Mazoku
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CONFESION PROFANA
Estaba completamente aterrorizada nunca habia visto aquello aunque también esta jamás se habia producido nada igual en el convento.
─ Señor Jesucristo, Verbo de Dios Padre, Dios de toda criatura que diste a tus santos Apóstoles la potestad de someter a los demonios en tu nombre y de aplastar todo poder del enemigo; Dios santo, que al realizar tus milagros ordenaste: “huyan de los demonios”;Dios fuerte, por cuyo poder Satanás, derrotado…─ dijo el padre mientras arrojaba agua bendita con un hisopo contra la hermana Carla.
Esta empezó a chillar podia ver que se retorcía en la silla en la que estaba atada y gritaba con todas sus fuerzas aquel grito no parecia humano.
Estaba completamente aterrorizada no podia entender como habia sucedido aquello, aunque podia ver a la madre superiora algo mas tranquila pero aun asi podia ver el miedo en sus ojos también.
─ Huelo alguien nueva…y el pecado en ti padre…─ dijo la hermana Carla con una voz extraña aunque era femenina sabía que no era la suya.
─ Tu nombre demonio, ¿Cuál es tu nombre…?...─ pregunto el padre mientras sostenía la Biblia en sus manos y le ponía la cruz en la frente.
Esta enseguida empezó a chillar de nuevo con fuerza mientras podia ver como de la donde habia colocado el símbolo empezaba a salir algo de humo.
Aparte la vista de inmediato no podia soportar aquello me era casi imposible era como si estuvieran desgarrando mi alma.
─ Hermana Isolda, que no sienta la debilidad en su corazón…─ dijo la madre superiora con firmeza en su voz.
Por un instante la hermana Maria se me quedo mirando con esos ojos de color amarillo mientras el padre retiraba el símbolo de su frente en ese momento fue como si algo ocurriese no podría explicarlo.
─ ¿Cuál es tu nombre demonio…?...─ volvió a preguntar el párroco con fuerza en su voz mientras volvía a arrojarle agua bendita sobre ella.
Esta volvió a gritar con fuerza mientras podia ver como lso objetos de la habitacion empezaban a temblar y a caerse de los estantes.
En un momento dado la hermana Maria cayo inconsciente por le esfuerzo lo mas seguro y todo se quedo en silencio.
Aquello hizo que un escalofrió me recorriese el cuerpo no sabía lo que fuera a pasar, pero no tenia una buena sensación.
─ Será mejor que la dejemos descansar…─ dijo el padre mientras guardaba el agua bendita y salia de la habitacion.
─ Hermana Isolda…quédese con ella si pasara algo avísenos y no se acerque…el demonio puede tentarla…─ dijo la madre superiora despues de eso abandono la habitacion.
Me senté y comencé a rezar mientras la hermana Maria parecia que estuviera desmayada.
─ Hermana Isolda…¿Qué ha pasado…?...¿Donde estoy…?...─ pregunto Carla de manera dudosa mientras miraba hacia todas partes intentando liberarse las muñecas de sus ataduras.
─ Hermana Carla…¿Cómo te encuentras…?...─ pregunte con miedo parecia que el demonio habia abandonado el cuerpo de ella.
─ Estoy sedienta…¿qué ha pasado…?...─ pregunto la hermana Carla mientras intentaba moverse de donde estaba.
─ ¿No te acuerdas…?...─ pregunte mientras me acercaba a ella manteniendo la distancia.
─ No…suéltame por favor…─ dijo rogándome la hermana Carla mientras me miraba con ojos de tristeza y desesperanza.
─ No puedo hacerlo…voy a avisar a la madre superiora…─ dije mientras me acercaba a la puerta para avisar a la madre superiora.
─ No, de eso nada…esto es entre tu y yo pequeña…─ dijo la hermana Carla y de pronto su voz volvió a cambiar con el miedo en el cuerpo tome el pomo de la puerta pero por mucho que lo moviese no giraba no habia forma de abrir la puerta.
Gire la cabeza mientras tragaba algo de saliva para cuando pude ver su rostro lo primero fueron esos ojos amarillos que parecían que me atravesaban el alma, seguí intentando girar el pomo pero era inútil.
─ ¿Qué es lo que quieres…?...─ pregunte con cierto en la voz aunque aparentaba no aparentarlo por lo que me habia dicho la madre superiora.
─ No hace falta que te hagas la valiente…No es lo que yo quiero, si no lo que tu quieres…─ dijo de forma esta vez no agresiva si no es como si resbalara las palabras de su boca con tentación.
─ Lo que quiero es recuperar a mi amiga…y que vuelvas al infierno…─ dije mientras mantenía la distancia y poniendo las manos sobre el pecho.
─ Hay algo en ti…extraño…¿De verdad quieres salvar a tu amiga…?...─ pregunto Carla de manera sibilina y seductora, mientras me miraba de una forma distinta.
─ Si…─ respondí de manera temerosa mientras me acercaba unos pasos pero aun asi mantenía la distancia.
─ ¿Darías tu vida por ella…?...─ pregunto de nuevo Carla mirándome fijamente con los esos ojos amarillos que se me calvaban en el alma y me producían un miedo devastador.
Por unos segundos dude en lo que iba a responder y me quede pensativa mirando esos ojos atónita.
─ Si, seria capaz de dar mi vida…─ dije despues de un momento con la mente en blanco.
─ Ja, ja, ja, ja…─ rió Carla con un tono estremecedor y malévolo, las luces empezaron a parpadear con fuerza mientras esta se carcajeaba y echaba la cabeza hacia atrás seguidamente de nuevo y de improviso volvió a mirarme con seriedad.
Tome el crucifijo que llevaba al cuello y empecé a apretarlo con fuerza mientras murmuraba rezando.
─ Muy bien, solo acércate…ven y tócame la mano…─ dijo Carla con un tono como si fuera amenazante, en ese momento me fui acercando poco a poco mientras le demonio seguia mirándome como daba cada paso, en ese momento ni siquiera pensé lo que llegaría a pasarme.
Cuando ya estaba a su altura de improviso escuche como alguien movía el pomo enseguida supe que era el padre y la hermana que habían vuelto.
─ Hermana Isolda abra la puerta…¿Se encuentra bien…?...─ pregunto el padre mientras forzaba la cerradura una y otra vez pero sin conseguir nada.
En ese momento empecé a dudar si tocar su mano o abrir la puerta y dejar que el padre terminara de hacer el ritual de exorcismo.
─ Si quieres que ella viva toca mi mano…si no, no se salvara…─ dijo Carla de nuevo amenazándome con la su propia vida.
─ Hermana Isolda abra la puerta!....─ exclamo de nuevo el padre mientras de nuevo volvía a mover el pomo sin conseguir nada, pero pasado unos segundos empecé a escuchar un golpe fuerte, al parecer le padre estaba empujando la puerta y pensé que no tardaría en ceder.
─ Isolda ayúdame…por favor…─ dijo Carla esta vez con miedo en la voz mientras sus ojos volvieron a su forma normal.
─ Carla!...─ exclame viendo que habia vuelto pero en cuanto di unos pasos sus ojos volvieron a cambiar nuevamente mientras escuchaba los golpes en la puerta que cada vez eran mas fuertes.
─ No podré retenerlos por mucho tiempo y la vida de este cuerpo…se apaga lentamente…no te queda mucho tiempo…─ dijo Carla nuevamente mientras veía como aquellos ojos volvían a reaparecer.
Viendo que no podia hacer nada me acerque rápidamente hacia Carla y le tome la mano en ese momento las luces empezaron a parpadear fuertemente.
─ Ja, ja, ja, ja, ja…─ rió Carla mientras eso sucedía y de pronto una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo junto con una ola de calor que lo invadió aquella sensación fue increible mi mente se nublo por un momento, podia sentir un poder tremendo recorrerme el cuerpo.
Por unos segundos me quede como si estuviera en trance ni siquiera oía los golpes en la puerta ni me daba cuenta que las luces estaban parpadeando hasta que al final todo ceso de golpe.
De repente abrí la puerta, era como si hubiera despertado de un sueño extraño, me sentía algo asustada.
─ ¿Se encuentra bien hermana Isolda…?...─ pregunto el padre mientras me miraba de forma extraña y desconfiada.
─ Si, solo que el pomo no abría…─ dije mientras abría el pomo y le miraba con una sonrisa, por unos segundos el padre sospecho.
No hizo nada mas y solamente se acerco unos pasos y manteniendo la distancia mientras se santiguaba en eso giro la cabeza para comprobar si lo hacia y aunque estaba algo temerosa lo hice sin ningun problema.
El padre pareció que respiro un poco mas aliviado y seguidamente se quedo mirando por unos instantes si llevaba le crucifijo puesto y respiro mas aliviado.
Al bajar la cabeza mire le crucifijo que llevaba cosa que me extraño puesto que dentro del cuerpo el demonio al notar el símbolo sagrado gritaba de dolor.
─ ¿Qué extraño…?...─ pregunte de manera retórica susurrándome mientras apretaba le crucifijo entre mis manos, parecia como si el demonio no me afectara o en verdad se hubiera ido.
El padre continuo con el ritual arrojándole agua bendita encima mientras rezábamos pero esta vez no sucedió nada y Carla estaba con la cabeza bajada sin decir nada.
─ Tu nombre demonio!...─ volvió a ordenar el padre mientras le arrojaba agua bendita y le ponía la cruz cerca de ella.
En eso Carla levanto la cabeza y miro con sus ojos normales con una expresión de miedo como si hubiera despertado de un mal sueño.
─ ¿Qué es l oque ocurre…?...Isolda por favor…─ dijo Carla mientras se movía intentando soltar sus ataduras, podia ver que en sus muñecas habia varias heridas ocasionadas por le roce de las cuerdas.
─ Carla!…─ exclame al verla que seccionaba y parecia que estaba bien mientras el padre nada mas ver que me acercaba puso su mano en medio para detenerme.
─ Podría ser una trampa…─ dijo el párroco con desconfianza mientras veía a Carla moverse en lasilla forcejeando.
El padre sin pensárselo dos veces le arrojo agua bendita encima y pareció que no reaccionaba con dolor seguidamente puso la cruz en su frente y todo parecia normal.
─ Que extraño…parece que el demonio ha abandonado su cuerpo…¿Hermana Isolda paso algo cuando estuvimos fuera…?...─ pregunto el padre mirándome con ojos de duda y tono de sospecha.
─ No, nada solamente que la puerta no abría nada mas…─ respondí con voz temerosa mientras le miraba a los ojos.
─ Muy bien arrodillémonos y recemos…─ dijo el padre e hicimos lo mismo parecia que el padre estaba mas pendiente de mi que de la propia Carla.
Despues de eso abrí el maletín y saco la ostia se puso delante de la monja y se la ofreció despues hizo lo mismo delante de mi aunque estaba llena de miedo pro lo que podia pasar.
Sin pensarlo la empecé a paladear pero veía que nada sucedía parecia que todo estaba bien y no habia problemas cosa que me extrañaba bastante.
Preferi no hacer nada y continuar con lo que estaba haciendo, para cuando hubo pasado todo le ritual el padre soltó a Carla esta enseguida me abrazo con fuerza llorando.
─ Gracias padre!...─ dijo Carla mientras le besaba la mano cosa que el padre no pareció aceptarlo muy bien.
─ Esperemos que todo haya salido bien…─ dijo el padre mientras miraba a Carla y a mí de manera desconfiada aun habiendo pasado sus pruebas.
─ Ahora es mejor que descanses…La hermana Isolda estará contigo…─ volvió a decir el padre despues de todo aquello tomo las cosas y las guardo en el maletín.
Seguidamente hice la cama y Carla se acostó yo me senté en la silla y cruzando las manos empecé a rezar esperando que todo aquello hubiera sido un mal sueño y nada mas.
Pero mientras veía como la Carla empezaba quedarse dormida sentí como si algo se revolviera en mi interior, me quede mirando hacia las luces que entraban por la celda de la hermana parecían incluso que tuvieran vida propia y tomasen formas extrañas.
Por unos instantes me quede mirando las ramas de un árbol que se movía suavemente con el viento pero que me parecieron como una mano con garras que parecían arañar la pared.
Por un instante un escalofrió recorrió mi espalda incluso me pareció escuchar el sonido en la pared pero pensé que seria el sueño y el cansancio que tenia.
Los ojos se me fueron cerrando casi sin darme cuanta para cuando me di cuenta estaba dormida…
(SUEÑO)
Cuando abrí los ojos me encontraba en un espacio completamente en negro no podia ver nada en ninguna dirección, aquello hizo que apretara con fuerza el crucifijo que tenia, empecé a avanzar hacia alguna parte sin saber que es lo que me encontraría.
El nerviosismo invadía mi cuerpo podia sentir como el corazón me latía con fuerza, y las manos me temblaban mientras susurraba rezando.
Cuando por fin pude ver una puerta al fondo acelere el paso hacia esta, tenia el aspecto de una de las que teníamos en las celdas cosa que me extraño bastante, mire hacia todos lados pero no habia nada.
asi que acerque la mano de manera temerosa hacia el pomo redondeado y cuando a estaba a escasos centímetros escuche como retumbaba con fuerza.
Eso hizo que cerrara la mano por un momento pero no volvió a escucharse nada mas, asi que volvi a acercar la mano para tomar el pomo.
─ Isolda…─ escuche como una voz femenina me llamaba de manera sinuosa y tentadora con un tono muy suave.
─ ¿Quién eres…?...─ pregunte con miedo en la voz mientras miraba hacia todas partes sin ver a nadie.
─ Sabes quien soy…solo tienes que abrirme la puerta…─ dije la voz mientras parecia que me estuviera seduciendo, aunque por mucho que mirara no veía a nadie solamente oscuridad y la voz parecia provenir de cualquier sitio.
Me quede pensativa reflexionando mientras mi vista se volvía a fijar en la puerta que parecia que me estaba atrayendo.
─ Dios por favor protégeme…─ dije mientras acercaba la mano a la puerta y tomaba el pomo con fuerza, asi que con impulso abrí la puerta y solamente habia oscuridad en su interior pero esta parecia distinta a la que habia fuera parecia incluso estar viva me parecia verla como se retorcía.
De improviso aquella oscuridad viviente salio de la puerta inundando el lugar y rodeándome por completo la sentía fría incluso llego a darme escalofríos, de pronto note como algo me atravesaba la piel y era la oscuridad que pretendía entrar dentro de mi cuerpo.
Intente alejarme de la puerta pero parecia que por mucho que moviera las piernas no avanzaba hacia ninguna parte de pronto note un dolor que me invadía le cuerpo por completo y caí de rodillas abriendo los brazos en cruz sentí como la oscuridad entraba en mi cuerpo a partir de mis ojos parecia que me estuvieran ardiendo.
─ AAAAHHHH!!!...─ grite con todas mis fuerzas debido al dolor mientras notaba como aquella oscuridad entraba en mi cuerpo invadiéndome.
─ Tu Dios no esta aquí…─ dijo la misma voz con un tono demoníaco y en ese momento abrí los ojos asustada y sudando.
(SUEÑO)
─ Nooo!!!!...─ exclame con fuerza escuchando esa frase hasta el ultimo momento me pareció que retumbaba en mi mente, cuando me di cuenta estaba ya amaneciendo y la noche habia pasado.
─ ¿Isolda te ocurre algo…?...─ pregunto Carla cuando de repente mi vista se fijo en ella estaba acostada en la cama mirándome con ojos alegres.
─ Carla…─ dije aliviada al verla que se encontraba mucho mejor y de pronto la abrace con fuerza casi se me saltaron las lagrimas.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ pregunto Carla con interés mientras seguia abrazándome pero en eso enseguida me fije en la ventana de la celda y pude ver que los arañazos que habia creído escuchar eran ciertos, habia tres marcas de garras en la ventana.
Aquello hizo que se me revolviera le estimado y empezara a temblar muy suavemente no podia creer que todo aquello fuera cierto.
─ ¿Isolda te ocurre algo…?...─ pregunto Carla con interés puesto que seguramente hubiera notado que estaba temblando.
─ No nada, solo estoy alegre que estés bien…─ dije mientras dejaba de abrazarla y seguidamente escuchamos las campanadas del primer oficio e inmediatamente salí de la habitacion para que se cambiara.
Me quede fuera y enseguida pude ver como el convento empezaba a tomar vida poco a poco mientras empezaba a amanecer y al fondo como el padre se acercaba junto con la madre superiora a la celda de Carla.
─ ¿Cómo se encuentra…?...─ preguntó con seriedad el padre mientras me miraba fijamente al parecer aun no estaba muy convencido de que el demonio hubiera desaparecido tan rápidamente.
─ Esta cambiándose para el oficio…─ dije mientras agachaba la cabeza y le besaba la mano al padre.
Estuvimos unos momentos esperando a que Carla se cambiara en cuanto lo hubo hizo salio por la puerta y de pronto se asusto.
─ Padre, hermana superiora…─ dijo Carla bajando la cabeza y con algo de miedo en su rostro al encontrárselos de golpe.
─ ¿Hermana Carla se encuentra bien…?...─ pregunto el padre mientras la miraba fijamente y entraba un poco en la habitacion de esta a ver que es lo que podia encontrar.
─ Si claro por supuesto, hermana superiora tenemos que ir al oficio…─ dijo Carla dando algo de prisa y yendo hacia la capilla.
─ Padre tiene que dar el oficio…─ dijo la Hermana superiora mientras me invitaba a ir hacia la capilla.
En mi caminar pude sentir algo extraño como si mi cuerpo empezara a sentirse nervios de alguna manera extraña mientras veía a las monjas yendo hacia la capilla a orar.
─ Esto es maravilloso…─ dijo una voz femenina la misma de mi sueño en ese momento mire hacia todas partes sin saber de donde procedía precia que estaba detrás mía pero solo estaban las monjas que avanzaban hacia la capilla.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte confusa susurrándolo mientras seguia avanzando en el camino.
─ No me digas que no sabes quien soy…haces que me entristezca…─ respondió la voz femenina y enseguida me detuve en seco con un temor en mi corazón.
─ No puede ser…es imposible, el párroco me puso encima la Biblia, incluso tome le cuerpo de Cristo…no podrías haberlo resistido…─ dije pensando en todo lo que había echo el padre.
─ Como te dije ese padre estaba manchado pro el pecado…y el agua que me arrojo no la bendijo él…─ dijo el demonio explicándome que todo aquello no habia sido por el.
─ ¿Entonces por que sufrías con todo lo que decía…?...─ pregunte extrañada mientras caminaba.
─ Toda escritura dicha con fe nos hace daño…pero el agua la puede bendecir otra persona, además el padre tiene ciertos pecados con algunas de las hermanas…─ dijo el demonio con cierto retintín parecia como si estuviera disfrutando.
─ ¿Pero que dices…?...Es un sacerdote…─ pregunte reafirmándome en lo que había dicho puesto que para mi era algo imposible.
─ ¿Crees que de cintura para abajo no es un hombre…?...Por favor no me hagas reír…─ respondió el demonio casi riéndose en ese momento los pensamientos empezaron a acumularse en mi mente de cierta manera que no había pensado nunca.
Moví la cabeza para intentar despejar mi mente de aquellas imágenes para cuando ya estaba cerca de la entrada el demonio pareció acallarse y parecia como si no estuviera en mi mente.
Nada mas entramos todas cerraron las puertas detrás de nosotras y comenzaron el oficio que fue como siempre cuando fui a tomar el cuerpo de cristo aquello me dio un escalofrió que recorrió todo el cuerpo, me puse en la cola y empecé a avanzar lentamente para cuando llegue abrí la boca y me pusieron la ostia en la boca pero no sentí nada.
Aquello me extraño bastante asi que volvi a mi sitio para terminar el oficio de la mañana y empezar las tareas.
Mientras estaba allí me sentía rara era como si un olor muy perfumado invadiera el lugar aquello hacia que me mareara un poco.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte susurrando mientras miraba hacia todas partes intentando saber de donde provenía el olor.
─ Es mejor que no te comas la cabeza, es el olor de la virtud y la virginidad, algunas son asi y ese olor lo puedes notar…─ hablo el demonio sintiendo que estaba en mi cabeza y habia vuelto de alguna forma.
Preferi permanecer callada hasta entonces y terminar el oficio pero raramente sentía también el ambiente algo pesado y no entendía el por que nunca habia sentido aquello.
Cuando por fin terminamos y salimos nada mas hacerlo respire aliviada como tomando una bocanada de aire fresco.
─ ¿Te encuentras bien hermana Isolda…?...─ pregunto una de las monjas que salia junto a mí cuando respiraba profundamente.
─ Si, solo estoy algo cansada por lo que paso anoche…─ dije mientras continuaba mi camino hacia lo que tenia que hacer.
─ ¿Se encuentra bien la hermana Carla…?...─ pregunto la monja mientras caminábamos con cierto interés.
─ Si sorprendentemente, el padre expulso al demonio y parece que se encuentra mucho mejor…─ dije pensando que lo que paso no fue gracias al padre.
Pude ver como algunas monjas formaban un corillo alrededor de Carla para hablar con ella parecia que todo iba bien.
Me encamine para hacer mis labores cotidianos y el día paso tranquilamente para cuando llego la tarde fuimos al comedor para cenar y volver a nuestras celdas.
Mi celda estaba al lado de la de Carla, era de lo mas simple una cama y una mesita de noche junto con una ventana con rejas que daba al exterior las paredes era de piedra y en una de ellas habia un crucifijo.
─ Que lugar mas aburrido…─ dijo el demonio al parecer el lugar no le hacia mucha gracia.
─ No creo que este lugar sea muy de tu agrado seria mejor que volvieras al infierno…─ dije proponiéndole un cambio y que asi abandonara el lugar.
─ Hicimos un pacto y lo pienso cumplir además parece que tienes en mente algunas ilusiones y metas…─ dijo el demonio investigando en mi mente.
─ Son solo sueños…Oye no deberías estar mirando lo que no debes!...─ exclame haciéndole saber que no debía mirar lo que no le permitía.
─ Cariño estamos las dos en el mismo barco…seguro que tienes muchas preguntas sobre mi…─ hablo el demonio sabiendo perfectamente que las preguntas invadían mi mente sobre ella.
─ Si, claro tengo muchas preguntas por ejemplo…¿Cómo es que eres una mujer si los espíritus son asexuales…?...¿Existe el infierno como siempre nos han dicho…?...¿Existe Satán…?...¿Que tipos de demonios sois…?...─ pregunte una y otra vez con interés las preguntas bullían en mi mente.
─ Tranquila cielo todo a su tiempo…─ dijo el demonio que poco a poco fue explicándome cosas aterradoras sobre el infierno y sobre los demonios y como sabían que persona era susceptible a la posesión y como podia detectar a las personas que tenían pecados y demás aquello se me hizo muy interesante y cada vez me entraban mas ganas de hacerme exorcista.
─ Es increible…─ hable sin llegar a terminar la frase para cuando el demonio me interrumpió.
─ Para un momento…quiero hacerte una pregunta, ¿Por qué te metiste a monja…?...parece que no encajas en este sitio…─ pregunto el demonio haciéndome una pregunta bastante interesante puesto que me habia metido por otra cosa.
─ Bueno es algo complicado…cuando era pequeña vi la película "El exorcista" y aquello me impacto bastante desde ese momento quise hacerme una exorcista y ayudar a la gente, pero lo que he conseguido ha sido esto, he enviado muchas cartas para ver si me aceptaban en su orden pero no he recibido contestación…─ respondí suspirando y viendo lo que había conseguido hasta ahora.
─ Es increible buscaba alguien que corromper y me encuentro en la piel de una aspirante a exorcista…a ver no me entiendas mal pero me parece sorprendente cielo…─ hablo el demonio con desanimo como si todo le fuera de mal en peor.
Mientras continuábamos con nuestra charla que me parecia imposible todo l oque me estaba contando escuche como unos gritos apagados que provenían de la celda de Carla.
Aquello me sorprendió bastante aplique el oído para escucharlo mas de cerca, y en efecto eran gritos apagados y una voz que me parecia del padre.
Cuanto mas permanecia escuchando notaba como un calor que me invadía y recorría todo mi cuerpo, aquello me sorprendió bastante llegando un momento, parecia abrasarme.
─ Dios!, ¿Qué esta pasando…?...─ pregunte con cierto interés mientras apartaba el oído de la pared.
─ Un viejo amigo que conozco muy bien, la lujuria y el padre, te lo dije tenia un pecado…─ dijo el demonio con cierto interés en lo que estaba escuchando.
─ Es imposible…es un sacerdote…─ dije aun sin creerme lo que estaba pasando pero lo tenia delante mía y estaba escuchándolo.
─ ¿Quieres comprobarlo…?...Se que te mueres de curiosidad…─ dijo el demonio haciendo lo que mejor saben hacer tentarnos pero esta vez no era por curiosidad si no por l oque le estaba pasando a Carla.
Asi que cediendo a la curiosidad abrí la puerta de la celda muy lentamente intentando no hacer mucho ruido, al salir era ya noche y todas las celdas estaban encendidas y las hermanas rezando lo mas seguro.
Avance unos pasos por le patio interior solamente sin que hubiera nadie, pero tenia que darme prisa puesto que las monjas solían dar vueltas para comprobar si estabamos bien.
Avance lentamente hasta estar cerca de la puerta podia sentir el aire fresco de la noche y los gritos apagados que salían de la celda de Carla puse el oído y seguia escuchándolos abrí su puerta lentamente para ver que es lo que pasaba.
Cuando abrí la puerta estaba sin palabras estaba Carla contra la pared con casi nada de ropa y toda su espalda llena de latigazos mientras que le padre la golpeaba una y otra vez.
En eso se acerco a esta soltando el látigo y comenzó a besarla a la fuerza mientras esta intentaba hacer que parara.
─ DIOS!...─ exclame de improviso en eso el sacerdote giro la cabeza y fue directamente hacia la puerta abriéndola con fuerza.
─ Vaya asi que tenemos una pequeña mirona…esta noche se pone mejor por momentos…─ dijo el padre tomándome del brazo y tirando de mi hacia dentro mientras cerraba la puerta.
─ ¿Qué esta haciendo padre…?...─ cuestione viendo lo que pasaba nunca pensé que esto pudiera ser verdad.
─ La hermana Carla un tiene el demonio en su cuerpo y hay que extirparlo…─ dijo el sacerdote mientras tomaba la vara y me soltaba un golpe que hizo que parte de la ropa se rasgara….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo la siguiente novela espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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EL PRIMER PECADO
─ AAAAHHH…─ grite con fuerza la notar la vara tocarme la piel y dejar la marca roja mientras parte del habito se rasgaba podia ver los ojos del párroco llenos de lujuria e ira.
Mientras de reojo podia ver a Carla en el suelo encogida llorando con marcas rojas en su piel.
No podia creer lo que estaba pasando ni lo que el párroco estaba haciendo parecia que estuviera poseído de alguna forma.
─ Padre…¿por que hace esto…?...─ pregunte mientras retrocedía unos centímetros y me tapaba el pecho con las manos mientras sentía le calor del golpe.
─ Es que no lo ves, el demonio ha entrado en este lugar santo y debe ser erradicado empezando por sus siervas…─ respondió el párroco con los ojos llenos de locura mientras doblaba la vara ligeramente preparándose para golpear de nuevo.
Se acerco de nuevo a Carla y tomándola del brazo la apoyo con la pared y empezó a golpearla con la vara haciendo que la ropa interior saltase en pedazos seguidamente se apoyo contra ella y comenzó a toquetearla de manera lujuriosa; aquello no podia ser cierto mi mente no daba crédito a lo que estaba viendo.
─ PADRE DETENGASE!...─ grite ordenándoselo mientras me acercaba a Carla e intentaba ayudarla pero en eso el padre volvió a soltar un golpe haciéndome retroceder y caer al suelo.
Mientras se me acercaba el padre con la vara en la mano y con los ojos inyectados en sangre, para cuando ya estaba a mi altura elevo el brazo y comenzó a soltarme golpes una y otra vez podia sentir el dolor que producía no podia otra cosa mas que taparme la cabeza y esperar que se cansase.
Mis gritos retumbaba en el lugar pero parecia que nadie me escuchaba despues de un rato el padre jadeaba por el esfuerzo y yo sentía mi cuerpo dolorido mientras me quejaba por el dolor.
─ Padre…por favor…─ dije de forma entrecortada soportando el dolor en el cuerpo e intentando acercarme a Carla que estaba llorando.
El padre se me acerco y tomándome del pelo acerco mi rostro al suyo mientras este me enseñaba la vara.
─ Shhhh!!!...calla pecadora, por la gracia de Dios haré que salga el demonio de tu cuerpo, crees que no lo se…que el demonio fue a tu cuerpo y que estáis contaminadas las dos, yo soy el único aquí que puede liberaros…─ dijo el párroco acercando su boca a mi oído susurrándomelo.
Carla siguió llorando por unos momentos mientras veía como se acercaba poco a poco arrastrándose hacia la puerta.
─ ¿Dónde vas pecadora…?...─ pregunto el párroco caminando hacia Carla y enseguida tomándole del cabello empezó a tirar de ella de nuevo y de un tirón la lanzo contra la pared.
─ No por favor, no por favor…─ rogaba Carla mientras se acurrucaba contra la pared y seguia llorando.
─ Pecadora, expulsa al demonio…─ dijo el párroco mientras volvía a golpear de nuevo a Carla, sus gritos parecían clavarse en mi cerebro y no sabia que hacer.
Mi mente estaba lleno de miedo y de ira mientras miraba aquel loco espectáculo que le párroco estaba provocando.
En ese momento pude ver alrededor del padre como una pequeña aura de color negro que rodeaba su cuerpo.
Aquello me dejo de piedra incluso podia sentir la presencia de otra presencia en su cuerpo como si algo estuviera controlándole.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte de voz baja mientras miraba aquello no podia creer lo que estaba viendo.
