PISTA COLOR ESCARLATA
 
─ Abranme la puerta…tengo que hablar con ella…─  dije pensando que a lo mejor tendría alguna idea de lo que le había pasado y el por que  de aquellos asesinatos.
 
─ ¿Pero estas loco…?...¿Que quieres que te haga algo…?...─  dijo Joseph mientras me agarraba de la manga.
 
─ No creo que me haga nada…Suéltame!...─ dije alzando un poco la voz mientras los celadores me abrían la puerta, al entrar la pobre de Mary intento arrinconarse un poco mas pero no podía ir muy lejos, aparte tenia una camisa de fuerza puesta.
 
─ Mary soy el detective Christopher…me gustaría hacerte unas preguntas…─  dije intentando hacer que me hablara pero por lo visto no quería ni mirarme a la cara estaba completamente aterrorizada.
 
─ Yo no he hecho nada…ella me dijo que seria Alicia…además escribió su nombre en mi habitación…Prometiéndome que yo lo seria…─  dijo Mary con voz temblorosa y asustadiza, aquello la había traumatizado y sabia que por mucho que preguntara no sacaría mas información, empecé a repasar mentalmente la habitación y no había nada escrito.
 
─ Mary en tu habitación no había nada escrito…─  dije repasándolo una y otra vez toda la habitación.
 
─ Ella lo escribió, ella lo escribió…─  repitió Mary una y otra vez con los ojos abiertos como platos y en su rostro ya se empezaba a marcar la locura.
 
Aquellas visiones de lo que había hecho la habían dejado marcada a lo mejor para toda su vida no estaba muy convencido de lo que podría ser de aquella pobre chiquilla.
 
─ ¿Qué te ha dicho…?...─  pregunto Joseph con interés al verme salir de allí, por un momento me quede mirando por el ventanuco como empezaba a reírse sin motivo aparente.
 
─ Que en su cuarto alguien dejo un nombre escrito…Hazme un favor ve al cuarto del tipo este que se ha suicidado…y mira a ver si encuentras algo, yo iré al de Mary…─  dije pensando en descubrir si era verdad que alguien había escrito algo, al menos tendríamos alguna pista sobre quien era.
 
Avance por aquellos pasillos con la s luce rojas encendidas, cada vez que miraba hacia alguna aparte de me parecia ver una sombra o escuchar algún ruido que provenía de aquellas celdas, como si de un jarro de agua fría resonó en mi cabeza nuevamente aquella frase "Quiero ser Alicia" no sabia que hacer el dolor era demencial, era como si me estuvieran taladrando el cráneo intente contener mis gritos todo lo que pude y aguantar cuando paso aquel dolor me volví a levantar lentamente y algo mareado.
 
Cuando llegue al cuarto de Mary encendí la luz y empecé a rebuscar en la escena del crimen pero no veía nada en absoluto, cuando ya pensaba salir me acorde que se me olvidaba mirar en el armario, en cuanto lo hice allí estaban aquellas letras de color carmesí escritas con sangre fresca que aun parecia resbalar por la pared "ALICIA", por unos instantes me  quede mirándolas ensimismado con la mente en blanco cuando acerque mi mano para tocar aquello…
 
 
 
FIN DEL CAPITULO 10
 
 

PISTAS MUERTAS
 
Pude notar que aun la sangre estaba caliente, pero aquello era imposible lo habrían escrito hace poco, pero enseguida mi mente fue invadida pos escenas espantosas podía ver el hospital en una visión de color rojo con varias personas tiradas por el pasillo tenían mordiscos por todas partes incluso podía ver los órganos internos en algunas, el suelo estaba lleno por manchas de sangre lo mismo que las paredes.
 
