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Sentimientos que superaron la Inmortalidad 2 2 2084

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#1
15 Nov 18
Bueno, a petición del buen @Mandrake he decidido el compartir esta otra historia que he hecho...
En mi opinión es la primera que hago por completo y puedo considerar una verdadera historia, de la cual estoy orgulloso XD
Se dividirá en 2 partes pues se acaba de quejar el coso este de que estaba muy extensa 7-7
Espero les guste... La he dejado sin corregir porque, porque me da flojera jajaja
 
Sentimientos que superaron la Inmortalidad
La historia, que estás por leer, es una historia que contiene profundos pensamientos acerca de la vida, el amor, y el dolor… Puede que me esté equivocando, pero me atrevo a decir que sin duda alguna contiene humanidad en su más puro significado; sí, no tengo ninguna duda de ello, pues de no ser así, entonces no habría tenido el deber de escribir esto. 
Ahora bien, demos el comienzo a la historia, es más, vayamos al mismísimo inicio, mucho antes de que Algo existiese y entonces la Nada era Todo. 

Primero, tendré que explicar algo, y es la raza de los personajes protagónicos aparecidos en esta historia. Son de una raza que existe desde que, bueno, desde muchísimo antes de lo que podría hacer entender a sus mentes; espero se conformen cuando les digo que fueron primero que todo o cualquier cosa… No se equivoquen, no son dioses, simplemente fueron creados en algún momento de el inicio de “La Creación”. Puede que hayan sido creados por algún ente superior, pero este detalle es desconocido para ellos, y este ha sido para ellos la más grande incógnita nunca antes resuelta. 

Dejando de lado el cómo llegaron; siendo que aparecieron así sin más y sin motivo alguno de ser, procederé a explicar cuales actividades dedicaban su tiempo los conocidos como “Eternos”. 
Los Eternos no tenían conocimiento alguno de cómo habían llegado a existir y tampoco sabían por qué existen; para ellos esto fue un impulso para descubrir lo que verdaderamente sienten que fueron creados para hacer: recopilar información y obtener conocimiento de todo. 
Estos Eternos viven eternamente solamente con ese propósito de seguir obteniendo conocimiento y adquiriendo información sobre inclusive la más mínima partícula o el más ínfimo efecto que podría tener algún irrelevante y diminuto objeto… Para ellos, la palabra “Vida” era simplemente algo más para agregar al diccionario, siendo esta una palabra que aprendieron de escuchar a los humanos en algún momento de su existencia. 
Otras palabras como “Tiempo” les fue difícil asimilar, debido a que para ellos algo como este podía ser medido, pero cuando tienes toda una eternidad por delante no logras encontrar cómo hacerlo; considerando que la vida de un humano era para ellos apenas un nanosegundo perdido en el inútil conteo de un insignificante parpadeo, toda una existencia sin límite ni fecha de expiración era simplemente absurdo intentar medirla usando el tiempo. Para medir sus tiempos, usaban ciclos, usando siglos y milenios para medir su tiempo al momento de calcular y estimar la duración de ciertos eventos. 

Los Eternos vieron nacer especies, las vieron evolucionar, las vieron morir, las vieron regresar y siguieron viendo el mismo aburrido e inexplicable proceso, llamando el hecho de que siguiesen regresando o teniendo nuevamente una oportunidad de vivir su patética vida un “capricho divino”. 
La muerte de un gusano, la destrucción del planeta a manos de la especie humana, la extinción de estos y las estrellas, eran cosas que ellos solían mirar sin interés alguno, pues siempre era la misma conclusión… Muerte. La muerte, ese inexplicable desenlace para una vida llena de decisiones y esfuerzos, que podía ser para algunos una bendición, para otros un castigo y para otros un simple proceso; para un Eterno era solamente una palabra que los Humanos habían inventado para sentir que la vida tenía más sentido si podías darle un concepto y definición al momento de su conclusión. 

Tras mirar tantas veces lo mismo y apenas ver renacer nuevamente todo para entonces observar como en suspiros se desvanecían las luces de las estrellas y se extinguía cada señal de vida en el universo los Eternos llegaron a ver su existencia como un aburrido papel de espectador, algunos tomándolo como un aburrido papel de críticos, pero ninguno sintió que pudiese llegar a tener importancia el papel de personaje… ¿Para qué? ¿Para morir después de dedicar la vida a insignificancias que llegaban a nunca tener oportunidad alguna de suceder? ¿Para sentir esos ridículos “sentimientos” que enloquecían y torturaban a los seres vivos? ¿Para buscar desde otro punto de vista el “significado de la vida”?... No, simples tonterías; además, para ellos era algo imposible de hacer, pues no tenían el poder para decidir lo que querían hacer con sus cuestionables existencias. 
Así se supone vivirían eternamente, y así debía ser. Sin embargo, cuando das un tiempo infinito y las probabilidades de que algún suceso ocurra no son nulas entonces irremediablemente no hay duda de que por mucho tiempo que tenga que pasar, siendo este infinito, sucederá. 