─ Eso es lo que veo yo…si quieres que te ayude déjame que tome el control…tu decides…todo esto puede acabar en un momento…─ dijo el demonio tentándome con una solución pero no sabia que hacer aunque también quería que terminase todo aquello.
La indecisión me estaba matando y mas ver como el párroco seguia dañando a la pobre Carla.
─ De acuerdo…─ dije aceptando el trato sin saber que es lo que pasaría en ese momento.
De improviso una ráfaga de calor rodeo mi cuerpo podia sentir como casi ardía, mire a mis manos viendo como mis uñas se volvían negras de inmediato y crecían incluso, note como del final de mi espalda crecía una cola negra terminada en punta.
Podia sentir como mi rostro prácticamente ardía pero no sentía dolor alguno, por unos instantes el párroco se detuvo y me miro de reojo con el miedo en su rostro.
Enseguida tomo la Biblia que había cerca de este y comenzó a rezar en un momento la puso delante mía.
─ Crux Sacra Sit Mihi Lux Non Draco Sit Mihi Dux Vade Retro Satana Numquam Suade Mihi Vana Sunt Mala Quae Libas Ipse Venena Bibas!!!...─ dijo el párroco con la Biblia delante de el.
─ Ja, ja, ja, ja…─ rió el demonio mientras miraba de forma lujuriosa al párroco y se relamía los labios podia sentir y ver todo lo que estaba pasando.
─ ¿Crees que las palabras de un párroco corrupto como tú tienen algún poder contra mi…?...Lo siento cariño pero Dios te ha abandonado…─ pregunto el demonio mientras acercaba su rostro a escasos centímetros de la del párroco.
─ Vade retro Satanás…─ volvió a repetir el párroco mientras se alejaba unos centímetros y le colocaba la Biblia delante suya.
─ Lo siento cielo pero no puedo hacerlo…─ hablo el demonio relamiéndose y enseguida le coloca la mano encima de la cabeza pude ver como el padre forcejeaba intentando liberarse pero era inútil no podia hacer nada de pronto empecé a ver como sus ojos se ponían en blanco y su cuerpo prácticamente se desplomaba.
Solo permanecia sostenido por la mano que estaba agarrando su cabeza, aquello me dio un escalofrío que recorrió mi espalda.
─ Detente le estas haciendo daño…─ dije mientras notaba como veía al párroco y su cuerpo temblaba con fuerza.
─ Si quieres salvarle déjame y no te metas…Soy la señora de la oscuridad, la esencia del mal y te ordeno que abandones su cuerpo…─ hablo el demonio como si estuviera sentenciando a alguien en ese momento dio un tiro del párroco haciendo que este cayera al suelo mientras sostenía en sus mano una especie de figura rojiza que parecia un esqueleto era pequeño y no dejaba de patalear e intentar soltarse.
─ Suéltame traidora, de estas no te salvara cuando se enteren los demás demonios Irán por ti…─ dijo el demonio de manera amenazante y con una voz extraña mientras pataleaba por zafarse de la mano de ella.
─ Si llegas al infierno…─ dijo el demonio de manera amenazante y en ese momento le dio un mordisco el cuello con fuerza este chillo con fuerza retumbando en la habitacion mientras veía que caía una sustancia negruzca al suelo de la que empezó a salir humo, mientras la pequeña figura se debatía por seguir viva el demonio arranco casi medio cuello haciendo que este dejara de moverse y se cimbreara en la mano de la sucubus y con un simple movimiento su cuerpo cayo al suelo mientras esta seguia con la cabeza goteando aquel liquido negruzco en sus manos.
─ Que asco!!!...─ exclame con horror mientras intentaba cerrar los ojos para no verlo pero me era imposible puesto que era ella la que manejaba mi cuerpo.
─ Asi es como se exorciza un demonio…No vuestros entupidos rituales que solo hacen que vuelvan al infierno…─ dijo de manera enfadada mientras soltaba la cabeza del demonio que rodó hacia Carla echando humo.
Carla solo pudo mirar horrorizada la cabeza y taparse los ojos con fuerza mientras rezaba.
─ Y mira quien tenemos aquí…que preciosidad…─ dijo el demonio de manera lujuriosa mientras se acercaba hacia Carla lentamente contoneándose.
A cada paso del demonio la hermana Carla se encogía mas hasta que no podia hacer nada solamente la escuchaba llorar y rezar.
Al llegar a su altura el demonio se arrodillo frente a ella y le coloco la mano en la barbilla mirándola directamente.
─ ¿Sabes…?...Ojala hubiéramos continuado juntas, hubiéramos echo tantas cosas…─ dijo el demonio quejándose mientras la miraba.
Aunque Carla tenia los ojos cerrados y continuaba llorando y cerrando sin parar.
─ Ni se te ocurra hacerle nada…─ dije casi amenazando al demonio con rabia suponiendo lo que podría hacerle.
─ Tranquila no pienso hacerle nada…pero eso no indica que sea susceptible a ciertos demonios y vuelva a pasarle…─ dijo el demonio mientras se levantaba mirándola fijamente y retrocedía unos pasos.
─ ¿Por qué dices eso…?...─ pregunte extrañada a lo que había dicho el demonio.
─ Míralo tu misma…─ dijo el demonio mientras se me aprecia como una aura rojiza al alrededor de Carla que parecia rodearla mientras se reformaba una y otra vez.
¿No podemos hacer algo…?...─ pregunte con interés pensando que a lo mejor podríamos quitarle el aura o hacer que fuera de otra forma.
─ Algunas personas nacen asi, no se puede hacer nada lo único que puede salvarla es su fe si es autentica…creo que a partir de ahora creerá…─ dijo el Demonio explicándome por que era susceptible a la posesión mientras se alejaba de ella.
Despues de alejarse un poco mi cuerpo empezó a recobrar su forma normal poco a poco sentía como aquel calor y poder abandonaba mi cuerpo, cuando me hube destransformado mire hacia donde se suponía que estaba le cuerpo del demonio sin encontrar nada.
Me acerque a Carla para ver como se encontraba pero en cuanto le roce tan siquiera esta empezó a temblar de miedo con los ojos cerrados.
─ No te acerques por favor…─ dijo con tono de miedo Carla mientras se apegaba a la pared y seguia temblando por el miedo.
─ Soy yo Isolda abre los ojos…─ dije de manera sosegada mientras colocaba mi mano en su hombro
Carla se resistía a abrir los ojos durante unos segundos no quería hacerlo hasta que al fin poco a poco empezó a abrirlos para cuando me vio me abrazo con fuerza podia sentir como temblaba y seguia llorando.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunte mientras la miraba e intentaba calmarla para que dejara de temblar.
Carla solamente asintió de manera nerviosa y de pronto volvió a abrazarme con fuerza durante unos segundos hasta que escuche como unos gemidos provenientes del párroco.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ pregunto el párroco mientras se incorporaba algo confundido, cosa que sinceramente me extraño.
─ ¿Qué hago aquí…?...─ volvió a preguntar el párroco mirando hacia todas partes al parecer la cosa que tenia dentro habia desaparecido.
Ayude a Carla a levantarse, despues me acerque al párroco con algo de miedo mientras lo ayudaba a levantarse.
─ ¿Padre…?...─ pregunte pero en cuanto este giro la cabeza volvió a girarla de nuevo hacia otro lado.
─ Hermana podría ponerse algo encima…por favor…─ comento el párroco mientras miraba hacia otro lado en eso me mire y enseguida se me subieron los colores al as mejillas.
─ Dios!!!...lo siento…─ exclame avergonzada y enseguida me puse una manta tapando también a Carla.
El párroco sin decir nada salio de la habitacion avergonzado mientras tomaba algo para taparme y salir de allí.
Abrí la puerta lentamente mirando hacia todas partes y salí rápidamente hacia mi habitacion abrí la puerta y rebusque otro habito.
Mire por la ventana que ya casi estaba amaneciendo y pronto tocarían para ir a los oficios y desayunar, al menos me sentía orgullosa de haber echo algo bueno.
─ Pareces muy contenta…─ comento el demonio mientras me sentaba en la cama a esperar las campanadas aunque tenia algo de sueño.
─ Si me alegra que hayamos podido ayudarla…y que el padre este bien…─ dije mientras sonreía de manera orgullosa por eso.
─ ¿Crees que todo ha acabado…?...─ preguntó el demonio con cierto sarcasmo en sus palabras.
─ Esta todo solucionado…y nadie ha resultado herido…─ dijo el demonio como si me estuviera advirtiendo de algo aunque no lo entendía del todo.
─ Lo que hemos hecho es poner una tirita sobre la herida…crees que el párroco no puede ser poseído de nuevo…debemos terminarlo de raíz…─ dijo el demonio con rudeza aunque no sabia a que se refería.
─ ¿A que te refieres…?...─ pregunte con extrañeza mientras que no sabía que pensar en ese momento antes siquiera que pudiera responderme sonaron las campanadas para los oficios y que fuéramos a misa.
─ Salvada por la campana…estoy algo cansada…─ dijo el Demonio y fue como si desapareciera por completo ya no lo sentía.
Continué hacia la capilla y obtuve las mismas sensaciones que la otra vez al entrar el párroco empezó a recitar el sermón esta vez parecia distinto como si le hubiera quitado un peso de encima de alguna forma.
El día parecia fluir con total normalidad incluso Carla parecia que estaba completamente recuperada todo parecia que hubiera vuelto a lo de costumbre pero algo me estaba martilleando la cabeza, esa sensación me decía que algo iba a pasar, pero preferi ignorarla.
Asi que continué como siempre atendiendo a las obligaciones, durante todo ese tiempo no volví a escuchar al demonio ni siquiera a sentirlo era como si hubiera desaparecido.
Cuando llego la hora de volver a las celdas por un instante mire al cielo y me quede pensativa en todo l oque habia pasado, me quede mirando las estrellas y la luna que estaba llena.
─ Hermana Isolda…¿te encuentras bien…?...─ pregunto Carla mientras me acompañaba a la celda ala vez que podia ver su sonrisa de costumbre.
─ Si, solo estaba mirando las estrellas…─ respondí a la ve que le sonreía y avanzamos hacia las celdas una vez allí entramos y cerramos las puertas en esta abrí el cajón de la mesita y tomando la Biblia empecé a rezar.
Me arrodille frente a la cama y comencé la oración no recuerdo que es lo que paso ni el tiempo que estuve haciéndolo solo que cuando me quise dar cuenta ya era noche cerrada y tenia una extraña sensación en el cuerpo.
─ Que extraño…─ dije mientras me miraba las manos me sentía algo desorientada y confusa de alguna forma.
─ Será mejor que vayas a dormir cielo…─ dijo el demonio que al parecer se había despertado cosa que me extraño que no lo hubiera echo antes.
Sin mediar palabra me metí bajo las sabanas y me quede dormida aferrada a la Biblia todo parecia normal.
Hasta que de pronto escuche la campana pensé que apenas acababa de acostarme mire hacia la ventana y aun era de noche aquello era extraño.
Me vestí rápidamente con el miedo en el cuerpo, pensaba que aquella extraña sensación habia sucedido.
Salí a toda prisa de la celda para reunirnos con la superiora que al parecer estaba a las puertas de la capilla y junto con otras monjas.
Aquello me extrañaba busque a Carla con la mirada hasta que la descubrí pero esta al mirarme parecia que tampoco lo entendía.
─ Hermanas tengo que contaros una mala noticia el párroco ha sido asesinado…─ hablo la Madre Superiora aquello me sentó como una bomba y en ese momento abrio la capilla y mostró que el párroco estaba en el suelo tumbado con las vestiduras rasgadas y clavado al suelo con las manos en cruz mientras que la figura del fondo de la capilla había sido bajada.
El susto fue colectivo para todas al ver aquella escena dantesca no podia creer l oque había pasado, pero enseguida recordé lo que me habia dicho el demonio.
─ Los oficios excepto lso esenciales serán suspendidos…aparte que llamaremos a la policía…Todas las demás vuelvan a sus celdas…─ dijo la Madre Superiora volviendo a cerrar el portón de la capilla y mandándonos nuestras celdas.
Mientras caminaba estuve pensando en lo que había dicho el demonio y de la forma y aquella sensación que tuve.
Nadas mas llegar me senté arrodille y tomando de nuevo la Biblia empecé a rezar nuevamente.
─ ¿Qué haces cariño…?...─ pregunto el demonio mientras continuaba rezando, haciendo que no la escuchaba.
─ Eh…se que estas escuchándome…─ volvió a decir el demonio y en ese momento me detuve de inmediato.
─ ¿Has sido tu quien ha matado al párroco…?...─ pregunte de forma directa sin ambages de ningun tipo quería saber que es lo que había pasado.
El silencio se hizo de repente, el demonio no dijo ni una palabra aquello parecia que afirmaba lo que sabia.
─ ¿Que quieres que te responda cielo…?...─ cuestiono el demonio con una voz algo reluctante ante la pregunta.
─ Que me digas la verdad…─ respondí casi protestando quería saber lo que habia pasado.
─ Muy bien, si he sido yo…te dije que esto no acabaría de buena forma, además podia ser poseído de nuevo en cualquier momento…─ hablo el demonio hacinado que esa respuesta fuera como una losa sobre mis hombros mucho mas pesada que cualquier otra cosa.
─ No tenias ningun derecho a hacerlo…debería de entregarme a la policía…además estoy manchada con su sangre…─ dije de forma indignante pensando en que era lo único que podia hacer.
─ ¿En serio te vas a poner asi…?...Por alguien como él, por alguien que violaba a las monjas….por un tipo de esa calaña créeme es lo mejor que le ha podido pasar…ahora esta donde se merece…─ dijo el demonio sentenciando aquella discusión pero no podia permitirlo y enseguida me arrodille rezando con todas mis fuerzas, para pedir perdón por lo que había echo.
─ ¿Qué haces...?...¿Rezar…?...No se te ocurra hacerlo por el párroco…─ dijo el demonio con voz amenazante.
─ El también tenia un alma y merece un juicio justo…─ dije apiadándome de su alma mientras volvía al rezo.
En ese momento de improviso fui enviada contra la pared atravesando toda la habitacion y puesta con los brazos en cruz.
─ Escucha pequeña monja…ni se te ocurra rezar por esa bolsa de carne…ENTIENDES!... no merece tu compasión despues de lo que hacia y no creas que no puedo hacerte daño, aunque no quiero hacértelo…─ dijo el demonio de manera amenazante con una voz que parecia salir del mismo infierno y enseguida note como si una cuchilla al rojo me arañara la pierna.
Intente gritar de dolor pero no podia era como si tuviera una mano delante de la boca impidiéndome hacerlo.
─ ¿Has entendido…?...Solamente asiente…─ dijo el demonio esta vez mas calmado mientras esperaba que moviera la cabeza aunque tenia un miedo horrible.
Solamente moví la cabeza para hacerle saber que lo habia entendido y despues de unos segundos caí al suelo, me mire en la pierna y pude ver una cruz invertida y que poco a poco empezaba a desaparecer.
Mis pensamientos enseguida se dispararon puesto que en cualquier momento el demonio podría matarme y que solamente era un huésped.
Despues de un rato en silencio que ninguna de las dos hablábamos me arrodille de nuevo y seguí rezando pero esta vez parecia que el demonio me estuviera vigilando cada palabra que decía.
─ He cometido un asesinato por tu culpa…tengo manchada mi alma…─ dije acusándole de lo que había echo sin mi consentimiento.
─ Técnicamente se podría decir que lo hice yo…puesto que tu estabas dormida…asi que no hay problema cielo…tu alma sigue intacta…aunque veo que antes de venir aquí también has tenido tus pecadillos…─ dijo el demonio rebuscando en mis pensamientos y en mi alma.
─ No quiero que mires en mi cabeza…─ dije casi ordenándoselo puesto que tenia mis propios pensamientos.
─ Cariño estamos las dos en el mismo barco…tenemos que conocernos bien…─ dijo el demonio casi de manera sensual.
Estuve un buen rato rezando hasta que escuche desde mi celda como se abría el portón y la sirena de los coches patrulla.
Entre abrí la puerta de mi celda y vi a varios agentes de policía entrar junto con la madre superiora se dirigieron hacia la capilla.
Aquello me dejo bastante nerviosa y enseguida cerré la puerta empecé a pensar en lo que me podría pasar.
─ Si me descubren estoy perdida…─ dije mientras pensaba en que pronto me descubrirían y que iría a la cárcel.
─ Tranquilízate no te descubrirán…─ hablo de forma tranquila mientras yo seguia paseando nerviosa de un lado a otra de la celda.
─ ¿Cómo puedes estar tan segura…?...─ pregunte con nerviosismo en la voz mientras me sentaba en la cama y tomaba la Biblia comenzando a rezar.
─ Estoy segura, no te preocupes…─ comento el demonio con total seguridad mientras mi nerviosismo avanzaba.
Mientras estaba en mis pensamientos y rezando escuche como golpeaban la puerta de mi celda.
─ ¿Hermana Isolda…?...─ pregunto la Madre Superiora mientras abría la puerta y detrás de ella podia ver a la policía.
─ Si, madre superiora…─ dije mientras bajaba la cabeza y seguia pensando que pasaría si me pillaran.
─ Hermana Isolda, me gustaría hacerle unas preguntas…─ dijo un policía mientras avanzaba unos pasos, levante la mirada y pude ver a un hombre con una chaqueta de color azul marino con unos pantalones a juegos, llevaba unos zapatos de color negro cuando eleve los ojos para ver un rostro duro con facciones marcadas y con algo de barba con ojos de color apagado su cabello ya empezaban a verse canas por las sienes y algunos mechones.
─ Si, claro…─ dije mientras me levantaba de inm4ediato con algo de miedo en el cuerpo que intentaba ocultar.
─ El párroco hace poco hizo un ritual de exorcismo a una de las hermanas, despues de eso la dejo sola con la hermana Carla…¿paso algo diferente…?...─ pregunto el policía mientras sacaba una libreta pero al parecer estaba mirando todas las cosas de la celda.
─ Si hace poco estuve con el párroco en un exorcismo y cuando salio solo estuve pendiente por si la hermana Carla le ocurría algo...pero no paso nada…─ dije mientras intentaba ocultar lo que habia pasado.
─ Mentira!!!...─ exclamo el demonio con cierta ironía mientras intentaba ignorarlo y centrarme en lo que me estaban preguntando.
─ Según me dice la madre superiora despues de que volvieran…la hermana Carla estaba completamente recuperada…¿despues de eso no volvió a ver al párroco…?...─ pregunto el policía mientras me miraba con ojos de sospecha que me hizo ponerme algo nerviosa pero de momento no me pregunto nada que no supiera.
─ Solamente lo volvi a ver cuando celebro el oficio nuevamente…despues de eso no volvi a verlo…─ dije pensando que volvía a mentir puesto que ayude a Carla por culpa del párroco, aunque si preguntaban a Carla no sabia que es lo que pudiera preguntarle y si decía la verdad terminarían acusándome del asesinato.
─ Muy bien…quería preguntarle otra cosa…─ dijo el policía pero sin ni siquiera terminar la pregunta entro un hombre cubierto con una vestimenta completamente blanca y con una mascarilla junto con unas gafas de plástico.
─ Señor tendría que venir a ver esto…─ dijo el hombre con alteración en la voz y enseguida el policía abandono la celda seguido pro la madre superiora en eso salí de la habitacion y fui hacia donde se encontraban pero sin acercarme demasiado.
Me quede a cierta distancia lo mismo que las demás hermanas con curiosidad mientras el policía parecia algo sorprendido pro l oque estaba pasando y estaba hablando con el hombre del traje blanco.
─ ¿Quieres escuchar lo que dicen…?...─ pregunto el demonio tentándome a saber que es lo que estaban diciendo.
Solamente asentí y de pronto fue como si pudiera escuchar todo lo que habia a mi alrededor, era como si todo el tiempo hubiera estado sorda de alguna manera.
─ No tiene nada de sangre y según un informe preliminar es como si hubiera muerto de miedo…pero no podré saber nada mas hasta que no le haga la autopsia…─ dijo el tipo de blanco con cierta sorpresa, lo mismo que podia verse en el rostro del policía.
─ ¿Cómo que no tiene sangre…?...Eso es imposible…debería de haber algo pro le suelo, además le han clavado las manos al suelo…─ pregunto el policía con sorpresa al escuchar eso mientras otro hombre se acercaba con un papel en las manos.
─ Esas heridas se las hicieron post morten, no hay símbolos de lucha pero por lo que vio debió de ser algo horrible para morir de miedo…parece ser un ritual de alguna forma…─ dijo el hombre mientras recogía algunas cosas.
─ Esto es imposible…no hay ninguna prueba de nada…ni cabellos ni fibras nada de nada…─ dijo el policía mientras revisaba el informe y seguidamente se lo pasaba al forense.
─ Si es extraño puesto que debería de haber algo en los calvos o en alguna parte, pero parece que no hay nada, un asesino muy escrupuloso…─ dijo mientras movía la mano para que se llevaran el cadáver del párroco.
Me quede viendo como dos hombres entraban una camilla y tomaban el cuerpo del párroco y se lo llevaban hacia los coches de fuera.
Solamente pude tragar saliva al ver aquello no me explicaba como lo habia echo y encima ahora sabia que algo habia pasado con la sangre.
Me dirigí hacia mi celda nuevamente mientras veía como lso policías deshacían la reunión de las hermanas en las afuera s de la capilla en cuanto entre empecé a pasar la lengua por la boca para comprobar si habia algo de sabor metálico.
─ ¿Se puede saber que haces…?...─ pregunto el demonio con curiosidad mientras seguia repasándome la boca intentando notar algún sabor.
─ ¿Qué has hecho con la sangre…?...─ pregunte con cierto miedo de saberlo pero me temía la respuesta.
─ Espera no me lo digas…si dímelo es mejor…no, no me lo digas…─ dije de manera nerviosa dudando en todas sus respuestas.
─ Me la he bebido…necesitaba energía de alguna forma…aparte esta deliciosa y su alma fue un aperitivo delicioso…─ hablo el demonio regodeándose en sus palabras mientras casi sentía como se relamía los labios.
En ese momento me vino la imagen de que habia tomado su sangre y enseguida empecé a vomitar con fuerza, podia sentir el acido que me llegaba desde el estomago.
─ Vaya no pensé que fueras tan floja…si eres asi no tendrás futuro haciendo exorcismos, hay cosas peores cariño…─ dijo el demonio mientras seguia vomitando un poco mas aquello me dio muchísima repulsión.
─ No vuelvas a hacerlo…que asco!...─ exclame mientras me limpiaba la boca despues de haber vomitado.
─ Necesito energía de alguna forma…y tu no me la vas a dar…─ dijo el demonio con un tono directo y tenia toda la razón no iba a beber sangre.
No sabia que decir puesto que lo volvería a hacer sin que yo lo supiera solo esperaba salir de esto mientras tanto escuche como la puerta de la celda de Carla se abría al parecer el policía iba a preguntarle dependería de ella que no me descubriera.
Esta vez por mucho que aplicaba el oído no parecia escucharse nada asi que estaba nerviosa pero sabia que si decía algo de mi entraría en mi celda nuevamente acusándome o deteniéndome incluso.
La entrevista parecia que duraba bastante y despues de eso salieron nuevamente por la puerta y empezaron a cuchichear nuevamente.
─ De momento no deben entrar en la capilla es la escena de un crimen…─ dijo el policía advirtiéndole que no podíamos entrar a rezar.
─ Pero debemos rezar…─ dijo la Madre Superiora con desanimo en su voz puesto que era el único sitio de oración….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
VUELTA A CASA
─ Lo siento señora pero de momento no van a poder entrar en la capilla al menos por un tiempo…─ dijo el policía mientras salia del convento junto con lso demás agentes.
─ Esto es imposible…─ dije a la vez que cerraba la puerta y volvía a entrar en la celda con nerviosismo en el cuerpo andaba de un lugar a otro.
─ Bueno al menos no tendré que entrar…y otra cosa ese demonio sabia quien eres y que yo te estaba ayudando…─ dijo el demonio con animo en su voz pero para los demás sabia que aquello era un golpe.
Aquello me extraño que me lo dijera puesto que ese demonio no habia podido decírselo a nadie.
─ Pero mataste a ese demonio, no pudo decírselo a otros demonios…─ dije con cierto miedo pensando en varias situaciones.
─ Bueno eso no es cierto cariño…todos los demonios somos enviados y quien nos envía sabe lo que hacemos por lo tanto sabe quien eres y que yo te he ayudado…─ explico el demonio de manera muy especifica por lo tanto nada mas que termino a mi mente vino que mi familia podría estar en peligro.
─ Entonces a ti te enviaron y saben que les has traicionado…─ dije que quien le habia enviado sabia lo que había echo.
─ Si me enviaron por tu amiga Carla, pero hice algo que no tenían previsto…─ hablo el demonio confirmando mis peores pensamientos tenia que volver a casa.
Empecé a andar por la celda de un lugar a otro nerviosa por lo que habia dicho y pensando que tenia que regresar a casa lo mas rápido posible.
Salí de la celda pensando en ir a hablar con la madre superiora para decirle que tenia que salir del convento y regresar a casa.
Ande decidida hacia el despacho de la madre superiora mientras en mi camino veía a las demás hermanas en sus quehaceres diarios y Carla charlando con las otras hermanas.
El día empezó a nublarse muy lentamente como si me estuviera advirtiendo de lo que pasaba o iba a pasar.
Al llegar ala puerta de la Madre Superiora golpee varias veces y esta me invitó a pasar.
─ Adelante…─ hablo la Madre superiora mientras la veía que estaba con algunos documentos.
La habitación era muy simple al fondo habia un crucifijo en la pared de color blanco debajo de este una mesa cubierta con documentos y papeles detrás de este una silla y al lado un armario, delante de esta otro asiento, aunque tenia un olor extraño que inundaba la sala, solamente habia entrado dos veces esta y antes de hacerme novicia.
─ Madre venia a decirle que voy a volver a casa…estoy preocupada por mi madre…─ dije a la vez que bajaba la cabeza.
─ Que asco olor a romero!…─ exclamo el demonio identificando el olor sabia que lo conocía pero no el por que.
─ ¿Ocurre algo hija mía…?...─ pregunto la Madre superiora con la seriedad de costumbre con algo de confusión en su tono.
─ No es solamente que tengo un mal presentimiento…y tengo que ir a verla…─ respondí con algo de nerviosismo intentando ocultarlo.
─ Hermana Isolda…no creo que la policía despues de lo que ha pasado la deje salir…ni yo debería tampoco hacerlo…es mejor que vuelva a su celda…─ dijo la Madre superiora sin apartar la vista de lo que estaba haciendo.
─ Pero…─ dije de forma entrecortada y dudosa sin llegar a terminar la frase.
─ Tiene un teléfono puede llamarla y asi asegurarse…─ dijo la Madre Superiora mientras me ofrecia el teléfono para que hiciera la llamada.
Me quede por unos instantes mirando el teléfono con la idea de llamarla incluso lo tome y me lo acerque al oído, pero solo quedo en eso rápidamente lo volvi a colgar.
─ Madre Superiora…con todos mis respetos debo dejar el convento…por unos días…─ insistí nuevamente casi rogándole para que me dejara salir aunque fuera por poco tiempo y comprobar que mi madre estaba bien.
─ Hermana Isolda lo siento mucho…pero no puede salir ahora es mejor que vulva a sus quehaceres…─ ordeno la Madre superiora con un tono un poco mas agresivo aquello hizo que se me erizara la piel.
En ese momento pude ver la misma aura rojiza que habia visto en Carla moviéndose de manera nerviosa, aquello provoco que diera unos pasos hacia atrás con algo de miedo sabia que estaba en peligro de posesión.
─ Gracias Madre Superiora…─ dije bajando la cabeza y saliendo de allí con el mal cuerpo que tenia al ver esa aura rodeándola.
─ Te habrás dado cuenta…aunque es raro nunca vamos por tanta gente y menos en el mismo lugar…─ dijo el demonio confundido puesto que casi siempre las posesiones habían sido a una sola persona y nunca en grupo.
─ Tengo que salir esta noche…─ dije pensando en que tenia que salir de aquel lugar a como diese lugar.
Aunque de mientras empecé a realizar los oficios que tenía encargados, hable con las demás hermanas que parecían bastante asustadas incluso Carla que no parecia estar muy bien tampoco podia notarse el ambiente algo cargado a medida que seguia nublándose.
Al terminar fuimos a cenar como siempre algo ligero despues de eso volvimos a nuestras celdas a rezar y a dormir.
Estuve rezando por un tiempo mientras escuchaba como las puertas de las celdas se cerraban, despues de eso espere un poco para que se durmieran.
Seguidamente tome la maleta que tenia debajo de la cama y metí varias cosas me cambie el habito y me puse una ropa de calle, en mi mente solo tenia una cosa esperar que mi madre se encontrara bien.
─ Bueno cariño…¿Cuál es tu plan…?...─ pregunto el demonio con curiosidad mientras guardaba varias cosas en la maleta.
─ Si es verdad lo que has dicho…tengo que llegar a casa y comprobar que mi madre esta bien…─ respondí con determinación mientras guardaba lo que me quedaba, seguidamente tome la maleta y abrí la puerta despacio mirando hacia ambos lados esperando no encontrarme a la monja que siempre estaba de guardia.
Salí de la celda y cerré muy despacio sintiendo el frío de la noche no se escuchaba nada salvo algún grillo que otro, la luna no daba su luz puesto que el cielo estaba cubierto; avance hacia el portón y tire de este comprobando que estaba cerrado.
─ No me fastidies!...─ exclame tirando del pomo una y otra vez para poder abrir pero la puerta no cedía.
─ Parece que tu pequeña aventura ha terminado cariño…─ dijo el demonio casi riéndose.
