder llamar, pero no había cobertura.
─ Esto es increíble… ¿pero que demonios esta pasando…?...─ cuestione esta vez pero con algo de miedo en la voz mientras veía que el móvil parecía estar muerto.
Alce la mirada mirando al edificio que parecía tétrico y amenazante, aquello hizo que tragara saliva con dificultad.
Mire hacia donde había luz en las ventanas hasta que observe como una sombra se paseaba por una de ellas caminando por uno de los pasillos del segundo piso.
─ Venga no tengas miedo, es solo un instituto nada mas…─ me dije intentando sacar valor de donde podía mientras me acercaba a las puertas dobles para entrar en el edificio de nuevo.
Al tocar el asidero de la puerta me entro un escalofrío que recorrió mi espalda haciéndome estremecer y empecé a dudar si entrar.
─ Venga tu puedes hacerlo…─ dije animándome y tome con fuerza el asidero de la puerta y empuje abriendo la puerta la diferencia de ambiente fue brutal.
El interior parecía como si engullera, sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo incluso mi corazón empezó a latir con fuerza el sitio estaba desierto no se escuchaba nada.
Mire hacia ambos lados pero no encontré a nadie parecía como si todos se hubieran evaporado en el aire.
─ Hola… ¿hay alguien…?...─ pregunte escuchando con atención pero no hubo respuesta alguno.
Avance por el pasillo principal de la planta baja mirando por los pasillos por si encontraba a alguien o si Ángela estaba en algún sitio.
Mientras paseaba por los pasillos desiertos abriendo las aulas para ver si alguien había dentro.
El miedo crecía en mi interior junto con el nerviosismo cuando estaba mirando escuche como unos pasos en la parte de arriba.
─ Menos mal hay alguien…─ dije mientras aceleraba el paso subiendo las escaleras para subir al primer piso esperando encontrarme con alguien.
Subí al piso de arriba y empecé a mirar por todos lados, esperando encontrarme con esa persona.
─ Hola…─ hable alzando un poco la voz esperando una respuesta pero solo hubo silencio.
─ ¿Estas por aquí…?...─ pregunte con miedo mientras seguía mirando por todas partes mientras estaba caminando por el sitio empecé a escuchar un ruido que provenía de uno de los pasillos.
Avance hasta este cuando llegue al pasillo avance hasta que llegue a una de las aulas pude ver como la puerta temblaba sin llegar a abrirse como si alguien estuviera intentando salir del aula.
No pude mas que tragar saliva con miedo en el cuerpo acerque mi mano que empezaba a temblar cuando llegue al pomo esta se detuvo en seco.
─ No, esto no esta pasando…─ dije convenciéndome que todo era cosa de mi imaginación o que a lo mejor me había quedado dormido en el almacén y todo esto era un sueño.
─ Venga despierta, despierta…─ repetí una y otra vez mientras me golpeaba en la cara para poder despertarme pero todo seguía estando igual.
Ya comprobado que todo era real salí del pasillo y volví a escuchar unos pasos que provenían de otra parte de la planta.
Avance rápidamente para salir del pasillo cuando estuve afuera pude ver como una sombra que entraba en la sala de audio visuales y que la puerta se cerraba.
─ Al menos hay alguien…─ dije con la esperanza de encontrar alguien por algún lado y que al menos saliéramos de este lugar.
Al llegar abrí la puerta de la sala de audio visuales el sitio estaba completamente a oscuras busque el interruptor cuando lo encontré lo pulse varias veces pero no paso nada.
Mis ojos fueron acostumbrándose a la oscuridad hasta que por fin pude ver algo el sitio era bastante grande lleno de sillas por todos lados al frente de estas había un monitor y delante una mesa del profesor junto con una silla.
Mire hacia todas partes pero no encontré a quien había entrado en la sala, avance por esta lentamente mirando hacia todas partes aquello me hacia que mi estomago estuviera revuelto por el miedo.
Cuando mire en uno de los rincones pude ver a una figura humano idee de tamaño medio que estaba mirando hacia un rincón de la sala.
─ Al fin te encuentro…pensaba que no había nadie…─ dije mientras me acercaba a la persona que no se movía del lugar….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el ultimo capitulo de este año, ya volvere cuando pasen las navidades muchas gracias a todos y espero que os guste .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
PASADO OSCURO
Acerque mi mano lentamente mientras escuchaba su respiración aunque la figura era mucho más oscura de lo normal.
Podía sentir los latidos de mi corazón acelerándose y el nerviosismo que me invadía incluso mi mano me temblaba.
Cuando toque su hombro la figura oscura se deshizo en oscuridad aquello hizo que abriera los ojos como platos y retrocediera unos pasos mientras que le miedo me atenazaba.
─ ¿Pero que demonios…?...─ pregunte de forma retórica mientras seguía retrocediendo enseguida empecé a escuchar en esa sala susurros provenientes de todas partes.
En eso escuche como la televisión se encendía de forma repentina con la típica nieve cuando no encuentra ningún canal.
Me acerqué a esta y la apague pero casi al mismo tiempo volvió a encenderse, ande hacia el cable y enseguida pude ver que no estaba conectado a al enchufe.
─ Joder!...─ exclame mientras retrocedí un par de pasos mas y salí corriendo a toda prisa mientras que los susurros se seguían escuchando en la sala para cuando pude salir cerré la puerta tras de mi.
─ ¿Pero que esta pasando…?...─ pregunte confuso sin saber lo que estaba pasando pero en un momento note como las puertas de la clase empezaba a moverse como si alguien quisiera salir.
Me aparte unos pasos y obs4erve como se movía sin llegar a abrirse por completo, aquello hizo que me diera un escalofrió que me recorrió la espalda.
Me aleje de la puerta pero enseguida las luces empezaron a parpadear levemente mientras el ambiente se enrarecía aun mas, tome el móvil pero la pantalla estaba en negro y por mucho que la presionara no se encendía aquello cada vez era mas raro.
─ Joder con el móvil…cuando mas hace falta…─ dije mientras presionaba la pantalla y le daba algunos golpes para ver si se encendía.
Mientras continuaba con el móvil y mirando de reojo a la puerta que se había detenido al menos de momento empecé a escuchar susurros que provenían de las aulas.
─ Tengo que salir de aquí cuanto antes…─ comente mientras guardaba el móvil y empezaba a correr hacia la salida del edificio.
Para cuando llegue a las puertas empecé a moverlas con fuerza pero pareciera que estuvieran clavadas al suelo puesto que no pude moverlas ni unos centímetros.
Aquellos susurros parecían exaltarse cada vez mas y encima pareciera que alguien estuviera vigilándome desde algún lado mire hacia todas partes pero no había nadie.
El ambiente se hacia cada vez mas opresivo, empecé a andar hacia el patio pensando que podría salir por algún sitio aunque tuviera que escalar.
Pero al llegar alas puertas intente abrirlas pero no había forma estaban lo mismo que las de la entrada.
El nerviosismo me invadía y aquellos susurros parecían clavárseme en la mente, de pronto pensé en salir al exterior a través del ático aunque no pudiera bajar pero al menos abandonar aquella locura.
Avance hacia la escalera y comencé a subir a cada paso pareciera que los susurros estuvieran de tras de mi, por un momento mire un par de veces para convencerme de que no había nadie.
Para cuando llegue al ultimo piso solamente había oscuridad tarde un rato en que mis ojos se acostumbraran me extrañe bastante puesto que desde fuera lo había visto iluminado.
No sabia si seguir subiendo aunque bajar tampoco era una buena idea, pero ya que había llegado a este punto no podía detenerme y necesitaba salir.
─ Fue tu culpa!...─ exclamo una voz que parecía provenir del fondo de la estancia, haciéndome que el corazón se me acelerara.
─ ¿Quién ha dicho eso…?...─ pregunte mientras notaba como el sudor empezaba a resbalarme por la cara aunque casi no podía ver nada.
Enseguida pensé en sacar el móvil y exceder la linterna al menos tendría algo de luz, nerviosamente lo tome y pulse el botón de la linterna pero esta parpadeo un par de veces hasta que por fin pude iluminar algo el lugar.
─ Tu hiciste que nos mataran!...dijiste que éramos tus amigos!…te protegimos!…─ exclamaron varias voces que provenían de todas partes del lugar.
Avance varios pasos y enseguida note que alguien paso detrás de mi a toda velocidad como si fuera una ráfaga de viento nerviosamente me gire pero no había nadie.
─ Yo no os he hecho nada…no soy quien creéis…─ comente pensando que lo que decía haría que me dejaran en paz.
De pronto escuche unos sonidos extraños provenientes de encima mía, como pude trague saliva lentamente notando como me recorría la garganta.
Apunte con el móvil pero solo pude ver una sombra que huya de la luz parecía que era humana aunque no pude distinguirla claramente.
Tenía los nervios a flor de piel mientras seguía avanzando hacia el último tramo de las escaleras esperando salir afuera.
A cada paso podía escuchar susurros incluso algún grito proveniente de una de las aulas y sombras que parecían moverse a mí alrededor escapando de la luz del móvil.
Trague saliva de forma dificultosa, mientras mi cuerpo parecía que no quería avanzar algo me decía que debía de salir de allí cuanto antes.
Armándome de valor empecé a caminar deprisa mientras los susurros y los golpes en las aulas se sucedían.
Cuando apenas hube avanzado unos metros hacia la escalera escuche como unos pasos húmedos que se sucedían a mi espalda, no sabia si mirar o seguir caminando.
Gire la luz del móvil temblorosamente podía sentir le sudor deslizándose por mi cuerpo y como el corazón me latía con fuerza queriendo salir de mi pecho, me gire lentamente y apunte hacia atrás pero no había nadie el sitio permanecía en total oscuridad pero cuando la luz descendió al suelo pude ver unas huellas ensangrentadas que parecía que alguien estuviera siguiéndome.
─ Joder!...─ exclame viendo aquello en eso empecé acorrer sin mirar hacia ninguna parte con mi mente fija en la escalera cuando llegue a esta comencé a subir los peldaños rápidamente mientras casi respiraba con dificultad.
Al llegar a la puerta tome el tomo y empecé a moverlo nerviosamente pero la puerta no se abría pareciera que estuviera atascada o rota.
No sabia que hacer estaba asustado y nervioso y tampoco podía volver por donde había venido.
De repente empecé a escuchar las mismas pisadas que parecían subir las escaleras aquello hizo que mi corazón diera un vuelco no sabia lo que me iba a encontrar.
Apunte la luz por la escalera intentando averiguar quien estaba subiendo pero no veía a nadie para cuando el móvil apunto a un espacio pude ver como una sombra huya de la luz.
─ Mierda!...Mierda!...─ repetí una y otra vez mientras los pasos se aceleraban rápidamente.
Cerré los ojos y apunte con la luz del móvil hacia delante esperando que huyera, en un momento sentí como si alguien me tocara le brazo.
─ Aléjate, no te acerques…no te he hecho nada…─ dije con tono de miedo mientras me acurrucaba apuntando con el móvil.
─ Yuki…Yuki…deja de apuntarme con eso, ¿se puede saber que te pasa…?...me tenias preocupada…─ dijo una voz muy familiar en eso empecé a abrir los ojos lentamente esperando no encontrarme algo espantoso.
─ ¿Ángela eres tu…?... ¿Pero que…?...estaba en la parte de arriba en la puerta del ático…─ dije mientras miraba hacia todas partes de manera nerviosa y asustada parecía que no me había movido del lugar y seguí en el almacén de gimnasia.
─ Se puede saber que es lo que te pasa…me pides por mensaje que te espere fuera y después que estas en el almacén de gimnasia y no querías salir…─ dijo mientras me mostraba los mensajes en su móvil.
─ No se lo que me ha pasado…parecía que todo el mundo se había marchado y me había quedado solo en el instituto…y el lugar estaba embrujado…aparte una de las chicas casi se me tira encima…─ dije resumiendo de forma muy escueta mientras me levantaba y revisaba el móvil viendo los mensajes que había enviado, intente recordar lo que había escrito pero no me acordaba de nada.
─ Espera que una de las chicas ha intentado meterte mano…¿Quién era…?...además como no fuera una lesbiana…─ dijo Ángela mientras me miraba con interés lo que había dicho en eso me quede mirándola casi con desgana.
─ De todo l oque te he dicho, ¿lo único que sacas en claro es que me han metido mano?...Además no creo que fuera lesbiana por que aun tengo lo mío…bueno lo mío es una forma de decirlo…─ dije mientras me arreglaba un poco la ropa e intentaba salir de allí pero en ese momento Ángela tomo mi mano.
─ Espera un momento, como que tienes lo tuyo…eres una chica…─ dijo Ángela con cierto tono de interés al ver que le dije eso, enseguida empecé a pensar que fue una mala idea habérselo contado.
─ Mira olvida lo que te he dicho…lo que quiero es salir de aquí cuanto antes…y volver a mi cuerpo de nuevo…─ dije mientras de nuevo iniciaba el camino pero volví a sentir la mano como me apretaba y me detenía de nuevo.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunte mientras la miraba teniendo la cabeza agachada, parecía que estuviera avergonzada por algo.
─ Enséñamelo…por favor…─ dijo Ángela elevando la cabeza y con un brillo en sus ojos.
─ ¿Estas loca de eso nada…?...Por que narices te lo habré dicho…veámonos…─ volví a insistir de nuevo pero parecía que Ángela no me iba a soltar.
─ Venga por favor…enséñamelo…no te pediré nada mas…te lo prometo…es que nunca he visto a una mujer con eso de un hombre…vale si en Internet por que salen anuncios de spam pero en real nunca…─ dijo Ángela mostrándome un lado que nunca hubiera imaginado que tendría pero no me quedaba otra o lo hacia o no salíamos de allí y tenia mas ganas de salir que nada.
─ Muy bien…pero date prisa…─ comente mientras me bajaba los pantalones y se lo enseñaba al mirar hacia otro lado esperando axial saciar su curiosidad.
De pronto se hizo el silencio durante un buen rato no me atrevía ni a mirar peo no parecía que sucediera nada.
Al abrir los ojos pude ver a Ángela que estaba mirando mi sexo con interés puesta en cuclillas mitras parecía que le brillaban los ojos y estaba midiéndolo y con cara de asombro.
─ ¿Se puede saber que es lo que estas haciendo…?...se acabo…─ pregunte con tono de voz subido mientras decía que se había acabado.
─ Espera un poco es que me sorprende de verdad como narices puedes tener algo así…es increíble… ¿no te pesa ni nada…?...─ pregunto Ángela con interés mientras no parecía perder de ojo mi sexo en eso note sus dedos como se ponían por encima de mi sexo que este reacciono moviéndose un poco mientras notaba como las venas se hinchaban levemente.
─ ¿Qué haces…?...No la muevas…─ dijo Ángela con tono de enfado al ver lo que había pasado pero no había echo nada.
─ Yo no he hecho nada es algo inconsciente…no ha sido voluntario…─ dije protestando mientras seguía observando como no le perdía ojo.
─ Bueno será mejor que nos vayamos…─ dijo Ángela con cierto no pude verle las mejillas que las tenia enrojecidas por completo parecía un tomate junto que pareciera que estuviera sudando estaba muy acalorada.
─ Si será lo mejor…y de esto ni una palabra a nadie…─ dije como advertencia mientras Ángela enseguida pareciera que se le escapara una sonrisa.
─ La verdad que…no tienes por que avergonzarte pero tranquilo no se lo diré a nadie…─ dijo Ángela casi de forma seria mientras se tapaba la boca para que no se le escapara una sonrisa.
─ Ángela te lo digo en serio de esto ni una palabra…─ hable de forma seria mientras me subía los pantalones y salía de allí mirando hacia todos lados parecía que el lugar estaba despejado y el instituto no daba ya tanto miedo.
La tarde había llegado y ya no hacia tanto frío podía escucharse desde fuera el trafico y la gente como iba de un lugar a otro había una ligera brisa, pero mi corazón aun estaba latiendo con fuerza.
─ Que raro…─ dije mirando hacia todas partes que parecía que todo estaba normal pero lo que mas me extrañaba es que hubiera entrado en le instituto y ahora me encontraba en el mismo lugar, no sabia que pensar y si hubiera sido un sueño.
─ Venga…date prisa no tardaran en cerrar las puertas…─ comento Ángela y enseguida al escuchar eso acelere el paso para salir de ese lugar.
Al abrir las puertas del patio me quede mirando hacia todas partes con miedo pero todo estaba en orden y no había nada raro incluso aquel ambiente opresivo había desaparecido.
Avance con paso rápido hacia las puertas de salida en cuanto pise la calle mi cuerpo se transformo nuevamente haciéndome sentir mas aliviado.
─ Ufff…menos mal al fin…─ resople aliviado mientras me miraba las manos viendo que estaban normales como siempre.
─ Estas rarísimo…aun estas pálido…¿Me puedes contar que te ha pasado…?...─ pregunto Ángela mientras caminábamos hacia la parada del autobús.
Aunque no quería recordar lo que había pasado pareciera que todo había sido una pesadilla pero fue demasiado real.
─ Es mejor que no te cuente nada pensarías que estaría loco…─ respondí mientras nos deteníamos en la parada aunque no podía apartar la vista del instituto algo raro pasaba.
─ Sabes que te voy a dar la lata lo mismo que con ver eso…así que tu eliges…─ hablo Ángela como amenazándome, sabia que era una pesada cuando quería saber algo lo perseguía hasta conseguirlo.
Por suerte no me dio tiempo en ese momento llego el autobús, al entrar nos colocamos donde siempre en el final podía ver que no estaba muy lleno y enseguida Ángela hizo lo mismo mirándome fijamente esperando que empezara a contar.
─ Muy bien…─ hable casi de manera sentenciosa y empecé a contarle lo que había pasado mientras Ángela parecía escuchar con atención.
Al terminar de contárselo Ángela permanecía seria como si estuviera asimilándolo todo pero de pronto pude ver una sonrisa en su rostro.
─ Eso es imposible…eso si la historia esta muy bien inventada…─ dijo Ángela sonriendo quitándole hierro al asunto.
─ Tu crees que yo me inventaría eso…aun estoy temblando por lo que ha pasado…de verdad no quiero volver al instituto…─ comente pensando que se lo tomaba a risa, pero sabia que tarde o temprano los profesores llamarían a mis padres.
─ Pues creo que tendrás que asistir de alguna forma ya van un par de días que no apareces por clase, así que tú eliges…─ dijo Ángela mientras se levantaba para pulsar el botón de parada.
─ Que quieres que haga que entre transformado en esa cosa…no creo que ningún profesor se tragara lo que me esta pasando…─ dije pensando que eso seria una locura y mas para los profesores pensar que yo era esa persona.
─ Pues tu sabrás que hacer, venga es nuestra parada…─ dijo Ángela mientras el autobús se detenía, después de la conversación insulso me parecía pensándolo que yo estaba loco.
Bajamos del autobús en sin pronunciar una palabra una vez fuera note como el aire se hacia mas frió avance por las calles mirando al suelo sin decir nada.
─ Venga anímate…a pocas personas le pasa lo que a ti o a ninguna que yo conozca…─ dijo Ángela intentando animarme pero no sabia que hacer Deusto que cada día tenia que ir al instituto y no podía quedarme fuera y menos aun decírselo a mis padres puesto que no me creían.
Cuando llegue al edificio me despedí de Ángela y camine hacia la puerta de entrada una vez dentro tome el ascensor y llegue a casa.
Antes siquiera de abrir la puerta esta se abrió mi madre salia rápidamente como si pasara algo.
─ Yuki menos mal que estas en casa…esta noche te quedas solo…me ha surgido una urgencia…─ dijo mi madre de forma apresurada mientras miraba en el bolso para revisar que no le faltaba nada.
─ ¿Y papa…?...─ pregunte con algo de miedo en el tono de mi voz al saber que esa noche no estaría ella.
─ Llegara tarde…así que no te acuestes muy tarde…la cena la tienes en el microondas…─ dijo mi madre dándome un beso en la frente, esa situación me ponía incluso mas nervioso.
Entre en la casa y cerré detrás de mi con la llave aunque sabia que en casa estaría seguro aun tenia una mala sensación, rápidamente me mire en las manos para comprobar que seguía siendo yo mismo.
─ Relájate…tranquilo, ahora no estas en el instituto…─ dije para calmarme mientras miraba la casa vacía y en silencio.
Avance por la casa hasta llegar al salón me senté en el sofá y puse la televisión para que al menos hubiera algo de sonido
Me quede por un momento pasando canales puesto que no tenia nada de deberes, aunque no sabia que hacer mañana.
Empecé a pasar canales aunque no estaba relajado, permanecía atento a cualquier sonido que hubiera en la casa.
Aunque me había sentido así en la casa pero después de lo del instituto incluso pensé que esas cosas me habían seguido.
Después de un rato viendo la televisión me acerque al la cocina para encender el microondas y cenar.
Pero cuando estaba algo tranquilo esperando que la cena se terminase sonó el teléfono dándome un susto.
─ Joder!...cálmate…─ volví a decir acercándome al teléfono en eso lo tome y respondí como de costumbre pero enseguida escuche algo extraño.
─ Uuuuuhhhh…─ dijo una voz que me resultaba familiar pero que no entendía lo que decía.
─ ¿Ángela…?... ¿Eres tu…?...─ pregunte varias veces puesto que ese lamento me parecía que era ella.
─ Soy el fantasma del instituto…¿Te has asustado…?...─ pregunto Ángela con tono de broma, aquello me dejo frío.
─ Muy graciosa…te he dicho que todo lo que me ha pasado es verdad…seria incapaz de inventarme algo así…─ respondí seriamente casi estaba a punto de colgar el teléfono.
─ Vale tranquilo…solo era una broma…¿Te quería preguntar como estas…?...─ dijo Ángela intentando calmarme mientras podía escuchar como se reía por lo bajo.
─ Mi madre ha tenido que salir y mi padre no llegar hasta tarde así que ando solo en la casa…─ dije explicándome que es lo que pasaba.
─ Solo llamaba para saber como estabas pero ya que estas bien…te dejo tengo cosas que hacer…mañana te recojo a la misma hora aunque la verdad no se si podrás entrar en clase…adiós…─ dijo Ángela explicándome que vendría como siempre aunque tenia razón no sabría si entrar en el instituto o quedarme fuera.
Antes de que pudiera siquiera decir nada esta colgó el teléfono y escuche como el timbre del microondas saltaba avisándome.
Sin decir nada tome la cena y me dirigí hacia el salón para ver una película y al menos relajarme aunque sabia que por la noche tendría pesadillas.
Cene tranquilamente y me tumbe en sofá para relajarme mientras pasaba canales hasta encontrar algo que me gustase me dispuse a verlo tranquilamente.
Aunque poco a poco los ojos empezaron a cerrárseme lentamente no podía aguantar mucho lo que hizo que me despertara de golpe fue cuando el mando a distancia se me cayo de las manos.
Viendo que ya no podía aguantar mas apague la televisión y me dirigí hacia el cuarto de baño para cepillarme los dientes.
La casa se me hacia rara y extraña estando todo apagado era como en el instituto que pareciera que la oscuridad iba a engullirme.
Pensando así acelere para lavarme los dientes y meterme en la cama lo antes posible, quería que la noche pasase rápidamente.
Entre en mi cuarto y encendí la luz para preparar para mañana lo que tenia que llevar pero por mi mente pasaba lo de la transformación y no sabia que hacer, aunque si no acudía los profesores terminarían llamando a mis padres.
No sabia que hacer mientras estaba preparando el material, sin pensarlo mas me tumbe en la cama y me arrope hasta el cuello seguidamente apague la luz y por unos momentos me quede mirando hacia la ventana como la luz entraba por una farola cercana y escuchaba los sonidos del trafico y de la gente que aun paseaba por la calle.