Aunque intente despertar me era imposible era como si tuviera que ver aquel espectáculo dantesco, mientras paseaba por aquella ilusión, puse la mano delante de la boca para no vomitar aquello era espantoso, casi al momento escuche un grito proveniente de una de las habitaciones; corrí hacia ella y abrí rápidamente la puerta vi como una niña no mayor que Mary estaba encima de una enfermera dando dentelladas a su cadáver que este se convulsionaba a cada envite hacinado saltar sangre por todos lados, su cadáver me miraba con aquellos ojos fríos e inertes, por un instante aquel pequeño monstruo me miro con los ojos abiertos como platos mirando al vacío
 con su boca llena de trozos de carne de su victima y goteando sangre por su boca, en un momento dio un grito que me hizo caer al suelo por el dolor, para cuando abrí los ojos estaba delante de las apalabras escritas algo mareado y confuso.
 
Decidí que era mejor volver donde estaba Joseph para ver si había encontrado algo en la habitación de aquel tipo, me encamine aun temblando por las imágenes que había tenido, no podía de dejar de pensar en eso, de vez en cuando frotaba los dedos restregándome la sangre que aun quedaba en ellos.
 
─ Vaya has vuelto…mira esto…─  dijo Joseph mostrándome el interior del armario y era lo mismo que la habitación de Mary.
 
─ Es lo mismo que hay en la habitación de Mary dile a los de la científica que entren y tomen fotos y hagan un análisis de la sangre…─  dije mientras me tocaba la frente intentando despejarme pero me era imposible pensaba que cada vez estaba mas adentro de aquella pesadilla sin sentido que seguía girando.
 
─ Pero es imposible…la sangre aun esta fresca…no ha podido hacerlo nadie…─ dijo Joseph dándome la razón mas plausible aunque era la única que había, ya que no encontraba solución alguna a aquello.
 
─ Crees que no lo se…algo esta pasando y no tengo ni idea de que es…dos personas sin relación alguna se vuelven locas una se suicida y la otra mata a unas personas…Dios!...─  dije mientras intentaba hacer encajar todas las piezas del puzzle pero era imposible, no el encontraba ni pies ni cabeza por ningún lado.
 
Mientras estábamos discutiendo vino una enfermera corriendo para hablar con el doctor, parecia bastante alterada, y con el rostro aterrorizado.
 
─ ¿Sucede algo…?...─  pregunte extrañado mientras la enfermera le decía algo al oído al doctor que sentía con cara de preocupación.
 
─ Parece ser que una de nuestras pacientes ha enloquecido…Si pudieran seguirme…─  dijo el doctor, aunque no salíamos de una nos metíamos en otra, alcanzamos subiendo unos pisos.
 
Nada mas llegar pudimos ver que en las paredes había huellas de manos ensangrentadas y algunas manchas por el suelo, las visiones que tuve en mi mente empezaban a cumplirse…
 
 
 
FIN DEL CAPITULO 11
 
 

MENTE PERDIDA
 
─ Será mejor que se queden atrás… Joseph quédate con ellos y cúbreles…─ dije mientras sacaba la pistola de su funda al mismo tiempo que Joseph retrocedía con los médicos.
 
─ No te arriesgues…Voy a pedir refuerzos…─  dijo Joseph suponiendo que aquello me seria difícil de contener.
 
─ Ni se te ocurra y cálmate estoy seguro que saldrá bien…─  dije esperando que no llamara a los refuerzos ya teníamos bastante y aquello cada vez se complicaba mas aun.
 
Avance por el pasillo lentamente viendo los cuerpos tirados por el suelo y las marcas de mordiscos casi todos le faltaban algún trozo de carne o varios incluso, el sitio estaba manchado con sangre incluso había rastros que llevaban a varias habitaciones, intente agudizar el oído para ver si escuchaba algo pero parecia que todo estaba en silencio.
 
Mientras me acercaba a las puertas las fui abriendo lentamente empujándolas con el arma pero de momento todo estaba en silencio, hasta que llegue a la ultima pensé que estaría en esa.
 