─ Podrías ayudarme un poco…─ hable viendo que no podia salir en eso note como mi mano se ponía sobre el cerrojo y por un instante escuche el sonido del mecanismo abrirse.
─ Solo tenias que pedirlo cielo…─ hablo de manera muy seductora como si aquello le provocara placer de alguna forma
Abrí el portón y salí avance unos metros y despues mire hacia atrás mirando el convento y sintiendo algo de pena puesto que parte de mi vida estaba allí e incluso habiendo guardado los hábitos seguiria siendo una monja.
Avance por el camino oscuro con las dudas en mi mente al revés que cuando lo caminaba hacia el convento con ilusión de que me pudieran aceptar en la orden de los exorcistas.
Estuve andando por un camino polvoriento hacia la carretera como cerca de media hora hasta que por fin pude vislumbrar la carretera y la parada de autobús.
─ No creo que venga ninguno a esta hora cielo…¿vas a caminar todo el camino a la ciudad…?...─ pregunto el demonio con curiosidad, al parecer estaba mas activo por la noche.
─ Si no queda otro remedio…─ hable de manera sentenciosa sabiendo que ningun autobús vendría a esta hora y el camino era largo.
Asi que comencé a andar por el borde de la carretera en dirección hacia la ciudad, sabia que el camino seria bastante largo pero no podia detenerme.
Estuve andando cerca de una hora y mirando de vez en cuando hacia atrás por si veía algún vehiculo para hacer autostop.
En un momento me pareció escuchar un vehiculo que se acercaba gire la cabeza y pude ver los faros de uno que se acercaba, me puse a hacer autostop y pude ver que era un camión que se detenía cerca.
Enseguida avance hacia este para subir, al menos tuve suerte esperaba que no pasase nada mas.
Subí al camión y observe que se trataba de un hombre algo joven que me recibo con una sonrisa.
─ Suba…¿Qué hace una mujer andando a estas hora por la carretera…?...─ pregunto el hombre mientras me abría la puerta y me dejaba entrar.
─ Gracias por detenerse…he salido del convento para ver a mi madre…─ respondí mientras me sentaba y me ponía el cinturón.
En cuanto cerré la puerta el camionero reinicio el camino, no hubo mucha conversación de vez en cuando miraba de reojo y no veía ninguna aura extraña, pude ver que por le salpicadero tenia varias imágenes de santos y algunas fotos de su familia.
─ ¿Esta casado…?...─ pregunte para romper el hielo puesto que el silencio parecia bastante incomodo.
─ Separado esos son mis hijos…no estabamos deacuerdo en muchas cosas…por suerte fue amistoso…─ respondió el camionero con cierto orgullo en su voz mientras continuábamos el camino.
─ Lo siento…─ dije apiadándome de lo que le habia ocurrido, pero parecia que lo llevaba bastante bien.
─ No se preocupe…es lo que tenia que pasar, nos dimos cuenta algo tarde…─ hablo el camionero con cierta melancolía en su voz mientras seguíamos conduciendo.
El resto del camino lo hicimos en silencio, incluso el demonio parecia estar muy callado, cosa que no entendía.
Cuando por fin llegamos me dejo en las afueras de la ciudad, al parecer era lo mas cerca que me podia dejar.
─ Bueno hasta aquí es donde puedo dejarla…cerca tiene una parada de taxis…espero que su madre se encuentre bien…─ dijo el camionero despidiéndose mientras cerraba la puerta.
Las calles estaban desiertas y hacia algo de frío al menos habia iluminación por las farolas, avance por la calle hacia la parada de taxis.
Por suerte habia dos de ellos enseguida me subí a uno y le indique la calle, el viaje fue silencioso por suerte no pillamos ningun semáforo en rojo, aunque la impaciencia y el temor se me acumulaban en mi mente pensando en lo que podría pasar.
Despues de que se detuviera le taxi le pague y baje de forma rápida dirigiéndome hacia el portero electrónico que empecé a tocar con insistencia.
Espere durante unos segundos a que respondiera y volvi a llamar de nuevo despues de un buen rato pude escuchar como mi madre lo cogía.
─ ¿Quién es…?...─ preguntó algo alarmada aunque no era para menos a esas horas.
─ Mama so yo abre…─ respondí con cierta alegría al menos de momen6to todo parecia que estaba normal.
─ Hija…¿pero que haces aquí a estas horas…?...¿ha pasado algo…?...─ preguntaba mi madre con insistencia una y otra vez.
─ Abre la puerta y ahora hablamos…─ dije para que me abriera y poder entrar en el portal enseguida escuche el sonido que me abría la puerta.
Acelere el paso y encendí las luces del portal llamando al ascensor, la diferencia de temperatura se notaba bastante.
Tome el ascensor y le di al piso correspondiente en el trayecto note como las luces parpadeaban un poco pero no le preste mucha atención pensando que era cosa del sistema eléctrico.
Y tampoco el demonio habia dicho nada asi que preferi no pensarlo, al llegar al descansillo fui hacia la puerta y toque el timbre.
Enseguida se abrio la puerta mi madre era ya algo mayor tenia sesenta y cinco años podia verse que tenia algunas canas que ella siempre ocultaba pintándose el pelo y en el rostro ya pintaba algunas arrugas, venía vestida como siempre con una bata de color rosa de felpa llena de corazoncitos casi siempre tenia una sonrisa en su rostro pero esta vez parecia algo asustada.
─ ¿Ocurre algo hija…?...─ pregunto con miedo en la voz mi madre al verme en casa puesto que ni me esperaba.
Abrí la puerta y abrace con fuerza a mi madre solo quería comprobar que estuviera bien y asi era al menos de momento.
─ ¿Cariño te encuentras bien…?...─ volvió a preguntar mi madre mientras me abrazaba con fuerza.
─ Si, claro…es que tenia ganas de verte…─ respondí volviendo a mentir de nuevo, no quería que se enterase lo que habia pasado.
─ Otra mentira!, hay que ver te quitas los hábitos y empiezas a mentir…─ comento le diablo con cierto sarcasmo en la voz.
─ ¿Pero hija a estas horas…?...─ volvió a preguntar mi madre con cierto tono de miedo en su voz.
─ Eso es lo de menos …parece que te encuentras bien…es mejor que deshaga la maleta y me vaya a dormir…─ dije evitando el tema, puesto que tenia algo de sueño y tampoco eran horas de seguir hablando.
Asi que avance por el pasillo y me dirigí hacia mi habitacion, la casa era de lo mas normal como todas, paredes de color blanco con varios cuadros de mi padre, madre y yo y varias otras de familiares, el salón con varios sillones y al fondo una televisión, la cocina que estaba en el pasillo y al fondo el cuarto de baño y dos habitaciones, al entrar solté la maleta sobre la cama todo estaba tal y como lo habia dejado.
En la pared tenia varios posters de películas al fondo estaba mi cama con una edredón de color crema que ya tenia sus años a su lado una mesilla con una lámpara enfrente de este una armario y a su lado una pequeña mesita con un espejo y sobre esta varios pinta labios y cremas, una ventana en la pared cerca de la cama por donde al amanecer siempre entraba luz.
─ Vaya… y yo que pensé que la tendrías llena de crucifijos y cosas por el estilo…─ comento le demonio con cierta desilusión.
─ Nunca he sido completamente monja…─ dije mientras miraba los posters, viniéndome recuerdos de cuando era pequeña.
Despues de eso deje la maleta en el suelo y me tumbe en la cama mirando al techo y poco a poco me fui quedando dormida.
Para cuando abrí los ojos me di cuenta que el sol no entraba por la ventana y que se escuchaba que estaba lloviendo.
Me estire un poco y me fui hacia la ventana viendo el paisaje de siempre hacia un poco de frío y estaba lloviendo podia verse a personas con paraguas y a los coches pasando por la carretera con la misma densidad de trafico de costumbre.
Cuando mire el reloj era un poco mas tarde de lo que me solía levantar, asi que arregle la cama y abrí la maleta poniendo las cosas en el armario.
Nada mas abrir me llego el olor a café y a tostadas que siempre olía cuando era pequeña, asi que avance hacia la cocina.
Al entrar pude ver a mi madre haciendo el desayuno y sobre la mesa varias tostadas con una tarrina de mantequilla a su lado y dos tazas de café, la habitacion no era muy grande habia un frigorífico de color gris y dos encimeras seguidamente una lavadillas y seguidamente una vitro-cerámica y a su lado un lugar par las basuras, en el centro de la sala una mesa con dos sillas.
─ Buenos días…─ dije mientras me volvía a estirar y me sentaba y empezaba a untar una de las tostadas con mantequilla.
─ Buenos días cariño...¿Has dormido bien…?...─ pregunto mi madre mientras continuaba haciendo desayuno.
─ No me acordaba como era dormir en una cama decente…en el monasterio las camas son duras…y ya me habia olvidado como era desayunar de esta forma…─ dije mientras volvía a darle varios mordiscos a la tostada y bebía algo de café.
Mi madre sirvió unos platos con huevos fritos y algo de jamón, despues de eso abrio el frigorífico y saco un brick de leche.
─ ¿Me vas a contar que es lo que ha pasado…?...─ pregunto con tono de insistencia y sabia que si no se lo decía seguiria insistiendo hasta que se lo dijera.
Tome un plato y me dispuse a comerlo pero cuando moje el pan en uno de los huevos fritos me pareció ver como si de este salieran gusanos, aquello me dejo de piedra no sabia que hacer.
─ ¿Cariño te encuentras bien…?, estas blanca…─ pregunto mi madre con cierto miedo en la voz al verme que no me movía del sitio mirando la comida.
En cuanto parpadee un poco aquello volvió a su forma normal, pensé enseguida que era que estaba demasiado cansada y mi mente estaba jugando con ella.
─ Si, he dormido poco, lo mas seguro y estoy aun algo cansada…─ respondí mientras tomaba la botella de leche pero aun tenia le miedo en el cuerpo.
─ Venga cuéntame que ha pasado…─ dijo mi madre mientras se tomaba una tostada.
Con cierto temor en la voz para decirle lo que habia pasado para que no se alarmara tome algo de café y enseguida note un sabor extraño que me hizo ir directamente hacia el lavabo y escupir el café.
─ Pero que…la leche esta cortada…─ dije mientras tomaba el brick de leche y lo olía, el olor que desprendía era fuerte como si estuviera cortada.
─ Eso es imposible si la compre ayer…─ hablo mi madre tomando el brick y oliéndolo en eso retiro la nariz y vació el brick en el lavabo.
─ Pues no debiste de haberte fijado en la fecha de caducidad…─ hable mientras volvía a la mesa y tomar el cuchillo para untar mantequilla sobre otra tostada pero no parecia que estuviera encima de la mesa.
─ ¿Dónde esta el cuchillo de la mantequilla…?...─ pregunte mientras rebuscaba en la mesa puesto que lo había tomado para usarlo en la tostada.
─ ¿No lo habías cogido antes…?...─ pregunto mi madre girándose y buscando en la mesa seguidamente abrio el cajón y rebusco entre los cubiertos sacándolo y poniéndolo en la mesa.
Aquello empezó a hacerme sospechar puesto que había leído de ciertos fenómenos que decían que habia algo en casa.
Auqneu decidí no prestarle mucha atención y seguí desayunando de manera tranquila pero algo me estaba dando mala espina.
─ ¿Bueno que ha pasado…?...─ volvió a preguntar insistiendo nuevamente mientras tomaba otro brick de leche y lo echaba en el café.
─ Prométeme que no te vas a poner el grito en el cielo…─ le dije intentando hacer que no se asustara pero estaba convencida de que pasaría.
─ Cariño me estas asustando…─ dijo mi madre mientras tomaba un mordisco de la tostada.
─ Solo prométemelo…─ hable mirándola fijamente a los ojos con actitud seria.
─ Muy bien te lo prometo…─ dijo mi madre prometiéndome que no se asustaría pero lo que le iba a decir no era para menos.
─ Estuve asistiendo a un exorcismo…una de las hermanas fue poseída…─ dije intentando no poner lo del párroco, asi al menos la curiosidad que tenia se calmaría algo.
─ Dios!...¿Tu te encuentras bien…?...¿y la hermana…?...─ volvió a preguntar con insistencia, sabia que si la dejaba continuar seguiria haciéndome preguntas.
─ Aquello fue algo extraño de ver, y la verdad tengo mas ganas de ser exorcista…la hermana Carla se encuentra bien y yo también no te preocupes…Es que tenia que volver a casa y pensar sobre lo que habia pasado…─ respondí intentando hacer que todo quedara bien explicado puesto que si dejaba algo sin contarle seguramente volvería a insistir.
─ Cariño…lo siento que hayas tenido que ver eso…─ hablo mi madre con su tono de lastima mientras se levantaba y me abrazaba pero en vez de sentir ese calor de costumbre que tenia cuando mi madre me abrazaba.
Empecé a sentir como una ráfaga de viento helado que recorría la habitacion pero era extraño puesto que no había ninguna ventana abierta.
─ Hace algo de frío…─ dije mientras me acariciaba los brazos para entrarlos en calor, aunque parecia que mi madre no sentía el frío.
─ Seguramente estarás algo destemplada…anda bebe un poco de café…─ hablo mi madre tranquilizándome aunque algo me estaba diciendo que no estaba bien.
Tenia una sensación extraña que me invadía incluso sabría que el demonio lo sabia pero no pensé en darle muchas vueltas, asi que tome otro sorbo de café pensando que podría se que estuviera destemplada de alguna forma.
Mientras estuvimos desayunando estuvimos poniéndonos al día y todo lo que habia pasado en el convento.
Despues de ayudarla a fregar los cubiertos y los platos fue hacia el salón para tumbarme en el sofá y ver un poco de televisión antes de ponerme a limpiar la casa.
Mientras estaba buscando algún canal interesante llego a mi nariz un olor extraño y algo asqueroso asi queme dispuse a mirar por todas partes del salón parecia que no lo encontraba.
─ Cariño tengo que ir a comprar unas cosas…─ dijo mi madre desde su habitacion, aquello me recordaba cuando era pequeña.
─ Aun no te has dado cuenta cielo…o no quieres reconocerlo…─ dijo el demonio advirtiéndome algo que me estaba temiendo.
─ No puede ser…─ dije negando lo que estaba pensando pero todas las pruebas me hacian sospechar.
─ Cielo limpia la casa…tardare algo…¿Qué estas haciendo…?...─ pregunto mi madre antes de marcharse a por las compras, en eso eleve la mirada y la vi como siempre haciéndome recordar cuando era pequeña e iba de la mano con ella.
─ Estaba buscando algo…─ respondí dando una excusa cualquiera en cuanto lo hice mi madre abandono la casa y enseguida ese olor parecia que se fuera desvaneciendo poco a poco.
─ ¿Tengo que darte mas pruebas…?...─ pregunto le demonio con tono de convencimiento.
─ No puede ser…─ respondí negando que mi madre estuviera poseída pero todas las pruebas me hacian sospechar.
Una vez que estuve sola empecé a buscar por todas partes para comprobar que todo estaba bien o hallar nuevas pruebas de lo que estaba pasando.
Entre en su habitacion y por un momento me quede quieta mirándola, estaba como siempre habia una cama al fondo vestida con un edredón de color azul marino, las paredes estaban pintadas de color crema y encima de la cama habia un crucifijo, al lado de la cama unas mesitas de noche una de ellas con una lámpara y una radio despertador, mientras que al fondo un armario ya antiguo de color marrón oscuro.
Aquello me trajo algunos recuerdos pero no estaba ahí para eso, pues aun no estaba convencida de que ella estuviera poseída.
─ ¿Lo sientes…?...─ pregunto el demonio haciéndome saber que allí habia algo pero que no podia llegar a verlo.
─ No siento nada…─ respondí mientras escudriñaba desde la puerta la habitacion que parecia completamente normal.
─ Se me olvidaba…─ dijo el demonio mientras que empezaba a sentir algo extraño como si mis sentidos fueran mas sensibles.
Esta vez pude ver como una neblina negra en la habitacion de mi madre que me provoco unos escalofríos que recorrieron mi cuerpo no pude mas que tragar saliva por el miedo, avance por la casa mirando hacia todas partes y en alunas zonas estaban aquella extraña neblina que parecia estar viva.
Mientras estaba mirando pude notar como si algo se moviese detrás de mi y se metiese en mi habitacion.
Enseguida me gire y no vi nada peo si una especie de rastro negruzco en el ambiente que llegaba hasta mi habitacion.
Me quede en la puerta mirando hacía todos lados sin llegar a entrar y pareciera como si escuchara susurros desde alguna parte.
Entre y me agache con miedo en el cuerpo y levante muy despacio la ropa de la cama el nerviosismo lo tenia en el cuerpo y el corazón me latía muy deprisa no sabia lo que me fuera a esperar.
En cuanto la levante no habia nada estaba como siempre, no sabia que pensar asi que me dirigí hacia el armario puesto que era el único lugar donde podia estar, tome ambos tiradores con miedo en el cuerpo y tire de estos abriendo la puerta pero no parecia que hubiera nada.
Moví la ropa de las perchas mirando a fondo pero nada enseguida volvi a ver por le rabillo del ojo como si un ente oscuro se moviera detrás de mi.
Gire la cabeza rápidamente pero no veía nada solo aquel rastro oscuro que parecia estar por toda la habitacion.
─ Ja, ja, ja, ja…─ rió el demonio pareciera que se lo estuviera pasando bien, aunque no entendía la risa.
─ ¿De que te ríes…?...─ pregunte con cierto enfado ante lo que estaba pasando, mientras no dejaba de mirar hacia todas partes.
─ De lo que estas haciendo…estas persiguiendo Shadow People…esas sombras son inofensivas siempre aparecen cuando ocurre algo importante…pero no son peligrosos…─ respondió con cierto sarcasmo al verme ir de un lugar a otro.
─ ¿Por qué no me lo has dicho antes…?...─ cuestione de manera enfadada al ver que solo estaba persiguiendo sombras que no eran peligrosas.
─ Me gustaba ver te yendo de un lugar a otro…me hacia gracia…─ dijo el demonio de manera graciosa mientras parecia aguantar la risa.
─ Muy bien…¿entonces donde esta el foco…?...─ cuestione pero me suponía cual iba a ser la respuesta.
─ La habitacion de tu madre…─ respondió el demonio con total seguridad, aunque esa respuesta me la suponía.
Asi que avance hacia la habitacion de mi madre y me quede en la puerta viendo aquellas extrañas neblinas que estaban dando vueltas y habia en algunas zonas aquella oscuridad era muy distinta a la normal, parecia que se moviesen y estuvieran vivas incluso llegue a escuchar como si de ellas salieran susurros.
─ ¿Qué son esas neblinas…?...─ pregunte mientras miraba aquellas nubes, con algo de miedo en el cuerpo mientras cerraba el puño con enfado.
─ Son como faros por donde los demonios son atraídos…una vez que un demonio es enviado deja esa neblina para guiarse hasta su victima…y solo puede ser quitado por el mismo demonio que lo ha puesto o cuando muere…─ explico del demonio en lo que estaba pasando.
Viendo aquello no me quedaba otra nada mas que exorcizar el demonio que supuestamente tenia mi madre.
─ Si estas pensando en eso olvídate…de momento solo hay algunos síntomas de posesión en casa pero tu madre no esta poseída…aun…─ dijo el demonio nuevamente explicándome lo que pasaba, pero lo ultimo que dijo hizo que pudiera respirar un poco.
De momento no podia hacer nada solamente limpiar la casa, pero cuando iba a tomar la escoba y demás hizo que algo me detuviera puesto que en la televisión echaban la noticia del asesinato del convento y estaba segura que dentro de poco vendrían a por mi.
Por unos minutos me quede escuchando la noticia aunque no daban todos los datos de lo que habia pasado y no decían que estuvieran buscando a nadie.
─ No creo que tarden mucho en venir a por ti…─ dijo el demonio y aunque no le faltaba razón tenia que hacer algo con lo que pasaba con mi madre.
Asi que preferi no hacer nada y apagar la televisión y seguir con la limpieza pero a pesar de todo podia escuchar los susurros provenientes de la habitacion de mi madre.
─ ¿Dónde esta el demonio…?...─ pregunte puesto que no podia centrarme en limpiar la casa, mientras lo hacia la televisión se apago de golpe.
─ Lo mas seguro es que este con tu madre intentando entrar en ella, haciéndose paso para poseerla puesto que no es algo sencillo…─ respondió el demonio haciéndome saber que tendría que combatirlo….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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CONVENTO POSEIDO I
─ Pensaba que era mas fácil, que solamente entrabais en la persona y nada mas…─ dije pensando puesto que siempre lo había visto algo sencillo para los demonios.
─ Cariño incluso la posesión mas sencilla, es complicada…se necesita tiempo y mermar el espíritu del cuerpo en el que entras…aparte convencer a la victima de que es lo mejor…─ dijo el demonio explicándome el proceso, en eso empecé a recordar a Carla que empezaba a comportarse de manera extraña.
─ ¿Estuviste mucho tiempo con Carla…?...─ pregunte pensando en todo el comportamiento que habia tenido Carla.
─ Estuve unas dos semanas…con ella aunque tampoco resulto muy difícil he tenido posesiones mas complicadas…─ respondió el demonio haciéndome saber que habia poseído otras personas tiempo atrás.
─ A proposito no te he preguntado tu nombre…¿y por que lo guardáis con tanto esfuerzo…?...─ pregunte interesada puesto que hasta ahora no sabia cual era su nombre.
─ Lo siento nena, pero no pienso decírtelo…además es sencillo si sabes el nombre del demonio tienes poder sobre él y es debilitado…─ respondió el demonio explicándome por que siempre se le pedía el nombre al demonio.
Mientras estaba preguntando algunas cosas al demonio el tiempo se me fue pasando rápidamente y se me olvido limpiar la casa aunque no hubiera podido.
Asi que me senté en el sofá e intente ver la televisión para distraerme un rato, pero por mucho que pasara canales no encontraba nada interesante.
Despues de un rato estando cambiando canales escuche como la cerradura de la puerta se abría.
─ Cariño he vuelto…parece que ni siquiera has empezado a limpiar…─ dijo mi madre mientras cerraba la puerta, por un instante me quede mirándola fijamente.
─ ¿Qué pasa cielo…?...¿tengo algo en la cara…?...─ pregunto mi madre mientras colocaba las llaves en su sitio y metía las bolsas de la compra en la cocina.
En aquel momento volvi a sentir de nuevo una ráfaga de aire frío que fue como si atravesara le lugar y no habia ninguna ventana abierta.
Me levante y fui a la cocina a ayudarla a colocar las cosas en las despensas y el frigorífico.
─ Ten cuidado…no sabes pro donde puede salir…esta en un estado muy delicado…─ advirtió el demonio haciéndome saber que podría pasar cualquier cosa en ese momento.
─ He tenido que hacer algunas cosas…A proposito, ¿no has notado nada extraño…?...─ pregunte intentando saber si habia notado algo diferente en la casa.
─ Aparte de que hayas asistido aun exorcismo…no nada…─ respondió mi madre mientras metía algunas cosas en la despensa pero al girarme para colocarlas note como una extraña sensación de que algo estaba pasando, mire al suelo y pude ver como una sombra aterradora que se alargaba en el suelo que parecia acercárseme.
En eso me gire rápidamente y todo parecia estar normal, volvi a mirar al suelo y no habia nada extraño aquello me hizo saber que el demonio estaba en ella.
─ El demonio esta cerca de poseerla…─ hablo el demonio con un tono de preocupación cosa que me extrañaba.
Aun asi seguí colocando las cosas en la alacenas intentando hacer que el demonio que habia en mi madre no se diera cuenta.
─ Voy a hacer la comida, es mejor que te pongas a limpiar la casa…─ dijo mi madre con su sonrisa de siempre en eso salí de la habitacion para tomar la escoba y empezar a limpiar la casa.
─ ¿Cómo sabes que esta cerca de poseerla…?...─ pregunte mientras empezaba las tareas diarias que siempre hacia cuando era pequeña.
─ ¿Has visto esa sombra en el suelo…?...que se te acercaba…─ pregunto el demonio haciéndome pensar en lo que habia visto.
─ Si, ¿y que tiene que ver eso…?...─ pregunte con extrañeza pensaba que solamente era que se manifestaba el demonio de alguna forma.
─ El demonio estaba reconociéndote…para ver si podia poseerte, creo que se ha dado cuenta de que estoy contigo…─ respondió el demonio haciéndome saber que el demonio que estaba en mi madre estaba tanteando el terreno y comprobándome.
─ Cariño te noto algo preocupada…¿estas bien…?...─ pregunto mi madre desde la cocina.
─ Si, no te preocupes…─ respondí mientras seguí con mis quehaceres de costumbre hasta la hora de comer.
Despues de un buen rato empecé a oler la comida que me hacia recordar antes de irme al convento.
Pasadas unas horas todo parecia que estaba normal, hasta que vi como parpadeaban las luces de la cocina.
Enseguida deje lo que estaba haciendo y anduve muy cuidadosamente hacia la cocina para ver que es lo que estaba pasando.
Al mirar a través del marco de la puerta pude ver que mi madre estaba haciendo la comida como siempre pero un reflejo en el extractor de cocina me hizo ver que el rostro de ella parecia como si estuviera deformado y que su rostro no tenia ojos su piel era de color blanco, en ese momento no pude mas que soltar un pequeño grito que hizo que se girara de golpe.
─ Cariño…¿te ocurre algo…?...─ pregunto mi madre con curiosidad pareciendo estar normal, aunque aquel cuchillo en las manos no me daba muy buenas sensaciones.
─ No, nada solo que huele muy bien y tengo hambre…─ respondí intentando disimular y ocultar mi miedo para que no se diera cuenta.
─ No tardare mucho…asi que ve terminando…─ hablo mi madre y enseguida se volvió a dar la vuelta para continuar con lo que estaba haciendo, en ese instante mire de nuevo a lo metálico del extractor de humo y todo parecia normal.
Salí de la cocina y volvi a mis quehaceres diarios mientras empezaba a pensar en lo que habia visto.
─ Te habrás dado cuenta…Le queda poco para ser poseída…o eso o hará una encubierta…─ explico el demonio con tono pensativo.
─ ¿Una posesión encubierta…?...¿que es eso…?...─ pregunte con interés puesto que para mi todas las posesiones eran lo mismo.
─ Este tipo de posesión es que la victima sigue pareciendo la misma no hay cambios aparentes…pero poco a poco se van produciendo a medida que el demonio toma el control…─ respondió el demonio explicándome lo que era y como sucedía aunque no pensé que fuera lo que le estaba pasando a mi madre.
─ O sea que la tuya no fue encubierta…─ hablé pensando en como lo hizo con Carla puesto que podia ver en ella ciertos signos.
─ Bueno lo mío fue a lo rápido por lo tanto podías ver signos…pero los demonios de mi clase no solemos hacerlo asi…─ hablo el demonio explicando que ella lo hizo rápidamente y no fue muy sutil.
─ Cariño…¿estas bien…?...te estoy escuchando hablar sola…─ cuestiono mi madre haciendo que me sobresaltara por completo.
─ No estoy hablando conmigo misma liada en mis pensamientos…─ respondí intentando poner una excusa.
Asi que seguí con lo que estaba haciendo intentando evitar hablar con el demonio y terminar los quehaceres.
Cuando termine me deje caer en el sofá y me puse a ver la televisión, aunque no era tanto como el primer día en el convento que tenia muchas mas cosas que hacer.
Mientras buscaba algún canal interesante y buscaba algo con lo que pasar el rato hasta que la comida estuviera lista pude ver que hablaban del convento y que de momento estaban buscando al asesino del párroco, aquella noticia hizo que me diera un escalofrió por la espalda.
─ Cariño vamos a comer…─ dijo mi madre mientras me avisaba que la comida estaba lista, estaba hambrienta y el estomago me rugía.
─ Voy!…─ exclame a la vez que apagaba la televisión y soltaba el mando en el sofá.
Nada mas llegar a la cocina me llegaba el olor tan apetitoso que olía de pequeña, enseguida empecé a tomar los platos y a poner la mesa.
Despues de hacerlo mi madre puso la olla encima de la mesa y empezó a servir los platos mientras ponía el pan y el agua, sin embargo despues de eso comencé a bendecir la mesa.
Mientras rezaba para bendecir la mesa abrí un ojo para ver que estaba haciendo mi madre y parecia que estaba callada en silencio aquello me hizo sospechar mas aun.
─ Huele delicioso como siempre…─ dije mientras mi madre me servia el estofado con una sonrisa y despues lo hacia para ella.
Cuando fui a comer sentí como si algo me paralizara la mano y no pudiera moverla, enseguida supuse que era el demonio que hacia aquello pero no entendía el por que.
─ ¿Pero que…?...─ cuestione mientras intentaba mover la mano y no podia hacer nada era como si estuviera bloqueada.
─ No digas nada, pero siento que la comida tiene algo…no se el que pero no seria bueno que te lo tomaras…─ dijo el demonio enseguida me quede como si fuera una estatua sin saber que hacer.
─ Cariño…¿ocurre algo…?...¿no tienes hambre…?...─ pregunto mi madre una y otra vez mientras esta cortaba algo de pan y empezaba a comerlo.
─ No tengo mucha hambre…─ dije sonriendo ligeramente mientras soltaba la cuchara y tomaba algo de pan.
─ Mi comida no es lo suficientemente buena para ti!...Sabes lo que tuve que sacrificar para que tu nacieras!…y ahora no quieras comer!...ERES UNA ZORRA DESAGRADECIDA!!!...─ grito mi madre mientras se subía a la mesa de golpe y clavaba un cuchillo en la mesa delante de mi mano a escasos centímetros.
Para cuando eleve la cabeza pude ver ese rostro deformado de piel blanca y que sus ojos estaban vacíos por completo parecían un abismo en que te veías caer.
─ ¿Mama…?...─ pregunte sorprendida mientras observaba ese rostro deformado con una sonrisa que parecia salir del infierno.