Entre los Eternos había uno de ellos que sentía había encontrado respuestas a las grandes interrogantes que se tenían los Eternos, incluyendo el sentido de la vida de la especie humano. No había acertijo el cual no conociese la respuesta, y dedicaba su tiempo a escribir notas de los descubrimientos que había hecho, llegando a escribir millones de libros de conocimiento inmenso en toda su existencia, pero, a pesar de todo esto, se sentía vacío… Era algo normal en los Eternos el sentirse así, pero estos intentaban llenar ese hueco analizando y juzgando la vida de los demás seres. Pero para este Eterno esto ya no era suficiente, cada vez que observaba a algún espécimen, cada que veía nacer y morir algún ser, regresaba a su cabeza la idea de que quizá ese ser estuvo satisfecho con la vida que vivió, y pensó: si quizá un Eterno llegase a morir, considerando que el tiempo era infinito y podría existir la posibilidad de que haya alguna manera de que muriese ¿Estaría este satisfecho con la vida que tuvo? 
Considerando que cada Eterno hacía lo mismo, y ninguno de ellos resaltaba de entre los otros, quizá al momento de su muerte, sabría que no hizo nada más que ser uno más del montón. 
-Al menos… Podría decir que ha sido el primero en morir- dijo este con una voz apagada y vacía.

Efectivamente, los Eternos podían hablar, comunicarse entre ellos, cosa que no hacían muy seguido, de hecho, eran muy pocas las veces que un Eterno se encontraba con otro.
Generalmente no les gusta socializar con otros, debido a que no tiene un propósito para ellos el tener algún tipo de relación con otro de su misma clase si no es para el cambio de información y discutir opiniones.
Pero, solían tener las mismas opiniones, y la mayoría de las veces que se encontraban nuevamente para hablar era por el haber hecho antes algún tipo de acuerdo o apuesta, en las cuales se decían un suceso con muy poca posibilidad de ocurrir, pero basándose en sus conocimientos podría llegar a ser un hecho y entonces apostaban por ver cual sucedía primero y aquel que pasase antes que los demás le daba al ganador el titulo del más sabio.
Este asunto de las apuestas empezó a aburrir a muchos Eternos, debido a que ya no tenía
sentido el seguir con ello dado que no aportaba nada importante para estos, además, ni siquiera sentían la satisfacción de vencer y mucho menos el pesar de haber perdido.

Este Eterno, el cual sentía cierta admiración por los más pequeños detalles que conformaban todo el universo, tenía dentro de si una idea tabú… Creía ser superior a sus semejantes. Aunque esto era algo que algunos Eternos llegaban a experimentar alguna vez, este estaba convencido totalmente de que era “superior”; pero en realidad, no era ser superior, sino ser diferente a estos, por el simple hecho de realmente sentir aprecio por muchas cosas y verlas desde un punto de vista no critico, sino que de hecho, lo hacía de una manera filosófica, no buscando encontrar el sentido ni razón de la existencia de los seres ni objetos, sino mas bien el poder encontrar dárselo por su propia cuenta.
Tenía una costumbre peculiar, esta era la de ir siempre al centro del universo, el cual le costó mucho encontrar, y observar cuando el tiempo de vida de este llegaba a su final, resultando en una explosión causado por una reacción en cadena que los Eternos habían logrado comprender, pero se les hacía difícil explicar, llamándole a este “un capricho del universo”.

No podía perderse ver como todo se extinguía y nada quedaba, y de repente, de esa explosión gigantesca, ese silencio abismal y esa oscuridad total, una pequeña chispa aparecía, y más, y más, y muchas más, empezando a colisionar las unas con las otras para empezar a forjar nuevamente todo lo que una vez fue hecho, con ligeros cambios debido a que era casi imposible que volviese a salir todo igual, aunque con tiempo infinito, esto podía llegar a pasar en algún momento. 
En algún momento, notó que ya estaba próximo el suceso donde el mundo renacía, algo que lamentablemente los humanos no podían ver a causa de estar muertos y extintos, pues, de poder ver tal espectáculo, posiblemente comprenderían que el universo les da una nueva oportunidad de enmendar sus errores y reescribir su historia… Aunque este Eterno no lo sabía, una chispa nacía dentro de si, una chispa de “esperanza”. 
-Esta vez humanos, espero recuerden lo que fueron en su vida pasada- pensó el Eterno mientras veía como las estrellas colisionaban y un hermoso espectáculo empezaba. 
Si los Eternos tuviesen un cuerpo, si tuviesen forma física, este Eterno estaría sonriendo.

-Aquí empieza… El inicio del final, pues todo lo que empieza es para dar cuenta regresiva a su propia destrucción, aunque, lo importante y bello de esto, es el deseo que algunos desarrollan de evitar esto. Siendo algo tonto, ridículo e insensato, debido a que no tienen poder para realmente hacer un cambio verdadero, pero, en sus propias palabras, es admirable- tras estas palabras sintió como otra presencia se acercaba a su posición. 
-¿Hay alguien allí? ¿Hay alguien aquí?- respondió otro Eterno con una voz femenina.