Abrí la puerta y efectivamente me encontré una niña un poco mas alta que Mary con el cabello recogido en dos coletas inmóvil mirando por la ventana.
 
─ Date la vuelta muy despacio…─  dije intentando verle la cara, aunque mi vista se poso primero en el cadáver de una enfermera que estaba tirada en la cama, a la que le faltaba parte de la cara y varios dedos, tenia los ojos abiertos como platos y su rostro daba la impresión de que estuviera pidiendo una ayuda que ya no le hacia falta, la sangre aun brotaba de su garganta que estaba completamente arrancada de su lugar y solo había un agujero en ella.
 
Aquella chica se dio la vuelta y la luna ilumino su rostro era redondeado sus ojos eran de color verde, pero en su rostro cerca de la boca y la nariz podían verse una gran mancha de sangre que resbalaba, lo mas seguro de haber matado a la enfermera
 
─ Sabes yo antes cantaba canciones en un circo, la gente me quería y ahora mírame, solo soy un cuerpo que se pudre lentamente, tengo miedo mucho miedo, aunque ella me ha dicho que me ayudaría, que me amaría aunque envejeciese…─ dijo la chica con una voz muy dulce, aunque en su rostro podía verse como el resto aquella mueca casi diabólica se había grabado en mi mente, y esos ojos vacíos mirando al infinito.
 
─ No te preocupes podrás seguir cantando y bailando…ahora me voy a acercar un momento…─  dije mientras sacaba las esposas de la parte de atrás de mi cinturón.
 
─ Tu no me amas…no me quieres…quieres destruir mi sueño…ella me ha dicho que no envejeceré nunca y que seré Alicia…Y para eso debo de matar…─  dijo aquella joven con una voz que parecia provenir del infierno. que enseguida y con una rapidez sobre humana se lanzo sobre mi, como pude reaccione apartándome mientras ella caía al suelo, al ver que no me había alcanzado salio al pasillo rápidamente, en ese momento temí por la vida de Joseph y los doctores.

Como pude me puse de pie para ir tras ella esperando que no ocurriera una desgracia, y llegar a tiempo, aquel momento se paso en cámara lenta…
 
 
FIN DEL CAPITULO 12
 
 

UNA DECISION IMPOSIBLE
 
Me levante todo lo deprisa que pude pero el sonido de un disparo hizo que me asustara, aunque quería que no le hubiera dado dentro de mi esperaba que la hubiera podido detener.
 
Al salir observe que la pobre chica estaba tirada en el suelo y Joseph estaba también a unos pasos con la pistola humeante y temblándole entre las manos.
 
Me acerque lentamente a ella y le di un ligero golpecito con el pie en las costillas para ver si estaba inconsciente o algo, pero parecia que estaba muerta como pude ayude a levantarse a Joseph mientras los doctores le ayudaban con las muletas, con la mano baje su arma aun humeante, en su rostro se podía ver el miedo y la confusión.
 
─ Venia hacia mi con los ojos inyectados en sangre no podía hacer otra cosa…No quise hacerlo…pero no me quedo elección…─  dijo Joseph entre sollozos al ver lo que había hecho, no pude mas que intentar tranquilizarlo pero sabia que aquello se le quedaría grabado en la mente.
 
Aunque pensaba que aquella pobre chica estaba muerta y podíamos despreocuparnos, la intuición me fallo solamente escuche un grito que provenía del mismo infierno cuando me gire vi que la chica era como si hubiera resucitado o que hubiera fallado el disparo Joseph.
 
─ Tengo que comer, No quiero ser vieja…ella me lo prometió…─  dijo la niña mientras intentaba pegarme un mordisco de manera desesperada, forcejee con ella durante unos momentos intentando quitármela de encima cuando pude la empuje unos cuantos metros hacia atrás esperando que se tranquilizara saque mi arma y le apunte, mi corazón estaba completamente desbocado, nos habíamos llevado un buen susto.
 