Retrocedí un poco levantándome mientras caía la silla al suelo, mi madre se acerco lentamente y me miro de manera fija.
─ ¿Crees que no me he dado cuenta…?, ¿pensabas que no nos enteraríamos…?...tu madre solo ha sido un aperitivo…─ comento mi madre mientras se acercaba un poco mas amenazándome con el cuchillo.
Sin pensármelo dos veces salí de la cocina rápidamente, intentando pensar que es lo que debía de hacer, aunque aquello no pintaba nada bien.
─ Dios!, Dios!...¿Que hago…?...─ exclame una y otra vez con la respiración alterada intentado calmarme todo lo que podia, no sabia que hacer.
─ Menuda exorcista…Lo primero es atarla y de ahí empezar el exorcismo…─ hablo el demonio con cierta ironía haciéndome saber que no servia para aquello.
─ Es mi madre…no puedo hacer eso…─ dije pensando que era mi madre y no podia pelearme contra ella.
─ Esa de ahí no es tu madre…y si quieres ayudarla es mejor que empieces ya…─ dijo el demonio animándome a que hiciera lo que me habia planteado ser en un futuro.
Recogiendo valor de donde no habia me encamine hacia la cocina de nuevo, antes de entrar note como una ráfaga de aire frío invadía el lugar y como una especie de sensación extraña me embargaba.
Era como si quisiera paralizarme, abrí la puerta y mire hacia todas partes no estaba mi madre en ninguna parte, pareciera que hubiera desaparecido.
─ ¿Mama…?...─ pregunte con cierto miedo en la voz mientras miraba hacia todas partes pero no estaba en ningún sitio y en la cocina no habia muchos sitios donde esconderse.
De pronto las luces de esta empezó a parpadear cosa que hizo que tragara saliva, podia ver como aquellas sombras se movían por la cocina dando un aspecto siniestro incluso la luz parecia que estuviera algo apagada.
Cerré los puños intentando mostrar valor ante aquello, mientras revisaba la cocina, pensando que no estaba allí; avance hacia la habitacion para comprobar que estuviera.
Pero al darme la vuelta pude ver a mi madre en el techo con el cuchillo en la mano y sonriéndome de manera diabólica, su cuerpo parecia que estuviera mucho mas delgado.
─ Eres una mal hija…MUERE!!!...─ exclamo con todas sus fuerzas el demonio saltando sobre mi y rápidamente elevo el cuchillo dispuesto a matarme.
Sin pensarlo mi mano actuó por su cuenta sosteniendo para que no me matara, pensé enseguida que fue el demonio que estaba ayudándome.
Esta vez pude ver su rostro deformado y aquellos ojos que incluso parecían de los que manaba lagrimas de sangre, forcejee por unos instantes intentando que no me matara….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
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Mazoku
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3.573 ATC
CONVENTO POSEIDO II
Por unos instantes forcejee con mi madre intentando hacer que no me matara parecia que tenia una fuerza sobrenatural y me estaba costando controlarla.
─ Mama, por favor reacciona…─ dije mientras veía como el cuchillo se me acercaba cada vez mas al rostro.
─ ¿Quieres morir…?...Haz algo!!!...─ exclamo el demonio mientras parecia que fuera el que aplicara mas fuerza.
Cuando pude mover una mano solamente la moví de manera inconsciente soltándole un golpe y haciendo que esta retrocediera mientras veía como el cuchillo rodaba por el suelo.
─ Mama por favor…─ volvi a decir esperando que mi madre siguiera estando ahí y pudiera escucharme y darme alguna señal.
─ Cariño…por favor…ayúdame…ZORRA MAL CRIADA!!!, SIEMPRE HAS SIDO UN ERROR, NUNCA PENSE EN TENERTE!!!…─ exclamo el demonio mientras veía como me miraba fijamente, aunque aquellas palabras me dolieron mas que cualquier otra cosa que hubiera sentido pero tenia que sobreponerme y liberarla.
─ Estas idiota reacciona!!!...─ dijo el demonio haciéndome despertar de lo que estaba pensando y centrándome en lo que debía de hacer.
El demonio se lanzo de improviso de nuevo sujetándome las manos y forcejeando pero esta vez no perdí el equilibrio solo retrocedí unos pasos.
Su fuerza parecia que aumentaba por momentos y me costaba mas tiempo contenerla pero sabia que debía hacer algo pero no podia puesto que también se lo hacía a ella.
En ese momento mi pierna reacciono dándole una patada y haciéndola retroceder unos pasos, esta se me quedo mirando y con un grito se volvió a lanzar en ese momento mi mano busco algo hasta que di con la jarra donde echaba el zumo, agarrándola moví la mano propinándole un golpe y escuchando como el cristal se estrellaba contra su rostro y haciendo que el demonio cayera al suelo.
─ ¿Pero que he hecho…?...Mama…─ pregunte mientras veía en mi mano el asa de la jarra de cristal que aun sostenía de manera nerviosa la abrí y la solté.
Entretanto miraba a mi madre en el suelo rodeada de cristales mientras séme saltaban las lagrimas por lo que habia echo.
─ ¿Vas a quedarte ahí parada…?, rápido átale las manos…─ protesto el demonio haciendo reaccionar puesto que el demonio no tardaría mucho en despertarse.
Tome el cuerpo de mi madre y la senté en una silla mientras notaba como su sangre se pegaba a mis manos.
Rápidamente fui hacia la habitacion y tomando la sabana empecé a hacerla jirones para poder atarle las manos y los pies.
─ Lo siento, lo siento…─ repetía una y otra vez mientras le ataba las manos y los pies a la silla.
Despues de eso me quede mirándola mientras la lagrimas me resbalaban por las mejillas viendo aquello pero no podia desfallecer tenia que hacerlo.
Por un momento mire hacia uno de los brazos de mi madre y pude ver que se formaba como unas palabras como si estuvieran rasgando su piel.
─ So…co…rro…─ dije mientras leía aquellas marcas, aquello me asusto y ala vez me dio una esperanza que mi madre seguia allí dentro.
─ Vaya parece que tu madre sigue adentro…tendrás que darte prisa si no quieres perderla…─ dijo el demonio advirtiéndome de un peligro que no conocía.
─ ¿Por qué dices eso…?...─ pregunte mientras terminaba de hacerlos nudos para que no se soltara.
─ Poco a poco el demonio se va uniendo al alma de tu madre hasta que sea uno en ese momento solo te queda una cosa matarla…─ dijo el demonio advirtiéndome que teníamos poco tiempo para realizar el exorcismo.
─ ¿No puedes hacer lo mismo que hiciste con el párroco?..., sacarle el demonio…─ pregunte recordando lo que hizo con el párroco que fue fácil.
─ Podría hacerlo pero eso le daría la razón…de que estoy contigo…asi que tu decides…─ hablo el demonio dejándome lo que debía de hacer en mis manos y todo lo que podría pasar.
─ Espero empezar yo…─ dijo convenciéndome yo mismo y sacando fuerzas de donde ya me empezaban a faltar.
Asi que una vez la hube atado me dirigí hacia mi habitacion con miedo en el cuerpo pensando en lo que podría pasar pero tenia que hacerlo rebusque entre mis cosas y tome la Biblia y un rosario con las manos una temblorosas.
Me dirigí hacia la cocina nuevamente y nada mas entrar pude ver que ella estaba despierta y me miraba con aquellos ojos vacíos y oscuros fijamente y sin pestañear.
─ Sabes que tu madre te odiaba…que no te quería tener y que casi estuvo a punto de abortar…Ja, ja, ja…─ hablo el demonio haciéndome dudar incluso detenerme en lo que estaba haciendo.
─ Eso no es verdad!!!...─ exclame con fuerza haciéndole saber que era imposible puesto que ella siempre me habia querido.
─ Estoy en su mente y se lo que piensa, si quieres pregúntaselo…─ dijo el demonio y por un momento aquellos ojos se transformaron directamente a los de mi madre que estaba llorando y asustada.
─ Será mejor que no le hagas caso o se meterá en tu mente…─ hablo el demonio recordándomelo que no debía creer en sus palabras pero aquellas me dolían y plantaban una duda en mi mente si era verdad.
─ Cariño por favor, ¿qué estas haciendo…?...soy yo tu madre…─ dijo mi madre parecia que por unos momentos podia hablarme o eso pensé.
─ Mama…─ dije mirándola a los ojos pero en ese momento el demonio soltó una carcajada y poniendo una sonrisa diabólica.
─ Ja, ja, ja, ja…─ rió el demonio con satisfacción haciendo que aquello me afectara.
─ Maldito seas!!…─ exclamé mientras me giraba y buscaba un cuchillo que enseguida encontré tomándolo me acerque a el y se lo puse en el cuello.
─ Adelante hazlo!...─ exclamo el demonio tentándome a que lo realizara y terminara aquello.
Por unos segundos me quede mirando a los ojos del demonio con el cuchillo en su gar4ganta y las ganas de matarlo, mientras que mi mano temblaba y las dudas me inundaban.
─ Si lo vas a hacer hazlo, si no intenta salvarla…─ dijo el demonio y en ese momento me saco de ese estado.
Despues de pensarlo tome el cuchillo y lo aleje de la garganta soltándolo de nuevo en su sitio, empecé a pensar que es lo que tenia que hacer.
─ Primero la sal…no podrás escapar!...─ dije mientras buscaba un paquete de sal en las alacenas una vez que lo tome empecé a rodear la silla donde se encontraba para impedir que pudiera escapar.
Seguidamente tome una cacerola y la llene de agua y comencé a rezar para poder bendecirla.
─ Esto es lo que mas asco me da, lo siento pero de momento te quedas sola…─ comento el demonio y enseguida pareció que me habia dejado sola y no podia sentirla mientras veía como mi madre se reía con una risa que parecia salir del mismo infierno.
Despues de eso metí la mano en el agua y salpique algo sobre mi madre haciendo la señal de la cruz.
En ese momento pude escuchar como este gritaba con fuerza al parecer habia funcionado mientras veía como se le formaban unas yagas en la piel.
Sabia que estaba funcionando pero no podia contarlas todas conmigo puesto que el exorcismo iba a ser largo.
Me santigüe varias veces y con la Biblia en la mano empecé a recitar el padre nuestro mientras veía como el demonio empezaba a inquietarse y a moverse con algo de violencia.
─ Cariño no harás daño a tu madre…¿verdad…?...─ pregunto el demonio con la voz de mi madre pero preferi no prestarle atención.
Seguidamente empecé a recitar unos salmos de la Biblia para empezar el exorcismo eso hizo que el demonio intentara revolverse de mientras luchaba por liberarse de las ataduras que tenia podia escuchar sus gritos de dolor.
Terminando unos salmos tome algo de agua y volvi a arrojársela a la cara esto hizo que gritara y de dolor y volviera a salirle algo de humo del rostro.
─ Dime tu nombre…demonio!!!...─ exclame mientras tomaba algo de agua y volvía a echársela en el rostro al demonio poco a poco podia ver4 las heridas que se le formaban y las yagas de su cuerpo.
─ Tendrás que matarme…no pienso soltar a tu madre…esta puta esta con nosotros y le encanta…quiere que vayas con ella…─ dijo el demonio mientras se relamía los labios aquello hizo que me enfadara mas y tuviera ganas de matarlo pero no podia hacerlo.
Nuevamente solté de nuevo algo de agua bendita sobre el demonio que hizo que se enfadara mas y de un movimiento se soltó de las ataduras y saltase contra mi pero enseguida se detuvo por el circulo de sal.
Me quede mirándolo mientras empezaba a moverse lo que podia en el circulo de sal con una mirada aterradora pero no podia dejar que viese mi miedo.
De nuevo empecé a recitar unos salmos haciendo que el demonio se tapase los oidos y empezase a gritar con fuerza en eso los cajones de la cocina y las puertas empezaron a abrirse y cerrar se con fuerza mientras podia ver algunas sombras moviéndose por las paredes parecia que estuvieran vivas, mientras que las luces parpadeaban con fuerza.
Aquello no hacia mas que darme miedo pero debía de permanecer valiente a todo eso y pensar que podia liberar a mi madre o tener fe en ello.
─ Dime tu nombre…demonio!!!...─ volvi a decir mientras veía al demonio dando vueltas como si fuera una fiera enjaulada en ese momento le puse delante el crucifijo y este pareció que se asusto pero aun asi no quería decirme el nombre.
─ Tendrás que matarme…─ comento el demonio mientras me miraba de manera amenazadora.
Las horas pasaron mientras yo seguia haciendo lo miemos intentando conseguir su nombre pero el demonio lo tenia bien guardado, por mi parte empezaba a agotarme empezaba a sentir el cansancio.
En eso el demonio cayo al suelo parecia que estaba exhausto pero no podia confiarme no pude mas que sentarme en una silla y descansar algo.
─ ¿Dónde estoy…?...¿Que esta pasando…?...─ pregunto el demonio con al voz de mi madre aunque no podia fiarme podría ser otra trampa.
─ ¿Mama…?...─ pregunte con cierta esperanza, aguardando que fuera ella y que hubiera algo de luz al final del túnel.
─ Cariño…¿qué esta pasando…?...─ cuestiono mi madre con cierta confusión mirando hacia todas partes pero no parecia que pudiera salir del circulo de sal.
─ Has sido poseída por un demonio…estoy intentando exorcizarlo…─ respondí de la manera mas directa para no darle mas vueltas.
─ Eso es imposible…cielo…─ dijo mi madre negando l oque habia dicho pero podia ver claramente lo que habia pasado y las heridas en su piel.
─ Quería hacerte una pregunta…¿Me querías tener o fui un error…?...─ pregunte queriendo enterarme de su propia voz mientras fuera posible.
─ Cariño al principio fue algo que no esperaba y…Aaahhh!!...─ se quejo mi madre mientras se levantaba la ropa y podia ver en su vientre una cruz invertida que parecia que le hubiera arañado el cuerpo.
─ Pero que…─ dije mirando la marca que habia en su cuerpo mientras volvían a aparecer algunas mas por todo su vientre.
─ Ayúdame cariño…AAAAHHH!!!...─ grito con fuerza llevándose la mano a la espalda.
Aquello no habia acabado y al parecer el demonio estaba destruyéndola desde dentro no podia esperar mas y seguir con el exorcismo aunque no sabia si podría salvarla.
De nuevo me levante y mire la espalda de mi madre pude ver la ropa desgarrada y las marcas en su espalda pero aquellas no eran cruces invertidas si no mas bien algo que no entendía.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunte viendo lso símbolos que se formaban en la espalda lentamente que no llegaba a entender.
─ Que raro, no habia visto eso desde hace mucho tiempo…─ dijo de nuevo el demonio que volvió a aparecer al ver aquello.
─ ¿Qué son esos signos…?...─ pregunte mientras veía como se formaban poco a poco en su espalda a la vez que la sangre resbalaba por ella y escuchaba los gritos de ella.
─ Es un lenguaje antiguo…es sumerio…una lengua muerta al parecer quieren hacer de tu madre un faro viviente…yo de ti terminaría cuanto antes con su sufrimiento…─ dijo el demonio advirtiéndome que podría ser algo peor, pero no entendía lo del faro viviente, aunque no me sonaba nada bien.
─ ¿Un faro viviente…?...─ pregunte extrañada mientras escuchaba los gritos de mi madre mientras se terminaban deformar aquellos signos.
─ Normalmente ponen estos signos…se ponían para guiar a los demonios hacia nuevas victimas y si es asi todo el edificio corre peligro…asi que tu decides…─ respondió el demonio explicándome que debía de decidir o era mi madre y terminaba aquello o seria todo el edificio dándole una puerta a otros demonios.
─ No podrás salvarla…además tenemos reservado un sitio junto a ella…─ dijo el demonio advirtiéndome que no podría hacer nada pero tampoco podia perder la esperanza.
En cuanto abrí de nuevo la Biblia pude ver las sombras de un lugar a otro mientras la luz de la habitacion parpadeaba de manera fuerte y los cajones de nuevo empezaba a abrirse y cerrarse mientras se escuchaban como unos susurros que invadían el sitio.
─ Ya han empezado…─ hablo el demonio advirtiéndome que aquello no tardaría mucho.
Su rostro enseguida empezó a deformarse mostrando aquellos ojos oscuros y el rostro deformado mientras me miraba fijamente.
Empecé a recitar los salmos nuevamente mientras veía como el demonio empezaba a gritar de dolor y los susurros se hacian cada vez mas fuertes.
─ Tu nombre demonio!...¿Cual es…?...─ pregunté nuevamente mientras le mostraba el rosario, este retrocedió unos pasos entretanto en mi corazón no quería hacerle ningun daño a mi madre pero tenia que eliminar ese demonio.
De repente la habitacion empezó a bajar de temperatura, incluso cuando respiraba podia ver mi aliento sabia que aquello era normal puerto que habia estudiado que en muchos casos esto demostraba que había un demonio.
─ ZORRA MAL PARIDA, HACES SUFRIR A TU MADRE…─ grito el demonio de nuevo insultándome y haciendo que esas palabras me afectaran pero no tenia alternativa.
Sin pensar en lo que habia dicho solamente trague saliva y seguí con el salmo pero por mucho que lo hacia parecia que no había forma de separar el demonio del cuerpo de mi madre.
─ Cariño…¿Por qué me haces sufrir…?...─ pregunto mi madre mientras se arrastraba por el suelo cerca del borde de la sal.
─ Mama…─ dije de manera desesperada mientras veía su rostro lloroso cosa que no podia resistirme.
Acerque la mano para tocar la suya con algunas lagrimas en los ojos por el sufrimiento que le estaba provocando.
Pero antes siquiera de que llegara a juntar los dedos mi cuerpo se detuvo de inmediato era como si estuviera paralizada enseguida supuse que era el demonio que me estaba advirtiendo que no lo hiciera.
─ Si quieres liberarlo adelante…─ dijo el demonio advirtiéndome de lo que podría pasar.
─ Maldito demonio…querías engañarme…¿Cuál es tu nombre…?...─ pregunte nuevamente retrocediendo para continuar aquello pero los susurros y las voces se hacian cada vez mas intensas el edificio era como si cambiara completamente, las sombras se movían a su antojo por todo el lugar.
─ Este edificio es nuestro y todo gracias a tu madre…─ dijo el demonio cuando de repente empecé a ver como partes de la pared empezaban a agrietarse y de estas grietas empezaban a salir como un liquido negruzco, del mismo sitio podia escuchar como unos gritos de personas que eran torturadas.
─ Escucha o lo haces tu o lo hago yo…no puedes esperar mas tu madre esta perdida…─ dijo el demonio poniéndome la realidad delante puesto que no podría salvarla pero no quería rendirme.
─ Pero seguro que hay alguna forma…─ dije de manera esperanzadora pensando en salvarla pero en el fondo sabia que no había forma.
─ No la hay, el demonio ya ha entrado en su alma…─ dijo el demonio poniéndome las cosas aun mas duras.
─ Pero…─ dije casi sin terminar la frase cuando pude ver de nuevo el rostro de mi madre que me miraba con lagrimas en los ojos.
─ Cariño, lo siento…haz lo que tengas que hacer…siempre he estado orgullosa de ti…y jamás has sido un error…─ dijo mi madre con lagrimas y de repente esos ojos cariñosos y amables cambiaron repentinamente aquellos que eran malévolos y oscuros.
Me levante y me quede mirando al demonio este me devolvió una mirada de desafío sabiendo que era posible que no hiciera nada.
─ Muy bien es tuya…─ dije casi llorando mientras sabia que mi madre terminaria también muerta.
─ Me haces el favor…podrías apartar algo de la sal…─ dijo el demonio pidiéndome el permiso para poder quitar la sal.
Puse un pie y la retire haciendo un paso entre el demonio y nosotros cosa que hizo que se quedara pensativo con lo que habia echo, en ese momento las paredes se agrietaron mucho mas y podia ver incluso que se colaban sombras por ellas, partes de la pared cayeron al suelo.
─ Vaya parece que te has rendido…ahora tu también serás nuestra…─ dijo el demonio y habiendo pasado la confusión se abalanzo sobre mi pero en ese instante note que el demonio tomaba mi lugar con la misma sensación.
Alargué el brazo y tomándole de la cabeza lo detuve en seco mientras este me miraba extrañado.
─ Tu eres…─ dijo el demonio sin terminar de acabar la frase y empezando a gritar mientras escuchaba como su cráneo empezaba a crujir con fuerza.
─ Yo soy la Señora de la oscuridad, el mal en estado puro y no permitiré que contamines este lugar…─ dijo el demonio y una luz de color rojo broto del suelo con signos extraños y en eso el demonio empezó a gritar podia ver que su rostro cambio de golpe estaba aterrorizado.
─ No puede ser…¿Cómo has…?...─ pregunto el demonio con cara de miedo mientras la luz parecia que lo estaba matando.
Antes que el demonio muriera, pude ver el rostro de mi madre que me sonreía feliz.
─ AAAAAHHHH…─ grito el demonio y de pronto con un tirón saco una figura humanoide rojiza de la que podían verse los músculos y las arterias pulsando un liquido negruzco.
En eso lo elevo por encima de su cabeza y lo engullo pude sentir un sabor asqueroso en la garganta y como todo aquel mal se deslizaba en mi interior casi provocándome arcadas.
─ Bueno listo…─ dijo el demonio satisfecho mientras podia ver como las paredes volvían a su estado normal, la temperatura subía y las sombras desaparecían, volviendo todo a su estado normal.
Cuando todo hubo pasado el demonio volvió de nuevo a su estado mientras yo me arrodillaba delante de mi madre que yacía muerta en el suelo, podia ver la sangre saliendo de sus oidos aunque sin embargo tenia una sonrisa en su rostro.
─ Nooo, mama…─ dije mientras empezaba a llorar con fuerza y veía como mis lagrimas caían sobre ella y sobre la sangre.
Mientras me quede por un momento llorando sobre ella y pensando en que quizás podría haber echo algo para salvarla.
─ No podías hacer nada…el demonio ya estaba en su alma…─ dijo el demonio intentando consolarme.
Auqneu aquellas palabras no me servían de nada viviendo de ella, mientras seguia llorando con fuerza.
─ No sabias eso, quizás podría haberla salvado…─ dije aun con resistencia en mis palabras que lo mismo hubiera podido haber una esperanza.
De improviso se hizo el silencio solo se escuchaban mis llantos mientras veía el cadáver de mi madre y notaba como poco a poco mi cuerpo volvía a su estado normal.
Ni siquiera me di cuenta del tiempo que paso mientras empezaba a recoger todo aquello pero tampoco sabia que hacer ni donde enterrarla.
Mientras estaba en mis cosas escuche como alguien llamaba a la puerta, aquello me sorprendió, no esperaba a nadie aunque probablemente pudiera ser algún vecino.
Me acerque a la mirilla de la puerta intentado no hacer ningun ruido y antes siquiera que estuviera cerca de la puerta volvi a escuchar llamar en el timbre.
Aquello me erizaba la piel pero no podia hacer mas que acercarme y comprobar quien era, para cuando mire a través de la mirilla descubrí que era el detective que había estado en el convento.
─ Vaya parece que tenemos problemas…─ dijo el demonio casi de manera sarcástica mientras el miedo me atenazaba el cuerpo.
─ Policía abra la puerta…─ dijo el detective mientras ponía su placa a escasos centímetros de la mirilla para que la viera.
No dije ni una sola palabra mientras me retiraba de la mirilla y me tapaba la boca, no sabia que hacer.
─ Señorita Hizo da, se que esta ahí abra la puerta tengo una orden de registro…y otra de detención…─ dijo el detective mientras me pasaba ambas notas por debajo de la puerta haciendo que eso me pusiera mas nerviosa aun.
─ No querrá que venga con la policía y derribemos la puerta…─ dijo el policía advirtiéndome que volvería con mas refuerzos.
─ Mierda, mierda…Enseguida abro…─ dije mientras miraba por todas partes y pensando que tenia que esconder el cuerpo de mi madre y todo lo que se habia formado pero no tenia tiempo.
Asi que nada mas cerré la puerta de la cocina esperando que no entrara a mirar y me arregle un poco para abrir la puerta.
─ Ya voy…─ volvi a decir nuevamente para que supiera que seguia estando, una vez que me hube arreglado respire profundamente y me seque las lagrimas.
─ Adelante…─ dije mientras abría la puerta y le invitaba a pasar pero estaba segura de que no estaríamos mucho tiempo en la casa.
─ Le dije que no saliera del convento…eso la verdad me hace sospechar de muchas cosas…─ dijo mientras se agachaba y recogía los papeles que habia en el suelo.
El detective entro y empezó a pasear por la estancia mirando hacia todas partes, estaba intentando descubrir algo, aunque mi único temor era que mirara en la cocina.
─ No tenia mas remedio…tenia que ver como estaba mi madre, estaba preocupada…─ dije tragando saliva mientras veía como el detective se acercaba mas a la cocina.
Cuando estuvo cerca de la puerta me acerque rápidamente hacia la puerta poniéndome delante.
─ ¿Quiere tomar algo…?...─ pregunte con algo de nerviosismo mientras le miraba fijamente esperando que no entrara.
─ Si puede un vaso de agua…─ respondió mientras me miraba sin perder detalle de lo que hacia.
En ese momento abrí la puerta lo poco que podia y entre cerrándola tras de mi en eso volvi a mirar el cadáver de mi madre en el suelo y todo lo que había formado y con el nerviosismo aun en el cuerpo abrí una alacena y tome un vaso llenándolo de agua.
Pero antes siquiera de que llegara a la puerta esta se abrio entrando el detective y viendo la escena por unos segundos me quede congelada sin saber que hacer pero el detective en seguida saco la pistola apuntándome.
─ Vaya parece que también has acabado un cabo suelto…─ dijo el detective mientras me apuntaba con el arma; el miedo me atenazaba y no podia hacer nada salvo levantar las manos.
─ Yo no eh sido…la intentaba ayudar…─ dije mientras me volvían las lagrimas a los ojos y no podia dejar de mirar el cadáver.
─ Si y al parecer la ha terminado de ayudar…de se la vuelta…─ comento el detective a la vez que sacaba las esposas y me hacia dar la vuelta.
─ Isolda…queda detenida por el asesinato de su madre y del supuesto asesinato del párroco de su convento…─ hablo el detective mientras me leía mis derechos y me ponía las esposas no podia creer lo que estaba pasando.
Salimos de la casa y este cerro la puerta bajamos del ascensor para cuando estuvimos en la calle note que el cielo estaba muy oscuro aun parecia que fuera noche cerrada.
Cuando me metió en el auto se escucho la radio que le estaban llamando para algo.
─ Detective Alonso responda…─ hablo la radio con un tono algo nervioso al parecer no había muy buenas noticias.
─ Aquí el detective Alonso…tengo a la sospechosa…─ comento Alonso mientras me miraba de forma casi despreciativa.
─ Una patrulla ha pedido refuerzos al parecer algo esta pasando en el convento es necesario que se reúna con ellos…─ dijo la radio indicándole que algo mas pasaba en el convento aquello por un instan6te hizo que se me pusiera la piel de gallina.
─ ¿Se puede saber que les pasa en estos días a las monjas…?...Es necesario que envié un equipo de forenses y una ambulancia a mi dirección hay un cadáver…─ dijo Alonso puesto que parecia que había cometido un asesinato.
─ Muy bien nos daremos un paseo hasta su convento de nuevo…¿Que son una orden de asesinas…?...─ pregunto Alonso con cierto sarcasmo mientras arrancaba el coche.
Avanzamos pro la ciudad poco a poco podia ver por los cristales las luces de los edificios que empezaban a encenderse aun era de madrugada y yo tenia algo de sueño pero sin embargo algo me decía que aquel día no traería nada bueno.
Estuvimos varias horas en el camino hasta que por fin llegamos a las puertas del convento, en el lugar habia varios coches patrulla que estaban vacíos y con las puertas abiertas y las luces encendidas aquello me dio mala espina.
─ Venga fuera…─ hablo de manera brusca mientras me sacaba del coche casi de un tirón, nada mas salir note le ambiente frío casi gélido mire al cielo y los nubarrones parecían moverse muy lentamente incluso me pareció ver un relámpago, aunque lo que mas me extraño fue que no se escuchaba ni siquiera un grillo en las proximidades.
─ Parece que las hermanas han formado una fiesta…─ dijo el demonio mientras yo revisaba la parte de afuera que todo parecia normal pero aun asi algo no me cuadraba del todo.
─ Vamos a dentro…a ver que es lo que pasa…─ hablo Alonso arrastrándome del brazo hacia la puerta principal.
─ Deberíamos irnos…─ dije mientras me negaba a dar un paso mas aquello en vez de un convento parecia que fuera una trampa.
─ No me diga que ahora siente arrepentimiento por lo que ha hecho…vamos!...─ exclamo Alonso para que volviera a caminar, en cuanto estuvimos a la altura de la puerta este llamo varias veces pero no hubo ninguna respuesta.
─ Esto no es bueno…deberíamos marcharnos…─ volvi a decir mientras sentía el miedo recorrerme el cuerpo y un nudo en el estomago, solamente trague algo de saliva y en ese momento un relámpago ilumino el cielo y el trueno rompiendo la calma que habia.
─ Que raro…─ dijo Alonso volviendo a golpear pero en ese momento la puerta cedió abriéndose poco a poco como si nos invitaran a pasar.
Aquello nada mas hizo que séme helara la sangre en un momento mientras miraba dentro del convento lo que me dejaba la abertura.
─ Esto se pone interesante…─ dijo el demonio mientras avanzábamos muy lentamente hacia el patio del convento nada mas entrar pudimos ver que todo el sitio parecia en silencio no habia ni una hermana haciendo nada cosa que me extraño bastante.