Cabe destacar, que al no tener una forma física, los Eternos no tienen genero definido, sin embargo, sus voces pueden simular ser femeninas, masculinas u otro tipo.
-Uhmmm, es raro encontrar otro Eterno siendo el universo tan enorme ¿Estás perdido?- preguntó el primero, el cual se extrañaba de la situación, pues efectivamente no era común que otro Eterno se acercase tanto a otro sin dar un previo aviso. 
-¿Cómo podría? Conozco cada rincón del universo- respondió el segundo.
-En realidad, respeto lo que dices, pero el universo no tiene rincones, ya que no tiene límites; terminamos eventualmente llegando al punto de inicio si nos movemos a una misma dirección en línea recta. 
-Tiene sentido tu razonamiento, creo que me he equivocado- dijo este otro Eterno –Si no es de tu agrado, puedo retirarme; aunque mi intención solo era el observar cómo todo vuelve a formarse en este solo punto. 
El primer Eterno estaría sorprendido, pero no, sin embargo, intrigado es más ideal para como se sintió. 
-Esa era tu intención, pero… ¿El propósito?- preguntó el primero.
-¿Propósito? No lo hay, no existe. Es solo, un capricho quizá- respondió el segundo.
-Es un capricho… O puede ser, un deseo- tras decir esto ambos se vieron mutuamente, a pesar de no tener forma corpórea podían verse entre ellos, como si fuesen pedazos de universo con voluntad propia. 
-Deseo… Un Eterno, con un deseo… Eso… Es ilógico, tonto, ridículo, innecesario, no tiene sentido- dijo el segundo, claramente con algo de disgusto. 
El primer Eterno siguió observando durante unos siglos como todo seguía, mientras que el segundo se fue no mucho más de 1 hora. 
El Eterno se quedó pensando detenidamente, pues no encontraba una respuesta para que ese otro Eterno tuviese tal capricho o deseo; lo comprendía de si mismo, quien era especial y diferente a los demás, pero… ¿Podría haber otro Eterno así? 

-Realmente es algo extraño- estuvo pensando bastante tiempo, concentrado en dar una respuesta que pudiese validar que ese otro Eterno tuviese la capacidad de tener dicha capacidad de querer algo que no sea con un propósito científico o de aprendizaje.
–Puede nacer un Eterno cada 9 mil billones de milenios, las probabilidades estimadas de que tenga algo diferente a los demás es inferior al 1%, pero, no recuerdo hace cuanto tiempo nací, sin embargo, no creo que haya pasado el tiempo suficiente para que esa tan pequeña probabilidad pudiese darse otra vez…- era eso, o quizá el Eterno no quería aceptarlo. 
Pasó todo ese tiempo con la intriga, dejando de lado sus investigaciones y leyendo escritos sobre conocimientos que otros Eternos habían escrito, sin llegar a encontrar en alguno de ellos un rastro de que hubiese otro de estos que pensase igual que él. 
-Pero es más difícil de lo que creí- estaba empezando a cansarse de seguir buscando una
respuesta que parecía un verdadero capricho suyo encontrar, pues ¿Qué ganaba realmente con el encontrarla?
-Puede que siquiera no exista respuesta, y haya sido realmente un capricho divino del universo hacer que ese otro Eterno tuviese ese capricho- se conformó con esto y encontró paz en esa hipótesis, convirtiéndola en “la respuesta”. 
Regresó a sus estudios, siguió dándole razones a los seres vivos de su existencia y se sintió más completo, lo que sería para él un verdadero logro si supiera qué era exactamente lo que sentía. 
-Bueno, parece que descubrí algo que ningún otro Eterno ha conseguido… La capacidad de elegir mis propias respuestas, y nadie podrá juzgar mi opinión, por lo tanto, mi respuesta es sin duda la correcta, al menos hasta que se demuestre lo contrario, cosa que no pasará debido a que estos Eternos tardan demasiado siquiera en encontrar la respuesta de porque una mariposa puede volar y no fueron hechas para nadar- efectivamente, este Eterno estaba desarrollándose a si mismo, dedicando tiempo a responder sus propias preguntas y dejando de lado las incógnitas y misterios que no satisfacían su ser. 

Pasó nuevamente el tiempo, llegó el momento de volver al centro del universo y admirar otra vez como todo volvía a formarse de la nada.
Mientras más se acercaba, más se percataba de que había una silueta en el lugar… Era, otro Eterno, nuevamente.
-Oh, creo que será mejor que de un aviso desde ahora- este hizo una luz que atrajo la atención del otro Eterno, el cual a pesar de toda la penumbra que inundaba el universo y dominaba todo pudo observar claramente a este otro, indicándole que podía acercarse. 
-Que ocurra dos veces seguidas ya me indica que este lugar por alguna razón empezó a llamar la atención de los demás Eternos, entonces pueda ser que este llegando el momento en el que evolucionemos- era una hipótesis bastante buena, ya que siendo una raza inmortal que vivían eternamente en algún momento tendrían que experimentar algún cambio y “evolucionar”, seguramente, siendo en un sentido psicológico. 
Cuando estuvo lo suficientemente cerca el Eterno desconocido se dirigió a este –Te estaba esperando. 

Fue completamente inesperado para este el poder reconocer esa voz, una voz que ya había escuchado hace miles de milenios atrás. Estaría sorprendido, pero estaba en realidad intrigado por esto ¿Realmente se trataba de este? ¿Era el mismo Eterno que hace milenios atrás tuvo el capricho de solo mirar como se volvía a crear todo solo porque si? 
Se acercó a este y preguntó -¿Realmente eres tú? ¿Verdad?
El segundo Eterno le miró y asintió –Efectivamente, Yo soy…- con esto no quedaba dudas de que este Eterno tenía algo de especial.
-¿Qué haces aquí? ¿Nuevamente fue un capricho?- preguntó el primero, pero el segundo negó con la cabeza -¿Entonces por qué?
-Esta vez es con seguridad… Es un deseo.
El primer Eterno se hubiese sorprendido, pero en realidad, estaba intrigado, aunque, esta intriga era mucho más fuerte que alguna otra que haya sentido alguna vez.
-Ese deseo…- dijo en voz baja –Ese deseo del que hablas… ¿Por qué nació?- preguntó.
El segundo simplemente se quedó mirando cómo moría la última estrella y entonces le miró –No lo sé… ¿Pero acaso tú tienes alguna razón para estar aquí?
El primero lo pensó y negó con la cabeza –Ya ni recuerdo porqué lo sigo haciendo… Supongo que ya es una costumbre o un hábito el venir a observar esto.
Ambos miraron por largo tiempo hasta que finalmente empezaba a suceder el milagro.
-Aunque al observar esto, siento algo indescriptible que no puedo explicar- dijeron ambos, sorprendiéndose de esto y mirándose mutuamente. Era la primera vez que estos dos se sorprendieron genuinamente de algo.  