─ No te muevas…─  dije mientras tiraba del percutor hacia atrás, esperando que me hiciera caso pero parecia estar fuera de control.
 
─ Tengo que comer, tengo que comer…─  dijo la chica completamente desquiciada con aquella mirada de un movimiento casi se coloco a mi lado por un instante aquello sucedía en cámara lenta, pero viendo que no tenia elección apreté el gatillo note el retroceso de la arma en mi mano y la expresión de aquella joven cayendo al suelo unos cuantos metros por la potencia del arma.
 
─ Dios, dios, dios…¿Pero que has hecho…?...─  dijo Joseph mientras yo permanecia aun con el arma temblándome en las manos con la mirada perdida viendo lo que acababa de hacer.
 
─ No podía hacer otra cosa, nos hubiera atacado…─  dije mientras aun me temblaban las manos y no podía salir de mi asombro, me levante como pude y me acerque a la joven para ver si seguía viva le coloque los dedos en el cuello y no había ningún signo vital de que siguiera viva.
 
─ ¿Esta muerta…?...─ pregunto Joseph con miedo en su voz, mientras me miraba como le daba la vuelta para comprobarlo.

─ ¿Tu que crees…?...Tengo que ir a su habitación…─  pregunte mientras le daba la vuelta a la pobre chica con aquel agujero en su pecho.
 
Me di toda la prisa para comprobar si estaba ese nombre escrito en el armario cuando entre abrí la puerta para comprobarlo…
 
 
FIN DEL CAPITULO 13
 
 

CAMBIO DE SER
 
Al abrir la puerta del armario sentí un escalofrió que me recorrió toda la espalda allí estaba ese nombre escrito con sangre fresca que aun caía por la pared.
 
─ Esto es imposible…no puede ser…─ dije casi gritando mientras miraba aquel nombre, de pronto ese dolor de cabeza azoto mi mente haciéndome que me llevara las manos a la cabeza, en eso Joseph se acerco para ayudarme, pero no paraba aquella frase una y otra vez, "Quiero ser Alicia", era como si me taladrarán de golpe.
 
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Joseph acercándose por unos instantes y poniéndome la mano encima del hombro, en eso con un movimiento seco casi lo tiro la suelo, mientras salía de la habitación a toda prisa hacia un cuarto de baño.
 
Cuando llegue encendí la luz, aquel sitio que estaba desierto y tenia un fuerte olor a desinfectante, por suerte no había nadie, me puse en un lavabo en frente de los espejos y empecé a echarme aguan en la cara para despejarme por suerte aquel dolor volvió a desaparecer lentamente.
 
Baje la cabeza por unos instantes cerrando los ojos para calmarme, cuando levante la cabeza observe a Joseph detrás de mi.
 
─ ¿Qué es lo que quieres…?...─ pregunte mientras me secaba la cara con algunos papeles y las manos con el secador de manos.
 
─ Este caso te esta volviendo loco, seria mejor que te fueras a casa y descansaras un poco…se lo diré al capitán…no te preocupes…─ dijo Joseph invitándome a descansar un poco aunque no le faltaba razón pero quería terminar aquello.
 
─ Escucha este es mi caso y no voy a abandonarlo entiendes…Que te quede claro…─  dije mientras le daba unos golpes en el hombro con el dedo como si estuviera amenazándole.
 
─ Esto es una locura…incluso te esta cambiado tu forma de ser…tendríamos que pedir ayuda…─ dijo Joseph intentando buscar algo de razonamiento en mi mente, aunque ahora solo quería acabar con aquello.
 
─ Yo no he cambiado de ninguna forma y si no puedes soportar esto mejor lárgate…ya nos veremos por la mañana…─  dije mientras volvía a bajar para ver a uno de los doctores tenia que saber que tenían esos pacientes en común algo tenia que haber.
 