Aquello me pareció extraño puesto que según la hora ya debían de estar haciendo algo, pero aquel sitio estaba completamente desierto no pude mas que tragar saliva y mirar por todas partes pero todo parecia en calma, salvo que las luces de las celdas estaban encendidas y las de la capilla…
FIN DEL CAPITULO 1
P.: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
CONVENTO POSEIDO III
El miedo se acrecentó poco a poco mientras avanzábamos, aquello era extraño y fuera de lugar mientras veía como Alonso con pistola en mano no dejaba de caminar.
─ Esta todo demasiado tranquilo, yo creía que las monjas se levantaban temprano…─ dijo Alonso mientras seguíamos avanzando hacia una de las celdas.
─ A esta hora ya estabamos levantadas y haciendo algunas cosas, aunque también me extraña que no haya amanecido aun…─ comente lo que recordaba puesto que siempre nos levantábamos temprano y aun ni siquiera habia amanecido y aquello no me hacia ninguna gracia.
─ Muy bien usted quédese atrás…─ dijo Alonso preparándose para entrar colocándose a un lado de la puerta y por mi parte haciendo lo mismo.
Alonso llamo a la puerta varias veces esperando alguna respuesta pero no parecia que hubiera nadie.
Antes siquiera de hacer algún movimiento un relámpago restallo en el lugar parecia que tuviera mucha mas fuerza, incluso me pareció haber visto alguien que se nos acercaba.
Es como si hubiera visto una de las hermanas quieta a cierta distancia sin moverse pero cuando la luz desapareció no habia nadie.
─ Ya saben que estamos aquí…─ dijo el demonio advirtiéndome que nos habían descubierto.
─ Creo que deberíamos de irnos…─ dije con miedo en la voz puesto que no pensaba que pudiéramos salir vivos.
Mientras mas estaba concentrada esperando una respuesta de Alonso escuche un portazo que me hizo sobresaltar en eso mire hacia atrás y vi que la puerta se habia cerrado de golpe.
─ Demasiado tarde…─ dijo el demonio como una frase lapidaria, aquello solo hizo que tragase saliva.
Despues de eso cuando Alonso puso la mano en el pomo en el pomo y esta daba la impresión de que se abría sola haciendo un chillido de las bisagras.
Sin decir nada Alonso apretó el arma en sus manos, y entro de golpe en eso lo seguí pero al ver el espectáculo me quede paralizada por el horror.
Pude ver a una de las hermanas que se habia ahorcado y como su cuerpo se bamboleaba lentamente, su rostro estaba completamente en blanco.
─ Vaya, sorprendente…pensaba que el suicidio era un pecado mortal…─ dijo alonso mientras se acercaba al cuerpo.
─ Y asi es, es extraño que haya echo esto…─ dije mientras me acercaba poco a poco hacia el cuerpo que aun se bamboleaba y podia escuchar los pequeños crujidos de la cuerda.
─ Parece que algunas hermanas no lo soportaron…─ dijo el demonio haciéndome saber que todo el convento estaba poseído.
Me acerque lentamente mirando al rostro de la hermana para cuando alargue la mano para tocar la suya, el demonio me detuvo en seco impidiéndome moverme.
─ Yo que tu no lo haría…─ dijo el demonio advirtiéndome de algo pero no lo entendía puesto que ya estaba muerta.
─ DEVORAREMOS VUESTRAS ALMAS…─ dijo la hermana que estaba colgando abriendo los ojos que eran de color rojo mientras de que ellos manaba lagrimas de sangre aquello me dejo de piedra por unos momentos y despues de eso volvió de nuevo a cerrarlos.
─ Pero que coño…─ dijo Alonso retrocediendo unos pasos apuntándola con el arma y preparado para disparar.
─ Que encanto han puesto una alarma…─ dijo el demonio casi con risa en su tono, auqneu aquello no me hacia ninguna gracia.
─ ¿Una alarma…?...─ pregunte pensándolo puesto que si hablaba Alonso me tomaría por una loca.
─ No te habia dicho…algunos que usan algo como esto…un demonio pude poseer un cuerpo de manera temporal haciendo de alarma a los demás…─ explico el demonio para que pudiera saber cuales eran algunas de sus tácticas.
─ Aquí no hacemos nada es mejor continuar…─ comento Alonso de manera dura parecia que no le llegaba a afectar lo que estaba pasando.
Antes siquiera de salir se produjo de nuevo un relámpago y me pareció ver otra de las monjas en medio del patio inmóvil como si nos estuviera observando, por unos segundos me quede paralizada.
Cuando de nuevo la luz desapareció no habia nadie en ese lugar aquello solo hizo que en vez de tener miedo empezara a sentir curiosidad.
─ Eh, tenemos que continuar…─ hablo Alonso de manera ruda y saliendo de allí aunque aquella visión no preveía nada bueno.
Seguimos avanzando hacia la siguiente celda que se abrio de la misma forma pero en esta no habia nadie, lo mismo que en otras.
Podia ver en el rostro de Alonso la preocupación mientras que yo estaba asustada puesto que aquello no me daba buena espina.
─ Que raro no hemos visto muchos cuerpos, ni tampoco a los policías…─ comento Alonso con tono de preocupación, pero tenia razón no habia cuerpos de hermanas ni de los policías solo la que habíamos visto que se habia suicidado.
─ Si, y eso hace que sea peor…─ hablé con cierto miedo mientras continuábamos mirando las celdas pero no habia nadie era como si se hubieran esfumado literalmente, pero aquella sensación me decía que seria peor.
Viendo que en ninguna celda habia nadie decidimos ir a la cocina y ver si alguien seguia vivo.
Avanzamos hacia la puerta de la cocina mientras notaba el frío en el ambiente y el total silencio que habia aquello hacia que se me erizara el piel y de repente pensara donde estaba Carla y si le habia pasado algo.
─ Carla…─ dije en voz alta sin pensarlo siquiera haciendo que Alonso se diera la vuelta y me mirara pensativo.
─ ¿Quién es Carla…?...─ pregunto alonso con cierta confusión mientras seguíamos hacia la entrada del edificio de la cocina.
─ Es una hermana, bueno es mas bien una amiga que estaba poseída y ayude al párroco en su exorcismo…─ dije explicándole quien era Carla y lo que habia echo por ella.
─ Esto es increible, ¿aun creen en las posesiones…?...─ pregunto Alonso con cierta ironía y sarcasmo en su voz al parecer era ateo.
─ El demonio es real señor Alonso, y lo he visto lo que le hace al cuerpo y al alma, si no como se explica lo que hemos visto en esa celda…─ respondí recriminándole lo que habíamos visto en la celda.
─ Mire hermana, el demonio son las personas que se poyan en el, para realizar actos despreciables…eso si es el mal, no un espíritu que posee a las personas, el demonio si existe estará mas ocupado en otras cosas…─ replico Alonso al escuchar lo que decía auqneu no podia culparlo cada uno tenia su opinión y no era quien para hacerle cambiar.
Sin mediar mas palabras llegamos a la entrada de la cocina Alonso se puso a un lado y yo al otro este golpeo la puerta para comprobar si habia alguna reacción pero no parecia que hubiera nadie.
─ Muy bien escúcheme no se le ocurra separarse de mi lado…─ dijo Alonso antes de empujar la puerta y abrirla el silencio era total y no habia luz alguna, aquél sitio antes lleno ahora parecia un lugar desangelado, solo habia mesas y sillas a su alrededor, casi ni se podia ver hasta que la vista se acostumbrara.
Moví las manos por la pared cerca de la puerta para encontrar el interruptor pero al darle no funciono las luces no se encendieron.
─ Genial…─ comento Alonso mientras avanzábamos un poco para comprobar que no hubiera nadie.
Este se pego a la pared y empezó a mirar por debajo de las mesas para hacer un registro con la pistola en alto, mientras que yo iba a su lado con el miedo en el cuerpo.
Habia un olor extraño a cada paso que dábamos hacia la cocina y se podia escuchar un sonido extraño como si alguien estuviera masticando algo.
─ ¿Que es eso…?...─ pregunto Alonso mientras nos acercábamos alas puertas de la cocina con algo de miedo.
Cuando estuvimos a su altura un relámpago rompió la oscuridad y algo hizo que girara la cabeza y pudiera ver una monja en la puerta, la misma que habia visto antes, cuando el destellos se apago no habia nadie, alguien o algo nos estaba persiguiendo.
─ ¿Has visto eso…?...─ pregunte pensándolo por si el demonio podia darme alguna respuesta.
─ Si, y no me gusta que me sigan…─ dijo el demonio con cierto enfado cosa que no la habia visto de esa forma antes.
Cuando Alonso abrio la puerta de este salio un olor asqueroso a putrefacción y olor metálico de la sangre aquello me dejo por unos momentos como paralizada tapándome la nariz.
─ Vaya parece que hay un banquete…que pena no poder haber estado…─ dijo el demonio haciéndome recordar lo que habia echo con el párroco y unas ligeras arcadas.
Pero todo lo que pensaba se iba a desmoronar cuando pude ver como una figura oscura que estaba haciendo algo.
Varios enseres de la cocina estaban tirados por el suelo y aquella figura no me daba buena espina y ese olor lo inundaba todo.
─ Manos arriba…levántese…─ dijo Alonso haciendo que se descubriera quien era y se levantase.
Pero aquella figura siguió con lo que estaba haciendo y ese sonido seguia repiqueteando en mi mente.
─ He dicho que se levante…y suba las manos…─ volvió a repetir nuevamente Alonso esta vez con mas rudeza en su voz, mientras apuntaba a la figura que parecia no escucharla.
Pero sin que siquiera me lo esperara la luz volvió de repente y el espectáculo era dantesco preferi que no hubiera pasado.
Esto revelo que habia varias cacerolas por el suelo aunque no parecia que estuviera muy desordenada aunque lo peor fue cuando mire una olla que parecia estar llena y de la que caía sangre en el suelo pude ver varias partes de cuerpos humanos y sangre por las paredes, mientras que aquella figura era una de las hermanas.
Aquello hizo que esta girara la cabeza crujiéndole los huesos mientras nos miraba con esos ojos negros que parecia perderte en ellos y la piel blanquecina, mientras podia ver sus dientes en forma de sierra y del que resbalaba sangre, enseguida esta tiro el brazo que estaba comiendo.
─ Un consejo es mejor que corras…YA!!!...─ exclamo el demonio advirtiéndome que no era buena idea quedarse.
─ Es mejor que salgamos…rápido!…─ exclame haciéndole saber que no era buena idea quedarse.
Aquello hizo que la hermana se lanzase de repente con una velocidad sorprendente poniendo su mano por delante y atrapando la cara de Alonso mientras este disparaba varias veces acertando en el cuerpo de la monja, convulsionando su cuerpo pero sin ningun efecto.
Aquello hizo que me detuviera en seco viendo aquello sabiendo que si lo dejaba allí y que muriese no podría salir de aquel lugar.
─ AAAAHHH!!!...otra victima mas y otra alma mas…─ dijo la hermana mientras apretaba el rostro de Alonso contra la pared aplicando mas fuerza mientras veía como este se movía para intentar liberarse pero parecia imposible y sabia que no tardaría mucho en matarle.
Pude ver como este alzaba el rostro y abría la boca dejando salir una humareda de color negro que parecia estar viva e intento entrar en Alonso.
Este se resistió bastante pataleando y moviéndose mientras el humo intentaba entrar en el pero no parecia que pudiera asi que volvió a la hermana.
─ Qué raro...─ dijo el demonio con extrañeza al ver aquello, cosa que ni siquiera llegue a preguntarme.
─ Suéltalo!...─ exclame con fuerza haciendo que la hermana girara la cabeza mirándome fijamente, aquellos ojos hizo que tragara saliva con miedo.
─ Vaya ahora te haces la valiente…─ dijo el demonio con ironía mientras retrocedía unos pasos por el miedo.
Alonso dejo de patalear y esta lo soltó haciendo que su cuerpo cayera a plomo mientras tosía una y otra vez intentando recuperar el aliento.
─ Sigues viva…Mejor, nos servirás de alimento…tu alma arderá en el infierno…─ dijo el demonio avanzando unos pasos en mi dirección.
─ Bla, bla, bla, ¿siempre sonamos asi…?...─ pregunto el demonio con cierta gracia viendo a uno de ellos hablar de la misma forma.
El demonio con un salto se abalanzo sobre mi pero casi instintivamente me moví retrocediendo unos pasos rápidamente, el demonio parecia que estaba actuando por su cuenta y volviéndome a salvar la vida.
En cuanto el demonio intento volver a saltar hacia donde estaba, me coloque rápidamente delante de este con el brazo extendido y la mano abierta a escasos centímetros de su rostro.
El demonio se quedo paralizado como si se temiera que fuera a pasar algo aunque ni siquiera me habia dado cuenta que el demonio habia tomado el control.
─ T u eres de los nuestros…¿Por qué nos traicionas…?...─ pregunto el demonio mientras no apartaba la mirada.
─ No lo se, quería cambiar de bando y sentirlo por una vez…Muere!...─ respondió el demonio en ese momento supe que no estaba al mando y era ella quien hablaba.
En cuanto acabo de responder a la pregunta note como un calor en la mano y de esta salio una especie de energía de color rojo que hizo que el demonio gritara con fuerza y en pocos segundos cayera al suelo.
En cuanto se desplomo un vapor de color negro que estuviera vivo y que se veía como un esqueleto que lo conformaba el demonio enseguida lo tomo y lo engullo relamiéndose los labios, pude sentir ese sabor asqueroso.
─ Podías avisar cuando cambiaras…─ comente mientras con tono de enfado al saber que habia tomado el control sin previo aviso.
─ Te he salvado, no te quejes…─ comento el demonio con cierta superioridad, aunque no le faltaba razón sin el no habríamos podido llegar tan lejos.
Me acerque primero hacia la olla para comprobar que es lo que habia pero cuando asome la cabeza pude ver algo asqueroso que hizo que se me revolviera el estomago y que casi vomitara, habia partes de cuerpos humanos flotando en sangre incluso una cabeza llego a salir a la superficie.
─ Dios Santo Bendito!...─ exclame mientras notaba como un sabor acido llegaba a la garganta y me entraban las arcadas, sabia que aquella visión no se iría en mucho tiempo.
─ Sabes ahora lo que me intriga es el…─ dijo el demonio mientras me recuperaba de aquella visión espantosa.
─ ¿Por qué lo dices…?...─ pregunte con extrañeza mientras me recuperaba y me acercaba a Alonso para hacer que recuperara la conciencia.
─ ¿Has visto la humareda que salia del demonio…?...intentaba poseerlo y no pudo, eso es imposible…─ dijo el demonio con cierta confusión y sorpresa en su voz.
─ Dijiste que necesitabais energía y tiempo para hacerlo…─ dije recordando sus palabras.
─ Si, pero cuando el intento entrar no pudo hacerlo, siempre nos escondemos aunque no hagamos nada y vamos socavando el espíritu de la victima…pero en él fue imposible…─ explico el demonio y en lo que habia visto fue imposible que esa humareda entrara en el.
Me acerque y golpee varias veces en la mejilla para que despertara esperando que siguiera vivo.
─ ¿Eh…?...¿Que ocurre…?...─ pregunto Alonso con miedo en la voz mientras miraba hacia todas partes.
─ Que raro no he notado nada, cuando lo has tocado…─ dijo el demonio con duda en su voz, aunque preferi no preguntarle.
─ Tenemos que salir y pedir refuerzos…─ dije pensando que era lo mas lógico y que llegaran mas policías para ayudarnos.
─ Si, será lo mejor vámonos…─ hablo Alonso mientras revisaba la pistola y volvía a recargarla.
Al avanzar un poco pudo ver a la hermana que estaba en el suelo tirada con el rostro deformado por el miedo.
Por unos instantes se quedo mirándolo con cierta preocupación en el rostro, despues de eso siguió avanzando para salir de la cocina y del convento.
Salimos de la cocina a marcha rápida para llegar a la puerta pero antes siquiera que llegaremos un relámpago volvió a iluminar el cielo pero esta vez era de color rojizo haciendo mucho mas tétrico el convento de lo que ya era. dejándonos ver varias monjas en la puerta en cuanto la luz desapareció estas se esfumaron.
─ ¿Has visto eso…?...─ pregunte quedándome paralizada en el sitio con el miedo recorriéndome el cuerpo.
─ No se lo que he visto, pero tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ dijo Alonso mientras caminábamos forzando el paso y sintiendo el frío que lo envolvía todo junto con el silencio que hacia parecer un sepulcro en vez de un convento.
─ No creo que nos dejen salir…─ comento el demonio haciéndome saber que la puerta no se abriría.
En cuanto Alonso estuvo delante de la puerta y agarro el aldabón pero aun asi esta no se movió ni un solo centímetro pareciera que tuviera el cerrojo echado.
─ Mierda!...─ exclamo Alonso propinándole una patada y despues de eso varios disparos a la cerradura.
Pero ni por esas la puerta se abrio, sabia que no podríamos salir de allí al menos vivos, de pronto una risa que parecia salir del mismo infierno hizo que nos giráramos mientras que Alonso se puso delante mía preparado para disparar.
─ ¿De donde viene esa risa…?...─ pregunto Alonso mirando hacia todas partes mientras apuntaba con el arma.
Despues de eso escuchamos como una puerta se abría auqneu aquel sonido me resulto familiar y sabia que era de la capilla.
─ Creo que nos están invitando…─ dijo el demonio indicándome que tendríamos que ir a la capilla.
─ Parece que han abierto la capilla…─ hable indicándole a Alonso que era le lugar que se habia abierto.
─ No quiero hacer esto pero no me queda otra…esta cargada solamente apunta y dispara…─ comento Alonso mientras sacaba las llaves de las esposas y sacaba otra arma del tobillo y me la ofrecia.
Era la primera vez que tocaba un arma pude sentir su peso y un escalofrió me recorrió la espalda y no era por el frío que habia.
─ No, no puedo…matar a las hermanas…─ dije mientras se la devolvía con cierto temblor en las manos.
─ No se lo que sean pero te puedo asegurar que no son las hermanas que conocías…─ comento Alonso y no con razón despues de lo que habia pasado.
Mientras con el arma en las manos notando su peso me temblaban y no pensé siquiera que llegara a usarla.
─ Vaya de monja a asesina…ja, ja, ja…─ se río el demonio con ironía en su tono, aquello no hizo mas que me enfureciera.
─ No soy una asesina…─ pensé replicándole lo que habia echo pero hasta le momento habia matado en cierto sentido a una de las hermanas.
Nos acercamos hacia la capilla antes siquiera de estar cerca eleve la mirada para ver la cruz que la coronaba y el campanario mientras respiraba profundamente.
Alonso se puso a un lado de la puerta y yo me puse a su espalda, aun con el miedo en el cuerpo.
─ Escuche vamos a entrar en silencio…no se despegue de mi…¿entendido…?...lo que no quisiera es terminar muerto por un disparo suyo…─ hablo Alonso advirtiéndome que no me fuera muy lejos ni que le apuntara.
─ De acuerdo…─ hable mientras sostenía la pistola apuntándole sin darme cuenta.
─ Tenga mucho cuidado…─ hablo Alonso mientras me apartaba el arma para que no le apuntara.
─ Lo siento…─ dije con miedo mientras retiraba la pistola con nerviosismo en las manos.
Alonso abrio un poco mas la puerta y entramos poniéndonos al final escondiéndonos entre los bancos, se notaba un gran diferencia de temperatura puesto que hacia mas calor y parecia que todas las luces estaban encendidas aunque un olor extraño llenaba el ambiente.
Mientras estabamos agachados pude ver que Alonso también estaba algo nervioso puesto que no llegaba a levantar la cabeza para mirar como estaba el lugar.
Alonsos respiro profundamente y levanto la cabeza para ver que es lo que pasaba y al volver a esconderse pude ver en su rostro el miedo que parecia aparentarlo muy bien.
─ ¿Qué es lo que pasa…?...─ pregunte con algo de miedo viendo su rostro que parecia que nada iba bien.
─ Es mejor que se quede aquí…─ comento Alonso haciéndome pensar incluso teniendo mas curiosidad.
─ No pienso quedarme esperando…este convento es de mis hermanas…─ dije protestando, puesto que no quería quedarme siendo una inútil.
─ Vale pero no haga nada que no le diga…─ protesto Alonso con cierto tono de rabia en su voz.
Al abandonar el lugar donde estabamos nos fuimos hacia un lateral donde estaba el confesionario en el que no llegaba la luz y ocultarnos entre las sombras pero en ese momento mientras caminaba pude ver que las estatuas estaban llenas de sangre y parecia incluso del que salieran una especies de piedras negras extrañas.
─ Parece que quiere quedarse…─ dijo el demonio habiéndome saber que no pensaban irse.
Cuando llegamos al confesionario nos apostamos a un lateral mientras este miraba hacia el frente pensando en cuanta distancia teníamos.
─ Muy bien…─ afirmo Alonso pensando seguramente que nos quedaba poco para llegar al pulpito, pero antes siquiera que nos moviéramos otra vez escuchamos una voz que retumbo en el lugar y que me resulto familiar.
─ Escondidos en la sombra como si fuerais ratas…salid fuera no hace falta, se donde estáis…─ dijo una voz que me resulto muy familiar aunque la fuerza parecia llenar el lugar.
─ Mierda!...─ exclamo Alonso pensando que nos habían descubierto, movió la cabeza varias veces de forma lateral negando.
─ Muy bien hermana esta detenida…levante las manos…─ dijo Alonso saliendo del sitio con el arma apuntando al pulpito.
─ Sal tu también Isolda…quiero que veas como he mejorado la capilla…─ dijo Carla invitándome a salir puesto que la voz la termine reconociendo.
En eso no pude hacer nada mas que salir donde estaba Alonso y al hacerlo me quede aterrorizada, en el pulpito estaba Carla con el habito puesto mientras que su rostro parecia extraño incluso algo deformado eso si sus ojos eran negros como la noche y parecían que miraran en tu alma.
En la cruz en vez de estar la figura que siempre había estaba el párroco clavado a esta, pero solo la mitad de su cuerpo podia verse aun como chorreaba sangre, podia ver que donde estaban sus ojos no habia nada habían sido arrancados.
─ Dios!...─ exclame mientras me santiguaba varias veces viendo aquella monstruosidad.
─ Dios no existe Isolda…abandono su trono hace tiempo…─ dijo Carla con una voz que parecia salir del infierno, queriendo doblegar mi fe.
─ He dicho que levante las manos!...─ exclamo Alonso de nuevo interrumpiendo lo que estaba diciendo Carla.
─ Perdón le estoy haciendo esperar Alonso…─ dijo Carla y solamente moviendo un poco las manos el arma literalmente voló de sus manos.
─ Carla se que estas ahí dentro lucha…─ dije intentando apelar a Carla y sabiendo que aun estaba dentro.
─ No te gusta como eh decorado la capilla…acércate, además lo he hecho por ti…─ dijo Carla con esa voz que no era la suya invitándome a que avanzara.
A medida que andaba hacia donde estaba ella un escalofrió recorrió mi espalda sabiendo que podia esperarme cualquier cosa.
─ Yo nunca te he pedido que hicieras nada por mi…─ dije mientras avanzaba pero cuando ya estaba casi a su altura el olor me dio un golpe en la nariz y gire la cabeza viendo horrorizada el espectáculo, habia varias cabezas cortadas de las hermanas en los bancos colocadas unas al lado de otras y en el pulpito la cabeza de la superiora todas ellas con lso ojos arrancados.
─ Dios!...¿pero que has hecho…?...nunca te dije que hicieras esto…─ pregunte con miedo en la voz aguantando las arcadas que volvía a notar que subían por la garganta.
─ Tu viste lo que hacia el párroco…lo que era, pero no te fijaste en lo que pasaba…─ dijo Carla haciéndome saber que aquello era una venganza.
─ Se acabo la cháchara…Carla queda detenida por asesinato…─ comento Alonso y en ese momento avanzo unos pasos con las esposas en las manos y dispuesto a ponérselas a Carla.
─ No me gustan las interrupciones…─ dijo Carla y moviendo la mano este fue lanzado por los aires chocando contra la pared y quedándose en ella como si estuviera clavado.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto Alonso sin saber que es lo que pasaba e intentaba moverse para caer al suelo.
─ Carla se que estas ahí dentro por favor lucha…─ volvi a rogar para saber si Carla seguia dentro de ese infierno.
─ Carla no esta, ella solo es un vehiculo…únete a mi y haremos que este convento se lo que debía haber sido…─ dijo Carla mientras abría los brazos mostrándome la capilla en todo su esplendor.
─ No pienso unirme a ti demonio…─ dije negándole que iba a ayudarla, pero en ese momento me miro fijamente y en ese momento pude ver aquella aura rojiza que parecia formarse y reformarse continuamente haciéndome saber que estaba poseída.
─ No hablaba contigo…─ dijo Carla y en ese momento me entro la duda pero enseguida lo entendí todo el momento habia estado hablando con el demonio, pero este no había dicho nada.
─ Sabes me ha gustado como has decorado el lugar, pero esta vez estoy con la monjita…─ dijo el demonio con mi voz que no podia creer parecia que tomaba el control sin mi consentimiento.
─ Todo lo que has visto lo he hecho por ti, llevabas mucho tiempo esperando esto y ahora nos traicionas…─ dijo el demonio con una voz profunda y acercando su rostro al mio a pocos centímetros solo pude tragar saliva.
Por unos instantes nos quedamos mirando fijamente casi sin parpadear, auqneu esas palabras me hicieron saber que el demonio que tenia dentro había estado vigilando este convento por mas tiempo del que pensaba.
─ Solo estaba vigilando el lugar…nunca pedí que hicieras esto…─ dijo el demonio haciéndole recordar lo que hacia.
─ Muy bien si no te puedo convencer quizás convenza a tu amiga…hay varios demonios esperando salir…─ dijo el demonio y rasgando el habito pude ver que de su abdomen parecían salir unos rostros y de uno de estos emano una humareda negra de la que se podían escuchar gritos de dolor aunque mi vista se fijo en unas letras que habia en su abdomen como si fueran rasguños, "Socorro" y que al parecer el demonio no se habia dado cuenta y que parecia que salían de ella gritos avanzo hacia Alonso.
La humareda avanzo flotando hacia Alonso este parecia que se quedo inmóvil como si estuviera asustado y en un momento esta intento entrar en su cuerpo.
Alonso empezó a moverse como si tuviera un ataque epiléptico su cuerpo se revolvía y gritaba luchando.
Pero despues de unos segundos la humareda volvió a salir de nuevo volviendo al cuerpo de Carla, haciendo que esta se quedara sorprendida.
─ No es posible…ahora entiendo por que estas con ellos…─ dijo Carla con aquella voz del infierno mirándome con algo de miedo….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
CONVENTO POSEIDO IV
─ Eres algo lenta…─ dijo el demonio aunque aquella respuesta no llegue a entenderla ni que e lo que pretendía.
─ Te doy a elegir o te unes a nosotras o…─ dijo Isolda y fue cuando escuche como los cristales se agrietaron y varios trozos de estos se pusieron flotando cerca de Alonso dispuesto a convertirlo en un amasijo de carne.
Aquello me hizo pensar que si no aceptábamos el pobre de Alonso no saldría vivo de este lugar.
─ Muy bien asi que crees que me importa lo que le suceda a estos humanos…─ hablo el demonio casi riéndose por lo que pretendía hacer Isolda.
─ No puedes permitir que muera…─ pensé en voz alta quejándome de lo que habia dicho.
Aunque en ese momento no sabia que es lo que pretendía hacer pero al parecer por lo que habia dicho éramos como una simple carnada.
─ Muy bien dame la mano y acepta nuestro pacto…─ dijo el demonio mientras me ofrecia la mano para sellarlo.
El demonio manejo mi mano acercándosela cada vez mas pero por mucho que se lo impidiera parecia que no cedería.
─ ¿Que estas haciendo…?...─ pregunte con enfado mientras inatentaba resistirme de alguna forma pero no podia hacer nada.
Cuando nuestras manos se juntaron pude notar la piel fría que tenia Isolda aunque siempre habia sido calida.
─ Muy bien…─ dijo Carla con un sonrisa macabra en su rostro pero en un instante el demonio tiro de esta lanzándola al suelo.
Con un movimiento de mano bajo a Alonso al suelo y lo lanzo hacia el fondo de la capilla para que el demonio no lo volviera a usar, no pude mas que suspirar aliviada.
─ Maldita seas!…─ exclamo Carla con fuerza y puso su mano abierta delante nuestra de la que pude ver como se abrían pequeños huecos en esta.
─ Cuidado!...─ exclamo el demonio haciendo que me lanzara detrás del pulpito escuchando como si pequeños proyectiles chocaran contra este soltando pequeños trozos de piedra.
─ ¿Que era eso…?...─ pregunte con miedo en el cuerpo mientras me escondía lo mejor que podia.
─ Mejor no preguntes…empieza a rezar…─ dijo el demonio cosa que me sorprendió bastante puesto que terminaria haciéndole daño.
─ ¿Qué estas diciendo…?...podría hacerte daño…─ dije pensando en que podría hacerle daño mientras intentara pelearse.
─ Tu hazlo!…─ exclamo el demonio ordenándomelo aunque no sabia que es lo que pretendía exactamente asi que sin pensarlo mas empecé a rezar.
─ Sal de donde estés…de una manera u otra aceptaras mi trato…ya que todo esto lo hice por ti…─ dijo el demonio dejando de lanzar proyectiles contra el pulpito.
─ Nunca te llegue a pedir esto…─ dijo el demonio mientras se levantaba podia notar como empezaba a dolerle poco a poco y como sus fuerzas empezaban a debilitarse.
Mientras el demonio se acercaba a Isolda poco a poco empecé a escuchar un sonido extraño como si algo abriese camino entre la carne.
Pero en un instante pude ver como Isolda se lanzaba con una velocidad sorprendente lanzándonos un golpe con el codo viendo como habia una cuchilla en este de color blanco que me alcanzo rozándome la mejilla.