Aun así tenia la cabeza echa un lío por lo que había pasado en el instituto y quien era la chica en la que me convertía.
Pero a pesar de los pensamientos poco a poco mis ojos se fueron cerrando solo esperaba no tener pesadillas.
Cuando hubo pasado unas horas me desperté de inmediato escuche un sonido proveniente del salón enseguida pensé que seria mi padre que ya había llegado.
Pero el sonido me era familiar era el de la nieve en la televisión cuando n ose encuentra ningún canal, con algo de miedo en el cuerpo.
Me quite las mantas y enseguida sentí el frío de la noche, puesto que tengo la ventana por la noche abierta.
La habitación estaba a oscuras a penas podía ver algo salvo por la luz que entraba por la ventana me puse las zapatillas y avance para el salón.
Tome el pomo de la puerta con cierto miedo y lo abrí lentamente pensando que me encontraría mi padre quizás dormido en el sofá frente a la televisión o que mi madre había regresado.
Al salir de la habitación pude ver el brillo de la televisión que estaba encendida pero la habitación permanecía a oscuras y no había nadie en el sofá aquello hizo que un escalofrío me recorriera la espalda.
Pensé que mis padres habrían llegado así que me dirigí hacia su habitación y acerque el oído para no entrar si estaban haciendo algo pero al no escuchar nada llame a la puerta un par de veces pero nadie respondió.
Tome el pomo y abrí la puerta lentamente y contemple la habitación vacía y a oscuras, la cama estaba echa.
Volví a cerrar la puerta y me dirigí hacia la televisión para apagarla cuando llegue justo delante de ella trague saliva y acerque la mano lentamente y algo temblorosa, notaba como si alguien me estuviera observando.
Gire la cabeza rápidamente pero no había nadie, ni tampoco se escuchaba nada, el piso estaba en silencio completo.
─ No hay nadie, estas solo…cálmate…─ dije para intentar clamarme y pensar de forma lógica, no es que creyera en estas cosas pero después de lo que me había ocurrido no era para menos.
Acerque nuevamente la mano pero cuando estaba a escasos centímetros del botón escuche una voz que provenía de detrás de mi.
─ Tu nos llevaste al infierno!...─ exclamo una voz que parecía proceder del mismo infierno, me gire varias veces para comprobar si había alguien pero la habitación seguía estando vacía.
Apague la televisión pero a los pocos segundos esta se encendió de nuevo, aquello hizo que el corazón me diera un vuelco, pensé en quitar el enchufe y viendo que se apagaba me quede tranquilo.
Me dirigí hacia mi habitación pero enseguida escuche el sonido de la nieve en la televisión me gire y la vi que se había conectado nuevamente.
Aquello hizo que el sudor frío me recorriera el cuerpo, no pude mas que salir corriendo hacia mi habitación y cerrar la puerta detrás de mi metiéndome en la cama y tapándome hasta arriba.
─ Todo esta en tu mente, todo esta en tu mente…─ dije con tono de miedo mientras casi temblaba debajo de las mantas.
De pronto escuche la puerta que se abría y los pasos de alguien que se acercaba a mi cama con miedo cerré los ojos esperando que todo fuese un sueño y me despertase de un momento a otro.
Pero todo lo contrario sentí como una mano agarraba las sabanas y tiraba de ellas para cuando abrí los ojos como platos con cara de miedo pude ver aliviado que era mi madre la que había llegado.
─ Cariño ya hemos llegado…siento haberte despertado…─ dijo mi madre con tono tranquilizador, aquello hizo que me relajara un poco y al menos pudiera conciliar el sueño.
─ No te preocupes…─ dije mientras me giraba calmado y me acurrucaba mas relajado sabiendo que había llegado.
Por suerte no había encendido la luz y no me había visto, si n ose hubiera preocupado mas.
El resto de la noche paso tranquilamente cuando escuche el despertador con su típico sonido.
─ Yuki levántate…Ángela vendrá ya mismo…─ dijo mi madre como todos los días como si fuera la segunda alarma.
Casi sin ganas y sin saber que hacer me levante y rápidamente salí de la habitación el olor a café y a tostadas me llego como de costumbre, entre en el cuarto baño para darme una ducha.
Entre en el baño, la habitación estaba fría y aun era de noche en las calles, pero podía escucharse que el trafico ya era algo denso junto con los sonidos de los vecinos que ya se levantaban.
Abrí el grifo y me metí debajo del agua caliente para despejarme estuve un buen rato intentando calmarme de lo que había pasado por la noche pero sabia que eso no lo olvidaría en un buen tiempo.
Aunque le problema era ahora si ir al instituto o quedarme fuera, puesto que no había que hacer.
Una vez me hube duchado tome la toalla y me la coloque en la cintura saliendo del baño y dirigiéndome a mi habitación.
─ Auki aun estas así…venga date prisa…─ refunfuño mi madre aligerándome mientras veía como mi padre tomaba un sorbo de café y una tostada y le daba un beso, seguidamente salía a toda velocidad de la casa.
Sin pensarlo mas me dirigí hacia la habitación y empecé tomar unos pantalones vaqueros y una camiseta de color negra, me coloque unzas zapatillas de deporte y una chaqueta vaquera.
En cuanto tome lo que necesitaba para el día sonó el timbre, Ángela ya estaba esperándome.
Al salir de la habitación mi madre me dio el dinero para comprarme algo para el desayuno.
─ Y nada de bromas esta vez…si me llama otra vez el profesor tu y yo la vamos a tener… ¿entiendes…?...─ pregunto mi madre con voz amenazante mientras me quedaba mirándola por unos instantes.
─ ¿Se puede saber que esperas…?...venga date prisa…─ cuestiono mi madre aligerándome el paso.
Preferí no esperar más así que abrí la puerta y allí estaba Ángela como todos los días.
─ ¿Te encuentras bien…?...estas paliducho…no habrá sido por la broma de anoche…─ comento Ángela casi sonriendo por la broma entupida que había echo.
─ No es por eso…anoche me ocurrió otra cosa mas…─ dije con cierto miedo en la voz puesto que no quería recordarlo pero Ángela no pararía de insistir hasta que se lo contase.
─ ¿Qué sucedió…?...Cuenta, cuenta…─ cuestiono Ángela con curiosidad y también con ganas de cotilleo.
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno al fin he vuelto aqui os dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
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Mazoku
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SORPRESA DE INSTITUTO I
Cada vez que decía eso me daba un escalofrío y no tenia mas remedio que contárselo, apreté le botón para llamar al ascensor mientras empecé a resumirle lo que me había pasado por la noche Ángela entretanto no perdía detalle.
─ Pues eso es lo que ha pasado…─ dije resumiéndoselo, en cuanto hube acabado el ascensor había llegado y entramos, Ángela no parecía decir nada solo estaba pensativa.
─ Bueno… ¿Qué piensas…?...─ pregunte con preocupación esperando su respuesta mientras entrábamos en el ascensor.
Hasta que bajamos no dijo ni una sola palabra y aquello me empezaba a preocupar.
─ ¿Tu estas seguro…que no te quedaste con la televisión encendida…?...─ cuestiono Ángela con cierto tono de broma en su voz mientras podía verle una sonrisa.
─ Mejor no haberte contado nada…─ respondí con enfado en mi voz mientras salíamos del ascensor y aceleraba el paso.
─ Es que parece que es eso…recuerda los fantasmas no existen…y todo esta en tu mente…eso si para un libro tienes historia…─ hablo Ángela casi riéndose de lo que le había contado.
Al salir note como el aire frío me golpeaba y el sol apenas estaba saliendo había algunas nubes en el cielo y el tráfico ya estaba alto, la gente caminaba de un lugar a otro y no sabia que hacer al llegar al insitito si entrar o quedarme fuera.
Caminamos hacia la parada del autobús y me quede pensativo mientras veía a Ángela que parecía distraída.
─ ¿Qué vas a hacer hoy…?... ¿entraras…?...─ cuestiono Ángela mientras miraba por si venia el autobús.
─ No lo se la verdad…─ respondí pensativo mientras me perdía en si entrar o no hacerlo puesto que si no lo hacia los profesores no tardarían en llamar a mis padres.
Pasados unos segundos el autobús vino y entramos sentándonos al fondo como de costumbre mientras miraba por la ventana pensativo en lo que iba a hacer.
Ángela por su parte estaba distraída con los libros repasando unas lecciones al parecer tenia exámenes.
─ ¿Tienes algún examen…?...─ pregunte para romper el incomodo silencio que parecía que había.
─ Si…uno por la mañana…─ respondió Ángela de manera seca sin apartar la mirada de los libros.
Por mi parte seguía perdido en mis pensamientos y mirando el típico paisaje de costumbre.
Cuando estábamos a punto de llegar toque le botón de parada y me levante, Ángela cerro e libro y tomo la barra de seguridad.
Cuando el autobús se detuvo bajamos me estire por un momento tragando saliva con dificultad.
─ Bueno voy entrando…si te decides a entrar me avisas…─ hablo Ángela mientras aclaraba el paso para entrar.
Por mi parte trague saliva y me arme de valor para entrar, de momento pasaba por la parte exterior viendo a los demás alumnos de un lugar a otro o hablando entre ellos cuando llegue a la entrada me detuve por unos segundos.
─ Bueno vamos aya…─ dije sacando de tripas corazón atravesé la puerta y en cuanto lo hice me iré a las manos y estaban de color rojo inmediatamente había cambiado.
Enseguida pude notar las miradas de los alumnos clavándoseme y mas aun las chicas que parecían incluso que sus ojos tenían un brillo especial.
Acelere el paso mientras la gente me miraba extrañada llegue a la taquilla y saque los libros y puse otros dentro enseguida me dirigí hacia la clase y entre sentándome al final y poniendo un libro delante mía para taparme la cara mientras le profesor venia.
Los pupitres empezaron a llenarse sobre todo a mi alrededor baje el libro por un momento y solo pude ver chicas a mi alrededor mientras los chicos me miraban extrañados pero sin decirme nada.
Podía escuchar los cuchicheos de la clase mientras de momento seguí mirando a los libros.
Enseguida este cayó en la mesa y pude ver a una de las chicas mirándome con ojos casi lujuriosos con interés.
─ ¿Eres nueva…?...─ pregunto la chica mientras permanecía atenta sin perder detalle podía casi ver como se relamía los labios.
─ Mas o menos…─ dije con la voz cambiada puesto que las chicas nunca antes me habían icho nada parecía pasar desapercibido.
Enseguida pude ver como varias mas se me acercaron y enseguida note una mano en la pernera de mi pantalón que empezaba a acariciarme la pierna de manera suave.
Aquello hizo que me pusiera más nervioso no sabia que hacer, pero intente mantener la calma.
─ ¿De donde eres…?...─ pregunto una de las chicas de forma casi erótica mientras me miraba fijamente y seguía acariciándome la pierna.
─ Vivo cerca…─ respondí mientras tragaba algo de saliva notando como su mano empezaba a subir lentamente hacia mi sexo pero cuando estuvo a pocos centímetros de este, el profesor entro haciendo que los alumnos se sentaran en sus lugares.
Aunque estuvieran sentados en su lugar las chicas aun no dejaban de mirarme de reojo incluso una de ellas me aprecio que me guiñaba aquello era sorprendente puesto que nunca había tenido éxito con las chicas me consideraban como un amigo nada mas.
Pero ahora mas que nunca podía sentir la mirada de los chicos clavándoseme encima con rabia, venia sus miradas llenas de odio.
Enseguida el profesor empezó a pasar lista, pero de momento no se había dado cuenta de que estaba allí.
─ ¿Yuki…?...─ pregunto el profesor enseguida levante la mano para que supiera que estaba allí pero en cuanto me vio su rostro cambio de golpe.
─ Presente…─ respondí con tono de timidez mientras seguía mirando hacia la mesa.
─ Perdón señorita…usted no es Yuki… levante su rostro por favor…─ hablo el profesor mientras sentía como me miraba lentamente empecé a levantar la cara y en cuanto me vio parecía que el terror le atenazo.
─ Usted no es Yuki… ¿Quién es…?...─ cuestiono el profesor con tono de miedo mientras no dejaba de mirarme.
─ Si soy yo…Yuki…solo que he cambiado algo…─ comente intentando hacer que se lo creyera aunque era la verdad.
─ Por favor salga de clase antes de que llame a la policía…─ comento el profesor mientras metía la mano en su bolsillo, en eso no pude hacer nada mas que salir del aula mientras los demás me sacaban fotos con el móvil.
Salí de clases a toda velocidad hasta que llegue al servicio y me metí dentro de uno de los cubículos para pensar un poco.
─ Joder!...joder…joder…─ exclame girándome de golpe y dando un puñetazo a la pared que hizo que los azulejos se rompiesen dejando la marca del golpe.
Por un segundo me quede mirándome la mano no tenia ni un rasguño y donde había pegado el golpe estaba completamente destrozado.
Enseguida escuche como unas chicas entraron en el baño aun no entendía por que siempre terminaba en el cuarto de baño de las chicas.
Empecé a escuchar como hablaban de mí y después de un rato salieron, pude respirar aliviado pero enseguida de nuevo se volvió a abrir la puerta de entrada.
Me quede en silencio y con los pies subidos para que pensara que no había nadie pero no se como empezó a llamar a la puerta varias veces.
─ No te preocupes puedes abrir…se han ido…─ dijo una voz de chica mientras seguía golpeando en la puerta.
Estuve unos segundos en silencio sin saber que hacer pero pensé que no habría problema puesto que también era una chica.
─ Lo siento…es que no tengo un aspecto muy normal…─ dije mientras abría la puerta lentamente esperando que saliera corriendo al verme.
En cuanto la puerta estuvo abierta la chica se me quedo mirando por unos segundos de arriba abajo y después de eso me levanto la cabeza poniendo la mano en la barbilla.
─ A mi me pareces preciosa…─ dijo la chica en eso me que sorprendida sin saber que decir viendo como ella se relamía los labios de forma lujuriosa.
Pero no todo término en eso me empujo hacia el cubículo y empezó a besarme con fuerza mientras me abrazaba igualmente, podía sentir el calor de sus labios sobre los míos como se movían casi al unísono, seguidamente introdujo su lengua en mi boca casi forzando su abertura y empezó a moverla junto a la mía de manera violenta.
Podía escuchar sus gemidos apagados como se sucedía una y otra vez intente separarla pero parecía pegada a mi cuerpo.
Aquello era como una competición para ver quien de los dos aguantaba mas, las lenguas no dejaban de moverse en una danza húmeda y caliente hasta que por fin se separo.
─ ¿Pero que has hecho…?...─ pregunte con tono de sorpresa mientras veía como ella se relamía la saliva que le quedaba en sus labios.
─ Esto no ha hecho mas que empezar…─ dijo la chica de forma lujuriosa y enseguida empezó a desnudarse hasta quedarse con unas medias de color negro pude ver su sexo mientras esta empezaba a pasarse las manos pro sus pechos moviéndose lentamente seguidamente por los pezones que empezaron a subir podía escuchar sus gemidos apagados y como se relamía los labios mientras que una de sus manos empezaba a bajar hasta su sexo.
─ Estas cometiendo un error es mejor que te vistas…─ dije de manera nerviosa mientras intentaba apartar la vista de sus pechos y su sexo.
─ Tu cuerpo es mas honesto que tu…─ dijo mientras no apartaba la vista de mi sexo y empezaba a relamerse.
Mire lentamente hacia mi sexo y pude ver que había un bulto bastante considerable en mi pantalón que parecía que incluso estaba forzando las costuras del mismo.
Incluso se marcaba en mi pierna podía sentir su calor y como empezaba a dar pequeños golpecitos como si quisiera salir.
─ No espera…esto es un error…─ dije mientras retrocedía unos pasos viendo que no podía hacer nada para bajarlo sentía su calor como poco a poco se iba contagiando mi cuerpo.
─ No te preocupes…tengo la solución para ese error…─ dijo la chica casi resbalándole las palabras de la boca y se acercaba cuando estuvo a mi altura enseguida se arrodillo y tomando la cremallera con la boca empezó a bajarla lentamente en eso metió la mano en el hueco y empezó a palpar, enseguida pude verle la cara de sorpresa.
─ Wooow…─ dijo la joven con sorpresa y enseguida los pechos que tenia empecé a notar como los pezones se ponían duros incluso casi me dolían.
Después de eso la chica saco la mano del pantalón y empezó a relamerse la mano con ansia.
Seguidamente abrió el pantalón y mi sexo se puso duro enseguida irguiéndose y dándole un pequeño golpe en el rostro de la chica que esta solamente sonrió.
─ Parece que tienes ganas…No te preocupes yo haré que este grandillón vuelva a dormirse…─ dijo la chica sin miedo, aunque pensé que lo que tenia no le cabria en su cuerpo y enseguida se acobardaría.
Sin miedo alguno lo tomo con ambas manos y empezó a pasarle la lengua de arriba abajo mientras notaba como algo salía del sexo un liquido transparente que resbalaba por el mismo pero la chica enseguida lo tomo con su lengua.
Cuando llego al glande empezó a lamerlo como si fuera un caramelo y rápidamente comenzó a subir y bajar sus manos a todo lo largo en eso notaba como las venas latían como si fueran un corazón.
─ Dios!...esto es increíble…─ exclame pero enseguida me tape la boca por si alguien entrara pero el placer empezó a inundarme notando como un latigazo como si fuera de electricidad recorría mi cuerpo.
Esta pasados unos segundos mientras mi cuerpo notaba como el calor me inundaba ola tras ola esta tomo el glande en su boca y empezó a engullirlo como si fuera una anaconda podía ver como llenaba su pequeña boca y empezaba a tragarlo hasta que note la garganta.
Aquello era maravilloso sentía todo el calor y la humedad de su boca y como la lengua intentaba lamerlo pero casi no había espacio.
Empezó a mover su cabeza bajando y subiéndola mientras le podía notar la garganta, la saliva empapaba todo mi sexo y el calor aumentaba.
Así estuvo unos segundos con los gemidos apagados mientras mi sexo llenaba su boca pero en un momento que ni siquiera entendí por que hice eso tome su cabeza entre mis manos.
─ Si lo haces…hazlo bien…─ dije casi con una voz que no reconocía era como si hubiera cambiado pro completo en ese momento….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
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SORPRESA DE INSTITUTO II
Le tome la cabeza entre mis manos apretando firmemente pero con suavidad al mismo tiempo, y la atraje hacia mi haciéndole que se tragara todo mi sexo de una vez haciendo que su cara chocase contra mi abdomen.
─ UUU…gulp…─ gesticulo mientras intentaba separarse, pero no deje que lo hiciera, sentí su garganta y como si sexo entraba mucho mas profundo dejando un bulto en su garganta que se marcaba con fuerza.
─ Eso esta mucho mejor…mmm…─ dije sonriendo mientras aguante por unos momentos en esa postura pude ver como los ojos de la chica se iban poniendo en blanco y poco a poco se iba quedando sin oxigeno.
Después de eso afloje la fuerza que mantenía sobre su cabeza y empecé a mover mi cuerpo entrando y sacando mi sexo de su boca sintiendo su calor y su humedad recorriéndolo.
La saliva resbalaba mientras seguía moviéndome a un ritmo tranquilo podía ver el rostro de la pobre chica que intentaba tomar aire de vez en cuando mientras el bulto en la garganta se marcaba una y otra vez.
Escuchaba sus gemidos apagados mientras se mezclaban con los míos en un momento note como algo se abrí paso a través de mi sexo haciendo que creciese un poco mas sentí como estaba a punto de eyacular en su boca en ese momento saque mi sexo rápidamente no quería que acabase tan pronto.
Nada mas que lo hice la chica bajo la cabeza y empezó a toser con fuerza pero en cuanto termino esta alzo la mirada y se me quedo mirando los ojos que tenia llorosos pero aun así conservaba ese brillo de lujuria en ellos.
─ Cof…cof…cof…cof…─ tosió la chica con fuerza mientras recuperaba el oxigeno en los pulmones y salía algo de saliva de su boca.
Mi cuerpo parecía que se movía solo por si mismo me acerque a esta y tomándola del brazo la levante y gire cuerpo en dirección hacia la pared del cubículo.
Parecía que la chica estaba casi sin fuerza me acerque a esta poniendo mi sexo contra su espalda esta empezó a jadear como si estuviera rogando por que la penetrara.
Tome con mis manos su trasero y me quede observándolo por un momento después mire mi sexo pero viendo como estaba lleno de saliva ni siquiera me entretuve a lubricarlo.
Su sexo tenía un color rosado precioso mientras que su clítoris estaba hinchado y de color rojizo en eso la entrada de su sexo no dejaba de abrirse y cerrarse.
─ Espero que estés preparada…─ comente mientras me pasaba la mano por mi sexo preparándome.
Restregué mi sexo un par de veces por la entrada del suyo mientras escuchaba sus gemidos apagados y mientras su cuerpo daba unos pequeños golpes.
Después de eso deje el glande en la entrada y poco a poco sin prisa alguna empecé a penetrarla lentamente sintiendo el calor y la humedad de su sexo y como la inundaba mientras ella se estremecía soltando gemidos.
Después de llevar la mitad pude ver en su abdomen como se formaba el bulto marcando mi sexo, pero aun así no me detuve seguí entrando en ella reclamando el espacio de su cuerpo para mi.
Cuando ya estaba casi todo en su interior note como algo hacia resistencia así que me detuve arquee un poco mi cuerpo y apreté con fuerza notando como la ultima barrera de su interior cedió de inmediato abriendo su útero y dejando entrar mi sexo marcándose en su cuerpo mas aun.
─ AAAAHHHH…─ gimió la chica con fuerza llenando el cuarto de baño con su placer en eso puse la mano en su boca esta me miro con cara algo asustada.
Solamente le sonreí y empecé a moverme lentamente entrando y saliendo de su interior marcándose el bulto en su cuerpo, sus gemidos empezaban a sucederse mientras notaba su aliento en mi mano.
Los gemidos se sucedían mientras yo empecé a moverme cada vez mas rápido mi sexo ya empezaba a resbalar por lo lubricado que tenía el suyo, los flujos resbalaban por la piel poniéndome aun más deseoso de que no acabara.
Podía ver como había una pequeña resistencia pero poco a poco se iba aflojando y ya podía entrar en su útero sintiendo la estrechez del mismo, podía escucharse el sonido de mi cuerpo chocando contra el suyo aquello me aprecia música celestial.
Mis gemidos hacían eco en el lugar mientras intentaba callarme por si entraba alguien en un momento note como su sexo se contraía con fuerza haciéndome saber que estaba a punto del orgasmo.
En eso me apoye en su espalda notando como mis pezones se aplastaban dándome un pequeño dolor que era estupendo en combinación con lo que estaba sintiendo.
Col oque mi mano en su sexo y note como el mío entraba y salía de ella cada vez con mas fuerza subí un poco y note su clítoris que parecía latir al ritmo de mis embestidas.
En eso puse la mano encima y empecé a moverla con fuerza en eso sus gemidos se intensificaron con fuerza no sabia que hacer parecía estar loca por el placer.
Aumente los empujones pero esta vez con otro ritmo sentía como mi sexo se agrandaba y quería que sintiera mi semen en el interior de su cuerpo lo mas profundo.
Cuando di el ultimo empujo su cuerpo pareció reaccionar al unísono conmigo haciendo que se arqueara su espalda mientras que sentí una gran bocanada en mi mano y como intentaba gritar con fuerza.