─ Les diré a los de la científica que te pasen los resultados de los análisis de la sangre…─  dijo Joseph mientras bajaba las escaleras torpemente con las muletas, en ese momento ni me importo lo que le pasara me dirigí como pude hacia uno de los doctores tenia que averiguar que había en común.
 
─ Perdóneme podría darme los expedientes de las victimas…quisiera revisarlos para ver si tienen algo en común…─ dije esperando encontrar algo entre ellos por que por mas vueltas que le daba no encontraba ningún nexo.
 
En cuanto el doctor me los paso empecé a revisarlos uno por uno intentando averiguar algo pero lo único que tenían en común es, "Terrores Nocturnos" e "Insomnio", y aquel nombre escrito en sangre en los armarios de sus habitaciones, por lo demás no tenia ni pies ni cabeza…
 
 
FIN DEL CAPITULO 14
 
 

UN SUEÑO REPARADOR
 
─ Si, es mejor que te vayas a comisaría, yo iré dentro de poco…─  dije fríamente mientras repasaba aquellos informes médicos aunque no me aportaran nada.
 
Por un momento empecé a sentir como el sueño me invadía y casi no podía mantener los ojos  abiertos incluso ya veía doble.
 
─ Te espero en la comisaría…─ dijo Joseph saliendo del hospital mientras me pasaba la mano por la cara para intentar despejarme pero ya me era imposible el sueño me estaba venciendo.
 
─ Disculpe tiene alguna cama libre o un sofá donde pueda descansar un poco llevo varias horas despierto…y ya hasta me bailan las letras…─ dije pensando que lo mismo el doctor podría dejarme una habitación que estuviera libre para poder descansar un poco la vista.
 
─ Si claro puede subir al piso de arriba…la habitación ciento doce, no hay nadie…podrá descansar tranquilo…─  dijo el doctor indicándome una habitación que estaba vacía, cuando empecé a subir las escaleras mire el reloj eran las cuatro en punto de la noche, al menos podría descansar hasta que viniera Joseph.
 
Empecé a trastear en el reloj para poner la alarma a las siete en punto y axial tener algo de margen para arreglarme.
 
Cuando encontré la habitación entre en ella, estaba completamente a oscuras solo unas luces entraba n por la ventana pero por el cansancio no quería ni bajar la persiana directamente me deje caer esperando quedarme dormido y así fue se me fueron cerrando los ojos lentamente.
 
No se ni el tiempo que estuve dormido ni me acuerdo siquiera, por un momento le di a la luz del reloj y vi que eran aun las cinco de la mañana, pero me fije que el reloj estaba parado lo mas seguro que le faltara darle cuerda, aunque no le preste atención alguna.
 
Me levante y mire por la ventana aun era de noche y no se veía casi ningún coche y ni siquiera ambulancias, y ahora que me encontraba mejor decidí de nuevo ponerme a leer los informes para ver si encontraba alguna cosa que aportara luz sobre aquello.
 
Mientras estaba pasando algunas paginas, escuche como llamaban a la puerta cosa que me extraño bastante me acerque apara abrirla y descubrí que se trataban de un niño y una niña parecían tener como unos doce años ella tenia le pelo rubio y algo rizado con facciones suaves bestia un jersey amarillo y marrón junto con unos pantalones cortos también del color de las mangas y unos tenis color blancos, el chico tenia el pelo alborotado de color negro sus ojos de ambos eran de color azul, las facciones de él eran algo mas rígidas a pesar de su edad, llevaba un jersey de color morado junto con unos pantalones largos de color marrón apagado y unas zapatillas de deporte, ambos se quedaron mirándome por un momento extrañados, mientras la chica miraba una tarjeta y al numero de la habitación.
 
─ No esta ella…Pero el numero pone que esta es su habitación…─ dijo la chica con una voz suave mirándome extrañada, y algo pensativa mientras el chico se rascaba la cabeza pensativo…
 
 
 
FIN DEL CAPITULO 15
 
 

EL REGRESO DE ALICIA.
 