─ Joder!...No puedo seguir rezando…asi no podrás hacer nada…─ dije notando que sus movimientos empezaban a ser algo lentos y que podríamos terminar muertas.
─ Tu sigue haciéndolo!...─ exclamo el demonio instigándome a continuar con lso rezos y no pude hacer otra cosa.
Continué con lso rezos notando como el demonio empezaba a tambalearse poco a poco casi no podia terse en pie.
─ Vaya parece que estas algo débil…esto te hará recordar de donde vienes…─ dijo Isolda mientras veía como del otro codo empezaban a salirle otra de las cuchillas de color blanco.
─ Et mortuus est in inferno ... cantabo...─ dijo Carla en latin, auqneu esas palabras no me gustaron.
En ese momento me prepare para lo que pudiera pasar pero no se escucho ningun sonido.
Isolda se quedo mirando hacia todas partes sin saber que es l oque pasaba, parecia que lo que pretendía habia fallado.
─ ¿Por qué crees que estoy asi de débil…?...─ pregunto con cierta ironía el demonio al parecer sabia que pasaría esto y quería impedirlo.
─ Ha sido la monja!…─ exclamo el demonio viendo que lo que pretendía no funcionaba.
Entretanto el demonio parecia que no se sostendría en pie por mucho tiempo los rezos que estaba haciendo terminaria matándolo.
En eso Carla dándose cuenta que no servia de nada su conjuro se lanzo de inmediato dispuesta a matarnos.
Empezó a dar varios ataques mientras no podíamos hacer nada mas que retirarnos podia sentir al demonio cada vez mas débil mientras seguia rezando.
En uno de los ataques pude sentir como la cuchilla me rozo el brazo dando un paso hacia atrás y tropezar haciéndome caer al suelo.
Carla se lanzo encima nuestra y puso la cuchilla sobre el cuello notando su filo y la presión que podría matarme en cualquier momento.
─ Dile a tu amiga que deje de rezar…─ dije mientras podia ver el rostro de Carla que le estaba afectando los rezos.
─ ¿Te sientes débil…?...─ pregunto el demonio con tono de dolor en sus palabras puesto que ya incluso le costaba moverse.
En eso Carla dio un grito que lleno el lugar y elevando la cuchilla por encima nuestra la dejo caer no pude mas que cerrar los ojos, pero justo antes de que realizara su movimiento escuche varias explosiones como si fueran petardos.
Y como Carla empezaba a gritar con fuerza mientras podia ver los impactos de bala en su cuerpo, esta de un movimiento se separo de encima nuestra y con un salto se retrocedió varios metros con sorpresa en su rostro.
─ Tu, como es…que sigues vivo…─ dijo Carla mientras retrocedía otros pasos podia verla con aspecto débil puesto le habían impactado varias balas.
─ No se lo que esta pasando aquí…pero vas a venir conmigo…─ dijo Alonso mientras apuntaba a Carla y me ayudaba a levantarme.
─ Es mejor…que dejes…de rezar…─ dijo el demonio con voz entrecortada mientras se levantaba ayudada por Alonso.
─ Asi que por eso me dijiste que rezara…para debilitarla…─ dije mientras poco a poco iba recuperando el equilibrio y las fuerzas.
─ No saldréis vivos…devorare vuestros huesos y me tragare vuestras almas…─ dijo Carla cada vez con voz mas ronca mientras escuchamos como la carne empezaba a realizar unos sonidos asquerosos que nunca olvidare.
Su rostro empezó a deformarse sus ojos se volvieron negros por completo incluso su mandíbula se agrando parecia desencajarse abriéndose mas, los dientes se afilaron, sus brazos se alargaron, mientras que las uñas crecían de color negro su piel se torno de un color rojizo intenso mientras podia ver que en su abdomen se formaban rostros que gemían intentando salir.
─ ¿Pero que coño…?...─ pregunto Alonso mientras no dejaba de apuntar a aquella cosa que ya no era Carla.
─ Muy bien asi que quieres ponerte seria…ya iba siendo hora…─ dijo el demonio en ese momento volvi a notar la transformación que tuve por primera vez notaba como el poder recorría mi cuerpo.
Pero en ese momento Carla volvió a crecer haciéndose mas grande por un instante me quede mirándola con algo de miedo.
Carla grito con todas sus fuerzas incluso haciendo que la capilla temblara como si fuera un temblor pequeño.
─ Será mejor que te escondas…─ dijo el demonio advirtiéndole a Alonso que este retrocedió unos pasos mientras se escondía al final de los bancos.
─ Ya que no te quieres unir…te llevare al infierno…─ dijo el demonio con voz ronca mientras este lanzaba un ataque que me impacto de pleno lanzándome varios metros en el aire hasta que choque contra una columna.
─ Auch, ese me ha pillado pro sorpresa…muy bien quieres jugar duro…─ dije mientras me levantaba.
En eso note como el demonio se nos acercaba a toda prisa en eso momento tome un banco con ambas manos, dejándome sorprendida puesto que aquello se necesitaría dos personas para hacerlo.
Nada mas que lo tuve cerca le propine un golpe con este haciéndole retroceder unos pasos escuchaba como aquello le empezaba a hacer daño, pero en uno de los golpes este lo atrapo y de un impulso lo lanzo hacia atrás deshaciéndose del mismo.
─ MUERE!!!...─ grito Carla con todas sus fuerzas mientras volvía a lanzar otro ataque, intente moverme todo lo rápido que pude pero sabia que terminaria acertándome.
Pero antes siquiera volvi a escuchar nuevamente como Alonso volvi a disparar varias veces haciendo que el demonio retrocediera varios pasos poniéndose la mano delante de su rostro.
─ Crees que me voy a quedar quieto…─ dijo Alonso mientras apretaba el gatillo repetidamente haciendo retroceder al demonio.
Pero este solamente tomo un banco y lo lanzo hacia Alonso haciendo que este cayera al suelo mientras le banco se estrellaba contra la puerta.
─ Joder!...─ exclamo Alonso mientras miraba hacia donde habia lanzado el banco partiéndolo pro la mitad.
─ Seria mejor que no lo cabreases…─ dije mientras me acercaba rápidamente hacia una de las estatuas y tomando con todas mis fuerzas una de las extrañas piedras que estaban creciendo y arrancándola con todas mis fuerzas.
El demonio empezó a gritar con todas sus fuerzas y los cristales cedieron de golpe haciéndose añicos.
En ese momento me lance contra este y use el trozo de piedra como si fuera una puñal asentándole un golpe en el abdomen mientras usaba toda mi fuerza para clavarlo, pude sentir la sangre del demonio en mis manos y era caliente aunque para mi sorpresa siempre habia pensado que era fría debido al ambiente que habia.
─ AAAAARRRGGGHHH!!!...─ grito el demonio mientras me retiraba y veía como aquel trozo de roca estaba clavado en su cuerpo.
Este en un movimiento lo arranco de golpe haciendo que la sangre cayera al suelo dejando un charco de color rojo oscuro.
─ La única que va a morir eres tu…─ dije mientras retrocedía unos pasos, esperando que cayera al suelo pero mientras lo estaba haciendo pude escuchar como un sonido de cristales.
Mire hacia todas partes para ver que es lo que estaba pasando, para cuando me pude dar cuenta pude observar los cristales rotos por cima mía dispuestos a caer.
─ Si yo muero tu vendrás conmigo…─ dijo el demonio mientras solamente movía un dedo, en eso me moví todo lo rápido que pude mientras esquivaba y escuchaba como los cristales caían al suelo, en eso me deslice por el suelo hasta que llegue a una columna mientras lso cristales chocaban contra esta una y otra vez, hasta que ceso.
─ No creo que aguantes mucho mas…solo es cuestión de tiempo que te desangres…─ dijo el demonio esperando que terminara desangrándose.
─ Isolda por que…me haces esto éramos amigas…─ dijo Carla en ese momento fue como si el corazón me diera un vuelco enseguida.
─ ¿Carla…?...¿Eres tu…?...─ pregunte mientras me iba asomando poco a poco para comprobarlo.
─ No se te ocurra salir…ella ya no es Carla…─ dijo el demonio advirtiéndomelo pero en cuanto pude observar me di cuenta que era Carla la que estaba en el suelo llena de rasguños y sangrando en el abdomen.
─ ¿Por que me haces esto…?...─ pregunto Carla mientras me miraba con ojos llorosos y el rostro lleno de dolor.
Me acerque poco a poco manteniendo la distancia pero en mi interior quería correr y ayudarla, pero no estaba convencida de lo que pasaría.
─ Lo siento…─ dije mientras notaba como las lagrimas rodaban por mis mejillas, mientras me acercaba poco a poco para ayudarla.
─ Es una trampa!…─ exclamo el demonio haciéndome salir de ese estado de pronto fue como si me despejara, entonces pude ver como el demonio volvía de nuevo a su cuerpo original y de forma rápida alargando el brazo me tomo del cuello.
─ Los demonios devoraran tu alma y yo me deleitare con tu carne torturadote por toda la eternidad!...─ exclamo el demonio mientras me levantaba unos centímetros por encima del suelo mientras pataleaba para que le soltara.
Pero su fuerza era sobrenatural no habia forma y poco a poco empezaba a faltarme el oxigeno y que no tardaría mucho para que muriera, en ese momento me paso pro la mente imágenes de mi infancia incluso cuando entre en el convento y conocí a Carla.
Poco a poco empecé a perder la consciencia y note incluso como algunos huesos del cuello me crujían, pero mientras permanecia despierta escuche varios disparos que provenían del fondo del convento.
─ Suéltala demonio!...─ exclamo Alonso mientras apretaba el gatillo una y otra vez en eso el demonio retrocedió unos pasos pero sin soltarme poniendo la otra mano delante de su rostro para impedir que le acertara.
Escuche como varias balas impactaban en su piel dejando unos agujeros que enseguida se cerraban.
─ Me habia olvidado de ti…no te preocupes los demonios siempre tiene hambre…─ dijo el demonio estirando el brazo y poniéndolo y abriendo la mano en eso los disparos cesaron, supuse que le habia atrapado y que no podia moverse.
─ Suéltame!...─ exclamo Alonso elevando el tono pero notaba que parecia que se ahogaba.
─ Ja, ja, ja, ja…que ironía morir a manos de tu amiga…─ dijo el demonio carcajeándose mientras me miraba fijamente.
─ Tu…no eres…mi amiga…─ dije mientras notaba como el oxigeno casi ni me llegaba y perdía la consciencia mientras que la vista se me nublaba y casi ni siquiera podia escuchar al demonio.
Pero antes siquiera de caer inconsciente escuche como la puerta de la capilla se abría de golpe y seguidamente un sonido y algo caliente salpicaba mi rostro, despues de eso pude ver el rostro del demonio que cambio radicalmente a uno de dolor.
Sus manos aflojaron su presa de mi cuello haciéndome caer la suelo, mientras mi visión se fijaba en la puerta y pude ver a varias personas que entraban que poco a poco se iban desdibujando en sombras.
─ Quemad este sitio…─ escuche como alguien daba una orden mientras otra persona se me acercaba.
─ ¿Qué hacemos con ellos…?...─ pregunto una voz proveniente de alguien que se me acercaba pero no podia siquiera ver quien era, aunque no llegue a escuchar la respuesta puesto que todo se volvió oscuro y perdí la consciencia.
No se le tiempo que estuve inconsciente solo que cuando abrí los ojos me encontré tumbada en el suelo y una luz que me apuntaba desde el techo tenia la ropa manchada de sangre y cuando apoye las manos para levantarme sentí algo pegajoso en el suelo cuando me fije pude ver que habia sangre y algunos trozos de alguien por el suelo.
─ Dios!...¿pero que ha pasado…?...─ dije mientras me movía alejándome un poco y limpiándome las manos en la ropa, aunque mi visión se fijo en aquellos trozos de alguien que estaba muerto.
─ Vaya al fin te despiertas…me han puesto un aperitivo…─ dijo el demonio con algo de sarcasmo en su voz aunque aquello no me pareció que tenia ninguna gracia.
─ Dios!...buarggg!!!...─ dije casi vomitando notando como el sabor a bilis llegaba a la garganta.
Despues de haber terminado de casi vomitar, mire hacia todas partes viendo si reconocía algo pero solamente era un espacio en negro y una luz desde el techo apuntándome, avance unos pasos pero no pude avanzar mucho puesto que algo me lo impedía.
─ ¿Pero que pasa…?...─ pregunte viendo que no podia avanzar mas de unos metros desde donde me habia despertado.
─ Mira al suelo cariño…─ dijo el demonio indicándome que pasaba algo.
Para cuando me fije me pude dar cuenta que habia algo dibujado era como un circulo grande lleno de símbolos de color blanco, me quede mirándolo fijamente pero no entendía nada.
─ ¿Qué es…?...─ pregunte extrañada mientras miraba aquellos símbolos y un circulo que era bastante grande para que pudiera moverme.
─ Es un sello de la clavícula de Salomón…─ dijo una voz femenina que venia del fondo de la sala, intente averiguar quien era pero no podia ver nada.
─ ¿Quién esta ahí…?...─ pregunte con algo de miedo mientras miraba hacia todas partes pero no habia nada mas que oscuridad.
De pronto se hizo el silencio y nadie respondía pero sabia que alguien estaba observándome.
─ Podrías ayudarme un poco para ver algo…─ pensé esperando algo de ayuda del demonio.
─ No puedo hacer nada…el sello me lo esta impidiendo…─ dijo el demonio haciéndome saber que no podia ayudarme de ninguna forma.
─ ¿Quién es esa persona…?...─ pregunte con cierto asco en mi voz mientras señalaba las partes de cuerpo.
El silencio se hizo por unos segundos mientras observaba por todos lados pero no podia ver nada.
─ Responde!...─ exclame con fuerza mientras miraba hacia todas partes intentando adaptar la vista peo no habia forma.
─ Era comida para el demonio que llevas dentro…es extraño que no te haya poseído…¿Cómo se llama…?...─ pregunto la voz con dureza, mientras seguia mirando para saber de donde provenía la voz.
─ No lo se, no me ha dicho su nombre…─ respondí diciendo la verdad, algo me decía que sabría si le mentía.
─ ¿Por que accediste a que te poseyera…?...─ volvió a preguntar con mayor rudeza mientras escuchaba como la voz parecia que me estuviera dando vueltas a mi alrededor.
─ Quería salvar a mi amiga de una posesión…─ dije con total sinceridad mientras giraba para saber de donde provenía la voz.
─ ¿Por qué no la has poseído…?…─ cuestiono la misma voz parecia que no pararía hasta saberlo todo.
─ No lo se por que no lo hizo…─ respondí con algo de miedo mientras miraba de nuevo puesto que despues de eso se hizo el silencio.
Despues de unos segundos en que no escuchara nada empecé a moverme por lso limites del circulo mientras intentaba ver algo que me resultara familiar pero estaba demasiado oscuro.
─ No te lo preguntaba a ti si no al demonio…─ dijo la voz femenina nuevamente que parecia que provenía de mi espalda.
De nuevo se hizo el silencio el demonio ni siquiera se atrevió a responder, algo me decía que no les gustaba mucho.
─ ¿Cómo te llamas demonio…?...─ cuestiono nuevamente la voz femenina, pensé que asi estaríamos durante horas.
─ No lo se…ojala lo supiera…─ respondí con cierto desfallecimiento diciéndole la verdad.
Mientras volvía de nuevo a estar atenta de donde provenía la voz escuche como un silbido que provenía desde la oscuridad aquello hizo que se me erizara la piel.
Y enseguida note como algo se enrollaba una cadena brillante en mi muñeca y se clavaba en el suelo, intente mover la mano pero estaba completamente inmovilizada.
Seguidamente volvi a escuchar ese silbido y mi otra mano fue inmovilizada de la misma forma.
─ Soltadme!...─ exclame con fuerza mientras movía las manos para intentar liberaren pero no habia forma.
En ese momento se hizo la luz, no pude mas que cerrar los ojos por la intensidad de las luces, para ir abriéndolos poco a poco no sabia lo que me esperaba.
En cuanto pude ver me di cuenta que estabamos en una estancia bastante amplia de color gris cemento en cada pared habia un crucifijo y en el suelo estaba el circulo que me retenía.
Pude ver también una mujer con un habito de monja a excepción del escapulario que cubría la cabeza auqneu este era algo peculiar mas corto de lo normal llegaba solo unos centímetros antes de las rodillas y estaba algo mas ajustado al cuerpo, las mangas estaban recortadas y en sus pies unas botas negras y altas que llegaban hasta los gemelos; la chica era bastante joven de complexión fuerte, tenia el cabello rojizo, largo y algo rizado que llegaba hasta sus hombros, sus rasgos suaves con unos ojos grandes de color almendra, en su cuello portaba un pequeño crucifijo de madera y en sus manos portaba una lanza que sobrepasaba su altura y la punta era de metal brillante en su habia varios bolsillos del que habia compartimentos aquello me pareció algo irreal como si fuera una superheroica.
─ ¿Dónde estoy…?...¿Quien eres…?...¿Donde esta Alonso…?...─ volvi a preguntar una y otra vez mientras la miraba fijamente.
La mujer empezaba a girar a mi alrededor de manera lenta mientras no me perdía de vista.
Aquella vuelta me pareció eterna y el silencio se hizo en el lugar para cuando estuvo delante mía puso la mano en uno de los compartimentos del cinturón y saco una botella de cristal con el símbolo de la cruz grabado.
─ Eso no importa…¿Cuál es tu nombre demonio…?...─ pregunto nuevamente con una voz alta que retumbo en el lugar y seguidamente me arrojo algo del liquido de la botella que parecia ser agua.
Pensé enseguida que me haría daño pero no note nada solamente que me habia salpicado.
─ No se su nombre…ya te lo hubiera dicho…─ conteste mientras la veía de nuevo volver a girar y notar como me salpicaba de nuevo con el agua.
Esta vez en vez de dar la vuelta completa se quedo a mi espalda intente darme la vuelta pero me era imposible.
─ ¿Qué pretendes…?...─ pregunte intentando ver que es lo que hacia o donde estaba pero en un momento note algo frío y metálico en mi espalda pensé enseguida que era la lanza.
─ ¿Qué es lo que haces…?...responde…─ dije mientras notaba como el metal se deslizaba por mi espalda la verdad no sabia que es l oque esperaba que sucediera pero el silencio que habia me estaba poniendo nerviosa.
─ Interesante…─ dijo la chica mientras deslizaba el arma, pasados unos segundos se puso delante mía y volvió de nuevo a tirarme agua del pequeño frasco sin que sucediera nada.
─ No parece que estés poseída…─ hablo la chica con una mirada de interés y desconfianza al mismo tiempo, pasados unos segundos volvió a irse de nuevo por una puerta que habia al fondo de la habitacion.
─ Ha faltado poco…─ dijo el demonio que parecia que estuviera algo asustado por la mujer.
─ ¿Por qué dices eso…?...─ pregunte extrañada puesto que ni el agua ni aquella lanza parecia que me hubiera echo nada.
─ Si no llego a estar escondida…eso me hubiera echo bastante daño…─ dijo el demonio con algo de miedo era la primera vez que me la oía decir eso.
─ Querrás decir que nos hubiera echo daño…─ dije con tono de protesta puesto que compartíamos el mismo cuerpo.
─ Si es cierto nos hubiera echo daño…─ hablo el demonio rectificando lo que habia dicho.
─ ¿Sabes quien es…?...─ pregunte con interés puesto que no los habia visto nunca y no parecia que hubiera ningun símbolo que me diera a conocer algo de ella.
─ Ni idea siempre ha habido muchos exorcistas o asociaciones que nos dan caza…─ respondió el demonio intentando recordar quien era pero no parecia que tuviera ningun dato sobre ella.
Pasados unos segundos volvió a entrar la misma mujer y se acerco pero sin entrar dentro del circulo en su mano portaba un crucifijo de esferas negras y algo mas grandes que uno normal.
─ Muy bien ya que no quieres decir tu nombre…lo haremos pro las malas…─ dijo la mujer y con un movimiento de la mano las cadenas que me retenían cayeron liberándome.
─ ¿Qué es lo que pretendes hacer…?...─ pregunte con cierto miedo al ver que empezaba a pasar las cuentas del rosario.
Sin decir palabra hizo un movimiento con la otra mano y pude ver como las cuentas del rosario las lanzaba hacia donde estaba intente moverme para esquivarlas pero estas se fijaron en las muñecas y en los tobillos.
─ ¿Qué es esto…?...─ cuestione viendo las esferas del rosario en las muñecas y en los tobillos que intente quitármelas pero parecían que se hubieran pegado a mi piel.
─ Yo que tu no haría eso…antes tendrías que cortarte las manos y los pies que quitarte esas cuentas…te lo volveré a preguntar y espero que me digas la verdad…¿Cuál es tu nombre…?...─ volvió a cuestionar la mujer mientras iba de un lado a otro esperando mi respuesta.
─ No lo se…es la verdad ni siquiera me dijo su nombre…─ respondí con toda la sinceridad puesto que nunca me habia dicho su nombre.
Pero en ese momento la mujer paro de golpe y movió la lanza golpeándola contra el suelo inmediatamente como si fuera una descarga de electricidad recorrió mi cuerpo con un dolor insoportable no pude mas que gritar con todas mis fuerzas mientras mi cuerpo se convulsionaba.
─ Te…estoy diciendo la….verdad…─ respondí de forma entre cortada mientras intentaba mantenerme en pie aun podia sentir las descargas recorrerme en cuerpo.
─ ¿Qué hacías en ese convento…?...─ cuestiono la mujer mientras volvía a pasear de nuevo de un sitio a otro parecia bastante impaciente por lo que estaba diciendo.
─ Alonso recibió una llamada…por que habían desaparecido algunos…policías y no respondían…─ respondí la verdad puesto que era lo único que sabia no me esperaba encontrar lo que iba a pasar en aquel lugar.
─ ¿Sabias lo que habia en ese convento…?...─ de nuevo pregunto la mujer con impaciencia mientras no dejaba de mirarme.
─ No tengo idea…de que preguntas…─ respondí mientras tragaba algo de saliva e intentaba recuperar la respiración, el dolor iba cediendo poco a poco.
─ ¿Por qué accediste a la petición del demonio…?...¿Que te ofreció…?...─ volvió a preguntar una y otra vez sin dejarme descansar.
─ Solamente quise salvar a mi amiga nada mas…no me ofreció mas que liberar su alma…─ respondí la verdad puesto que no tenia ningun otro deseo.
─ ¿Cual es su nombre…?...─ pregunto de nuevo la mujer subiendo un poco mas el tono y con algo mas de nerviosismo.
Aquella misma pregunta resonaba en mi mente y no sabia que decirle puesto que no tenia ni idea.
─ No lo se…no llego a decírmelo…es la verdad…─ volvi a decir con miedo en la voz puesto que no lo sabia.
La mujer volvió a golpear la lanza en el suelo y de nuevo la descarga recorrió mi cuerpo provocándome un dolor insoportable que me hacia gritar con todas mis fuerzas y haciéndome caer al suelo.
─ Si quieres saber…mi nombre acércate…─ dijo el demonio y esas palabras fue las que me dieron miedo….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os gute a todos y muchas gracias .
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Mazoku
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HUIDA PELIGROSA
─ ¿Pero que estas diciendo…?...─ pensé con duda puesto que si le decía su nombre sabia que tendría poder sobre ella.
─ ¿Confías en mi…?...─ cuestiono el demonio haciéndome dudar ya que siempre me habían dicho que no se podia confiar en ellos.
─ No...pero…no me queda otra opción…─ respondí pensando en que no me quedaba otra si quería salir de allí.
─ Buena respuesta…tu sígueme…─ dijo el demonio que al parecer tenia un plan para abandonar el lugar.
─ ¿Qué has dicho…?...─ dijo la mujer mientras dejaba de pasear en el acto y se quedaba mirándome algo confusa.
─ Que si quieres saber mi nombre…es mejor que te acerques…─ dijo el demonio tentando a la mujer que esta, estuvo un momento pensándoselo pero no le quedaba otra.
─ Estas cuentas se mantienen en tu cuerpo…por que detectan mi presencia…voy a salir de tu cuerpo y te impulsare hacia delante intenta borrar solo una poco al momento estaré contigo…─ comento el plan con seguridad para que pudiéramos escapar .
─ Espera un momento…quiero hacerle una pregunta…─ dije pensándolo puesto que antes tenia una duda.
─ Data prisa no creo que…tengamos otra oportunidad…─ dijo el demonio apremiándome puesto que no habría otra o escapábamos o terminarlos prisioneras para siempre.
─ Antes de eso, respóndeme a una pregunta…¿Dónde esta Alonso…?...─ pregunte intentando averiguar donde se encontraba el detective que me habia ayudado.
La mujer se quedo quieta por un momento mientras me miraba con algo de duda y precaución mientras que por mi parte permanecia con la cabeza baja y aun con cansancio en mi cuerpo.
─ Esta vivo, en la habitacion de al lado…─ respondió la mujer mientras se quedaba quieta mirándome.
─ Gracias, ahora acércate que te diga mi nombre…─ dijo el demonio volviendo a tentarle pero en eso se quedo por un tiempo con la duda.
─ Será la única forma que te lo diga…además estoy encadenada no puedo hacer nada y también esta el sello…¿o acaso tienes miedo…?...─ volvió a cuestionar el demonio volviendo a tentarle con una voz mas seductora y haciéndole saber que no podia hacer nada.
Pasado unos segundos la mujer se acerco lentamente hasta que entro en el circulo y se acerco a donde estaba bajando la cabeza cerca de mi rostro para que se lo dijera.
─ Adelante…─ hablo la mujer esperando que le dijera el nombre pero sin pensarlo dos veces el demonio salio de mi cuerpo de golpe empujando a la mujer, mientras sentía como las cuentas caían al suelo acelere el paso aprovechando lo que habia echo y en caminar borre una pequeña parte del sello sin siquiera pensarlo, solo quería salir.
Despues de eso el demonio convertido en una humareda negra volvió de golpe a mi cuerpo volvi a sentirlo de nuevo como me invadía y esa sensación de poder y maldad.
En ese momento me habia venido a la mente que podría haberla dejado dentro del circulo y librarme de ella pero por otro lado no hubiera podido hacer algo.
─ Ahora si que me has enfadado…─ dijo la mujer mientras se levantaba cogiendo la lanza y acercándose rápidamente hacia donde estaba.
─ Yo que tu no lo haría…puesto que en cuanto salgas de ese sello…podría usar mis poderes sobre ti…─ dijo el demonio amenazando a la mujer, auqneu aquello pensé que seria un farol.
─ No puedes poseerme…─ dijo la mujer mientras salia del circulo en cuanto lo hizo el demonio alzo mi mano poniéndosela delante.
─ Es cierto pero puedo hacer esto…─ dijo el demonio mientras notaba como una especie de energía me recorría la mano y despues de eso vi como la mujer salia despedida al fondo de la habitacion chocando contra la pared.
Despues de eso empecé a respirar con dificultad aquello me habia dejado cansada debido a las cuentas de aquel rosario.
Puse la mano sobre le pomo de la puerta pero este no cedió ni un centímetro por mucho que lo moviera estaba cerrado con llave.
─ De eso nada…─ dijo el demonio notando como en un movimiento escuche como crujía el pomo y la puerta cedía de golpe.
Para cuando salí me di cuenta que estaba en un sótano habia varias luces en la parte del techo el pasillo era estrecho y habia varias puertas a cada lado aquello parecia una prisión.
Avance por este abriendo las pequeñas ventanas que habia en las puertas de metal para comprobar donde estaba Alonso.
─ ¿Por qué lo estas ayudando…?...casi termina encerrándonos…─ cuestiono el demonio y no le faltaba razón pero también nos habia ayudado.
─ También nos ha ayudado…a combatir al demonio del convento…─ respondí mientras miraba por las rendijas esperando a encontrarlo.
─ No le quedaba otra…si no también hubiera muerto…─ hablo el demonio diciendo lo que estaba pensando pero preferi ignorarlo.
Empecé a mirar por las rendijas metálicas para descubrir donde se encontraba pero cuando abrí la primera, en algunas habia mujeres y hombres, aunque no sabia que hacer si dejarles libres.
─ Es mejor que no le abras…─ dijo el demonio advirtiéndomelo aunque no entendía por que parecia que estaban tranquilos pero arrinconados y mirando a la pared.
─ ¿Por qué lo dices…?...─ pregunte con cierto miedo mientras poco a poco acercaba la mano al cerrojo.
─ Esos son demonios que han poseído a personas…estas son celdas de contención…─ respondió el demonio y en cuanto puse la mano sobre el cerrojo me detuve en seco.
─ ¿Estas segura…?...─ pregunte con cierta duda en la voz pero en cuanto lo hice aquella persona giro la cabeza pude ver que tenia varios rasguños en el rostro y sus ojos eran completamente negros y su piel era blanca, en su rostro habia manchas de sangre, sin embargo lo que mas sentí era el odio que rezumaba podia sentirlo.
─ ¿Tengo que decirte algo mas…?...─ pregunto el demonio con cierta ironía en su tono, mientras alejaba la mano del cerrojo e iba a mirar a otra de las celdas.
Despues de unas cuantas pude encontrar a alonso que estaba tumbado en una cama a su lado habia un W.C y junto a este un lavabo, la habitacion era muy simple estaba iluminada por un foco fluorescente y no tenia ventana alguna.
Abrí el cerrojo y me acerque a este esperando que no estuviera muerto, le puse la mano en el cuello comprobando que seguia vivo, despues de eso le empecé a dar varios golpes en el rostro para hacer que se despertara.
─ ¿Eh…?...¿Que pasa…?...─ pregunto Alonso con duda en su voz, mientras que se despertaba algo desorientado y mirando hacia todas partes.