En esa embestida una riada caliente y espesa empezó a salir por mi sexo mientras notaba como mi mano se mojaba con fuerza por su orgasmo ambos gritamos con fuerza mientras sentía la presión de las paredes de su sexo apretar todo lo que podía, pero poco a poco su abdomen empezaba a llenarse con fuerza, mi sexo parecía que no quería detenerse, mientras que el placer nos invadía.
Me abrace a ella impidiendo que se moviera junto con mi peso mientras su abdomen seguía subiendo en ese momento pareció que se rebosara de donde estaba apoyada su cuerpo parecía que era un trapo.
Por suerte pude atraparla a tiempo dejándola lentamente sobre el water mientras su cuerpo convulsionaba y su sexo soltaba pequeños chorros de semen que dejaba charcos en el suelo.
Mi sexo no dejaba de soltar semen aun y seguía estando erecto no sabia que hacer puesto que así tampoco podía abandonar el lugar.
Empecé a pasarme la mano por el sexo notando las venas como palpitaban con fuerza y mi mente empezaba a jugar con ella de nuevo pero estaba inconsciente y sabio perfectamente que yo no era de esa forma.
─ Lo siento…─ dije disculpándome mientras me relamía los labios en eso me acerqué a ella y tomándola de nuevo la levante como si fuera una pluma y seguidamente me senté después de eso la fui bajando poco a poco haciendo que mi sexo entrara de nuevo en ella.
Su rostro estaba desencajado, los ojos estaban en blanco mientras su lengua estaba fuera de su boca y aun estaba jadeando.
Al introducirla en su cuerpo pude notar mi semen mezclado con sus flujos que aun estaban calientes.
Seguí bajando su cuerpo mientras el semen salía de su cuerpo a chorros y su abdomen empezaba a moverse de manera abotargada.
No dude mas y le puse los pies sobre mis piernas y empecé a moverme deprisa esta vez su interior estaba dilatado era como si tuviera un guante en mi sexo cubriéndolo.
Empecé a dar embestidas cada vez con mas fuerza mientras el placer me invadía y empezaba a gemir por su parte la pobre chica soltaba pequeños gemidos apagados, mis embistes eran cada vez mas fuertes contra su cuerpo semiconsciente.
Acelere mis embistes entrando en su útero inundado hasta que por fin sentí como un latigazo en mi espalda y en mi sexo que parecía ponerse mas grande mientras que el cuerpo de ella no dejaba de soltar semen y flujos de su cuerpo que caían al suelo.
Cuando note que ya estaba a punto apreté su cuerpo contra el mío con fuerza chocando ambos cuerpos sudorosos mientras mi sexo empezaba a soltar de nuevo otra riada de semen que su cuerpo ya no era capaz de contener haciendo que cayera al suelo mientras que la chica, se desmayo por completo.
Estuve durante un par de minutos de esa forma hasta que por fin saque mi sexo de su cuerpo viendo que estaba inconsciente y su cuerpo no dejaba de dar pequeños movimientos y su sexo esta vez soltaba chorros de semen pero su abdomen no descendía.
Por fin pude ver como mi sexo empezaba a bajar lentamente, aquello fue como si recuperara el control de mi mismo, sabia lo que había pasado pero estaba convencido de que no era yo mismo.
─ Joder!...joder… ¿Qué hago…?...─ pregunte de manera nerviosa mientras veía su cuerpo agotado e inconciente sentada sobre el water.
Tome su ropa que estaba manchada de semen y empecé a vestirla como pude cuando lo hube echo, salí del cubículo y me acerque al lavabo, echándome agua en la cara.
Por un instante me quede mirando me en el espejo no reconocía quien era ni por que incluso había echo eso.
Mientras estaba distraído mirándome el rostro escuche como la puerta se abría y dos chicas se me quedaron mirando desde la puerta, aunque la sorpresa cambio rápidamente a ojos brillantes y llenos de lujuria.
─ No otra vez no…─ dije negándolo y saliendo rápidamente por la puerta saliendo hacia el patio donde hacían gimnasia por si podía escaparme de nuevo.
Por suerte los pasillos estaban desiertos y no había nadie, la mañana ya estaba empezada cuando llegue a las puertas las abrí por suerte no había ningún profesos dando clases.
Me acerqué de nuevo hacia la puerta y me quede un momento quieto pensando si salir de allí dando un brinco o quedarme.
─ Tengo que decírselo a Ángela lo que ha pasado…o no debería hacerlo…dios n ose que hacer y estoy segura que esas chicas ya la habrán descubierto… ¿Qué hago…?...─ dije preguntándome mientras paseaba de un lugar a otro dando vueltas delante de la puerta con las dudas en mi mente.
Hasta que pude ver a las dos chicas que entraron en el baño entrar por las puertas del patio, parecía que me estuvieran buscando.
─ Perfecto solo me faltaba esto… ¿se puede saber que les pasa a las chicas…?...─ pregunte de nuevo mientras corría hacia el almacén esperando que estuviera abierto para esconderme de nuevo.
Abrí la puerta y me escondí al fondo entre los conos. Y demás accesorios de gimnasia, mientras miraba por la rendija de la puerta viendo como se acercaban.
─ ¿Pero que pasa…?...Me están olfateando ¿o que…?...─ pregunte de nuevo viendo como pasaban por la puerta pero sin llegar a entrar.
El miedo se acrecentaba sin saber que hacer si entraran puesto que no tenía ningún sitio a donde salir.
Tome el móvil y le envié un mensaje a Ángela para que viniera a ayudarme y poder salir de allí.
Alos pocos segundos recibí la respuesta al parecer no podía puesto que estaba en clase y tenia que arreglármelas yo solo.
─ Genial…gracias por nada…─ dije murmurando mientras veía con descontento el mensaje que había enviado.
Mire por todas partes pensando en que podía hacer, al mirar hacia la rendija de la puerta pude ver que las chicas ya no estaban.
─ Ahora o nunca…─ comente con convicción y abandone el almacén en dirección hacia la puerta pero al hacerlo pude ver a las chicas que parecía que estuvieran esperándome cerca de la puerta.
─ Hola… ¿Qué tal…?...─ pregunto una de ellas mientras me guiñaba un ojo pensé que habían descubierto a la otra que estaba en el baño inconsciente pero no parecía importarles nada.
─ Hola…─ dije de manera nerviosa mientras las saludaba con la mano en eso acelere el paso sin decirles nada mas.
─ Espera un momento…─ dijo una de ellas mientras aceleraba el paso hacia la puerta y dar el salto para quitármelas de encima cuanto antes, lo que había echo no podía volver a ocurrir.
Cuando estuve cerca de la puerta me agache un poco tomando impulso y de un brinco salí del lugar nada mas que lo hube abandonado me volví a convertir en mi mismo, me mire las manos y respire aliviado.
─ Menos mal…─ dije mientras me venia las manos que habían recuperado su aspecto y las personas que pasaban se me quedaban mirando extrañadas.
Corrí hacia el parque que había delante del instituto para esperar a que diese la señal de recreo y poder hablar con Ángela.
Me senté en uno de los bancos y me puse a mirar como la gente pasaba u otros hacían footing, la espera fue algo larga hasta que escuche como daban la señal de salida.
─ ¿Dónde estas…?...─ pregunto Ángela enviándome un mensaje, enseguida le respondí para que saliera.
Pasados unos minutos pude ver como Ángela se acercaba con un bocadillo en su mano, y enseguida se sentó a mi lado mirándome extrañada.
─ ¿Sabes que han encontrado una chica inconsciente y llena de semen por su cuerpo en el lavabo de las chicas…?...─ pregunto Ángela con cara de sorpresa pero al mismo tiempo de acusación mientras me miraba con sospecha.
─ ¿En serio…?...─ cuestione con un tono algo extraño mientras miraba al suelo sin llegar a mirarle a los ojos.
─ ¿No me jodas…?...has sido tu!...joder!...¿Pero como has podido…?...─ pregunto una y otra vez con cara de sorpresa mientras me miraba de forma acusatoria.
─ Haber salí de la clase…entre en el cuarto de baño y ella parecía que me seguía y nada mas salir del cubículo se me lanzo…no sabia que hacer era como si mi cuerpo estuviera poseído por algo…─ respondí mientras notaba el calor en mis mejillas que cada vez parecía que era mas.
─ Pero has podido embarazarla o algo peor… ¿No pudiste haber salido corriendo…?...Tienes que controlarte…─ comento Ángela recriminándome lo que había echo, haciéndome sentir pero aun de lo que estaba.
─ ¿Tu me crees capaz de hacerle eso a una chica…?...si casi no puedo hablar con ellas tu eres la excepción por que nos criamos juntos…pero nada mas…─ dije mientras me defendía de las acusaciones pero no podía hacer nada.
─ Vamos que prácticamente se te lanzo al paquete…eso es imposible…─ dijo Ángela mientras seguía comiendo pero a lo poco pude ver como unas chicas del instituto se empezaban a acercar por le parque donde me encontraba.
─ Ahora lo vas a ver…ahí vienen tus amigas…─ comente mientras miraba como las chicas se acercaban mientras Ángela permanecía atenta.
─ Ángela, ¿te has enterado de la pobre chica…?...ha sido asqueroso…ojala pillen al que lo hizo…─ dijo una de ellas casi ni siquiera mirándome a la cara mientras Ángela me miraba de reojo.
─ Hola…─ dije casi tímidamente mientras las chicas hacían corrillo alrededor de Ángela.
─ Ah…hola…─ dijo la chica casi de manera despreciativa y enseguida volvió la mirada hacia Ángela parecía que fuera invisible.
─ Si ojala lo detengan…─ hablo Ángela mientras me seguía mirando de reojo viendo que las chicas parecían ni siquiera reaccionar a donde estaba.
─ ¿Te vienes…?...─ pregunto una de ellas creyendo que se estaba aburriendo.
─ Tengo que hablar con él…después nos vemos…─ respondió Ángela y enseguida las chicas se fueron en eso Ángela se me quedo mirándome molesta.
─ Si, ya veo que se te han lanzado un poco más y te las tiras aquí mismo…─ dijo Ángela mirándome de forma acusatoria.
─ Ahora no funciona por que no estoy transformado, te lo voy a demostrar vamos de nuevo adentro…─ comente con tono de enfado mientras la tomaba de la mano y casi tiraba de ella.
Ángela se levanto y comenzó a andar mientras parecía que ni siquiera tenia ganas pero al llegar a la entrada me quede como paralizado sin saber si entrar o no sabiendo l oque pasaría.
Podía ver el ambiente estaba algo tenso por lo que había pasado pero no parecía haber policía por ninguna parte en eso Ángela se me quedo mirándome desde la puerta con los brazos cruzados.
─ Vas a entrar…o te quedas fuera…no creo que tu madre este muy contenta con todas las veces que has faltado…─ dijo Ángela metiéndome aun mas presión de la que tenia, solo tenia en la mente l oque estaba pasando y si volvía a pasar.
Reuniendo el valor que podía avance hacia las puertas y enseguida nada mas atravesar la entrada mi cuerpo de nuevo se transformo la gente se me quedo mirando extrañada mientras podía ver como las chicas me miraban con deseo y lujuria en sus ojos incluso podía ver como algunas me guiñaban.
─ Ves lo que te he dicho…─ dije confirmándole lo que estaba pasando mientras que Ángela se queda un poco extrañada y confusa al ver que las chicas me guiñaban o alguna que otra se repasaba los labios con la lengua mientras que los chicos parecían mirarme con cierto enfado.
─ Mas vale que tengas cuidado…─ dijo Ángela mientras seguíamos andando hasta que sonó la sirena haciendo que la gente empezara a caminar mas rápido de un lugar a otro.
Aunque las chicas parecían que me estuvieran siguiendo hacia donde iba, enseguida Ángela se detuvo en seco.
─ Venga que ha sonado la sirena cada una a su clase…─ dijo Angla mientras alzaba algo la voz y hacia que las chicas salieran de aquel especie de trance.
Todas reaccionaron a lo que dijo Ángela pero algunas le miraron con cara de pocos amigos pero enseguida se disolvió el corrillo.
─ No se que hacer…ni siquiera los profesores me reconocen…─ dije protestando puesto que no podía entrar en la clase y decir que era yo.
─ Tengo que irme la clase empieza mas vale que pienses que hacer…no te voy a poder cubrir siempre…─ comento Ángela y enseguida salio corriendo hacia su taquilla para recoger los libros mientras que me quedaba en el pasillo sin saber que hacer.
─ Venga animo!...─ exclame dándome animo y enseguida entre mientras miraba que había ciertos alumnos estos se me quedaron mirando con confusión mientras bajaba la cabeza y me sentaba cerca de la ventana.
Estuve un buen rato mirando por la ventana esperando que entrara el profesor y empezara la clase del segundo periodo del instituto.
Pero unos minutos antes las chicas de la clase entraron y se me quedaron mirando extrañadas, pero enseguida sin esperar mucho se me sentaron de nuevo al lado.
─ Nos vemos de nuevo…─ dijo una de ellas mientras me guiñaba un ojo de nuevo otra sin embargo me puso el pie en mi sexo y empezó a moverlo suavemente podía sentir como este empezó de nuevo a reaccionar dando pequeños golpecitos.
No sabia que hacer el placer empezaba a invadirme pero esta vez estaba en plena clase y tampoco quería hacerlo.
Pero sin embargo otra de ellas me puso la mano encima de mi sexo sin embargo al notar el pie de la otra estas se miraron como si estuvieran enfadadas.
─ Eres una zorra…─ le dijo la chica a la otra con tono de enfado mientras se miraban con enfado.
Sin embargo antes de que empezaran a pelearse entro el profesor disolviendo el corrillo mientras una de ellas me guiñaba con lujuria.
─ Joder!...esto no puede seguir así…─ dije sofocado mientras me acercaba mas a la ventana para que me diera el fresco e intentaba pensar en otra cosa.
Mientras estaba calmándome un poco note un silencio incomodo en la clase así que me gire y pude ver la profesor mirándome extrañado.
─ ¿Quién es usted…?...─ pregunto el profesor con tono de confusión mientras no podía apartar la mirada.
─ Soy Yuki…uno de sus alumnos…─ dije de nuevo con miedo en el cuerpo entre tanto el profesor empezó a repasar la lista de alumnos.
─ Eso es imposible…usted no es Yuki… ¿Quién es usted…?...si no pertenece a esta clase mas vale que vaya saliendo…─ comento el profesor de manera amenazante mientras me miraba sin apartar la vista.
─ Se lo prometo soy Yuki…─ dije casi rogándoselo pero el profesor saco el móvil y empezó a pasar la mano en eso sin mencionar palabra salí de la clase a toda prisa, no sabia que hacer estaba desesperado.
─ Genial!...─ exclame mientras andaba a toda prisa hacia el patio para poder esconderme de nuevo en ese almacén de gimnasia.
Abrí las puertas metálicas y entre al patio por suerte no había nadie y entre rápidamente en el sitio esperando a que dieran la salida del siguiente periodo del instituto.
No sabia que hacer estaba echo un lío y encima no podía demostrárselo a mi madre y que me creyese.
Estuve mirando el móvil mirando y buscando cosas similares pero no aparecía nada extraño así que mire algo del instituto o sobre el terreno que estaba puesto y al verlo me lleve una gran sorpresa.
Al parecer el instituto estaba colocado sobre un antiguo edificio que estaba destinado a caza de brujas, aquello me dejo un poco traspuesto perotodo lo que estaba sucediendo ya empezaba a encajar.
El articulo describía como habían cazado a un demonio de piel roja que la parecer fue el único aparte de varias personas que fueron considerados brujos y fueron torturados hasta la muerte.
Aquello me dejo pensativo por unos instantes incluso despreocupándome de la chicas que estaban fuera buscándome.
Cuando leí todo el artículo aquello empezó a parecerme más verosímil pero no había ninguna foto de ese supuesto demonio pero la descripción me decía que era en lo que me había convertido.
─ Joder!...─ exclame alzando la voz pero en seguida me puse la mano en la boca puesto que pensé que me habían descubierto pero había un silencio poco usual afuera.
Abandone mi escondite lentamente hasta llegar a la puerta y mire por la rendija para mi sorpresa el cielo estaba completamente oscuro y no había ninguna estrella.
─ No me jodas otra vez…─ me queje nuevamente pensando que de nuevo había vuelto a ese escenario.
Las luces del instituto estaban encendidas pero n ose escuchaba nada y el ambiente era bastante frío en el patio.
Avance hacia el interior del edificio para estar un poco mas en claro en cuanto abrí las puertas de metal que separaban el patio del edificio estas parecían que se cerraron de golpe detrás de mí.
Me acerque a estas y empecé a moverlas para intentar abrirlas pero estas no cedieron ni un centímetro corrí hacia la puerta de salida pero tampoco hubo suerte parecía que me hubieran encerrado nuevamente.
─ Soy imbecil…─ dije con fuerza viendo que de nuevo estaba en la misma situación, esperaba que Ángela no siguiera en el edificio.
Anduve hacia la clase en la que se encontraba avanzando por los pasillos, aunque no había nadie aquello me hacia incluso mirar hacia atrás el ambiente era opresivo y pareciera que alguien me estuviera siguiendo.
Al llegar a la clase de Ángela mire por la ventana y la parecer estaba allí tumbada sobre la mesa durmiendo tranquila.
─ No debería de estar aquí…─ dije pensando en lo que me había pasado la primera vez, dude entre despertarla y dejarla durmiendo.
─ Tengo que despertarla…─ volví a decir entrando en la clase nada mas hacerlo sentí como si alguien entrase conmigo al girar la cabeza no había nadie solamente la puerta cerrándose lentamente.
Me acerque a Ángela y la zarandee lentamente intentando hacer que se despertara pero solo conseguí que se quejase para que la dejaran dormir.
─ Ángela despierta…venga vamos…─ dije mientras la zarandeaba pero Ángela seguía quejándose para que la dejara dormir.
─ Déjame cinco minutos mas…─ habló Ángela mientras se movía para seguir durmiendo.
─ Ángela despierta ya!...─ exclame con fuerza haciendo que esta se despertara y se quedara mirando hacia delante.
─ Estoy despierta… ¿Qué pasa…?...─ pregunto Ángela completamente confusa mientras miraba hacia todas parte extrañada hasta que se me quedo mirándome.
─ ¿Qué haces en mi clase…?... ¿y donde están todos…?... ¿Cuanto he dormido…?...─ pregunto varias veces mientras se centraba en lo que estaba viendo.
─ No se lo que esta pasando pero esto fue lo que me paso antes cuando me encontraste en el almacén, es como si estuviéramos en otro lugar pero siendo el mismo sitio…tenemos que salir de aquí cuanto antes… ─ respondí intentando explicarlo que estaba pasando pero parecía que seguía estando confusa.
─ Estas de broma… ¿Dónde están los demás…?...─ cuestiono nuevamente mirando hacia la puerta y en la clase pero no había nadie.
─ No hay nadie tenemos que salir cuanto antes veámonos, no creo que este sitio sea seguro para ninguno de los dos…─ respondí mientras la tomaba del brazo y salimos de la clase caminamos con paso vivo por el pasillo.
El sitio parecía que se nos cayera encima y para mas inri es como si estuviéramos escuchando pasos que nos estuviera siguiendo.
─ Estoy escuchando pasos…lo mismo hay alguien mas…─ dijo Ángela y en ese momento de un tirón me soltó la mano.
─ Espera…tenemos que salir…─ dije mientras veía como Ángela retrocedía por el pasillo hacia donde ella había escuchado los pasos.
Llego al final del pasillo y parece que enseguida se detuvo, dando unos pasos hacia atrás y con el miedo en su rostro.
Cuando hubo dado un par de pasos pude ver que caía al suelo mientras no podía apartar la mirada de enfrente.
─ Joder!...─ exclame y salí corriendo hacia donde estaba para cuando llegue a su lugar pude ver una figura humano idee que llevaba una camisa de fuerza hecha jirones y de un color blanco sucio, la cabeza bajada y era bastante alta, su pelo era muy largo y desaliñado tapándole la cara.
Sus pies estaban sangrando y a cada paso podía escuchar como sus huesos crujían aquello me dejo en shock por unos segundos.
Enseguida aquella figura alzo su mano señalándome quedándose así durante unos segundos.
─ Tu nos traicionaste!...─ exclamo la figura lazando la voz con un ton oque parecía salir del mismo infierno, alzo la cabeza y pude ver su rostro deformado y con un tono de piel pálido, sus ojos estaban vacíos solamente hacia oscuridad.
─ Dios!...Esto es un sueño…no esta ocurriendo…─ exclamo Ángela casi gritando mientras no podía apartar la vista de aquel ser.
La aparición dio un paso acercándose más pero decidí no quedarme allí tome a Ángela de la mano y tirando de ella, la arrastre unos centímetros haciendo que esta se levantara.
─ Los fantasmas no existen…los fantasmas no existen…─ repetía Ángela una y otra vez intentando convencerse de que lo que había visto no era real.
─ Lo mismo si se lo repites varias veces…desaparece…─ dije casi riéndome nerviosamente para llegar al puerta de salida cuanto antes.
Al llegar moví la puerta de manera nerviosa mientras veía como el pasillo pro donde habíamos venido empezaba a apagarse las luces mientras aquella cosa seguía avanzando lentamente.
─ Abre la puerta… ¿a que esperas…?...─ pregunto Ángela de manera nerviosa mientras seguía intentando hacerlo con todas mis fuerzas.
─ ¿Qué crees que estoy intentando…?...No se mueve…─ respondí mientras seguía pero aquello era imposible y aquel ser seguía acercándose.
─ Dijiste que nos ayudarías…─ dijo la aparición caminando hacia donde estábamos, no sabia lo que pasaría pero estaba seguro que nada bueno.
Cuando casi lo teníamos encima Ángela se puso detrás mía para protegerse pero en eso escuche como el sonido de un cristal rompiéndose como la puerta se abría de golpe lanzándonos a un par de metros por el suelo.
En eso para mi sorpresa pude ver a mi madre que había entrado vestida con un traje japonés de sacerdotisa.
─ ¿Mama…?...─ pregunte para mi extrañeza viendo que era ella en eso se me quedo mirando con una expresión que incluso congelaba el alma.
─ Desaparece demonio…─ dijo mi madre haciendo unos símbolos extraños con sus manos y enseguida me señalo pude ver como una luz blanquecina se formaba en ella….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias. .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
MI MADRE SACERDOTISA
─ Mama que soy yo…─ dije sorprendido y con miedo al mismo tiempo y enseguida me moví viendo como una esfera impactaba en donde estaba.
─ Soy yo…para…─ dije de nuevo y sin mediar palabra abrió la mano y empezó a formarse de nuevo una luz blanquecina, pero antes siquiera que pudiera lanzar esa energía Ángela se lanzo por ella derribándola al suelo y dándome tiempo.
─ Corre…yo se lo explicare…─ dijo Ángela mientras mi madre podía ver la cara de sorpresa al ver lo que estaba pasando pero rápidamente se puso de pie mientras corría escuche como algo impactaba detrás de mi al mismo tiempo que giraba en un pasillo.
─ Esto es estupendo…ahora tengo a mi madre detrás de mi…─ dije mientras miraba en que sitio entrar y poder esconderme hasta que eso pasase aunque no entendía que hacia allí y menos vestida de esa forma y haciendo lo que hacia.
Entre en un aula que estaba totalmente oscura y me puse al fondo escondido entre las sillas esperando que no entrara.
Me quede por escondido por un buen rato esperando que no entrara pero en cuanto me levante escuche unos pasos por el pasillo.
Reticente a salir me volví a esconder escuchando como abrían las puertas de las demás aulas.
─ Que no entre aquí…que no entre aquí…─ repetí una y otra vez como si fuera un manara esperando que mi madre no entrara donde estaba.
Pude ver una sombra que se detenía delante de la clase parecía mi madre, solo esperaba que pasara de largo.