-Eso… Esto, lo que acaba de pasar… Hizo que algo desconocido despertará en mí. Es como si algo que tenía oculto, finalmente se dejara ver- su voz sonaba algo menos vacía y muerta como es común en los Eternos –Me hace sentir que existen cosas que pueden hacerme sentir realmente… No lo sé; es difícil de explicar pero eso es lo que me gusta.
El primer Eterno por su parte no estaba satisfecho con esa sensación; se sentía inseguro, y de esa inseguridad surgía algo más –No… No gracias, esto no está bien. No comprendo lo que dices, pero no me gusta esto- se levantó de su lugar –No se de que sirva sentirse así; Es ilógico, tonto, ridículo, innecesario, no tiene sentido.
El segundo comprendió de lo que hablaba, pues se sintió así la primera vez que habló con este –Está bien; yo sí puedo comprender lo que tú estás sintiendo. Creo que no había abierto los ojos cuando nos encontramos por primera vez.
-¿Ojos? Esos solo los poseen los humanos. Son además inútiles para nosotros, considerando que podemos ver muchísimo mejor que ellos sin tener estos, para lo único que nos servirían serían de decoración- respondió el primero, el segundo al escuchar esto se levantó.
-Tú me hiciste darme cuenta de que hay misterios en nosotros que hemos estado evitando descubrir por miedo… Yo pensé que eras diferente, pensé que yo podría ser diferente, pero creo que solo me equivoqué- decidió retirarse del lugar –Esta sensación dentro de mí, no es de mi agrado… Creo que por eso evitamos este tipo de cosas. 

Tras acabar todo, el primer Eterno se quedó en ese lugar pensando.
¿Existía posibilidad de que estos tuviesen sentimientos? Porque de ser ese el caso, tendría que haber un motivo para que existiesen en primer lugar. Podría sonar ilógico, tonto, ridículo, innecesario y sin sentido para los Eternos, pero quizá ameritaba el ser descubiertos. 
-Realmente… ¿Yo hice eso?- se sintió extraño –Es increíble las cosas que podemos llegar a hacer en otros solo usando palabras, desconociendo del todo qué efectos tendrán. 
No dejó el lugar sino hasta mucho tiempo después, donde fue a mirar a los humanos y aprender cosas de ellos. Estudió los sentimientos, y a pesar de ver que eran muy impredecibles e incomprensibles, esto hacía una raza especial a los humanos, notando con el tiempo que los animales también los tenían. Entonces ¿Por qué ellos no los tendrían?
Quizá estaban dentro suyo, pero eran algo que por su propia cuenta no podían conseguir descubrir. 
Llegó a la conclusión de que necesitaba descubrir sus propios secretos, de finalmente empezar a experimentar consigo mismo, y posiblemente, teniendo suerte, su compañero podría ayudarle con esto. Solo tenía que esperar en el centro del universo, pasaría mucho tiempo, pero para él era algo que podría cambiar la manera en la que veían los Eternos su propia existencia. 

Esperó por mucho tiempo, esperando también el encontrarse con el otro Eterno en algún momento, esperándolo con tantas ansias que ya era algo molesto para él mismo.
-Me pregunto qué es esta sensación… Es muy difícil el tratar con esto si desconozco de que se trata. Hay muchísimos sentimientos, existen tantas emociones y es demasiado difícil el reconocerlas nada más por sus conceptos y definiciones.
Empezó a recordar sus estudios, analizando cada una de las palabras que los humanos usaban para definir sentimientos y emociones, llegando a una conclusión.
-¿[Esperanza]? El esperar algo con mucho fervor, deseo y fe, el seguir confiando y teniendo la convicción de que algo que posiblemente no llegue a suceder realmente pueda ser real…- se puso mucho más pensativo –Hay tantas definiciones para esperanza, pero esta que escuché me ha parecido interesante- siguió observando el infinito -¿No es la esperanza eso que conocemos como “apostar”? Es decir ¿No es lo mismo el apostar por algo que podría no pasar y esperar a que suceda que tener esperanzas? 
Se quedó con sus dudas en la cabeza, aunque teniendo todo el tiempo que podría pedir y no desear para encontrar una respuesta que satisfaga su ser, decidió tener “esperanza” en que podría encontrarla una vez vuelva a estar con ese Eterno. 

Ya estaba sucediendo, empezaba a acabar todo. La emoción de que en algún momento el otro Eterno apareciese era algo que podía sentir y reconocer, estaba muy en paz sabiendo que era lo que estaba sintiendo. 
-Espero que mis tontas palabras de nuestro último encuentro no hayan tenido un efecto negativo en este- pensó preocupado, desconociendo aun esta emoción; pero no faltaba mucho tiempo para que la conociese más a fondo, cuando después de mucho esperar pensó que el momento de que llegara el otro Eterno ya había pasado hace unos buenos milenios. 
-Ahora estoy preocupado de que no se aparezca... Si sigo así terminaré por conocer la [Desesperación], si no aparece podría terminar experimentando la [Decepción], inclusive podría estar [Obsesionado]- sabía que estos no eran muy benéficos para los humanos, por ello intentaba evitar estos, pero podría ser que sea necesario el experimentarlos, todo sea por estar mejor informado.
 
