Francia.
Año 997 de nuestra era.
Michel, un monje cluniacense, decide embarcarse en una misión imposible.
Según las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, el fin del mundo se acerca y sólo hay una manera de salvar a la humanidad: Invocar al Espíritu del Tiempo.
Pero antes es preciso recuperar los tres ejes sobre los que se sustenta la Rueda del Tiempo.
¿Dónde se encuentran?
Nadie lo sabe…
Responder
Gracias a Muffet y a Voldia por sus Firmas.