─ Es imposible que sea mi hijo…ese demonio te ha contaminado la mente…─ dijo mi madre y enseguida abrió la puerta le miedo me atenazo y solamente me pude quedar en el sitio aterrorizado.
─ Se lo prometo es su hijo…se transforma cada vez que entra en el instituto…─ hablo Ángela intentando convencerla pero sabia que mi madre era una cabezota al menos que se le pusieran las pruebas delante de sus ojos.
─ Recuerda que entro conmigo delante al instituto y no se transformo…este lugar esta encantado y por eso me avisaron…─ comento mi madre y enseguida empujo la puerta abriéndola y avanzo unos pasos enseguida dio un golpe con su bastón en el suelo provocando un estruendo metálico en la habitación.
Aquello hizo que mis tímpanos fueron a reventar por mucho que me tapara los oídos seguía escuchándolo.
Pasados unos segundos de un dolor insoportable note como el dolor disminuía lentamente.
─ Seguro que esta en otra parte…─ dijo Ángela viendo que no pasaba nada y todo seguía tranquilo.
Mi madre se quedo por unos segundos mirando el lugar parecía que sentía algo que estaba en la clase.
─ Ese demonio es escurridizo…─ dijo mi madre y enseguida cerro la puerta y abandono el pasillo.
Respire tranquilamente y espere unos segundos para poder salir de mi escondite e ir a otra parte.
Tengo que enviarle un mensaje a Ángela dije mientras sacaba el móvil y empezaba a teclear esperando que llegara.
De mientras salí de la clase a toda prisa y avance por el pasillo en dirección a la sala de actos para tener más sitio donde esconderme y esperar que todo aquello desapareciese como la otra vez.
─ Venga, venga…─ repetí una y otra vez mientras corría en dirección hacia la sala de actos y tecleaba el teléfono.
Pero la salir del pasillo note como si algo estuviera siguiéndome mientras que las luces empezaban a parpadear ligeramente, el ambiente se hizo mas pesado aun y empecé a escuchar susurros provenientes de todas partes.
─ Mierda…─ dije mientras miraba como el ambiente había cambiado el lugar ligeramente incluso sentía que había sombras moviéndose a mi alrededor cuando no miraba y que estuvieran vigilándome.
De repente sentí un escalofrió que recorrió mi espalda y me gire viendo a varios de esos seres como los que habían atacado a Ángela.
─ Yo no soy el que estáis buscando…en serio aunque me parezca…─ dije mientras aquellas cosas permanecían quitas mirándome pero enseguida empezaron a moverse sus movimientos eran rápidos y aleatorios mientras se me acercaban.
Sin pensarlo corrí hacia la sala de actos esperando que no entraran u pudiera esconderme.
Mientras caminaba por le pasillo pude ver como las paredes incluso parecían que estuvieran mas viejas y la misma sensación de que alguien me estuviera mirando.
Al llegar a las puertas dobles alas abrí y pude ver la sala que era bastante grande llenas de butacas plegables y un escenario al fondo aunque mi vista tuvo que acostumbrarse a la oscuridad lentamente.
El sitio estaba desierto pero había una presencia que seguía sintiéndola era como si me estuviera persiguiendo y no me dejara.
Avance por las sillas mirando hacia todas partes esperando que aquellos seres no me hubieran seguido, el lugar estaba en silencio sepulcral.
Sentí un escalofrió que me recorría la espalda, aunque no veía a nadie sabia que había algo en aquel lugar que estaba persiguiéndome y que no pararía hasta que me tuviera pero no entendía el por que.
Cuando llegue al final del lugar busque un sitio par esconderme puesto sabia que mi madre no tararía en llegar.
Pasado unos minutos de incertidumbre mezclado con miedo escuche como las puertas se abrían levante la cabeza para ver quien era.
Mi madre y Ángela avanzaron por el lugar despacio entre tanto miraban hacia todas partes, mi madre ni siquiera la conocía de cómo se comportaba en ese momento.
─ Demonio aparece…No perteneces a este mundo…─ dijo mi madre alzando la voz mientras veía a Ángela que parecía que estaba sorprendida y a la vez asustada por lo que estaba pasando.
─ No es un demonio es su hijo…que sufre una transformación cuando entra al instituto…─ dijo Ángela para convencerla pero al parecer hacia oídos sordos a lo que le estaba diciendo.
─ Ese demonio no es mi hijo además…yo estuve con vosotros cuando entro en el instituto y no se transformo…ese demonio te confunde…─ dijo mi madre con tono severo mientras llegaba al centro de la sala.
─ Es imposible de convencerla…No ve mas aya de sus narices…─ dijo Ángela con tono de enfado viendo que no podía convencerla.
─ Mama soy yo de verdad…no se lo que me pasa, pero Ángela te esta diciendo la verdad…─ dije esperando que me escuchara por suerte mi voz resonó en el lugar.
─ Muéstrate demonio y deja de hechizar a esta joven…─ dijo mi madre y enseguida choco el bastón contra el suelo haciendo aquel sonido que retumbo en mis oídos con fuerza aquello era insoportable.
─ No podrás huir de este lugar…─ volvió a hablar mi madre y sacando una especie de papel de su manga y lo arrojo contra la puerta del auditorio, al tocarlo este hizo que apareciera una especie de símbolos extraños.
─ Genial…─ dije de manera sarcástica viendo lo que había echo por suerte el sonido desapareció.
De pronto note como el ambiente de la sala empezó a bajar y a convertirse cada vez más opresivo.
Mire hacia todas partes y pude ver aquellos entes que estaban en todos sitio sus cuerpos eran translucidos y de un color grisáceo.
─ Joder!...─ exclame viendo que casi llenaban la sala, estaban en todas partes.
─ Quédate detrás de mi…─ dijo mi madre y enseguida tomo el bastón y lo clavo con fuerza en el suelo y empezó a hacer unos símbolos extraños con las manos y seguidamente dio un golpe con la palma en el suelo.
─ ¿Qué esta haciendo…?...Tenemos que salir de aquí…─ comento Ángela con tono de miedo mientras miraba hacia todas partes y enseguida se giro y ando hacia la puerta pero al llegar a una cierta distancia del bastón choco contra una barrera de color dorado.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto nuevamente Ángela con extrañeza mientras tocaba la semi-cúpula de color amarillo.
─ Fuera de aquí ella es nuestra…─ dijeron casi al unísono los entes que enseguida empezó a formarse una especie de esfera de color azul pálido que parecía que estuviese formada por rostros que gritaban de dolor.
Esta se lanzo contra la protección que había echo mi madre por suerte al llegar a ella se deshizo.
─ No podréis derrotarme…─ hablo mi madre con fuerza mientras colocaba sus manos en una posición extraña y empezaba a rezar diciendo palabras en japonés que no entendía.
─ Coño!...─ exclamo Ángela mientras caía al suelo llena de miedo en su rostro, tenia que hacer algo pero no sabia que hacer.
─ ¿Qué hago…?...¿Que hago…?...─ cuestione una y otra vez con nervios en la voz mientras veía como se formaban varias esferas mas pequeñas alrededor de la cúpula sabia que por muy fuerte que fuera terminaría cediendo en algún momento y estos seres me quería tenia que alejarlos de ellas.
Empecé a mirar hacia todas partes y me fije en la puerta al menos tenia que intentarlo, así que haciendo de tripas corazón salid e mi escondite corriendo hacia la puerta en eso la mirada de mi madre se fijo en mi por un momento sentí miedo haciendo que se me estremeciera le cuerpo.
A llegar a la puerta acerque la mano al pomo y enseguida una descarga de energía me recorrió el brazo haciendo que ni siquiera pudiera tocarlo.
─ Pero que…─ dije mientras veía que no podía ni siquiera tocar el pomo en eso mi madre se giro y se me quedo mirando por unos momentos.
─ Tu tienes la culpa de todo esto…Desparece!...─ dijo mi madre y nuevamente empezó a hacer símbolos con la mano y de esta salio una luz de color blanca pero antes siquiera que me llegara Ángela se puso delante de ella protegiéndome.
─ Apártate Ángela…ese no es Yuki…tienes la mente confusa pro alguno de sus hechizos…─ comento mi madre mientras permanecía esperando que Ángela se apartarse.
─ No me ha hechizado…es su hijo…lo se…─ dijo Ángela mientras estaba delante mía con los brazos extendidos y protegiéndome por mi parte no sabia que hacer sabia que si me movía mi madre terminaría golpeándome con esa energía.
Los segundos que pasaron me parecieron horas pero todo aquello fue roto cuando aquellas esferas empezaron a impactar sobre la semi-cúpula haciendo que mi madre se girara y empezara de nuevo a meditar con cada esfera hacia que la protección se tambaleara.
─ No podré aguantar mucho…ve hacia la puerta…─ dijo mi madre mientras la protección aguantaba de momento.
De nuevo empezó a decir unas palabras en japonés haciendo que aquella protección tomara otra forma una especie de muralla mientras retrocedía hacia la puerta.
Las esferas no dejaban de impactar y ya podían verse las grietas en la protección pensé que no llegaría a tiempo hacia la puerta.
─ Mama…tienes que deshacer lo que ha hecho sobre la puerta…─ dije y en ese momento mi madre giro la cabeza mirándome de forma fría casi se me hiela la sangre la ver su mirada de enfado.
Metió su mano en las mangas y saco un sello mientras me lo pasaba en eso al tomarlo sentí de nuevo una descarga eléctrica que recorrió mi mano haciendo que lo soltara.
─ Pero que haces Yuki…─ dijo Ángela mientras notaba el dolor recorrerme la mano, Ángela se agacho y tomo el papel y lo puso sobre la puerta esta enseguida hizo que el otro cayera la suelo haciendo que el hechizo se disolviera y pudiéramos salir.
Pero en cuanto restábamos en la puerta la barrera que había formado mi madre empezó a romperse haciendo que varios trozos de esta cayeran al suelo desapareciendo.
Ángela abrió la puerta y mi madre se giro, la barrera desapareció pero en ese instante una esfera se dirigía hacia ella, no pide mas que ponerme a su espalda para recibir el impacto.
Cuanto lo sentí fue algo extraño era fría como una bola de nieve mientras que una sensación de pánico y terror recorría mi mente con imágenes de gente siendo torturada mientras sentía ese dolor en todo el cuerpo que fue demasiado haciendo me que cayera la suelo mientras mi madre ponía otro sello en la puerta para impedir que momentáneamente nos persiguieran.
─ Es su hijo…es que no lo ve…─ dijo Ángela mientras se me acercaba para ver como me encontraba pero el dolor era demasiado y las imágenes se sucedían podía incluso escuchar susurros y gritos en mi mente.
─ Apártate…quiero comprobar una cosa…─ dijo mi madre de forma seca y seria mientras me seguía mirando de forma fría y amenazadora.
─ No…no pienso apartarme…─ comento Ángela con valor mientras le devolvía la mirada a mi madre aquello duro unos segundos antes que ella se acercara y apartara a Ángela de un empujón.
─ No le pienso dejar que lo haga…─ dijo Ángela acercándose de nuevo a mi madre mientras esta giro la cabeza y la miro fijamente pude ver como el rostro de Ángela cambiaba casi de inmediato por el miedo.
Después de eso empezó a hacer unos gestos extraños con la mano y a decir unas palabras en japonés después saco de su manga un papel y lo coloco en mi cuerpo entonces sentí como si una onda me recorriera el cuerpo.
Pude ver como de inmediato mi cuerpo cambio me mire a las manos extrañado por lo que estaba pasando.
─ Al fin…─ dije con tono de esperanza al verme que me había vuelto a transformar mientras que pude ver la cara de asombro de mi madre.
─ ¿Yuki…?... ¿Pero como es posible…?...Lo siento cariño…─ cuestiono mi madre llevándose la mano a la boca y enseguida de nuevo mi piel volvió a cambiar.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte de nuevo viendo de nuevo el cambio y que no era permanente.
─ Eso no te cambia del todo solo lo interrumpe momentáneamente para ver la verdadera naturaleza, no pensaba si quiera que fueras tu…Lo siento cariño… ¿Estas bien…?...─ cuestiono mi madre mientras me ayudaba a levantarme junto con Ángela.
─ Mas o menos aun tengo algo de miedo…esas esferas son terribles…incluso me duele algo el cuerpo…─ hable de manera entrecortada mientras las imágenes de mi mente y los susurros se iban acallando lentamente.
─ Se lo dije era su hijo…─ dijo Ángela recuperando la compostura mientras apartaba la mirada fija de mi madre.
─ Lo siento Ángela pero cuando estoy en esto…no confió en nadie…además la brújula del Qui me decía que este lugar estaba encantado…─ dijo mientras sacaba la brújula que era un rectángulo de color negro lleno de símbolos dorados.
Mi madre empezó a girar los círculos que había dentro del cuadrado y después de unos segundos estos reaccionaron cambiándose solos mientras ella apuntaba en varias direcciones.
─ ¿Y esas ropas…?...─ cuestione mientras caminaba con mi madre por el lugar, ala vez que ella miraba la brújula.
─ Antes de casarme con tu padre era una Miko en Japón…y me convertí en exorcista…después de casarme con tu padre deje un poco de lado esto y te tuvimos a ti…─ respondió mi madre mientras continuábamos por un pasillo y ella apuntaba con la brújula hacia las clases pero parecía que no daba ninguna señal pero sabia que todo seguía igual puesto que sentía la misma opresión.
─ Wow es increíble una de esas mujeres que están en los templos de Japón…─ hablo Ángela mientras sacaba el móvil y le hacia una foto.
─ ¿Pero que coño le pasa a este trasto…?...─ pregunto de forma retórica mientras miraba la pantalla extrañada.
─ Qué raro no indica nada…─ dijo mi madre mirando la brújula pero en unos segundos la luz empezó a parpadear mientras que podía sentirse una sensación fría y extraña que provenía de todas partes.
─ Que frío brrrr…─ dijo Ángela mientras se pasaba las manos por los brazos y podía ver su aliento.
─ Nos están rodeando…rápido tenemos que salir de aquí…─ dijo mi madre y enseguida empezamos a correr hacia un lugar mas abierto donde tuviéramos alguna oportunidad pero en nuestro paso podía ver las puertas de las clases dando pequeños golpes incluso algunas cerrándose de golpe a nuestro paso a la vez las puertas de las taquillas se abrían y se cerraban una y otra vez.
─ Quiero irme a casa…─ dijo Ángela mientras corría a toda prisa aunque no sabia a donde íbamos.
Cuando llegamos a la entrada principal mi madre de nuevo empezó a hacer unos símbolos con las manos y puso la palma en el suelo formándose esa barrera de color amarillo.
─ ¿No podemos salir por donde has entrado…?...─ pregunto Ángela con tono de miedo mientras observaba hacia todas partes como las luces de los pasillos se apagaban y poco a poco se escuchaban susurros y sonidos extraños provenientes de todas partes.
─ No creo…─ dijo mi madre mientras sacaba la brújula y la ponía en el suelo esta empezó a dar vueltas los círculos interiores muy deprisa.
─ No os separéis de mi lado…─ dijo mientras miraba hacia todas partes poco a poco el lugar se fue oscureciendo lentamente hasta casi dejarlo todo a oscuras, solamente teníamos el brillo de la semi-cúpula de protección que iluminaba un pequeño radio.
Empecé a mirar en la oscuridad intentando averiguar que es lo que había pero me parecía que incluso las sombras engañaban a mis ojos moviéndose hacia todas partes incluso podía ver a algunos de esos seres que permanecían atentos.
─ Nos traicionaste…vendrás con nosotros al infierno…─ dijo una voz terrorífica que pareció inundar el lugar y que procedía del mismo infierno.
─ ¿Quién ha dicho eso…?...─ pregunto Ángela con miedo en la voz mientras miraba hacia todas partes.
De improviso una ráfaga de oscuridad golpeo la cúpula haciendo que esta retumbara pero de momento aguantaba.
─ Voy a hacer un ofuda…espero que aguante…─ dijo y enseguida saco un pincel de una de sus mangas junto con un trozo de papel en blanco.
Seguidamente varias ráfagas de oscuridad siguieron golpeando la cúpula esta absorbía los impactos pero podía verse las grietas que se iban formando.
─ Rápido…no nos queda mucho tiempo…─ dije mientras veía como las ráfagas oscuras se arremolinaban a su alrededor y la cúpula empezaba a resquebrajarse cada vez mas rápido.
─ Joder!...─ exclame mientras veía que la semi-cúpula no aguantaría mucho y que pronto seriamos engullidos por esa oscuridad de repente pude ver varias manos negras que golpeaban el exterior de la protección.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunto Ángela y enseguida grito gire la cabeza y pude ver varios rostros que se pegaban a la semi-cúpula y esta seguía resquebrajándose no quedaban mas que segundos antes que fuéramos engullidos.
─ Rápido…Rápido…─ dijo Angla acelerando a mi madre mientras esta seguía diciendo cosas extrañas en japonés y escribiendo en el papel.
Ángela por le miedo tomo el báculo de mi madre aforrándose a este después dio un golpe en el suelo y este resonó momentáneamente haciendo que las oscuridad retrocediese.
Mi madre por un instante giro la cabeza y la miró extrañada por lo que había echo aunque mis oídos empezaron a retumbar con fuerza haciéndome que me los tapara pero el sonido resonaba en mi cerebro.
Después de unos segundos la oscuridad volvió de nuevo al a carga envolviendo la protección donde estábamos, los pedazos de la cúpula empezaron a caer.
─ No…no…─ dijo Ángela de nuevo volviendo a golpear el báculo contra el suelo pero no hubo ningún efecto mientras podía ver como algo de oscuridad se había filtrado e iba en busca de Ángela.
─ Listo!... Ten ni ora reru watashitachi no chichiyo…─ dijo mi madre una pequeña oración y enseguida estampo el papel contra el suelo haciendo que una onda de luz recorriera le lugar como si fuera una explosión.
Me tuve que tapar los ojos por el resplandor pero escuche como poco a poco los susurros y los sonidos fueron cesando.
─ Ya podéis abrir los ojos…─ dijo mi madre y poco a poco los abrimos acostumbrándonos de nuevo a la luz.
─ ¿Ya se ha acabado todo…?...─ pregunto Ángela con miedo mientras miraba hacia todas partes que parecía que todo estaba normal tal como había empezado.
Mi madre saco la brújula y empezó a dirigirla hacia todas partes pero esta no reaccionaba en ningún sentido.
─ De momento pero no creo que haya acabado…Yuki tenemos que hablar afuera…─ respondió mi madre viendo que todo estaba tranquilo y que de repente empezaron a escucharse el rumor de las clases.
─ Después nos vemos…─ dije mientras salíamos del edificio en ese momento mi cuerpo cambio de repente.
─ Menos mal…─ dije aliviado mientras avanzábamos hacia el parque para poder hablar tranquilamente.
La gente iba de un lugar a otro y ya era la hora de almorzar mi estomago empezó a rugir, el trafico era mas denso de lo normal y empezaba a hacer algo de calor.
Al llegar al parque nos sentamos debajo de un árbol mientras que la gente al pasar se quedaba mirándola por el vestuario que llevaba.
─ ¿Por qué no me lo dijiste lo que te pasaba…? , ¿Desde cuando te pasa…?...─ preguntaba mi madre una y otra vez con duda en su tono mas que preocupación podía ver que estaba seria.
─ Te lo intente decir incluso Ángela te enseño un video pero no aparecía nada y te pensaste que estaba bromeando, lo que no entiendo es por que no me transforme cuando fui contigo al instituto, pero después volví a transformarme, aunque no entiendo por que me pasa esto…─ respondí explicándole que lo habíamos intentado pero pensó que era una broma.
─ Lo siento cariño por no haberte creído…y el por que no te trasformaste es por el amuleto que llevo al cuello…es un amuleto bendecido y protege contra las maldiciones…seguramente interfirió con tu transformación pero al separarte de mi dejo de influenciarte…además los demonios no se ven en los videos ni en las fotografías…pero ahora que se que te ocurre esto tenemos que hacer algo para liberarte de ese demonio…─ comento mi madre explicándome que por el amuleto al menos se había detenido la transformación.
─ Entonces podrías dejarme el amuleto…al menos no me transformaría…─ hable pensando que era la solución para lo que me pasaba.
─ Cariño no creo que puedas siquiera tocarlo…─ dijo mi madre sacándose el pequeño amuleto de color verde tenia una forma extraña y estaba atado por un cordel de color marrón.
Mi madre lo tomo en su mano y lo puso encima de mi mano extendida apenas el amuleto toco mi mano este reacciono dándome una descarga de electricidad que recorrió mi mano.
─ Joder!...¿pero que pasa…?...─ dije mientras me tomaba la mano por el dolor que aun sentía.
─ Esta bendecido por mi maestro…ningún demonio puede tocarlo…tenemos que hacer algo para liberarte y deshacer el encantamiento de ese edificio…─ dijo mi madre mientras guardaba de nuevo el amuleto y lo ponía en su cuello.
Enseguida pudimos escuchar como daban el segundo descanso del instituto y enseguida Ángela apareció en el parque.
─ ¿Tenéis ya alguna idea…?...─ pregunto Ángela sentándose con cierto animo en su voz.
─ Tendríamos saber que es lo que era ante ese edificio y que tiene que ver el demonio en que te transformas…─ dijo mi madre explicándome que tendríamos que investigar que era el edificio, por suerte había investigado antes.
─ Por suerte estuve investigando lo que era el edificio…─ dije entregándole el móvil, mi madre al instante empezó a mirarlo con interés.
─ Una cosa la otra vez cuando me dejaste por la noche… ¿viniste aquí…?...─ pregunte pensando que lo mismo vino para exorcizar el lugar.
─ Si, vine aquí para comprobar lo que estaba pasando y ver que podía hacer…pero en ese momento no pude entrar…aunque tampoco entiendo como he podido entrar ahora…─ respondió mi madre mientras miraba el móvil pero enseguida miro a Ángela esta se quedo extrañada.
─ ¿Qué pasa…?... ¿Tengo algo en la cara…?...─ pregunto un par de veces mientras se pasaba la mano por la cara.
─ Abre la mano Ángela…─ hablo mi madre con tono serio y mirada inquietante, esta enseguida la abrió y mi madre le puso el amuleto encima.
Pero este no reacciono en absoluto ante la mirada confusa y extrañada de Ángela que no sabia que hacer.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunto Ángela extrañada mientras sostenía el amuleto que enseguida mi madre tomo y se lo puso de nuevo al cuello.
─ Mama, Ángela no es un demonio…ni esta poseída…─ dije mientras mi madre no apartaba la mirada de Ángela que esta intentaba mirar hacia otro lado por incomodidad.
─ ¿Piensa que soy un demonio…?...─ cuestiono Ángela con desconfianza y algo de miedo ante la mirada de mi madre.
─ Lo siento Ángela, pero la única diferencia entra la otra vez y ahora es que estés despierta cosa que es extraña, tenia que asegurarme…─ comento mi madre mientras seguía mirándola con desconfianza.
En ese momento vinieron las amigas de Ángela que se sorprendieron al ver a mi madre aunque no se acercaron mucho.
─ Ángela…psst…─ dijo una de ellas haciéndole el ademán de que se acercara y enseguida se pusieron a hablar.
Después de eso una de ellas se separo del grupo y se acerco a mi madre con cierta timidez.
─ ¿Podría hacerme un selfie con usted…?...─ pregunto una de ellas con timidez y miedo mezclado.
─ Claro sin problema…─ dijo mi madre y al vez la chica se acerco poniéndose a su lado y sacando el móvil que enseguida se hizo el selfie.
─ Es que es increíble…una Miko siempre he querido verlas en vivo…─ dijo la chica esta vez con entusiasmo.