Ya estaba empezando a iniciarse la creación nuevamente, y aun no había aparecido el otro Eterno. Empezó a sentir la decepción, habiendo conocido ya la desesperación y haberla superado teniendo en cuenta que no tenía de que preocuparse, pues siendo un Eterno tarde o temprano volverían a cruzarse sus caminos, así que no había razones para desesperarse cuando aun tienes tanto tiempo por delante. 
-Quizá… No vaya a venir- se dijo, se levantó y permaneció allí por tiempo indefinido.
Parecía que intentaba el asimilar y superar esta nueva sensación, este nuevo sentimiento o emoción… ¿La [tristeza] tal vez? Debía tratarse de esta, o podría ser [desilusión]. Se aferró a estos sentimientos y se regocijó en ellos, sabiendo que estaban en él por una razón. 
Pero entonces sintió la presencia de otro Eterno, y reconocía esta, era sin ninguna duda el Eterno que ya había conocido. 
-Eres tú- dijo el primer Eterno, sintiéndose realmente bien, comprendiendo que esta era la [Felicidad] de la que había tanto estado intrigado por conocer. 
-Efectivamente, yo soy- respondió el segundo Eterno, sonando sorprendido -¿Qué debes estar sintiendo para que tu tono de voz se oiga tan vivo?- preguntó. 
-Es felicidad, esto es la felicidad- respondió.
-¿Y por qué experimentarías la felicidad?- preguntó el segundo.
El primero no supo como responderle de manera que pudiese entenderle, pero intentó explicarle –He estado aprendiendo de los sentimientos, y a pesar de que parezcan ser ilógicos, tontos, ridículos, innecesarios y sin sentido, realmente hacen que la existencia no sea tan aburrida y monótona. 
El segundo Eterno no lo entendía, pero se mostró interesado en esto –Yo he estado igualmente investigando los sentimientos, y pensé que nosotros también podemos desarrollar estos, pero aun no comprendo del todo cómo. 
-Pues solo necesitas de interactuar con alguien, así es mucho más fácil. Ahora, si lo piensas, tiene mucho sentido que los Eternos no seamos tan sociales entre nosotros, para evitar desarrollar estos quizá… Aunque es irónico, es como temerle a lo desconocido, pero ¿No es nuestra razón el buscarle sentido y analizar lo que desconocemos y es inexplicable? 
El segundo Eterno se acercó más y le miró fijamente –Enséñame ¿Puedes?
El primer Eterno estaría sonriendo de tener boca, pero podía apreciarse una especie de brillo en este –Veo que de alguna manera tú sí me comprendes, realmente esperaba que me ayudases con esta investigación. 

De esa manera, ambos Eternos empezaron a socializar entre ellos, discutiendo varios temas y compartiendo sus opiniones, descubriendo que tenían mucho en común. Esta vez, saber que no era el único que pensaba así no molestó al primer Eterno, de hecho, le gustó. 
Tras tanto hablar entre ellos en un momento decidieron el ponerse nombres, que consideraron alguna vez era algo ilógico, tonto, ridículo, innecesario y que no tenía sentido, pero ahora, sentían que el tener nombres podría mejorar su relación. 
El primer Eterno fue llamado “Al´vahlla” que en el idioma de los Eternos significa “El Primero” y el segundo Eterno fue llamado “Hope” que es Esperanza en Inglés.
Con el tiempo, fueron Al´vahlla y Hope descubriendo lo hermoso que podía llegar a ser el existir, teniendo contigo alguien con quien puedas compartir esos momentos. Al´vahlla no quería decirlo, pero, tenía como propósito el descubrir el que llamaba el “sentimiento definitivo”, el cual era el [Amor]. 
Pasaron los milenios, inclusive se reinició todo dos veces más desde que estaban hablando, pero en ningún momento dejaban de estar felices de estar juntos… Pero, sin importar lo pequeña que sea la probabilidad, con un tiempo infinito puede llegar a suceder tarde o temprano, y lo que era inevitable ya había sucedido: El “Gran Eterno”, el primer Eterno que apareció, quien fijó las reglas para estos y quien enseñaba a los nuevos, se enteró de lo que Al´vahlla y Hope estaban haciendo, resultando no ser de su agrado. 