─ Soy yo tenemos que salir de aquí…─ dije pensando en que no podíamos perder tiempo y que esa mujer no tardaría mucho en estar consciente.
─ ¿Dónde estamos…?...─ pregunto Alonso mientras se levantaba y buscaba donde tenia el arma.
─ No lo se, me han mantenido encerrada…─ respondí de manera escueta sin explicarle mucho lo que me habia pasado.
Salimos al pasillo y Alonso empezó a mirar por todas partes viendo las puertas cerradas en cuanto se acerco a una tome su mano y negué con la cabeza.
─ ¿Qué hay dentro…?...─ pregunto Alonso con curiosidad mientras me miraba fijamente a los ojos.
─ Es mejor que no lo sepas…y salgamos de aquí cuanto antes…─ respondí advirtiéndoselo pero antes siquiera que pudiera terminar la respuesta, empezó a sonar una alarma.
─ Debemos darnos prisa…─ dije mientras comencé a correr por el pasillo que de momento no habia nadie, Alonso me seguia a toda prisa, cuando llegamos al final de este pude ver una escalera que ascendía al piso de arriba.
Subimos rápidamente y abrí una trampilla dándonos a una habitacion que parecia un cuarto para cambiarse de ropa.
Habia una percha móvil a mi derecha con ropas sacerdotales al otro lado un maletín sobre una cómoda y en las paredes imágenes de Jesucristo aunque también habia cierto olor a incienso, en las paredes habia imágenes de Jesucristo.
─ ¿Qué es este sitio…?...─ pregunto Alonso mientras tomaba la cómoda y la arrastraba hacia la trampilla para que no la pudieran abrir.
─ Es la estancia donde se cambia el sacerdote…estamos en una iglesia…─ respondí con cierto asombro ni siquiera me lo habia imaginado.
─ Es mejor que salgamos…─ dijo Alonso mientras abría la puerta y salíamos a una iglesia, el sitio era bastante grande tanto a la derecha como a la izquierda habia confesionarios y algunas estatuas de Ángeles, delante nuestra habia un pulpito con una estola de color morado enfrente de este una alfombra de color rojo que llegaba hasta la puerta en la parte de arriba un balcón interior, las paredes estaban decoradas por ventanales de colores con imágenes de santos, pero lo que mas me inquieto fue que habia varios monjes sentados.
─ No creo que nos dejen salir…─ dije con algo de miedo viendo que ni se habían movido al vernos.
─ Eso ya lo veremos…─ hablo con cierta valentía mientras salíamos de la habitacion y empezábamos a caminar hacia la salida pero apenas pusimos un pie en la alfombra roja, los monjes se levantaron.
─ Policía!...─ exclamo Alonso sacando la placa y mostrándola en alto, entre tanto por mi parte me quedaba a su espalda expectante.
─ ¿Qué raro…?...─ cuestiono el demonio con duda en su tono mientras avanzábamos lentamente hacia la salida y mirábamos a los monjes pendientes de lo que hicieran.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunte con confusión mientras no dejaba de mirar por si hicieran algo.
─ Nadie nos ha detenido…ni siquiera he escuchado golpes en la trampilla…aquí pasa algo…─ respondió el demonio, aunque no le faltaba razón de momento no nos habia seguido nadie.
Avanzamos por la alfombra para cuando llegamos a la puerta doble de madera Alonso tomo el pomo y empezó a moverlo pero permanecia cerrado.
─ Mierda!...no pensé que seria fácil…Abran la puerta!...─ exclamo Alonso mientras se daba la vuelta pero en cuanto lo hicimos pudimos ver que los monjes estaban acercándosenos en silencio.
─ Si antes me daban mala espina ahora es peor…─ dije con miedo en el tono viendo como se acercaban para cuando estaban cerca de nosotros se detuvieron.
─ Son solo monjes…─ dijo Alonso acercándose a uno de ellos y con un movimiento rápido fue tumbado al suelo.
─ Joder!...Auch!...Suéltame!...─ exclamo Alonso moviéndose intentando escaparse de la presa que le habia echo uno de ellos y lo detenía en el suelo.
─ No os acerquéis!...─ exclame con miedo mientras seguia moviendo el pomo pero no habia forma de que pudiera abrirlo.
─ Haz algo!...─ exclame pidiéndole al demonio que usara su fuerza para poder abrir la puerta.
─ No puedo hacer nada con el pomo, pero con ellos si…¿Confías en mi…?...─ pregunto el demonio, aunque siempre me habían dicho de no confiar no me quedaba otra, si no acabaría de nuevo en el sótano.
─ Si…─ respondí sin duda en la voz puesto que no sabia ni lo que iba a hacer.
Los monjes se pusieron en una posición extraña preparados para algún ataque pero en un instante note como la energía del demonio me invadía por completo me sentía llena de poder y capaz de cualquier cosa.
En eso cerré las manos y me lance de golpe hacia ellos y como un relámpago los atravesé entre ellos solo pude ver como una mancha marrón que pasaba deprisa y para cuando me detuve seguían permaneciendo allí de pie.
─ ¿Qué has hecho…?...─ cuestione con duda en la voz mientras me giraba la cabeza para comprobarlo pero todo parecia normal.
─ Espera un segundo…─ respondió el demonio y en cuanto paso el tiempo pude ver como de los monjes brotaban chorros de sangre y gritos e iban cayendo al suelo poco a poco entre convulsiones y en los charcos de la sangre.
─ ¿Pero que has hecho…?...─ cuestione mientras me santiguaba una y otra vez por aquello.
─ Eras tu o ellos…no quería volver a ese sitio…─ hablo el demonio con cierto enfado mientras miraba aquellas personas.
─ A lo mejor debería de haberte dejado allí…─ hable con pena mientras miraba los cuerpos destrozados en el suelo.
─ Escucha pequeña idiota…ya he estado en una prisión durante mucho tiempo y no pienso volver…estamos juntas en esto…─ hablo el demonio con enfado en su voz aunque no sabia lo que habia sufrido ni quien era…
FIN DEL CAPITULO 4
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Mazoku
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REGRESO AL CONVENTO
─ Tenemos que buscar otra salida…─ dijo Alonso mientras se levantaba del suelo y por unos instantes se quedaba mirando lo que habia echo.
Mientras yo ni siquiera le habia escuchado estaba mirando lo que habia echo y pensaba que el demonio no dejaría de hacer eso.
─ Eh…¿estas bien…?...tenemos que encontrar otra salida…─ pregunto Alonso mientras me zarandeaba un poco para sacarme de mi estado.
─ Si…vamos…─ respondí con miedo en la voz al ver lo que habia dejado.
Pero nada mas que avanzamos un paso hacia dentro para ver si podíamos salir por alguna otro lugar vimos como varios monjes mas salían de una habitacion contigua.
─ Parece que tenemos compañía…─ dijo Alonso mientras se preparaba para darles una paliza por mi parte ni siquiera me acerque solamente retrocedí unos pasos hacia la puerta intentando de nuevo mover el pomo pero no había forma, la puerta permanecería atrancada.
─ Esta vez no me cogeréis tan fácilmente…─ hablo Alonso preparándose para pelear contra los monjes.
─ ¿No piensas ayudarlo…?...─ pregunto el demonio con cierto sarcasmo viendo que no podia salir.
─ No de tu forma…tiene que haber otra forma de salir…─ hable mientras miraba hacia todas partes pero para cuando me di cuenta los monjes nos habían rodeado.
Mis brazos se movieron solos cerrando los puños y sintiendo como si en mis manos hubiera algo.
─ No la hay…Asi que te guste o no…no pienso dejar que nos cojan…─ dijo el demonio y de nuevo rápidamente con una velocidad sorprendente me lance por ellos dispuesta a matarlos.
─ Para…detente!...─ exclame mientras me lanzaba a toda velocidad contra ellos dispuesta a destrozarlos con los anteriores.
─ Si no te gusta cierra los ojos…─ dijo de manera irónica mientras sentía el aire rozarme el rostro y como me acercaba a ellos a una velocidad vertiginosa.
─ DETENTE!!!...─ grito una voz femenina que me resultaba familiar y antes siquiera de llegar donde estaban los monjes la lanza se calvo delante mía deteniéndome en seco y despues note de nuevo las cuentas inmovilizando mis movimientos.
─ ¿Pero que narices…?...─ dijo Alonso quedándose paralizado al ver lo que pasaba y seguidamente lo volvieron a tumbar al suelo.
─ Parece que nuestra amiga ha vuelto…─ hablo el demonio mientras intentaba forcejear para liberarme de las cuentas pero no habia forma.
─ Podemos hacer lo mismo…─ hable pensando en como salimos antes del sello ya que habia resultado.
─ ¿Qué crees que estoy intentando…?...─ pregunto le demonio viendo que le resultaba imposible escapar esta vez.
─ Esta vez no escaparas…─ dijo la mujer mientras podia verla como se acercaba tranquilamente hacia donde estaba, al parecer no le habia gustado lo que le habíamos echo, y no tenia cara de buenos amigos.
─ Vaya cariño pareces algo enfadada…─ dijo el demonio con ironía humillándola por lo que le había echo.
─ Eso no volverá a ocurrir…─ dijo la mujer mientras se acercaba una vez que estuvo a mi altura metió la mano en uno de los compartimentos de sus bolsillos y saco un frasco pequeño.
Metiendo el dedo en el frasco lo apretó con fuerza y seguidamente me hizo la señal de la cruz en la frente.
En ese momento caí al suelo sin poder moverme fue como si me hubieran paralizado por completo pero aun podia seguir viendo y escuchando.
─ Soltadme de una vez!...─ exclamó Alonso mientras forcejeaba en eso la mujer tomo la lanza dirigiéndose hacia donde estaba Alonso, levantando la lanza en lo alto enseguida pensé que lo mataría.
Intente gritar con todas mis fuerzas peo ningun sonido salio de mi garganta pero en vez de matarlo la mujer le dio un golpe en seco dejándolo inconsciente.
─ Sabes no mereces la pena para todos los problemas que has causado…─ dijo la mujer mientras le daba la vuelta a la lanza y la alzaba dispuesta a acabar con mi vida, solamente cerré los ojos al menos me libraría del demonio.
─ Esto no puede acabar asi…─ dijo el demonio mientras lo notaba como se revolvía para poder salir de las cuentas.
Los segundos me parecían eternos en un momento sentí como la energía del demonio se elevaba de inmediato y este tomaba el control.
─ AAAAHHHH!!!!...─ grito con fuerza el demonio y esto note enseguida como lo que tenia en la frente prácticamente se quemo de mi cabeza notaba como algo emergía suponiendo que eran los cuernos escuche como las cuentas crujían rompiéndose en mil pedazos.
En un instante me levante dispuesta a combatir a aquella mujer esta enseguida retrocedió de inmediato con la lanza en ristre.
─ No es posible…─ dijo la mujer mientras me miraba de forma sorprendida y se preparaba para lo que pudiera acontecer.
─ No pienso dejarme matar tan fácilmente…─ dijo el demonio preparado para el combate.
Por unos segundos nos quedamos mirándonos fijamente sin perder detalle, la tensión de aquel momento podia cortarse con un cuchillo.
─ Alisa, detente…─ ordeno una voz masculina que provenía del fondo de la estancia enseguida la mujer se puso firme como si fuera algo militar.
─ ¿Y tu eres…?...─ pregunto el demonio mientras veníamos un hombre vestido con ropas sacerdotales de colores blancos con una cruz de cloro dorado en el pecho, no tenia cabello aunque podia verse que era algo mayor, sus ojos de color azul dando un contraste con su rostro algo pálido de constitución débil avanzaba con un báculo en su mano terminado en una esfera y una cruz en lo alto, lentamente se acerco hasta casi estar a nuestras altura en eso los monjes bajaron la cabeza.
─ Mi nombre no importa, lo que importa es quien eres tu…aunque se de sobra que eso no nos lo dirás tan fácilmente…aunque también me fascina como te has adaptado a esa humana y no la has querido poseer…aparte tu amigo que es inmune a las posesiones…que hemos tratado tan mal…le pido disculpas…─ hablo el hombre explicando a la perfección todo lo que nos pasaba aquello me extraño aprecia que estaba al tanto de todo despues de eso dio un bastonazo en el suelo y rápidamente los monjes dejaron libre a Alonso que este se levanto con algo de dificultad.
─ ¿Cómo sabe todo eso…?...─ pregunte mientras notaba como mi cuerpo volvía a la normalidad viendo que no habia ningun peligro, al menos de momento.
─ Esta orden tiene ojos en varios sitios…estamos atentos siempre que hay una posesión y recibimos la noticia intentamos ayudar…─ dijo el hombre de manera amable aunque no parecia que fuese tanto habia algo en él que no me cuadraba para nada.
─ ¿Fuisteis vosotros quien enviaron un sacerdote a mi orden…?...─ pregunte intentando averiguar si fue uno de sus hombres.
─ Si, aunque no esperábamos que fuese poseído tan fácilmente…─ respondió el sacerdote mientras no dejaba de mirarme.
─ ¿Tampoco sabia su forma de ser…?, era un violador…─ cuestione nuevamente mientras le miraba con enfado sin perder detalle.
─ Eso no fue cosa nuestra, despues de que el demonio lo poseyera sus oscuros deseos se incrementaron…ahora quisiera hacerle una pregunta al demonio que hay en tu interior…aunque se que su nombre no me lo dirá pero espero que me responda a otra pregunta…¿Por qué escogió ese convento…?...─ cuestiono el sacerdote mientras Moira a los monjes y estos retrocedieron enseguida volviendo a los bancos.
─ Estuve un buen tiempo estudiando el lugar y me pareció algo extraño…era como si algo me atrajera…no quise hacer nada hasta que al fin me decidí eso es todo…─ respondió el demonio como si ocultara algo.
─ Me gustaría hacerle una pregunta…¿Carla sigue viva…?...─ cuestione casi de manera apremiante mientras escuchaba la conversación, entre el demonio y el sacerdote cosa que me extrañaba puesto que era la primera vez que veía eso.
─ Si te refieres a tu hermana no hemos encontrado el cadáver en el convento…aunque las demás hermanas no sobrevivieron…lo siento…─ respondió el sacerdote mientras se hacia la señal de la cruz.
─ ¿Esta diciendo que los demonios mataron a mis hombres…?...Por favor….─ cuestiono Alonso mientras se arreglaba la ropa.
─ ¿Es usted creyente…?...─ cuestiono el sacerdote de manera inquisitiva mientras miraba a Alonso.
─ Si pero no creo que unos demonios tengan tanto interés en un convento ni que maten a mis hombres…seguro que tienen cosas mas importantes que hacer…que inmiscuirse en nuestros asuntos…─ respondió Alonso pensando que los demonios no se inmiscuyan en nuestros asuntos y que el hombre era el verdadero culpable.
─ A veces lo mas simple es lo mas atrayente…como la inocencia…fácil de corromper…─ dijo el sacerdote de forma contundente, eso hizo que Alonso ni siquiera se lo creyera.
Alonso ni siquiera le intereso la respuesta sencillamente se dio la vuelta.
─ Podría abrir la puerta para que podamos salir…tengo que llevarla a la comisaría…aparte estoy seguro que mis compañeros estarán buscándome…─ dijo Alonso apremiando que abrieran la puerta para poder largarnos y la verdad también tenia ganas de salir lo antes posible.
─ Antes de iros tengo un favor que pedirte…me es necesario que vuelvas al convento…e investiguéis…─ dijo el sacerdote con voz tranquila aunque no sabia a quien se lo estaba preguntando a mi o al demonio.
─ ¿Qué es lo que estas buscando…?...─ pregunto la mujer con un tono de confusión puesto según escuche la ultima vez dijeron que lo habían quemado por completo.
─ Me preocupa no haber encontrado a Carla y si dice el demonio que se vio atraída por ese lugar algo tiene que haber…lo que encontréis traérmelo…─ comento el sacerdote con n tono que parecia una orden aunque de alguna forma extraña note algo de miedo en su voz.
─ Wooo!!…un segundo de eso nada yo tengo que llevarla a comisaría…─ hablo Alonso pensando en el supuesto asesinato que habia provocado.
─ Señor Alonso…esto va mas allá de sus competencias…no me importa si quiere acompañarla, cuando hayamos acabado esto podemos hablar sobre lo que tiene que hacer…─ dijo el sacerdote mientras le miraba sin perder la compostura de manera amable y reposada, aunque pensé que aquello terminaria en una discusión.
─ No hay nada que discutir, esta acusada de asesinato…y vendrá conmigo…─ dijo Alonso con tono de enfado mientras se encaraba al sacerdote.
─ De acuerdo iré.…pero despues de esto me dejaras en paz…─ hablo el demonio aunque sabia de sobra que no le permitirían escapar.
─ Pero que estas diciendo…de eso nada…los policías investigaran ese lugar…─ dijo Alonso de manera contundente.
─ Quiero saber que es lo que le ha pasado a Carla…cuanto antes mejor…─ hable con un tono enfadado puesto que quería saber si Carla seguia poseída o estaba viva.
Despues de eso el sacerdote se giro y escuchamos como la puerta se abría de inmediato, tomando el pomo y girándolo salí y respire al aire de la mañana, era fresco y para cuando me di cuenta que estaba en una iglesia como habia pensado pero aquella era bastante simple y estaba rodeada por una verja de hierro con una puerta doble.
El día parecia bastante despejado lo que me extrañaba es que no tuviera hambre y enseguida me vino lo que el demonio había comido y sentí como unas nauseas que me subían por el esófago, pero contuve las ganas de vomitar, el lugar parecia bastante apartado de cualquier ciudad.
─ ¿Se puede saber donde estamos…?...─ pregunto Alonso mientras miraba hacia todas partes sin conocer nada, del paisaje puesto que solamente habia árboles salpicados por todas partes y un camino de tierra que llegaba hasta la iglesia.
Preferi no preguntar nada y seguir a la mujer que avanzaba por el camino hasta que pasados unos minutos terminamos en un camino y enseguida una furgoneta llego a nuestra altura.
─ Vamos...─ hablo la mujer mientras no abría la puerta lateral para que entráramos.
Por un instante me quede mirando aquello ya empezaba a pensar si nos llevarían al convento o íbamos a nuestra muerte.
Sin decir nada entramos en la furgoneta y esta enseguida subió al lado del conductor que era uno de los monjes.
La furgoneta arranco y nos dirigimos hacia el convento, durante le viaje permanecimos en silencio aquello era bastante incomodo y no sabia si quiera le tiempo que nos quedaba hasta este.
Despues de una hora y media de viaje o eso supuse puesto que no tenia reloj, la furgoneta se detuvo.
─ Hemos llegado…─ dijo la mujer que enseguida bajo y nos abrio la puerta del vehiculo.
Nada mas bajar pudimos ver el camino que nos llevaba hacia el convento y que un poco mas adelante aun se veía algo de humo.
─ ¿Qué pretendes encontrar…?...─ pregunte con curiosidad puesto que al parecer lo habían incendiado todo.
─ No lo se eso nos lo dirás tu…venga vamos…─ dijo mientras seguíamos avanzando por el camino mientras la mujer cerraba nuestra partida.
─ Escucha estas metiéndote con la policía…─ hablo Alonso haciéndole saber que aquello era un delito pero parecia que a la mujer poco le importaba eso.
─ Camina!...─ ordeno la mujer mientras nos empujaba a ambos para que llegáramos al convento.
El resto del camino lo hicimos en silencio hasta que por fin llegamos la convento pudimos ver que aun estaban los coches patrulla de los compañeros de Alonso en la entrada la puerta estaba carbonizada y los muros del convento ennegrecidos podia olerse aun el olor a quemado.
Gire la cabeza y pude ver a Alonso que estaba bastante enfadado y algo compungido al ver los coches patrulla.
Por un momento nos quedamos en silencio mirando el paisaje del que aun salia humo el sitio era desolador comparado por como era antes lleno de alegría.
─ No me digas que vas a ponerte a llorar…─ hablo el demonio con cierto sarcasmo cosa que me hizo enfadar.
─ ¿Por qué tuvisteis que hacerlo…?...─ pregunte sin ni siquiera entrar en el sitio, aquello hizo que la mujer se detuviera pero ni siquiera se dio la vuelta.
─ Ni siquiera mirasteis si hubiera hermanas vivas…─ volvi a decir acusándoles de asesinos.
Las lagrimas se me fueron saltando a las mejillas pensando en que quizás hubieran terminado matando a todas las hermanas.
─ ¿No lo enciendes verdad…?...─ pregunto la mujer mientras se giraba y me miraba a los ojos fijamente con el rostro enfadado.
─ No, no lo entiendo…algunas hermanas podían seguir vivas…sencillamente entrasteis y lo arrasasteis todo…─ hable acusándola del asesinato que habían provocado, aquello hacia que empezara a llorar.
─ Cuando el mal se asienta en un sitio se esparce como la pólvora…y es mejor terminar con todo…─ dijo la mujer con cierta dureza mientras abría las puertas para poder entrar.
─ Pero podia haberse salvado alguna…ni siquiera lo mirasteis…─ volvi de nuevo a acusarles por lo que habían echo sin ningun miramiento.
─ ¿Crees que yo no he sufrido…?...también era monja como puedes ver…y una amiga mía fue poseída por un demonio intentamos ayudarla en mi orden trayendo un exorcista pero esta vez no sirvió de nada y el demonio mato a mi amiga y fue pasando de una hermana a otra hasta que al fin llego la orden y tuvo que incinerar el lugar, por suerte para mi el sacerdote me dejo que me uniera y me entreno para poder combatir a los demonios…yo también he sufrido por lo que los demonios me han hecho y no pienso dejar ninguno vivo…─ dijo la mujer explicándonos la historia de por que su odio y la verdad aquello era bastante duro.
─ Escucha si quieres volver a entrar de nuevo no creo que el lugar este vacío y tu lo sabes…será mejor que vaya a coger un arma de los coches patrulla…tu decides, si no poco podré hacer…─ comento Alonso haciéndole saber que si nos encontrábamos con alguien no podría hacer nada.
─ Muy bien pero ten cuidado….no te hagas ilusiones…─ dijo la mujer mientras Alonso iba a por un coche patrulla y abría el maletero de uno de estos.
Alonso saco una escopeta y metió varios cartuchos en el bolsillo seguidamente tomo una bandolera y coloco dos pistolas en esta tomando unos cargadores y colocándolo en los bolsillos.
─ Vale esto ya es otra cosa…te voy a seguir el juego…hasta que salgamos de aquí…─ dijo Alonso pensando lo mas seguro que despues la detendría.
─ Antes dijiste que no podían poseerte y eso es lo que le paso a Alonso…¿tu tienes esa capacidad también…?...─ pregunte por curiosidad puesto que ya me parecia increible que Alonso no pudiera ser poseído.
La mujer se levanto un poco la vestimenta y mostró un tatuaje en el que habia palabras extrañas en tinta negra que recorrían su costado.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunte mientras miraba los símbolos que no entendía.
─ Son símbolos enoquianos es lo mismo que tiene él pero en tatuaje…el propio maestro me lo puso…─ contesto la mujer cubriéndose de nuevo con las vestimentas.
Despues de aquello entramos de nuevo en el carbonizado patio del convento mirando hacia todas partes no parecia que nada siguiera vivo despues de l oque habia echo.
El huerto estaba echo polvo y las paredes de las celdas estaban manchadas de hollín las puertas quemadas, al parecer lo habían echo a conciencia.
─ Es mejor que nos separemos para ver que encontramos…─ dijo la mujer mientras seguia avanzando en dirección hacia la iglesia.
Aunque no sabia que es lo que estaba buscando fui hacia mi celda y abriendo la puerta aun notaba cierto calor que salia de esta, la habitacion estaba carbonizada por completo y toso los enseres quemados.
Aquello hizo que se me encogiera el corazón mientras salia de la celda e iba a investigar otras para ver como estaban pero al parecer todas estaban lo mismo pero antes de salir de una de ellas pude ver una monja en la puerta del comedor, la misma figura que pude ver cuando estaba el lugar poseído.
─ Es la misma imagen…─ dije con cierta sorpresa al ver esa figura que en cuanto salí de la celda habia desaparecido.
─ Esto ya se esta volviendo algo fastidioso…─ dijo el demonio con cierto tono de enfado al parecer no era peligrosa la aparición o eso pensaba.
─ Nos estará indicando algo…─ hable mientras salia de la celda e iba hacia la cocina, pude ver que Alonso seguia investigando el patio y el pequeño almacén que teníamos, mientras que la mujer salia de la capilla sin ningun resultado.
─ Nos queda el comedor…─ dije mientras avanzaba hacia sus puertas una vez que estuve enfrente de estas puse la mano en la puerta y la abrí lentamente mirando hacia todas partes pero aquel sitio estaba desierto.
Avanzamos en el lugar mirando como todo estaba quemado, incluso los cuerpos que allí habia y la monja que nos habían atacado estaban carbonizados.
Aquel olor a carne quemada me llego al olfato que casi me hizo vomitar pero parecia que al demonio le gustaba.
─ Empiezo a tener algo de hambre…─ comento el demonio y esas palabras hicieron que me subiera la bilis por la garganta dándome una arcada.
─ ¿Estas bien…?...─ pregunto Alonso con preocupación al verme dar una arcada.
─ No, nada solo ha sido al oler el sitio…Seguramente tu estas acostumbrado…─ conteste mientras recuperaba el gusto en la boca, pensando que habría vistos muchos cadáveres en su trabajo.
─ Nunca llegas a acostumbrarte…y el que te diga lo contrario te miente…podemos ser algo mas duros pero nada mas…─ dijo Alonso mientras avanzaba mirando el lugar podia ver en sus ojos el asco que estaba viendo.
Andamos hacia la cocina una vez allí pude ver que todo estaba quemado y tirado por los suelos aunque aun se podia distinguir las partes de los cuerpos de la policía que estaban en la olla.
─ Muy bien tu dirás…─ dijo la mujer mientras me veía mirar hacia todas partes y enseguida me vino a la mente que habia una trampilla donde llevábamos provisiones por si no podíamos salir.
Me acerque con algo de miedo a la trampilla y me quede mirándola por unos instantes hasta que me decidí tome la aldaba y abrí la trampilla esta hizo algunos ruidos chirriando la bisagra.
Por unos segundos me quede mirando hacia la oscuridad que habia y pensando en lo que podíamos encontrarnos.
─ ¿Qué es lo que hay abajo…?...─ pregunto la mujer acercándose e intentando mirar pero solo habia oscuridad.
─ Es un sótano…donde guardábamos comida y algunas sillas…─ respondí con algo de miedo, mirando la oscuridad que parecia inundar el lugar, antes nunca me habia dado miedo bajar pero ahora era como si algo me dijera que no lo hiciera.
La mujer rebuscó entre los compartimentos del cinturón y saco una vara de luz que empezó a mover y enseguida la doblo de esta broto una luz verde suave que enseguida tiro adentro.
Despues de eso empezó a bajar las escaleras. después de ella la seguí y terminando la fila iba Alonso con la escopeta en la mano preparado.
─ ¿No pusisteis algo de luz…?...─ cuestiono Alonso a cada paso podia escuchar como crujía los peldaños de madera, solo podia tragar saliva estaba completamente nerviosa, notaba como el corazón me latía con fuerza.
─ Si esta la final de la escalera…─ respondí con algo de miedo mientras apoyaba la mano en la barandilla y seguia a la mujer que parecia decidida y sin miedo.
Nada mas llegar abajo la mujer se detuvo y tiro de una cadena encendiendo la luz, enseguida pudimos ver un sitio bastante amplio lleno de estantes con cajas con fruta y verdura, los que hacian un pasillo, en el lugar no habia ninguna ventana y se podia oler a humedad.
Avanzamos entre las estanterías llenas de sacos y botes de conserva en algunos lugares habia varias sillas acumuladas con algunas telarañas aquello no habia sido movido en bastante tiempo.
─ Un sitio precioso…¿pero que estamos buscando…?...─ pregunto Alonso mientras miraba hacia todas partes con la escopeta en la mano.
Nada mas girar las estanterías en uno de mis pasos note como un sonido de goteo aquello no me daba buena espina.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunto la mujer mientras nos deteníamos a escuchar ese goteo durante unos segundos.
─ Ni idea…Nunca hemos tenido algo que gotee…siempre hemos almacenado fruta como puedes ver…─ respondí con algo de miedo pensando en lo que me podría encontrar.
En cuanto giramos unas estanterías que hacian de pasillo nos encontramos una escena dantesca las demás monjas que no vimos afuera la primera vez estaban aquí sus cuerpos estaban despedazados y varios de ellos estaban en las estanterías mientras goteaban sangre en pequeños charcos.
No pude mas que girar la cabeza con cierto asco a punto de vomitar y santiguándome varias veces.
─ Ya sabemos donde estaban las demás monjas…que no vimos…lo siento…─ dijo Alonso disculpándose mientras parecia apartar la mirada pero no llegaba a hacerlo.
Mi corazón no paraba de latir mientras me santiguaba una y otra vez y empezaba a rezar, por su parte pude ver que a la mujer ni siquiera parecia afectarle aquello haciendo que se arrodillara y empezara a mirar por todos lados.
─ Aquí es donde se origino todo…seguramente varias de las hermanas se ocultaron aquí sin saberlo…y terminaron muertas…─ dijo la mujer mientras investigaba el suelo y miraba hacia todas partes intentando buscar algo.
─ ¿Qué estas buscando…?...Asi te podíamos ayudar…─ pregunto Alonso mientras la miraba que estaba haciendo.
─ Algún sitio de entrada por donde se inicio todo…¿Por donde entraste…?...─ cuestiono la mujer mientras se levantaba y se me acercaba con rostro serio.
─ No tengo ni idea…─ respondí con algo de miedo haciéndome salir de mis rezos.
─ Responde!...¿Por donde entraste…?...─ pregunto de nuevo de manera amenazantes mientras me miraba fijamente no pude mas que tragar saliva sin saber que responder.