─ ¿Una que…?...─ pregunto una de ellas con incertidumbre mientras veía como la otra se hacia fotos.
─ Una Miko son las sacerdotisas de Japón de los templos…─ dijo la chica que al parecer sabia ciertas cosas de la cultura japonesa.
─ Woow…vamos a hacernos una selfie todas juntas…─ dijo una chica y enseguida empezó a hacerse un corrillo alrededor de mi madre al parecer era invisible en estas situaciones.
─ Bueno tengo que irme…gracias Yuki por la información y Ángela ten cuidado…─ comento mi madre mientras se levantaba y se limpiaba un poco la chihaya.
Las chicas séme quedaron mirando extrañadas por un momento y en ese momento se me acercaron, ese instante me hizo sentir algo extraño con los colores subidos al rostro puesto que siempre había pasado inadvertido con las chicas.
Estas empezaron a preguntarme cosas sobre mi madre, mientras que Ángela parecía algo distante.
En cuanto sonó la alarma las chicas se levantaron y se despidieron de Ángela, que esta parecía algo molesta.
─ ¿Ocurre algo…?...─ pregunte mientras me acercaba a ella que estaba molesta aunque no entendía el por que.
─ Vienen las demás y me ignoras….tranquilo no te preocupes, ya se me pasara…─ dijo Ángela mientras caminaba hacia el instituto nuevamente aunque no sabia que hacer si quedarme allí o entrar.
─ Espérame!...─ exclame levantándome deprisa y caminando hacia donde estaba Ángela.
─ Lo siento, es la primera vez que me veo en esa situación…─ dije mientras caminábamos pero Ángela ni siquiera me dirigió la palabra, pero en cuanto estuvimos en las puertas de la entrada me quedé pensativo que hacer…..
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
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3.573 ATC
RECUPERANDO LA VIDA ESCOLAR
─ ¿Vas a entrar…?...Sabiendo lo que ha pasado…─ pregunte haciendo que Ángela se detuviera y se quedara pensando que hacer.
─ Pues…no queda otra…esperemos que no pase nada, además tu madre haya dicho que de momento esta despejado…─ respondió Ángela pensando en que mi madre de momento lo había solucionado pero hasta cuando.
Por mi parte no me hacia mucha gracia de nuevo volver a entrar puesto que encima estaban buscando a quien había dejado a la chica en el baño de esa forma.
─ Te espero dentro…─ comento Ángela con un tono algo dubitativo mientras atravesaba las puertas.
─ Vamos aya…─ dije sacando valor de donde no tenia así que nada mas poner un pie dentro esperaba no transformarme pero la maldición se activo inmediatamente.
─ Mierda…─ dije entredientes mirándome las manos que se habían tornado rojas, pero aun así pude notar las miradas de las chicas que se me clavaban.
Baje la cabeza y seguía avanzando hasta las taquillas mientras de reojo veía como los chicos sin embargo me miraban con enfado.
Abrí la taquilla y tome los libros mientras el ambiente se hacia algo extraño entre las miradas lujuriosas de las chicas y sus susurros y por otra parte las miradas de los chicos llenas de odio.
─ Ten cuidado con lo que haces…─ dijo Ángela mientras tomaba los libros en la taquilla de la lado.
Pero mientras estaba rebuscando en ella note como alguien me dio una palmada en el trasero rápidamente volví la cabeza y pude ver un chica como me guiñaba un ojo y se pasaba la lengua por los labios después de eso siguió su camino.
─ Joder…es la primera vez que me hacen eso…─ dije con tono de sorpresa mientras miraba a la chica como se alejaba.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunto Ángela cerrando la taquilla y viéndome como miraba a unas chicas que parecían cuchichear entre ellas y riéndose.
─ Me han dado una palmada en el trasero una de ellas…─ comente mientras se me quitaba la sorpresa y cerraba la taquilla.
─ Ten cuidado…─ dijo Ángela poniéndose dos dedos en los ojos y después señalándome con ellos haciéndome la señal de que me estaba vigilando.
Seguidamente avanzo hacia su clase, cerré la taquilla y me encamine hacia la mía al entrar podía ver que había varias chicas sentadas hablando entre ellas y otros chicos que hacían bromas entre ellos, pero la atención se fijo en mi en cuanto entre.
Sin decir una palabra me senté al final esperando que no me dijeran nada y esperar poder dar la clase.
Pero enseguida pude ver por el rabillo del ojo como un chico se acercaba con sus amigos.
─ Eh tu…friki…mírame…─ dijo el chico y enseguida mi corazón se acelero de golpe, sabia que no seria nada bueno.
Levante la cabeza y pude ver el rostro de los chicos que estaban enfadados, con algo de miedo le mire a los ojos pero los de los chicos parecieron dudar por un instante al verme.
─ Ni se te ocurra acercarte a mi novia…─ comento uno de ellos con tono de enfado y mirándome fijamente pero podía notar que le costaba apartar la mirada.
─ No para nada…─ dije con voz tímida mientras le respondía después de eso baje la cabeza nuevamente.
El chico junto con sus amigos se largaron, incluso me pareció que respiraron aliviados al dejarme.
Después de eso pude ver como las chicas nuevamente hacían un corrillo a mi alrededor, aquello hizo que se me subieran los colores por suerte la piel era roja y no se notaba.
─ ¿Cómo te llamas…?...─ pregunto una de ellas mientras notaba como su pierna empezaba a rozarse por debajo de la mesa haciéndome tragar saliva por la sensación.
─ Yu…Yuki…─ respondí casi tartamudeando mientras la sensación hacia que la temperatura de mi cuerpo aumentase.
─ ¿Te has enterado de lo que le ha pasado a esa chica…?...es excitante…─ pregunto otra chica mientras se pasaba los labios con la lengua haciendo relucir el maquillaje.
Pero después de eso note como su mano bajaba directamente a mi sexo apretándolo con fuerza y haciéndome que soltara un pequeño grito que tape enseguida con la mano.
─ Lo siento…─ dije disculpándome por el pequeño grito de sorpresa al notar su presión, de reojo pude ver como la cara de la chica se sorprendía pero de forma grata.
─ Wooow…─ fue lo único que dijo la chica de mientras pude ver como a otra tiraba algo al suelo.
Enseguida esta se agacho y se quedo por un momento, al subir pude ver su cara de sorpresa.
─ Increíble…─ dijo la chica mientras sentía como la temperatura subía lentamente junto con los pequeños golpes quedaba mi sexo intentando liberarse de la prisión en la que estaba.
El agarre de la chica era fuerte pero a la vez suave no llegaba a hacerme daño mientras la otra seguía restregando su pierna contra la mía.
Aquello hacia que la temperatura siguiera subiendo y quisiera lanzarme en una de ellas mientras veía como me guiñaban.
Pero antes de que pudiera hacer algo entro el profesor y baje la cabeza esperando que no se diera cuenta y pudiera dar la clase tranquilamente.
Las chicas volvieron a sus pupitres mientras que el profesor soltó la carpeta y empezó a pasar lista por suerte este no solía atender mucho a los alumnos y solamente daba la clase y nada mas.
Respire aliviado y continué tranquilamente pero en apenas había empezado escuche como alguien arrastraba una mesa y se ponía a mi lado pude ver que era una de las chicas.
─ ¿Pero que haces…?...─ pregunte casi susurrando mientras veía como acercaba la mesa sonriéndome picaronamente.
─ Tranquila…no se da cuenta…chica no se lo que me pasa nunca me había pasado esto por ninguna chica y no soy lesbiana pero contigo es…no se diferente en algún sentido…─ dijo la chica como disculpándose aunque por mi parte tampoco la entendía, pero seguidamente bajo la mano y me agarro el sexo pro encima del pantalón enseguida pude sentir el calor de su mano mezclándose con el mío.
─ Córtate un poco estamos dando clase… ¿Puedo hacerte una pregunta…?...─ cuestione extrañado y casi tartamudeando puesto que empezó y subir la mano lentamente aquello hacia que notara como las venas palpitaran y mi sexo intentara escapar del pantalón.
─ Dime…es enorme…que maravilla…─ dijo la chica mientras seguía con el movimiento de su mano y sentía como olas de calor me invadían una y otra vez y mi deseo crecía, debía mantener la mente fría y atender a lo que el profesor estaba diciendo pero mi mente empezaba a desvariar con su masaje.
─ ¿Debería…?...la verdad es que es al contrario me atraes…─ respondió mientras continuaba el masaje cada vez mas rápido el calor que se producía entre el roce del pantalón y su mano hacia que mi sexo quisiera saltar y poner mi mano en su cabeza y hacer que tragara mi sexo de un solo empujón.
Aquello era una tortura y no podía seguir la clase normalmente mientras que las otras chicas lentamente empezaron a acercarse lentamente mientras que en los chicos sin verlos sentía como sus miradas se me clavaban duramente.
Aquello era insoportable y podía notar como el orgasmo se aproximaba y no debía quedarme allí.
─ ¿Perdón puedo ir al baño…?...─ dije mientras levantaba la mano esperando poder salir de aquella tortura.
─ ¿Te acompaño…?...─ pregunto una de las chicas mientras se abría un botón de la blusa enseñándome un poco los pechos, aquello era sencillamente inaguantable.
El profesor ni siquiera me miro solamente hizo un ademán de que podía salir, ni siquiera llegue a responderle y abandone le pupitre avanzando pro la clase como podía hasta que hube salido.
─ Joder!...esto es una tortura…─ dije mientras andaba rápidamente hacia el cuarto de baño para poder despejarme un poco.
Al entrar fui hacia el lavabo y me eche varias veces agua en el rostro para poder calmarme, poco a poco sentía como mi sexo empezaba a bajar lentamente e incluso mi corazón se calmaba.
─ Esto no puede seguir así…─ dije mientras me miraba al espejo extrañado por quien era ese demonio o esa chica a la que estaba mirando.
Enseguida me vino a la mente que si me quedaba allí por mucho tiempo estaba seguro que vendrían algunas chicas, no sabia donde esconderme solamente en el almacén de equipo deportivo.
Así que abandone le cuarto de baño y enseguida pude ver como unas chicas entraban y se me quedaban mirando gire la cabeza y pude ver como me lanzaban un beso ambas.
No pude hacer nada solamente avance rápidamente hacia el patio esperando que no hubiera nadie y poder esconderme hay hasta que acabaran las clases, aunque quería retomar mi vida escolar no podía hacerlo.
─ Esto es increíble…tengo que hacer algo…─ dije mientras avanzaba por los pasillos en dirección al patio, podía escuchar el murmullo de las clases e incluso sentir que alguien me estaba observando, gire la cabeza pero no había nadie, aquello me daba escalofríos en la espalda.
A pesar de que mi madre hubiera exorcizado temporalmente el lugar aun podía sentir los espíritus que estaban rondando el sitio.
Sin pensarlo mucho seguí avanzando hacia el patio abrí las puertas por suerte no había nadie dando clases de gimnasia y pude esconderme en el almacén.
En ese sitio me sentía seguro de alguna forma pero aun tenia que esperar a que terminaran puesto que no podía volver.
─ Voy a enviarle un mensaje a Ángela…─ dije de manera retórica mientras tecleaba en el móvil diciéndole que le esperaba en el almacén deportivo.
─ ¿Otra vez…?..¿Que has hecho ahora…?...─ respondió Ángela aunque no la podía culpar después de lo que había sucedido con la otra chica.
─ Nada te lo prometo, es que no dejan de acosarme…─ respondí con cierto enfado mientras esperaba la respuesta de Ángela.
─ Vale espérame, cuando termine las clases…─ respondió Ángela y enseguida apague el móvil, solo me quedaba esperar el resto de las clases.
Me senté al fondo esperando que no entrara nadie y poco a poco entre el calorcito y la postura que tenia me fui quedando dormido.
Los ojos se me cerraron lentamente ni siquiera me di cuenta así estuve durante un tiempo hasta que note como alguien me zarandeaba.
─ Yuki…Yuki…despierta joder…─ dijo Ángela mientras me zarandeaba para que despertase.
Abrí los ojos y empecé a enfocar lentamente restregándomelos hasta que vi a Ángela que estaba delante de mí.
─ ¿Ya es la hora…?...─ pregunte algo desconcertado y confuso por el sueño que me había dado.
─ Si, es la hora…además hay un revoleo entre las chicas es mejor que salgas de otra forma y rápido…─ dijo Ángela que enseguida salio del almacén aquello hizo que se me encendieran todas las alarmas puesto que si me pillaban no me dejarían ir.
Así que abandone el lugar y pude ver a varias de las chicas que estaban en el patio que se me quedaron mirando y casi al momento empezaron a sonreírme y a acercarse.
─ Mierda…─ dije viendo que se me acercaban lentamente así que empecé acorrer hasta llegar a la puerta metálica y dando un salto, llegue a la calle.
─ Menos mal…─ comente de forma aliviada y me acerque a la salida a buscar a Ángela que estaría esperándome.
Pude ver a las chicas del patio como aparecían por el lugar pero la pasar por su lado ni siquiera me hicieron caso.
Solamente respire aliviado y cuando llegue a la entrada empecé a buscar a Ángela que me estaba esperando en la salida.
El día ya estaba muy avanzado y el estomago me rugía con fuerza puesto que no había comido nada, el calor ya era presente y el trafico era algo denso mientras podía ver a los niños pequeños salir del otro colegio que había la lado.
─ Vaya por fin…─ hablo Ángela con cierto tono de enfado y empezó a andar rápidamente hacia le parque.
─ ¿Te ocurre algo…?...estas como enfadada desde esta mañana…─ dije mientras caminábamos hacia la parada del autobús atravesando el parque.
─ No, nada de nada no te preocupes…─ respondió Ángela con enfado mientras llegábamos a la parada del autobús que enseguida se sentó.
─ Venga dímelo…sabes que puedes contarme cualquier cosa…─ comente recordándole que nos conocíamos desde pequeños y no había secretos entre nosotros.
─ Me siento ignorada, cuando hablabas con las otras chicas es como si no existiera…─ dijo Ángela refunfuñando y sin mirarme, aunque tenía razón en ese momento fue como si no estuviera allí.
─ Perdóname…pero es la primera vez que me siento así…y me hablan, a ti te veo como siempre están hablando contigo y haces amigos con facilidad pero sabes que para mi no es así y además siempre serás mi mejor amiga…lo siento si te he hecho sentir de esa manera…─ dije disculpándome y pensando que tenia razón en verdad le tenia envidia de cómo podía hacer amigos con facilidad y ahora me sentía extraño y olvide todo lo que me rodeaba.
─ Ahí viene el autobús…─ dijo Ángela cambiando de tema, enseguida la comprendí que me había perdonado sin decir nada.
Subimos el autobús y nos pusimos como siempre al final a hablar de lo que había pasado antes y de los exámenes que tenía.
Después de un rato en el trayecto en el autobús llegue a mi parada toque la alarma del botón y baje despidiéndome de Ángela.
Anduve como siempre en dirección hacia el piso para llegar a casa cuanto antes el estomago me estaba rugiendo con fuerza.
Al llegar al edificio me quede mirándolo desde afuera por unos segundos con la mente en blanco y sin pensarlo mas ande hacia le portal nada mas entrar sentí la diferencia de temperatura y subí por el ascensor saludando a unos vecinos que salían del mismo.
Al llegar a casa abrí la puerta y la cerré resoplando con fuerza enseguida mi madre asomo la cabeza por la puerta de la cocina.
─ Vaya ya has llegado…siéntate a comer…─ dijo mi madre con tono tranquilizador, me dirigí hacia mi cuarto y respire mas aliviado.
Mientras mi madre sacaba los paltos y los cubiertos para nosotros dos puesto que mi padre no llegaba hasta la noche.
Mientras ponía la cubertería no dijo una sola palabra solamente me sonreía cuando e miraba una vez hubo terminado saco un bol con ensalada y varios platos, junto con una jarra de agua.
Empezamos a comer en silencio, la tensión podía cortarse con un cuchillo, ambos queríamos decir algo pero no nos atrevíamos.
─ Lo siento cariño por lo que te hice…y por no creerte…¿Ángela se encuentra bien…?...─ pregunto mi madre de forma algo temerosa disculpándose por lo que había pasado en el instituto.
─ No te preocupes, no lo sabias…Ángela se encuentra bien con algo de miedo aunque intente ocultarlo pero esta bien…─ respondí mientras seguía comiendo sin llegar a mirarle directamente a los ojos.
─ De acuerdo…─ hablo mi madre de manera escueta y continuamos comiendo sin decir nada más.
─ ¿Te puedo hacer una pregunta…?...─ pregunte con cierta curiosidad dejando de comer y tomando algo de agua.
─ Claro cariño…─ respondió mi madre tomando el vaso de agua y tomando un trago.
─ ¿Desde cuando supiste que ese sitio estaba embrujado…?...─ pregunte pensando que lo mismo lo había sabido antes.
─ El momento en que me llamaron y me fui por la noche ya te lo comente…cuando llegue allí me extraño…el sitio despedía un aura extraña estaba la tuya junto con la de los espíritus atrapados…─ respondió mi madre explicando que había sido un día antes de que me ocurriera la transformación.
─ ¿Desde cuando te transformaste en ese demonio…?...─ cuestiono mi madre pensando que lo mismo mi transformación había desatado aquello.
─ Fue un día antes de que vinieras…─ dije recordando ese día como algo que nunca olvidaría.
─ Algo ha tenido que hacer saltar la maldición de alguna forma…lo que no entiendo lo que ha sido…además Ángela tiene algo extraño…─ dijo mi madre intentando encontrar la solución pero en cuanto pronuncio el nombre de Ángela aquello se me hizo extraño.
─ ¿Ángela…?... ¿tiene también alguna maldición…?...─ pregunte extrañado al mencionar su nombre puesto que ella n ose transformaba.
─ No es eso…déjame explicártelo…─ comento mi madre y entro en su habitación estuvo unos segundos y salio con ese báculo que me destrozaba los oídos.
─ Esto produce un sonido que desconcierta a los espíritus y demonios, normalmente solo pueden usarlos los que están directamente conectados con los exorcistas…cualquier otro que lo maneje solamente hará un sonido simple…tómalo…─ dijo mi madre entregándome aquel báculo por un momento me quede reticente para cogerlo.
─ No te preocupes no pasara nada…es un báculo normal, el sonido solo lo pueden producir los exorcistas…─ dijo mi madre explicándolo mientras me ofrecía el báculo sonriendo con cariño.
Con algo de nervios tome el bastón con los ojos cerrados notando su peso y el frió del metal en mis manos, al notar que no pasaba nada me quede algo mas tranquilo.
Lo moví dando un bastonazo en el suelo pero las argollas de metal solo produjeron un sonido normal que no me ocurrió nada.
Enseguida se lo pase a mi madre librándome del báculo, esperando no volver a escucharlo.
─ Sin embargo…será mejor que te tapes los oídos…─ dijo mi madre tomando el báculo y enseguida me tape los oídos seguidamente mi madre dio un golpe con el báculo en el suelo y enseguida el sonido fue como si me perforara los tímpanos aunque me era imposible puesto que resonaba en mi cerebro.
─ Joder!...Mama!...─ exclame con cierto enfado mientras la cabeza se me despejaba por el sonido que parecía tardar en irse.
─ Esa boca!…lo siento cariño…pues esto es lo que paso cuando ella golpeo en el suelo el báculo…y es imposible…─ comento mi madre intentando pensar que es lo que había pasado para que Ángela hubiera sido capaz de hacer ese sonido insoportable.
─ Lo mismo fue por el momento de stress…─ dije sacando una explicación lógica pero según mi madre no podía ser.
─ Se lo preguntare cuando venga…─ dijo mientras entraba de nuevo en su habitación y volvía a salir para seguir comiendo.
─ Mejor déjala en paz…esta algo alterada…─ dije pensando que todo lo que había pasado y encima mi madre le preguntase por esto.
Mi madre no dijo nada solo me miro por unos segundos y seguimos comiendo en silencio, después de eso le ayude a lavar los platos y seguidamente me dirigí hacia mi cuarto pero antes de entrar me detuve en la puerta pensando.
─ Una cosa solo he podido estar en una clase…Mañana me quedo aquí o voy al instituto…─ pregunte esperando que me dijera que me quedara en casa puesto que era una tortura.
─ Mira tu vas a clase e intenta dar las que puedas…te cubriré con los profesores e intentare explicárselo…si ocurre algo me avisas e iré a ver si puedo solucionarlo…─ comento mi madre haciéndome que el estomago me diese un vuelco pensando que tenía que volver a esa tortura.
Entre en mi habitación con aquel peso encima y me tumbe en la cama mirando al techo por unos segundos después de eso pensé en investigar en que clase de demonio me convertía.
Tome le portátil y empecé a buscar en paginas Web para intentar a averiguar que es lo que era pero ninguno era lo mismo salvo cuando encontré unos demonios japoneses que se llamaban Onis pero eran mucho mas grandes y con cuernos.
Me quede mirándolos extrañados y pasados un momento abandone la habitación para enseñárselo a mi madre.
─ Mama!...he encontrado algo sobre lo que me transformo…─ dije mientras mi madre estaba limpiando el salón.
Mi madre se acerco para ver lo que había encontrado pero al verlo enseguida empezó a sonreír.
─ Si, se puede decir que es algo parecido pero te faltan los cuernos y aparte son mucho mas grandes y salvajes…se acerca pero no es en lo que te transformas…─ dijo mi madre mientras miraba con atención la imagen de los Onis.
Después de eso salio y continuo con la casa mientras seguía buscando algo que se le pareciera mas e información sobre lo que había antes del instituto.
─ Cariño es mejor que no te obsesiones…sobre demonios hay muchas clases puede ser cualquiera…─ dijo mi madre desde el salón intentando hacer que no pensara mucho, pero no podía dejarlo ya que cada vez que pisaba el instituto me transformaba en esa cosa.
─ Mama no pareces muy preocupada…─ dije viendo que estaba muy tranquila, aunque cuando se ponía a exorcizar se centraba en ello.
─ Cariño…estoy preocupada pensando en lo que te ocurre y el por que pero por mucho que lo haga no encuentro el motivo de que te transformes en ese demonio…─ dijo mi madre haciéndome saber que estaba preocupada pero no podía hacer mucho.
─ ¿Estas segura de que me trasformo en un demonio…? ¿ Y no es la posesión de un espíritu…?...─ cuestione extrañada de que estuviera tan segura pero no había mucho error puesto que ella era la experta.
─ Cariño…he visto muchas posesiones de espíritus y lo tuyo no es uno de ellos es por un demonio. Lo que no entiendo es por que solo actúa dentro de ese sitio y no fuera y además incluso te deja que actúes libremente…─ respondió mi madre explicándome sobre los espíritus, aunque sabia que cuando hice eso con aquella chica sentí como si fuera el demonio el que me controlaba, pero prefería no decírselo.
Sin decir nada mas seguí buscando pero no encuentre ningún demonio parecido y todo sobre el instituto era lo mismo que había encontrado antes nada nuevo.
Así que sin pensarlo mas tome un libro y empecé a estudiar un poco mientras apartaba de mi mente lo que había pasado esa mañana.
Así estuve unas horas hasta que escuche como mi padre llegaba a casa como siempre y pasados unos segundos abrió la puerta.
─ ¿Qué tal el día…?...─ pregunto mi padre con una sonrisa como siempre, siempre me intentaba animar y no dar muestras de tristeza.
─ Normal como siempre…─ dije de manera automática como si fuera lo acostumbrado.
─ Venga vamos a cenar…─ dijo mi madre y enseguida cerré el libro y fui hacia el salón ayudando a mi madre de nuevo a colocar los platos.