-¿Y crees que el queso derretido sea tan bueno como dicen?- preguntó Hope a Al´vahlla, quienes estaban hablando de la comida.
-Pues es el principal ingrediente de la Pizza, ya hemos discutido que los humanos la llaman la comida insuperable y definitiva, así que creo que debe ser muy bueno- suspiró –Es un problema el no saber que rayos es degustar o siquiera el tener ese sentido del gusto.
-¿Interrumpo algo?- dijo una voz muy fuerte y poderosa, proveniente de un ser que hacía ver pequeño el universo, aunque al no tener forma física era difícil el poder calcular su tamaño, pero de cierta manera, decir que era infinito o al menos Omnipresente (sin ser Dios) es lo correcto.  
Ambos Eternos reconocieron la voz, se sorprendieron al escuchar que el Gran Eterno estaba frente a estos, suponiendo que este solamente aparece ante los nuevos para guiarles y al momento de dar anuncios importantes solía avisar con previo aviso a todos los Eternos para hacer una junta, podía decirse que el hecho de que estuviese ante estos de manera repentina se debía a que posiblemente tenía algo que decir respecto a lo que Al´vahlla y Hope habían logrado. 
-Oh, Gran Eterno, está bien ¿Podemos ayudarle?- dijo en tono amable Al´vahlla, Hope se encontraba temerosa sabiendo que podría tratarse de algún inconveniente que este tuviese acerca del desarrollo de estos 2 Eternos. 
-Han estado juntos durante mucho tiempo ¿No es así?- preguntó el Gran Eterno.
-Afirmativo; yo y mi compañera hemos estado hablando y socializando al menos 3 ciclos existenciales- respondió Al´vahlla.
-¿Sucede algo?- preguntó con temor Hope. Entonces sintió como Al´vahlla le miraba y aunque no tuviese rostro para demostrar expresiones, ella sentía que este le observaba con una seguridad que le hacía sentir que todo estaría bien. 
-Desearía que se me diese la explicación del porqué 2 Eternos como ustedes han estado tanto tiempo juntos; no es algo normal, a no ser que tengan una apuesta, y espero que así sea- replicó. 
Al´vahlla negó con la cabeza –¿No podría simplemente tratarse de 2 seres que simplemente desean estar el uno con el otro?- respondió entonces al Gran Eterno. 
-¡¿CÓMO?!- exclamó este –Pero, algo así no tiene cabida en la lógica de nuestra raza, es decir, es ilógico, tonto, ridículo, innecesario y no tiene sentido alguno. 
Hope respondió sin siquiera notar a esto –Ese tipo de cosas que catalogamos de esa manera que tanto ignoramos por parecernos irrelevantes y minúsculas, pueden hacer un cambio grande en nuestra vida. 
-Después de todo… ¿No son las grandes cosas de esta vida un enorme conjunto de cosas pequeñas? Las cuales pueden estar formadas por cosas minúsculas, y así, estas a su vez conformadas por diminutas cosas- agregó Al´vahlla. 
El Gran Eterno negó con la cabeza –Es que está mal; sus razones no me parecen suficientes para el aceptar esta conducta extraña, diferente, anormal, errónea y equivocada. 
-De ser realmente ese el caso ¿Por qué podríamos nosotros el tener sentimientos que nos impulsaran a enfrentar las razones y a simplemente velar por nuestros deseos?- preguntó determinado Al´vahlla al Gran Eterno –De alguna manera que usted pueda entender, nosotros tenemos dentro nuestro un “Capricho Divino”, el cual queremos satisfacer. 
-¿Sentimientos? ¿Están refiriéndose a esos impulsos espontáneos que sienten los humanos y los vuelven rebeldes? 
-No son solo los humanos mi señor- respondió Hope –Todos pueden sentirlos, todos los poseen, muy dentro suyo. Inclusive los Eternos los tienen, y nosotros 2 somos una prueba de ello. 
El Gran Eterno se quedó pensándolo un momento, entonces negó furioso – ¡No! Ustedes solo son la prueba de que inclusive los seres perfectos pueden terminar adquiriendo algún defecto si se les da un tiempo suficiente; y teniendo toda una eternidad pues no me extraña que sucediese con ustedes. 
Al´vahlla y Hope no comprendían cual era la razón por la que el Gran Eterno se encontraba disgustado, pero Al´vahlla encontró una respuesta en ese momento –Usted no podría juzgarnos mi señor- respondió confiado Al´vahlla. 
-¿Por qué lo dices?- preguntó el autoritario ente.
-¿Usted también tiene sentimientos no es así?- respondió Al´vahlla con otra pregunta, esta vez haciendo que el Gran Eterno no pudiese responder por un momento.
-Puedo comprenderlo, hace poco demostró sentir [Ira] o [Disgusto], ese es un sentimiento o emoción, de esos que tanto considera factores defectuosos de los seres que las poseen- explicó Hope, también sintiendo el [Valor] y la [Determinación] que Al´vahlla tenía. Y no es curiosidad, Al´vahlla ya había pensado mientras esperaba a Hope en todas las posibilidades, no dejando ninguna posiblemente sin anticipar. 

El Gran Eterno se encontraba más disgustado ahora, los 2 Eternos, Al´vahlla y Hope, le habían demostrado que él inclusive poseía sentimientos. Aunque…
-No desconocía este detalle, pues ya lo sabía desde hace mucho tiempo- respondió –En realidad, en algún momento empecé a sentir estos sentimientos- dijo en un tono melancólico –Estaba solo, aparecí de la nada sin saber nada… Tenía estos sentimientos dentro de mí, pero los desconocía, temía de ellos, sin saberlo siquiera. Nunca supe lo que era el temor, pero estaba dentro de mí… Me encontraba solo, perdido y no sabía qué tenía que hacer. No podía hablar con nadie, y estaba condenado a solo mirarlo todo, sin poder decir nada, pues nadie me podría escuchar. 
Al´vahlla y Hope empezaron a sentir nuevos sentimientos encontrados hacia el Gran Eterno; siendo este el primero de todos en aparecer, realmente debió ser difícil para él encontrar respuestas. 
-Todos los seres vivientes nacían, olvidaba mi crisis existencial observándolos, dándome cuenta de que tenían también las suyas, aprendiendo gracias a ellos lo que sentía dentro de mí, estos humanos, me dieron las respuestas, ellos y muchas razas más me enseñaron tantas cosas que no habría conocido nunca- decía con una voz apagada y triste.
-Entonces ¿Por qué tanto desprecio hacia estos?- preguntó Hope.
-Así como nacían, vivían sus vidas, cada uno de diferentes maneras, pero con lo mismo en común: tenían sentimientos, y con estos, desarrollaban ideales, deseos y evolucionaban como seres, entonces morían… En algún momento empecé a notar que estos sentimientos corrompían a algunos seres, los enloquecían, embriagaban y envenenaban, corrompiendo sus almas y atormentándolos. Empecé a temer de estos, así que decidí alejarme de todo lo que tuviese que ver con estos, porque sentía, que estaba empezando a sentirme de una manera nada agradable. Llegué a sentir [Envidia], [Desprecio] e inclusive [Odio] hacia mi mismo; pues estaba solo, y maldije incluso mi existencia… 
Hope estaría llorando si tuviese ojos, Al´vahlla igualmente, pues estos Eternos tenían [Empatía] por ellos mismos. 