─ No lo se…¿Qué quieres que te diga…?...─ cuestione mientras me retiraba unos pasos con miedo en el cuerpo, en eso Alonso se acerco a ella y la tomo del brazo enseguida la mujer giro la cabeza con rostro de enfado y mirando donde Alonso la habia cogido y despues a su rostro.
─ No creo que ella lo sepa…─ hablo Alonso mirándola fijamente sin perderla de vista con tono calmado.
─ No se lo pregunto a ella, ningun demonio entra a nuestra dimensión sin algún portal o alguien que lo haya invocado…─ comento la mujer con tono serio mientras volvía a mirarme fijamente en ese momento me sentí como si estuviera mi vida en peligro de alguna forma.
─ Acaso no lo ves…─ dijo el demonio sorprendiéndome mientras señalaba al suelo que parecia normal.
─ Ahí no hay nada…─ dijo Alonso mientras miraba al suelo fijamente para descubrir algo pero parecia completamente normal.
─ ¿Quien te invoco…?...─ volvió a cuestionar mientras miraba al suelo y seguidamente puso la mano sobre este para intentar notar algo.
─ Una de las monjas…pero de eso hace un año…no me decidí siquiera a hacer nada solo a dar vueltas esperando a ver por que habia sido invocada en este lugar…habia algo que no me cuadraba, hasta que me decidí por poseer a Carla…despues de encontré con ella…─ respondió el demonio explicándolo todo, cosa que nunca me habia dicho.
─ Una monja eso es imposible…estáis al servicio de Dios…─ dijo Alonso pensando en que éramos las buenas y no podíamos estar involucradas en esto.
─ Todas las personas siempre tienen un lado malvado, solo es necesario que alguien lo incite para que lo haga…pero es extraño puesto que un demonio como tu no es fácil de invocar…no creo que seas un simple demonio…─ comento la mujer mientras llevaba la mano a uno de los compartimentos del cinturón sacando una especie de arena de color negro y empezaba a recitar algo en un extraño lenguaje.
─ Será mejor que te apartes…─ volvió a decir la mujer mientras soplaba aquella arena sobre el suelo enseguida esta pareció tornarse en llamas de un color azulado que empezó a recorrer un camino que parecia un circulo seguidamente apareció un pentagrama lleno de símbolos extraños.
─ ¿Pero que coño…?...─ pregunto Alonso mientras se retiraba unos pasos viendo como las letras y el pentagrama se iba formando poco a poco.
─ Dios mío!...─ exclame mientras me volvía a santiguar una y otra vez viendo aquel símbolo del maligno.
─ Parece que alguien no quería que lo descubriremos…─ comento la mujer mientras veríamos como el circulo se formaba en llamas de color azul.
─ ¿Que piensas hacer ahora…?...─ pregunte mientras veía aquella marca y la mujer se ponía de pie mirando el símbolo.
─ No podemos dejarlo aquí es mejor cerrarlo podría salir cualquier cosa…─ respondió la mujer mientras volvía a meter de nuevo la mano en su cinturón y volvió a sacar un pequeño frasco de metal plateado con una cruz inscrita en este.
─ ¿Que es eso…?...─ pregunto Alonso mientras miraba con atención el símbolo del suelo y seguidamente el frasco metalizado.
─ Agua bendita con sudor de un santo…─ dijo la mujer mientras empezaba a echar algo de agua en el mismo sitio.
Poco a poco pudimos ver que las llamas de color azul se tornaban rojizas y poco a poco iban consumiendo el circulo destruyéndolo.
Mientras permanecíamos allí la mujer empezó a rezar para terminar el ritual y poder salir.
Pero en cuanto aquello termino escuchamos como la trampilla del sótano se cerro de golpe.
─ Parece que algún demonio ha salido antes de que se cerrara el portal…─ dijo Alonso mientras martillaba la escopeta cargándola…..
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui esta el sigueinte capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
CONVENTO MALDITO
─ Salgamos cuanto antes…─ dijo la mujer mientras avanzábamos pro lso pasillos de estanterías hasta llegar a la trampilla esta subió las escaleras rápidamente y empujo la trampilla varias veces sin ningun resultado.
─ No se abre…─ dijo la mujer mientras bajaba la escalerilla, en su lugar Alonso apunto hacia la trampilla y soltó varios disparos no pude mas que taparme los oidos por el estruendo.
Ni siquiera pareció que los perdigones acertaron a la entrada era como si esta los hubiera absorbido de alguna forma sin ningun efecto.
─ ¿Pero que coño…?...─ cuestiono Alonso mirando la escopeta y a la trampilla que no había recibidlo ningun daño.
─ Hasta que matemos a ese demonio no podremos salir de aquí…será mejor que nos preparemos…─ dijo la mujer mientras avanzaba por los pasillos con la lanza en la mano dispuesta para le combate mientras que Alonso volvía a cargar la escopeta de nuevo y me ofrecia una pistola.
─ Lo mismo puede servirte…─ hablo Alonso ofreciéndome un arma para defenderme.
─ No creo que eso sirva…─ dijo la mujer mientras seguíamos avanzando lentamente mirando hacia todas partes, pendientes de lo que pudiera ocurrir.
Alonso sin embargo no le miro con muy buenos ojos y volvió a martillar la escopeta preparado por mi parte no pude mas que empezar a rezar.
─ Me dejaste sola!...─ exclamo una voz que me resultaba muy familiar enseguida uno de los tarros salio volando estrellándose contra la pared.
─ No parece que este muy contenta…─ dijo Alonso son cierta ironía mientras miraba para saber que es lo que pasaba.
─ No me ayudaste…¿Por qué te fuiste…?...─ pregunto la voz que despues de eso me resulto familiar.
─ Carla tuve que ir a ver a mi madre…no fue por que quisiera…─ respondí mientras seguíamos avanzando poco a poco hacia donde estaban los cadáveres.
Mientras lo hicimos de pronto las luces que iluminaban el lugar empezaron reventar en mil pedazos.
─ Sencillamente genial!...─ dijo Alonso nada mas que las luces explotaron dejándonos a ciegas.
Enseguida la mujer empezó a soltar unas cuantas barras de luz mientras sostenía otra en la mano avanzando hacia los cuerpos destrozados de las monjas.
─ MENTIROSA!!!...─ grito con fuerza Carla haciendo que aquel sitio incluso llegar a temblar un poco.
Con el miedo recorriéndome el cuerpo y mientras rezaba no sabia que hacer solo podíamos llegar hasta donde estaban los cuerpos.
─ Tenemos que darle santa sepultura a los cuerpos y quemarlos…─ dijo la mujer mientras llegábamos al lugar en cuanto giramos, la ultima estantería volvimos a ver aquella dantesca imagen que casi no podia ni mirar.
La mujer se acerco y coloco la lanza en el suelo mientras rebuscaba de nuevo en su cinturón para sacar el frasco plateado para empezar a salpicar agua bendita sobre los cuerpos pero antes siquiera que pudiera hacerlo.
─ No vas a devolverme al infierno…─ dijo Carla y enseguida por las luz que llevaba la mujer pude ver como era una cabeza que estaba cortada se giraba, mirándome fijamente, aquello hizo que se me erizara la piel y el corazón me diera un vuelco.
Enseguida empecé a notar como un aire gélido inundara el lugar aquello no me decía que fuese para nada bueno, asi que retrocedí unos pasos por seguridad.
─ Me hacen daño, Isolda ayúdame por favor…─ dijo Carla mientras los ojos empezaban a llorar con un tono lastimero.
─ No le hagas caso…ella ya no es tu amiga…─ dijo la mujer casi sin ninguna pena en su tono, despues de eso siguió desenroscando el tapón de la botella de agua bendita.
Aquello hizo que no supiera que hacer mientras veía como la mujer se disponía a darles el descanso eterno.
─ Somos amigas…─ dijo de nuevo la cabeza con tono lastimero, mi corazón me decía que debía ayudarla, pero sabia perfectamente que Carla estaba muerta.
─ Lo siento…─ dije mientras empezaba a rezar con lagrimas en los ojos, esperando que la mujer terminará le ritual.
─ No pienso volver al infierno!...─ exclamó la cabeza y como si de una ráfaga de viento empujo a la mujer hacia uno de los estantes soltando la botella en el suelo.
Enseguida escuche con horror unos sonidos asquerosos de carne y huesos crujiendo, aquello casi hizo que me dieran ganas de vomitar.
─ Preparaos…─ dijo la mujer mientras se levantaba y recogía la lanza enseguida empezó a mirar en el suelo con la poca luz de la varita luminosa donde se encontraba la botella pero no la encontraba.
─ De eso nada…─ dijo Carla mientras la escuchaba como algo se movía entre las estanterías haciendo que cayera varias cosas al suelo.
─ Estupendo ahora tenemos que matar a un espíritu cabreado...─ comento Alonso mientras intentaba apuntar hacia alguna parte para poder ver lo que estaba pasando.
Mientras que la mujer sostenía una de las varitas luminiscentes para poder ver algo mis sentidos estaban realzados y casi podia ver en la completa oscuridad que habia.
─ Carla, no quise dejarte sola…tuve que irme…─ volvi a decir nuevamente intentando hacer que entrara en razón aunque me temía que eso era imposible.
─ Mentirosa…sabes tu madre esta conmigo y te odia…por no haberla salvado…─ dijo Carla mientras escuchaba como aquella cosa andaba por el lugar haciendo ruido y tirando varias cosas.
─ Tened cuidado…─ dijo la mujer mientras miraba para ver de donde venia los ruidos.
─ ¿No tienes algo en ese cinturón para que salgamos de aquí…?...─ pregunto Alonso con cierta ironía al ver que sacaba casi todo del mismo.
La mujer la miro seriamente, pensé que si las miradas matasen Alonso habría muerto en ese momento.
─ No es tan simple, si tengo varias cosas pero necesito tiempo para poder realizarlo…y no creo que el espíritu nos lo deje…─ dijo la mujer mientras miraba hacia todas partes para ver de donde provenían los sonidos pero no era de un sitio en concreto puesto que parecían que estaba dando vueltas a nuestro alrededor.
En ese momento al girar la cabeza pude ver como algo se movía por encima de nosotros de forma rápida, y en un instante un frasco fue lanzado contra Alonso.
─ Cuidado!...─ exclame empujando a Alonso contra el suelo y al segundo el frasco choco contra la pared.
─ Gracias…Maldita sea!...Muéstrate de una vez!...─ exclamo Alonso con tono de enfado mientras miraba hacia todas partes y se preparaba para atacar.
─ Aquí estoy…─ dijo Carla con una voz que parecia venir del infierno e hizo que Alonso se girara en cuanto mire hacia donde venia la voz pude ver con horror un rostro pálido completamente sus ojos estaban arrancados solo habia un hueco de color negro que parecia extraer el alma de los que goteaba un liquido de negro.
─ JODER!!!...─ grito Alonso con fuerza y en un momento apretó varias veces el gatillo de la escopeta una y otra vez pero tal como apareció habia desaparecido.
Los disparos se escucharon una y otra vez mientras que los proyectiles impactaban en las estanterías y en todo lo que habia allí.
Despues de varios disparos sonó el click haciendo saber que se habia quedado sin munición.
Podia ver el rostro de alonso que parecia que el miedo lo estaba atenazando aunque se resistía.
─ Será mejor que no gastes munición no servirá para nada…─ dijo la mujer mientras seguia mirando para saber que hacer.
─ Padre nuestro que estas en los cielos…─ dije empezando a rezar el miedo me recorría el cuerpo pero lo que me extrañaba es que el demonio no hubiera dicho nada hasta ahora, no parecia que fuera a ayudarme.
─ Dios no te ayudara...El se acerca y no servirá de nada…─ dijo Carla haciendo que sus palabras me resultaran extrañas de pronto sentí algo como si el demonio notara algo en esas palabras.
─ Tenemos que salir de aquí como sea no podemos quedarnos siempre…─ dijo la mujer puesto que ahí estabamos a su merced y solamente estaba jugando con nosotros pero no sabíamos hasta cuando.
─ Es un poco complicado…─ dijo Alonso mientras empezaba a cargar la escopeta aunque podia ver los temblores que tenia al parecer aquello le estaba empezando a afectar.
─ El demonio te permite ver en la oscuridad…si pudierais darme algo de tiempo…podría hacer que volviera al infierno…─ dijo la mujer mientras seguia esperando cualquier ataque.
No podia hacer nada al menos intentaría darle algo de tiempo mientras ella se disponía a hacer el ritual.
─ Isolda por favor…éramos amigas…no quiero volver al infierno, me hacen daño…ayúdame…─ dijo Carla con tono lastimero apelando a la amistad que tenia con ella.
─ No la escuches ella ya no es tu amiga…esas son las palabras del demonio…─ dijo la mujer mientras empezaba a rebuscar en el suelo la botella que el demonio se la habia tirado.
─ Lo siento Carla, perdóname…Padre nuestro que estas en los cielos…─ volvi a rezar de nuevo auqneu esas palabras fue lo que mas me dolió.
─ No pienso ir sola al infierno…─ dijo Carla y de pronto pude escuchar como algo se me acercaba rápidamente mire hacia todas partes pero no podia ver nada solo una sombra que saltaba de un lugar a otro con rapidez.
Alonso sin embargo empezó a disparar hacia donde escuchaba el sonido pero no lograba acertarle.
─ ¿Isolda donde esta…?...─ pregunto Alonso con cierto nerviosismo mientras le veía apuntar hacia todas partes.
─ No la veo…─ hable mientras dejaba de rezar y en cuanto lo hice note como algo se me lanzaba encima haciéndome caer al suelo.
Enseguida pude ver que era el demonio portaba un habito de monja mientras su cara estaba a escasos centímetros de mi, al mirar a los ojos solo pude ver oscuridad que era como si me engullese.
Como pude empecé a forcejear con el demonio su fuerza era impresionante, por suerte el demonio estaba ayudándome.
─ Dispárale!...─ exclame con fuerza mientras intentaba detenerla aunque aquello parecia imposible.
Alonso apunto con la escopeta dispuesto a apretar el gatillo pero enseguida el demonio giro la cabeza de golpe hasta su espalda y como un relámpago se lanzo contra Alonso dándole un manotazo que hizo que el arma saliera volando y este cayera al suelo.
Enseguida el demonio volvió a girar la cabeza casi por completo para seguir con nuestra lucha.
─ Ya me estas cansando…─ dijo el demonio y puse la mano delante de ella y sentí como un calor me recorriese el cuerpo y seguida un chorro de llamas surgió de esta empujando al demonio.
Al momento choco contra las estanterías haciéndole caer, en un momento mire mi mano con sorpresa que aun desprendía algo de calor.
─ Por fin!...¿se puede saber por que has tardado tanto…?...─ pregunte con enfado ya que no habia dado muestras de que estaba conmigo.
─ Necesito energía…no me queda mucho cariño…asi que no creo que pueda mantenerlo a distancia…─ respondió el demonio haciendo que enseguida me viniera a la mente lo que tenia que hacer nuevamente y casi me entraron ganas de vomitar.
─ Traidora…volverás conmigo al infierno…─ dijo el demonio volviéndose a levantar y preparándose de nuevo para el ataque mientras me levantaba todo lo rápido que podia.
─ Isolda…¿Dónde esta…?...─ volvió a cuestionar Alonso mientras escuchaba como recargaba la escopeta de manera nerviosa.
─ Santificado sea tu nombre venga a nosotros tu reino…─ seguí rezando mirando hacia donde estaba el demonio.
─ CALLATE!!!...─ exclamo con fuerza gritando y haciendo que el sótano empezara a temblar.
─ ¿Cuánto te queda…?...─ cuestiono Alonso mirando hacia atrás mientras la mujer continuaba haciendo el ritual.
─ Necesito que lo retengáis unos segundos mas…─ dijo la mujer mientras continuaba haciendo algo en el suelo.
─ No es tan fácil…─ dijo Alonso mientras se preparaba de nuevo para volver a disparar pensé que no le quedarían muchos cartuchos de la escopeta.
Todos lso estantes empezaron a temblar y las cosas que habían en estos empezó a caerse mientras que los frascos empezaban a volar por todas partes estrellándose contra las paredes.
─ Date prisa…─ volvió a decir Alonso con nerviosismo en la voz mientras intentaba mirar hacia todas partes para ver de donde podría venir.
Entretanto el nerviosismo me atenazaba junto que el demonio apenas le quedaba energía y casi ni lo notaba, seguí rezando para intentar debilitar al espíritu pero la parecer esto no hacia mas que enfadarlo.
De repente note como una ráfaga de aire helada pasaba por mi lado y Alonso era arrojado contra una estantería haciendo que las cosas que habia en esta se le cayeran encima.
─ Alonso!...─ exclame mientras veía como este perdía el conocimiento cayéndole encima varias cosas avance unos pasos hacia donde este estaba para ayudarlo.
─ Isolda no te muevas, necesito tu ayuda…─ dijo la mujer como si fuera una orden puesto que si me alejaba no podría terminar el ritual.
─ Pero Alonso…─ hable con cierto miedo temiendo que le hubiera pasado algo, al verlo debajo de aquellos sacos que le habían caído encima.
─ Si no me ayudas si no que nos pasara algo a todos…seguro que esta bien…─ dijo la mujer con cierto nerviosismo mientras seguia haciendo aquel ritual.
Aunque sabia que el demonio no tardaría mucho en volver a atacar y esta vez no estaba el diablo para protegerme y tenia que hacer algo para darle mas tiempo.
Aunque no veía la forma en que pudiera hacerlo puesto que lo único que tenía era que podia ver un poco mejor en aquella oscuridad.
De nuevo volvi a sentir una ráfaga helada cerca de mi instintivamente me lance al suelo para evitar el ataque del demonio cayendo cerca de la lanza.
En eso la tome y me prepare para ser yo la que atacara esta vez, aunque no estaba segura de donde pudiera venir el ataque.
─ ¿Qué haces…?...─ cuestiono la mujer con enfado la ver que habia tomado su lanza.
─ Es lo único que pude defendernos de ese demonio…─ dije mientras apuntaba con la lanza con nerviosismo hacia delante mientras escuchaba como las cosas seguían cayendo de pronto escuche algo que golpeaba el suelo con mas fuerza.
─ Rápido!...─ exclame con miedo en la voz escuchando como las estanterías iban cayendo una tras otra hacia donde estabamos.
─ Lo hago lo mas rápido posible…─ dijo la mujer con enfado en su voz puesto que estaba haciendo todo lo que podia y parecia que le tiempo ya se nos estaba acabando.
Los estantes siguieron cayendo cada vez mas cerca, casi no nos quedaba tiempo y no sabia que hacer en eso me fije que las estanterías estaban cerca de Alonso.
─ Nooo!...─ exclame con fuerza mientras corría hacia donde estaba Alonso puesto que estaba en peligro.
─ Isolda...no!...─ exclamo la mujer con fuerza haciéndome saber que necesitaba mi ayuda.
Por un segundo me quede dudando que hacer puesto que si no ayudaba a Alonso este terminaria aplastado por una estantería y si no ayudaba a la mujer no podríamos salir de allí.
La duda atenazaba mi mente mientras podia ver que las estanterías seguían cayendo, asi que despues de pensármelo unos segundos retrocedí de nuevo preparándome para defender a la mujer.
Pero nada mas ponerme delante de ella note como unos frascos chocaban cerca de mi no pude mas que taparme el rostro para evitar que me cayeran cristales.
En eso cuando aparte las manos pude ver que la estantería estaba encima de Alonso espere que estuviera bien pero en seguida escuche como las estanterías que habían a mi lado empezaron a crujir la madera y en menos que lo esperaba estas cayeron encima mía.
Por suerte puse la lanza evitando que estas cayeron totalmente y terminaran aplastándome.
─ Dios!...─ exclame mientras notaba como una de las estanterías me habia aprisionado el pie y no podia moverme aunque por suerte la lanza estaba sosteniendo la otra estantería aunque pensé que no tardaría mucho en ceder.
Gire la cabeza viendo como la mujer seguia haciendo varias cosas en el suelo y pensé que no tendría tiempo suficiente para terminar aquello.
─ MUEREEE!!!...─ grito con fuerza el demonio mientras escuchaba como las estanterías se tambaleaban con fuerza.
Forcejee con fuerza intentando liberarme el pie pero no habia forma y si no fuera por la lanza hubiera terminado aplastada.
─ Exi spiritus inmunde ab inferis redit ad...─ dijo la mujer como si recitara un hechizo de alguna forma enseguida escuche como si los ladrillos de la pared se movieran.
En cuanto girfe la cabeza pude ver como los ladrillos de la pared se movian dejando un hueco del que podia sentirse que emanaba calor de este y un brillo de color rojo vivo, de este pude escuchar gritos de personas que parecian que estuvieran ser torturadas.
─ NOOO!!!...─ grito con odio en su voz mientras parecia resistirse a ser devuelto al infierno.
Pero en un segundo pude ver como el cuerp oque habia poseido caia al suelo y este fue engullido en la grita en la pared.
Despues de eso los ladrillos volvieron a su lugar tapadno la grieta y haciendo que los pedazos del cuerpo que habia poseido cayeran al suelo.
No pude mas que respirar aliviada viendo que todo habia terminado y ahora, pero teniamos que salir de alli.
Como pude empece a moverme para sacar el pie pero no habai forma lo tenia completamente atrapado.
─ Ayudame a salir de aqui...─ dije mientras forcejeaba intentando levantar la estanteria pero era imposible sin ayuda.
─ ¿Y el demonio...?...─ cuestiono la mujer recordanndome que este podria ayudarme a quitarme la estanteria.
─ Al parecer no tiene energia suficiente...─ dije lo que pasaba puesto que se habia quedado sin energia alguna para ayudarme.
La mujer se acerco y movio la estanteria con dificultad mientras la lanza aguantaba el peso.
Despues de eso la coloco debajo de esta y haciendo palanca lo movio lo necesario para que moviera le pie y saliera de alli.
─ ¿Estas bien…?...─ pregunto la mujer aunque me extrañaba puesto que parecia que ahora se estaba preocupado y antes parecia el mismo demonio cuando me tenia cautiva.
─ Si tenemos que ayudar a Alonso…─ dije mientras me movía y nos dirigíamos a levantar la estantería que se le había caído encima a Alonso.
─ Alonso!...─ exclame mientras le ponía los dedos en el cuello para notar que siguiera vivió por suerte solo estaba desmayado y tenia una herida en la frente auqneu no parecia muy grave.
─ ¿Se encuentra bien…?...─ cuestiono la mujer con cierta preocupación mientras me veía comprobar si seguia con vida.
─ Gracias a Dios sigue vivo…─ conteste con cierto alivio mientras lo sacábamos de allí.
Zarandee un poco a Alonso para que este despertara despues de unos segundos este reacciono mirando hacia todas partes.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunto de manera nerviosa Alonso mirando hacia todas partes con mirada de miedo.
─ Se ha acabado…─ respondí sonriéndole ligeramente mientras miraba el lugar que estaba destrozado.
─ Auch!...─ exclamo Alonso intentando moverse viendo que tenia la pierna atrapada debajo de una estantería.
─ Tenemos que sacarte de ahí…─ dije mientras ponía las manos en la estantería y empezaba a tirar de esta.
La mujer al verme coloco la lanza haciendo palanca y con todas sus fuerzas tiramos de esta moviéndola un poco lo suficiente para que pudiera sacar la pierna.
─ ¿Qué tal la tienes…?...─ pregunte mientras Alonso se apoyaba intentando caminar al parecer le dolía bastante.
La mujer se agacho y comprobó como tenia la pierna pasándole las manos por esta para comprobar si habia alguna fractura que se notara.
─ Al menos no parece que este rota, tengo que salir y volver para informar al sacerdote…─ dijo la mujer tomando la lanza y volviendo a colocarla a su espalda.
─ Tu te vienes conmigo a comisaría…─ dijo Alonso mientras le ayudaba a salir de aquel sitio.
Aquello no me sentó muy bien puesto sabia perfectamente que terminaria en prisión, pero al menos Alonso sabia que aquello no era ninguna locura.
─ ¿Crees ahora en lso demonios…?...─ pregunte mientras pasábamos por las estanterías y las cosas que estaban por el suelo.
─ No, aquí he visto cosas raras y que no podría explicar pero que fuera por un demonio sigo sin creérmelo…─ dijo Alonso con cierto tono de incredulidad pero sabia que algo habia cambiado dentro de él.
Cuando llegamos a la trampilla la mujer la abrio y enseguida notamos como el ambiente habia cambiado.
Salimos de la cocina del convento y notamos la brisa fresca y el calor del sol que ya era casi cerca del mediodía, en un segundo respire con fuerza y sonreí.
─ Al fin…ahora si esta limpio…─ dijo la mujer con un cierto tono de alegría y satisfacción.
Ande unos cuantos pasos hacia la furgoneta de nuevo, pero sin ni siquiera habiendo recorrido unos metros me empecé a sentir débil como si todo me diera vueltas.
─ Que raro…estoy mareada…─ dije casi sonriendo puesto que todo me daba vueltas me sentía muy débil y es como si me fuera yendo la cabeza.
En un momento cai al suelo casi sin sentido lo ultimo que escuche fue mi nombre que me estaba llamado Alonso.
─ Isolda!...Isolda!...─ exclamo varias veces Alonso con fuerza pero fue inútil puesto que despues de eso perdí completamente el conocimiento.
No recuerdo ni el tiempo que estuve inconsciente solamente se que empecé a escuchar gritos de agonía y ruidos extraños y asquerosos, despues de eso sentí como algo me bajaba por la garganta y enseguida empecé a recuperar las fuerzas hasta que por fin abrí los ojos.
Lo primero que me vino a la visión fue los restos de una persona que estaban tirado por el suelo, sus miembros estaban desperdigados pro el sito y habia Cabarcos de sangre pro todas partes.
Aquello no hizo mas que me diera arcadas y enseguida supe que el demonio lo habia echo de nuevo.
─ Vaya al fin despiertas…Sabes tus amigos son muy generosos con la cena…ha estado delicioso…─ dijo el demonio mientras notaba aun el sabor metálico de la sangre recorrerme la garganta y un sabor extraño que enseguida pensé que era la carne del pobre desdichado.
─ Dios!...─ exclame mientras me giraba y las nauseas recorrieron mi garganta intentando vomitar aquello pero no salio nada.
─ Te he dicho que no volvieras a hacerlo…¿Qué ha pasado…?...─ dije mientras me recuperaba de las ansias y me giraba para ver el lugar que enseguida me resulto familiar.
─ Vaya al fin te has despertado…─ dijo una voz que me resultaba familiar mientras miraba que era el mismo lugar de la iglesia en la que me habían traído por primera vez.
─ ¿Qué me ha pasado…?...¿y quien era esa persona…?...─ pregunte una y otra vez mientras veía el espectáculo dantesco.
─ En eso te puedo responder…sencillamente me quede sin energía y por eso caíste al suelo, si no como no puedo hacer nada y recuerda que estamos en el mismo cuerpo cariño…no todo iba a ser diversión…─ dijo el demonio volviendo a explicarme lo que habia sucedido.
─ Ese era uno de los monjes…─ dijo la mujer mientras me miraba con atención que es lo que hacia.
─ ¿Por qué lo has hecho…?...no debiste de haberle dado de comer…─ dije pensando que aunque tuviera esas habilidades no merecía la pena.
─ No solo eres tu cariño somos las dos y debes respetar el pacto que hiciste…los demonios podemos ser lo que tu quieras…pero cumplimos los tratos…─ dijo el demonio haciéndome saber que al menos eso lo respetaban.
─ Tengo que hablar con el sacerdote…─ hablo la mujer con tono serio dándose la vuelta.
─ Podrías dejarme salir…─ dije mientras me intentaba calmar puesto que sabia que no presentaba ningun peligro.
Por unos instantes la mujer se quedo de espaldas como si estuviera pensándoselo, despues de eso se volvió a girar y se acerco al circulo y con un movimiento de pie borro una de las partes.
─ ¿Dónde esta Alonso…?...─ pregunte puesto que pensaba que estaría en unas de las celdas.
─ Despues de dejarte dentro del sello lo lleve a un hospital para que lo atendieran…─ dijo la mujer mientras la seguia hacia la parte exterior, cuando abrio la puerta salimos a la iglesia, al mirar pude ver que habia varios monjes rezando.
─ ¿Quiénes son…?...─ pregunte mientras veía aquellos monjes que seguían rezando.
─ Son personas fieles a la orden…─ dijo la mujer sin explicar mucho, no parecia que fuese muy habladora.
─ Demasiado fieles…yo diría que hasta fanáticos…¿no dijeron nada cuando habéis sacrificado a dos de ellos…?...─ pregunte extrañada puesto que me resultaba raro que usaran a sus monjes.
La mujer no dijo nada solo seguimos caminando hasta llegar a otra puerta en eso esta llamo varias veces esperando respuesta.
─ Adelante…─ dijo una voz masculina y enseguida la mujer abrio la puerta entrando.
La estancia estaba perfumada a incienso, aunque era muy simple las paredes tenia un color crema delante de nosotras habia una mesa llena de documentos y un portátil a cada lado unas sillas y en las paredes varias estanterías y al fondo una imagen de Jesús clavado en la cruz.
─ El convento ha sido limpiado…tuvimos un problema con un demonio al que tuvimos que enfrentarnos…lo que mas me extraña es que dijo que algo se acercaba…y al parecer quien invoco al demonio que lleva ella era una monja…─ comento la mujer haciendo un informe de lo que habia pasado.
El sacerdote por unos momentos se quedo pensativo sin saber que decir, despues de eso se levanto y se me quedo mirando fijamente.
─ Interesante…tenemos una iglesia que ha pedido ayuda…─ dijo el sacerdote con tono serio mientras miraba a la mujer….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
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