Después de eso empezamos a cenar hablando de como había ido nuestros días y las cosas cotidianas.
Después de eso me dirigí hacia mi habitación mientras mi padre como siempre se relajaba en el sofá con mi madre viendo una película.
Por mi parte abrí el portátil y empecé a chatear con Ángela diciéndolo lo que había descubierto y lo que me había dicho mi madre pero no pareció importarle mucho podía verle que estaba nerviosa por lo que había pasado.
─ Relájate, tienes los exámenes encima…además mi madre se extraño por una cosa que hiciste…─ le dije y eso pareció que centro su atención y me miro extrañada y algo confusa.
─ ¿Algo que he hecho…?...¿cuando…¿el que…?...─ pregunto una y otra vez con nerviosismo y desconcierto.
─ Te acuerdas cuando tomaste el báculo de mi madre y le diste al suelo y empezó a sonar con fuerza…según mi madre eso solo pueden hacerlo los que estén vinculados al exorcismo, lo he intentado y no pasa lo mismo…─ dije explicándole lo que me había dicho mi madre sobre el báculo, en cuanto se lo dije Ángela se extraño.
─ Pues no tengo ni idea solamente hice lo mismo que tu madre esperando que pasase algo por suerte así fue…─ comento Ángela con extrañeza y pensativa mientras intentaba recordar el momento.
─ No quiero recordar lo que paso y espero que no vuelva a pasar de nuevo…tengo que hacer algunas cosas nos vemos mañana…─ comento Ángela cerrado de forma abrupta aquello me hizo que me quedara pensativo si ella tenia que ver algo con los exorcistas como decía mi madre.
Mire le reloj y ya eran las once de la noche, abrí la puerta y pude ver a mis padres tranquilos viendo la película así que la cerré lentamente intentando no hacer ningún ruido.
Deshice la cama y me puse el pijama después de eso me metí en la cama tapándome con la manta hasta le cuello y apagando la luz, me quede mirando la luz que entraba por la ventana y escuchando los sonidos que provenían de la calle esperando no tener ninguna pesadilla sobre lo que había pasado pero no podía quitármelo de la cabeza y por que esos entes me querían.
Le di varias vueltas en la cabeza hasta que poco a poco se me fueron cerrando los ojos y quedarme dormido completamente aquella noche fue el mejor sueño que tuve ni siquiera me levante.
Mientras estaba dormido note como alguien me zarandeaba al abrir los ojos pude ver que ya era de día y que era mi madre avisándome de que tenia que vestirme para ir al instituto.
─ ¿En serio tengo que ir…?, ya sabes lo que ocurre…─ pregunte no solo pensando en que me transforma si no además pensando en que era una tortura por lo que estaba pasando y necesitaba demasiado autocontrol.
─ Escucha voy a ir contigo y hablar con tus profesores para ver si puedo hacer algo…pero tienes que ir, si llega a pasar algo me llamas e iré enseguida…─ respondió mi madre con tranquilidad, puesto que tenia que explicárselo a los profesores lo que me pasaba pero pensaba que quien se lo explica a las chicas que no me dejaban en paz.
A regañadientes y pensando en lo que me esperaba me levante y me dirigí hacia el baño, viendo a mi padre que estaba afeitándose sin pensarlo mucho abrí el grifo de la ducha y me metí.
El agua caliente me despejo por unos momentos haciéndome olvidar de todo y preparándome para lo que se me venia encima.
Después de un buen rato salí de la ducha y tome la toalla enseguida escuche el timbre de la puerta.
─ Buenos días Ángela…Yuki sale enseguida…─ dijo mi madre saludándola y enseguida escuche como la puerta se cerraba,
Salí del baño con la toalla atada en mi cintura y saluda a Ángela que pude verle que no estaba muy contenta como de costumbre parecía algo asustadiza.
─ Bueno cariño nos vemos esta noche…hasta después Ángela…─ se despidió mi padre dándole un beso a mi madre de costumbre.
─ Yuki venga date prisa…Ángela te esta esperando…─ comento mi madre metiéndome prisa, enseguida abandone mis pensamientos y me apresure para vestirme y tomar los libros que fuesen necesarios.
Mientras me bestia intentaba escuchar lo que estaban hablando pero todo estaba en silencio, no sabia si era buena o mala señal.
Al salir de la habitación pude ver a Ángela de pie esperándome mientras mi madre me preparaba el almuerzo.
─ Venga que llegáis tarde… ¿Ángela te ocurre algo…?...estas como asustada…─ pregunto mi madre intentando romper la tensión que había.
─ No nada, solo que tengo algunos exámenes y estoy algo nerviosa…─ respondió Ángela aunque sabia que esa no era la verdad ya que nunca se ponía nerviosa por los exámenes sabia que era por volver de nuevo al instituto.
─ Tranquila seguro que lo haces bien…venga que llegáis tarde…─ comento mi madre apresurándonos por si llegábamos tarde de nuevo al instituto…..
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
VUELTA A LA TORTURA
Salí de la casa algo temeroso por que mi madre parecía muy segura pero en cuanto llegamos al ascensor mi madre abrió la puerta y seguidamente la cerró con llave y se puso a nuestro lado.
─ Tengo que ir a hablar con tus profesores…─ dijo mi madre con una sonrisa en el rostro mientras que Ángela la miraba intentando encontrar algo.
─ ¿Ángela que estas buscando…?...─ pregunto Ángela con cierto desconcierto parecía que lo que buscaba no lo encontraba.
─ ¿Y el traje de miko…?...─ cuestiono Ángela extrañada y en ese momento llego el ascensor.
─ No lo llevo siempre encima solo cuando es necesario…─ respondió mi madre mientras entrábamos en el ascensor y pulso el botón para bajar.
Mientras llegábamos a bajo se mantuvo un silencio extraño e incomodo que no quisiéramos hablar.
Ángela se puso a repasar un libro lo mas seguro que tendría algún examen cerca, mi madre la miro y enseguida me lanzo una mirada amenazadora que me hizo estremecer.
─ ¿Tu no tienes exámenes…?...─ pregunto mi madre cambiando de inmediato el tono y su expresión aquella siempre me hacia temblar.
─ Estos días han sido muy extraños…ya sabes lo de la maldición y demás, pero hoy preguntare te lo prometo…─ respondí con cierto miedo en la voz para cuando llegamos salí rápidamente para dejar que me fusilara con la mirada.
Cuando salí a la calle note el aire frió de la mañana pero era soportable el sonido del trafico a las horas tempranas y la gente yendo rápidamente de un lugar a otro.
Avanzamos por la calle en dirección hacia la parada del autobús me sentía extraño con mi madre detrás de nosotros me parecía que había vuelto a ser un niño pequeño.
Al llegar al a parada un par de personas se nos quedaron mirando mientras que Ángela sin levantar la cabeza del libro se sentó por mi parte me quede de pie esperando el autobús que viniera rápido.
Mi madre se sentó en uno de los asientos y empezó a hablar con Ángela, preferiría no enterarme pero estaban algo contentas.
─ Al fin…─ dije resoplando con fuerza mientras veía como el autobús se acercaba, en cuanto hubo parado me subí rápidamente para sentarme la fondo.
Ángela hizo lo mismo pero siguió con la cabeza metida en el libro ni siquiera la levanto.
─ Os llevabais bastante bien, por lo que parece…─ comente viendo que parecían que reían juntas.
─ La verdad que es muy simpática…─ hablo Ángela sin llegar a separar la vista del libro que parecía que estaba enfrascada.
─ ¿Estas bien…?...siempre hablamos entre nosotros cuando vamos al instituto y ahora estas como si no quisieras levantar la mirada…─ dije con cierta preocupación mientras seguía en cuanto levanto la mirada pude ver unos ojos que estaban temerosos.
─ No quiero ir al instituto…después de lo que paso tengo miedo de que vuelva a ocurrir… ─ comento Ángela con miedo e incluso podía notarse en su voz, pero no podía decirle que yo también lo tenía.
─ A mi me pasa lo mismo…pero tenemos que volver…además si pasa algo ya sabes mi madre vendrá a ayudarnos…─ dije intentando tranquilizarla puesto que parecía que iba a empezar a llorar en cualquier momento.
─ Ya hemos llegado…─ dijo mi madre levantándose un momento antes de que el autobús se parase.
Me levante y baje del autobús aunque pude ver a Ángela que parecía no quería bajar las piernas parecían que les temblaban.
─ Vamos Ángela no te preocupes…─ comente mientras le daba la mano para que se sintiese algo mas segura.
Con cierto miedo tomo mi mano y bajo del autobús en eso caminamos un poco y nos detuvimos en el parque.
─ Elige o entramos nosotros antes o después…por que no pienso entrar contigo para que los compañeros se rían…─ dije dándole a elegir pero enseguida su mirada pareció atravesarme haciéndome saber sin ni siquiera contestar que entraría conmigo.
─ Voy a entrar contigo…quiero ver la transformación…después me iré a ver a tus profesores…─ comento mi madre con total seguridad mientras caminábamos hacia la puerta del instituto.
Solamente me quede un momento quieto viendo a los compañeros como hablaban entre si y algunos paseaban por fuera.
─ Venga no te hagas el remolón…─ dijo mi madre y enseguida me tomo la mano aquello hizo que varios alumnos empezaran a reírse entre dientes.
Nada mas entrar mi cuerpo cambio de inmediato a ese demonio, mi madre se me quedo mirando extrañada pero con seguridad al mismo tiempo.
Pero enseguida sentí como las miradas de las chicas se me clavaban era como si me desnudasen con la mirada.
─ Yo voy para clase…─ hablo Ángela de forma temerosa y enseguida ando rápido entre los pasillos para llegar a su clase.
Por un momento me quede con miedo en el cuarto sintiendo las miradas de las chicas y el enfado de los chicos así que sin decir nada ande por los pasillos en dirección a clase pero antes detenerme en las taquillas para coger lo que necesitaba.
Abrí la taquilla y empecé a rebuscar mientras notaba como las miradas de los alumnos se me clavaban en la nuca.
Una vez hube terminado ande un poco mas entre los alumnos que andaban pro el pasillo podía escuchar los chismorreos, las risitas de las chicas y el sonido de los teléfonos móviles haciendo fotos.
Entre en la clase y me senté al final de todo al lado de la ventana y empecé a repasar un poco esperando que mi madre hubiera podido convencer a los profesores.
Pasados unos segundos mire de reojo y pude ver como varias chicas se acercaban y se sentaban a mi lado juntando incluso las mesas, solamente trague saliva y esperaba que la sirena sonara pronto.
─ Vaya que bien… ¿Qué tal…?...─ pregunto una de ellas mientras aprecia que las palabras resbalaban por sus labios.
Mientras que las otras no dejaban de mirarme con ojos lujuriosos, y sonriéndome picaronamente.
─ Bien gracias…─ respondí casi de manera entrecortada no por el miedo si no por la vergüenza puesto que nunca me había pasado eso y no sabia como reaccionar.
Mi cuerpo reacciono casi al instante le calor me invadía por suerte tenia la ventana abierta y el aire que entraba por la ventana aplacaba la temperatura.
Sin mediar mas palabras note como una mano se aproximaba por mi pierna en dirección a mi sexo, eso hizo que tragara saliva forzadamente.
─ Ya mismo entrara le profesor…─ hable haciéndoles saber que deberían de detener lo que estaban haciendo.
─ No te preocupes por eso…─ comento una de las chicas que estaba a mi izquierda mientras se me aceraba al oído y enseguida note como su lengua se paseaba por el exterior de mi oreja.
Aquello hizo que me provocara un escalofrío y que mi sexo empezara a dar pequeños toques mientras notaba como los pantalones que me había puesto empezaban a apretarme de sobremanera.
Me empecé a mover en la silla intentando encontrar una postura mas cómoda pero me era imposible, la otra chica empezaba a pasear su mano por encima de mi sexo aun así notaba la caricia por encima del pantalón.
─ Es mejor que pares…─ dije casi rogándoselo puesto que aquello era una tortura aun así la estaba disfrutando pero estábamos en plena clase.
─ ¿No te gusta…?...─ pregunto una de ellas con cierta picardía mientras me miraba de forma lujuriosa y guiñándome un ojo.
─ No es eso…es que estamos en clase…y no deberíamos…─ dije de manera incomoda mientras su mano se acercaba a la cremallera del pantalón y empezó a bajarla lentamente sin prisa alguna.
─ No te preocupes nadie nos esta viendo…─ comento la otra chica que estaba a mi derecha mientras miraba sonriendo el corrillo que había a mi alrededor.
La escena fue cortada por el chico que me amenazo la otra vez acercándose al corrillo pero enseguida las chicas lo miraron de mala forma.
─ Tu idiota te dije que no te acercaras a mi novia…─ comento el chico aunque fuera una mujer no le importaba mucho, aunque podía verle el miedo en el cuerpo de alguna forma extraña.
─ Tu eres el idiota…aléjate de ella…─ dijo una de las chicas levantándose y plantándole cara.
Las miradas se cruzaron con ira aquel momento pareció durar horas aunque solo fueran unos segundos.
─ No soy yo quien esta metiéndole mano debajo de la mesa zorra…nunca lo habría pensado de ti…─ comento el chico con cierto tono de amenaza pero al decir eso las chicas de mi alrededor se levantaron plantándole cara.
─ Escucha es mejor que te disculpes y te vayas…─ dijo una de ellas mirándole de manera enfadada pero aquello no pareció intimidar al chico.
─ Vosotras no tenéis nada que ver…ella es mi novia…─ comento el chico mirando fijamente a la otra chica.
─ Era tu novia mejor dicho…─ dijo la chica y aquello fue la frase detonante que hizo que el chico se derrumbara en cierta forma pero siguió manteniendo la compostura.
─ Muy bien si eso es lo que quieres que así sea…y tu espero que tengas ojos en la nuca…─ dijo el chico y enseguida se marcho nada mas que lo hizo respire aliviada pero aquello no pareció importarle a la chica era como si no le hubiera dicho nada.
Seguidamente volvieron a sentarse a mi lado aquello me aprecio muy extraño, Deusto que un corte así debería de afectarle.
─ ¿Te encuentras bien…?...Estas segura de cortar con tu novio…─ pregunte extrañada que al parecer ni siquiera le había afectado.
─ No te preocupes era un capullo…─ dijo la chica de manera despectiva mientras volvía a sentarse pero antes de que volvieran a empezar sonó la sirena haciéndome que respirara aliviado.
Las chicas me lanzaron un beso y algunas un guiño y enseguida se separaron las mesas de mi lado.
Respire profundamente y aliviado de al menos tendría una hora de libertad, nada mas entrar se sentó y empezó a repasar la lista cuando llego a mi nombre se me quedo mirando pro un momento de manera confusa pero no llego a decir nada, al parecer mi madre había hablado con el.
─ Muy bien empecemos con la clase…─ dijo el profesor y rápidamente saco el libro y empezó a escribir en la pizarra por mi parte hice lo mismo hasta que note como una mesa se puso a mi lado.
─ No tengo libro… ¿podrías ayudarme…?...─ pregunto una de las chicas aquello hizo que me diera un escalofrío que me recorrió el cuerpo pero no creo que hiciera nada puesto que estábamos en plena clase.
─ Si, claro no hay problema…─ hable de manera amable y empezamos tranquilamente tomando apuntes de la pizarra pero pasados unos minutos note como la mano de la chica empezaba a pasearse por mi pantalón.
Gire la cabeza pero ella parecía seguir tomando apuntes tranquilamente solamente giro la cabeza y me miro sonriéndome.
─ ¿Ocurre algo…?...─ cuestiono la chica con total tranquilidad pero enseguida el profesor chisto para que nos calláramos.
─ No, nada…─ respondí como si fuera de forma automática incluso me sorprendí al escucharme.
─ ¿Pero que narices he dicho…?...─ cuestione retóricamente susurrando las palabras para entender lo que había echo.
Su mano se paseo a lo largo de mi sexo a veces incluso lo apretaba podía ver como juntaba sus labios con fuerza y su rostro cambiaba casi de manera literal sus ojos podía ver el deseo y la lujuria mientras que parecía estar resistiéndose a algo.
Mi temperatura subía rápidamente y mi sexo no dejaba de dar pequeños golpes encerrado en su jaula de tela.
Aquello me hacia que me moviese de vez en cuando en la silla para encontrar alguna manera pero era imposible no podía hacer nada aquello era una tortura.
Después de varios minutos la chica acerco su mano a la cremallera que bajo de golpe y mi sexo se sintió libre pero en ese momento pude ver como algunas chicas se giraban para mirarme.
Tenía el rostro ardiendo junto con mi cuerpo que casi sudaba, sin embargo la chica en vez de cortarse agarro con fuerza mi sexo que casi rozaba con el glande por debajo de la mesa….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
EL MAL VUELVE I
La presión hizo que me empezara a poner bastante incomodo mientras que el rostro de la chica reflejaba lujuria y picardía.
─ ¿Pero que estas haciendo…?...estamos en clase…─ cuestione casi susurrando mientras intentaba tomar apuntes cosa que me resultaba algo complicado.
─ ¿No te gusta…?...Además no se entera…─ respondió la chica mientras empezaba a mover la mano muy despacio arriba y abajo mientras notaba como las venas de mi sexo palpitaban con fuerza y mi temperatura subía, parecía que me faltaba toda la ropa.
Quería hacer que se detuviera pero había algo que no me dejaba hacerlo aquello era completamente una tortura mientras podía sentir la mirada de las otras chicas encima mía con ansias de ser la que estaba a mi lado.
Su mano no paraba de mover y poco a poco fue apretando la velocidad, el placer me inundaba en olas que se extendían por todo mi cuerpo, de improviso baje mi mano y tome su muñeca con fuerza.
Por un instante me miro con rostro confuso y extrañada, no sabia lo que estaba pensando hacer.
─ Muy bien si es lo que quieres…─ hable extrañado puesto que era raro que por mi parte hubiera dicho eso.
Comencé a mover su mano con fuerza y cada vez más rápido tenia que cerrar la boca con fuerza para no dejar escapar ningún gemido mientras seguía haciéndolo.
Cada vez que movía su mano sentía la piel como me ardía y las venas como palpitaban por un momento sentí que algo quería salir de mi interior.
Así que puse mi mano en su cabeza e hice que bajara en seguida note como entro en su boca húmeda y caliente haciéndome casi gemir de placer y enseguida un chorro de semen inundo su boca mientras ella intentaba zafarse de mi mano por mi parte hice que bajara mas aun la cabeza notando como mi sexo atravesaba su garganta metiéndose en lo mas profundo mientras mi semen seguía entrando en ella.
Aquello fue una sensación maravillosa mientras podía escuchar los gemidos apagados de cómo se ahogaba la chica.
─ Shhh…silencio ahí atrás…─ dijo el profesor sin apartarse de la pizarra y seguía escribiendo en ella.
Por mi parte escuche incluso como goteaba el semen por la comisura de sus labios cayendo al suelo y dejando charcos.
Cuando hube terminado deje que se liberase de mi presa y esta se aparto mientras el semen seguía saliendo pro su boca podía ver sus ojos en blanco mientras que su abdomen estaba hinchado pro la cantidad.
Enseguida fue como si me hubiera despertado de ese sueño y vi a la pobre chica que parecía estar en trance después de lo que había pasado mientras que mi sexo comenzaba a bajar como pude lo metí dentro de mi pantalón y coloque a la pobre chica con el libro por delante para disimular un poco.
Las chicas que me miraban en vez de sentir miedo parecía que se hubieran excitado aun más si cupiera.
Una de ellas empezó a pasarse la mano por los pechos por encima de la ropa mientras que otra desabrocho un par de botones de su blusa.
Otra de ellas abrió sus piernas mostrándome su ropa interior que parecía estar húmeda y mojada aquello me parecía increíble y en vez de un sueño era una pesadilla.
─ ¿Perdón puedo ir al servicio…?...─ pregunte con cierta timidez mientras el profesor se giraba momentáneamente mirándome de forma inquisitoria.
─ Adelante pero de se prisa si n ose perderá lo importante para el examen…─ dijo el profesor con cierto tono de desgana.
Así que abandone el aula y me quede por un momento fuera al lado de la clase sin que me vieran respirando con fuerza y algo asustado mientras me recuperaba.
─ ¿Pero que me esta pasando…?...─ pregunte con tono de miedo mientras intentaba ordenar mis pensamientos y lo que me ocurría.
─ Esto no puede seguir así…─ hable mientras intentaba auto convencerme y avance hacia le cuarto de baño para echarme algo de agua en el rostro.
Cuando entre mire por debajo de los cubicuelos para ver si había alguien por suerte estaba solo así que abrí el grifo y empecé a echarme agua en el rostro para refrescarme un poco.
Entre tanto me quede mirándome la espejo por unos segundos no se si fue mi imaginación y si paso realmente pero me pareció ver como mi reflejo parecía que sonreía de forma maliciosa.
─ ¿Pero que…?...─ cuestione con tono de miedo mientras me retiraba unos pasos por le miedo y seguí mirándome sin que pasara nada me acerque al espejo y lo toque con los dedos todo estaba normal pero aquello me extraño bastante.
Las luces de repente empezaron a parpadear ligeramente aunque no le preste mucha atención pensé que era lo normal.
Así que cuando me hube calmado un poco abandone le cuarto de baño y salí al pasillo me extraño bastante puesto que no escuchaba nada ni me parecía que hubiese nadie sin embargo aquella presión que sentí antes volvía a tenerla encima.
─ No, otra vez no por favor…─ hable quejándome que volviera a suceder enseguida me vino a la mente Ángela esperaba que no volviera a estar involucrada.
Abandone el cuarto de baño y en cuanto entre en el pasillo pude notar la presión que había sentido antes era como si casi me costara respirar y sentía que alguien me estaba observando enseguida pude escuchar susurros que provenían de todas partes.
─ Mierda!...─ exclame mientras avanzaba rápidamente por el pasillo hasta que llegue a la clase de Ángela al abrir la puerta pude notar como aquel sitio se oscurecía ligeramente y los susurros aumentaban.
La clase era bastante amplia con una pizarra al fondo y la mesa del profesor delante junto con la silla y enfrente varios pupitres en el techo habían un par de focos fluorescentes que parecían que estuvieran a media potencia.
Mire en la clase y pude ver que estaba con los brazos encima de la mesa y la cabeza apoyada sobre ellos estaba dormida.
─ Abandónala…Déjala…Será tu sacrificio…─ dijeron las voces susurrándomelo por unos segundos me quede quieto pensando en l oque estaban diciendo.
Las voces seguían susurrando una y otra vez con voces melosas y tentadoras y mi mente parecía que quería acceder al trato.
─ No!...es mi amiga no pienso dejarla…─ exclame reafirmándome y sacudiendo la cabeza de un saldo para otro como si saliera de aquel embelesamiento.
─ Dejadme en paz!...─ exclame con fuerza y seguridad en mi tono y de pronto las voces cesaron.
Suspire con fuerza y me acerque a Ángela que permanecía dormida y enseguida la zarandee levemente para que se despertara.
─ Mmmmm…─ dijo Ángela mientras se despertaba lentamente y empezaba a restregarse los ojos.
Pero en cuanto término de hacerlo su rostro cambio de inmediato al ver que no había nadie en su clase.
─ No me jodas…no puede ser otra vez no…─ hablo Ángela quejándose y con sorpresa en su voz mientras miraba hacia todas partes intentando encontrar a alguien pero no había nadie la mirarme directamente solamente sonreí.
─ Todo esto es tu culpa…otra vez estoy atrapada…─ se quejo Ángela de forma acusatoria mientras se levantaba y se alejaba un poco.