-Pero ahora hay tantos Eternos ¿Acaso no apareció alguno otro con el que pudiese deshacerse de su soledad?- preguntó Hope.
-En realidad, apareció uno en algún momento. Desconozco cual de todos ha sido ese segundo Eterno en aparecer, pero al verlo, lo encontré perdido y sin saber qué hacer… Sentí que debía ayudarle, quizá ser su guía, algo así como un “Padre”. Así que le di una razón simple para existir, un objetivo que nunca alcanzaría completamente y una meta que jamás lograría… El obtener el completo conocimiento. 
-Hacer eso ¿Por qué?- preguntó Al´vahlla.
-Necesitaba que siempre siguiese buscando y buscando ese conocimiento, y cuando creía saberlo todo sobre lo que existía, todo empezaba desde cero, reescribiéndose y haciendo mucho del conocimiento adquirido inútil, pues nunca volvía a ser igual, y siempre había algo nuevo por descubrir. Lo último que hubiese querido era que desarrollase sus sentimientos, que los conociese, por ello le advertí que no le tomase mucha atención a los humanos, pues eran irrelevantes y sin importancia, diciéndole que su única razón para existir era morir. 
Al´vahlla se disgustó con esto, entonces molestó preguntó -¿Por qué? ¿Por qué decir eso? ¿Por qué prohibirle su derecho de conocer sus sentimientos? 
El Gran Eterno no supo cómo responder correctamente a esa pregunta, pero conocía su propia respuesta –Pues… Cuando estuve solo, esos sentimientos empezaron a dañar mi ser, y era igual que la situación de algunos humanos, quienes al no poder soportar esto miran la muerte como una salida, e inclusive como un regalo… Nosotros no podemos morir, así que supón lo atemorizado y angustiado que estaba pensando que estaba destinado a una existencia eterna de dolor y conflictos… Es realmente horrible, ¿Ahora puedes entenderlo? Yo quería salvarlo. 

Hope no comprendió del todo lo que quiso decir, Al´vahlla simplemente indignado pero sin saber que decir al respecto simplemente lo dejo así, pensando en que quizá podía tener la razón, y en que quizá no. 
-Pero sabes… Creo que tu plan fue ilógico, tonto, ridículo, innecesario y sin sentido. Pero estoy siendo egoísta, y no quiero empeorarte, fuiste el primero, y pues, tenías que tomar una decisión. Puedo suponer que funcionó al menos, porque seguiste haciéndolo. 
El Gran Eterno afirmó –Pues lo he estado haciendo con todos, incluso contigo lo hice, y no podrás negarme que alguna vez te sentiste mal mientras no tenías idea de que tenías sentimientos. 
Al´vahlla afirmó, muy a su pesar, el Gran Eterno tenía razón –Creo que después de desarrollar estos, llegué a experimentar sus bajas en algunos momentos- entonces miró con determinación al Gran Eterno –Pero, ahora estoy completamente feliz; Hope y yo estamos realmente satisfechos con lo que hemos logrado. 
-¿Hope?- preguntó el Gran Eterno –Inclusive nombres se han puesto… Esto es algo muy inusual ¿Realmente sirve de algo que lo tenga? Tú debes tener uno- respondió casi riendo. 
-Yo soy Al´vahlla… Sé que puede sonar arrogante el nombre, pero creo que me queda muy bien sabiendo que he sido el primer en lograr dominar estos sentimientos. Sobre tu pregunta; pues la respuesta es sí, sirven de algo, pues los nombres nos hacen quienes somos. Y tú no deberías reírte, pues te llamas Gez´Ettlal (Gran Eterno) ¿o no? 
-Supongo que tienes razón; aunque es más un titulo, parece que aplica también para servirme como nombre. 

Hope, Al´vahlla y el Gran Eterno se quedaron callados un momento.
-Vaya, parece que hemos obtenido mucha más información de lo que nunca hubiésemos conseguido con miles de siglos investigando solos en tan solo… Algunos momentos hablando entre nosotros- dijo alegre Al´vahlla. 
-Gran Eterno, como podrá ver, nosotros ya hemos logrado desarrollar nuestros sentimientos y hemos incluso mejorado nuestra vida con estos- dijo Hope, pero el Gran Eterno le miró, y no estaba de acuerdo con esto. 
-En realidad, te equivocas- dijo serio.
-¿Por qué está Hope equivocada Gran Eterno? ¿Cree que comprende mejor lo que siente que ella?- preguntó Al´vahlla.
-Es que está equivocada, al haber dicho que mejoraron sus vidas… Pues nosotros los Eternos, no tenemos vida- respondió. 
Al´vahlla entendió el punto, pero Hope no.
-No comprendo Gran Maestro.
-Es sencillo Hope- respondió Al´vahlla –No estamos vivos porque no podemos morir; siendo la muerte el último destino en toda vida, lo que nosotros tenemos es apenas una existencia- explicó.
 -Y no solo eso- agregó el Gran Eterno –Los Eternos nunca podremos superar a los humanos, pues ellos tienen una vida, y por lo tanto una existencia más completa. Siendo que conocen que pueden morir en algún momento, viven cada día de su vida a su manera buscando llevar esta lo mejor que puedan hasta que llegue el momento de su muerte. Las acciones de un humano mortal, valen muchísimo más que las nuestras, siendo en realidad nosotros los inferiores y además insignificantes. 
Fue un golpe fuerte, nunca lo habían visto de esa manera.
-Además… Seguramente, considerando que han pasado tanto tiempo juntos, han sentido la necesidad de estar más juntos, y quizá se sienten aun vacíos sin importar que estén allí el uno para el otro- dijo el Gran Eterno. 