─ ¿A quien buscas…?...─ pregunte extrañado mientras miraba a la chica mirar en la tarjeta.
 
─ Buscamos a Alicia nos ha invitado…decía que estaba en esta habitación…─  dijo el chico mientras me miraba de forma rara, a la vez aquella respuesta me dejo como helado, no sabia que hacer.
 
─ Vaya, me he confundido no es la ciento doce es la ciento veintiuno…lo siento por haberle molestado…─  dijo la joven muy educadamente, pero en cuanto se fueron a ir preferí acompañarlos para ver si era la misma Alicia que yo pensaba.
 
Los acompañe por aquel pasillo con las luces rojas encendidas, tenia el estomago algo alborotado pero no le preste atención, cuando llegamos a la habitación la chica llamo a la puerta.
 
─ ¿Alicia estas ahí…?...ábrenos por favor…Nos ha llegado tu invitación…─  dijo la joven mientras golpeaba en la puerta pero parecia que nadie respondiese, saque mi arma y decidí ir a investigar, eche para atrás un momento a la chica.
 
En ese momento paso por allí una enfermera que lo mas seguro estaría de guardia, por un momento me quede mirándola ensimismado tenia el cabello rubio los ojos azul profundo, pensé que por sus rasgos no era mayor que yo.
 
─ Perdone enfermera podría ocuparse de ellos…por un momento…─  dije intentando que los chicos no vieran si hubiera algún cuerpo o lo que fuese.
 
Abrí la puerta lentamente y comencé a entrar con el arma en la mano, cuando vi la cama estaba manchada de sangre había un gran charco encima de las sabanas que goteaba por al suelo.
 
─ Joder!...No entréis…─  dije pensando que seria mejor que no vieran aquello, pero algo me resulto extraño, salí afuera para comprobar que es lo que pasaba, pero no estaban ni los niños ni la enfermera solo al fondo del pasillo que se movía una puerta muy despacio, corrí para ver que pasaba pero no había señal de aquellos niños por ningún lado, aquello empezaba a ser una locura no entendía nada, estaba seguro que los había visto lo mismo que la enfermera.
 
Me aligere para llegar a la parte de abajo y preguntar al doctor de guardia sobre aquella enfermera el medico empezó a mirar en los archivos hasta encontrar su rostro cosa que me sorprendió bastante estaba muerta hacia cinco años.
 
Aquello fue como un shock no podía casi soportarlo mi mente estaba confundida daba tumbos de un lugar a otro pensé que lo mejor seria ir a la comisaría y aclararme con Joseph.
 
Así que pedí un taxi en cuanto llego fui hacia la comisaría, nada mas llegar subí las escaleras vi que el departamento estaba desierto salvo Joseph que estaba en una mesa en un rincón.
─ Vaya al fin has vuelto…Los forenses ya han traído los análisis, la sangre pertenece a una mujer, es enfermera de ese hospital, el problema es que murió hace cinco años…así que es imposible…Tienes unos ojos horribles…deberías de descansar…─ dijo Joseph pasándome el informe vi que se trataba de aquella mujer aquello fue la gota que derramo el vaso en mi mente algo cambio de golpe.
 
Por unos momentos intente ordenar todo lo que había visto y repasado pero nada coincidía decidí ir al baño para refrescarme un poco el rostro nada mas entrar me eche agua pero la mirarme al espejo vi aquel rostro grotesco que tenia en mi cara, los ojos abiertos como platos y aquella sonrisa diabólica, no se lo que paso tome la pistola y me fui acercando a la mesa de Joseph y cuando estuve a su altura le apunte y apreté el gatillo vi como su cuerpo caía ensangrentado con aquel agujero en su cabeza, no pude mas que sonreír y carcajearme de aquello…
 
─ Yo soy Alicia…─ dije acercándome a su oído y volviéndome a reír macabramente....
 
 
FIN