─ Lo siento pero no es que quiera hacerlo precisamente...también quiero que esto termine…─ comente expresándole mi deseo de que todo esto acabase y que nunca me hubiera pasado.
Me acerque un poco a Ángela para intentar calmarla pero esta retrocedió enseguida con los brazos en alto mirándome con enfado.
─ Ni te me acerques…lo único que quiero es salir de aquí…te prometo que cambiaré de instituto…─ hablo Ángela con enfado y no podía decirle nada puesto que tenia toda la razón, aunque no sabia por que me había pasado.
Ángela salio de la clase dando un portazo pero al hacerlo escuche como daba un grito de miedo.
Corrí para ver que es lo que pasaba y pude verla en el suelo que estaba señalando a la pared.
─ AAAAAHHHH!!!...─ grito de nuevo tirada en el suelo mientras señalaba la pared con terror en sus ojos.
Al girar la cabeza y mirar hacia donde estaba apuntando pude ver que esta se había transformado casi totalmente tenia un color rojo enfermizo mientras que de esta salían algunos ojos que nos miraban.
─ ¿Pero que coño…?...─ pregunte con mezcla de miedo y curiosidad mientras me acercaba a la pared para comprobar que eran reales y no una ilusión pero al poner la mano en la pared pude notar que no estaba fría si no caliente y que casi parecía pulsar con vida propia.
─ Quiero salir de aquí ya!...─ exclamo Ángela y enseguida empezó a correr por el pasillo.
Empecé a perseguirla hasta que llegue a alcanzarla la tome por le hombre haciéndose que se detuviera al girarla pude ver que tenia los ojos llorosos y el rostro descompuesto pro el miedo.
─ Tranquila te prometo que saldremos de aquí...espera un momento llamare a mi madre espero que siga en el instituto…─ dije mientras Ángela se ponía en cuclillas pegada a la pared mirando hacia todas partes.
Espere el tono con ansias suponiendo que mi madre aun seguía en el instituto y pudiera venir.
─ ¿Mama aun sigues en el instituto…?...si ha vuelto a pasar estamos en el primer piso en el pasillo…─ dije esperando que viniera y que pudiera ayudarnos a salir del lugar.
─ Bien solamente tenemos que esperar…enseguida viene…no te preocupes saldremos de aquí…te prometo que no te harán nada…─ dije calmándola pero parecía servir de poco puesto que seguía llorando.
Enseguida escuchamos los pasos como si alguien se acercara y pudimos ver a un alumno que se acercaba lentamente por uno de los pasillos.
─ Que bien otra persona mas…─ dijo Ángela levantándose rápidamente y acercándose a esa persona pero enseguida me fije que sus manos estaban oscurecidas.
─ Espera!...─ exclame mientras veía como se acercaba rápidamente hacia el alumno con la alegría de que hubiera otra persona.
Ángela llego a su altura y enseguida le puso la mano encima del hombro, su cuerpo se disolvió rápidamente en ceniza y Ángela cayo al suelo gritando.
─ AAAAHHHH!!!...─ grito Ángela con todas sus fuerzas mientras se limpiaba la mano con fuerza y el vestido viendo que la ceniza se había esparcido por su ropa.
Pero en cuanto levanto la mirada Ángela se quedo paralizada por le miedo y en cuanto llegue pude ver que las paredes de ese pasillo estaba llenas de manos de color negras que parecían salir de la pared.
─ Esto es imposible…es una locura…─ dije mientras veía el escenario Dantesco y enseguida pude escuchar pasos que provenían de la parte de atrás pude ver personas que tenían su piel quemada y casi podía escuchar el chisporroteo de su carne mientras se cercaban lentamente con movimientos erráticos.
─ Haz que se vayan!...─ exclamo Ángela mientras cerraba los ojos con fuerza y encogía su cuerpo en forma fetal.
─ Tu tienes la culpa…nos obligaste…─ dijeron las voces casi al unísono aquello hizo que me recorriera un escalofrió por todo el cuerpo no sabia que hacer ni a donde ir puesto que a mí espalda tenia aquel pasillo infernal y delante estos entes que clamaban venganza.
Sin pensarlo me lance por ellos esperando poder tirarlos al suelo o hacer algo para poder salir de allí.
─ Tápate los oídos!...─ escuche la voz de mi madre que provenía de detrás de ellos y pude ver como lanzaba algo.
Me agache y me tape los oídos y enseguida pude ver un papel que surcaba el aire y enseguida este emitió una luz de color dorado y un sonido lo mismo que el báculo haciéndome que cayera al suelo mientras que el sonido retumbaba en mi cerebro.
─ Joder!...─ exclame con fuerza mientras escuchaba el sonido que no dejaba de retumbar después de unos segundos el sonido se fue aplacando y la luz fue bajando en intensidad.
─ Cariño… ¿te encuentras bien…?...─ cuestiono mi madre mientras me ayudaba a levantarme como pude asentí haciéndole saber que estaba bien pero algo mareado después de eso se acerco a Ángela para calmarla un poco, al girar la cabeza el pasillo estaba normal y aquellas figuras habían desaparecido.
─ Pensé que no te habías traído el báculo ese…─ dije alzando un poco la voz mientras me tocaba los oídos para poder despejármelos puesto que tenia un buen zumbido.
─ No lo he traído…es solo un conjuro que lo imita pero no tengo mas…─ dijo mi madre mientras ayudaba a Ángela a levantarse pero podía ver que estaba aterrorizada, aunque yo no andaba muy lejos de estar de la misma forma después de lo que estaba pasando.
─ ¿Ángela…estas bien…?...─ cuestiono mi madre mientras ayudaba a Ángela a poder calmarse.
─ No, no estoy bien…quiero irme a casa…─ respondió Ángela levantándose y quitándose aun ceniza que tenia por las ropas.
─ ¿Y esa ceniza…?...─ volvió a cuestionar mi madre mientras veía con interés como Ángela se limpiaba las ropas.
─ Es de alguien que he visto como…se transformaba en ceniza delante de mí…─ respondió Ángela con cierta dificultad y miedo en su voz.
─ ¿Era alguien que conocías…?...─ pregunto mi madre con interés mientras la miraba fijamente a los ojos.
─ Eso que tiene que ver…tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ comente apremiando que no podíamos quedarnos en el edificio.
─ Es importante…─ dijo mi madre con seriedad y enseguida Ángela se recompuso mirando a mi madre a los ojos con cierto miedo.
─ Si, creo que si…─ respondió Ángela con cierto temor en la voz mientras no podía apartar la mirada de los ojos de mi madre.
─ ¿Crees o estas segura…?...recuérdalo…─ insistió mi madre con tono duro mientras esperaba la respuesta.
─ Si, lo conocía… ¿pero que tiene que ver en todo esto…?...─ pregunto Ángela con temor en su voz.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…vamos al a entrada intentare hacer un Ofuda de apertura…rápido…─ comento mi madre pareciendo que no quería responder a lo que le había preguntado.
Andamos todo lo deprisa que pudimos hasta llegar a la entrada las luces parpadeaban de vez en cuando el ambiente era opresor y parecía que incluso nuestras mismas sombras se movían por si solas, se podían escuchar sonidos extraños y susurros provenientes de las clases y de los pasillos.
Al llegar ala doble puerta de salida mi madre la tomo pro el pomo y la movió sin que llegara a abrirse.
─ Estupendo vais a tener que protegerme…hasta que termine el Ofuda…─ comento mi madre y enseguida saco un papel de un bolsillo y un pincel de otro y empezó a escribir en el suelo.
─ No podías tener unos cuantos guardados…─ dije quejándome mientras mi madre escribía ciertos símbolos en el papel.
─ No es tan simple…cada Ofuda requiere ciertos símbolos y ciertas palabras muy exactas para que funcione y no siempre llevo encima…─ comento mi madre al mismo tiempo que escribía todo lo deprisa que podía y decía unas palabras japonesas.
De repente las luces empezaron a parpadear con mas fuerza podía escuchar los susurros e incluso algún grito proveniente de los pasillos mientras unos pasos parecían que se nos acercaban.
─ Tu tienes la culpa…Dijiste que nos ayudarías…Morimos por ti…─ dijeron las voces de manera lastimosa mientras seguíamos escuchando las voces.
─ No los escuches…─ dijo mi madre mientras seguía escribiendo en el papel y pronunciando palabras japonesas.
En ese momento me gire para ver si le quedaba mucho y parecía que solo iba por la mitad.
─ Date prisa, no creo que podamos quedarnos aquí por mucho tiempo…─ comente intentando acelerar para que escribiera mas rápido pero al girarme pude ver que Ángela había desaparecido mire hacia todas partes con miedo en el cuerpo y al mirar a uno de los pasillo pude verla que se aferraba para no ser arrastrada.
─ Ángela…tengo que ir a por ella…─ dije reuniendo el valor del que era capaz y antes siquiera de dar un paso sentí la mano de mi madre en mi hombro.
─ Cariño ten cuidado, no creo que la dejen escapar tan fácilmente…─ hablo mi madre con seriedad en su voz aquello me planteaba otra incógnita mas.
─ ¿Pero que quieren de ella…?...─ pregunte con interés puesto que parecía que me querían a mi pero desde que ella había entrado en esta dimensión iban también a por ella.
─ Ahora no es momento para que te lo explique…solo que debes de darte prisa…yo seguiré escribiendo el Ofuda…─ comento mi madre y enseguida salí corriendo por donde se la habían llevado pero la llegar al pasillo no había nadie estaba desierto empecé a caminar para ver si la encontraba abriendo las aulas pero todas estaban vacías.
─ Ángela…¿Dónde estas…?...─ pregunte alzando la voz para ver si me respondía pero no todo estaba en silencio.
Avance un poco mas y en cuanto lo hice escuche como unos gemidos apagados que provenían de una clase.
Al llegar a la puerta miré por el ventanuco y estaba completamente a oscuras, la abrí lentamente y de la estancia salio una especie de neblina oscura.
Tarde un poco en que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad que había y enseguida las luces parpadearon el escenario que observe fue dantesco.
En las paredes había personas que gritaban de dolor sus cuerpos estaban carbonizados y algunos sangrantes, sus rostros estaban descompuestos del dolor, pero la mirar al techo pude ver que estaba llena de ojos que miraban hacia todas partes aquello me hizo estremecer el corazón solo quería salir de allí lo mas rápido posible.
Los gemidos de las personas que había en las paredes se hacia insoportable, incluso en el suelo había una especie de neblina oscura.
Cuando me fije en la pared de enfrente pude ver que Ángela estaba siendo engullida lentamente por esta mientras unas manos oscuras la sujetaban para que no ser escapara.
Por un momento no sabía que hacer me quede paralizado por aquella escena y por los lamentos y gritos que parecían clavárseme en el cerebro sin embargo en mi interior parecía que estuviera disfrutando en cierto sentido de toda aquella tortura.
─ YUKI!...SOCORROOO!!!...─ grito con todas sus fuerzas haciéndome salir de aquella sensación y centrarme en ella, en ese momento una mano negra salio de la pared tapándole la boca.
Rápidamente avance hacia ella pero enseguida sentí una onda de energía que me atravesaba haciéndome que me costara andar.
Pero no podía dejar que le pasara nada cada vez estaba mas adentro de la pared, cuando hube avanzado unos pasos pude ver como me lanzaron una de las sillas que casi me acierta.
Después de esas vinieron otras por suerte pude esquivarlo pero cuando estaba cerca de la pared Ángela fue engullida por completo.
─ NO!...NO!...No te pienso dejar…─ dije mientras golpeaba la pared con fuerza por donde había sido engullida, mis golpes hicieron que se agrietara la pared.
En eso pude ver como la mano de Ángela salía de esta, tome su brazo con fuerza y tire de ella.
Las manos intentaron que no saliera, pero tire con todas mis fuerzas haciéndola salir de la pared.
─ Quiero irme a casa…Sob, sob…─ dijo Ángela con lagrimas en los ojos y el rostro blanco por el miedo.
─ Tranquila no pienso dejar que te hagan daño…─ dije mientras avanzamos hacia la puerta de la estancia pero en ese momento se cerro.
Sin pensármelo mucho le propine un par de patadas haciendo que la puerta saltara de sus goznes y golpeando contra la pared del pasillo.
Seguí avanzando hasta llegar a donde estaba mi madre que por fin había terminado y estaba de pie pronunciando unas palabras en japonés y preparándose para realizar el hechizo.
Después de haber pronunciado unas palabras empezó a hacer unos símbolos con las manos mientras escuchaban unas pisadas que se acercaban hacia donde estábamos y como las luces dejaron de parpadear y empezaban a apagarse una tras otra.
─ Mama rápido!...─ exclamé viendo que se acercaban rápidamente, los lamentos reincrementaron junto con los susurros que parecía que los tuviéramos detrás de nosotros.
Cuando hubo terminado soltó el Ofuda a la puerta y esta sencillamente provoco una explosión haciendo que la puerta se abriera con fuerza, salimos rápidamente alejándonos.
Mire mi piel y había cambiado radicalmente volviendo a la normalidad mientras que el cielo había cambiado y era de día.
La gente que pasaba por allí nos miro extrañados mientras que por fin pude respirar aliviado, caminamos hacia le parque par sentarnos y calmarnos un poco.
Nos sentamos mientras mi madre miro a Ángela que parecía completamente aterrorizada y llorando por lo que había pasado y no podía culparla por mi parte aun tenía el miedo en el cuerpo por de lo que había visto.
─ ¿Ángela estas bien…?...─ pregunto mi madre mientras esta no paraba de llorar desesperadamente.
─ No, no estoy bien… ¿por que me pasa esto a mi…?...─ pregunto Ángela con tono de miedo mientras miraba con ojos llorosos a mi madre.
─ Cariño no es tu culpa…son los espíritus…─ respondió mi madre intentando darle alguna respuesta valida pero sabia que esa no lo era.
─ Paso…no pienso volver a ese instituto…─ comento Ángela levantándose llena de rabia hastió sobre lo que le pasaba.
─ Ángela tienes que ser fuerte…─ hablo mi madre con tono tranquilizante pero parecía que Ángela estaba convencida para alejarse de todo.
─ No, esto se acabo estoy harta…me voy a casa…dejadme en paz…─ dijo Ángela pero en cuanto dio apenas un par de pasos esta cayo al suelo de pronto y su cuerpo empezó a convulsionar soltando hasta espuma por la boca.
─ Rápido llama a una ambulancia…─ dijo mi madre con premura mientras ponía las manos encima y empezaba a concentrarse mientras mencionaba unas palabras.
─ ¿Qué le ha pasado cuando la secuestraron…?...─ cuestiono mi madre mientras seguía pronunciando unas preguntas extrañas.
Notifique a la ambulancia en donde estábamos y lo que estaba pasando y enseguida me acerque a Ángela que parecía completamente ida y con los ojos en blanco.
─ Se la estaba tragando la pared…aquel sitio era espantoso…─ respondí recordando la escena dantesca por la que habíamos pasado.
─ ¿La engullo por completo…?...─ pregunto mi madre con cierta desesperación en su tono.
─ Si, lo hizo golpee varias veces en la pared incluso ella saco la mano tire de ella con todas mis fuerzas y logre sacarla…─ dije pensando en aquella desesperante situación y en la pobre Ángela.
─ Debiste de haber llegado antes…─ dijo mi madre y enseguida mordió su dedo y dejo caer una gota de sangre en sus labios, repentinamente las convulsiones cesaron y se quedo dormida.
─ ¿Qué has hecho…?...─ pregunte extrañado al ver como su cuerpo parecía que se hubiera curado.
Pero antes de que mi madre pudiera decir algo escuchamos las sirenas de la ambulancia y como aparcaban a nuestro lado al poco tiempo salieron de la misma un par de enfermeros juntos con la camilla.
Mi madre empezó a hablar con ellos mientras que miraba a Ángela que por el momento parecía que estuviera completamente calmada.
Después de unos segundos entraron en la ambulancia con Ángela mientras que mi madre hizo lo mismo.
─ Iré con ellos al hospital te espero allí…─ comento mi madre entrando en la parte de atrás de la ambulancia que enseguida arranco por unos momentos me quede paralizado sin saber que hacer hasta que desperté de mis pensamientos.
Me quede mirando hacia el instituto pero no estaba en mis pensamientos volver a entrar, tenia que ir al hospital a ver como se encontraba Ángela.
Ande por unos minutos hasta llegar a la parada del autobús, mientras esperaba que llegase no podía apartar los pensamientos de lo que había visto en esa habitación y lo que habría pasado Ángela al ser engullida.
─ Joder…─ dije mientras golpeaba uno de los postes de la parada, las personas que había se me quedaron mirando extrañados.
Enseguida me senté esperando que se olvidaran de lo ocurrido, mientras esperaba el autobús.
Empecé a trastear en el móvil intentando averiguar algo mas sobre el instituto pero por mucho que buscara no encontraba nada mas, todo parecía que estuviera borrado o desaparecido.
Una vez que hubo llegado entre y me senté donde siempre al fondo podía sentir la ventilación del autobús que me quitaba el claro que tenia encima.
Deje el móvil y me puse a mirar por la ventanilla para relajarme un poco pero no podía apartar los pensamientos y recuerdos aunque me extrañaba que en ese momento me sintiera incluso hasta bien verla como era engullida por la pared.
─ No, no…─ dije en voz baja mientras movía la cabeza para apartar ese sentimiento que había tenido aunque la preocupación era pero cuando me hubo pareado ver como sonreía ese ser.
Estuve unos minutos pensando en que pasaría si lo que se apoderaba de mi tomara le control.
Cuando por fin llegue al hospital avance por una plaza en la que había una fuente podía sentir el calor de ya avanzada la mañana y la gente paseaba por la calle completamente tranquila.
Subí las escaleras y llegue a las puertas de un edificio de tres plantas a mi derecha había una rampa de la que salían las ambulancias.
El edificio ya era algo antiguo pero aun estaba en buen estado en lo alto había una gran cruz roja nada mas que entre pude oler el desinfectante que usaban en el lugar.
En la entrada había varios asientos de espera mientras se podía ver a unas enfermeras yendo de un lugar a otro junto con algunos médicos y un guardia de seguridad que estaba paseando.
Delante mía había un letrero que ponía “Información”, me acerque a la ventanilla para hablar con la enfermera pero antes que pudiera hacerlo mi madre se me acerco.
─ Cariño al fin has llegado…─ dijo mi madre al verme que enseguida me acerque a ella para preguntar como se encontraba.
─ ¿Cómo se encuentra Ángela…?...Aparte, ¿Qué le hiciste antes para que se calmara…?...─ pregunte varias veces por el miedo de que le hubiera ocurrido algo irremediable.
─ De momento se encuentra bien…pero no es enfermedad ni nada es un espíritu que ha entrado en su cuerpo, lo que he hecho es retenerlo por un tiempo, pero no se hasta cuando…─ respondió mi madre en voz baja para que los que había por allí no se extrañaran o la tomaran por loca.
─ ¿Qué tiene un espíritu dentro…?...Joder…genial esto es fantástico, ¿y los médicos que opinan…?...─ cuestione pensando que tal vez se había equivocado en lo que decía.
─ Bueno le están haciendo pruebas…he llamado a su madre para que venga…─ respondió mi madre con voz calmada.
─ Tengo que ir a verla…¿en que habitación esta…?...─ pregunte esperando no encontrármela de nuevo con espuma en la boca o algo parecido….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el sigueinte capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
EL MAL VUELVE II
─ En la habitación doscientos cuatro, su madre esta con ella…─ respondió mi madre y enseguida buscamos el ascensor para subir a la planta, entramos en este con algunas personas más y subimos a la planta.
Al abrirse las puertas del ascensor el olor a desinfectante me impactó en la nariz mientras veía a enfermeras y celadores de un sitio a otro y podían escucharse las conversaciones mientras pasábamos por delante de las habitaciones.
Al entrar en la habitación pude ver a Ángela que estaba tumbada en la cama conectada a una maquina que marcaba los latidos del corazón y a una vía de suero, aunque ella parecía estar en total calma.
La habitación no era muy grande lo suficiente para albergar una cama dos sillones y unos cuantos aparatos médicos, el sitio estaba iluminado por un foco fluorescente a mi derecha una puerta que llevaba al cuarto de baño y enfrente una ventana en la parte de arriba una televisión.
─ Hola… ¿Cómo se encuentra…?...─ pregunto mi madre mientras se acercaba a una mujer que había sentada en un sillón supuse que era su madre.
Una mujer de mediana edad con el pelo largo y liso de color negro apagado sus ojos parecían estar cansados y tenían un color verde claro, iba vestida con una blusa y una chaqueta de cuero junto con unos pantalones del mismo estilo de color azul apagados.
─ Gracias por haber avisado a la ambulancia…los médicos han dicho que ha sido un desmayo…pero aun le siguen haciendo pruebas…─ respondió la mujer con una voz apagada mientras parecía apunto de llorar mirando a su hija.
─ Seguro que se recupera…no se preocupe…─ hablo mi madre para tranquilizarla mientras ella no dejaba de mirarla en eso pude ver como la mano dio un pequeño movimiento alterando el ritmo cardiaco, por unos segundos.
Eso hizo que la madre se levantara y se acercara a su hija tomándola de la mano, casi al momento entro un medico con una carpeta en la mano.
─ ¿Doctor que es lo que le pasa…?...─ pregunto la madre con tono de desesperación en su voz mientras se acercaba al medico.
─ Pues aun no estamos seguros… ¿su hija sufre de epilepsia…?... ¿o a tenido algunos episodios…?...─ pregunto el medico con tono de confusión mientras miraba los papeles que tenia delante de el.
─ No que yo sepa…tampoco me ha dicho nada… ¿Yuki a ti te dijo algo…?...─ cuestiono la madre mientras me miraba con algo de esperanza en sus ojos.
─ No que yo sepa…nunca le ha pasado nada de eso…─ respondí intentando que sonara convincente puesto que si le dijera lo que de verdad le estaba pasando terminaría en la sección de salud mental.
─ Pues es las pruebas solo dan que fue una lipotimia por una bajada de tensión…le seguiremos haciendo pruebas…no se preocupe seguro que no será nada, tenga confianza…─ dijo el medico dándole cierta esperanza pero en cuanto se fue la madre volvió a sentarse de nuevo en el sillón
─ Lucia no seria mejor que fueras a comer algo…nosotros nos quedamos con ella…─ comento mi madre para que al menos se relajara un poco.
─ Gracias, cualquier cosa me avisas…llamare a mi marido…─ comento Lucia y enseguida abandono la habitación.
─ Por suerte no le has dicho lo que paso…─ dijo mi madre mientras se acercaba a Ángela y empezaba a ponerle las manos por encima de ella como si estuviera analizándola de alguna forma.
─ ¿Pero que haces…?...─ pregunte extrañado viendo lo que estaba haciendo mientras decía unas palabras en japonés.
─ Quiero saber que tipo de espíritu es…cierra la puerta…─ dijo mi madre con severidad mientras seguía pasando la mano por el cuerpo de Ángela pero la llegar al abdomen la mano de Ángela se levanto de inmediato agarrando una mano de mi madre.
─ ¿Pero que…?...─ cuestione con sorpresa al ver lo que estaba pasando aquello me dejo congelado.
Mi madre dio unos pequeños tirones para intentar deshacerse del agarre de Ángela pero este permanecía firme.
─ Akuryō wa anata ni Futsu ga watashi no te o hanasu yō ni meijimasu…─ dijo mi madre en japonés y enseguida golpeo ciertos puntos del brazo de Ángela y esta enseguida soltó la mano de mi madre.
─ ¿Pero que has hecho…?...─ cuestione nuevamente de forma confusa mientras me acercaba a la cama de Ángela esta permanecía tumbada tranquilamente.