Al´vahlla y Hope ciertamente se habían sentido así, ansiando el poder sentirse el uno al otro, el poderse ver y oler, quizá cruzar sus miradas como lo hacían los humanos enamorados. 
-Amor…- dijo Al´vahlla –Ese sentimiento, conocido como el más poderoso de todos, como el más peligroso pero hermoso… Podemos llegar a sentirlo ¿no?- preguntó al Gran Eterno, poniendo interesada a Hope. 
Sin embargo, el Gran Eterno solo negó.
Hope se sintió desilusionada –Es porque no tenemos un corazón Al´vahlla…- Al´vahlla la miró –Si tuviésemos un corazón, seguramente podríamos sentir ese amor del que los humanos han hablado. 
Al´vahlla afirmó con algo de lastima –He intentado conseguir contigo ese Amor, pero… En ningún momento me he sentido diferente o con esa sensación inigualable que dicen los humanos se sienten al estar enamorados. 
El Gran Eterno afirmó –Parece que lo están sintiendo ahora. El haber intentado llenar sus vidas con sentimientos siendo seres sin cuerpo, solamente les ha generado un hueco en su ser. 
Ambos afirmaron. Se encontraron tristes e impotentes; no podían hacer nada más.
-Yo estaría dispuesto a darte mi corazón Hope… Si tan solo tuviera uno- dijo lamentado y  dolido Al´vahlla. 
Hope no respondió, solamente se hundió en su lastima, pero se levantó e intentó animar a Al´vahlla –Aunque no tengamos corazón, nos tenemos los unos a los otros. Y eso es lo que importa Al´vahlla, y tenemos una eternidad por delante, así que disfrutémosla. 
Al´vahlla afirmó, pero no dejó de sentirse vacío –Podremos tenernos para toda una eternidad, pero… Daría todo la infinidad de mi existencia por el poder sentir el amor a ese nivel tan profundo que los humanos dicen sentir al besar a su amado/amada aunque sea solo un segundo.

En esos momentos, una luz se posó sobre ellos, era radiante y hermosa, poderosa y mística, algo nunca antes visto.

-Al´vahlla, Hope, ambos Eternos que juntos lograron encontrar un objetivo en común, adquiriendo un deseo que no pueden cumplir ni con todo el tiempo que tienen por delante… Yo, los he visto, y escuché lo que Al´vahlla ha dicho, y entonces vengo a ustedes con un trato-

La voz que escucharon fue increíblemente poderosa, el universo parecía detenido y todo lucía ser totalmente inferior a esa presencia tan poderosa.
-Yo… No sé que ente eres, pero, estoy interesado en ese trato- respondió algo nervioso Al´vahlla.
-Igualmente, siento que usted puede ser nuestra verdadera Esperanza- dijo Hope. 

-Voy a darles la oportunidad de ser Humanos. Pero deben comprender que la vida de estos está llena de desafíos y dolor, que puede tratarles con ironía y crueldad. 
¿Están dispuestos ha perder todo su tiempo eterno, por lo que sería comparado como 3 segundos vivos como humanos mortales?- 


Al´vahlla estaba decidido, Hope determinada –Si realmente de esa manera podremos
estar juntos, entonces acepto la condición- dijo Al´vahlla. 
-Si puedo tomar la mano de Al´vahlla y sentir su calor, abrazarlo y escuchar los latidos de su corazón, entonces estaré satisfecha aunque mi vida hayan sido unos efímeros 3 segundos de verdadera alegría- dijo Hope.

-Pues más que una oportunidad, es un desafío; sin embargo, cumpliré mi promesa, y los haré hechos para ser el uno al otro en su vida como Humanos ¿Están de acuerdo?- 

Ambos se miraron, entonces respondieron afirmativamente a esto.
 
-Y de esa manera, yo los declaro… Humano y Humana-
#2
16 Nov 18
Qué bien que la compartiste!

Me declaro fan número... no sé en qué turno llegué a leerla. Fan incondicional de esta historia!
Leer esto y terminar de ver SukaSuka en los mismos días me acuerdo que fue demoledor T-T

Buena elección donde la dividiste. La segunda parte va a ser puro feeling <3
#3
17 Nov 18
Despreocupate que sí lo eres XD
Eres el único aparte de los jueces del concurso que conozco se la hayan leído... Y aun tengo mis dudas si sobre la leyeron
"En un mundo donde las palabras no significan nada, y todos piden por acciones, mi persona ha decidido serle inútil a un mundo donde los hechos no suelen ser mejores que las ideas"
 
-Orgulloso miembro del Club Gensokyo-
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