Pero nada más que estuve cerca esta se levanto abriendo los ojos de par en par con una mirada vacía pero a la vez intimidatorio mientras me agarraba del cuello.
─ Tu nos enviaste al infierno…─ dijo Ángela con un tono elevado pero enseguida mi madre se acerco golpeándole en la frente y este enseguida cayo de nuevo a la cama.
─ ¿Pero que…?... ¿que coño le pasa…?...─ cuestione mientras me retiraba unos pasos de la cama de Ángela.
─ Es mejor que no te acerques…─ dijo mi madre mientras le levantaba parte del pijama azul que tenia y se mordía el dedo con la sangre empezó a dibujar algo en el abdomen de Ángela.
Aquello me dejo de piedra mientras veía como la sangre era absorbida por la piel de Ángela sin dejar rastro alguno.
─ Esto no es posible…─ hablo mi madre con cierto miedo en su voz mientras se separaba un par de pasos de la cama.
─ ¿Qué es lo que pasa…?...─ pregunte con cierto miedo en la voz mirando el cuerpo de Ángela inerte en la cama que pareciera que seguía dormida.
─ Este espíritu es mas fuerte de lo que había pensado…sal de aquí deprisa…─ dijo mi madre con tono de miedo mientras me quedaba como paralizado viendo el cuerpo de Ángela.
─ Sal de aquí ya!...─ exclamo mi madre con insistencia quedándose mirando el cuerpo de Ángela sin llegar a acercarse en eso entre rápidamente en el cuarto de baño escondiéndome.
Las luces empezaron a parpadear levemente mientras que me empecé a sentir extraño al mirarme las manos pude comprobar que había cambiado por completo de nuevo aquello era inaudito puesto que pensé que solamente podía ocurrirme en el instituto.
Me quede por unos segundos mirándome al espejo viendo de nuevo aquel ser que no conocía.
Por unos segundos me pareció incluso que me sonreía y que el cristal parecía ser líquido acerque la mano para tocarlo pero en cuanto estuvo a escasos centímetros una mano de color rojo salio de ella tomándome por el cuello.
El reflejo era como si hubiera tomado vida podía sentir la presión en mi cuello y como poco a poco me faltaba el oxigeno.
Intente resistirme tomando la mano e intentando hacer que me soltara podía ver como el reflejo sonreía de manera casi diabólica.
Pasaron unos segundos y de repente ceso, retrocedí unos pasos dándome con la pared y mirando el espejo que volvía a volver a la normalidad.
Me acerque a la puerta para intentar escuchar algo, puesto que todo estaba en silencio de pronto escuche un portazo algo que me hizo que separara le oído de la puerta.
─ ¿Pero que…?... ¿Mama…?... ¿Estas bien…?...─ pregunte una y otra vez sin llegar a abrir la puerta, estuve unos segundos esperando con la mano cerca del pomo sin saber que hacer.
─ Tengo que entrar…─ dije reuniendo todo le valor del que podía, abrí lentamente la puerta pero en cuanto lo hice la presión de aquel lugar fue como un peso en mi espalda.
La habitación estaba a oscuras aunque solo escuchaba el pitido de la maquina que aun parecía estar conectada a Ángela.
La luz que entraba era la del exterior; mire el cuerpo de Ángela que aun yacía en la cama mire al lado y pude ver que mi madre estaba desmayada en el suelo.
─ Mama… ¿Estas bien…?...Despierta…─ cuestione mientras la zarandeaba un poco para despertarla.
─ Eh… ¿Qué…?...─ contesto mi madre mientras abría los ojos lentamente y miraba hacia todas partes nada mas verme paso su mano por mi rostro aunque había cambiado por completo.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ preguntó mi madre mientras se levantaba y se recomponía un poco y miraba el cuerpo de Ángela.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ cuestione mientras miraba a Ángela que parecía que estuviese durmiendo tranquilamente.
─ Intente aprisionarlo en el cuerpo de Ángela con l oque le puse en el abdomen…pero al parecer ha escapado y tenemos que destruirlo…─ contesto mi madre explicándome lo que había echo antes en el abdomen de Ángela.
─ O sea…¿que he cambiado por ese espíritu…?...Esto es increíble ya ni fuera del instituto…─ dije con cierta desgana puesto que ya no podía tener ni descansar.
─ Pensé que se quedarían dentro del edificio y no podían salir pero me equivoque al parecer este espíritu es mas fuerte de lo que parece…─ comento mi madre pensando que no abandonarían el lugar donde estaban encerrados pero al parecer no fue así y ahora teníamos que ir en su busca.
─ Al parecer puede cambiar de cuerpo…tengo que hacer algo para que no vuelva al cuerpo de Ángela…─ comento mi madre mientras miraba hacia todas partes para ver si encontraba algo.
─ ¿Qué estas buscando…?...─ pregunte mientras veía como buscaba en el bolso hasta que encontró un pincel fino y un bote de tinta.
─ ¿Siempre llevas eso…en el bolso…?...─ cuestione mientras miraba como mojaba el pincel y empezaba a escribí ciertos símbolos en el cuerpo en Ángela.
─ ¿Para que es eso…?...─ pregunte de nuevo mientras mi madre seguía escribiendo palabras japonesas sobre el cuerpo una vez que hubo terminado puso su mano recta delante de su cara y empezó a decir ciertas frases o eso me parecieron.
Una vez que hubo terminado respiro profundamente y guardo lo que había sacado, se quedo por unos segundos mirando el cuerpo de Ángela.
─ Solo espero que funcione…Le he puesto un Ofuda de protección para que el espíritu no pueda volver a su cuerpo pero a pesar de todo no se si será lo suficientemente fuerte así que tendremos que estar atentos…─ dijo mi madre explicándome lo que había echo pero a pesar de todo no podíamos quedarnos en la habitación teníamos que ir a por ese espíritu.
Salimos de la habitación y el ambiente era opresivo había una ligera niebla oscura por el suelo y un silencio sepulcral todo el ruido que había antes y el movimiento de celadores y enfermeras por el lugar no se escuchaba nada.
─ ¿Dónde esta la madre de Ángela…?...─ pregunte con preocupación en la voz puesto que había venido a ver a su hija.
─ Espero que no haya entrado en esta dimensión, por que si lo ha hecho resulta que tendríamos que proteger a las dos puesto que el espíritu tendría dos personas con las que poder usar…─ respondió mi madre explicándome que tendríamos el doble de problemas aunque había algo que no me cuadraba.
─ ¿Pero si es tan poderoso…?...Podría haber entrado en otra persona fácilmente y haber salido del lugar…─ dije pensando que podría haber salido cuando quisiera pero no había sido así hasta que no entre ese día.
─ Entrar en un cuerpo requiere energía y luchar con el espíritu que ocupa ese cuerpo…las médium son mas sensibles son como jarrones semi vacíos que pueden albergarlo y el gasto de energía es mínimo…─ dijo mi madre explicándomelo cosa que aun no entendía muy bien pero de todas formas teníamos que encontrar a ese espíritu.
─ ¿Te ha pasado algo en el cuarto de baño…?...Cuando te has trasformado…─ cuestiono mi madre mientras avanzábamos pro el pasillo.
─ No, nada…─ respondí mintiéndole esperando no poner mas peso sobre sus hombros por que estaba haciéndolo todo y ya parecía bastante estresada.
Seguimos avanzando por el pasillo en semi penumbra por suerte las luces de emergencia iluminaban el lugar pero aun así daban un aspecto tétrico al lugar.
De repente empezaron a escucharse algunos gemidos que provenían de algunas habitaciones.
Acerqué mi mano para abrir una de ellas pero antes siquiera que fuera a tomar le pomo de la puerta mi madre me tomo la mano y me negó con la cabeza como si fuera una advertencia.
Seguimos avanzando hasta que una puerta se abrió de golpe y la madre de Ángela salio despedida contra la pared, nos quedamos quietos pro la sorpresa pero de este salio una enfermera.
Se movía de forma errática su piel tenia un color grisáceo y podía verse las venas, en seguida esta giro la cabeza su rostro era extraño de sus ojos negros salía sangre que resbalaba por sus mejillas dándole un aspecto tenebroso.
Solamente nos sonrió de forma macabra y demoníaca y volvió de nuevo a mirar a la madre de Ángela que estaba inconsciente en el suelo y empezó a caminar.
─ Déjala en paz!...─ exclame con fuerza mientras corría hacia la enfermera cuando estaba a cierta distancia me lance por ella usando mi cuerpo como un ariete para tumbarla.
En cuanto mi cuerpo toco el de la enfermera esta se deshizo en ceniza que se pego a mi cuerpo mientras caía al suelo de manera estrepitosa.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunte de forma retórica mientras me levantaba del suelo quitándome la ceniza del cuerpo.
Me acerque a la madre de Ángela para ver como se encontraba pero en cuanto abrió los ojos pude ver su rostro de miedo mientras intentaba ir más atrás aunque no podía por que estaba la pared.
─ Apártate de mi monstruo…¿Dónde estoy…?...Socorro!...─ exclamo la madre de Ángela mientras me miraba aterrorizada enseguida se acerco mi madre y la tomo de los hombros para que le mirara a los ojos y así poder calmarla.
─ Lucia mírame a los ojos…céntrate…─ dijo mi madre para que la mirara a ella en vez de a mi.
─ Eh…pero…¿Qué es eso…?...─ Lucia con tono de miedo mientras me miraba de forma casual sin perderme de vista hasta que por fin se centro en mi madre.
─ Lo de quien es él…es largo de explicar pero no tienes que preocuparte lo que tenemos que hacer es salir de aquí cuanto antes…─ hablo mi madre mientras la ayudaba a levantarse mientras seguía quitándome la ceniza de encima.
─ Tengo que ir a ver a mi hija…no puedo dejarla sola…¿Qué le ha pasado la hospital…?...¿Que le ha ocurrido a la enfermera…?...─ preguntaba Lucia una y otra vez mientras miraba a mi madre con los ojos abiertos como platos.
─ Tu hija está bien te lo prometo…lo que tenemos que hacer esa salir de aquí cuanto antes…─ dijo mi madre intentando convencerla aunque se podía ver en los ojos de Lucia que no se iría tan fácilmente.
─ De eso nada no pienso irme sin mi hija…─ comento Lucia mientras se levantaba y empezaba a andar en dirección hacia donde veníamos pero apenas hubo avanzado un par de pasos empezaron a escucharse susurros que provenían de todo el edificio y enseguida pude ver como Lucia se detenía en seco.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunto Lucia mientras permanecía parada en el lugar podía verle como le temblaban las piernas ligeramente.
Rápidamente nos acercamos y pudimos ver como el pasillo tenia ese color rojizo enfermo y como parecía que de la pared querían salir personas mientras podían escucharse sus lamentos.
De improviso aparecieron unas manos negras que salieron pro las paredes moviéndose como queriendo agarrar a quien entrara en ese pasillo sacado del mismo infierno.
Incluso el aire se enrareció de repente y la presión se hizo mas palpable casi me costaba respirar aparte me sentía observado por todos sitios.
─ Tenemos que salir de aquí y buscar la fuente de esto para neutralizarla…─ dijo mi madre y al momento tomo a Lucia de la mano y empezamos a movernos aunque Lucia lo hacia con cierta reticencia puesto que no quería irse sin su hija.
─ ¿Qué esta pasando…?...No quiero irme sin mi hija…─ volvió a cuestionar Lucia mientras corríamos por los pasillos casi a trompicones mientras ella miraba hacia atrás.
─ Es difícil de explicar…lo que puedo decirle es que están impidiendo que se acerquen a ella…─ respondió mi madre de manera escueta mientras seguíamos corriendo por un momento nos quedamos delante del ascensor presionando el botón pero parecía que no se movía aunque había energía.
─ ¿Cómo que están impidiendo que lleguemos a ella…?...Le pusiste esa especie de Ofuda encima para protegerla…─ pregunte pensando en lo que había echo para que el espíritu no volviese a entrar en ella.
─ Lo que hice fue un Ofuda de protección pero no es eterno, con el tiempo cualquier Ofuda puede ser roto…para que hubiese sido eterno tenia que habérselo grabado en el cuerpo…─ respondió mi madre haciéndome saber que lo que había echo era solo una protección temporal y que teníamos que volver a por ella de alguna forma o destruir la fuente de todo aquello.
─ Genial pues creo que va a ser imposible que volvamos…lo único que nos queda es destruir esa fuente y no creo que la tengan desprotegida…─ dije casi de forma irónica pensando que no podíamos volver por le mismo pasillo y los adyacentes los tendrían protegidos aunque no entendía por que también querían a Lucia.
Mientras estábamos hablando volvimos a escuchar los susurros que parecían aproximarse lentamente hacia donde estábamos mientras que las luces del techo parpadeaban ligeramente la pared se fue tornando del mismo color poco a poco.
─ ¿Dónde tienen esa fuente…?...─ pregunte puesto que no tenia ni idea de donde podría estar ni siquiera si era física.
─ Tenemos que bajar al sótano…o sea a la morgue…─ respondió mi madre con cierto tono de preocupación aunque la respuesta hizo que Lucia se preocupara mas aun.
─ No pienso bajar ahí…seguro que hay otra forma de ir a por mi hija…─ dijo Lucia con tono de preocupación mientras poco a poco la pared se iba tornando rojiza.
─ No hay otra tenemos que irnos cuanto antes…este lugar esta siendo contaminada por la otra…en cuanto destruyamos la fuente todo volverá a la normalidad…─ dijo mi madre mientras corrimos hacia una de las puertas y empezamos a bajar por las escaleras de emergencia el lugar estaba casi a oscuras por suerte las luces de emergencia de color rojo iluminaban el lugar pero aun así me parecía ver de reojo que las sombras parecían bailar cuando no las miraba.
Seguimos descendiendo durante unos segundos mas hasta que escuchamos como unos lamentos provenientes del piso de abajo que hizo que mi madre nos detuviera en seco.
─ Es mi hija…esta sufriendo…─ dijo Lucia con desesperación y enseguida de un empujón aparto a mi madre de delante.
─ Mierda!...vamos a por ella…No es su hija…─ dijo mi madre mientras aceleraba el paso bajando con rapidez hasta que llegamos a un descansillo pudimos ver a una figura femenina sentada en el suelo sus ropas eran del hospital y su cabello era como el de Ángela pero no podíamos verle el rostro.
─ Ángela cariño tenemos que salir de aquí…menos mal que estas bien…─ dijo Lucia mientras se acercaba a quien estaba en el suelo.
Mi madre puso su mano delante de su cara como si fuera a rezar y empezó a decir unas palabras en japonés y enseguida aquel ente miro a mi madre pude ver su rostro grisáceo del cual las venas casi se transparentaban por su piel sus ojos eran negros completamente y de estos salían sangre que resbalaba por sus mejillas.
─ AAAAHHHH!!!...─ grito con fuerza Lucia mientras caía al suelo y se separaba de esa criatura como podía.
─ Ella es nuestra no lograras detenernos…ella tiene la culpa nos obligo…nos prometió que nos ayudaría…─ dijo con tono de ira mientras me señalaba apuntándome con el dedo.
─ El no tiene la culpa…os estáis confundiendo…abandonad este lugar…OS LO ORDENO!!!...─ grito mi madre con firmeza y enseguida pude notar como una oleada de calor que inundo el lugar pero aquello en vez de hacer que esa criatura desapareciese lo que hizo fue lanzarse a por la madre de Lucia poniendo sus manos sobre su cuello mientras que esta gritaba de terror.
Enseguida me lance a por ella esperando que se transformase en ceniza nuevamente pero en vez de eso la criatura solamente giro la cabeza y me miro fijamente en ese momento a mi mente empezaron a venirme imágenes devastadoras de gente siendo torturada y sufriendo en torturas inimaginables haciéndome caer al suelo por el dolor.
─ No, dejadme en paz!...─ exclame mientras le dolor atenazaba mi mente y las imágenes me torturaban con su dolor parecía que me lo estuvieran haciéndomelo.
De reojo pude ver como mi madre empezó a hacer símbolos extraños con sus manos y en unos segundos puso su mano delante del ente y este en un segundo se disolvió en ceniza nuevamente.
El dolor empezó a remitir lentamente mientras que las imágenes desaparecieron, mi madre se acerco para comprobar como estaba.
─ Me encuentro bien…─ dije antes de que preguntara y enseguida se acerco a Lucia para ver como estaba.
Ayudo a Lucia a levantarse pero podía ver en su rostro que parecía estar al limite de su cordura por lo que estaba pasando.
El cuerpo de Lucia estaba temblando después del suceso pero aun se mantenía firme o al menos eso esperaba.
─ Tenemos que continuar…Lucia no se separe de mi…si quiere ver a su hija de nuevo tenemos que seguir…─ dijo mi madre infundiéndole valor a Lucia que no parecía estar muy bien y que poco a poco notaba como se derrumbaba.
Lucia tomo la mano de mi madre y seguimos avanzando mientras escuchábamos susurros proveniente de el piso superior la infección estaba cada vez mas cerca y parecía perseguirnos.
─ Vamos rápido…no podemos quedarnos quietos…─ comento mi madre mientras continuábamos bajando las escaleras hasta llegar a la primera planta.
Mi madre respiro profundamente delante de la puerta y acerco la mano al pomo girándolo despacio mientras miraba hacia todas partes por la rendija de la puerta para comprobar que todo estaba tranquilo.
─ Podemos seguir…rápido…─ hablo mi madre mientras atravesábamos la entrada del hospital antes llena de gente y ahora no había nadie y estaba en un completo silencio, sin embargo Lucia se separo del grupo dirigiéndose a la puerta de entrada mientras golpeaba los cristales.
─ Ábrete!…ábrete!...─ exclamo Lucia mientras golpeaba con fuerza los cristales y con un tono de tristeza mientras se derrumbaba lentamente en el suelo.
─ Lucia tenemos que continuar…no podemos detenernos aquí…─ comento mi madre intentando que continuara pero parecía que la pobre mujer ya había superado su limite.
Me acerque a ella un par de pasos y enseguida su mirada se fijo en mi retrocediendo lo que podía acorralándose contra la puerta en eso me detuve.
─ ¿Y tu no te acerques…?...Seguro que todo esto es culpa de tu hijo o en el monstruo que se ha convertido…─ dijo Lucia con desprecio mientras me miraba con ojos llenos de terror.
Sin embargo mi madre le dio una bofetada aquello me dejo sorprendido mientras Lucia la miro sorprendida por lo que había echo se paso la mano por el rostro.
─ Lucia no te permito que hables así de mi hijo…esta ayudándote en todo lo que puede y por mi parte también…estamos haciendo lo imposible para salvar a tu hija…así que ya puedes levantarte y moverte si quieres volver a verla…─ dijo mi madre reprendiendo a Lucia que esta ni siquiera dijo una palabra, después de eso se levanto dándole la mano a ella para que se levantara.
Lucia se quedo pro unos instantes mirando a mi madre y después a mí y sin decir nada acerco la madre aceptando la ayuda para levantarse.
Sin decir nada seguimos avanzando pero podía notarse que el ambiente se había enrarecido y aquella niebla oscura parecía que empezaba a deslizarse por el suelo con más rapidez.
─ Creo que debemos de darnos mas prisa…─ hable pensando que aquella infección la teníamos detrás y no podíamos entretenernos por mas tiempo.
─ Lo se…─ dijo mi madre mientras nos acercábamos a uno de los paneles que estaban en la pared para saber por donde se iba a la morgue.
Mientras estaba mirando pude escuchar como los susurros parecían acercarse cada vez mas hacia donde estábamos me parecía incluso escuchar pasos provenientes hacia nuestra dirección las paredes iban tornándose de un color rojo enfermizo mientras me parecía incluso ver como salían manos del pasillo de donde habíamos venido.
─ Mama!...─ exclame con fuerza viendo como poco a poco el lugar se iba transformando en el mismo infierno lentamente.
─ ¿Pero que demonios es eso…?...─ dijo Lucia con tono de miedo mientras veía la transformación lentamente del lugar.
─ Ya esta…vamos!...no os separéis de mi lado da lo mismo lo que veáis o escuchéis no le hagáis caso…─ comento mi madre mientras caminábamos por un pasillo que tenia una puerta doble al fondo se podían escuchar gritos provenientes de las habitaciones del pasillo mientras las luces parpadeaban ligeramente.
─ Mama socorro!...me hacen daño…¿Dónde estas…?...─ pregunto una voz proveniente de una de las habitaciones que se abrió la puerta lentamente.
─ Aquí estoy hija mía…─ hablo Lucia deteniéndose por unos segundos delante de una puerta del pasillo pero en cuanto lo hizo una figura que llevaba una camisa de fuerza gastada y sucia con el pelo largo y alborotado que le cubría el rostro salio de la habitación.
Lucia se acerco a la figura pero antes siquiera que pudiera hacerlo mi madre tomo su mano y la separo de esta.
─ Es mi hija!…necesita mi ayuda…─ exclamo Lucia con fuerza mientras veía como mi madre tiraba de ella con fuerza.
─ Anata no aidentiti no akuryō o akiraka ni suru…─ comento mi madre y enseguida puso la mano delante de su cara en forma de oración.
En eso el ente despejo el pelo de su rostro y enseguida se vio una faz blanquecina y unos ojos negros que parecían engullir tu alma y de los que salían sangre mientras parecía murmurar palabras incomprensibles de manera rápida.
Lucia retrocedió enseguida poniéndose la mano sobre su boca para no gritar mientras podía ver su rostro lleno de miedo.
Enseguida ese ser retrocedió cerrando la puerta con fuerza, mi madre pareció respirar con cierta dificultad pero aliviada.
─ Tenemos que…seguir…─ comento mi madre de forma entrecortada mientras parecía recuperar el aliento por lo que había echo.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunte mientras me acercaba a mi madre que movió la cabeza asintiendo.
─ Tenemos que continuar…─ dijo mi madre con algo de dificultad en sus palabras y volviendo a retomar el camino.
Abrimos la puerta doble de madera y pudimos ver que había un montacargas para bajar las camillas.
─ No tenemos otro camino…─ hablo mi madre mirando el montacargas con cierta cara de peligro.
Entramos sin pensarlo mucho mas y le dio al botón de bajar, el montacargas empezó su descenso mientras escuchábamos los susurros provenientes de arriba pero enguanto hubimos bajado unos cuantos metros se detuvo de inmediato.
La luz empezó a parpadear levemente haciéndonos saber que la ingestación la teníamos encima y no podíamos hacer nada para evitarlo.
─ Tenemos que salir de aquí…─ dijo mi madre mientras miraba al techo y de un salto empujo la trampilla.
─ No pienso pasar por ahí…esto ya es demasiado…─ dijo Lucia con tono de enfado mientras miraba como mi madre apartaba la trampilla.
─ Lucia tenemos que seguir…y no te pienso dejar atrás y tu tampoco lo harás si quieres volver a ver a tu hija…─ dijo mi madre recordándolo que lo hacia por su hija y además que no podíamos perder tiempo para salir.
Enseguida el montacargas empezó a tambalearse mientras las luces parpadearon con fuerza unas veces antes de volver a estabilizarse.
Seguidamente se empezamos a escuchar golpes por fuera del montacargas mientras que el ambiente se enrareció rápidamente.
Lucia giro la cabeza y enseguida pude ver su rostro lleno de miedo mientras no dejaba de mirar la ventana de las puertas del ascensor.
Cuando miré hacia el mismo sitio pude ver unos rostros fantasmales que se aplastaban contra el cristal como si quisieran entrar.
Mientras los golpes en el exterior parecían como si muchas manos estuvieran golpeándolo.
Mi madre elevo a Lucia por encima del ascensor y enseguida ella de un salto llego arriba en eso tomo mi mano para que subiera….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
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